tag:blogger.com,1999:blog-51161567118851118082024-03-20T00:54:16.459-07:00TedeísmoIba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.comBlogger30125tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-79492764990503179452009-11-22T15:05:00.000-08:002013-01-12T11:34:04.271-08:00OTRAS HERRAMIENTAS PARA LA INFERENCIA DEL DISEÑO<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5407056138931749314" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2N4NigKT3w2RsWHEXTCL_y2JbYUSdCsc81_vXHmCaYfwyI1-HmHREo5JE6_ZdpBRfuG1FaTi30THChlSZhkl7tnJ0UwgqRyeEXP1vbYwo0H89Y5tZTXb0fTdMcCqSZeKBRbbPRFfRRU_w/s200/dna+(1).jpg" style="cursor: pointer; float: left; height: 190px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 10px; margin-top: 0px; width: 200px;" /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">En el año 1996 realicé un estudio que debía cristalizarse en un libro nunca publicado titulado “Elementos de Estructuras Funcionales”. El propósito era establecer qué características comportan las estructuras que tienen una función y como podemos inferir que las mismas, todo o partes, sean el producto de una fabricación inteligente y, por consecuencia, producto de un diseño. Dicho estudio lo realicé en completa ignorancia de las propuestas del Diseño Inteligente que por aquellos años recién empezaban a difundirse, por lo cual describe conceptos similares a la misma aunque con otros nombres y enfoque, como también otros que son novedosos y abordan el problema desde un ángulo distinto. Considero, por lo tanto, muy pertinente y oportuno compartirlos como contribución a ésta línea de investigación. Algunos de estos conceptos, los más relevantes, junto a muchos más escritos en el año 2008 con información reciente los he publicado en el libro titulado: “¿Diseñó Dios la </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">vida?” (</span></span></span><span lang="ES" style="color: blue;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">www.lulu.com/content/7175293</span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">). A fin de señalar estos conceptos de una manera particular y rápida he redactado este resumen basado en dicho libro. Los comentarios recientes los señalaré con letra cursiva para distinguirlos del resumen del texto original.<br /></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">La evolución no viola la segunda ley de la termodinámica, pero el problema no es ese.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><br />En la literatura evolucionista se presentan con regularidad críticas a la recurrida tesis creacionista de que la segunda ley de la termodinámica establece una barrera infranqueable a la factibilidad del proceso evolutivo. Sobre ellos Richard Dawkins se apresuró a decir que muchos han propuesto “ignorantes tonterías acerca de que la evolución viola la Segunda Ley de la Termodinámica”. Si apelamos al Principio de Compensación de la Entropía veremos que para sistemas abiertos en la presencia de un desequilibrio termodinámico si pueden aumentar su orden y reducir su entropía.</span></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Este principio nos dice que a un sistema no aislado pueden aplicarse uno o más sistemas asociados en los que su incremento de entropía compense la disminución del sistema inicial. Dicho en otras palabras, si me he quedado sin azúcar para endulzar el café le pido prestado a mi vecino. Sin embargo, si bien ahora he conseguido disfrutar de un dulce café, el sistema ‘yo y mi vecino’ tendrá menos azúcar que antes.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Pero, de todos modos, un proceso evolutivo podría en principio abrirse paso compensando su disminución de entropía en base a su incremento del mismo en sistemas termodinámicos exteriores. Hasta aquí la objeción termodinámica habría quedado refutada.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Sin embargo, como veremos, ese no es el problema de fondo.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">La idea que han perseguido muchos investigadores consiste en encontrar en la naturaleza casos de auto-organización, es decir, de aparición de orden en sistemas alejados del equilibrio que permitan admitir la posibilidad de que la materia pudo dar lugar a la formación de un ser viviente. Como fruto de esta investigación se han propuesto varios procesos en los cuales aparece cierto orden y organización. Estos van desde la física de plasmas, pasando por el láser y así, hasta los relojes químicos y las reacciones mágicas como la famosa reacción Belousov-Zhabotinsky en la que aparecen figuras espirales y colores definidos.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Analicemos entonces qué necesitan estos procesos de producción de orden para existir. En primer lugar existen tres tipos: los procesos naturales, los exoplanificados y los endoplanificados. En todos ellos se necesita el concurso de tres elementos: materiales, energía (el desequilibrio termodinámico) y el concurso de uno o más atractores. Estos últimos son, en cierto modo, los directores del proceso de generación de orden. El atractor es un agente que organiza el orden del sistema y lo lleva (atrae) a un orden concreto. Un ejemplo muy sencillo lo constituye la botella con la mezcla de aceite y agua. En este caso la gravedad será el atractor que llevará a un orden que definirá una capa de agua abajo y otra de aceite arriba. Existen otros ejemplos mucho más complejos en sistemas no lineales con atractores también mucho más complejos y extraños.<br /></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Proceso natural (no planificado)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><br />En un proceso natural, las leyes físicas y químicas, unidas a un contexto particular donde la energía y los materiales concursan en un tiempo, modo y lugar definidos, se convierten en los atractores del sistema que, de forma aleatoria, producen un orden particular. No existe ninguna planificación externa ni interna, tampoco existe una finalidad u objetivo al servicio de un usuario determinado.<br /></span></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Proceso exoplanificado</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><br />Es el caso de una fabricación. En él también participan tres actores: materiales, energía y el fabricante. En este caso el fabricante es el equivalente del atractor del proceso natural. Pero a diferencia de este último, nuestro “atractor” sabe lo que quiere, es decir, tiene un objetivo, y sabe además como lo puede conseguir, es decir, tiene un plan que es externo al proceso (exoplanificación).</span></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Este plan implica una plataforma de información constructiva y operativa independiente que no debemos confundir con la información de la estructura producto.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Al fabricar el fabricante, de acuerdo al plan, condiciona el sistema deliberadamente para proporcionarle un contexto definido de suministros de energía y materiales orquestados en un programa que los distribuye en tiempos y lugares definidos. Dicho programa o plan será, por el Principio de Proporcionalidad Objetivo – Complejidad, más complejo de acuerdo a cuan complejo sea el orden necesario a alcanzar.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ahora, analicemos para ambos casos cual es este plan. En el proceso natural no existe ningún plan. El orden es tan aleatorio como lo es el escenario y el proceso físico o químico que lo hace posible. No hay tampoco ningún objetivo requerido por ningún usuario ante el cual resulte funcional, simplemente surge como consecuencia del efecto de los atractores que las leyes físicas y químicas exigen para el contexto natural dado, y el valor de sus condiciones iniciales.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">En el caso de una fabricación el propio plan es creado en función del objetivo a alcanzar o producir. Por ello, en este caso, tenemos que el atractor de este proceso se puede dividir a su vez en un plan y en un ejecutor del plan. Esto significa que ahora son 4 elementos los participantes de este proceso y si falla alguno no se alcanzará el objetivo. Si fallan los materiales, falla el suministro de energía, no hay plan aunque haya ejecutor o, por último, sí no hay ningún ejecutor que aplique el plan a los materiales y a la energía, no se cumplirá el objetivo ni se fabricará el producto.<br /></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Proceso endoplanificado</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><br />Este tercer tipo de proceso de producción de orden llega mucho más lejos que los sistemas naturales y los exoplanificados ya que este tipo de procesos son capaces de incorporar es su seno a todos los actores del proceso de construcción de orden, es decir, son capaces de adquirir materiales, conseguir energía para procesarlos y también son capaces de ejecutar ellos mismos el plan que también incorporan en sí mismos. Ello les permite perpetuarse por un determinado tiempo e incluso reparar algunas de sus áreas dañadas y, lo que es más prodigioso, reproducir nuevas estructuras similares a ella.</span></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Este último caso de sistema productor representa a los seres vivientes. Sin lugar a dudas todos ellos disponen de un plan escrito en el ADN y también de un ejecutor que inicia el proceso de fabricación del descendiente. Dicho ejecutor es su propio progenitor ya que él será quien inicie el proceso para que la progenie alcance la complejidad necesaria para vivir independientemente.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Vistos estos tres casos de producción de orden la pregunta que surge por </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">necesidad es: </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">¿Es posible encontrar algún sistema natural de producción de orden que pueda acercarse siquiera elementalmente a algo parecido a un ser vivo? Es decir, ¿Existe por allí algún proceso endoplanificado de producción de orden no viviente, o que hayamos podido recrear?</span></span></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Notemos que lo que queremos es convertir un sistema natural en uno endoplanificado. Descartamos el segundo tipo, el exoplanificado, por involucrar a un creador, es decir, al fabricante que podríamos ser nosotros, Dios o los “extraterrestres” y eso sería hacer trampa.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Para hacerlo no es suficiente que el sistema produzca un orden, también debe incorporar, para ser endoplanificado, un plan de auto ensamblaje y debe tener una capacidad auto reproductora que sirva de ejecutor para engendrar a los descendientes.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Hasta el día de hoy muchos científicos se han afanado en buscar sistemas de producción de orden del primer tipo (natural) que puedan siquiera aspirar a convertirse en precursores de un sistema viviente. No obstante, pese a ser sistemas muy interesantes, podemos decir que todos estos ejemplos adolecen de un problema esencial: están fabricados por los investigadores, es decir, terminan siendo procesos exoplanificados. Nadie en su sano juicio diría que los recursos complejos, con el costo de millones de dólares que demanda el estudio de la física de plasmas, o el conjunto de equipos y fabricación de dispositivos láser, o los ajustes que los químicos realizan para suministrar sustancias y controlar la temperatura en las reacciones químicas mágicas como la aludida reacción BZ, sean procesos naturales.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Es evidente que la intención y esperanza es que cualquiera de estos procesos de auto-organización sean de algún modo símiles verosímiles de procesos naturales auto-organizativos, pero, en su afán por conseguirlo, terminan fabricando inteligentemente el proceso y naufragando así en demostrar que existan en verdad procesos naturales en los que funcione la aparición de orden funcional endoplanificado.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Hasta el momento el único proceso “natural” que funciona para producir un orden complejo organizado es la vida. Y ella no actúa sola, ya que esta engendrada por la propia vida.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Concluimos con esto que los puentes que pretendidamente buscan cruzar el abismo de la organización compleja, no solo no han llegado lejos, sino qué, penosamente, y por mucho que irrite decirlo, no han llegado a ninguna parte.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ilya Prigogine, ganador del Premio Nobel por sus trabajos de la termodinámica del no equilibrio, evaluó esta situación en una conferencia pronunciada en el fórum filosófico de la UNESCO en 1995 al decir: “Pero todavía queda mucho por hacer, tanto en matemáticas no lineales como en investigación </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">experimental, antes de que </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">podamos describir la evolución de sistemas</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">complejos fuera de ciertas situaciones sencillas</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">. Los retos aquí son </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">considerables. En particular, </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">es necesario superar el actual desfase en nuestra comprensión entre las estructuras físico-químicas complejas y </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">los organismos vivos por simples que estos sean</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">”. (énfasis en negrita </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">añadido) </span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">(Fuente:</span></span></span><span lang="ES" style="color: blue;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/prigogine.pdf</span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">)</span></span></span></span></span></span></b></span></span></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">¿Es posible superar este desfase? ¿Qué es lo que falla en esta búsqueda? Básicamente puede decirse que el problema crucial es que no tenemos ningún proceso del primer tipo que pueda incorporar un plan en una plataforma física de información. De nada nos servirá una cocina plenamente equipada con los ingredientes necesarios y un dispuesto cocinero si no existe una receta escrita en alguna parte, incluso en la propia mente del cocinero. Los músicos y sus instrumentos pueden estar muy bien dispuestos, pero sin partitura no habrá música. Tampoco ganaremos nada con abandonar a su suerte a una célula plenamente abastecida de proteínas, encimas clave y energía (moléculas de ATP) sin el plan del ADN.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">En conclusión podemos decir, en referencia a la “ignorante tontería” que alude Hawkins, que en verdad la evolución no violaría la segunda ley de la termodinámica, pero sólo hasta procesos de producción de orden del primer tipo (los naturales), es decir, las “situaciones sencillas” que alude Prigogine, lo cual resulta demasiado insuficiente. A partir de allí necesita encontrar la forma de explicar la aparición de un plan químico funcional de muy alta cantidad de información que pueda convertirle en una producción de orden endoplanificado, es decir, una forma de vida.<br /></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Complejidad mínima funcional e Ignición funcional.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><br />La especificidad, la improbabilidad y la complejidad irreductibles son conceptos fundamentales del DI propuestos por Demsky y Behe. En 1996 los ignoraba por completo, así que para abordar el análisis sobre como distinguir una formación natural compleja de una diseñada, llegue, en mi investigación particular, a conceptos similares, pero desde un camino diferente y con otros conceptos que considero útiles.<br /></span></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Complejidad</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><br />Es interesante reconocer la clamorosa ausencia en la literatura científica de una definición matemática que cuantifique la complejidad. Tenemos numerosos conceptos sobre la misma así como análisis matemáticamente rigurosos sobre sistemas complejos, también contamos con la definición de la teoría de la información que define a la complejidad como la cantidad de información que no se posee para especificar el sistema en sus detalles, etc.</span></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Sin embargo, no encontramos una definición específica que cuantifique la complejidad de algo. Una sencilla forma de abordarlo, aunque puedan haber otros métodos matemáticos para tal fin, sería la que cuantifica la complejidad </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">como </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">el número de casos posibles </span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">que una estructura permite para un particular número, rangos de magnitudes y orden espacio temporal de sus componentes.</span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Para aclarar esto consideremos como ejemplo un número de una lotería. En este caso tenemos una estructura con la siguiente colección de restricciones: 1º. Tiene que ser una colección de 5 caracteres (restricción numérica). N = 5</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">2º. Tienen que ser caracteres numéricos (restricción de magnitud).</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">carácter × {0,1,2,3,4,5,6,7,8,9}, por lo tanto R = 10</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">3º. Tienen un orden unidimensional único (restricción de orden). O = 1</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Como los caracteres son homogéneos al tener el mismo rango el número de casos posibles será entonces: C = 105 x 1 = 100.000 casos El resultado no sorprende puesto que es fácil deducir que entre 0 y 99999 hay 100000 números distintos. La probabilidad de que salga el número de lotería para un caso particular será por tanto: P = 1/C = 10-5 = 0.00001 El cálculo de complejidad ya no resulta ser tan sencillo si la colección de elementos es heterogénea, es decir, tienen rangos de magnitud diferentes. En dicho caso podemos entonces aplicar la siguiente generalización: </span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">C = O x (R</span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">1</span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">xR</span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">2</span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">..x R</span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">N</span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">)</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Siendo C la complejidad, O el orden de los componentes, N el número de </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">componentes y R</span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">i </span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">los rangos de magnitud de cada componente.</span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Evidentemente esta definición funciona para cuantificar la complejidad en casos donde los elementos son discretos y acotados por rangos limitados y específicos. Para otros casos donde esto no se cumple la cuantificación de la complejidad por este método sería muy difícil, sino imposible de medir. No obstante es una aproximación útil como veremos.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Evidentemente la complejidad de un sistema se verá afectada por el cambio de cada una de estas 3 restricciones. Como tenemos 3 tipos pueden existir 8 posibles modos de cambio, no obstante, solo mencionaremos el efecto de cada uno independientemente, siendo las demás otras combinaciones posibles:<br />1. CAMBIO EN NÚMERO. Si el número de lotería tuviera por ejemplo 6 dígitos, el número de casos posibles sería 106 = 1.000.000, es decir, 10 veces más casos posibles que el anterior número de lotería de 5 dígitos, por lo cual es más complejo.<br />2. CAMBIO DE RANGO. Supongamos que los organizadores del juego de lotería se les ocurre sortear un número hexadecimal en lugar de uno decimal, entonces el rango será: {0,1,.....E,F}, lo que significa que hay 16 caracteres por cada dígito (R=16). Conservando 5 caracteres para los números (N=5), tenemos que el número de casos posibles es ahora C = RN = 165 = 1.048.576.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Esto también supone que la complejidad obviamente se incrementa.<br />3. CAMBIO DE ORDEN. En este caso a los organizadores del juego de lotería se les ocurre añadir una disposición bidimensional a cada número posible, de tal modo que, si coincide la forma y el número adecuado se gana la lotería.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">supongamos que el número premiado es el siguiente:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">7</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">3 0 8</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">4</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Dispuesto de dicha manera, si el 7 estuviese encima del 8, por ejemplo, no será el número premiado. Veamos las distintas formas posibles que puede adaptar este número:</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjioiMqMr2onNFqsNzj4dYkihJ8AtQVUtsWq-lnihutDOK8_VsuzbRFge0UmwbKkv0YJJQg-WQ_43E_GdPoSguaMAtprm6GBFAnW8U1_rEDx88eJo25UyJE4nNxH9KdumQVRTV-1QqdXoSr/s1600/di.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5407054262087711250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjioiMqMr2onNFqsNzj4dYkihJ8AtQVUtsWq-lnihutDOK8_VsuzbRFge0UmwbKkv0YJJQg-WQ_43E_GdPoSguaMAtprm6GBFAnW8U1_rEDx88eJo25UyJE4nNxH9KdumQVRTV-1QqdXoSr/s400/di.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 119px; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; text-align: justify; width: 400px;" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Tenemos entonces, en este caso, 39 formas bidimensionales distintas para 100.000 números cada una. En este caso O = 39 y de la expresión anterior para calcular la complejidad tenemos:</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">C = RN . O = 105 . 39 = 3.900.000</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ahora es más difícil acertar, puesto que este sistema es más complejo que el juego de lotería inicial. Ahora incorpora un orden bidimensional y por ello existen más posibilidades distintas. Podemos incluso ganar en complejidad si adoptamos una tercera dimensión o incluso una dimensión temporal. La siguiente figura muestra los distintos modos que pueden adoptar cuatro cubos sin considerar sus rotaciones e imágenes especulares.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM54VXf9Sj8DLmIcLIS4n-1EjI2VdaLhqkCnvR04j2vibZPh5c4NTOOi3kqmID7LYj6wxE3xwwh2Cbo_CHXDgThN9CoH59Hq0xP45p0f_c1wQ9drdVe0xkQ6ah5FEwig4yCK43n-5AQHlm/s1600/di-1.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5407054269427156082" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM54VXf9Sj8DLmIcLIS4n-1EjI2VdaLhqkCnvR04j2vibZPh5c4NTOOi3kqmID7LYj6wxE3xwwh2Cbo_CHXDgThN9CoH59Hq0xP45p0f_c1wQ9drdVe0xkQ6ah5FEwig4yCK43n-5AQHlm/s400/di-1.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 83px; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; text-align: justify; width: 400px;" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ahora veamos cual es la complejidad de un aminoácido antes de ver la relativa a una proteína. Sabemos que un aminoácido se sintetiza mediante el concurso </span></span><span style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">de 3 bases de ácido nucleico. </span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Cada base puede tener 4 elementos que pueden ser Adenina, Timina, Guanina y Citosina en un orden lineal simple. Según esto la complejidad de un aminoácido será la siguiente:</span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Orden = 1; Magnitudes = 4; Número de componentes = 3</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Entonces C = 1 x (4x4x4) = 4^3 = 64</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">De todos modos, como vemos, es una complejidad bastante modesta la de este monómero. Ahora vayamos a ver la complejidad de una proteína, el elemento más básico de los organismos biológicos. Según sabemos esta es una cadena de aproximadamente 100 o más eslabones que se pliega sobre si misma en la forma de un ovillo de acuerdo a las atracciones electrostáticas y enlaces débiles generados por los 20 aminoácidos distintos con los cuales puede estar constituido un eslabón. Su complejidad, suponiendo que tenga solo 100 eslabones, sería la siguiente:</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">C = 1 x (20x20x20x...........x20) 100 veces, es decir: C = 20100 lo cual es aproximadamente 10130</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Como se observa la complejidad de una proteína es una cifra portentosa, si se estima que el universo contiene 1080 protones, necesitaremos 1050 universos para equiparar todos sus protones con todas las proteínas posibles. Pero no todas las proteínas posibles son funcionales para los sistemas biológicos.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Dicha restricción se denomina </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Restricción Funcional</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">. La misma establece que toda estructura funcional, es decir, que tiene un objetivo y funciona para conseguirlo, es un subconjunto, más bien pequeño o incluso único, de todos los casos posibles permitidos por su complejidad. El número premiado de un juego de lotería sería un ejemplo de estructura funcional con restricción igual a 1 ya </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">que dicho número es el único que </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">funciona </span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">para cobrar el premio mayor.</span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">En este punto la improbabilidad y especificación de Demsky hallarían paralelo en estos conceptos del siguiente modo: Improbabilidad = Especificación (Restricción funcional) / Complejidad del sistema</span></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ahora veamos otros conceptos que nos serán de utilidad no solo para evaluar todo proceso de incremento de complejidad.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Complejidad Mínima Funcional (CMF)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Para todo objetivo se pueden plantear muchas soluciones, algunas serán más ineficientes que otras al requerir mayor complejidad para un mismo objetivo. No obstante, siempre puede existir una solución, entre todas las posibles, con una complejidad mínima necesaria para cumplir con el objetivo. A esta complejidad </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">la llamaremos mínima funcional, en cuanto es </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">la mínima necesaria para permitir el funcionamiento y no existirá ninguna otra solución menos </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">compleja ni mágica que consiga el objetivo</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">.</span></span></span></span></span></b></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Consideremos una esfera. Nuestro propósito será cercarla de tal manera que quede aislada. Usando tablas se pueden disponer muchas soluciones:</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiq2kpCp1rmvFE5puAeklS6WgxJLktpZqPiUSQ-qHz5FaU0Csr1xHxDEyF-h-buQYk6UZtQCaQPKRqZYO3C92Z390ZS-Rj32Jq7Tfik91L483yV_dohgdQtR05tKmYXrVmMsDtZYCnDpfe5/s1600/di-2.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5407054268805779426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiq2kpCp1rmvFE5puAeklS6WgxJLktpZqPiUSQ-qHz5FaU0Csr1xHxDEyF-h-buQYk6UZtQCaQPKRqZYO3C92Z390ZS-Rj32Jq7Tfik91L483yV_dohgdQtR05tKmYXrVmMsDtZYCnDpfe5/s400/di-2.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 157px; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; text-align: justify; width: 400px;" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Como se observa, (visto desde arriba) pese a que son posibles muchas soluciones, bidimensionalmente como mínimo necesitamos 3 tablas como en la solución 3. No existe una solución en la cual se use sólo 2 tablas rectas y pueda cercarse la esfera dentro de la geometría euclidiana. Las soluciones aplicadas aquí se refieren a un cerco bidimensional y hemos visto que como mínimo se precisa de tres tablas rectas, veamos ahora el caso cuando se precisa cercar la esfera tridimensionalmente, siendo la complejidad una función del número de caras:</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEja3XgOK_3PhdfCudHet6slA708gNgY6dCUoFzrKbS9Ttaai949Xzbk9wQHNz4eZkvyIiHVztA2bnyfTQohAHbSNu4Jy1Y22dLJpvWG8wVjm-QgA_UfpwTvMq2zWR3h26XFesgDf3Lco8Ek/s1600/di-3.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5407054273735185074" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEja3XgOK_3PhdfCudHet6slA708gNgY6dCUoFzrKbS9Ttaai949Xzbk9wQHNz4eZkvyIiHVztA2bnyfTQohAHbSNu4Jy1Y22dLJpvWG8wVjm-QgA_UfpwTvMq2zWR3h26XFesgDf3Lco8Ek/s400/di-3.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 206px; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; text-align: justify; width: 400px;" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">En este caso se presentan 2 soluciones, la primera consiste en un cubo de 6 caras, y la segunda en un tetraedro de 4 caras. También, claro está, hay más poliedros posibles con mayor número de caras, pero la solución mínima es el tetraedro. En un cerco tridimensional mediante superficies planas no hay una solución menor que esta, pues más allá tenemos una imposibilidad estructural.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Como hemos visto, el número mínimo necesario de caras planas para cercar bidimensionalmente a la esfera es 3, y tridimensionalmente 4. Por tanto en ambos casos se tienen unas CMFs de 3 y 4 respectivamente.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ahora veremos como la CMF no es el único límite para las soluciones posibles.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Como ilustración usaremos nuevamente el cerco de la esfera. En la misma encontramos que la CMF lo constituía un cerco de 3 tablas, pero no consideramos el área como un parámetro de la estructura. En la siguiente figura veremos como no todas las soluciones estructuralmente iguales, pero paramétricamente distintas, son posibles:</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">En la primera solución los lados del cerco son grandes y por ello la esfera cabe</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5407054276920675538" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhb1KxGJOYD-npHmAQTc-eydNbrcWcaeKJ3pbV9IhPa-jbBXV9oGPlX_y4KXHDY7PZc5PaaKmaSNWAUO79Tkkh8gzmg_lm8WTOCDdFG_QCPPrh0kRXxtGfWhj_ZECz5Cf2cf2PfimaScQ6N/s400/di-4.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 162px; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; text-align: justify; width: 384px;" /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">holgadamente. Se puede por tanto buscar una solución en la que los lados sean lo más pequeños posibles hasta tocar a la esfera, tal es el caso de la solución 2. Para un cerco que forme un triángulo equilátero el área mínima </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">límite sería A= 4</span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">√</span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">3.r2, donde r es el radio de la esfera. Sin embargo una solución aún menor (S3) es imposible, pues en dicho caso las paredes tendrían que atravesar la esfera y, como es obvio, ello no puede suceder.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">En conclusión, podemos decir que S1 es una solución arbitraria mayor en cuanto al área de los lados, que S2 es la solución paramétrica mínima de las soluciones posibles, y por último S3 es una solución con imposibilidad paramétrica en cuanto a que, el área de sus lados, es inferior al mínimo paramétrico de la CMF.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Como se ha visto, la CMF no es otra cosa, sino una versión de la Complejidad Irreductible de Behe.<br /></span></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ignición Funcional</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><br />En el desarrollo de todo embrión animal hay un momento trascendental cuando su corazón, incipiente pero ya capaz, empieza a latir por primera vez. Tal acontecimiento marca el principio funcional de esta maravillosa bomba de sangre que latirá sin descanso durante muchos años hasta que un día sobrevenga el colapso final y, del mismo modo abrupto en que empezó, termine su actividad funcional dejando de latir.</span></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Del mismo modo que el corazón, otras estructuras funcionales están acotadas por dos fronteras que marcan el principio y fin de su estado funcional. Y tanto en la biología como en las máquinas creadas por el hombre existen dichas fronteras.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Al punto a partir del cual se alcanza la completitud y el contexto funcional necesario para que una estructura empiece a funcionar lo denominaremos; Ignición funcional. El caso contrario lo llamaremos Colapso funcional.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">¿Cuándo acontece este especial instante en la construcción de una estructura funcional?</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Acontece cuando una estructura funcional, en su proceso de integración, construcción, o embriogenesis, según sea el caso, llega a un punto en el cual, una vez colocado el último de sus componentes, la estructura empieza a funcionar. Antes de dicho instante no habrá funcionamiento. En consecuencia podemos decir que la Ignición Funcional acontecerá cuando se alcanze la CMF </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">(</span></span></span><i><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">léase complejidad irreductible</span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">). Esto significa que antes de añadir el último componente, no existía aún la complejidad necesaria para que sea funcional y, por lo tanto, antes de dicho punto no existe funcionamiento. En el proceso inverso concurre el Colapso Funcional que acontece cuando se retrocede por debajo de la CMF de una estructura. Este punto, para los seres vivientes, no es otro que la muerte.<br /></span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Coherencia.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><br />No todas las llaves son funcionales para abrir una puerta, sólo lo serán aquellas que tengan el perfil complementario de la cerradura, es decir, sean coherentes con la misma. Ello permitirá que la misma pueda girar y así activar los mecanismos de apertura de la puerta. Si por el contrario la forma de la llave no fuese coherente con la cerradura no podrá conectar con ella y, por lo tanto, no se podrá abrir la puerta.</span></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Con este sencillo ejemplo podemos decir que la coherencia es la capacidad de un átomo, molécula, o artefacto de conectarse con otros e incluso con un </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">conjunto estructural producto que llamaremos </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">contexto</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">.</span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">En la naturaleza también existen muchos casos que ilustran distintos tipos de coherencia de acuerdo a cuan fácil se realiza la conexión. Los átomos pueden unirse espontáneamente de acuerdo a una coherencia llamada valencia con otros átomos para formar moléculas. En ésta, los átomos son capaces de enlazarse, sea por compartición de electrones o por atracción electrostática de </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">una manera </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">espontánea, </span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">por supuesto con el debido concurso de la energía necesaria. En otros casos la unión no esta tan sencilla, pues requiere el concurso de un agente externo que haga las veces de casamentero para unir </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">parejas, a este agente se lo conoce como </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">catalizador </span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">y estimulará el apareamiento de ciertos átomos o moléculas con otras, éste es por tanto un </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">caso de coherencia </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">forzada</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">. Las enzimas, por ejemplo, son proteínas catalizadoras que fuerzan las coherencias necesarias para enlazar a distintas moléculas entre sí.</span></span></span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">El ADN es un gran ejemplo de coherencia. Esta es una enorme molécula de ácido nucleico dispuesta en una doble hélice de 2 cadenas cuyas bases (los eslabones de la cadena) son estrictamente complementarias.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ahora bien la coherencia puede ser funcional o no serlo. Para entenderlo veamos las siguientes 3 figuras:</span></span><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5407054724819511122" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhluwmw880xtfyDP3q-GsSTFUq1hVLy613aGaDszD_QkBvoHP6Kss3nBcIwufLLtrKP8wByo-PqXKcmiOgo2PdoY_c1PefMKphRtxeCHQzZLqysbG6deBmWLaMMgvbJ7HfasQ24XBpdFSxG/s400/di-5.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 153px; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; text-align: justify; width: 400px;" /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Tenemos tres casos en los que el funcionamiento consiste en formar un círculo. En el primer caso no hay encaje y por lo tanto no pueden conectarse, no son coherentes. En el segundo caso, si pueden conectarse, pero la estructura producto no es funcional. Por último, en el tercer caso, hay coherencia funcional por cuanto no solo encajan sino que forman un círculo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ahora bien si analizamos el caso 2 de las tres figuras podemos preguntarnos:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">¿Qué impide que a estas dos piezas con coherencia no funcional se le añadan otras piezas con las cuales se pueda formar un círculo mayor y cumplir así con el objetivo? Hay que reconocer que ello es posible, por tanto, aunque 2 componentes no formen una estructura funcional producto, si pueden en cambio, ser parte del contexto de un mayor número de componentes que juntos si formen una estructura funcional. Los juegos de rompecabezas son un ejemplo bastante claro, algunas piezas son coherentes con unas más no con </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">otras. No obstante, existe un </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">contexto</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">mediante el cual todas están encajadas formando una estructura funcional. Lo mismo sucede con cualquier pieza de una máquina cualquiera, primeramente tiene coherencia con otra pieza a la cual puede conectarse, pero el resultado es, aparentemente, no funcional. Sin embargo, cuando se juzga la misma a la luz del contexto de la máquina en conjunto completamente conectada, sí resultará ser coherencia funcional. A </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">esta propiedad se denomina </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">coherencia de contexto </span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">y es la característica fundamental de todas las estructuras funcionales.</span></span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">El siguiente ejemplo muestra el caso de un conjunto de componentes con coherencia de contexto, en el cual las piezas encajan para formar una T que funciona como carácter alfabético, luego la misma es una estructura funcional.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5407054722187612114" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoYkH74HXIf4YOP_JTzkfZxqky10GXT6xjhcOZzMPY4-RpGChLusccqB7xmRxz9_7NvCA09KnHjbPYwmZ8WXEubHzQ_QJ6lYcNtRgRz7j-gsUaHSbBTbiyXupwBCrRGTHT0cbRjt7NAvLk/s400/di-6.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 196px; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; text-align: justify; width: 400px;" /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">De esto se deduce también la siguiente consecuencia: si se cumple que la estructura es funcional, un componente cualquiera de la estructura tendrá que ser funcionalmente coherente con el resto. Y ello significa que un componente puede ser útil solo en la totalidad del contexto estructural, más no de forma independiente, del mismo modo que un chip microprocesador es solo útil </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">cuanto esta conectado a la placa base de un ordenador, </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">de forma </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">independiente no sirve para nada</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">, salvo como curiosidad. A este tipo de funcionalidad, que solo funcionan en un contexto y no de forma aislada, la </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">llamaremos </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">funcionalidad contextual</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">. Si existe un componente que puede ser </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">funcional por si solo tendrá entonces </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">funcionalidad singular.</span></span></span></b></span></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Estos últimos conceptos podrían pasar desapercibidos como conceptos matemáticos sin importancia. Sin embargo, son cruciales para juzgar que, cuando una estructura cualquiera de nuestro universo refleje funcionalidad contextual, será efectivamente un artefacto, es decir, una estructura funcional que tiene un objetivo, implica un diseño (contexto complejo) y por consecuencia </span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">tiene un diseñador</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">.</span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ahora bien, se puede objetar a esto que se puede dar el caso, y de hecho se da tanto en la naturaleza como en los mecanismos hechos por el hombre, que existan componentes que tengan a la vez funcionalidad contextual y también singular. Por ejemplo, una resistencia eléctrica puede estar conectada a una </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">enorme cantidad de </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">contextos distintos </span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">(circuitos) sin perder su funcionalidad singular. Es más, el hecho de poder participar en más de un contexto es lo que demuestra su funcionalidad singular.</span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Hace algunos años un barco mercante tuvo que detenerse en alta mar por causa del fallo de un importante instrumento de navegación. Cuando se revisó el instrumento se descubrió que una miserable resistencia quemada era la causa del fallo. Sin embargo, no disponían de ninguna resistencia con la específica resistividad en su colección de repuestos. El no poder reparar el instrumento y tener que esperar varios días a que un helicóptero trajera el repuesto suponía varios miles de dólares en pérdidas. En este dilema los técnicos se pusieron a pensar hasta que a uno de ellos se le ocurrió una brillante idea. Era verdad que no tenían una resistencia con esa específica resistividad, pero sí disponían de otras resistencias con las cuales se podría, en una determinada disposición serie y paralelo, obtener un equivalente resistivo a la resistencia quemada. Puestos manos a la obra hicieron dicho equivalente y lo soldaron a la placa del instrumento de navegación logrando, no sólo repararlo, sino también ahorrar muchos miles de dólares a la compañía naviera.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Esta anécdota muestra como la funcionalidad singular de varias resistencias su unieron deliberadamente para conferirles la funcionalidad contextual de la resistencia quemada, pero la moraleja es que, aunque dichas resistencias eran los repuestos de otros contextos, pudieron, en sociedad con otros, funcionar en el contexto del instrumento de navegación dañado.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Esta facultad de los componentes de conectarse a más de un contexto distinto </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">es lo que ahora llamaremos </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">multicontextualidad</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">. Además, por lo que hemos visto, todos los componentes con funcionalidad singular (que funcionan por sí solos) serán multicontextuales.</span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Para ilustrar con claridad este principio consideremos el siguiente ejemplo:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Imaginemos que tenemos una máquina que nos puede suministrar tarjetas con un número del 0 al 999999999. Resulta que deseamos construir un número de 9 cifras, por ejemplo el número telefónico 045784512. La máquina nos dará los números de manera aleatoria o sea que si necesito conseguir dicho número con 9 dígitos (complejo) podría tener que solicitar números a la máquina hasta </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">10</span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">9 </span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">(mil millones) de veces y, claro, no estoy dispuesto a esperar tanto. Otra solución sería extraer números de la máquina con un menor número de dígitos (menos complejos) y unirlos para obtener el número deseado. No obstante, aunque busque números de 4 y 5 dígitos a fin de unirlos y obtener el número deseado será todavía engorroso porque, para tener la esperanza matemática de obtener estos segmentos, tendré que pedirle números a la máquina hasta </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">10</span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">4 </span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">+ 10</span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">5 </span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">(110000) veces lo cual aún es demasiado. La solución más simple, por el principio de multicontextualidad, es pedirle a la máquina números de un solo dígito (muy poco complejos) y unirlos para formar el número telefónico, así a lo mucho tendré que pedirle a la máquina 90 solicitudes de números, algo que ya es bastante razonable. Este ejemplo nos muestra que a más complejidad hay menos multicontextualidad y más en caso inverso.</span></span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Otra forma de entender este concepto es mediante dos rompecabezas. El primero de ellos es el típico mosaico de piezas similares, pero cuya superficie forma una imagen que constituye un contexto específico como el siguiente:</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDaeBtpg_oxxv5m9rvUhNThKAFfCUBWoswjis_IlDljc_J1HdM3meKzAPUH0Sjjmsv91LSMoI6jtoJwuX1JxOl922aI9gkfZWd6DaA6DdX5xoG5AtDWIaxzpRiUKDDi2xAXWa7cyzx6C1F/s1600/di-7.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5407054725708509490" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDaeBtpg_oxxv5m9rvUhNThKAFfCUBWoswjis_IlDljc_J1HdM3meKzAPUH0Sjjmsv91LSMoI6jtoJwuX1JxOl922aI9gkfZWd6DaA6DdX5xoG5AtDWIaxzpRiUKDDi2xAXWa7cyzx6C1F/s400/di-7.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 305px; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; text-align: justify; width: 175px;" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Aunque las piezas sean idénticas en forma, salvo las de los bordes. La imagen que contiene las hace únicas y con una funcionalidad contextual que permite que sean encajadas en un solo lugar del rompecabezas. No sirven para encajar en otro lugar porque alterarían el contexto que solo es funcional para una imagen en particular.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Sin embargo, podemos proponer otro rompecabezas más endiabladamente divertido pero difícil. Consiste en un juego de figuras muy simples y sin imagen.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Se tratan de polígonos de sólo 3 y 4 caras. La función consiste en conectarlas de tal modo que formen un contexto rectangular como pueden ser, por ejemplo, los contextos A y B:</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEganBZZziN1OWM1xyfwm7Fa1iwHUUloKd0zBwpoWTiwEr76Pj68RKXWUg1uefOjn-l3aM1gkNMf8CXyPjistf8JJH6kVigNskHVwRAjH7F4PmAPLuX9z3d1jsWiRTpdnkCis6akDmLWT46b/s1600/di-8.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5407054733473706946" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEganBZZziN1OWM1xyfwm7Fa1iwHUUloKd0zBwpoWTiwEr76Pj68RKXWUg1uefOjn-l3aM1gkNMf8CXyPjistf8JJH6kVigNskHVwRAjH7F4PmAPLuX9z3d1jsWiRTpdnkCis6akDmLWT46b/s400/di-8.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 379px; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; text-align: justify; width: 331px;" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Intente el lector realizarlos sin ver como pueden estar dispuestos para los contextos finales, ya que eso sería hacer trampa, y se sorprenderá de la enorme dificultad que conlleva alcanzar un contexto rectangular cualquiera. La razón estriba en que las piezas de este rompecabezas, a diferencia de la anterior, son muy poco complejas y tienen funcionalidad singular, son fáciles de conectar, pero por lo mismo hacen del rompecabezas más difícil de realizar porque sus piezas se pueden conectar de muchas maneras diferentes y no sólo de una en virtud de una funcionalidad contextual.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Los átomos, por ejemplo, son enormemente multicontextuales (tienen funcionalidad singular) ya que pueden ser partes de muchos contextos moleculares diferentes. Del mismo modo los aminoácidos son moléculas multicontextuales para una enorme cantidad de contextos proteicos, pero no todos los aminoácidos posibles sirven para las proteínas biológicas (recordemos que el juego es de sólo 20 aminoácidos). Ahora bien, a medida que vamos subiendo en complejidad veremos que la multicontextualidad empieza a disminuir en proporción inversa.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Cuando llegamos al nivel de complejidad de las proteínas veremos que pocas serán multicontextuales y muchas, como las proteínas reguladoras que se conectan por su coherencia espacial con una específica zona reguladora de un gen específico, son de hecho monocontextuales teniendo así una definida funcionalidad contextual, es decir, para un solo contexto y no sirviendo en absoluto para ningún otro.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Los rompecabezas también ponen en relieve un principio interesante. Cuando comparamos una pieza del rompecabezas 1 con otra del rompecabezas 2 notaremos que salta a la vista de que el primero es más complejo que el segundo. Es por ello que resulta más fácil el primer rompecabezas, porque hablamos de módulos no de componentes simples, hablamos, por ejemplo de genes, ribosomas, spliceosomas, etc. El segundo rompecabezas es más difícil porque es como si nos pidieran que con algunos átomos o incluso monómeros sencillos formáramos el contexto de una proteína, ARN mensajero, un gen, u </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">otro polímero </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">funcional </span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">de la célula.</span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ahora reflexionemos, si comparamos el ejemplo de los números con el del rompecabezas surge una aparente contradicción que nos va a llevar a una conclusión crucial. En el ejemplo de los números vimos que para conseguir el número requerido, es decir, que sabíamos cual es conociendo el contexto final, resultó más sencillo pedirle a la maquina números lo menos complejos posibles, es decir, de un solo dígito. Sin embargo, en el caso del rompecabezas fue al contrario. Aquí no conocíamos el contexto final (el rompecabezas armado). Por ello la solución más fácil resultó ser el rompecabezas con las piezas más complejas porque era más sencillo conectar piezas que te daban pistas a través de su imagen para saber con quien pueden conectarse, que piezas sencillas que no aportan información de conexión por su elevada sencillez y, en consecuencia, elevada capacidad multicontextual.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">¿Qué diferencia existe en estos casos que resuelva esta paradoja?</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">La diferencia está en la manera de encarar dichos problemas. </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">En el primer caso conocíamos el contexto final lo que nos proporcionaba un plan de solución, el número en concreto. En el segundo caso no conocíamos el </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">contexto final y por ello carecíamos de un plan</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">. No hay ninguna receta que nos guíe para la fabricación o síntesis de un resultado concreto. Lo que hacemos en el rompecabezas, como se hace en la investigación biomolecular, es solo investigar como se conectan los componentes para estudiar o llegar al contexto final (ingeniería inversa), y ello, claro está, es más fácil de hacer con módulos complejos que con componentes extremadamente simples.</span></span></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">¿Qué nos enseña esto?</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Nos enseña que todo proceso de síntesis incluida la abiogénesis (aparición de la vida desde precursores no biológicos) es más fácil si existe un plan como lo es el ADN para todo ser viviente. Pero todos sabemos que para el caso del origen de la vida no existió ningún plan ya que partimos de procesos de generación de orden del primer tipo. Y si para los seres inteligentes como nosotros nos resulta aún inabordable crear vida en el laboratorio desde cero sólo con componentes químicos sencillos como los del matraz de Miller, más aún inverosímil e inabordable lo será sin bioquímicos en el escenario del origen de la vida.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ahora sí, en virtud de lo que hemos visto, decimos que nos resultará más fácil trabajar con módulos complejos ya funcionales (evolución modular), sonará más verosímil, pero aún así no adelantamos mucho ya que incluso estos módulos complejos son aún fantásticamente inabordables de sintetizar.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Por último, aún no hemos examinado un tipo más sofisticado de coherencia, es aquella en la cual el agente externo necesita cumplir un convenio para que la conexión sea realizada. No se trata solo del concurso de energía y su sola </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">presencia, en este caso, el agente externo necesita realizar un </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">convenio de </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">conexión </span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">sin cuyo desarrollo la conexión es imposible. La mayor parte de los mecanismos construidos por el ser humano tienen este tipo de conexión por convenio y también todos los organismos biológicos lo presentan.</span></span></span></span></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Muchos de los componentes biológicos están conectados mediante convenios </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">de conexión especiales. </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Un convenio de conexión es un método de </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">conectividad entre dos componentes</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">. No se trata de simples acoplamientos.</span></span></span></span></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Se requiere energía y agentes externos que catalicen (ayuden a conectar) los mismos mediante un proceso elaborado.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Imaginemos un experimento mental. En una caja coloquemos un envase y su respectiva tapa. Dicha tapa tendrá una rosca en sentido horario, siendo ésta su sencillo convenio de conexión con el envase. De lo que se trata es de proporcionar energía al proceso agitando la caja con los dos elementos en su interior hasta que las mismas se conecten por obra del azar. Ahora como esto requiere de tiempo, mucho tiempo, seamos bondadosos y agitémosla durante unos 20 millones de millones de años. Luego abramos la caja y veamos en su interior que ha pasado. ¿Pudo el azar conectar ambos componentes en esta extraordinaria multitud de tiempo? Cuando abramos la caja encontraremos solo polvo, pero no una conexión. ¿Por qué? Porque la conexión de ambos componentes se producirá solo si se aplica el convenio de conexión, que es girar la tapa en sentido horario sobre la boca del envase. De nada servirán 20 millones de millones de años de agitación. Esto significa que muchas de las </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">conexiones del mundo biológico no se van ha dar </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">NUNCA </span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">por efecto del azar ni con el concurso de la eternidad ni en todas las burbujas del pretendido multiverso con las más preferentes leyes y constantes físicas. Igualmente en el caso biológico podemos poner en el envase a muchos monómeros y agitarlos juntos sin la presencia de enzimas clave por el mismo tiempo y repetirlo en todos los universos posibles, sin embargo, como en el anterior caso, no los hallaremos unidos jamás.</span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">La síntesis de proteínas presenta este tipo de conexión. Ninguna proteína biológicamente funcional nace como el resultado fortuito de una conexión espontánea. Resulta más bien de un elaborado proceso de fabricación en la cual la doble cadena de un gen unida por complementariedad (coherencia funcional) es separada por una enzima llamada polimerasa de ARN creando así, de una de las cadenas, un molde del gen. Dicho molde es una cadena de ARN mensajero (ARNm). Esta cadena ya libre será ahora tratada por un artefacto llamado ribosoma. Este artefacto recibe la cadena de ARNm y con ella cataliza la unión de cada eslabón con fragmentos de ARN de transferencia (ARNt) dispersos en el medio que sean complementarios con los eslabones del ARNm. De este modo va saliendo del ribosoma una cadena de aminoácidos que luego se plegarán por medio de atracciones electrostáticas en una disposición espacial como la de un ovillo de lana. Así finalmente se terminará de fabricar una proteína.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Como hemos visto, este proceso, que se ha narrado de una manera extraordinariamente simplificada, implica una compleja coordinación de muchos actores en la maquinaria celular. No son pues simples conexiones, ni siquiera conexiones catalizadas, tienen con claridad un convenio de conexión complejo y ello implica que precisan de un algoritmo de fabricación.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Sabemos que a nivel atómico, los atomos pueden unirse (conectarse) con otros atomos para formar moleculas de acuerdo a ciertas coherencias llamadas valencias que les permiten compartir electrones y formar entes mayores.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Conforme aumenta la complejidad de la molécula, monómero o polímero, sus capacidades de conexión (multicontextualidad) son cada vez menores e improbables. Finalmente, ya a nivel celular, aparecen convenios de conexión que implican a muchos actores protagonistas de un proceso de sintesis y a su vez, también dichos actores son sintetizados por otros convenios complejos en los que también participan los actores que sintetizaron en un proceso de interdependencia mutua.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">John Horgan aborda este problema al decir: “Los trabajos de Watson y Crick y otros han demostrado que las proteínas se fabrican siguiendo las instrucciones dictadas por el ADN. Pero hay un problema. El ADN no puede desempeñar su trabajo, ni siquiera su propia replicación, sin el concurso de proteínas catalíticas, o enzimas. En pocas palabras, no se pueden fabricar proteínas sin ADN, ni tampoco ADN sin proteínas”. (5)</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Todos estos actores forman parte de un contexto funcional complejo, con mutuas dependencias y con conexiones e interrelaciones también complejas que requieren convenios de conexión para ensamblarse entre sí. Como hemos visto antes, dichos convenios no pueden reproducirse por el solo concurso de </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">energía y tiempo, </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">ya que implican agentes externos que dirijan el proceso </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">de conexión</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">.</span></span></span></span></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">El popular dilema “Que es primero ¿el huevo o la gallina?” Nos lleva a un bucle sin fin, la gallina ciertamente procede de un huevo empollado por otra gallina que a su vez fue fecundada por un gallo y empolla otro huevo del que saldrá otra gallina. Como se observa el dilema no puede ser resuelto sobre la base de sus elementos, si este bucle no es roto en algún punto. Pero esto no es un mero entretenimiento. El dilema lleva implícito un principio clave de la biología; </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">¡la vida procede de la vida! </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ciertamente no vemos gallinas aparecer de la nada para empollar huevos ni tampoco huevos que surgen del barro por mecanismos de auto organización de </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">la materia y terminan alumbrando gallinas. </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Existe, en todo mecanismo de reproducción en el mundo biológico, una etapa de gestación en la cual, sea un organismo multicelular o unicelular, el organismo reproductor prepara internamente al organismo reproducido hasta llegar a una complejidad mínima funcional (CMF) que le faculte una independencia del </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">reproductor. </span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Esta puede ser inmediata, como sucede en la reproducción por división celular, o asistida temporalmente, como en el caso de la gallina, hasta que pueda vivir por cuenta propia.</span></span></span></span></span></b></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ahora bien, ¿Para qué otra cosa nos sirven los conceptos de funcionalidad singular y contextual? Veamos el siguiente apartado.</span></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Una refutación a la refutación de la complejidad irreductible.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Supongamos que de algún modo todos los problemas evolutivos han sido resueltos y nos quedara por lo tanto evaluar la acción de la selección natural como motor de la evolución biológica hacia una mayor complejidad orgánica. Esto significa que con el correr del tiempo un ser haya desarrollado no solo nuevos órganos sino también sus contextos correspondientes con el conjunto. La selección natural consiste esencialmente en dos cosas:</span></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">1.Imperfección en la duplicación.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">2.Mecanismo de selección mediante la fijación del genotipo funcionalmente ventajoso. Supervivencia del más apto.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">En la ciencia hay hechos qué pueden ser reconocidos como muy improbables, no obstante, ello no significa que los mismos sean imposibles. No hay pues porque confundir términos que en definitiva son totalmente distintos.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Está reconocido que el proceso evolutivo, sea material o biológico, requiere de largos lapsos de tiempo para que fenómenos altamente improbables puedan tener lugar y por tanto la evolución se haga posible. La pregunta a formular aquí es:</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">¿La evolución como medio para la formación de nueva complejidad orgánica es posible, aunque improbable, o definitivamente es imposible?</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Analicemos con mayor detenimiento en que consiste un proceso evolutivo de carácter biológico. En principio se requiere de imperfecciones en la reproducción de tal modo que nuevas características biológicas ventajosas sean fijadas por el proceso de selección natural. El motor de las mismas lo constituyen las mutaciones en menor medida y mayormente mediante el “barajamiento” de la variabilidad genética ya presente mediante la reproducción sexual.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">El proceso evolutivo impulsado por estas necesita sobrepasar 3 obstáculos:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">1.No causar trastornos negativos en la estructura afectada.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">2.Permanecer inútil en espera de nuevas asimilaciones que completen un contexto funcional útil.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">3.Adaptar al resto del conjunto estructural del ser viviente para que el nuevo órgano encaje con precisión con el resto a fin de alcanzar la coherencia de contexto necesaria.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Al efecto de estos obstáculos los reconoceremos como el </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Problema de la </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Fijación Subfuncional</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">.</span></span></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">A mayor complejidad de la estructura destino la intensidad de los efectos es exponencialmente mayor. Además, la asimilación de un órgano funcional útil en un ser viviente implicaría que añadidos mutantes no funcionales, pero pertenecientes al contexto del órgano funcional final, sean asimilados y retenidos en espera de la completitud.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Veamos esto con un ejemplo. Imaginemos que deseamos comprar un televisor. Para ello nos dirigimos una tienda de electrodomésticos a fin de buscar uno.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Cuando llegamos encontramos un extraño mostrador donde por alguna razónhan colocado 20 televisores en distintos estados de fabricación. Hay alguno en el cual sólo está la carcasa, a otro le falta el circuito sintonizador, a otro le falta la pantalla y así, existirán muchos otros a los cuales les faltarán distintas piezas incluso sólo una. Y finalmente, al final del mostrador, encontraremos a un sólo televisor que sí está completo y está además funcionando en perfectas condiciones.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Cabe ahora preguntar: ¿Cuál de ellos compraremos?</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Sin lugar a dudas compraremos el que está completo. Los demás no nos sirven en absoluto y, por lo tanto, los ignoraremos.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5407054738132588930" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL1VdBZhtBpPTmwNwYsgjH0UUjQutTe8UYxhpGzxK1hCN-kmJ5GmXd3R666CzeVxewplQgoIJLLoIqsq8sMkPnUKtaCOLDJkIJceVFg4DBPLcG2Qk4_mcR-NcSZihlW4xxL5DeJTr_AMlL/s400/di-9.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 226px; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; text-align: justify; width: 400px;" /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">La presente figura muestra lo que sucede en un proceso de integración cualquiera, dicho proceso puede ser una fabricación, un desarrollo embrionario o cualquier otro proceso de construcción. Cuando este proceso concurre a través del tiempo va acumulando nuevos componentes que incrementan su complejidad. Pero sólo cuando alcanza su CMF es que surge la ignición funcional que permite que el artefacto, órgano u organismo empiece a funcionar (definido por la zona gris). Antes existe una zona muerta, no funcional y por lo tanto, no sujeta, para el caso biológico, a selección natural.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">La selección natural no puede, en consecuencia, fijar agregados funcionales incompletos que no sirven y menos aún podemos esperar que reúnan ciegamente el largo camino de cambios, adaptaciones y asimilaciones que implican la gran complejidad de los órganos más sencillos.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">La pregunta que surge por necesidad es:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">¿Cómo pueden permanecer latentes y asimilados los agregados estructurales no funcionales, y por tanto, no útiles, si no representan ninguna ventaja funcional a la estructura base que los lleve a ser sujetos de selección natural?</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">¿Que suerte de milagro o sortilegio conseguirá que este proceso inviable tenga lugar?</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ninguno, ya que no se trata de algo tan solo improbable, sino de algo definitivamente imposible.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Este problema ya fue planteado en el pasado y se conoció como </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">el problema </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">de la pre-adaptación</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">.</span></span></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Sin embargo, dicha objeción fundamental al núcleo de la evolución no parece haber hecho ningún daño a la fe de sus sacerdotes y seguidores. Mas bien ha sido rehuido y despreciado por gran parte del consenso científico del último siglo al punto de considerarlo irrelevante y, lo que es más sorprendente, ¡Superado! No obstante, pese a ello, sigue siendo la estocada final que hecha por tierra la pretensión de que la selección natural sirva para explicar la complejidad orgánica.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Veamos como ha hecho defensa a este problema el evolucionismo en palabras de Javier Sampedro:</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">"Una de las objeciones antidarwinistas más clásicas es el llamado problema de la pre-adaptación. Aduce que una estructura compleja no ha podido evolucionar paso a paso por selección natural, puesto que la décima parte de esa estructura no sirve para nada y por lo tanto nunca hubiera llegado a prosperar. Si el primer paso (la pre-adaptación) no se impone en la población, el segundo paso nunca puede llegar a ocurrir. El problema de la pre-adaptación es un problema interesante y muy discutido por los evolucionistas teóricos, pero naufraga irremisiblemente en el caso del ojo: la décima o incluso la centésima parte de un ojo sí sirve para algo, y se pueden reconstruir y documentar rutas graduales más que admisibles para la generación histórica de estos asombrosos dispositivos biológicos".(2)</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Como vemos en este razonamiento, la salida para este gran problema consiste en alegar que los pasos intermedios son ya funcionales y por lo tanto fijables por la selección natural. ¿Es esto cierto?</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Aquí Sampedro nos dice que el argumento falla en el caso del ojo, lo que no sólo es discutible, sino falaz según veremos, ¿Qué podemos decir de lo s demás órganos de la especie humana y de otras especies de animales y plantas? ¿También tienen rutas funcionales graduales? ¿Con especular sobre el gradualismo del ojo u otro órgano debemos quedarnos tranquilos y considerar que el problema esta resuelto?</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Analicemos esta solución al problema de la pre-adaptación. Este se basa </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">en encontrar un gradualismo funcional de tal resolución que permita </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">fijaciones funcionales por obra de la selección natural</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">. Es esta esperanza la que sustenta la fe evolucionista. Sin embargo, pese a la seguridad semántica con la cual se alude que el ojo podemos partirlo en pedacitos y aún así encontrar componentes funcionales, veremos porqué esto no es así.</span></span></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Por muy simple que sea un sistema de visión tendrá que tener una CMF.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Ejemplos de sistemas gradualmente más complejos en el mundo biológico tendrán otras CMFs respectivas cuyas complejidades matemáticas no varían entre sí con una progresión aritmética, sino más bien exponencial. No son simples peldañitos, son escarpadas cumbres las que los separan aunque sus funcionalidades y morfologías no lo evidencien en órganos de visión similares.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">La capacidad fotosensible de la retina es un mecanismo muy complejo. Michel Behe en su libro “La caja negra de Darwin” nos proporciona una descripción de la engorrosa complejidad de dicho proceso:</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">“Cuando la luz llega a la retina, un fotón interactúa con una molécula llamada 11-cis-retinal, que en un picosegundo se reconfigura para ser transretinal. (Un picosegundo es el tiempo que la luz tarda en viajar a lo largo de un cabello humano)</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">El cambio de forma de la molécula retinal impone un cambio a la forma de la proteína, la rodopsina, a la cual el retinal está estrechamente enlazado. La metamorfosis de la proteína altera su conducta. Ahora llamada metarrodopsina II, la proteína se adhiere a otra proteína llamada transducina. Antes de chocar con la metarrodopsina II, la transducina se había enlazado con una pequeña molécula llamada GDP. Pero cuando la transducina interactúa con la metarrodopsina II, el GDP se desprende y una molécula llamada GTP se enlaza con la trasducina. (La GTP está muy emparentada con la GDP, pero exhibe diferencias críticas.)</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">La GTP-transducina-metarrodopsina II ahora se enlaza con una proteína llamada fosfodiesterasa, localozada en la membrana interna de la célula.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Cuando se adhiere a la metarrodopsina II y su séquito, la fosfodiesterasa adquiere la capacidad química para “cortar” una molécula llamada cGMP (pariente químico de la GDP y la GTP). Inicialmente hay muchas moléculas de cGMP en la célula, pero la fosfodiesterasa rebaja su concentración, así como al sacar el tapón baja el nivel de agua de una bañera.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Otra proteína de la membrana que enlaza cGMP se llama canal iónico. Actúa como un portal que regula la cantidad de iones de sodio de la célula.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Normalmente el canal iónico permite que los iones de sodio entren en la célula, mientras que otra proteína los extrae mediante bombeo. La acción dual del canal iónico y la bomba regula el nivel de iones de sodio de la célula. Cuando la cantidad de cGMP se reduce por la división efectuada por la fosfodiesterasa, el canal iónico se cierra, causando la reducción de la concentración celular de iones de sodio de carga positiva. Esto provoca un desequilibrio de carga en la membrana celular, lo cual al fin genera una corriente que se transmite del nervio óptico al cerebro. El resultado, cuando es interpretado por el cerebro, es la visión.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Si las reacciones citadas fueran las únicas que operasen en la célula, la provisión de 11-cis-retinal, cGMP e iones de sodio pronto se agotaría. Algo tiene que desactivar las proteínas que se activaron y devolver a la célula a su estado original. Varios mecanismos se encargan de ello. Primero, en la oscuridad del canal iónico (además de los iones de sodio) también deja entrar iones de calcio en la célula. El calcio es bombeado hacia fuera por otra proteína, de modo que se mantiene una concentración constante de calcio.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Cuando decaen los niveles de cGMP, cerrando el canal iónico, la concentración de iones de calcio también decae. La enzima fosfodiesterasa, que destruye el cGMP, pierde velocidad con la menor concentración de calcio. Segundo, una proteína llamada guanilato-ciclasa comienza a resintetizar el cGMP cuando descienden los niveles de calcio. Tercero, mientras sucede todo esto, la metarrodopsina II es químicamente modificada por una enzima llamada rodopsina-quinasa. La rodopsina modificada se enlaza con una proteína conocida como arrestina, que impide que la rodopsina active más transducina.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Así la célula contiene mecanismos que limitan la señal amplificada iniciada por un fotón.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">El trans-retinal se queda finalmente sin rodopsina y debe ser reconvertido a 11-cis-retinal y de nuevo enlazado con la rodopsina para regresar al punto de partida, para otro ciclo visual. Para ellos, una enzima modifica químicamente el trans-retinal, convirtiéndolo en trans-retinol, una forma que contiene dos átomos de hidrógeno más. Una segunda enzima luego convierte la molécula a 11-cis-retinol. Por último, una tercera enzima extrae los átomos de hidrógeno previamente añadidos para formar 11-cis-retinal, y así se completa un ciclo”.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">(Páginas 34 a 41, referencia 7)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">¿Es esto sencillo?</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Definitivamente no. Además, el proceso mostrado constituye sólo uno de los componentes del sistema de visión. Dicho sistema no está localizado sólo en el globo ocular, también forman parte de él el nervio óptico y el cortex visual en el cerebro. Al punto que los mismos deben ser funcionalmente coherentes entre sí para que los impulsos eléctricos transmitidos por el nervio óptico desde el globo ocular puedan ser procesados e interpretados por el cerebro. Aunque dividamos su funcionamiento en módulos funcionales más pequeños cada uno </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">tendrá un CMF particular, algo que Michel Behe llama </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">complejidad </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">irreductible</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">.</span></span></span></span></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Para ilustrar dicha complejidad irreductible uso el desafortunado ejemplo de la ratonera. En dicho ejemplo muestra que no hay forma más simple para generarla ya que, si a su CMF le quitamos un solo componente, ya no habrá ninguna capacidad para cazar un ratón. A este ejemplo y al concepto que ilustra, se le ha refutado mediante el mismo argumento del gradualismofuncional antes mencionado, según el cual, si bien es verdad que los componentes por si solos no pueden funcionar como una ratonera, si son funcionales para otros propósitos, es decir, tienen funcionalidad singular y, por lo tanto, sí podrían ser fijados por la selección natural.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Se dice que la palanquita de la ratonera puede funcionar como clip, el resorte sirve como muelle para cualquier otro uso y así con el resto de los componentes. Dada esta circunstancia, por extrapolación, también organismos más complejos tendrían componentes funcionales fijables por la selección natural. Entonces el argumento de la complejidad irreductible como obstáculo</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">para la evolución sería rebatido y todos quedaríamos felices. Sin embargo, las matemáticas nos mostrarán por qué es desafortunado el ejemplo de la ratonera y si es verdad que dicha refutación realmente funciona.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Anteriormente definimos un concepto llamado </span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">multicontextualidad. </span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Este concepto nos habla de la capacidad de un componente para conectarse a otros contextos o estructuras. Además dicha multicontextualidad será inversamente proporcional a la complejidad del componente. Esto significa que, a más simple es el mismo, más posibilidad tiene de ser útil (funcionalidad singular) y de conectarse a otras estructuras funcionales (lo que sucede con la ratonera). En caso contrario, a más compleja, tendrá menos capacidad para ser útil a otros contextos y quizás lo sea tan sólo de uno (funcionalidad contextual).</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Analicemos ahora la refutación a la ratonera. Dije anteriormente que el ejemplo era desafortunado porque para este caso, siendo una estructura funcional bastante simple, con componentes también bastante simples. La refutación si funciona para este caso por causa de la gran multicontextualidad de los sencillos componentes de la ratonera. Es verdad que pueden servir para varios usos y ser funcionales sin formar el contexto "ratonera". Sin embargo, si partimos hacia ejemplos de mecanismos más complejos dicha refutación se desinfla totalmente. Para mayores complejidades desciende la </span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">multicontextualidad y por ende la capacidad de tener</span></span></span><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">funcionalidad </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">independiente</span></span></span></b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">. Esto nos desbarata el gradualismo para los casos mucho más complejos del mundo biológico. Incluso los polímeros funcionales más básicos son extraordinariamente más complejos y especializados que los componentes de la ratonera e incluso la propia ratonera.</span></span></span></span></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Los detractores de Behe se han cebado con su ejemplo de la ratonera, pero, sin embargo, no he encontrado hasta ahora ninguna refutación completa y convincente que apele al gradualismo funcional para sus complejos ejemplos sobre el proceso de la coagulación de la sangre, ni sobre la formación de las asombrosas y complejas estructuras de los cilios y los flagelos. Eso sí, he leído en varios libros que estos procesos también están resueltos con hipótesis de rutas funcionales progresivas, pero curiosamente no suelen citar ni quién las ha resuelto ni en que libro o artículo se presentan. Por ejemplo, al respecto de la coagulación de la sangre, Francis S. Collins, en su libro “Cómo habla Dios”, afirma que su evolución está resuelta a partir de un sencillo sistema hemodinámico de baja presión y bajo flujo. Pero más adelante afirma:</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">“Ciertamente, no podemos delinear con precisión el orden de los pasos que eventualmente llevaron a la cascada de la coagulación humana; posiblemente nunca logremos hacerlo, porque los organismos anfitriones de muchas cascadas precursoras se han perdido en la historia”. (19)</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">¿En que quedamos? ¿Lo han resuelto o no? Con frecuencia se defiende el evolucionismo apelando a excepciones felices o a algún paso encontrado. No importa que muchos otros permanezcan en el misterio o queden demasiados huecos, sí hay una excepción o peldaño posible esto es suficiente para quedarse tranquilos.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">El proceso de la fotosensibilidad de retina visto anteriormente e invocado como una de esas excepciones felices, nos ilustra también un caso abrumadoramente más complejo que la sencilla ratonera y en él no podemos decir que todos sus componentes tengan funcionalidad singular y, por ello, sean plenamente multicontextuales. Más bien, muchas de las proteínas implicadas son altamente especializadas, teniendo funcionalidad contextual y esto implica que sólo sirven para este proceso en concreto y no para ningún otro. Por lo tanto, no podemos decir que surgieron porque ya eran útiles en otro proceso y luego se asimilaron para funcionar en este complicado proceso particular.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Es por causa de la multicontextualidad que, cuando vamos a una tienda de repuestos de automóvil, el dependiente nos pregunte la marca, año y el modelo del vehículo para identificar el repuesto. Dicho repuesto, en virtud de su mayor complejidad, no se conectará a cualquier motor sino que tiene una coherencia funcional especifica a otro componente con el cual se conectará al conjunto que ya tiene una coherencia potencial reciproca (el motor de modelo y marca definidos) y no sirve cualquier cosa. Pero si lo que se necesita es un tornillo o un cable, será más fácil hallar la forma de adaptarlo o conectarlo con facilidad por efecto de su menor complejidad, es decir, simplicidad.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">Lo mismo sucede con los componentes biológicos. Ellos no son más simples que los alcanzados por nuestra actual tecnología. Son sumamente complejos, y no se puede apelar a felices gradualismos, despreciando su complejidad para pretender su fijación evolutiva.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;">El problema de la fijación subfuncional, preadaptación o del alcance de la complejidad irreductible, según se lo quiera denominar, no es un problema para el disfrute, en cálidas tertulias con té y galletitas, por parte de los evolucionistas teóricos. Más bien, aunque no se quiera admitir, es un problema que hecha por tierra el núcleo principal de pensamiento evolutivo y en consecuencia de la propia teoría de la evolución, es decir, la capacidad de la selección natural de producir complejidad orgánica.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia;"><br /><br />---</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Extractos y resúmenes del libro “¿Diseñó Dios la vida?” de Cristian Aguirre del Pino Referencias:</span></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">0- Richard Dawkins. La Confrontación Creacionista-Evolucionista.</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">http://www.edge.org/3rd_culture/dawkins06/dawkins06_index.html</span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">1- Richard E. Dickerson. La evolución química y el origen de la vida. Especial de Evolución de la revista Investigación y Ciencia.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">2- Javier Sanpedro. Deconstruyendo a Darwin. Editorial Critica.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">3- Carsten Bresch. La vida, un estado intermedio. </span></span></span><span style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Biblioteca Científica Salvat.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">4- Francisco J. Ayala. </span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Mecanismos de la evolución. Especial de Evolución de la revista Investigación y Ciencia. Pag. 15 a 28</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">5- John Horgan. Búsqueda inacabada del origen de la vida. Investigación y Ciencia Abril 1991 Nº175</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">6- Charles Robert Darwin. El origen de las especies. 1859. Editorial Alba. 2000</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">7- Michel J. Behe. La caja negra de Darwin. Editorial Andres Bello. 1996</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">8- Andrew H. Knoll. ¿Porqué los animales aparecieron de repente?. </span></span></span><span lang="EN-US" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Investigación y Ciencia. Dic.1991. Nº183</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">9. Jeffrey S. Levinton. The Bing Bang of Animal Evolution. Scientific American. </span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Nov.1992. Nº5</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">10- Peter R. Grant. La selección natural y los pinzones de Darwin. Investigación y Ciencia.Dic.1991. Nº183</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">11- Peter Coveney y Roger Highfield. La Flecha del Tiempo. La organización del desorden.Editorial Plaza & Janes. 1990</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">12- Anthony J.F. Griffiths, William M. Gelbart, Jeffrey H. Miller y Richard C. Lewontin. </span></span></span><span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Genética Moderna Mc GRAW HILL INTERAMERICANA. 2000</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">13- Mahlon B. Hoagland. Las raíces de la vida. Biblioteca científica Salvat. 1995</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">14- Harald von Boehmer y Pawel Kisielow. Así aprende el sistema inmune a reconocer su identidad. Investigación y Ciencia. Dic.1991</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">15- Sean B. Carroll, Benjamin Prud’homme y Nicolas Gompel. La regulación de la evolución. Investigación y Ciencia. Julio 2008</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">16- H. Frederik Nijhout. Importancia del contexto en la genética. Investigación y Ciencia. Agosto 2004</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">17- Manuel Cortijo, José L. López Lacomba, Francisco García Blanco y Jesús Mª Ruiz Cabello. Estabilidad de las proteínas. Investigación y Ciencia. Diciembre 1991</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">18- Juan Luis Arsuaga. El enigma de la esfinge. 2001</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">19- Francis S. Collins. ¿Cómo habla Dios?. Editorial Planeta. 2006</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">20- Paul Chien. Una explosión de vida.</span></span></span><span lang="ES" style="color: blue;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">http://www.leaderu.com</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">21- W. Wayt Gibbs. “El genoma oculto”. Investigación y Ciencia.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">22- Anónimo. Cambios cromosómicos numéricos.</span></span><span class="Apple-style-span" style="color: blue;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">http://www.unavarra.es/genmic/genetica%20y%20mejora/genetica_y_mejora_vegetal.htm</span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">23- Nieves López Martínes y Jaime Truyols Santoja. Paleontología. Editorial Síntesis.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">24- Valentine, Jablonski y Erwin. </span></span></span><span lang="EN-US" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fossils, Molecules and embryos: new perspectives on the Cambrian explosion. 1999</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">25- Máximo Sandín. LAS SORPRESAS DEL GENOMA. Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural. Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias. Universidad Autónoma de Madrid.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">26- Anónimo, Tal vez debamos modificar nuestra idea del genoma humano. </span></span></span><span style="color: black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Web site de IntraMed. http://www.intramed.net/actualidad/not_1.asp?idNoticia=47273</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">0-<br />---</span></span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fuente:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><br /></span></span><a href="http://ciencia-alternativa.org/"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ciencia Alternativa</span></span></a></span></div>
Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-84441054939628582242009-11-22T06:09:00.000-08:002009-11-22T06:43:22.307-08:00¿Qué es el Diseño Inteligente?<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBH6X56Wsy8S0BLhZosKSku-BulIvXiUjoQpNGt_auBQQv_jxx6O-lbrBMqJqbpTio-cYJ3itQtanKQrdubKkzulFDWMiEpJ6P824B4SByA_R-1NbGCrfUwOtzNijgGrBxCvqgGP-KFY8/s1600/tdi-aa.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 176px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBH6X56Wsy8S0BLhZosKSku-BulIvXiUjoQpNGt_auBQQv_jxx6O-lbrBMqJqbpTio-cYJ3itQtanKQrdubKkzulFDWMiEpJ6P824B4SByA_R-1NbGCrfUwOtzNijgGrBxCvqgGP-KFY8/s200/tdi-aa.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406930856641786034" /></a><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:TTFFFFF900C09BF520t00;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: xx-large;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;font-size:130%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 16px;"></span></span></span></span></p><span class="Apple-style-span" style="font-family:TTFFFFF900C09BF520t00;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;font-size:130%;"><p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;margin-bottom:0cm;margin-bottom: .0001pt;text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-family: Georgia, serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fuente:<br /></span> </span><span style="font-family: Georgia, serif; color: black; "><a href="http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=633"><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family:Arial;color:blue;mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">El Manifesto</span></span></a></span><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";color:black; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:PT-BR"><br /><br />Por: <b>EDUARDO ARROYO</b><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;margin-bottom:0cm;margin-bottom: .0001pt;text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";color:black;mso-ansi-language:ES; mso-fareast-language:PT-BR">¿Qué es el Diseño Inteligente? La teoría del Diseño Inteligente se gestó dentro de los entornos críticos con la teoría de la evolución durante los años 80. La primera gran contribución al desarrollo del Diseño Inteligente vino de la mano de Michael Denton, un bioquímico australiano, investigador titular de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda. En sus dos obras principales: <i>Evolution: a theory in crisis</i> y <i>Nature’s destiny,</i> planteaba la idea de que la complejidad del mundo natural no podía ser explicada mediante la acumulación de cambios aleatorios. Sobre todo en su segundo trabajo, Denton afirmaba que nuestro entorno natural parecía estar “diseñado” expresamente para albergar la vida.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;margin-bottom:0cm;margin-bottom: .0001pt;text-align:justify;line-height:normal"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";color:black; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:PT-BR">Más allá de Darwin<br /></span></b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:PT-BR">Una segunda e importante contribución, a principios de los 90, fue la del abogado Philip E. Johnson, considerado uno de los padres fundadores del Diseño inteligente, que en 1991 publicó su trascendental obra<i>Darwin on trial</i> (<i>Juicio a Darwin</i>, University of Berkeley, California), una obra que pretendía constituirse en refutación general del naturalismo filosófico, del cual, según él, la teoría de la evolución no era más que una reformulación. La refutación de Johnson en general no es esencialmente diferente de la de Denton, pero, a lo largo de sus páginas, Johnson introducía por primera vez el concepto de “Diseño Inteligente”. Sin embargo, no fue hasta la segunda mitad de la década de los noventa cuando aparecieron dos trabajos seminales, que son a fecha de hoy el fundamento de la crítica del Diseño Inteligente a la teoría de la evolución.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;mso-margin-bottom-alt:auto; text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";color:black;mso-ansi-language:ES; mso-fareast-language:PT-BR">Según el profesor de bioquímica de la Universidad de Lehigh, Pennsylvania, Michael J. Behe, en su obra <i>Darwin’s Black Box: the biochemical challenge to evolution</i> (<i>La caja negra de Darwin: el desafío bioquímico a la evolución</i>, The Free Press, New York, 1996), en la naturaleza existen sistemas tan complejos que no pueden explicarse por la acumulación gradual de pequeña mutaciones aleatorias. Algunos de ellos requieren una estructura mínima para ser funcionales. Es lo que Behe denomina sistemas “irreduciblemente complejos”: si a una trampa para ratones le quitamos la pequeña varilla que contiene el muelle que finalmente disparará la trampa, deja de ser funcional y se transforma en algo inservible. Es decir, la estructura básica de una trampa para ratones funcional es un sistema irreduciblemente complejo, que no puede disminuir su complejidad sin perder su función. La célula es un sistema biológico de base bioquímica que es irreduciblemente complejo y que contiene a su vez múltiples subsistemas irreduciblemente complejos, como el flagelo o la cadena bioquímica de coagulación. Es ,en definitiva, algo que Charles Darwin, por las limitaciones técnicas de su época, no pudo observar en detalle, tal y como sí que puede hacerse hoy, y por eso Behe dice que la célula es la “caja negra” de Darwin.<br /><br />Behe afirma que estos sistemas irreduciblemente complejos se explican mejor por la acción de un agente inteligente externo que por la acción de un proceso no dirigido como la selección natural.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;margin-bottom:0cm;margin-bottom: .0001pt;text-align:justify;line-height:normal"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";color:black; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:PT-BR">Una explicación científica<br /></span></b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:PT-BR">Escasamente dos años después del trabajo de Behe, en septiembre de 1998, el matemático de la Universidad de Baylor, William A. Dembski, publicó su trabajo <i>The design inference</i> (<i>La inferencia de diseño</i>, Cambridge University Press, 1998) dentro de la colección, editada por la Universidad de Cambridge, titulada <i>Cambridge Studies in Probability, Induction and Decision Theory</i>. La obra de Dembski responde a la pregunta de cómo podemos identificar un suceso ocasionado por una causa inteligente y distinguirlo de uno ocasionado por causas naturales no dirigidas. En otras palabras, si carecemos de una teoría causal, ¿cómo podemos determinar si actuó o no una causa inteligente?<br /><br />La respuesta que da Dembski es en realidad una filosofía de la probabilidad. En su libro Dembski introduce lo que él denomina el “filtro explicativo”, es decir, un método por el cual el azar es descartado cuando un suceso altamente improbable se ajusta a un patrón discernible, que se da independientemente del evento en sí. Según Dembski, un patrón se da independientemente de un suceso si podemos formular ese patrón sin información del suceso en sí.<br /><br />Dembski denomina probabilidad “específica” a la probabilidad concomitante con un patrón determinado, y formula en consecuencia la Ley de las Pequeñas Probabilidades: un suceso específico de baja probabilidad no sucede por azar. Según Dembski, este concepto es útil a la hora de detectar diseño y por tanto resulta de utilidad en múltiples campos, como las ciencias forenses, la investigación policial o del fraude en los seguros, los criptógrafos, los investigadores del programa de búsqueda de inteligencia extraterrestres, y también para los teólogos que afirman que la fina regulación del universo busca posibilitar la vida humana.<br /><br />Para Dembski, el “diseño” quiere decir que no hay “ni regularidad ni azar”. Si encontramos algo que no podemos explicarnos aplicando una ley natural, y que tampoco tiene sentido explicar como mero producto del azar, entonces eso debe obedecer al “diseño”. Decir que algo está “diseñado” equivale a decir que exhibe un cierto tipo de patrón, de manera que Dembski propone un proceso de tres pasos para ir desde el “diseño” hasta el “diseñador inteligente”: actualización, exclusión y especificación. En uno de sus primeros artículos titulado<i>Ciencia y diseño</i>, publicado en 1998, Dembski lo explica así:<br /><br /><i>“¿Qué significa que un patrón es adecuado para inferir un diseño? Esto no ocurre con cualquier patrón. Algunos patrones pueden emplearse con justicia para inferir diseño mientras que otros no lo hacen. Es fácil aquí ver la idea básica. Supongamos que un arquero se encuentra a 50 metros de una gran pared, con el arco y las flechas en su mano. La pared digamos que es lo suficientemente grande como para que el arquero irremediablemente acierte. Supongamos ahora que cada vez que el arquero dispara una flecha, pinta un círculo en torno a la flecha de manera que ésta queda en el centro. ¿Qué puede concluirse de esta situación? Respecto a la puntería del arquero, absolutamente nada. Sí, aparecerá un patrón, pero este patrón surge sólo después de que la flecha haya sido lanzada. El patrón es puramente circunstancial.<br /><br />Pero supongamos que el arquero pinta un blanco fijo en la pared y entonces le dispara. Supongamos que el arquero lanza cien flechas y cada vez hace un blanco perfecto. ¿Qué puede concluirse de ésta situación? Frente a esta segunda situación estamos obligados a inferir que nos encontramos ante un arquero de nivel mundial, uno de cuyos tiros no puede explicarse con justicia por azar, sino más bien por la habilidad del arquero y su destreza. La habilidad y la destreza son lógicamente ejemplos de diseño.” </i><br /><br />En general, la obra de Dembski concluye que la vida misma es un suceso altamente improbable, que se ajusta a un patrón discernible y que sirve por sí misma como evidencia del Diseño Inteligente.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;margin-bottom:0cm;margin-bottom: .0001pt;text-align:justify;line-height:normal"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";color:black; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:PT-BR">Esto no es “creacionismo”<br /></span></b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:PT-BR">Resulta necesario subrayar, contra lo que se ha dicho en múltiples ocasiones, que la teoría del Diseño Inteligente no es “creacionismo”, sino simplemente un esfuerzo para detectar empíricamente si el “diseño aparente” que se ve en la naturaleza, admitido virtualmente por todos los biólogos, es en verdad diseño (el producto de una causa inteligente) o simplemente el producto de un proceso no direccionado, como la selección natural, actuando sobre variaciones aleatorias. El creacionismo está enfocado a la defensa de una interpretación literal del relato del Génesis, incluyendo la creación de la tierra por el Dios Bíblico hace unos cuantos miles de años. A diferencia del creacionismo, la teoría científica del Diseño Inteligente es agnóstica con respecto a la fuente del diseño y no pretende defender la literalidad del Génesis, la Biblia o cualquier otro texto sagrado. Los críticos honestos del Diseño Inteligente reconocen la diferencia entre éste y el creacionismo. Así, el historiador de la ciencia de la Universidad de Wisconsin Ronald Numbers es un crítico del Diseño Inteligente, pero está <i>“de acuerdo en que la etiqueta creacionista es imprecisa cuando se refiere al movimiento por el Diseño Inteligente”</i>. Esta imprecisión en el lenguaje, a cuenta de autores que en otros campos hilan realmente muy fino, evidencia una estrategia retórica de los darwinistas que desean deslegitimar la teoría del diseño sin darle mérito alguno. En palabras del propio Numbers <i>“es la vía más sencilla de desacreditar al Diseño Inteligente”</i> (Richard Ostling, <i>Associated Press</i>, 14 Marzo 2002.)<br /><br />Pese a que el Diseño Inteligente no está comprometido con ninguna literalidad de los textos religiosos ni tampoco con la defensa de un credo específico, ha conseguido reintroducir de nuevo la teleología en la ciencia, abriendo así las puertas a la presencia del Dios creador. Además, ha conseguido arrojar la duda sospechosa acerca de la presunta base fáctica de la visión materialista de la naturaleza, algo que muchos dan como un presupuesto demostrado. Son éstos dos crímenes difícilmente perdonables por los muchos sectarios que pululan por el mundo de las ideas. A pesar de ello, hoy la teoría del Diseño Inteligente afirma cada vez más su poderío en los escritos de multitud de científicos, principalmente norteamericanos, y en la red de contactos tejida por el<i>Discovery Institute</i>, a través de sus oficinas centrales en Seattle y en Washington D.C.<br /><br />Por todo ello, el conocimiento del Diseño Inteligente es una de las grandes aventuras intelectuales del siglo XXI, algo que, en definitiva, todo aquel que manifieste una mínima curiosidad intelectual no podrá dejar de conocer. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Georgia, serif;"><br /></span></p></span></span><p></p><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family:Times-Bold;mso-bidi-mso-ansi-language:ESfont-family:Times-Bold;font-size:12.0pt;"><o:p><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Times-Roman;"></span></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family:Times-Roman;mso-bidi- mso-ansi-language:ESfont-family:Times-Roman;"></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family:Times-Roman;mso-bidi- mso-ansi-language:ESfont-family:Times-Roman;"></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family:Times-Roman;mso-bidi- mso-ansi-language:ESfont-family:Times-Roman;font-size:6.5pt;"></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family:Times-Roman;mso-bidi- mso-ansi-language:ESfont-family:Times-Roman;"><o:p></o:p></span></p><o:p></o:p><p></p><p></p><p></p><o:p></o:p><p></p><p></p>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-6560725534663359832009-11-21T16:12:00.000-08:002009-11-21T16:38:38.090-08:00Entrevista a Michael Behe<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgfFs-QMj8QUbTnxI6hVe4Yz8e06i5ZWe_LyiRn46KFLS9TGUoDk7K_2vlccB9n8QOnjZP6Kkc4z0E7Gx8nLHHFnOGSc11Ns7FBrpQ_e93JGoccK39JrUepyvvV-5bFmUTL_v1FYG-z7M/s1600/behe-6.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 175px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgfFs-QMj8QUbTnxI6hVe4Yz8e06i5ZWe_LyiRn46KFLS9TGUoDk7K_2vlccB9n8QOnjZP6Kkc4z0E7Gx8nLHHFnOGSc11Ns7FBrpQ_e93JGoccK39JrUepyvvV-5bFmUTL_v1FYG-z7M/s200/behe-6.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406714421764562018" /></a><span class="Apple-style-span" style=" color: rgb(51, 51, 51); line-height: 21px; font-family:Arial, Helvetica;font-size:12px;"><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "></p><div style=""><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><b><p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:Arial;color:#333333;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: PT-BR">Fuente:</span></b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Georgia","serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family: Arial;color:#333333;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:PT-BR"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal"><span style="font-size:12.0pt;font-family: "Georgia","serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family: Arial;color:#333333;mso-fareast-language:PT-BR"><a href="http://www.desdeelexilio.com/2009/03/05/diseno-inteligente-entrevista-a-michael-behe/"><span lang="ES" style="color:blue;mso-ansi-language:ES">Desde el Exilio</span></a></span><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:Arial;color:#333333;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:PT-BR"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:Arial;color:#000099;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: PT-BR">En español:<b><br /></b><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); ">1. – ¿Cuánto hay de ciencia y cuánto de religión en el Movimiento del Diseño Inteligente? ¿Dónde se separan ciencia y fe y dónde confluyen? ¿No es quizás el conflicto entre ambas un falso conflicto?</span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:Arial;color:#333333;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: PT-BR"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: 900;"></span> </span></b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:Arial; color:#333333;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:PT-BR"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">La mayor parte de las personas que apoyan mucho el diseño inteligente son creyentes religiosos. Sin embargo, la evidencia en favor del diseño inteligente es toda ella evidencia científica, empírica, tal como la estructura de la maquinaria molecular de la que la célula está llena.<b><br /></b>En mi opinión “fe” es confianza en una persona o idea tal que, aun cuando las circunstancias puedan ordinarimente poner en cuestión el juicio sobre esa persona o idea, uno retiene esa confianza, pensando que información futura la justificará. Tanto los científicos como los creyentes religiosos (que son grupos que se solapan) muestran fe en ciertas personas e ideas, de modo que la idea de que ciencia y fe están separadas es engañosa.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: 800; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br /></span>2. – Hemos conocido algunos conspicuos ejemplos de lo que usted denomina “complejidad irreducible”, tales como la trampa para ratones, el ojo o el flagelo bacteriano. ¿Podría por favor describirnos algunos más, en detalle?<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Entro en más detalles en mi último libro, “The Edge of Evolution”. Allí describo experimentos y observaciones sobre microorganismos que hna salido a la luz en el último decenio. Como los microoganismos se reproducen con rapidez en números astronómicos, nos dan una idea clara de lo que la evolución podría hacer con animales mayores en cientos de millones de años. Muestro que la gran mayoría de las mutaciones “beneficiosas” que estos microoganismos han experimentado han resultado ser mutaciones degradativas, en las que un gen es destruído o su función queda disminuída. . No hay ningún atisbo de la construcción de nueva y compleja maquinaria molecular. Considero esto una demostración fuerte de que los procesos darwinianos no pueden dar cuenta de las sofisticadas máquinas moleculares que llenan la célula.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: 800; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br /></span>3. – Nos ha hablado de la Caja Negra de Darwin, la cual se ha abierto parcialmente según hemos ido conociendo más sobre los procesos moleculares. ¿Diría que está definitivamente abierta, o hasta que punto?<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">La célula —a la que llamo la caja negra de Darwin, porque Darwin y sus contemporáneos no sabían qué contenía— ha sido abierta por la ciencia en el pasado medio siglo hasta un punto notable. Sin embargo, aún estamos aprendiendo cosas nuevas acerca de la célula, y descubriendo nuevos sistemas complejos que necesita para funcionar. Lo importante es que el nuevo conocimiento no hace menos complejos los descubrimientos pasados. Antes bien esa complejidad permanece, a la vez que se descubre aún más complejidad. Asi pues, en mi opinión, la evidencia en favor del diseño, y en contra del darwinismo, se ha fortalecido mucho con el progreso de la ciencia.</span></span></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:Arial;color:#333333;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: PT-BR">4. – Richard Dawkins y otros famosos ateístas han comenzado una campaña muy controvertida en el Reino Unido, animando al ateísmo desde anuncios en autobuses. Esta campaña se ha extendido a otros lugares, entre ellos España, mi país. ¿Qué opinión le merece el mensaje que difunden: “Dios probablemente no existe”?<br /></span></b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:Arial; color:#333333;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:PT-BR"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Bueno, a mí me dice que Dawkins y sus asociados no son los científicos de cabeza fría y completamente racionales que a menudo se supone que son. Al contrario, tienen fuertes sentimientos sobre cómo quieren que sea el mundo. Dawkins quiere que no haya Dios. No quiere que la realidad sea así. Sin embargo, entiendo su interés en el asunto. La existencia de Dios es la cuestión más importante de todas. Al menos Dawkins lo reconoce.</span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:Arial;color:#333333;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: PT-BR">5. – No es científico partir de la negación de Dios. ¿No sucede lo mismo con su afirmación? ¿No es Dios, quizás, una medida de nuestra ignorancia, reine o no sobre el Cosmos?<b><br /></b><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">La existencia de Dios no es una cuestión científica, es una cuestión filosófica. Sin embargo, ciertos rasgos del universo entran en nuestros pensamientos acerca de Dios. Por ejemplo, la propia existencia, así como la presencia de vida, y la capacidad humana de razonar. Estos son hechos empíricos sobre el universo que, aunque no “demuestran” a Dios en un sentido científico, son fuertemente consistentes con la existencia de Dios.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: 800; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br /></span>6. – ¿Cree que la religión es un cimiento para la moral? ¿Cree que una sociedad ateísta podría ser una sociedad sin valores?<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Sí, sí que pienso que la religión apoya el comportamiento moral (aunque no garantiza que los creyentes se comportarán siempre de una manera moral). Pienso que una sociedad verdaderamente atea podría tener valores, pero serían los valores de las personas en el poder, que reflejarían sus propios intereses.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: 800; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br /></span>7.- ¿En qué está trabajado ahora? ¿Cuál es su mayor reto intelectual? ¿Cuál el misterio que sueña con desvelar?<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Ahora mismo estoy trabajando en conseguir una subvención para llevar a cabo investigación relevante para el diseño inteligente. Mi máximo reto intelectual es hallar maneras de tratar con los conceptos erróneos sobre el diseño inteligente ampliamente difundidos tanto entre la comunidad científica como entre el público. Pienso que la ciencia ya ha desvelado el mayor misterio: cómo funciona la vida (aunque por supuesto queda mucho por descubrir). Pienso que la cuestión más interesante a resolver ahora es si puede construirse vida desde cero, con productos químicos sintetizados en un laboratorio. Si eso es cierto, puede significar al menos materia viva simple más la información necesaria para obtener las dsposiciones de materia que se se encuentran en la célula. Algunos laboratorios ya están trabajando en esto, así que podríamos tener una respuesta en algunos años.</span></span></span></span></span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:Arial;color:#333333;mso-ansi-language:EN-US;mso-fareast-language: PT-BR"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">---</span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><b><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:Arial;color:#3333FF;mso-ansi-language:EN-US;mso-fareast-language: PT-BR">En inglés:</span></b><b><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:Arial; color:#333333;mso-ansi-language:EN-US;mso-fareast-language:PT-BR"><br />1. – How much of science and how much of religion exists in the Intelligent Design Movement? Where are science and faith separated and, where do they come together?Is maybe the conflict between both of them, maybe a false conflict?<br /></span></b><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:Arial; color:#333333;mso-ansi-language:EN-US;mso-fareast-language:PT-BR"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Most of the people who are very supportive of intelligent design are religious believers. However, the evidence for intelligent design is all scientific, empirical evidence, such as the structure of the molecular machinery that fills the cell.<br />In my view “faith” is confidence in a person or idea, so that even if circumstances might ordinarily call into question your judgment about that person or idea, you retain your confidence, thinking that future information will vindicate it. Both scientists and religious believers (which are an overlapping group) exhibit faith in certain persons and ideas, so the idea that science and faith are separate is misleading.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: 800; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br /></span>2. – We have come to know some conspicuous examples of what you denominate “irreductible complexity”, like the mouse trap, the eye or the bacterial flagellum. Could you please describe some more to us, in more detailed terms?<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">I go into more detail in my newer book, “The Edge of Evolution.” There I describe experiments and observations about microorganisms that have come to light in just the past decade. Because microorganisms reproduce rapidly in astronomical numbers, they give us a clear idea of what evolution could do with larger animals over hundreds of millions of years. I show that the great majority of “beneficial” mutations these microorganisms have gained have turned out to be degradative mutations, where a gene is destroyed or rendered less functional. There is no hint of the building of any new, complex molecular machinery. I regard this as a strong demonstration that Darwinian processes cannot account for the sophisticated molecular machines that fill the cell.</span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><b><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:Arial;color:#333333;mso-ansi-language:EN-US;mso-fareast-language: PT-BR">3. – You have mentioned to us “Darwin’s black box”, which is in a way, partially open, as we come to know more about molecular processes; is it possible for you to say it is definetely open, or up to which degree?<b><br /></b><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">The cell — which I call Darwin’s black box, because Darwin and his contemporaries did not know what the cell contained — has been opened up to a remarkable degree by science in the past half century. However, we are still learning new things about the cell, and discovering new complex systems that are required for it to function. The important point is that past discoveries are not being made less complex by our new knowledge. Rather, that complexity remains, while even more is discovered. Thus in my view the evidence for design, and against Darwinism, has grown much stronger with the progress of science.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: 800; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br /></span>4. – Richard Dawkins and other well known atheists started a really controversial campaign in the United Kingdom, appealing to atheism, in announcements placed in buses. This has spreaded and extended over borders, even reaching Spain, my homeland. What is your opinion about this circulating message that states: “God probably does not exist”?<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Well, it shows to me that Dawkins and his associates are not the cool-headed, utterly rational scientists that they are often made out to be. Rather, they have strong feelings about the way they want the world to be. Dawkins wants there to be no God. He does not want reality to be like that. Nonetheless, I understand his interest in this subject. The existence of God is the most important question there is. At least Dawkins recognizes that.</span></span></span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><b><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:Arial;color:#333333;mso-ansi-language:EN-US;mso-fareast-language: PT-BR">5. – It is really not that scientific starting off from the negation of God. It is not also the starting off from his affirmation? Is not God, perhaps, a measurement of our ignorance, reigns or not on the Cosmos?<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">The existence of God is not a scientific question, it is a philosophical question. However, certain features of the universe enter into our thoughts about God. For example, existence itself, as well as the presence of life, and the ability of humans to reason. Those are all empirical facts about the universe which, although they do not “prove” God in a scientific sense, they are strongly consistent with the existence of God.</span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-font-family:Arial;color:#333333;mso-ansi-language:EN-US;mso-fareast-language: PT-BR"> <b>6. – Do you think that religion is sustenance for the moral? </b></span><b><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family: "Times New Roman";mso-bidi-font-family:Arial;color:#333333;mso-fareast-language: PT-BR">Do you think that an atheistic society could be a society without values?<b><br /></b><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Yes, I do think that religion supports moral behavior (although it does not guarantee that believers will always behave in a moral way). I think a truly atheistic society could have values, but they would be the values of the people in power, which would reflect their own self-interest.</span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><b><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:Arial; color:#333333;mso-fareast-language:PT-BR">7.- What are you working on now? What is your most intellectual challenge? What is the mystery you would dream to uncover?<b><br /></b><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Right now I’m working on getting a grant to pursue research relevant to intelligent design. My greatest intellectual challenge is to find ways to address the widespread misconceptions about intelligent design among both the scientific community and the public. I think that science has already uncovered the greatest mystery — how life works (although of course much remains to be discovered). I think the most interesting question to be answered now is whether life can be built from scratch, with chemicals synthesized in a laboratory. If that is true then it may mean that at least simple life matter plus the information needed to produce the arrangements of matter found in the cell. Some laboratories are already working on that question, so we may have an answer in a few years.</span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-font-family:Arial; color:#333333;mso-fareast-language:PT-BR"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"> ----<br /></span> </span><span style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The </span></span></span><i><a href="http://www.desdeelexilio.com/2009/03/05/diseno-inteligente-entrevista-a-michael-behe/"><span style="color:#3C78A7"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Diseño Inteligente (entrevista a Michael Behe)</span></span></span></span></a></i><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> by </span></span></span><i><a href="http://www.desdeelexilio.com/"><span style="color:#3C78A7;text-decoration: none;text-underline:none"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Desde el Exilio</span></span></span></span></a></i><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, unless otherwise expressly stated, is licensed under a </span></span></span><a href="http://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0/de/"><span style="color:#3C78A7;text-decoration:none;text-underline:none"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Creative Commons Attribution-Noncommercial 2.0 Germany License</span></span></span></span></a></span></p><p></p></b></span></span></div><div style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><p></p><p></p><p></p></div></div></div></span>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-43268404724461855312009-11-21T15:38:00.000-08:002009-11-21T16:07:14.454-08:00Máquinas Moleculares<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhx5340PsYsiqErGTsNQtKu-FjNcx_2Q17lxCbos46PXJGyDBP3HPseNwGE-F8QRH7CIcbDansqjcQficzp_j5P_TR45-BF9Zy_lBoA5ZLx8jMdF0hxnvtfz8j7InmpM16pPqBt_YR6B6Q/s1600/behe.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 163px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhx5340PsYsiqErGTsNQtKu-FjNcx_2Q17lxCbos46PXJGyDBP3HPseNwGE-F8QRH7CIcbDansqjcQficzp_j5P_TR45-BF9Zy_lBoA5ZLx8jMdF0hxnvtfz8j7InmpM16pPqBt_YR6B6Q/s200/behe.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406708985517532082" /></a><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia; font-size: medium; font-weight: bold; ">Respaldo Experimental para la Inferencia de Diseño</span></div><div><div class="Section1"><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"></span></p><span lang="ES" style="color:black;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia; font-size: medium; ">Por: <b>Michael Behe<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"> (E</span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">s el autor del libro <i>La Caja Negra de Darwin: El Desafío Bioquímico a la Evolución</i>)</span></b></span></div></span><p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><b><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Una Serie de Ojos<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">¿Cómo vemos? En el siglo XIX la anatomía del ojo se conoció con lujo de detalles y los sofisticados mecanismos que emplea para proveer un retrato exacto del mundo exterior sorprendió a todos los que estaban familiarizados con ellos. Los científicos del siglo XIX observaron correctamente que si una persona fuera tan desafortunada como para perder uno de las muchas funciones integradas, tales como la lente, el iris o los músculos oculares, el resultado inevitable sería una pérdida severa de visión o la ceguera. Por esta razón se concluyó que el ojo sólo funcionaría si se encontraba casi intacto.</span></span></span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Cuando Carlos Darwin estaba considerando posibles objeciones a su teoría de la evolución por la selección natural, él presentó en su libro El Origen de las Especies una discusión sobre el tema del ojo en la sección del libro titulada adecuadamente “Órganos de Extrema Perfección y Complejidad”. Él se dio cuenta de que si en una generación un órgano con la complejidad del ojo apareciera súbitamente, el hecho sería equivalente a un milagro. De alguna manera, para que la evolución darwininiana sea creíble, la dificultad que el público tenía en visualizar la formación gradual de órganos complejos tenía que ser removida. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Darwin tuvo éxito brillantemente, no describiendo los pasos que la evolución pudo haber usado en construir el ojo, sino más bien identificando a una variedad de animales que se conocía tenían ojos de diferente complejidad, desde una mancha sensitiva a la luz hasta el complejo ojo de los vertebrados, y sugiriendo que la evolución del ojo humano pudo haber tenido órganos semejantes como estadíos intermedios en su formación. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Pero la pregunta persiste. ¿Cómo vemos? Aunque Darwin fuera capaz de persuadir a una buena parte del mundo que un ojo moderno podría haberse producido gradualmente a partir de estructuras mucho más simples, él ni siquiera intentó explicar cómo la sencilla mancha sensitiva a la luz, que servía como punto de partida, funcionaba. Cuando Darwin discutió el ojo obvió la cuestión de su mecanismo último(1): </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-top: 5pt; margin-right: 44.65pt; margin-bottom: 12pt; margin-left: 36pt; line-height: normal; "><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><i>"Cómo un nervio vino a ser sensible a la luz a penas nos interesa más que cómo surgió la vida misma". </i></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Él tenía una excelente razón para declinar contestar esa pregunta: La ciencia del siglo XIX no había progresado hasta el punto de que el asunto ni siquiera pudiera ser abordado. La pregunta de cómo funciona el ojo —o sea, qué sucede cuando un fotón de luz impacta la retina— simplemente no podía ser contestado en esa época. De hecho, ninguna pregunta respecto al mecanismo de la vida podía ser contestado en esa época. ¿Cómo los músculos de los animales causan movimiento? ¿Cómo funciona la fotosíntesis? ¿Cómo se extrae la energía de la comida? ¿Cómo combate el cuerpo la infección? Nadie lo sabía. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><div class="Section2"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">"Calvinismo" Ahora bien, parece ser una característica de la mente humana que, cuando no está restringida por el conocimiento de los mecanismos de un proceso, entonces le parece fácil imaginarse procesos sencillos que conduzcan de la “no función” a la “función”. Un divertido ejemplo de esto lo podemos ver en la tirilla cómica de Calvin y Hobbes. El pequeño Calvin siempre se encuentra teniendo aventuras en compañía de su tigre Hobbes, metiéndose a una caja y haciendo viajes al pasado, o tomando una pistola de rayos de juguete y “transmogificándose” a sí mismo en varias formas de animales, o, nuevamente, usando una caja como un duplicador y haciendo copias de sí para poder enfrentar a los poderes mundiales tales como su mamá y su profesores. Un niño pequeño como Calvin encuentra fácil imaginarse que una caja pueda volar como un avión (o algo semejante), porque Calvin no conoce cómo es que funcionan los aeroplanos. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Un buen ejemplo en el mundo biológico de los cambios complejos con semejanza de procesos sencillos lo es la creencia en la generación espontánea. Uno de los principales proponentes de la teoría de la generación espontánea a mediados del siglo XIX lo fue Ernst Haeckel, un gran admirador de Darwin y un ardiente propulsor de su teoría. Desde la visión limitada de las células que ofrecían los microscopios de entonces, Haeckel creía que la célula era un “sencillo grumo de una combinación albuminosa de “carbón”(2), no muy diferente de un pedazo de gelatina microscópica. De modo que le pareció a Haeckel que una forma de vida tan sencilla podría ser reproducida con facilidad a partir de material inorgánico. En el año 1859, el año de la publicación de “El Origen de las Especies”, un barco explorador, el H.M.S. Cyclops, obtuvo del fondo del mar un fango de apariencia curiosa. Eventualmente Haeckel observó esta sustancia y pensó que se asemejaba mucho a algunas células que había visto en el microscopio. Entusiasmado, trajo esto a la atención de Thomas Henry Huxley, gran amigo y defensor de Darwin. Huxley también quedó convencido que era “Urschleim” (protoplasma), el progenitor mismo de la vida, y Huxley nombró al fango Bathybus Haeckelli, en honor al eminente proponente de la abiogénesis. La arcilla no creció. En años posteriores, con el desarrollo de nuevas técnicas bioquímicas y microscopios mejorados, se reveló la complejidad de la célula. Se demostró que los “sencillos grumos” contenían miles diferentes tipos de moléculas orgánicas, proteínas, ácidos nucleicos, muchas distintas estructuras subcelulares , compartimientos especializados para procesos especializados, y una extremadamente complicada arquitectura. Mirando atrás con la perspectiva de nuestro tiempo, el episodio del “Bathybius Haeckelli” puede parecer tonto o hasta vergonzoso, pero no debería verse así. Haeckel y Huxley se comportaron normalmente, como Calvin, ya que no estaban conscientes de la complejidad de la células, ellos pensaron que era fácil creer que las células se originaban del simple barro. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">A través de la historia ha habido muchos otros ejemplos, similares al de Haeckel, Huxley y la célula, donde una pieza clave de un rompecabezas científico específico se hallaba más allá del entendimiento de la época. En ciencia, existe un término peculiar para una máquina o estructura o proceso que hace algo, pero cuyo mecanismo por el cual logra hacerlo es desconocido: se le llama una “caja negra”. En los tiempos de Darwin toda la Biología era una caja negra: no sólo la célula, o el ojo, o la digestión, o la inmunología, sino toda estructura y función porque, en última instancia, nadie podía explicar cómo ocurrían los procesos biológicos. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><div class="Section3"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ernst Mayr, el prominente biólogo, historiador y fuerza impulsadora de la síntesis neodarwiniana, señaló que(3): </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:44.65pt;margin-bottom: 12.0pt;margin-left:36.0pt;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><i>"Cualquier revolución científica tiene que aceptar toda suerte de “cajas negras”, porque, si tuviéramos que esperar a que todas las cajas negras se abriesen, nunca podríamos tener ningún avance conceptual". </i></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Esto es cierto. Pero en días pasados, cuando las cajas negras se abrían, la ciencia, y a veces todo el mundo, parecían cambiar. La Biología ha progresado enormemente debido al modelo propuesto por Darwin. Pero las cajas negras que Darwin aceptó están siendo abiertas ahora y nuestra visión del mundo vuelve a ser sacudido. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Proteínas Para poder entender la base molecular de la vida es necesario entender cómo es que esas cosas llamadas “proteínas” funcionan. Aunque la gente piensa en proteína como algo que se come (uno de los principales grupos alimenticios), cuando están en el cuerpo de un animal o de una planta no ingeridos sirven un propósito diferente. Las proteínas son la maquinaria de los tejidos vivos que construyen las estructuras y que llevan a cabo las reacciones químicas necesarias para la vida. Por ejemplo, el primero de varios pasos necesarios para la conversión del azúcar a formas de energía biológicamente utilizables se lleva a cabo por una proteína llamada hexoquinasa. La piel está hecha en su mayoría de una proteína llamada colágeno. Cuando la luz llega a su retina ésta interactúa con una proteína llamada rodopsina. Como puede observarse aún en este pequeño conjunto de ejemplos, las proteínas llevan a cabo funciones sorprendentemente diversas. Sin embargo, en general, una determinada proteína puede desarrollar una o pocas funciones: la rodopsina no puede formar piel y el colágeno no interactúa con la luz para producir las visión. Por esta razón una célula típica contiene miles y miles de proteínas diferentes para llevar a cabo las muchas tareas necesarias para la vida, de la misma manera que en el taller del carpintero hallaremos diferentes clases de herramientas para sus variadas tareas. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">¿A qué se asemejan esas versátiles herramientas? La estructura básica de las proteínas es bastante simple: son cadenas formadas mediante la unión de unidades llamadas aminoácidos (ácidos amínicos). Aunque la cadena de proteína puede consistir desde 50 hasta 1000 aminoácidos, cada posición puede contener sólo uno de los 20 diferentes aminoácidos. En este respecto son como las palabras: las palabras pueden ser de diferente longitud pero están hechas de un conjunto de sólo 26 letras. Ahora bien, una cadena de aminoácidos no está flotando en la célula al garete, más bien se dobla formando una estructura específica que puede ser muy diferente para otros tipos de proteínas. Dos cadenas de aminoácidos diferentes —dos diferentes proteínas— pueden doblarse para formar estructuras tan específicas y diferentes entre sí como específicas y diferentes entre sí son una sierra y una llave inglesa. Y, como las herramientas en el hogar, si la forma de las proteínas se distorsionada significativamente, entonces fallarán en cumplir su tarea. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><b><br />La Visión del Hombre<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">En general, al nivel molecular los procesos biológicos son llevados a cabo por una red de proteínas, cada una de las cuales realiza una tarea particular en una cadena.</span></b></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><div class="Section4"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Retornemos a la pregunta, ¿cómo vemos? Aunque para Darwin el evento primario de la visión era una caja negra, a través del esfuerzo de muchos bioquímicos la contestación a la pregunta de la vista parece estar a nuestro alcance.(4) Cuando la luz llega a la retina, un fotón es absorbido por una molécula orgánica llamada 11-cis-retinal, causando que ésta se reorganice en picosegundos y se convierta en trans-retinal. Este cambio en forma de las moléculas retinales fuerza un cambio correspondiente en la forma de la proteína rodopsina, a la que está firmemente ligada. Como consecuencia de la metamorfosis en la proteína, la conducta de la proteína cambia de manera muy específica. La proteína alterada puede ahora interactuar con otra proteína llamada transducina. Antes de asociarse con la rodopsina, la transducina está muy ligada a una pequeña molécula orgánica llamada GDP, pero cuando se une a la rodopsina el GDP se disocia de la transducina y una molécula llamada GTP, muy parecida a pero críticamente diferente de GDP, se enlaza con la transducina. El intercambio de GDP por GTP en el complejo de tranducina-rodopsina altera su conducta. La GTP-tranducina-rodopsina se liga a una proteína llamada fosfodiesterasa, localizada en el lado interno de la membrana celular. Cuando esto ocurre la fosfodiesterasa adquiere la habilidad de descomponer una molécula llamada GMPc. Inicialmente hay abundancia de moléculas de GMPc en la célula, pero la acción de la fosfodiesterasa baja la concentración de GMPc. La activación de la fosfodiesterasa puede asemejarse al remover el tapón en la tina de baño, bajando el nivel del agua.<br /></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; "><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNncDT39n0SWMB16XuNRqCa9qDD-K1jYPVPhWJDcT_dBn_1x68i7TIwvqmhyT76J2t1PoQxzrM94toCjrxQBaxkgZ4cFrJqwPN5rE7p75SBb6lyobbkRrzOof4SB__i6xHu14pCxYL2xI/s1600/behe.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNncDT39n0SWMB16XuNRqCa9qDD-K1jYPVPhWJDcT_dBn_1x68i7TIwvqmhyT76J2t1PoQxzrM94toCjrxQBaxkgZ4cFrJqwPN5rE7p75SBb6lyobbkRrzOof4SB__i6xHu14pCxYL2xI/s400/behe.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406708146430969778" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 288px; height: 223px; " /></a></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: center;margin-top: 5pt; margin-right: 0cm; margin-bottom: 5pt; margin-left: 0cm; line-height: normal; "><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fig. 1 Elementos necesarios para la visión. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Una segunda proteína en la membrana que se liga al GMPc, llamada un canal iónico, puedes ser concebida como una puerta de entrada especial que regula el número iónico de sodio en la célula. El canal iónico normalmente permite que iones de sodio entren a la célula mientras que otra proteína diferente los bombea activamente hacia afuera. La acción dual del canal de ion y de la bomba de proteínas mantiene el nivel de sodio dentro de la célula dentro de unos niveles específicos. Cuando la concentración de GMPc es reducida de su valor normal por el rompimiento realizado por la fosfodiesterasa, muchos canales se cierran, resultando en una reducción de la concentración celular de los iones de sodio (de carga positiva). Esto provoca un desequilibrio de cargas entre ambos lados de la membrana celular lo que, finalmente, causa una corriente eléctrica que será transmitida por el nervio óptico hasta el cerebro. El resultado, cuando es interpretado por el cerebro, es la percepción visual. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><div class="Section5"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Si la bioquímica de la visión estuviera limitada a las reacciones mencionadas arriba, la célula agotaría rápidamente su provisión de 11-cis-retinal, y GMPc, así como de iones de sodio. Por lo tanto se necesita un sistema para limitar la señal que se genera y para restaurar la célula a su estado original. Existen varios mecanismos para este propósito. Normalmente, en la oscuridad, el canal iónico, también permite que iones de calcio, además de los de sodio, entren a la célula. El calcio es bombeado hacia a fuera de ésta por una proteína diferente, de modo que se mantenga una concentración de calcio constante dentro de la célula. Sin embargo, cuando los niveles de GMPc bajan, cerrando el canal iónico y disminuyendo la concentración de sodio, la concentración de calcio también disminuye. La enzima fosfodiesterasa, que destruye el GMPc, es grandemente ralentizada a concentraciones bajas de calcio. Además, una proteína llamada guanilatociclasa comienza a volver a sintetizar el GMPc cuando los niveles de calcio comienzan a bajar. Mientras tanto, mientras todo esto está sucediendo, la proteína metarrodopsina II es modificada químicamente por una encima llamada rodopsinaquinasa, que coloca un grupo fosfato en su sustrato. La rodopsina modificada es entonces unida por una proteína denominada arrestina, que previene que la rodopsina continúe estimulando (activando) la transducina. De esta manera la célula contiene mecanismos para limitar la señal amplificada desencadenada por un fotón.<br /></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; "><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju3T42IXDu8KOSiG9qRHpRaca8mMxQbRNqFYRtkJ14IcTg7mXGaI4R3cXiUIW5keLZlzeHpMp3vIbDrl9cZN7PRVdd9TV370sUccrB8cAvHwdwT51WX8xq5vRSAtmfMsLPBe1WCoBf6y0/s1600/behe-1.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju3T42IXDu8KOSiG9qRHpRaca8mMxQbRNqFYRtkJ14IcTg7mXGaI4R3cXiUIW5keLZlzeHpMp3vIbDrl9cZN7PRVdd9TV370sUccrB8cAvHwdwT51WX8xq5vRSAtmfMsLPBe1WCoBf6y0/s400/behe-1.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406708148063060146" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 231px; height: 168px; " /></a></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: center;margin-top: 5pt; margin-right: 0cm; margin-bottom: 5pt; margin-left: 0cm; line-height: normal; "><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fig. 2 Animación del efecto de un fotón sobre una molécula de rodopsina. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El transretinal eventualmente se separa de la molécula de rodopsina y tiene que ser reconvertida a 11-cisretinal y, nuevamente, ligado a una opsina para regenerar la rodopsina para otro ciclo visual. Para lograr esto, el transretinal es primeramente modificado químicamente por una enzima para convertirla en transretinol, una forma que contiene dos átomos adicionales de hidrógeno. Una segunda enzima entonces isomeriza la molécula a 11-cisretinol. Finalmente, una tercera enzima remueve los átomos de hidrógeno anteriormente añadidos para formar 11-cisretinal, y el ciclo es completado. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><b><br />Para Explicar la Vida<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Aunque no se han citado aquí muchos detalles de la bioquímica de la visión, hemos pretendido demostrar con este vistazo que, últimamente, esto es lo que significa “explicar” la visión. Éste es el nivel de explicación que la ciencia biológica eventualmente debe perseguir. Para poder decir que se comprende alguna función, se deben dilucidar todos los pasos relevantes en el proceso. Los pasos relevantes en el proceso biológico ocurren, en última instancia, al nivel molecular, de manera que la explicación satisfactoria de un proceso biológico, tales como la vista, la digestión o la inmunidad, deben incluir una explicación molecular. Ahora que la caja negra de la visión ha sido abierta, ya no es suficiente, una “explicación evolucionista” para aclarar “solamente” las estructuras anatómicas de los ojos como un todo, como hizo Darwin en el siglo XIX y como los propagandistas de la evolución hacen hoy. La anatomía es, sencillamente, irrelevante. También lo es el registro fósil. No importa si el registro fósil es o no consistente con la teoría evolucionista, como no importaba en la física que la teoría de Newton fuese consistente con la experiencia cotidiana. El registro fósil no tiene nada que decirnos sobre, digamos, cómo las interacciones entre el 11-cisretinol con la rodopsina, la transducina y la fosfodiesterasa podrían haberse desarrollado paso a paso. Tampoco los patrones de biogeografía importan, o la genética de poblaciones, o las explicaciones que la teoría de la evolución ha ofrecido para explicar los órganos rudimentarios o la abundancia de especies. “Cómo es que el nervio viene a ser sensitivo a la luz difícilmente nos importan más que cómo se originó la vida misma”, dijo Darwin el en siglo XIX. Pero ambos fenómenos han atraído el interés de la bioquímica moderna. La historia de la lenta parálisis de investigación del origen de la vida es muy interesante, pero no tenemos espacio para comentarlo aquí. Es suficiente señalar que actualmente los estudios del origen de la vida se han disuelto en una cacofonía de modelos en conflicto, cada uno poco convincente, seriamente incompleto e incompatible con los demás modelos. En privado aún la mayoría de los biólogos evolucionistas admitirán que la ciencia no tiene explicación para el origen de la vida.(5)</span></b></span></span></span></p></div><div class="Section6"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El propósito de este trabajo es el de demostrar que los mismos problemas que acosan la investigación sobre el Origen de la Vida, también lo hacen con los esfuerzos para explicar cómo pudo venir a existir cualquier sistema bioquímico complejo. La Bioquímica ha revelado un mundo molecular que resiste tenazmente ser explicado por el mismo sistema que ha sido aplicado por largo tiempo al nivel de todo el organismo. Ninguna de las cajas negras de Darwin —el origen de la vida o el origen de la visión u otro sistema bioquímico complejo— ha sido demostrado por su teoría. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-top: 5pt; margin-right: 0cm; margin-bottom: 12pt; margin-left: 0cm; line-height: normal; "><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><b>Complejidad Irreductible</b><br /> En el Origen de la Especies Darwin dijo:(6) </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:44.65pt;margin-bottom: 12.0pt;margin-left:36.0pt;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><i>"Si se pudiera demostrar que cualquier órgano complejo existió que no pudiera haber sido formado por numerosas y sucesivas modificaciones pequeñas, mi teoría se vendría abajo completamente". </i></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Un sistema que llena los requisitos de Darwin es uno que exhibe complejidad irreductible. Por complejidad irreductible quiero significar a un único sistema compuesto de varias partes que interactúan entre sí y que contribuyen a su función básica, y donde la eliminación de cualquiera de estas partes provoca que el sistema deje de funcionar. Un sistema irreductiblemente complejo no puede ser producido gradualmente por modificaciones leves sucesivas de un sistema precursor, ya que cualquier precursor de un sistema irreductiblemente complejo, por definición, no funciona. Ya que la selección natural requiere una función para seleccionar, un sistema biológico irreductiblemente complejo, si es que existe tal cosa, tendría que surgir como una unidad integrada para tener algo sobre lo que actuar. Es casi universalmente admitido que tal súbito evento sería irreconciliable con el gradualismo que Darwin propuso. En este punto, sin embargo, “irreductiblemente complejo” es sólo un término cuyo poder reside principalmente en su definición. Debemos ahora preguntarnos si alguna cosa real es de hecho complejamente irreductible, y, si lo hay, preguntarnos si también existe algún sistema biológico irreductiblemente complejo. Considere la ratonera (Figura 3). Las ratoneras que mi familia utiliza en nuestro hogar para lidiar con los indeseables roedores, consisten de una serie de partes. Éstas son: (1) una plataforma plana de madera que sirve como base; (2) un “martillo” de metal que realiza la acción propiamente de aplastar al ratoncito; (3) un resorte de metal con extremos extendidos que ejercen presión sobre la plataforma y el martillo cuando la ratonera está “cargada”; (4) un “gatillo” sensible que se activa cuando se le ejerce una leve presión y (5) una barra de metal que mantiene en su posición al martillo cuando la ratonera está cargada y que conecta con el gatillo. También hay grapas y tornillos que mantienen al sistema en su sitio.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; "><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAJ_S9CGrjxWuCMGc0tAPG3FLXIg0pREh34TRbMOWGyPslqX5NxjWHKH4tero6pTEBMlX-ScSOMkOCN0vyVeQXtddl1eYs2X-Y4kNsfF2kYq20FYTEfktK99PP_d7ttg1VCkk0_9ZvBMA/s1600/behe-2.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAJ_S9CGrjxWuCMGc0tAPG3FLXIg0pREh34TRbMOWGyPslqX5NxjWHKH4tero6pTEBMlX-ScSOMkOCN0vyVeQXtddl1eYs2X-Y4kNsfF2kYq20FYTEfktK99PP_d7ttg1VCkk0_9ZvBMA/s400/behe-2.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406708153704748626" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 245px; height: 229px; " /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia; font-size: medium; "></span></span></span></span></p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fig. 3 Una ratonera. Si falta cualquiera de sus partes, la ratonera no funciona.</span></span></div></span><p></p></div><div class="Section7"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Si uno de los componentes de la ratonera (la base, el martillo, el resorte, el gatillo o la barra de metal) falta, entonces la trampa no funciona. En otras palabras, la sencilla pequeña ratonera no tiene la capacidad de capturar al ratón hasta que todas las partes están en su lugar. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Porque la ratonera está necesariamente compuesta de diferentes partes, es “irreductiblemente compleja”. Por lo tanto, existe un sistema irreductiblemente complejo. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><b>Máquinas Moleculares<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Ahora, ¿existe algún sistema bioquímico que sea irreductiblemente complejo? Sí, de hecho existen muchos. Anteriormente hablamos sobre las proteínas. En muchas estructuras biológicas las proteínas son sencillamente componentes de máquinas moleculares aún mayores. Como el tubo, los alambres, tuercas y tornillos en el caso del aparato de televisión, muchas proteínas son partes de estructuras que sólo funcionan cuando básicamente todos los componentes están ensamblados. Un buen ejemplo de esto lo es el cilio.(7)</span></b></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Los cilios son organelos parecidos a cabellos que existen en la superficie de las células de muchos animales y plantas inferiores. Estos sirven para mover líquido sobre la superficie de la célula o para “remar”, moviendo células individuales a través del líquido. En el hombre, por ejemplo, las </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><div class="Section8"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">células epiteliales que recubren el tracto respiratorio poseen (cada célula) unos 200 cilios que se agitan sincrónicamente para mover la mucosidad hacia la garganta para su eliminación.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; "><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOgjUvFHSbXAKerbYurPgEQx_OmjsdVTsumi8HETVKMXdFERgp-88kI9ngmJDvz-_lRLIgEIGjtqeNKirLEcWJGAx9aLY6IEHm2__1lQFGFD8V90YxWKUDbxn3aDA0cWpIYByIV-HRUx0/s1600/behe-3.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOgjUvFHSbXAKerbYurPgEQx_OmjsdVTsumi8HETVKMXdFERgp-88kI9ngmJDvz-_lRLIgEIGjtqeNKirLEcWJGAx9aLY6IEHm2__1lQFGFD8V90YxWKUDbxn3aDA0cWpIYByIV-HRUx0/s400/behe-3.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406708156450324034" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 370px; height: 232px; " /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia; font-size: medium; "></span></span></span></span></p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fig. 4 Vista seccional de un cilio.</span></span></div></span><p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Cada cilio está compuesto de un grupo de fibras cubierto por una membrana, que se llama axonema. Un axonema contiene un anillo de 9 microtúbulos dobles rodeando a dos microtúbulos centrales. Cada doblete periférico consiste de un anillo de 13 filamentos (sub-fibra A) fundidos a otra parte compuesta de 10 filamentos (sub-fibra B). Los filamentos de los microtúbulos están compuestos por dos proteínas llamadas alfa y beta - tubulina. Los 11 microtúbulos que forman el axonema se mantienen juntos por tres tipos de conectores: Las sub-fibras A están unidas a los microtúbulos centrales por conexiones radiales [como los de las bicicletas]; los dobletes periféricos adyacentes están unidos por conectores que consisten de una proteína altamente elástica llamada nexina y los microtúbulos centrales están unidos por un puente conector. Finalmente, cada sub-fibra A tiene dos “brazos”, uno exterior y otro interior, ambos conteniendo la proteína “dineína”.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; "><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKqTGLBHL_bF_WT4K_eUZTY2QwWYL9mnohT9taJLf8v9ahevVeASlAPzcvrzshJeLXoSlZNr4jXc0k1-10qWXG0G_PD0eWu5Y07IjD2c1ERlWybxYcv_kNQcx3-wjDxs1W1BOLpAmHSTQ/s1600/behe-4.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKqTGLBHL_bF_WT4K_eUZTY2QwWYL9mnohT9taJLf8v9ahevVeASlAPzcvrzshJeLXoSlZNr4jXc0k1-10qWXG0G_PD0eWu5Y07IjD2c1ERlWybxYcv_kNQcx3-wjDxs1W1BOLpAmHSTQ/s400/behe-4.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406708163511300610" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 142px; height: 106px; " /></a></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: center;margin-top: 5pt; margin-right: 0cm; margin-bottom: 5pt; margin-left: 0cm; line-height: normal; "><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fig. 5a Animación de un cilio. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Pero, ¿cómo trabaja el cilio? Los experimentos indican que el movimiento ciliar resulta del “correr” de los brazos de “dineína” sobre un microtúbulo por encima de una sub-fibra B adyacente de un segundo microtúbulo, de manera que los dos microtúbulos se deslizan alternadamente (Figuras 5a y 5b). Todo esto activado por energía química. Sin embargo, los puentes transversales entre los microtúbulos en un cilio intacto previenen que los microtúbulos adyacentes se deslicen uno sobre el otro más allá de una pequeña distancia. Estos puentes transversales, por lo tanto, convierten al movimiento inducido por la dineína en un movimiento de batido de todo el axonema.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; "><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhr09x7Y0g3ldjDLhFkjECUARnYx8hxWagbEsaG-cEqS8nSiA609yiiviuEuDQhqLlREYs7pswDlrfgL250sRRCQIlgKELfZ_vAhyT9_AH26xDdIwfGqv8JY-dkNhIub_l-Cqqg9lqlWPY/s1600/behe-5.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhr09x7Y0g3ldjDLhFkjECUARnYx8hxWagbEsaG-cEqS8nSiA609yiiviuEuDQhqLlREYs7pswDlrfgL250sRRCQIlgKELfZ_vAhyT9_AH26xDdIwfGqv8JY-dkNhIub_l-Cqqg9lqlWPY/s400/behe-5.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406708537637036306" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 209px; " /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia; font-size: medium; "></span></span></span></span></p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fig. 5b Dibujo esquemático de parte de un cilio. La transmisión de fuerza de la proteína motor, dineína, pegada a un microtúbulo contra la sub-fibra B de un microtúbulo adyacente, causa que las fibras se deslicen uno sobre la otra, adelantándose alternadamente. La proteína unificadora flexible, nexina, convierte el movimiento deslizante en un movimiento de batido.</span></span></div></span><p></p></div><div class="Section9"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ahora, descansemos y repasemos el trabajo del cilio y consideremos lo que esto implica. Los cilios están compuestos de por lo menos 6 proteínas: alfa-tubulina, beta-tubulina, dineína, nexina, conexiones radiales y una proteína central en puente. Éstas se combinan para desarrollar una tarea, el movimiento ciliar, y todas estas proteínas deben estar presentes para que el cilio funcione. Si las tubulinas están ausentes, entonces los filamentos no se deslizan; si la dineína falta, entonces los cilios se quedan rígidos y quietos; si la nexina o alguna otra de las proteínas conectoras faltan, entonces el axonema se deshace cuando los filamentos se deslicen. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Lo que vemos en el cilio, entonces, no sólo es una profunda complejidad, sino que también es una complejidad irreductible a escala molecular. Recuerde que definimos “complejidad irreductible” como un aparato que requiere varios diferentes componentes para que el todo funcione. Mi ratonera debe tener una base, el martillo, un resorte, y una barra sujetadora, todo funcionando coordinadamente, de modo que la ratonera lleve a cabo su trabajo. De manera similar, el cilio, tal y como está constituido, debe tener los filamentos deslizantes, las proteínas conectoras y las proteínas motoras para que funcione. En la ausencia de alguno de estos componentes, el aparato es inservible. Los componentes del cilio son moléculas específicas. Esto quiere decir que no se pueden invocar aquí “cajas negras”; la complejidad del cilio es final, fundamental. Y, de la misma manera que los científicos (cuando comenzaron a descubrir las complejidades de la célula) se dieron cuenta de lo tonto que es pensar que la vida surgió espontáneamente en un sólo paso o a través de varios pasos desde el fango del océano, de la misma manera nos damos cuenta que el complejo cilio no puede conseguirse en un sólo paso o en una serie de pasos. Pero como la complejidad del cilio es irreductible, entonces no puede tener precursores funcionales. Ya que el cilio irreductiblemente complejo no puede tener precursores funcionales no puede haber sido producido por la selección natural, que requiere de un funcionamiento contínuo. La selección natural es impotente cuando no hay función que seleccionar. Podemos ir más allá y decir que, si el cilio no puede producirse por selección natural, entonces el cilio fue diseñado. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><div class="Section10"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><b>El Estudio de la “Evolución Molecular”<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Abundan otros ejemplos de complejidad irreductible, incluyendo aspectos del transporte de proteínas, coagulación de la sangre, ADN circular, transporte de electrones, el flagelo bacteriano, telómeros, fotosíntesis, regulación de la transcripción y mucho más.</span></b></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Los ejemplos de complejidad irreductible pueden ser encontrados en virtualmente cada página de un libro de texto de bioquímica. Pero si estas cosas no pueden ser explicadas por la evolución darwininiana, ¿cómo ha considerado la comunidad científica estos fenómenos en los últimos cuarenta años? </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Un buen lugar para buscar la contestación a esa pregunta lo es el “Journal of Molecular Evolution”. El JME es la revista científica que se comenzó específicamente para tratar el tema de cómo la evolución ocurre al nivel molecular. Tiene un nivel científico alto y es editado por figuras prominentes del campo. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:12.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">En un número reciente del JME se publicaron once artículos; los once trataban simplemente del análisis de secuencias de proteínas o ADN. Ninguno de los artículos discutía modelos detallados para estructuras intermedias en el desarrollo de estructuras biomoleculares complejas. En los pasados diez años el JME ha publicado 886 trabajos. De estos, 95 discutieron la síntesis química de moléculas que se piensan fueron necesarias para el comienzo de la vida, 44 propusieron modelos matemáticos para mejorar el análisis de las secuencias, 20 trataban de las implicaciones evolutivas de estructuras actuales y 719 eran análisis de secuencias de proteínas o polinucleótidos. Ninguno de los artículos discutió modelos detallados para estructuras intermedias en el desarrollo de estructuras biomoleculares complejas. Esto no es una peculiaridad del JME. No se encuentran trabajos publicados que discutan modelos detallados para estructuras intermedias en el desarrollo de estructuras biomoleculares complejas en las publicaciones profesionales (americanas) National Academy of Science, Nature, Science, the Journal of Molecular Biology o en ninguna otra publicación. Las comparaciones de secuencias dominan mayoritariamente la literatura de la evolución molecular. Pero las comparaciones de secuencias por sí mismas no pueden explicar el desarrollo de sistemas bioquímicos complejos de la misma manera que las comparaciones hechas por Darwin sobre ojos simples y complejos no pudo explicarle cómo funciona la visión. Por lo tanto la ciencia está muda en esta área. Esto quiere decir que cuando inferimos que los sistemas bioquímicos complejos fueron diseñados, no estamos contradiciendo resultados de experimento alguno, no estamos en conflicto con ningún estudio teórico. No hay que cuestionar experimento alguno, pero la interpretación de todos los experimentos debe ser reexaminada ahora, de la misma manera en que los resultados que eran consistentes con una cosmovisión newtoniana tuvieron que ser reinterpretados cuando la dualidad onda-partícula de la materia fue discernida. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Conclusión Se dice con frecuencia que la ciencia debe evitar toda conclusión que suene a lo sobrenatural. Pero esto me parece que constituye una mala lógica y una mala ciencia. La ciencia no es un juego en que se usan reglas arbitrarias para decidir cuáles explicaciones serán admitidas. Más bien, es un esfuerzo de hacer aseveraciones correctas sobre la realidad física Hace tan sólo 60 años atrás que se observó por primera vez la expansión del universo. Este hecho inmediatamente sugirió un evento singular, que, en algún momento del remoto pasado, el universo comenzó a expandirse a partir de un tamaño extremadamente pequeño. Para muchas personas, esta inferencia esta cargada de alusiones a un evento sobrenatural, la creación, el principio del universo. El prominente físico A.S. Eddington probablemente habló por muchos físicos al manifestar su disgusto sobre dicha noción (8):</span></span></span></p></div><div class="Section11"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Filosóficamente, la noción de un comienzo abrupto al actual orden de la Naturaleza me es repugnante, como pienso que lo es para la mayoría; y aún aquellos que darían la bienvenida a una prueba para la intervención de un creador probablemente considerarán que un simple dar cuerda en alguna época remota no es en verdad la clase de relación entre Dios y su mundo que trae satisfacción a la mente. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Sin embargo, la hipótesis del Big Bang fue abrazada por la Física y ha probado ser un paradigma muy fructífero a lo largo de los años. El punto aquí es que los físicos siguieron sus datos a donde parecían llevarles, aún cuando algunos pensaron que el modelo daba apoyo y se acomodaba a la religión. Actualmente, según la bioquímica multiplica los ejemplos de sistemas moleculares fantásticamente complejos, sistemas que aún desaniman aún el intento de explicar su origen, debemos aceptar la enseñanza recibida en la Física. La conclusión del diseño fluye naturalmente de los datos; no debemos alejarnos de esto; debemos enfrentarlo y construir sobre ello. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">En conclusión, es importante que nos demos cuenta que no estamos infiriendo el diseño desde lo que no sabemos, sino de lo que sabemos. No estamos infiriendo el diseño como una manera de disponer de una “caja negra”, sino para explicar una caja abierta. Un hombre de una cultura primitiva que ve un automóvil puede asumir que estaba impulsado por el viento o por un antílope escondido bajo el coche, pero cuando abre el capó y ve el motor, inmediatamente se da cuenta de que ha sido diseñado. De la misma manera la bioquímica ha abierto la célula para examinar lo que la hace funcionar y observamos que eso, también, fue diseñado. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Fue un shock para la gente del siglo XIX cuando descubrieron, por observaciones hechas por la ciencia, que muchos aspectos del mundo biológico podían ser adscritos al elegante principio de la selección natural. Es un shock para nosotros en el siglo XX descubrir, por observaciones hechas por la ciencia, que los mecanismos fundamentales de la vida no pueden ser adscritos a la selección natural y que, por lo tanto, fueron diseñados. Pero debemos tratar nuestro shock lo mejor que podamos y seguir adelante. La teoría de una evolución no dirigida ya está muerta, pero el trabajo de la ciencia continúa. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Este artículo fue presentado originalmente en el verano de 1994 en la reunión del C.S. Lewis Society, en la Universidad de Cambridge.<br />--<br /><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Referencias.</span></span></span></span></span></p></div><div class="Section12"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">1.Darwin, Charles (1872) Origin of Species 6th ed (1988), p.151, New York University Press, New York. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">2.Farley, John (1979) The Spontaneous Generation Controversy from Descartes to Oparin, 2nd ed, p.73, The JohnsHopkins University Press, Baltimore. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">3.Mayr, Ernst (1991) One Long Argument, p. 146, Harvard University Press, Cambridge. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">4.Devlin, Thomas M. (1992) Textbook of Biochemistry, pp.938954, WileyLiss, New York. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">5. El retoricista de la Universidad de Washington John Angus Campbell ha observado que “edificios inmensos de ideas como el positivismo nunca mueren realmente. La gente pensante las abandona gradualmente y aún las ridiculizan entre ellos mismos, pero mantienen las partes útiles persuasivas para asustar a los no iniciados.” </span></span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">"The Comic Frame and the Rhetoric of Science: Epistemology and Ethics in Darwin's Origin," Rhetoric Society Quarterly 24, pp.2750 (1994). </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Esto ciertamente aplica a la manera en que la comunidad científica maneja los asuntos del origen de la vida. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">6.Darwin, p.154. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">7.Voet, D. & Voet, J.G. (1990) Biochemistry, pp.11321139, John Wiley & Sons, New York. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">8.Cited in Jaki, Stanley L. (1980) Cosmos and Creator, pp.56, Gateway Editions, Chicago. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Michael Behe hizo su Licenciatura en Ciencias (Química) en la Universidad de Drexel en 1974 y el Doctorado en Bioquímica de la Universidad de Pennsylvania en el 1978. Luego de haber realizado estudios post doctorales en el Instituto Nacional de la Salud (EEUU) se convirtió en Profesor Adjunto de Química en la Universidad de Nueva York, Queens College. En el 1985 se trasladó a la Universidad Lehign en Bethlehem, Pennsylvania, donde es actualmente Profesor Adjunto en el Departamento de Ciencias Biológicas.<br />--<br /><b>Fuente:</b><br /><a href="http://www.ciencia-alternativa.org">Ciencia Alternativa</a></span></span></span></p> </div> <span lang="ES" style="font-family:"Times New Roman","serif"; mso-fareast-mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-ansi-language: ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SAfont-family:Calibri;font-size:12.0pt;"> </span> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="Times New Roman","serif";mso-ansi-language: ESfont-family:";font-size:12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="mso-ansi-language:ES"><o:p> </o:p></span></p></div>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-51994770914441150402009-11-21T14:36:00.000-08:002009-11-21T15:37:09.896-08:00Una Explosión de Vida<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7G1xFF2wSWRskv79kQTEyuszyctAvLVp0Ua38cwXJ6VqzhatCNKSluuP74G8bWvqC3rSNSSpg1Hs0wFdvyGiTrCn7MlddJx0pPJb906Nbd6GWUsvTfEEz5GZ6JWhJjZRYmI1zRck1FiA/s1600/tdi-d.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 105px; height: 135px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7G1xFF2wSWRskv79kQTEyuszyctAvLVp0Ua38cwXJ6VqzhatCNKSluuP74G8bWvqC3rSNSSpg1Hs0wFdvyGiTrCn7MlddJx0pPJb906Nbd6GWUsvTfEEz5GZ6JWhJjZRYmI1zRck1FiA/s200/tdi-d.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406701802825299250" /></a><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";color:black;mso-ansi-language:ES">El Dr. Paul Chien nació en China y se graduó en la Universidad de Hong Kong, donde obtuvo títulos en química y botánica. Completó su doctorado en University of California, Irvine, y su postgrado en biología marina en Cal Tech. En la actualidad preside el departamento de biología de University of San Francisco. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Georgia","serif";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";color:black; mso-ansi-language:ES">El Dr. Paul Chien, que preside el departamento de biología de University of San Francisco, recientemente aceptó una invitación única para viajar a China para estudiar fósiles de la era del Cámbrico. Lo que Chien encontró en el sitio en Chengjiang, y lo que ha aprendido desde entonces acerca de la fauna del Cámbrico, ha cambiado el foco de su carrera. Hoy, Chien está dedicado a explorar y promover más los misterios de la explosión de vida del Cámbrico. Además, Chien posee la mayor colección de fósiles chinos del Cámbrico de Norteamérica. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Georgia","serif";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";color:black; mso-ansi-language:ES">Chien asistió a <i>Mere Creation</i>, una conferencia de noviembre último auspiciado por Christian Leadership y que fue anunciado en un número anterior de <i>Real Issue</i>. Lo que sigue es una entrevista con Paul Chien.<br /><br /></span></p><p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: justify;margin-top: 5pt; margin-right: 0cm; margin-bottom: 5pt; margin-left: 0cm; line-height: normal; "><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";color:black;mso-ansi-language:ES">Un Científico Revela Detalles de la Explosión del Cámbrico; Un Enigma Biológico Que Desconcierta a los Darwinistas<br /><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: justify;margin-top: 5pt; margin-right: 0cm; margin-bottom: 5pt; margin-left: 0cm; line-height: normal; "><b></b></p><b><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Real Issue:<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br /></span></span></span></span><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Dr. Chien, ¿cuál es su interés en el debate entre la evolución y la creación? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien</span></span></span><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">:<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br /></span></span></span></span><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Aun antes de convertirme en cristiano, tenía dudas acerca de la evolución. Durante mis años de escuela secundaria, estaba realmente interesado en encontrar respuestas, pero no obtuve mucha ayuda. Por un tiempo perdí interés porque pensaba que, de una forma u otra, no era muy importante. Pero desde que comencé a enseñar, muchas personas me han preguntado sobre esto. De hecho, a menudo hablo en iglesias, grupos de jóvenes y en conferencias, y me he visto forzado a enfrentar esa cuestión. Ahora es prácticamente mi pasatiempo. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:</span><br /></span></span></span></span><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Hasta hace poco, usted se ha concentrado en los efectos de la contaminación en los organismos marinos. Entonces, ¿cómo llegó a estudiar la "explosión de vida" del Cámbrico? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien</span></span></span><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">:<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br /></span></span></span></span><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Al estudiar los organismos marinos, y principalmente los grupos invertebrados, tengo una visión clara de las distintas características de cada phyla. La teoría de la evolución nunca [pareció] aplicarse bien en mi campo de los invertebrados marinos. Cuando surgió la noticia de [el descubrimiento de] una explosión de vida animal, realmente me entusiasmó porque esa [había sido] mi posición por muchos años. Además, el capítulo de Phil Johnson sobre los fósiles [Darwin on Trial, Intervarsity Press, 1991] realmente despertó mi interés en este área. </span></span></span></span></p></div><div class="Section2"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Cuando apareció una oportunidad para hablar con paleontólogos chinos y visitarlos en el sitio original del descubrimiento de los fósiles, se convirtió en algo que tenía que hacer. Así que en marzo último organicé un grupo internacional para hacer una visita allá. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:<br /></span>Entonces, ¿es el sitio de Chengjiang un lugar fundamental para la explosión del Cámbrico? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien:<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />Sí, es el sitio del primer animal marino encontrado en los primeros tiempos del Cámbrico. No consideramos a los microorganismos como animales. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:<br /></span>¿Hay otros lugares en el mundo donde se encuentren los mismos organismos? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien: <span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">En cierto modo, hay similitudes entre el sitio de China y el otro sitio famoso, la fauna de Burgess Shale (esquisto de Burgess), en Canadá. Pero resulta que el sitio de China es más antiguo, y la preservación de los especímenes mucho, mucho mejor. Hasta pueden verse los nervios, los órganos internos y otros detalles que no están presentes en ningún otro lugar. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:<br /></span>Y supongo que muchos de estos son probablemente animales del tipo marino de tejido blando. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien:<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Sí, incluyendo organismos del tipo de las medusas. Hasta pueden verse conductos de agua en las medusas. Son todos marinos. Esa parte del oeste de China estaba bajo un mar poco profundo en ese tiempo. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:<br /></span>A medida que se interesó más en esto y descubrió más acerca de esto, ¿encontró que realmente era una "explosión de vida"? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien:<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />Sí. Una forma sencilla de explicarlo, es que actualmente tenemos unas 38 phyla de diferentes grupos de animales, pero la cantidad total de phyla descubiertas durante ese período de tiempo (incluyendo las de China, Canadá y de otras partes) suma más de 50 phyla. Eso significa [que hay] más phyla en el principio mismo, cuando encontramos los primeros fósiles [de vida animal], que las que hay ahora.<br />Stephen J. Gould [un biólogo evolucionista de Harvard University] se ha referido a esto como el cono invertido de la diversidad. La teoría de la evolución sugiere que las cosas se vuelven cada vez más complejas y se diversifican cada vez más a partir de un origen único. Pero todo resulta ser al revés. Tenemos más grupos diferentes en el principio mismo, y el hecho es que cada vez más de estos grupos desaparecen con el tiempo, y tenemos cada vez menos ahora.</span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:<br /></span>¿Qué información está oyendo, o no está oyendo, el público acerca de la explosión del Cámbrico? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien:<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />La impresión general que tiene la gente es que comenzamos con microorganismos, luego vinieron los animales inferiores que no significan mucho, y luego vinieron las aves, los mamíferos y el hombre. Los científicos estaban considerando un rama muy pequeña de todo el reino animal, y vieron más complejidad y rasgos avanzados en ese grupo. Pero resulta que este concepto no se aplica a todo el espectro de animales ni a la aparición o creación de diferentes grupos. Si toma todos los esquemas de los cuerpos de los ascárides, platelmintos, el coral, las medusas, etc., todos estos aparecieron en el primer instante mismo.</span></span></span></span></p></div><div class="Section3"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">La mayoría de los libros suelen mostrar un árbol vivo de la evolución, con los grupos evolucionando durante un período de tiempo largo. Si uno toma ese árbol y corta el 99 por ciento, [lo que queda] está más cerca de la realidad; es el verdadero comienzo de cada grupo de animales, todos representados al comienzo de todo. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Desde el período cámbrico, sólo tenemos desapariciones, y no tenemos nuevos grupos que aparezcan, jamás. Hay una sola pequeña excepción que se cita, el grupo conocido como los briozoos, que se encuentran en el registro fósil un poco más tarde. Sin embargo, la mayoría de las personas cree que simplemente no lo hemos encontrado aún, que ese grupo probablemente estuvo presente también en la explosión del Cámbrico. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">También, la explosión animal atrapó la atención de las personas cuando los chinos confirmaron que habían encontrado un género, ahora llamado Yunnanzoon, que estuvo presente al comienzo mismo. Este género es considerado un cordado, y el phylum Cordata incluye a los peces, los mamíferos y el hombre. Un evolucionista diría que el antecesor de los humanos estuvo presente en ese momento. Si lo consideramos más objetivamente, diríamos que el grupo animal más complejo, los cordados, estuvieron representados al comienzo, y que no pasaron por una evolución lenta y gradual para convertirse en cordados. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:<br /></span>En el número de diciembre de 1995 de la revista Time, en el artículo "When Life Exploded" (Cuando explotó la vida), el escritor daba a entender que no había que ponerse nervioso, que la teoría de la evolución no corría peligro. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien:<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />Los científicos salen y dicen: "Ah, sí, hemos oído esto antes y es muy similar al Burgess Shale," etc., pero la historia de Burgess Shale no fue contada por muchos años. El Burgess Shale fue encontrado por Charles Walcott en 1909. ¿Por qué no fue informada la historia al público hasta fines de la década de 1980? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Desde el inicio yo pensaba que era un problema para ellos; no podían entender lo que estaba pasando, porque encontraron algo que no guarda ninguna semejanza con los grupos animales y las phyla actuales. Walcott originalmente intentó calzar estos grupos en los actuales, pero [su intento] nunca fue satisfactorio. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Fue desconcertante por un tiempo, porque se rehusaron a ver que en el principio podía haber más complejidad que la que tenemos ahora. Lo que están viendo son phyla que no existen ahora; más de 50 phyla, comparado con las 38 que tenemos ahora. (De hecho, la cifra de 50 primero fue de 100 por un tiempo, pero luego el consenso la llevó a más de 50.) Pero el punto es que vieron algo con lo que no sabían qué hacer; esa es la posición científica honesta en la que están colocados. Más adelante, a medida que comenzaron a entender que las cosas no son iguales a las expectativas darwinianas, comenzaron a callarse.</span></span></span></span></p></div><div class="Section4"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:<br /></span>Ahora que está saliendo la información, ¿qué están diciendo? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien:<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />En realidad, no tenemos una explicación razonable aún, aunque se han postulado algunas teorías biológica y ambientales. Stephen Gould fue citado por Phil Johnson [en Darwin on Trial] diciendo que cosas como [la explosión del Cámbrico] son el secreto profesional de la paleontología, y no hay muchas personas que sepan de esto. Y esto también incluye la propia cruzada de Gould a favor del equilibrio acentuado. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Conozco a personas que enseñan la evolución pero no mencionan a Stephen Jay Gould ni el equilibrio acentuado. Lo conocen, pero son de la vieja escuela y no lo pueden aceptar. Así que hay mucha política involucrada, aun entre ellos. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:<br /></span>El rumbo de la evidencia de la explosión del Cámbrico, ¿se dirige hacia la evolución acelerada? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien:<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"> Hay dos bandos principales en esta cuestión de la explosión. Uno es la vieja explicación darwiniana de que simplemente no hemos encontrados los elementos intermedios. Para quienes tienden a pensar de esta forma, el período del Cámbrico simplemente fue el mejor momento para preservar una gran cantidad de fósiles, y lo llaman la "explosión de los fósiles." Esperan que buscando más podrían encontrar alguna evidencia de la evolución, o simplemente dicen (como Gould): "Bueno, nunca lo encontraremos. Los fósiles no son de formación fácil en primer lugar." Esta es la llamada "teoría de los artefactos." </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Pero muchos científicos más jóvenes se están volviendo a nuevas ideas. La primera idea postulada fue la teoría del oxígeno. Dicen que tal vez en los tiempos cámbricos el nivel de oxígeno en la atmósfera y en los océanos aumentó a un nivel crítico que pudo sustentar a animales más grandes. Esa teoría no se sostiene porque debería haber evidencia geológica de un aumento repentino del oxígeno. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Hay otras teorías también, como la del profesor de Berkeley, James Valentine. Él está trabajando ahora en algo nuevo relacionado con la obra de Jonathan Wells. (Wells es el biólogo de Berkeley que hablo en la conferencia Mere Creation.) En la biología del desarrollo, el estudio del desarrollo del embrión, ha habido un gran descubrimiento de algo que se llama los genes Hox. Son genes reguladores, y encienden y apagan secuencias, como el desarrollo del ojo, etc. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Valentine sugiere que los organismos primitivos acumularon suficientes genes Hox como para repentinamente hacer un esquema del cuerpo distinto. Así que está tratando de correlacionar la explosión del Cámbrico con el desarrollo y la acumulación de genes Hox. Pero yo creo que se está enfrentando a muchas dificultades teóricas. </span></span></span></span></p></div><div class="Section5"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">John Wells tiene la idea de que los genes Hox no lo sirven. Dice que los genes Hox son sólo conmutadores. Uno puede poner el conmutador en diferentes sistemas, y simplemente se enciende y se apaga, pero no están consiguiendo información nueva de los genes Hox. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:<br /></span>Entonces, cuando le preguntan acerca de esto, ¿qué les dice? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien:<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"> Bueno, depende quién pregunta. En un diálogo científico, pienso que puedo ser muy honesto con cualquiera de los hallazgos que tenemos. Todos podemos discutir datos objetivos, pero muy pronto encontramos que la conclusión que saca cada uno está lejos de lo que dice la evidencia. En otras palabras, creo que cada teoría todavía es más creencia que un hecho científico. Yo no usaría hallazgos científicos como evidencia para apoyar la creación bíblica. Todo lo que hace la ciencia es decirnos lo que ocurrió hace 540 millones de años atrás, y sólo tenemos algunas piezas sueltas. Sin embargo, pienso que podemos usar la evidencia para mostrar decididamente que la evolución gradual darwiniana no ocurrió. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">En términos de la creación, creo que todavía necesitamos entender lo que queremos decir por procesos naturales, y tenemos que preguntarnos si todos los procesos naturales tienen un autor o un creador detrás de ellos. La creación misma es un concepto acerca de la participación del diseño, y todos estos fósiles son sólo la evidencia física que queda; todavía no tienen ninguna relación directa con un creador único y cómo Él obró. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Pero cuando leo Génesis, capítulo uno, el quinto día se parece mucho al registro fósil que vemos ahora, porque habla de todas las criaturas que pululan en los océanos. Ahora bien, a mí eso me suena como la explosión del Cámbrico: en un período de tiempo muy breve, [los animales] están todos ahí. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:<br /></span>¿Hacia dónde vamos nosotros, como cristianos, a partir de aquí, respecto del registro fósil? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien:<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />Creo que la comunidad cristiana debería involucrarse en esto y estudiarlo más. Recuerdo haber conocido a un lingüista que me dijo que los cristianos prácticamente dominan el campo de la lingüística por su interés en traducir la Biblia. De la misma forma, me gustaría ver a los cristianos involucrarse en la paleontología e interesarse en hacer buena ciencia. Creo que es al menos una forma de revertir el repliegue de la iglesia de la ciencia. Personalmente, tengo el deseo de popularizar estas ideas, porque si bien los científicos están comenzando a hablar de la explosión del Cámbrico, y si bien unas pocas personas de círculo interior lo conocen, el público en general lo desconoce. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">De hecho, tengo ahora en mis manos un libro chino sobre la explosión del Cámbrico que me gustaría tener traducido al inglés y que fuera publicado en Estados Unidos. Básicamente, es un libro con ilustraciones. Hay unas doscientas fotos en color y algunos dibujos lineales que muestran los diferentes animales del sitio chino del Cámbrico. Creo que los cristianos pueden publicar libros como éste en un contexto que tiene poco que ver con la religión. Esta es la verdad, y la verdad habla por sí misma.</span></span></span></span></p></div><div class="Section6"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">De hecho, [los científicos chinos y yo] estábamos planeando trabajar más en conjunto sobre las algas del período cámbrico. Ellos han recolectado miles y miles de fósiles, y tienen muchas algas fósiles en las que nadie está trabajando. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:<br /></span>¿Cuáles fueron las circunstancias que lo llevaron a convertirse en cristiano? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien:<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Comenzó en la escuela secundaria. Mis padres me enviaron a una escuela cristiana en Hong Kong, sólo porque la escuela tenía una muy buena reputación escolar. Después de seis años de estudiar la Biblia, finalmente acepté al Señor justo antes de graduarme de la escuela secundaria. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Fue una lucha por muchos años antes de eso. Pensaba que quería ser un científico, pero no quería ser una persona supersticiosa. Pero estaba realmente atraído a Jesucristo, su vida y su enseñanza. En muchos sentidos, pensaba que su enseñanza era más profunda que gran parte de la enseñanza moral china. Así que, en cierta forma, estaba convertido en mi corazón, pero rehusaba convertirme en un cristiano. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Trataba de imitar a los cristianos y entendía lo que era la salvación, pero no la acepté hasta el viaje final como estudiante del último año que hizo nuestra clase. Fuimos a las montañas más altas de la zona de Hong Kong, y no teníamos otro lugar donde quedarnos aparte de un monasterio budista. Esa [experiencia] me dio un buen contraste para comparar el esfuerzo religioso de los budistas, que admiraba, con el cristianismo. Al contemplar la naturaleza, con la que estaba profundamente enamorado, de pronto me di cuenta que tenía que adorar al Creador de la naturaleza. Así que, durante una reunión de oración, me encontré cara a cara con el Señor, y ya no había forma de eludirlo. Así que confesé mis pecados y lo acepté como Señor y Salvador. Esa fue una de las experiencias espirituales más grandes de mi vida. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:<br /></span>¿Alguna vez tuvo profesores cristianos que lo acompañaran en su educación superior? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien:<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />No. Luché por un tiempo, y realmente necesitaba alguna guía en esto. Traté de leer todos los libros disponibles sobre la ciencia y el cristianismo, pero no fueron muy útiles. Esa es otra razón por la que me gustaría trabajar en más libros en ese área. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:</span><br />¿Piensa volver a Chengjiang, el sitio chino del Cámbrico? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien:<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />Me gustaría mucho hacerlo. De alguna forma, me gustaría participar más en el trabajo con los fósiles. Si bien he disertado por muchos años en mi propio campo de la biología marina y la contaminación, pienso que me gustaría concentrarme en este aspecto. Esta es una oportunidad que se me presentó a mí que nadie más tiene. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:<br /></span>Tal vez pueda agregar "paleontólogo" a sus credenciales. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien:<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />En realidad, no. No es mi propósito. Estoy más interesado en trabajar a nivel popular. No conozco más que un puñado de paleontólogos cristianos, y siempre me gusta dialogar con ellos. En un sentido, los biólogos, geólogos y paleontólogos están en una posición bastante difícil. Estamos en medio de los cristianos y los científicos ateos. Realmente estamos entre la espada y la pared. Esta es una gran batalla que la iglesia debería considerar. Cada vez que hablo con los jóvenes, los aliento a ser científicos.</span></span></span></span></p></div><div class="Section7"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Real Issue:<br /></span>¿Piensa que tal vez los jóvenes cristianos están entrando en estos campos, pero muchos de ellos pierden la fe? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Chien:<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Sí, ya sea eso o se desalientan tanto que optan por no tomar parte. Cuando estaba en la universidad y expresaba mis dudas acerca del darwinismo, mis amigos solían decir que era ignorante o estaba loco. Tal vez pensaban que "el chino" no tenía una educación muy buena. Trataban de convencerme con argumentos "científicos," pero yo sólo decía: "Bueno, no me parece muy convincente a mí." </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> </div> <div class="Section8"><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">---- </span></span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Traducción: Alejandro Field </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">© Copyright 1997, Leadership University. The Real Issue, 1997:1. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">copyright © 1995-2006 Leadership U. Todos los derechos reservados. </span></span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Este sitio forma parte de "Telling the Truth Project" (Proyecto Proclamando la Verdad). </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family: Calibri;mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA"><p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: justify;margin-top: 5pt; margin-right: 0cm; margin-bottom: 5pt; margin-left: 0cm; line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><br /></span></span></p><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">---<br />Fuente:<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><a href="http://www.ciencia-alternativa.org">Ciencia Alternativa</a></span></span></span></span> <p class="MsoNormal" style="line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-ansi-language:ES"><o:p> </o:p></span></p></b><p></p><p class="MsoNormal" align="center" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm; margin-bottom:5.0pt;margin-left:0cm;text-align:center;line-height:normal; mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><br /></p><o:p></o:p><p></p>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-77683159336486807712009-11-21T14:19:00.000-08:002009-11-21T14:35:09.168-08:00Sobre el Origen de la Vida<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggHjFmodPdN5Lk4V-9twiCWz17xyjM7JUqZ8S9DRV52FlM84StwvOBjMipfCTaP0SFaFiqFlY_m0cCXXUoOmMhoY89-DivqK8zfhPQk8FtDwTHOM7KCVE61z-D4bKpkDS5MYXoGx81JAA/s1600/tdi-c-10.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 162px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggHjFmodPdN5Lk4V-9twiCWz17xyjM7JUqZ8S9DRV52FlM84StwvOBjMipfCTaP0SFaFiqFlY_m0cCXXUoOmMhoY89-DivqK8zfhPQk8FtDwTHOM7KCVE61z-D4bKpkDS5MYXoGx81JAA/s200/tdi-c-10.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406686116328898610" /></a><p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: left;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Por: <b>David Berlinski </b></span><br /></span></span></p><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";color:black;mso-ansi-language:ES">Estamos en 1828, un año que vio la muerte de Shaka, el rey zulú, la aprobación en los Estados Unidos del Arancel de las Abominaciones, y la batalla de Las Piedras, en América del Sur. También es el año en que el químico alemán Friedrich Wöhler anunció la síntesis de la urea a partir del ácido cianhídrico y el amoníaco. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";color:black;mso-ansi-language:ES">Descubierta por H. M. Roulle en 1773, la urea es el principal componente de la orina. Hasta 1828, los químicos habían supuesto que la urea sólo podía ser producida por organismos vivos. Wöhler proporcionó la refutación más convincente de esta tesis que se pueda imaginar. Su síntesis de urea era digna de ser tenida en cuenta, observaba él con modestia, porque “aporta un ejemplo de producción artificial de una sustancia orgánica, denominada animal, a partir de materia inorgánica”. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";color:black;mso-ansi-language:ES">El trabajo de Wöhler inició una revolución en la química; pero también inició una revolución en el pensamiento. Del mismo modo que los sistemas vivos son químicos en su naturaleza, se hizo posible imaginar que podían ser químicos en el origen, y si eran químicos en el origen, eran por tanto plenamente físicos en su naturaleza, y en consecuencia una parte del universo que podía ser explicada en términos “del modelo por el que la ciencia debe regirse” (<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: medium; "><span lang="ES" style="font-family: Georgia, serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Tomé prestada esta frase de los matemáticos J.H. Hubbard y B.H. West, en </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">On the Origins of the Mind</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, (Commentary, Noviembre 2004). La idea de que la ciencia debe ajustarse a un cierto modelo resulta familiar. Hubbard y West identifican ese modelo con las ecuaciones diferenciales, los instrumentos canónicos de la física y la química</span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; font-family: Georgia, serif; color: black; ">).<br /><br />En una carta enviada a su amigo, Sir Joseph Hooker, varias décadas después del descubrimiento de Wöhler, Charles Darwin se permitía especular. Al invocar “una pequeña sopa caliente”, cociendo en el oscuro e inaccesible pasado, Darwin imaginaba que, dados “el amoniaco y las sales fosfóricas, la luz, el calor y la electricidad, etc, presentes”, podría provocarse la generación espontánea de un “compuesto proteico”, de manera que este compuesto estuviera “listo para experimentar cambios aún más complejos”. Así comenzó la mismísima evolución darwinista.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";color:black;mso-ansi-language:ES">Pero tenía que transcurrir más tiempo. Digamos ¿unos sesenta años? Trabajando de manera independiente, J. B. S. Haldane en Inglaterra y A. I. Oparin en la Unión Soviética publicaron influyentes trabajos relativos al origen de la vida. Ambos conjeturaban que, antes de la era de la evolución biológica, debía de haber existido una era de evolución química a partir de algún tipo de sopa prebiótica. Predominaba una atmósfera reductora, dominada por el metano y el amoniaco, en la que los átomos de hidrógeno, al ceder sus electrones (y por tanto “reduciendo” a terceros) provocaban varias reacciones químicas. La energía estaba disponible en forma de descargas eléctricas, y a partir de ahí aparecieron hidrocarburos complejos en la superficie del mar. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";color:black;mso-ansi-language:ES">La publicación del artículo de Stanley Miller, “producción de aminoácidos bajo las posibles condiciones de la tierra primitiva”, en mayo de 1953 en la revista Science completó la vía inferencial iniciada por Friedrich Wöhler 125 años antes. Miller, un estudiante de doctorado, realizó su trabajo según las instrucciones de Harold Urey. Dado que no contribuyó directamente al experimento, Urey insistió en que su nombre no apareciera en el artículo. Pero hoy su artículo es universalmente conocido como el experimento de Urey-Miller, evidenciando que una buena acción puede ser su propia recompensa.</span></p></div><div class="Section2"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; ">Al elaborar inferencias sobre la evolución pre-biótica a partir de la química ordinaria, Haldane y Oparin habían abierto una puerta imaginaria. Miller y Urey irrumpieron a través de ella. Dentro de los límites de dos vasos de precipitado, recrearon un ambiente prebiótico simple. Un vaso contenía agua; el otro, conectado al primero mediante un sistema cerrado de tubos de cristal, contenía cianuro, agua, metano y amoníaco. Así, se suponía que los dos vasos simulaban el océano prebiótico y su atmósfera. Primero el agua podía pasar por evaporación hasta los gases contenidos en el segundo, y el vapor volvía al primer alambique mediante condensación.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Luego, Miller y Urey dejaron que una chispa eléctrica pasara de manera continua a través de la mezcla de gases del segundo vaso de precipitado, mientras los dioses de la química controlaban las reacciones siguientes con poca o ninguna ayuda humana. Una semana después de que comenzaran su experimento, Miller y Urey descubrieron que además de un residuo alquitranado –el producto más destacado- su potente y pequeño planeta había producido un cierto número de los aminoácidos presentes en los sistemas vivos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">El efecto causado entre los biólogos (y entre el público) fue electrizante –tanto más a causa del genio metodológico del experimento. Miller y Urey no habían hecho nada. La naturaleza lo había hecho todo. El experimento solamente había roto la nube de lo desconocido. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES"><b>La doble hélice<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">En abril de 1953, sólo cuatro semanas antes de que Miller y Urey informaran de sus resultados en Science, James Watson y Francis Crick publicaron una breve carta en Nature titulada “una estructura para el ácido desoxirribonucleico”. La carta es hoy famosa aunque sólo sea porque el exuberante Crick, por lo menos, estaba persuadido de que él y Watson habían descubierto el secreto de la vida. En esto estaban equivocados: el secreto de la vida, junto con su significado, permanece oculto. Pero al deducir la estructura del ácido desoxirribonucleico (ADN) a partir de los patrones de difracción de rayos X y de otras características químicas, Watson y Crick habían descubierto la manera por la que la vida se replica a sí misma a nivel molecular.</span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Según Watson y Crick, el ADN, conformado como una doble hélice, consistía en dos cadenas torsionadas, que se miraban una a otra y que estaban unidas mediante puntales (<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: medium; "><span lang="ES" style="font-family: Georgia, serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">En inglés “struts”, literalmente “puntales” (N. del T.</span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; font-family: Georgia, serif; ">). Cada cadena se componía de una serie de cuatro bases nitrogenadas: adenina (A), guanina (G), timina (T) y citosina (C). Las bases eran nitrogenadas porque su actividad química estaba determinada por los electrones del átomo de nitrógeno y eran bases porque pertenecían a una de las dos grandes familias químicas – la otra son los ácidos, con los que se combinan para dar sales.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Dentro de cada hebra de ADN, las bases nitrogenadas se unen a un azúcar, la desoxirribosa. Las moléculas de azúcar están unidas unas a otras por un grupo fosfato. Cuando los nucleótidos (A, G, T o C) se hallan conectados dentro de una cadena de azúcar-fosfato, forman un polinucleótido. En el ADN del vivo, dos de estas cadenas se enfrentan la una a la otra, mientras que las bases se unen entre sí, una A con una T y una G con una C. La correspondencia entre las bases se conoce como apareamiento de Watson y Crick. <o:p></o:p></span></p> </div> <div class="Section3"><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; ">“No hemos dejado de advertir”, observaban Watson y Crick, “que el emparejamiento específico que hemos postulado sugiere inmediatamente un posible mecanismo de copia del material genético” (énfasis añadido). Es decir, que la replicación procede cuando una molécula de ADN es desdoblada a lo largo de su eje interno, dividiendo los enlaces de hidrógeno entre las bases. El emparejamiento entre las bases, por lo tanto, funciona para conseguir que dos hebras de una doble hélice separada formen de nuevo esa doble hélice.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Está fue la conjetura de Watson y Crick y así quedó demostrado. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES"><b>La síntesis de proteínas<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Junto a Francis Crick y Maurice Wilkins, James Watson recibió el premio Nobel de medicina en 1962. En su discurso de aceptación en Estocolmo, ante el rey de Suecia, Watson tuvo la ocasión para explicar su objetivo de investigación original. El primero era explicar la replicación genética. Esto lo habían hecho Crick y él. El segundo era describir “el modo en que los genes controlan la síntesis proteica”. Esto estaba en curso de hacerlo.</span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">El ADN es una molécula grande, larga y estable. En comparación con otras moléculas, es relativamente inerte. Más bien son las proteínas quienes se ocupan de los asuntos cotidianos de la célula. Actuando a modo de enzimas, y por tanto como agentes del cambio, las proteínas hacen posible el metabolismo rápido característico de los modernos organismos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Las proteínas están formadas por alfa-aminoácidos de los que existen 20 en los organismos vivos. El prefijo “alfa” designa la posición del átomo de carbono crucial del aminoácido, que indica que se encuentra adyacente a (y está unido con) un grupo carboxilo compuesto de carbono, oxígeno, otra vez oxígeno e hidrógeno. Y las proteínas son polímeros: como sucede en el ADN, sus aminoácidos constitutivos están dispuestos en cadenas moleculares. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Pero ¿cómo hace la célula para unir los aminoácidos para formar proteínas específicas? Este es el problema al que aludió Watson, mientras el rey de Suecia, perdido en una nube de admiración, asentía amistosamente. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">El éxito del emparejamiento de Watson y Crick había persuadido a un cierto número de biólogos moleculares de que el ADN llevaba a cabo la síntesis de proteínas mediante el mismo proceso que gobernaba su replicación: la formación de patrones asimétricos o “moldes”. Después de todo, la replicación molecular procedía mediante una separación y recombinación de moléculas homólogas (o simétricas) divinamente simple, de manera que cada hebra de ADN serviría de molde para otra. Así, parecía igualmente verosímil que el ADN realizara una función de molde para los aminoácidos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Fue Francis Crick quien por primera vez observó en 1957 que esto era sumamente improbable. En una nota de carácter privado, Crick escribió que “si se considera la naturaleza físico-química de las cadenas laterales de los aminoácidos, no encontraremos características complementarias en los ácidos nucleicos. ¿Dónde están las superficies hidrofóbicas que distinguen la valina de la leucina y la isoleucina? ¿Dónde están los grupos cargados, en posiciones específicas, que van con aminoácidos de carácter ácido o básico?” <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Por si alguien no se hubiera percatado, Crick vuelve a subrayar: “no creo que nadie que examine el ADN o el ARN [ácidos ribonucléicos] piense que son moldes de aminoácidos”. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Si estas observaciones hubieran sido hechas por alguien que no fuera Francis Crick, podrían haber sido consideradas como las palabras de un lunático; pero si miramos hoy cualquier texto de biología molecular actual, está claro que Crick sólo estaba subrayando lo que estaba bajo sus narices. ¿Dónde están esas “superficies hidrofóbicas nudosas”? Imaginar que los ácidos nucleicos forman un molde o un patrón para los aminoácidos es un poco como intentar imaginar un guante para un ciempiés. Pero si los ácidos nucleicos no forman un molde para los aminoácidos, entonces la información que ellos contienen –la totalidad de la vieja sabiduría de las especies, después de todo-sólo podía ser expresada mediante una forma indirecta de transmisión: algún tipo de código.</span></p></div><div class="Section4"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">La idea no era nueva. El físico Erwin Schrödinger había predicho en 1945 que los sistemas vivos podrían contener lo que él llamó un “código escrito”, y su breve y elegante libro, “¿Qué es la vida?”, ejerció una poderosa influencia en todos los biólogos moleculares que lo leyeron. Diez años más tarde, el omnipresente Crick invocó la frase “hipótesis de secuencia” para caracterizar la doble idea de que la secuencia de ADN deletrea un mensaje y de que se necesita un código para expresarlo. Permanecían oscuros tanto el mecanismo por el que se transmite como la sintaxis del mensaje. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">El mecanismo emergió primero. A finales de los años 50, François Jacob y Jacques Monod propusieron la tesis de que el ARN actuaba como primer intermediario de una cadena que va desde el ADN hasta los aminoácidos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">El ARN es un ácido nucleico de cadena sencilla más que de doble cadena: un pedacito del bloque de ADN. En vez de timina (T), contiene la base uracilo (U) y el azúcar que hay en su esqueleto carece de un átomo de oxígeno desprendido de sus desoxirribosa. Pero el ARN, decían Jacob y Monod, era más que una simple molécula: era un mensajero, un instrumento de transmisión, que “transcribía” en un medio un mensaje que se había expresado primero en otro. Entre las muchas formas en que el ARN pulula dentro de la célula moderna, el ARN destinado para tareas de transcripción fue conocido, por razones obvias, como ARN “mensajero”. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">En la transcripción, los biólogos moleculares habían descubierto un segundo proceso fundamental, un compañero de armas de la replicación. Casi inmediatamente después, aparecieron los detalles del código empleado por el mensajero. En 1961, Marshall Nirenberg y J. Heinrich Matthei anunciaron que habían descubierto un punto específico de contacto entre el ARN y el aminoácido. Y posteriormente, poco a poco, emergió la totalidad del código genético. El ARN (como el ADN) está organizado en tripletes, de manera que las secuencias adyacentes de tres bases corresponden a un aminoácido sencillo. Sesenta y cuatro tripletes (o codones) gobiernan a veinte aminoácidos. El esquema es universal o casi del todo. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">La elaboración del código genético hizo posible un modelo de la célula moderna notablemente elegante, en forma de un sistema en el que las secuencias de los codones dentro del ácido nucleico actúan a distancia para determinar secuencias de aminoácidos dentro de las proteínas: órdenes enviadas, respuestas garantizadas. Un tercer proceso biológico fundamental adquiría así encarnación molecular. Si la replicación servía para dividir y luego para duplicar el mensaje ancestral de la célula, y la transcripción para re-expresarlo en forma de ARN mensajero, la “traducción” actuaba para transmitir ese mensaje desde el ARN mensajero hasta los aminoácidos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Pese a todo el poder y la audacia de esta tesis, los detalles permanecieron en el nivel de lo que los bibliotecarios denominan como procedimientos generales de explicación. Nadie había establecido una conexión directa -física- entre el ARN y los aminoácidos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Percatándose del problema, Crick también indicó la forma de su solución. “Por lo tanto, yo propuse una teoría”, escribiría retrospectivamente, “en la cual había veinte adaptadores (uno para cada aminoácido) junto a veinte enzimas especiales. Cada enzima uniría un aminoácido particular con su adaptador especial”. <o:p></o:p></span></p> </div> <div class="Section5"><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; ">A comienzos de 1969, más o menos al mismo tiempo en que un sombrío Lyndon Johnson abandonaba la Casa Blanca para regresar a los Pedernales, los adaptadores cuya existencia Crick había predicho vieron la luz. Había veinte, tal y como él había sugerido. Eran cortos en longitud; eran específicos en su acción y eran ácidos nucleicos. Colectivamente, ahora reciben el nombre de ARN “transferente” (ARNt).</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Plegados como una hoja de trébol, los ARN transferentes sirven físicamente de puente entre el ARN mensajero y un aminoácido. Un brazo de la hoja de trébol recibe el nombre de región anti-codon. Las tres bases nucleotídicas que contiene están curvadas alrededor del brazo cuyo extremo tiene forma de ampolla y se aparean de acuerdo con el modelo de Watson y Crick con las bases del ARN mensajero. El otro extremo de la hoja de trébol es la región aceptora. Es aquí donde el aminoácido debe ir, mientras que la estructura del ARNt sugiere una complicada conexión tipo hembra, esperando ser ocupada por el aminoácido específico tipo macho. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Los adaptadores cuya existencia Crick había predicho servían de manera dramática para confirmar su hipótesis de que tales adaptadores eran necesarios. Pero aunque estos ocasionan una conexión física entre ácidos nucleicos y aminoácidos, el hecho de que ellos mismos sean aminoácidos suscita una pregunta: dentro de la cadena molecular extendida ¿qué es lo que actúa para adaptar a los adaptadores con los aminoácidos? Y esto, también, fue un problema que Crick previó y resolvió: su primera sugerencia mencionaba tanto el adaptador (el ácido nucleico) como sus enzimas (las proteínas). <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Y de nuevo fue demostrado. La acción de emparejar los adaptadores a los aminoácidos es llevado a cabo por una familia de enzimas, y por tanto por una familia de proteínas: las aminoacil-ARNt-sintetasas. Hay tantas de estas enzimas como adaptadores. El prefijo “aminoacil” indica un tipo de reacciones químicas, y es en el proceso de aminoacilación que la carga de un grupo carboxilo se une a una molécula de ARN transferente. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">De manera colectiva, las enzimas conocidas como sintetasas tienen el poder de reconocer codones específicos y de seleccionar sus aminoácidos apropiados dentro del código genético universal. Se piensa de manera ordinaria que el reconocimiento y la selección son acciones cognitivas. En psicología, son poco conocidas pero dentro de la célula han sido explicadas en términos químicos y también en términos “del modelo por el que la ciencia debe regirse”. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Con el ARNt cargado de manera apropiada, la molécula es conducida al ribosoma, donde se lleva a cabo la tarea de ensamblar las secuencias de aminoácidos mediante otro ácido nucleico, el ARN ribosómico (ARNr). De esta manera, la célula moderna se encuentra subordinada a un rico drama narrativo. En resumen: <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Replicación: duplica el mensaje genético del ADN.<br />Transcripción: copia el mensaje genético del ADN en forma de ARN.<br />Traducción: conduce el mensaje genético desde el ARN hasta los aminoácidos –donde, en un cuarto y último paso, los aminoácidos son ensamblados para producir proteínas.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES"><b>El dogma central<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">De nuevo fue Francis Crick, con su notable don para imprimir su autoridad en una disciplina entera, quien organizó estos hechos en lo que él denominó el dogma central de la biología molecular. La célula, afirmaba Crick, es un reino dividido. Al actuar como administrador de la célula, los ácidos nucleicos personifican toda la sabiduría requerida –donde ir, qué hacer, cómo hacerlo- en la secuencia específica de sus bases nucleotídicas. La administración procede mediante la transmisión de información desde los ácidos nucleicos hasta las proteínas.</span></b></span></p></div><div class="Section6"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">El dogma central representa una flecha que señala en una dirección, desde los ácidos nucleicos hasta las proteínas, y nunca en dirección contraria. Pero ¿existe algo parecido a una flecha que acostumbre a regresar de su objetivo? No es esta una cuestión que Crick considerara, aunque en un cierto sentido la respuesta es sencillamente no. Dado el moderno código genético, que hace corresponder cuatro nucleótidos a veinte aminoácidos, no puede haber código inverso que vaya en dirección opuesta; una correspondencia contraria es matemáticamente imposible. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Pero hay otro sentido en el que el dogma central de Crick genera su propio contrario. Si los ácidos nucleicos son los administradores de la célula, las proteínas son sus ejecutivos químicos: tanto el personal como la materia de la vida. La flecha molecular va en un sentido con respecto a la información, pero va en dirección contraria con respecto a la química. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">La replicación, la transcripción y la traducción representan el gran despliegue del dogma central a medida que procede en un sentido. Las actividades químicas iniciadas por las enzimas representa el gran despliegue del dogma central, cuando va en el otro. Dentro de la célula, las dos mitades del dogma central se combinan para revelar un sistema de codificación química, una tabla horaria exquisitamente intrincada pero notablemente coherente que recuerda a un gran ejército en acción. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">A partir de estas consideraciones, emerge una figura familiar: la figura del huevo y la gallina. La replicación, la transcripción y la traducción se hallan todas bajo el control de varias enzimas. Pero las enzimas son proteínas, y estas proteínas especiales son especificadas por los ácidos nucleicos celulares. El ADN requiere las enzimas para llevar a cabo el trabajo de replicación, transcripción y traducción; las enzimas necesitan del ADN para iniciarlo. Los ácidos nucleicos y las proteínas se hallan así profundamente coordinados, cada uno dependiendo del otro. Sin aminoacil-ARNt-sintetasa, no hay traducción del ARN, pero sin ADN no hay síntesis de aminoacil-ARNt-sintetasa. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Si los ácidos nucleicos y sus enzimas se persiguieran entre ellas por siempre y dentro de la misma célula, el resultado sería un círculo vicioso. Pero la vida ha resuelto elegantemente este círculo en forma de espiral. La aminoacil-ARNt-sintetasa, que hace falta para completar la traducción molecular, entra en una determinada célula procedente de su progenitor o célula “madre”, donde es especificada por el ADN de dicha célula. Las enzimas necesarias para que el ADN de la célula madre haga su trabajo, entran en aquella célula desde su línea materna y así sucesivamente. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">En lo relativo a la intuición o la experiencia, estos hechos no sugieren nada más que la eterna y misteriosa verdad de que la vida solo procede de la vida. Como dijo el escritor latino, omnia viva ex vivo. Sólo cuando los hechos se hallan en el marco de las varias teorías sobre el origen de la vida, suscitan una paradoja o por lo menos una cuestión: en la espiral molecular descendente, ¿qué vino primero: la gallina en forma de ADN o su huevo en forma de varias proteínas? Y si ninguno vino primero ¿cómo empezó la vida? <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES"><b>El mundo de ARN<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Estamos en 1967, el año de la guerra de los seis días en Oriente Medio, del descubrimiento de las interacciones electrostáticas débiles en la física de partículas, del término de un programa de investigación de veinte años dedicado al efecto de la fluorización sobre la caries dental en Evanston, Illinois. Es también el año en que Carl Woese, Leslie Orgel y Francis Crick introdujeron la hipótesis de que una “evolución basada en la replicación del ARN precedió a la aparición de la síntesis de las proteínas” (énfasis añadido).</span></b></span></p> </div> <span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family: Calibri;mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA"><br /> </span> <div class="Section7"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Por entonces, quedó notablemente claro que la estructura de la célula moderna no sólo era más compleja que otras estructuras físicas sino también que era compleja hasta un punto poco conocido. Y sin embargo no importa lo mucho que los biólogos viajaran en el túnel del tiempo, ciertas características de la célula estaban aún ahí, un mensaje lanzado hacia el futuro por el último ancestro común universal. Resumiendo en perspectiva su propia perplejidad, Crick observaría más tarde que “un hombre honesto, armado con todo el conocimiento del que disponemos hoy, sólo podría afirmar que, en algún sentido, el origen de la vida aparece por el momento casi como un milagro”. Muy sabiamente, Crick no escribió por lo tanto otro artículo sobre el asunto –aunque afirmó su compromiso con la teoría de la “panspermia dirigida”, según la cual la vida se originó en alguna región del universo y, por razones que Crick nunca pudo especificar, fue sencillamente enviada aquí. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Pero eso fue más tarde. En 1967, la argumentación aducida por Woesel, Orgel y Crick era simple. Dados aquellos pollos y aquellos huevos, algo tenía que haber llegado primero. Dos posibilidades fueron tachadas de la lista por un simple proceso de eliminación. ¿El ADN? Demasiado estable y, en algún extraño sentido, demasiado perfecto. ¿Las proteínas? Incapaces de dividirse a sí mismas, y siendo así, como eunucos moleculares, útiles sin ser fecundas. Quedaba el ARN. Aún cuando no era obvia su elección como molécula primordial, tampoco resultaba obvio que fuera una elección errónea. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Una vez propuesta la hipótesis –aunque sin mucha sensación de confianza intelectual- los biólogos diferían en sus interpretaciones. Pero estaban de hecho de acuerdo acerca de tres principios generales. Primero, que en un pasado distante, el ARN, y no el ADN, controlaba la replicación genética. Segundo, que el modelo de emparejamiento de Watson y Crick gobernaba el ARN ancestral. Y tercero, que el ARN llevó a cabo en cierto momento las actividades de la clase que hoy desempeñan las proteínas. La paradoja del huevo y la gallina fue resuelta por lo tanto mediante la hipótesis de que la gallina era el huevo. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">En 1981, el descubrimiento independiente de la ribozima –una enzima ribonucleica- por Thomas Cech y Sydney Altman confería a la hipótesis del ARN la fuerza de una conjetura científica. Al estudiar el protozoo ciliado Tetrahymena thermophila, Cech descubrió para su asombro una forma de ARN capaz de inducir un corte. En el lugar en que una enzima hubiera trabajado para apartar una hebra de ARN, había una ribozima haciendo su trabajo. La pequeña y ocupada molécula servía no sólo para dar instrucciones: aparentemente, las llevaba a cabo también y en cualquier caso hacía lo que los bioquímicos habían supuesto desde los años 20, que sólo podía ser hecho por una enzima y, por lo tanto, por una proteína. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">En 1986, el bioquímico Walter Gilbert afirmó la existencia de todo un “mundo” de ARN, un estado ancestral promovido por la magia de esta denominación al que gran parte de los biólogos consideran un hecho. Así, cuando el biólogo molecular Harry Soller descubrió que la síntesis de proteínas dentro de los actuales ribosomas está catalizada por ARN ribosómico (ARNr), y no por ninguna de las viejas enzimas que nos son familiares, para Leslie Orgel apareció como “casi cierto” que “hubo una vez un mundo de ARN” (énfasis añadido). <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES"><b>De la biología molecular al origen de la vida<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Es perfectamente cierto que cada parte de la célula moderna lleva tenues rastros del pasado. Pero estos rastros moleculares son sólo indicios. Por el contrario, para cualquiera que la haya estudiado, la ribozima parece ser una auténtica reliquia, un recuerdo sólido y palpable del pasado prebiótico. Su descubrimiento llevó incluso a Francis Crick a admitir que él también hubiera deseado haber sido lo suficientemente listo como para buscar esas reliquias antes de que las hubiéramos conocido.</span></b></span></p></div><div class="Section8"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Gracias a la ribozima, muchísimos científicos se han convencido de que “el modelo por el que la ciencia debe regirse” está muy cerca de abarcar el origen mismo de la vida. “Mis expectativas”, afirma David Liu, profesor de química y biología química en Harvard, “es que podremos reducir esto a una serie muy simple de sucesos lógicos”. Aunque a menudo exagerado, este optimismo no es de ningún modo irracional. Al mirar a la célula moderna, los biólogos proponen reconstruir a lo largo del tiempo las estructuras que ahora se encuentran simplemente en el espacio. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">La investigación sobre el origen de la vida se ha visto subordinada a una triple secuencia racional, que comienza en un pasado muy distante. Primero, los constituyentes de la célula se formaron y ensamblaron. Esto incluía las bases nucleotídicas, los aminoácidos y los azúcares. Luego siguió la aparición de las ribozimas, de algún modo dotadas de poder de autorreplicación. Así las cosas, emergió un sistema químico codificado que hizo posible lo que el biólogo molecular Paul Schimmel ha denominado “el teatro de las proteínas”. De este modo prosiguieron las sustancias desde el pasado prebiótico hasta el mismo umbral del último ancestro común y universal, en tanto que, con un gusto inimitable, la vida comenzó a diversificarse por sí misma de acuerdo con los principios darwinianos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Esta explicación ya no es fantasía. Pero todavía no es un hecho. Esta es una razón por la que desandar lo andado es un ejercicio interesante al que ahora regresaremos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES"><b>La era de Miller<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Quizás sea hace cuatro mil millones de años. La primera de las grandes eras en que la formación de la vida ha comenzado. Las leyes de la química tienen el control completo de las cosas - ¿Qué más? Es la era de Miller, el período que marca la transición desde la química inorgánica a la orgánica.</span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">De acuerdo con la impresión general que transmite la literatura científica y de divulgación, el éxito del experimento original de Miller-Urey fue absoluto e ilimitado. Sin embargo, esto resulta un tanto exagerado. Poco después de que Miller y Urey publicaran sus resultados, cierto número de experimentados geoquímicos expresaron reservas. Miller y Urey habían supuesto que en la atmósfera prebiótica, el hidrógeno cedía electrones (reducía) para promover la actividad química. No es así, decían los geoquímicos. La atmósfera prebiótica estaba mucho más cerca de la neutralidad que de ser reductora, y contenía poco o ningún metano y bastante dióxido de carbono. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Nada en los años subsiguientes ha hecho pensar que estos geoquímicos amargados estuvieran radicalmente equivocados. B. M. Rode, en el número de 1999 de la revista Peptides observó con suavidad que “la moderna geoquímica supone que la atmósfera secundaria de la atmósfera primitiva (i. e. después de la difusión del hidrógeno y del helio por el espacio)... consistía principalmente en dióxido de carbono, nitrógeno, agua e incluso pequeñas cantidades de oxígeno”. Esto no es un entorno para inducir excitación química. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Hasta hace poco, la naturaleza químicamente poco reactiva de la atmósfera inicial permanecía siendo un secreto incómodo entre los biólogos evolutivos, del mismo modo que cuando uno se entera de que un tío viste en privado ropa interior femenina; si los biólogos estuvieran dispuestos a reconocer los hechos en público, podrían hacerlo subrayando que toda familia tiene uno. Esto ha cambiado ahora. El asunto parece encontrarse con problemas. Un artículo reciente en Science ha sugerido que las conjeturas previas acerca de la atmósfera prebiótica estaban seriamente equivocadas. Unos pocos investigadores han aducido que, después de todo, una atmósfera reductora no es lo bastante importante para la síntesis prebiótica como se había imaginado previamente.</span></p></div><div class="Section9"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">A este respecto, el mismo Miller ha mantenido una perspectiva mucho más honesta y poco productiva. “O tienes una atmósfera reductora”, escribió lisa y llanamente, “o no vas a tener los compuestos orgánicos necesarios para la vida”. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Si la composición de la atmósfera prebiótica sigue siendo materia de controversia, esto no debe sorprendernos: los geoquímicos están intentando revisar una era situada cuatro mil millones de años atrás. La síntesis de agentes químicos prebióticos es otro asunto. Las preguntas acerca de dichos agentes caen dentro de la disciplina de los experimentos de laboratorio. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Entre estas cuestiones se encuentra la que concierne a la base citosina (C). Ni rastro de ella se ha encontrado en ningún meteorito. No se encuentra en cometa alguno, por lo que puede saberse. No está enterrada en la Antártida. Tampoco puede producirse mediante ninguno de los corrientes experimentos de química prebiótica. Fuera de la célula viva, no existe en ningún otro sitio. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Por tanto, cuando M. P. Robertson y Stanley Miller anunciaron en Nature en 1995 que habían determinado una ruta razonable para la síntesis prebiótica de citosina a partir de cianoacetaldehído y urea, el sentimiento de satisfacción fue muy considerable. Pero duró poco. En una larga e influyente revisión publicada en los Proceedings of the Nacional Academy of Science, el químico de la Universidad de Nueva York Robert Shapiro observó que la reacción en la que Robertson y Miller habían puesto sus esperanzas, aunque suficientemente activa, no llevaba finalmente a sitio alguno. De modo demasiado rápido, la citosina que habían sintetizado se transformaba a sí misma en la base del ARN uracilo (U) mediante un proceso químico conocido como desaminación, que no tiene más misterio que el de deshacerse de una molécula mediante el procedimiento de enviarla a otro sitio. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">La dificultad, escribía Shapiro, era que “la formación de citosina y la subsiguiente desaminación del producto hasta uracilo ocurría con la misma velocidad”. Robertson y Miller habían informado ellos mismos de que después de 120 horas, la mitad de su preciosa citosina se había ido – y lo hacía más deprisa cuando sus reacciones tenían lugar en una urea saturada. En palabras de Shapiro, “estába claro que la producción de citosina caería hasta el 0 por ciento si la reacción se prolongara”. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Si la reacción química central favorecida por Robertson y Miller se auto-anulaba, podía suceder o no bajo circunstancias improbables. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Era necesario urea concentrada para disparar la reacción; un tufillo del cuarto de al lado no lo haría. Por esta misma razón, sin embargo, el mar prebiótico, en el que los concentrados desaparecían demasiado rápido, era un lugar difícil para el comienzo – como cualquiera que se haya orinado en una piscina puede confirmar con una satisfacción culpable. Al tanto de esto, Robertson y Miller propusieron un conjunto diferente de circunstancias: en lugar de la sopa prebiótica, lagunas en desecación. En un pasaje polémico final, su crítico, Shapiro, estipuló que sería necesario lo siguiente: <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Un lago aislado, o algún otro depósito de agua de mar, deberían contener concentraciones extremas... <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Además, sería necesario que los residuos líquidos estuvieran en recipientes impermeables [para impedir las reacciones cruzadas]. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Los procesos de concentración deberían de interrumpirse durante algunas décadas... para permitir que las reacciones tuvieran lugar. <o:p></o:p></span></p> </div> <div class="Section10"><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; ">En este punto, la reacción necesitaría atenuación (quizás por evaporación o sequedad) para impedir la pérdida por desaminación.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Finalmente, debería de haber un reservorio de urea sólida que contuviera citosina (y urea). <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Este escenario, subrayaba Shapiro, “no puede excluirse por ser un suceso raro de la tierra primitiva, pero no puede calificarse de verosímil”. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Al igual que la citosina, el azúcar debe también hacer aparición en la era de Miller, y, como la citosina, es también difícil de sintetizar en condiciones prebióticas plausibles. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">En 1861, el químico alemán Alexander Bulterow creó una sustancia parecida al azúcar a partir de una mezcla de formaldehído y cal. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Purificado posteriormente mediante una larga serie de reactivos químicos orgánicos, la denominada reacción de la formosa de Bulterow ha sido desde entonces una fuente de inspiración para los investigadores del origen de la vida. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Hoy, la reacción se inicia mediante un agente alcalino, como el talio o el hidróxido de plomo. Luego sigue un largo período de inducción, donde burbujean un cierto número de intermediarios. La reacción de la formosa es autocatalítica en el sentido de que sigue funcionando: los carbohidratos que genera sirven de cebador para la reacción a modo de bucle creciente de retroalimentación exponencial hasta que el depósito inicial de formaldehído se agota. Una vez terminada la inducción, la reacción de la formosa produce una cierta cantidad de azúcares complejos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Sin embargo, no son azúcares en general lo que la era de Miller requiere, sino una forma particular de azúcar llamada ribosa – y no simplemente ribosa sino dextro-ribosa. Los compuestos del carbono son de manera natural dextrógiros o levógiros, dependiendo de cómo polarizan la luz. La ribosa existente en los sistemas vivos lo hace hacia la derecha, de ahí el prefijo “dextro”. Pero los azúcares que salen de la reacción de la formosa son racémicos, es decir, tanto dextro- como levógiros, y la producción de ribosa útil es insignificante. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Aunque por el momento en nada ha cambiado el hecho fundamental de que es muy difícil obtener azúcar dextrógira en cualquier clase de experimento, en 1990 el químico suizo Albert Eschenmoser fue capaz de alterar sustancialmente la manera en que aparecían los azúcares. Modificando la misma reacción de la formosa con la mano de un maestro, Eschenmosser alteró dos moléculas añadiéndolas dos grupos fosfato. Este simple cambio impidió la formación de azúcares extraños que atestaban la clásica reacción de la formosa. Los productos, informaba Eschenmosser, incluían entre otras cosas una mezcla de ribosa 2,4 di-fosfato. Aunque la mezcla era racémica, contenía una molécula cercana a la ribosa, necesaria para los sistemas vivos. Mediante unos pocos ajustes químicos, Eschenmosser pudo afirmar, de manera verosímil, que la ruta prebiótica hacia la síntesis de azúcar estaba abierta. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Quedaba para los escépticos el observar que, en dos cuestiones, las reacciones de la ribosa de Eschenmosser dependían de manera crítica del mismo Eschenmosser: primero, cuando él ligó dos grupos fosfato a un cierto número de intermediarios de la reacción de la formosa, y en segundo lugar, cuando los retiró. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Lo que daba al experimento de Miller-Urey su poder para excitar la imaginación era la sensación de que, una vez fijado el escenario, Miller y Urey salieron del teatro. Por el contrario, Eschenmosser permanecía en el centro de la escena, aportando directrices y en general demostrándose él mismo indispensable para todo el escenario. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Los acontecimientos de la era de Miller parecían así depender de un gran supuesto, todavía no demostrado, de que la atmósfera primitiva era reductora, al tiempo de que dos triunfos químicos de la época, la citosina y el azúcar, permanecen por el momento más allá del poder de la química prebiótica contemporánea.</span></p></div><div class="Section11"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES"><b>De la era de Miller a la auto-replicación del ARN<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Con el gran progreso a través del cual la vida surgió a partir de la materia inorgánica, concluye la era de Miller. Nos encontramos ahora hace 3.8 mil millones de años. Los precursores químicos de la vida han sido formados. En algún lado existe un reservorio de nucleótidos puros. Está a punto de comenzar una nueva era.</span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">La misión histórica encomendada a esta era es doble: formar cadenas de ácidos nucleicos a partir de nucleótidos y descubrir entre ellos los que son capaces de reproducirse a sí mismos. Sin lo primero no hay ARN, y sin lo segundo no hay vida. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">En los sistemas vivos, la polimerización o la formación de cadenas proceden por medio de las impagables enzimas. Pero en el lúgubre y poco acogedor mundo prebiótico, no hay enzimas. Y por eso los químicos han asignado su cometido a varios catalizadores inorgánicos. J. P: Ferris y G. Ertem, por ejemplo, afirman que los nucleótidos activados se unen covalentemente cuando están incrustados en la superficie de la montmorilonita, un tipo de arcilla. Este ejemplo, que combina la complejidad técnica con la falta de una conclusión general, puede servir para muchos otros casos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">En cualquier caso, habiendo concluido la polimerización –por el medio que sea– el resultado sería (en palabras de Gerald Joyce y Leslie Orgel) “un ensamblaje aleatorio de secuencias polinucleotídicas”: largas moléculas que surgen a partir de otras pequeñas, como las frondas de la superficie de un estanque. De entre estas frondas, se piensa que la naturaleza descubrió la molécula auto-replicativa. Pero ¿cómo? <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">La evolución darwiniana es totalmente inútil en este período o era, dado que la evolución darwiniana comienza con la auto-replicación y la auto-replicación es precisamente lo que hay que explicar. Pero si la evolución darwiniana no sirve, entonces tampoco sirve la química. Las frondas comprenden “un ensamblaje aleatorio de secuencias polinucleotídicas” (énfasis añadido), pero ningún principio de la química orgánica sugiere que los encontronazos sin objeto entre ácidos nucleicos conduzcan hasta una cadena capaz de auto-replicación. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Si la química es irrelevante y no puede recurrirse al darwinismo ¿qué mecanismo queda? El mejor amigo de los biólogos evolutivos: la pura y estúpida suerte. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">¿Tuvo suerte la naturaleza? Depende de la recompensa y de las probabilidades. La recompensa está clara: una forma ancestral de ARN capaz de auto-replicación. Sin la recompensa, no hay vida y, obviamente, en algún momento, la recompensa fue pagada. La cuestión son las probabilidades. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Por el momento, nadie sabe de manera precisa cómo calcular esas probabilidades, aunque sólo sea porque en el laboratorio, nadie ha llevado a cabo un experimento capaz de producir una ribozima auto-replicativa. Pero la longitud mínima o la “secuencia” que es necesaria para que una ribozima actual lleve a cabo lo que el distinguido geoquímico Gustaf Arrhenius denomina “actividad ligasa demostrada” sí se conoce. Es aproximadamente de 100 nucleótidos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Con lo cual, tal y como uno esperaría, la cosa puede explotar muy deprisa. Tal y como dice Arrhenius, hay 4<sup><span style="position:relative;top:-5.0pt;mso-text-raise:5.0pt">100 </span></sup>o aproximadamente 10<sup><span style="position:relative;top:-5.0pt;mso-text-raise: 5.0pt">60 </span></sup>secuencias nucleotídicas que tienen una longitud de 100 nucleótidos. Este es un número alucinantemente alto. Excede el número de átomos contenidos en el universo y también la edad del universo en segundos. Si las probabilidades a favor de la auto-replicación son 1 en 10<sup><span style="position:relative;top:-5.0pt;mso-text-raise:5.0pt">60</span></sup>, nadie apostaría por ello, sin importar lo atrayente que fuera la recompensa, y tampoco lo habría hecho la naturaleza. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Dice Arrhenius discutiendo este mismo punto, “se busca consuelo de la tiranía de las posibilidades combinatorias de los nucleótidos mediante la intuición de que la estricta especificidad de secuencia puede no ser necesaria a lo largo de todo el dominio funcional del oligómero, haciendo así que una gran cantidad de elementos sean candidatos a participar en la construcción de una entidad funcional última”. Permítanme traducírselo: ¿Por qué suponer que las secuencias auto-replicantes son aptas para ser consideradas raras solamente porque son largas? Podían haber sido bastante comunes.</span></p></div><div class="Section12"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Bien podrían haberlo sido. Y sin embargo toda la experiencia se muestra en contra. ¿Por qué deberían ser comunes las moléculas de ARN auto-replicantes hace 3.6 mil millones de años cuando hoy son imposibles de obtener en condiciones de laboratorio? Nadie, a este respecto, ha visto alguna vez una ribozima capaz de forma alguna de acción catalítica que no sea muy específica en su secuencia y diferente de las secuencias relacionadas. Nadie ha visto nunca una ribozima capaz de llevar a cabo una acción química sin la ayuda de un conjunto de enzimas. Nadie ha visto jamás algo semejante. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Las probabilidades, entonces, son desalentadoras, y cuando se consideran de manera realista, son incluso peores de lo que esta alarmante explicación pudiera sugerir. El descubrimiento de una molécula sencilla con el poder de iniciar una replicación difícilmente sería suficiente como para establecer la replicación. ¿Qué molde replicaría? En otras palabras, necesitamos por lo menos dos, haciendo así que las probabilidades de descubrirlas conjuntamente aumenten desde 1 en 10<sup><span style="position: relative;top:-5.0pt;mso-text-raise:5.0pt">60 </span></sup>a 1 en 10<sup><span style="position:relative;top:-5.0pt;mso-text-raise:5.0pt">120</span></sup>. Es necesario que estas dos secuencias se encuentren aproximadamente en el mismo sitio. Y en el mismo momento. Y organizadas de tal manera que se favorezca el apareamiento de bases. Y mantenidas en su sitio de algún modo. Y tamponadas en contra de posibles reactivos competidores. Y lo suficientemente productivas como para que sus duplicados no se desvanezcan en el mar insondable. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Al considerar el descubrimiento por azar de dos secuencias de ARN de apenas 40 nucleótidos de longitud, Joyce y Orgel concluyeron que la “biblioteca” requerida necesitaría 10<sup><span style="position:relative;top:-5.0pt;mso-text-raise:5.0pt">48 </span></sup>secuencias posibles. Dado el peso del ARN, observaron tristemente, el volumen de la muestra correspondiente excedería la masa de la tierra. Y, como se recordará, este es el mismo Leslie Orgel que observaba que “es casi seguro que hubo alguna vez un mundo de ARN”. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Permítasenos añadir dos supuestos más a la lista ya acumulada: sin enzimas, los nucleótidos se organizaron de algún modo en cadenas y, por medios que no podemos duplicar en el laboratorio, una molécula prebiótica descubrió cómo reproducirse a sí misma. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES"><b>Del ARN auto-replicativo a la química codificante<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Una nueva era está en ciernes, una era que comienza con el ARN auto-replicativo y que termina con el sistema de codificación química característico de la célula moderna. Por célula moderna se entiende la que divide sus funciones mediante la asignación a sus ácidos nucleicos de la gestión de la información y a las proteínas la ejecución de su actividad química. Nos encontramos hace 3.6 mil millones de años.</span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Con el advenimiento de esta era emergen problemas conceptuales distintos. Puede que ahora veamos a los dioses de la química alejándose en la distancia. La codificación química del sistema celular está determinado por dos objetos combinatorios discretos: los ácidos nucleicos y los aminoácidos. Estos objetos son discretos porque, del mismo modo que no hay frases fraccionarias que contengan tres palabras y media, no hay secuencias nucleotídicas fraccionarias que contengan tres nucleótidos y medio o proteínas que contengan tres aminoácidos y medio. Y son combinatorias, porque tanto los ácidos nucleicos como los aminoácidos son combinados por la célula para formar grandes estructuras.</span></p></div><div class="Section13"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Pero si la gestión de la información y su administración dentro de la célula moderna está determinada por un sistema combinatorio discreto, el trabajo de la célula es parte de una empresa marcadamente diferente. Pese a la tabla periódica, las reacciones químicas no son combinatorias y no son discretas. El enlace químico, como demostró Linus Pauling en los años 30, se basa plenamente en la mecánica cuántica. Y en el grado en que la química se explica en términos físicos, se rodea no sólo “del modelo por el que la ciencia debe regirse” sino también del sistema de ecuaciones diferenciales que juegan un papel conspicuo en todas las grandes teorías de la física matemática. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">El código genético sirve para coordinar las dos grandes entradas de gestión de la información y de la actividad química en la célula y, por consiguiente, para coordinar dos estructuras fundamentalmente diferentes. Para captar la notable naturaleza de los hechos aquí en juego, es necesario hacer hincapié en la palabra código. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Por sí mismo, un código resulta bastante familiar: una cartografía arbitraria o un sistema de equivalencia entre dos objetos combinatorios discretos. El código Morse, por tomar un ejemplo familiar, coordina guiones y puntos con las letras del alfabeto. Percatarse de que el código es arbitrario es percatarse de la distinción entre un código y una conexión puramente física entre dos objetos. Percatarse de que los códigos expresan una cartografía es fijar un código a un lenguaje matemático. Percatarse de que los códigos reflejan una equivalencia de algún tipo es devolver el concepto de código a su uso humano. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Bajo cualquier circunstancia normal, el ligamiento es lo primero y representa un logro humano, algo que surge desde un punto más allá del sistema de codificación. (Otra vez, la coordinación entre punto-punto-punto-raya-raya-raya-punto-punto-punto, con la acuciante señal de SOS es un ejemplo familiar). De la misma manera que ninguna palabra explica su propio significado, ningún código establece su propia naturaleza. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">La cuestión conceptual sigue ahora. ¿Pueden explicarse los orígenes de un sistema de codificación química de manera que no se haga ninguna apelación al tipo de hechos que de otra manera invocaríamos para explicar los códigos y lenguajes, los sistemas de comunicación, la impresión de palabras ordinarias en el mundo material? <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">A este respecto, vale la pena recordar que, como observa Hubert Yockey en Information Theory, Evolution and the Origin of Life (2005), “no hay ni rastro en la física o en la química del control de las reacciones químicas por cualquier tipo de secuencia o por un código entre secuencias”. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">En el número de 2001 del diario RNA, el microbiólogo Carl Woese se refería de manera inquietante al “lado oscuro de la biología molecular”. Según Woese, la replicación del ADN es la expresión elegante y extraordinaria de las propiedades estructurales de una simple molécula: se abre, se divide y se cierra. La transcripción hasta ARN sigue a conveniencia: copia y conserva. En cada uno de estos dos casos, la estructura conduce a la función. Pero ¿dónde esta el enlace de coordinación entre la estructura química del ADN y el tercer paso, es decir, la traducción? Cuando llega la traducción, el aparato se torna sobrecargado: resulta increíblemente elaborado, y no refleja la estructura de ninguna molécula. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Estas reflexiones provocaron en Woese una conclusión sombría: si “los ácidos nucleicos no pueden reconocer a los aminoácidos de manera alguna” entonces en la traducción no funcionan “principios físicos fundamentales” (énfasis añadido). <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Pero el diagnóstico de desorden de Woese resulta también bastante parcial; los síntomas que considera singulares son en realidad bastante generalizados. Lo que vale para la traducción vale también para la replicación y la transcripción. Los ácidos nucleicos no pueden reconocer directamente a los aminoácidos (y viceversa), pero tampoco pueden ni replicar ni transcribir por sí mismos en forma directa.</span></p></div><div class="Section14"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Tanto la replicación como la traducción están dirigidas enzimáticamente y sin esas enzimas una molécula de ADN o de ARN no haría nada en absoluto. Contrariamente a lo que Woese imagina, ningún principio físico fundamental trabaja directamente en ningún sitio de la célula moderna. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">El problema más difícil y desafiante que lleva aparejado el origen de la vida surge ahora ante nuestros ojos. La mitad del moderno sistema químico codificante –el código genético y las secuencias que transmite- es, desde una perspectiva química, arbitraria. La otra mitad del moderno sistema químico codificante –la actividad de las proteínas- es, desde una perspectiva química, necesaria. En la vida, ambas mitades se hallan coordinadas. El problema continúa: ¿cómo llegó esto –el sistema entero- hasta aquí? <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">La opinión más extendida entre los biólogos moleculares es que las preguntas relativas a los sistemas biológico-moleculares sólo pueden responderse mediante experimentos biológico-moleculares. El distinguido biólogo molecular Horoaki Suga ha demostrado recientemente la fuerza y las limitaciones del método experimental cuando se ve confrontado por difíciles cuestiones conceptuales como la que acabo de plantear. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">El objetivo del experimento de Suga era demostrar que un conjunto de catalizadores de ARN (o ribozimas) bien podría haber desempeñado el papel que hoy juega en la célula moderna la familia de proteínas de las aminoacil sintetasas. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Según Suga, hasta su trabajo, no había habido ninguna demostración convincente de que una ribozima fuera capaz de realizar la doble función de una sintetasa –es decir, reconocer tanto una forma de ARN transferente como un aminoácido. Pero en el laboratorio de Suga, precisamente esta molécula realizó su aparición ahora tan aplaudida. Con un aminoácido unido a su cola, la ribozima consiguió escindirse a sí misma y, como una serpiente, unir su carga aminoacídica a su cabeza. Lo que es más: pudo realizar este ejercicio al revés, llevando de nuevo el aminoácido desde su cabeza a la cola. Las reacciones químicas implicaban acilación: precisamente las reacciones que llevan a cabo las sintetasas dentro de la célula moderna. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">El experimento de Horoaki Suga era interesante e ingenioso, provocando una reacción que quizás se vea mejor expresada en “bueno, ¡mirad eso!”. Ha cambiado los términos del debate al poner sobre la mesa algunos hechos nuevos. Y sin embargo, como sucede a menudo en la química experimental prebiótica, de ningún modo queda claro qué interpretación van a sostener los hechos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">¿Establecen realmente los resultados de Suga la existencia de una forma primitiva de química codificada? Aunque no se esperaba en el contexto, la coordinación conseguida por él, entre el aminoácido y una forma de ARN transferente no estaba en principio puesto en tela de juicio. La cuestión es si lo que se consiguió al establecer una conexión química entre estas dos moléculas no era otra cosa que establecer la existencia de un código. Si es así, entonces la química orgánica misma podría ser descrita de manera adecuada como el estudio de códigos, borrando por lo tanto el significado de un código como cartografía arbitraria entre objetos combinatorios discretos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Al resumir los resultados de su investigación, Suga se percata de manera retórica de la ausencia de conclusión de sus resultados. “Nuestra demostración indica”, escribe él, “que el precursor catalítico del ARNt podía haber proporcionado el fundamento de un sistema de código genético”. Pero si la asociación que nos ocupa no es un código, ni siquiera uno primitivo, no sería una “fundación” de un código más de lo que un ladrillo es la fundación de un edificio. Y si es la fundación de un código, entonces lo que se ha conseguido, se ha logrado mediante un agente equivocado. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">En el experimento de Suga, no había señal de que la ejecución de las rutinas químicas estuviera bajo control de una administración molecular, y tampoco había signo de que la ausente administración molecular tuviera nada que ver con las rutinas químicas ejecutivas. De hecho, la administración molecular que falta era el mismo Suga, tal y como revela su propio relato. Según él, las características relevantes del experimento, “nos permitieron seleccionar moléculas activas de ARN selectivas para un aminoácido deseado” (énfasis añadido). Por consiguiente, Suga y sus colaboradores fueron quienes “aplicaron condiciones restrictivas” al experimento, realizando una “amplificación selectiva de las moléculas de ARN automodificadas” y “tamizaron” a conciencia en busca de “actividad de auto-aminoacilación” (énfasis añadido en todo el texto).</span></p></div><div class="Section15"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Por lo menos, la aparición de un sistema de codificación química satisfizo los imperativos más urgentes: era necesario y se encontró. Era necesario porque una vez que un sistema de reacciones químicas alcanza un cierto umbral de complejidad, nada menos que un sistema de codificación química puede llegar a dominar el caos consiguiente. Y se encontró porque, después de todo, estamos aquí. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Son precisamente estas circunstancias las que han persuadido a los biólogos moleculares de que la explicación de la emergencia de un sistema de codificación química tiene que descansar, finalmente, en la teoría de la evolución de Darwin. Tal y como ha observado un crítico sobre los experimentos de Suga, “si cierto resultado puede alcanzarse mediante la dirección de laboratorio de un Suga, seguramente también puede alcanzarse por azar en el vasto universo”. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Una ribozima auto-replicativa satisface la primera condición que requiere la evolución darwiniana para adelantarse a la compra. Es por definición capaz de auto-replicarse. Y también satisface la segunda condición, ya que, por medio de errores en la replicación, introduce la posibilidad de variación en el mundo biológico. Bajo el supuesto de que los cambios subsiguientes en el sistema se ajustan a una ley de incremento de la utilidad marginal, puede preverse la aparición final de un sistema de codificación química, un sistema que puede ser explicado en términos “del modelo por el que la ciencia debe regirse”. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Fuera de consideraciones de este tipo, no hay duda de que al afrontar lo que él llamaba “el lado oscuro de la biología molecular”, a Carl Woese le preocupaba tratar de convencer a la comunidad biológica de los beneficios de “una perspectiva darwiniana general”. Pero la dificultad de “una perspectiva darwiniana general” es que supone un impedimento darwiniano general: la asignación al proceso darwiniano de un grado de previsión que posiblemente el proceso no posea. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">La hipótesis de un mundo de ARN juega con la idea de que un sistema moderno dividido echa sus raíces en alguna forma de simetría molecular que fue quebrada por las contingencias de la vida. En algún momento de la transición al moderno sistema, una forma ancestral de ARN debe de haber conferido alguna de sus propiedades catalíticas a una familia de proteínas emergente. Esto debe de haber tenido lugar en algún momento de la historia; no es un artefacto de la imaginación. De manera similar, en algún momento de la transición a un sistema moderno, una forma ancestral de ARN debió de adquirir la capacidad de codificar la potencia catalítica que estaba desechando. Y también esto debió de tener lugar en algún momento de la historia. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Lógicamente, la cuestión es cuál de los dos pasos sucedió antes. Sin que la vida adquiriera un cierto grado de previsión, ningún paso puede darse de manera plausible, por medio de ninguna secuencia de ventajas selectivas. ¿Cómo pudo una forma ancestral de ARN adquirir la capacidad de codificar varios aminoácidos antes de que el código fuera útil? Y sin embargo, tal y como preguntan los biólogos moleculares Paul Schimmel y Shana O. Kelley ¿porqué una ribozima debería de acelerar su propia atrofia?</span></p></div><div class="Section16"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">¿Podrían haberse dado estos dos pasos simultáneamente? Si fuera así, habría muy poca diferencia entre la explicación darwinista y la admisión sincera de que se ha producido un milagro. Si no hay milagros, volvemos al sitio del cual empezamos, de manera que el asunto del huevo y la gallina, que aparecía cuando la vida era rastreada hacia el pasado, aparece de nuevo cuando la vida es rastreada hacia el futuro. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">No es por tanto, nada sorprendente que los textos que contienen la “perspectiva darwiniana general” de Woese estén dominados por referencias a un cierto número de fuerzas potentes y misteriosas sin identificar y por oscuras circunstancias condicionantes. Incluyo algunas citas sin mencionar su procedencia porque dichas citas son casi genéricas (énfasis añadido en todo el texto): <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify; text-indent:0cm;line-height:normal;mso-list:l0 level1 lfo1;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Georgia","serif";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES">- La aminoacilación del ARN debió de haber conferido inicialmente alguna ventaja selectiva. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify; text-indent:0cm;line-height:normal;mso-list:l0 level1 lfo1;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Georgia","serif";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES">- Los productos de esta reacción deben de haber conferido alguna ventaja selectiva. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify; text-indent:0cm;line-height:normal;mso-list:l0 level1 lfo1;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Georgia","serif";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES">- Sin embargo, el desarrollo de un mecanismo rudimentario para el control de la diversidad de posibles péptidos habría sido ventajoso. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify; text-indent:0cm;line-height:normal;mso-list:l0 level1 lfo1;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Georgia","serif";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES">- El refinamiento progresivo de este mecanismo habría conferido una mayor ventaja selectiva.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Y así sucesivamente. Terminará, imaginamos, con la reducción al imperativo omnisciente de la teoría darwiniana, que es sencillamente que lo que fue debe de haber sido. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES"><b>Y ahora el presente<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Al final de un largo ensayo es costumbre resumir lo que se ha dicho. En el presente caso, sospecho que sería más prudente recordar lo mucho que hemos supuesto: primero, que la atmósfera prebiótica era químicamente reductora; segundo, que la naturaleza encontró un modo de sintetizar citosina; tercero, que la naturaleza también encontró una manera de sintetizar ribosa; cuarto, que la naturaleza encontró los medios de ensamblar los nucleótidos para formar polinucleótidos; quinto, que la naturaleza descubrió una molécula auto-replicativa; y sexto, que una vez hecho todo esto, la naturaleza transformó una molécula auto-replicativa en todo un sistema químico codificante.</span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Estas suposiciones no solamente son engorrosas, sino que lo serán más hasta convertirse en un serio impedimento para el pensamiento. Ciertamente, esto puede ser la razón por la que algunos biólogos han mostrado últimamente un debilitamiento en su compromiso con el mundo de ARN y han querido buscar en algún otro sitio la explicación de la emergencia de la vida en la tierra. En una entrevista en New Scientist, el biofísico Harold Morowitz dice “es parte de una silenciosa revolución en el paradigma que está sucediendo en la biología, en la cual la aleatoriedad radical del darwinismo está siendo sustituida por una emergencia de la vida mucho más regulada por leyes científicas”. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Morowitz no es un hombre que se quede esperando a que los detalles se acumulen antes de reorganizar la nueva visión de la moderna biología. En una serie de artículos, ha aducido una visión global basada en la bioquímica de los sistemas vivos, antes que en la biología molecular o en las adaptaciones darwinistas. Su concepción trata a los sistemas vivientes como si fueran más fundamentales que sus componentes particulares, que pretenden representar las “características universales y deterministas de cualquier sistema de interacciones químicas basado en un planeta como el nuestro, cubierto por las aguas pero también rocoso”. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Esta visión de las cosas –primero el metabolismo, tal y como se le ha denomina a menudo- resulta no sólo intrigante por sí misma sino que se ve reforzada por un compromiso firme con la química y con “el modelo por el que la ciencia debe regirse”. Ha sido discutido con gran vigor por Morowitz y otros. Representa una alternativa al mundo de ARN. Es una obra que progresa y puede que esté bien. Sin embargo, sufre de un importante defecto. Todavía no hay evidencia de que esté bien.</span></p></div><div class="Section17"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Ya han pasado más de 175 años desde que Friedrich Wöhler anunciara la síntesis de urea. Sería un enorme disparate dudar de que nuestra comprensión de los orígenes de la vida ha mejorado de manera inconmensurable. Pero es totalmente otra cuestión decir si ha mejorado de manera inconmensurable en el sentido de que confirme enérgicamente la osada idea de que los sistemas vivos son químicos en su origen y por lo tanto físicos en su naturaleza. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">En On the Origins of the Mind intenté mostrar lo mucho que puede aprenderse estudiando la cuestión desde una perspectiva computacional. De manera análoga, al contemplar los orígenes de la vida, se puede aprender mucho –de hecho, más- estudiando el tema desde la perspectiva de la química codificante. Sin embargo, en los dos casos, lo que parece estar más allá “del modelo por el que la ciencia debe regirse” es cualquier éxito que esté más allá del aquí y ahora (<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: medium; "><span lang="ES" style="font-family: Georgia, serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Lo que Berlinski intenta decir es que la comprensión de los procesos mecánicos -es decir, las perspectivas computacional y química- no responde a algunas de las cuestiones más fundamentales acerca de la vida. El “aquí y ahora” se refiere a los procesos naturales, más allá de los cuales nada resulta revelado. Así las cosas, el éxito de nuestro conocimiento solo puede alcanzar al “aquí y ahora” o, dicho con otras palabras, las propiedades y procesos de la materia, pero no más allá. La frase posterior –“Todas las cuestiones acerca del origen global de estos extraños y sorprendentes sistemas parecen demandar respuestas que el modelo mismo, por su naturaleza, no puede dar.”- resulta bastante clarificadora a este respecto. (N. Del T.</span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; font-family: Georgia, serif; ">). Todas las cuestiones acerca del origen global de estos extraños y sorprendentes sistemas parecen demandar respuestas que el modelo mismo, por su naturaleza, no puede dar.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">No debe dejar de señalarse que esto es sólo un juicio tentativo, quizás solo una corazonada. Pero supongamos que las cuestiones sobre el origen de la mente y los orígenes de la vida caen realmente más allá de la comprensión del “modelo por el que la ciencia debe regirse”. En ese caso, debemos contentarnos con sus limitaciones o revisar el modelo. Si una revisión cae igualmente más allá de nuestros poderes, entonces, bien podemos decir que la mente y la vida han aparecido en el universo por alguna razón que no podemos discernir. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-font-family: "Times New Roman";mso-ansi-language:ES">Peores cosas han pasado. Al final, estos asuntos sólo pueden ser resueltos del mismo modo en que se resuelven tales cuestiones. </span><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman"">Hay que esperar y ver.<br />---<br /><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><b>Fuente:</b><br /></span></span><a href="http://www.ciencia-alternativa.org"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ciencia Alternativa</span></span></a></span></p></div><span lang="ES" style="font-size:16.0pt;font-family:"Times New Roman","serif";color:black; mso-ansi-language:ES"><o:p></o:p></span><p></p>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-41693130886320312822009-11-21T13:57:00.000-08:002009-11-21T14:17:05.565-08:00Sobre el Origen de la Mente<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbOJoKQWeeehgGJHc2Z5nB8o5z9BrDx_mqfk0mhwRSJANgWoSGetucrEg6wb4yeXCeOKpA397i8scdcdjfauqjJ5BEBV4cxpqMmT7JmHBGQLkTuruCp3GQezm5R3ELQ6YbgJk_s-7tf1Q/s1600/tdi-c-8.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 199px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbOJoKQWeeehgGJHc2Z5nB8o5z9BrDx_mqfk0mhwRSJANgWoSGetucrEg6wb4yeXCeOKpA397i8scdcdjfauqjJ5BEBV4cxpqMmT7JmHBGQLkTuruCp3GQezm5R3ELQ6YbgJk_s-7tf1Q/s200/tdi-c-8.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406680062797825186" /></a>Por: <b>David Berlinski<br /></b><br /><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; "><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">David Berlinski </span></span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">es miembro mayor del Instituto Discovery y el autor de </span></span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Una Gira por el Cálculo, El Advenimiento del Algoritmo, El Regalo de Newton, y Los Secretos del Cielo Abovedado. Su nuevo libro, una breve historia de las matemáticas, será presentado por la Librería Moderna el año siguiente. Las contribuciones recientes del Sr. Berlinski a </span></span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Comentario </span></span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">incluyen “Un escándalo científico” (Abril 2003) y “¿Ha encontrado Darwin a su rival?” (Diciembre 2002).</span></span></span></span></span></div><p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif";mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic"><b> </b><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; "><b>Todo es cuestión científica; ha sido probado </b>-</span> Tom Buchanan, en <i>El Gran Gatsby </i></span></p><p class="Default" style="text-align:justify"><i></i></p><i><div class="Section1"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">En algún </span></span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">momento en la historia del universo, no existían mentes humanas, y en algún momento posterior, ya las había. En el parpadear de un ojo cósmico, en un universo en el que todo era caos y vacío, vinieron a haber corazonadas, creencias, sentimientos, sensaciones puras, dolores, emociones, deseos, ideas, imágenes, inferencias, la sensación del caucho, Schadenfreude y el sabor de la nieve de plátano. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Una sensación de sorpresa es ciertamente adecuada. ¿Cómo aparecieron tales cosas aquí? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Si el origen de la mente humana es misterioso, también lo es su naturaleza. Hay, como argumentó Descartes, dos sustancias en el universo, una física y la otra mental. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Para muchos filósofos contemporáneos, esto ha parecido más bien un desconcierto de riquezas. Pero no había pasado mucho tiempo desde que habían expulsado a las sustancias mentales de sus análisis cuando las propiedades mentales saltaron y tomaron su lugar, y si no propiedades mentales, entonces, funciones mentales. Como categoría conceptual, la mente aparentemente se rehúsa a ser eliminada. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Y esto no es sorpresivo. Aunque uno pueda ser asaltado por un pensamiento, o conmovido por un recuerdo, o distraído por un anhelo, estas descripciones familiares sugieren un efecto con una causa física que no es obvia. Los pensamientos, recuerdos, anhelos –son, ¿qué? Cruzando el tiempo y el espacio, la mente humana delibera, calcula, juzga y carga con cosas; reacciona, registra, reflexiona y responde. En algunos casos, como la falta de atención o de cuidado, invita a la censura al no hacer nada o al hacer algo de forma equivocada; en otros casos, como con la visión, actúa sin dudar y sin reflexión; y aún en otros casos, la mente humana se las arregla para deslizarse dentro o permanecer distante de la gran corriente causal que hace que el mundo real explote, así que cuando ella da el “vamos”, lo que el yo hace es, como observó Santo Tomás de Aquino “por inclinación y no por obligación”. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Estas no son propiedades encontradas comúnmente en el mundo físico. De hecho, no se encuentran en ninguna parte. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Y aún más, prevalece una impresión bien difundida de que quien sea que es responsable de figurar las cosas profundas del mundo, parece haber figurado a la mente humana también. Comentando sobre la propaganda negativa en las campañas políticas, Kathleen may Jamieson, directora del Centro de Políticas Públicas de Annenberg en la Universidad de Pensilvania, remarcó que “parece haber algo bien instalado en los humanos que parece darle espacial atención a la información negativa”. Siguió con lo que ahora es una nota característica: “Creo que es la biología evolutiva”. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La propaganda negativa de campaña es el caso menor. Existe además, agresión masculina, o por guerras, la sensitividad humana a la belleza, el chisme, la preferencia por paisajes suburbanos, amor, altruismo, matrimonio, celos, adulterio, adicción a la velocidad, creencias religiosas, miedo a las serpientes, asco, sudor nocturno, infanticidios, y el hecho de que los padres comúnmente se sienten orgullosos de sus hijos. La idea de que el comportamiento humano es “el producto de la evolución”, como lo pone el Washington Post, es ahora más que una teoría: es una creencia popular.</span></span></span></span></p></div><div class="Section2"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Es una creencia que refleja un modesto consenso de opinión entre psicólogos y filósofos disputantes: Steven Pinker, Daniel Denet, David Buss, Henry Plotkin, Leda Cosmides, John Tooby, Peter Gärdenfors, Gary Marcus. El consenso se construye, como seguido sucede, sobre la base de una gran esperanza y unos cuantos símiles. La gran esperanza es que la mente humana al final encuentre un lugar no distintivo en el mundo mayor en donde causas puramente materiales persiguen a efectos puramente materiales a través de la noche interminable. Los símiles son, en turno, diseñados para promover la esperanza. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Tres símiles están trabajando, cada uno más amplio que el anterior. Ellos proveen una división natural de trabajo a lo que ahora se llama psicología evolutiva.<br />Primero, la mente humana es como una computadora en la forma en que trabaja.<br />E sólo porque la mente es como una computadora que la computadora abarca un modelo de la mente. “Mi tesis central,” el psicólogo perceptivo H.A. Simon ha escrito, es “que las computadoras convencionales pueden ser, y han sido, programadas para representar estructuras simbólicas y llevan a cabo procesos en esas estructuras que son paralelismos, paso por paso, de la forma en que el cerebro humano trabaja”.</span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Segundo, la mente humana individual es como el riñón humano individual, o cualquier otro órgano del cuerpo, en la forma de que es creado de forma nueva en cada ser humano. “La información,” escribe Gary Marcus, “copió dentro del núcleo de cada célula recién creada, guía el proceso gradual pero poderoso de aproximación sucesiva que da forma a cada uno de los órganos del cuerpo.” Esto no es menos cierto para el “órgano del pensamiento y el lenguaje” que para los órganos de excreción y eliminación. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Tercero, la mente humana universal –la expresión en términos de la naturaleza humana- es como cualquier otro complicado artefacto biológico en la forma de que apareció en la especie humana por medios de variación aleatoria y selección natural. Estas fuerzas, como argumenta Steven Pinker, comprenden “la única explicación que tenemos de cómo puede evolucionar la vida compleja...” </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Puestos juntos, estos símiles triunfan de forma maravillosa al sugerir una narrativa coherente. Los orígenes definitivos de la mente humana pueden ser encontrados en la propiedades de la irritabilidad que es un aspecto del tejido vivo mismo. Hay un tirón primordial, uno que se ha perdido en el tiempo pero no en la memoria; varios tirones descendientes que se alargaron a sí mismos, convirtiéndose, dentro de los primates al menos, en órganos sofisticados de percepción, cognición y computación. La gran Era de Adaptación Evolutiva apareció en el Paleolítico tardío, un verdadero Renacimiento genético en el cual se crearon las contingencias de la vida, en las palabras del psicólogo evolucionista Leda Cosmides, “programas que [fueron] bien maquinados para resolver problemas como la caza, la búsqueda de alimento vegetal, el cortejo, la cooperación con parientes, la formación de coaliciones para defensa mutua, evitando predadores y cosas parecidas.” Luego siguió la Era en que Nada Sucedió, la mente humana moderna reteniendo en su estructura y programas la marca del tiempo que los humanos pasaron en la sabana o en el bosque, cazando, reuniéndose y reproduciéndose con deleite darwiniano. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Tres teorías científicas bastante separadas hacen mucho por justificar esta larga narrativa y los tres símiles que la apoyan. En primera instancia, la ciencia computacional; en segunda, las teorías del desarrollo biológico; y en tercera, la teoría de la evolución de Darwin. A veces, de hecho, debe parecer que sólo el grosor de un papel de cigarrillo separa a la psicología evolutiva del poder y la gloria de las ciencias físicas mismas.</span></span></span></span></p></div><div class="Section3"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><b>El Modelo de lo que la Ciencia Debería Ser<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Si las afirmaciones de la psicología evolutiva son ambiciosas, el estándar contra el que deberían ser evaluadas debe ser maduro, razonable y persuasivo. Si no hay nada más, el estándar debe reflejar principios que hayan llevado a éxitos brillantes dentro de las ciencias físicas mismas. Esto es más que un gesto de respeto; es simple sentido común.</span></b></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Al enfatizar la importancia de su materia, los matemáticos J.H. Hubbard y B.H. West comienzan su texto sobre ecuaciones diferenciales al observar que “históricamente, el éxito espectacular de Newton al describir la mecánica por ecuaciones diferenciales era un modelo de lo que la ciencia debería ser” (se agregó el énfasis). Hubbard y West luego agregan lo que es obvio en cualquier caso: que “todas las leyes físicas básicas son declaradas como ecuaciones diferenciales, así sean las ecuaciones de Maxwell para la electrodinámica, la ecuación de Schrödinger para mecánica cuántica o las ecuaciones de Einstein para la relatividad general.” </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Las ecuaciones residen cerca del corazón el matemático, y las ecuaciones diferenciales más que las demás. En un lado de una ecuación tal, hay una variable denotando una función matemática desconocida; en el otro, una descripción de la tasa a la cual dicha función desconocida está cambiando a cada momento hasta lo infinitesimal. Dentro de las ciencias físicas, tales cambios expresan las fuerzas de la naturaleza, la luna cayendo perpetuamente acelerada por la fuerza universal de la gravitación. La tarea del matemático es determinar la identidad general o global de la función desconocida a partir de su tasa de cambio local. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Al describir el mundo por medio de una ecuación diferencial, la mente por tanto se mueve de lo que es local a lo que es global. De ahí que el “el modelo de lo que la ciencia debería ser” involucra una prohibición contra acción a una distancia. “Un objeto,” observa el matemático ruso Mikhael Gromov, “no puede influenciar a otro apartado de él sin involucrar agentes locales uno enseguida del otro y haciendo una cadena continua que una ambos objetos.” Para lo que sucede cuando la prohibición transcurre, Gromov, siguiendo al matemático francés René Thom, se refiere al resultado como magia. Este contraste entre una descripción diferencial disciplinada de un proceso natural y una descripción esencialmente mágica es una manera útil de describir una prohibición fundamental en el pensamiento. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Una ecuación diferencial, es importante enfatizar, ofrece sólo una prescripción general para el cambio. La distancia cubierta por un objeto que cae es cuestión de qué tan rápido se ha estado moviendo y que tanto se ha movido rápido; esto es lo que una ecuación describe. Pero que tan lejos el objeto ha ido depende de que tan alto estaba cuando inició su caída, y esto no lo especifica la ecuación subyacente no lo especifica y no lo puede determinar. Las soluciones a una ecuación diferencial responden la pregunta, ¿cómo está cambiando el proceso? Los datos mismos responden una pregunta bastante diferente: ¿cómo o dónde inicia el proceso? Tales especificaciones comprenden las condiciones iniciales de una ecuación diferencial, y representan la intrusión en el mundo matemático de las circunstancias que están más allá de lo matemático. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Es esto lo que en 1902 sugirió al matemático francés Jacques Hadamard la idea de lo que es un “problema bien planteado” en análisis. Para que una ecuación diferencial sea físicamente útil, Hadamard argumentó, debe cumplir con tres requerimientos. En primer lugar, las soluciones deben existir. Deben ser únicas. Y deben, dentro de un sentido razonable ser estables; las soluciones variando continuamente conforme las condiciones iniciales mismas cambian.</span></span></span></span></p></div><div class="Section4"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Cuando se cumplen estos requerimientos, una ecuación diferencial bien planteada alcanza una coordinación entre cantidades continuas que se determina para cada última grieta y rajadura en el escape de tiempo. Y, ¿es éste el estándar que estoy propugnando para la psicología evolutiva? Sí, absolutamente. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Nada sino lo mejor. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><b>Que la Mente Humana es Como Una Computadora Digital<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">unque los psicólogos evolucionistas han abrazado la teoría computacional de la mente, no es enteramente una nueva teoría; ha sido considerada, si no abrazada, en otros lugares y tiempos. Gottfried Leibniz escribió sobre máquinas computadoras universales en el siglo XVII, y sólo las limitaciones de la tecnología del siglo XVII le impidieron volcarse en el siglo XXI. Como era, se las arregló para construir una calculadora multipropósitos, la cual, el aseguraba, podría desempeñar las cuatro operaciones elementales de adición, sustracción, división y multiplicación. Pero cuando demostró el artefacto a miembros de la Sociedad Real de Londres, alguien en las alas se dio cuenta de que él hacía cuentas a mano.</span></b></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify;text-indent:35.0pt"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">No sé si esta historia es cierta, pero tiene un poder muy raro, y en una discusión dominada por cualquier número de símiles constituye una figura retórica por sí misma –concebida como una advertencia-. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">En 1936, el dialéctico Alan Turing publicó el primero de sus artículos sobre computabilidad. Usando nada más que tinta, papel y los recursos de la lógica matemática, Turing se las arregló para crear una máquina imaginaria capaz de encarnar una muy refinada, muy afable imitación de la mente humana. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Conocida ahora como la máquina Turing, el artefacto tiene a su disposición una cinta dividida en cuadros y una cabeza de lectura montada sobre la cinta. Tiene, también un número finito de símbolos físicos, más comúnmente 0’s y 1’s. La cabeza de lectura puede ocupar uno de un finito número de distintos estados físicos. Y por lo tanto, el repertorio de su acción es extremadamente limitado. Una máquina Turing puede, en primer lugar, reconocer símbolos, un cuadro a la vez. Puede, en segundo lugar, imprimir símbolos o borrarlos del cuadro que está escaneando. Y puede, en tercer lugar, cambiar su estado interno, y moverse a la izquierda o a la derecha del cuadro que está escaneando, un cuadro a la vez. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">No hay cuarto lugar. Una máquina Turing no puede hacer nada más. De hecho, considerada simplemente como un mecanismo, una máquina Turing no puede hacer nada de nada, existiendo la cosa en aquel mundo peculiar –el mío propio, y sospecho que también el de otros- en el cual donde todo es posible, pero nada se hace. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Una máquina Turing adquiere sus poderes de imitación sólo cuando, por medio de un programa, o un algoritmo, se le dice que hacer. Las instrucciones requisitorias consisten en una serie finita de comandos, escritos en un vocabulario estilizado calibrado precisamente para tomar ventaja de aquellas operaciones que una máquina Turing puede desempeñar. Lo que le da al programa su aire de frío mando es el hecho de que sus símbolos funcionan en doble sentido. Son símbolos por virtud de su significado, y por tanto reflejan las intenciones de la mente humana que los ha creado; pero son causas por virtud de su estructura, y por tanto entran en los ritmos del mundo real. Como la palabra “ladra”, la cual expresa una orden humana y al mismo tiempo pone a un perro a ladrar, así los símbolos realizan una doble tarea.</span></span></span></span></p></div><div class="Section5"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Aunque imaginaria en su concepción, una máquina Turing brillantemente anticipó su propia realización en la materia. A través de un proceso de partenogénesis intelectual, las ideas de Turing dieron inicio a la computadora digital moderna. Y una vez que la pura palpabilidad física de la computadora fue reconocida –ahí está, tan real como las rocas, las fallas y los riachuelos de las ciencias físicas—no hubo nada que se interpusiera en el camino del primer símil controlador de la psicología evolutiva: que la mente humana es en sí misma una computadora, personificada en el cerebro humano. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La promoción de la computadora de un objeto imaginario a uno real sirve el propósito adicional de restaurarla al mundo que puede ser entendido en términos del “modelo de lo que la ciencia debería ser.” Como un artefacto físico, nada más que la colección de circuitos electrónicos, la computadora digital puede ser representada enteramente por la teoría de Clerk Maxwell del campo electromagnético, con la distinción entre una máquina Turing y su programa duplicada en la distinción entre una ecuación diferencial y sus condiciones iniciales. Regresamos al mundo continuo e infinito estudiado por la física matemática, el mundo en el cual las ecuaciones diferenciales rastrean la evolución de objetos materiales moviéndose a través del tiempo en respuesta a las eternas fuerzas de la naturaleza misma. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Las maniobras intelectuales que he recontado sirven para hacer de la computadora un objeto irresistiblemente obligado. Pero sirven, también, para apartar la atención de la mente humana. El efecto es dotar al símil de que la mente humana es como una computadora con una plausibilidad que de otra forma podría no disfrutar. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Un cierto “poder de alterar las cosas,” observó Albertus Magnus,” reside en el alma humana.” La existencia de este poder difícilmente se dudaría. Es evidente en cada acto humano en el cual la mente se impone sobre la naturaleza al tomar objetos materiales de su lugar habitual y reacomodarlos; y es evidente otra vez cuando sea que un ser humano interactúa con una máquina. Al escribir con concisión en Principios, Isaac Newton observó que “el poder y uso de las máquinas consiste sólo en esto, que al disminuir la velocidad nosotros podemos aumentar la fuerza, y lo contrario” (se agregó el énfasis). Aunque el análisis de Newton se restringió a las fuerzas mecánicas (no conoció otras), su punto es general de cualquier forma. Una máquina es un objeto material, una cosa, y como tal, su capacidad de hacer un trabajo está determinada por las fuerzas que gobiernan su comportamiento y por sus condiciones iniciales. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Esas condiciones iniciales deben tener una explicación, y en la naturaleza de las cosas no pueden ser explicadas por el artefacto mismo que ellas sirven para explicar. Este es precisamente el problema que Newton enfrentó en los Principios. El magnífico “sistema del mundo” que el diseñó explicó porqué las órbitas de los planetas alrededor del sol deberían ser explicadas por una sección cónica; pero Newton no pudo explicar las condiciones iniciales que el había impuesto sobre su sistema. Enfrentándose a un imponderable, el apeló a la intervención divina. No fue sino hasta que Pierre Simon Laplace introdujo su hipótesis nebular en 1796 que alguna forma de dependencia fue removida de la mecánica newtoniana. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Este mismo patrón, junto con el problema que sugiere, reaparece en cualquier caso en que se hable de máquinas, y regresa con venganza cuando sea que se invoque a las computadoras como explicaciones para la mente humana. Una computadora es simplemente un artefacto electromecánico, y esta es precisamente la razón de porqué es útil como modelo para el cerebro humano. Al fijar sus condiciones iniciales, un programa de computadora permite a la máquina hacer un trabajo en el mundo real. Pero los procesos físicos normales por medio de los cuales una computadora trabaja son obscurecidos comúnmente por su no familiaridad -¿quién entre nosotros entiende lo que es una computadora y cómo trabaja? Sin duda, esta es la razón de porque la tesis de que la mente es como una computadora resuena con una cierta grandeza intelectual.</span></span></span></span></p></div><div class="Section6"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Un ábaco no transmite un aire comparable de misterio. Es una nadería. Hecho de madera, consiste en un cierto número de alambres suspendidos en un marco y un número finito de cuentas colocadas en los alambres. Sin embargo, un ábaco idealizado tiene precisamente el poder de una máquina Turing y de esa forma, tanto el ábaco como la máquina Turing sirven como modelos de una computadora digital funcionando. Por paridad de razonamiento, ambos sirven como modelos de la mente humana. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Aún la tesis de que la mente humana es como un ábaco parece distintivamente menos plausible que la tesis de que la mente humana es como una computadora, y por obvias razones. Es precisamente cuando las cosas han sido reducidas a sus principios esenciales que la interacción entre un ser humano y una máquina simple emerge claramente. La interacción está desnuda, un agente humano manipulando un ábaco con la misma precisión de toque que podría emplear utilizando una palanca, una polea o un plano inclinado. La fuerza que los seres humanos aplican en máquinas simples es muscular y por tanto derivada de la química del cuerpo humano, vaciándose ultimadamente las causas en el gran océano de las interacciones físicas cuya energía une y suelta las moléculas más grandes del mundo. Pero lo que necesitamos saber en el ejemplo del ábaco no es la naturaleza de las fuerzas que controlan su comportamiento, sino las circunstancias por las cuales dichas fuerzas entran en escena. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Ninguna cadena conocida de causas hasta la fecha dan cabida al hecho inconveniente de que, al fijar las condiciones iniciales de una máquina simple, un agente humano provoca una nueva, inesperada, enteramente idiosincrásica distribución de la materia. Cada artefacto mecánico representa lo que la antropóloga Mary Douglas llama “materia fuera de lugar”. El problema que Newton enfrentó pero no pudo resolver en los Principios regresa cuando se hace un intento de proveer una descripción del más simple de los actos humanos, un toque o pequeño golpe que pone a una cuenta pulida de madera a girar alrededor de un alambre. El rastrear la cadena causal hacia atrás nos lleva sólo a un caos de causas, cada una de ellas desplazando objetos materiales de sus lugares apropiados, de tal forma que al final, el misterio es apaleado hacia atrás hasta que se llega a un punto en que puede ser ignorado de forma segura. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Una cadena de causas físicas por lo tanto, obviamente no es útil al explicar como un agente humano exhibe la capacidad de “alterar las cosas.” Pero tampoco ayuda el invocar, como algunos han hecho, a la hipótesis de que se necesita otro ábaco para fijar las condiciones iniciales del primero. Si cada ábaco requiere otro ábaco en turno, el camino se abre a la locura de una regresión infinita, un punto observado hace más de 70 años por los dialécticos Kurt Gödel y Alfred Tarski en sus artículos milenarios sobre lo incompleto. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Si no podemos explicar como trabaja la mente humana en términos de una serie de causas físicas ni en los términos de una serie infinita de artefactos mecánicos, ¿qué queda entonces? Está la ordinaria, muy rica, infinitamente conmovedora explicación de vida mental que sin dudar nos aplicamos a nosotros mismos. Es una explicación francamente mágica en su naturaleza. La mente humana registra, reacciona y responde; forma intenciones, concibe problemas, y luego, como Aristóteles notó ásperamente, actúa. Al analizar la acción, nosotros sólo podemos decir, como dijo Alberto Magno, que un cierto poder de alterar las cosas es inherente al alma humana. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Un símil que por su persuasión depende del proceso mismo que intenta explicar no puede ser contado como un gran éxito. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> </div> <div class="Section7"><p class="Default" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia; font-size: medium; font-style: normal; "><b>Que la Mente Humana es Como Cualquier Otro Órgano del Cuerpo<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">S</span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">i la explicación computacional de la mente humana no puede ser llevada bajo el control del “modelo de lo que la ciencia debería ser”, ¿qué hay de la tesis de que la mente humana puede ser comprendida por referencia a las leyes de desarrollo biológico? Aquí llegamos al segundo símil de la psicología evolutiva.</span></b></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">“Como el gobernante del alma,” Tolomeo escribió en el Tetrabiblos, “Saturno tiene el poder de hacer a los hombres sórdidos, mezquinos, de espíritu ruin, indiferentes, de mente malintencionada, perniciosos, cobardes, tímidos, malignos al hablar, solitarios, lacrimosos, desvergonzados, supersticiosos, orgullosos de su esfuerzo, insensibles, creadores de complots en contra de sus amigos, pesimistas, descuidados de su cuerpo.” Conocemos el tipo; no hay necesidad de remarcar el punto en sus palabras. Algunos hombres están simplemente podridos. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">El análisis que Tolomeo ofrece en defensa de su tesis es cualquier cosa menos crudo. “El punto cronológico de inicio de las natividades humanas,” escribe, “es naturalmente el tiempo mismo de la concepción, pues a la semilla son dadas de una vez y para siempre las cualidades mismas que marcarán al adulto y que se expresan en el crecimiento.” Es la posición de Saturno la que afecta a la semilla, y la semilla por consiguiente afecta al hombre. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">A pesar de la sofisticación de Tolomeo, nadie en estos tiempos está muy dedicado al estudio del Tetrabiblos como guía de la psicología humana. Aunque una correlación convincente pudiera ser establecida entre la posición de los planetas y el inicio de la pudrición humana, persuadiéndonos de que hemos identificado alguna causa remota en la naturaleza para algún efecto humano, esa causa violaría de forma algo obvia el impedimento contra la acción a distancia. Tolomeo mismo era consciente de la distinción entre el conocimiento astrológico y el verdadero conocimiento. Al tratar de construir una cadena continua entre la posición de los planetas y el advenimiento de la pudrición humana, él estaba tan perdido como nosotros. Es por esta razón que la palabra que el emplea para describir la forma en que objetos celestiales evocan sus efectos es influencia; es una palabra que no aparece, y que no es necesaria, en el Almagest, el gran tratado de Tolomeo sobre astronomía. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Más de 2,000 años han pasado desde que Tolomeo compuso el Tetrabiblos. Las estrellas se han apartado de sí mismas; su papel en asuntos humanos ha sido asignado a otros objetos. Bajo visiones aceptadas por todo psicólogo evolucionista, la fuente de la pudrición humana puede ser encontrada ya sea en el ambiente o en dentro del genoma humano. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">El primero de estos, el ambiente, ha sido el perpetuo Demandante de Registros en Crianza vs. Naturaleza et al. Pero para nuestros propósitos puede ahora ser descartado para consideraciones ulteriores. Si algunos hombres son malos, entonces no nacieron de determinada forma; y si no nacieron de esa forma, una explicación de la pudrición humana no puede ser expresada en términos evolutivos.<br /><br />La pregunta a la mano es por lo tanto si la ruta iniciada por el genoma humano en el desarrollo puede ser entendida en términos del “modelo de lo que la ciencia debería ser.” Un sistema dinámico evidentemente está trabajando, uno que transforma lo que Tolomeo llamó “la semilla” en un ser humano completamente formado después de nueve meses, y luego en un logrado ladrón de autos en menos de veinte años. Lo que la psicología evolutiva requiere es una demostración de que este proceso puede por sí mismo ser llevado bajo el control de una descripción que cumpla con es estándar de que “un objeto no puede influenciar a otro que no esté enseguida de él sin involucrar agentes locales localizados uno enseguida del otro y haciendo una cadena continua que una los dos objetos.”<br /><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> </span>Bueno, ¿puede?</span></span></span></span></p> </div> <div class="Section8"><p class="Default" style="text-align:justify"><span style="color: windowtext; "><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Nuestro paradigma básico,” escribe Benjamín Levin en su libro de texto sobre genética, “es que los genes codifican proteínas, las cuales en turno son responsables de la síntesis de otras estructuras.” Levin es un escritor cuidadoso y consciente. Por “otras estructuras” él se refiere sólo a los ácidos nucleicos. Pero su “paradigma básico” es ahora sólo una parte de un mito cultural, y por “otras estructuras” la mayoría de los psicólogos evolutivos quieren decir todas las estructuras que son hechas a partir de las proteínas, más notablemente en el cerebro humano.<br /><br />El mito comienza de forma suficientemente sólida –con las grandes bio-moléculas que hacen al genoma humano. El análisis los pasos precisos, insondablemente delicados que toman lugar mientras el genoma sufre varias actividades bioquímicas ha estado dentro de las glorias de la ciencia moderna. Desafortunadamente, sin embargo, la cadena de causas que comienza en el genoma humano se estanca de forma no concluyente mucho antes de que la cadena pueda ser continuada hacia el cerebro humano, dejando de lado a la mente humana. Considere a este respecto la siguiente secuencia de frases representativas en la cual cerradas conexiones causales son progresivamente desplazadas a favor de una cada vez más extravagante serie de metáforas:<br /><br />(1) Química cuántica: “Para una molécula, es razonable dividir la energía cinética en dos sumatorias –una sobre los electrones, y otra sobre el núcleo.”<br /><br />(2) Bioquímica: “La iniciación de traducción procariótica requiere un tRNA que lleve N-formyl methionne, además de tres factores de iniciación (IF1,2,3), una 30S subunidad ribosomal GTP,” etc.<br /><br />(3) Biología molecular: “Una vez que la proteína une un lugar, alcanza el otro al arastrarse a lo largo del ADN, preservando de esta forma su conocimiento de la orientación del primer sitio” (énfasis agregado).<br /><br />(4) Embriología: “En el embrión, las células se dividen, migran, mueren, se pegan una con otra, mandan procesos y forman sinapsis” (énfasis agregado).<br /><br />(5) y (6) Genética del desarrollo: “Pero los genes son simplemente elementos regulatorios, moléculas que arreglan los ambientes que las rodean para formar un organismo” (énfasis agregado).</span></span></span></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia; font-size: medium; ">“Los genes prescriben reglas epigenéticas, las cuales son las rutas neurales y regularidades en el desarrollo cognitivo por el cual la mente individual se ensambla a sí misma”</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia; font-size: medium; font-style: normal; "> (énfasis agregado).</span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(7) Biología del desarrollo: “La ruta de las conexiones neurales (sinapsis) permite al cortex humano funcionar como el centro del aprendizaje, razonamiento y memoria, desarrollar la capacidad de la expresión simbólica, y producir respuestas voluntarias a estímulos interpretados” (énfasis agregado). </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(8) y (9) Psicología evolutiva: “Los genes, por supuesto, influencian el desarrollo humano” (énfasis agregado). </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">“<i>Los [genes] nos crearon, en cuerpo y mente</i>” (énfasis agregado). </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">A hora, los muy sobrios (1) y (2) son claramente parte del “modelo de lo que la ciencia debería ser”. Para el momento en que llegamos a (3), sin embargo, cadenas moleculares muy largas han alcanzado poderes de gobierno: están ocupadas alcanzando, arrastrándose y sabiendo: es por demás claro que estás metáforas pueden ser eliminadas a favor de una descripción bioquímica. En gran parte lo mismo es cierto de (4).<br /><br />En (5) y (6), se sugiere una conexión entre genes, por una parte, y organismos, por la otra, pero la cadena de causas y sus efectos se hacho demasiado larga, y las conexiones cruciales son ahora enteramente expresadas en lenguaje que simplemente disfraza los profundos huecos en nuestro entendimiento.</span></span></span></span></p></div><div class="Section9"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">En (7) la conexión física entre la morfología y la mente es reducida a viento, mientras (8) desafiantemente resucita a la “influencia”, el término original de elección de Tolomeo. Es la enteramente exuberante (9) –la cita es de Richard Dawkins—que finalmente hunde cualquier ligera señal de los hechos. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Estos ejercicios literarios sugieren que entre más larga sea la cadena de causas, más débiles son los lazos entre ellas. Si esto no representa nada más que el hecho de que nuestro conocimiento es incompleto, o si apunta a una deficiencia conceptual que no tenemos manera de expresar, dejemos el discurso –son cosas que por el momento no podemos juzgar. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Curiosamente, han sido los psicólogos evolucionistas mismos quienes están más dispuestos a rendir en la práctica lo que no tienen en teoría. Porque si existiera esa teoría faltante, podría cancelar –aniquilaría- cualquier declaración persistente que pudiéramos hacer a favor de la libertad humana. Las ciencias físicas, después de todo, no juegan con el determinismo: es el corazón y el alma de su método. Si estuvieran las sales de boro en libertad de descartar su identidad, las afirmaciones de la química inorgánica serían considerablemente menos pertinentes de lo que son. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Por tanto, cuando Steven Pinker escribe que “la naturaleza no dicta lo que debemos aceptar o como debemos vivir nuestras vidas,” el está expresando una esperanza enteramente en contra de sus compromisos profesionales. Si los hombres y mujeres ordinarios son, como el profesor mismo, perfectamente libres de decirle a sus genes que “se vayan a brincar a un lago,” ¿por qué entonces ponerle la menor atención a la psicología evolutiva –por qué ponerle la menor atención a Pinker? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Dejando de lado la ironía, un patrón está trabajando aquí. Donde (en el primer símil) las explicaciones computacionales de la mente son suficientemente claras para ser abarcadas por el modelo de lo que la ciencia deber ser, están incompletas –radicalmente. Ellas contienen lo que deberían explicar. Donde las explicaciones de desarrollo (en el segundo símil) de la bioquímica y la química cuántica son similarmente claras y llamativas, se extienden no más allá que de unas pocas moléculas. Difieren lo que no pueden explicar. En ambos casos, algo permanece sin explicación. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Esta es una conclusión desilusionante pero quizás no inesperada. Estamos hablando, después de todo, de la mente humana. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><b>Que la Mente Humana es Como Cualquier Otro Artefacto Biológico<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Los psicólogos evolucionistas creen que la única fuerza en la naturaleza adecuada para la generación de complejidad biológica es la selección natural. Es el axioma de su fe. Pero aunque la selección natural es comúnmente descrita como una fuerza, ciertamente no es una fuerza de la naturaleza. Hay solamente cuatro fuerzas de ese tipo: la gravitacional, electromagnética y las fuerzas fuertes y débiles. La selección natural no es una de ellas. Aparece, en su mayor parte, como una forma flotante de gobierno, una cuya identidad sólo puede ser determinada por estudios de campo sobre las criaturas vivientes –la hormiga, el ratón y el campañol.</span></b></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Pero estudios de campo han probado ser notoriamente faltos de conclusiones en lo que se refiere a la selección natural. Después de tres décadas observando a los pinzones de Darwin en las Islas Galápagos, P.R. y B.R. Grant estuvieron al fin en condiciones de decir que “se necesitan estudios adicionales de largo término.” Es la conclusión invariablemente establecida por los estudios de campo evolutivos, y la única conclusión establecida con un alto grado de confiabilidad.</span></span></span></span></p></div><div class="Section10"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La historia más grande contada por la psicología evolutiva es por tanto anecdótica. Como otras historias tales, se subordina a sí misma al principio de que somos lo que somos porque fuimos lo que fuimos. ¿Quién podría argumentar algo diferente? Demasiado comúnmente, sin embargo, este principio es apoyado a sí mismo por el contra-principio de que fuimos lo que fuimos porque somos lo que somos, un círculo no calculado para engendrar confianza. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Por tanto, en las pruebas de preferencia, Victor Johnston, un bio-psicólogo en la Universidad del Estado de Nuevo México, ha reportado que los hombres a lo largo y ancho del mundo consideran atractivas a las mujeres con los rostros más femeninos. Sus labios son grandes y lustrosos, sus quijadas estrechas, sus ojos grandes. En la exhibición de cada revista y cada cartelera, tales rostros conllevan “marcas hormonales acentuadas.” Estas son una guía para la fertilidad, y es la promesa de fertilidad que causa la entusiasta respuesta masculina. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">No hay ninguna razón para dudar que la afirmación de Johnston de que en general los hombres prefieren a las mujeres jóvenes y hermosas sobre las demás –el resultado, estoy seguro, de investigación extendiéndose sobre una veintena de años. Es la conexión con la fertilidad lo que continúa siendo un enigma. Si los estándares masculinos de belleza tienen sus raíces en la época paleolítica tardía, los hombres de todo el mundo deberían estar ahora buscando mujeres musculosas corpulentas con espaldas anchas, piernas fuertes, un gran umbral para el dolor y un ansia especial para continuar buscando directamente después del parto. No ha sido suficientemente documentado que esto sea así. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">De cualquier forma, un análisis de las preferencias sexuales humanas que no vaya más allá de las preferencias es un ejercicio de andar de puntillas hacia el umbral de algo importante y nunca mirar con atención. La promesa de la psicología evolutiva es nada menos que la explicación de la mente humana. Ninguna teoría psicológica podría de ninguna forma ser considerada completa o por lo menos interesante si no se preguntara el porqué los hombres exhiben los gustos o toman las decisiones que toman. Cuando aparece el tema de las “preferencias” sexuales, lo que está involucrado es el aparato completo de pasiones –creencias, deseos, sentimientos, anhelos, esperanzas, ansias, ternura doliente. Estudiar las preferencias sin invocar las pasiones es como estudiar al rayo sin siquiera mencionar la electricidad. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Este es uno de esos ejemplos donde los psicología evolutiva traiciona un raro parecido familiar con ciertas teorías en la filosofía y la psicología que (como hemos visto en el caso del determinismo) los psicólogos evolucionistas están ansiosos de repudiar. El conductismo en psicología, como en el trabajo de John Watson t B.F. Skinner, vino a fracasar porque el comportamiento humano es por sí mismo una categoría competida, que cae en la irrelevancia una vez que es alargado para acomodar las fuentes de comportamiento en la mente misma. Puede ser posible analizar las estrategias de apareamiento del campañol: un interruptor genético sencillo parece suficiente para convertir a un macho que normalmente sería fiel a su pareja en uno rimbombantemente promiscuo. Pero los seres humanos, no necesita uno decirlo, no son campañoles, y lo que ellos hacen es inteligible para ellos sólo cuando está coordinado llos son.<br /><br />Apesar de las historias notablemente poco confiables que los psicólogos evolucionistas cuentan sobre el pasado, ¿hay ahí, sin embargo, una estructura científicamente razonable que pueda ser invocada para apoyar tales historias (como unos huesos bien conservados pueden apoyar a un rostro que de otra forma sería frívolo)? </span></span></span></span></p></div><div class="Section11"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">El tejido subyacente que conecta el paleolítico tardío y la era moderna es el banco genético. Cambios en ese banco reflejan un proceso dinámico en el cual los genes sufren cambios, se duplican a sí mismos, surgen hacia el futuro o cambian, y por medio de todas las contingencias de la vida sirven durante cada generación al propósito de crear otra generación. Esta es la región de la genética de poblaciones, una disciplina a la que se dio una formulación remarcablemente sofisticada en los 30’s y 40’s por Ronald Fisher, J.B.S. Haldane, y Sewel Wright. Siendo matemáticos excelentes, estos hombres se interesaron en tratar a la evolución como un proceso expresado por un subyacente sistema de ecuaciones. En los 70’s y 80’s, el genetista japonés Motoo Kimura revivió y extendió sus teorías. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">El tratado de Kimura, La Teoría Neutral de Evolución Molecular (1983), inicia con palabras que deberían sonar sobrias para cualquier psicólogo evolucionista: “La teoría neutra afirma que la gran mayoría de cambios evolutivos a nivel molecular, como es revelado por estudios comparativos de secuencias de proteínas y secuencias de ADN, son causadas no por selección darwiniana sino por derivas aleatorias de mutantes selectiva o cercanamente neutros.” </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Si la teoría de Darwin es cuestión de variación aleatoria y selección natural, es la selección natural la que es denotada en la visión de Kimura. La variación natural es algo de capital importancia; el azar es la fuerza conductora: Kimura está escribiendo sobre “la gran mayoría de cambios evolutivos,” no todos. Además, él está dispuesto a aceptar la disyunción darwinista: o las adaptaciones complejas son el resultado de la selección natural o no son el resultado de ninguna cosa en absoluto. Pero el efecto de su trabajo es claro: en cuanto la evolución sea neutral, no es adaptiva, y mientras que no sea adaptiva, la selección natural no juega un papel en la vida. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Como sus predecesores, Kimura escribe dentro de una tradición particular, una cuyos confines son fijados por el “modelo de lo que la ciencia debe ser.” Por tanto, al tratar de describir el destino de un gen mutante, Kimura es guiado por una ecuación diferencial –la ecuación de Fokker-Planck, usada previamente para modelar procesos de difusión. Aunque complicada, la ecuación tiene una interpretación directa. Describe la evolución de una distribución de probabilidad, rastreando la probabilidad sobre cada instante de tiempo en que un gen específico cambiará su representación en una población de genes. Kimura puede proveer una solución explícita a la ecuación, y por tanto tratar a la evolución molecular como un problema bien planteado en análisis. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Pero si el “modelo de lo que la ciencia debe ser” es poderoso, también es limitado. El extenderlo fuera de sus límites naturales comúnmente se convierte en un ejercicio de fuerza mal aplicada, como un soplido hacia el aire. Com o he remarcado varias veces, el poder de una ecuación diferencial para gobernar el flujo de tiempo depende de una especificación sobre sus condiciones iniciales. Son precisamente estas condiciones iniciales lo que esas explicaciones anecdóticas sobre la evolución humana no pueden dar. Podemos decir sobre esos cazadores y recolectores, sólo que cazaron y que recolectaron, y podemos decir esto sólo porque parece obvio que no había nada más que ellos pudieran hacer. El banco genético que abarcaban no puede ser recuperado directamente.</span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La pregunta aparece muy naturalmente: ¿puede ser recuperado ese banco genético de las ecuaciones diferenciales de la genética matemática, así como la posición original y momento de un sistema de partículas moviéndose bajo la influencia de la gravitación pueden ser recuperadas a partir de su posición y momento presentes? Esta es la pregunta planteada por Richard Lewontin (<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; font-style: italic; "><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Le agradezco a Robert Berwick de MTT por llamar mi atención sobre este artículo, y por insistir en su importancia). Escribiendo en una reciente edición de la Revisión Anual sobre Genética, Lewontin observa que si las ecuaciones de Kimura llevan a “una población adelante en el tiempo a partir de ciertas condiciones iniciales,” entonces lo que se requiere es una segunda teoría, una “que pueda invertir las deducciones de la primera teoría e inferir hacia atrás a partir de un estado observado en particular en el presente.”</span></span></span></span></span></span></span></span></span></p></div><div class="Section12"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Lewontin tiene razón: esto es precisamente lo que se necesita. Dada la trayectoria descrita por la solución de la ecuación Fokker-Planck, es ciertamente posible rastrear la ecuación hacia atrás, pasando la edad media, pasando el imperio romano y el sumerio, hacia la era de los cazadores-recolectores. No hay nada perturbador respecto a esto. La ecuación de Kimura tiene una solución explícita, y el ver de donde salió es como correr una película hacia atrás. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Pero el hecho de si, al correr hacia atrás este filme en particular, canalizaremos inevitablemente la corriente temporal en un juego único de condiciones iniciales no está totalmente claro. Con cuestiones de este tipo, estamos en el dominio de los problemas inversos, en el cual el pasado depende del presente. La solución a un problema inverso, remarcó el matemático ruso Oleg Alifanov, “implica el determinar causas desconocidas basadas en la observación de sus efectos.” Es este el problema que la psicología evolutiva debe resolver si sus atractivas historias sobre la era paleolítica quieren ganar credibilidad al nivel molecular. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Y es este problema el que Lewontin argumenta que no puede ser resuelto en el contexto de la genética matemática. “Una teoría dinámica que predice el estado presente generalmente requiere que sepamos no sólo la naturaleza y magnitud de las fuerzas que han operado, sino también de las condiciones iniciales y el tiempo por el cual el proceso ha estado en operación.” Este doble requerimiento –conocer las fuerzas, especificar las condiciones iniciales- no puede ser cumplido simultáneamente al regresarnos desde el presente. Una pieza de conocimiento se necesita para la otra. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Este argumento específico puede ahora ser agrandado para incluir el caso general. Los problemas inversos aparecen en las matemáticas cuando se hace el intento de correr varias películas matemáticas hacia atrás, y ellas son hasta el momento suficientemente bien entendidas como para que se pueda decir algo de ellas de forma preliminar. Los problemas inversos no son generalmente bien planteados. Al observar un recipiente con un líquido hirviente, no podemos usar las ecuaciones de densidad para determinar su identidad. Muchos líquidos alcanzan el mismo punto de ebullición aproximadamente al mismo tiempo. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Con los problemas inversos, lo que de hecho, se pierde es la seguridad esencial y el poder del “modelo de lo que la ciencia debe ser,” y regresamos a un mundo familiar en el que las cosas y los datos están desordenados, son caóticos y parciales y en el cual las teorías, a pesar de nuestras buenas intenciones, son asimismo incapaces de echar una ojeada sobre la evasiva del tiempo, hacia el futuro o al pasado. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Una forma familiar y por ahora deprimente se ha revelado por debajo del tercer y final símil de la psicología evolutiva. Tiene éxito al cumplir las demandas del “modelo de lo que la ciencia debería ser”, pero puede cumplir esas demandas sólo en un punto aislado. El resto es oscuridad, misterio y magia.</span></span></span></span></p></div><div class="Section13"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><b>Los Orígenes de la Mente Humana<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Si los símiles principales de la psicología evolutiva no han mejorado nuestro entendimiento de la mente humana de ninguna forma apreciable, ¿podremos decir por lo menos que han hecho algo para promover la esperanza principal del campo, es decir, que la mente al final tomará su lugar como un objeto material existiendo en un mundo de otros objetos materiales?</span></b></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Esto no está claro de ninguna forma. Como Leda Cosmides ha observado muy sensiblemente, la psicología evolutiva es más que un programa de resultados específicos. Como programa, recuerda más a un atleta de fin de semana preparándose eternamente para embarcarse en una gran variedad de ejercicios extenuantes. En la literatura de psicología evolutiva, no hay por tanto ningún esfuerzo determinado de juzgar ninguno de los temas clásicos de filosofía de la mente con el fin de hacer algo más que afirmar vagamente que algún aspecto de la mente existe porque bien podría haber sido útil. No hay, en la psicología evolutiva, ninguna explicación de las emociones más allá de lo trivial, o de los sentimientos, ninguna explicación de acción o intención, ninguna explicación de la habilidad humana para adquirir conocimiento matemático o científico, ninguna exploración muy directa sobre el poder de la mente para actuar a distancia al conferir a las cosas con un significado –ninguna explicación, esto es, de ninguna de las características de la mente cuya existencia lanza una pregunta sobre sus orígenes. En su gran esperanza como en muchos otros aspectos, la psicología evolutiva ha depositado su confianza en la apuesta de que con el tiempo estas cosas serán explicadas. Si esto es así, todo lo que por fuera podremos decir es que el tiempo dirá. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Aún así cualquier ensayo sobre psicología evolutiva estaría incompleto si no reconociera el conmovedor poder de su historia principal. Pues esa historia, involucrando como lo hace, a nuestros ancestros, sugiere que la mente humana que conocemos ahora tuvo su fuente en circunstancias que, aunque obstruidas por el tiempo y dañadas por la distancia, son familiares de todas formas. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">El tiempo es el distante pasado. “En Babilonia,” escribe el historiador Eusebio del 3er siglo al relatar las historias perdidas de Berossos el Caldeo, que un gran número de gente “vivía sin disciplina y sin orden, como animales.” Un monstruo aterrador llamado Oannes se apareció entonces a los babilonios después de subir gateando del mar rojo. “Tenía el cuerpo completo de pescado, pero por debajo y pegada a la cabeza de pez había otra cabeza, humana, y unidos a la cola de pez, pies, como los de hombre, y tenía voz humana.” El monstruo pasó sus días con los hombres, nunca probando bocado alguno, sino enseñando a los hombres las habilidades necesarias para escribir, para hacer matemáticas, y todo tipo de conocimiento.” </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color: windowtext; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Desde aquel tiempo, Eusebio agrega con pesar, “nada más ha sido descubierto.”<br />---<br /><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fuente:<br /></span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><a href="http://www.ciencia-alternativa.org">Ciencia Alternativa</a></span></span></span></span></span></span></p></div></i><p></p>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-2646211905911224562009-11-21T13:52:00.000-08:002009-11-21T13:56:31.259-08:00Por Qué La Teoría Cuántica No Sustenta Al Materialismo<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuwgq30nFUAu3UUqz4aSFuZYk77pESAraTJ-cOrIdrpjN-W_RRF4tyx8oabuABr5hiarifSd5zdoMOizxgakocButXA7kfao7MAJlfYySr7zfLW3QzRrb_KESVXjurTiXSSEA-KLOhtRU/s1600/tdi-c-6.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 156px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuwgq30nFUAu3UUqz4aSFuZYk77pESAraTJ-cOrIdrpjN-W_RRF4tyx8oabuABr5hiarifSd5zdoMOizxgakocButXA7kfao7MAJlfYySr7zfLW3QzRrb_KESVXjurTiXSSEA-KLOhtRU/s200/tdi-c-6.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406678544049956210" /></a><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"></p><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'BernhardMod BT', serif; "> <span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; "><i><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;">Por:<b> Dr. Bruce L. Gordon</b> </span>(</span></i><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES">Historia y Filosofía de la Física Universidad </span><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Baylor)</span></span></span></span></div><span lang="ES" style="font-family: 'BernhardMod BT', serif; "><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'Times New Roman', serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></div></span><p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El materialismo (fisicalismo o naturalismo) es la visión de que la suma y sustancia de todo lo que existe se compone exclusivamente de objetos y procesos físicos y cualquier cosa que ocurra causalmente sobre ellos. Por lo tanto, los recursos disponibles para que el materialista explique cómo funciona el universo están restringidos a objetos, causas, sucesos y procesos materiales. Como se piensa que la teoría cuántica establece los cimientos de nuestro entendimiento de la ciencia o realidad física, es a esta teoría que el materialista apela para apoyar su visión del mundo. Pero al zarpar hacia la ciencia en busca de un puerto seguro para sus doctrinas, el materialista descubre que la teoría cuántica de hecho disuelve y aniquila su visión materialista del mundo. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Antes de lanzarnos a una defensa más detallada de esta postura, será de ayuda para quienes no estén familiarizados con la teoría cuántica tener a su disposición unas cuantas definiciones poco técnicas de los principales conceptos. Primero que nada, ¿qué es la teoría cuántica? A grandes rasgos, es la teoría matemática que describe el comportamiento del mundo físico al nivel más diminuto y fundamental. Se compone de la mecánica cuántica y la teoría cuántica de campos, junto con una gran variedad de conceptos y aplicaciones relacionados. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;text-indent:0cm;line-height:normal; mso-list:l0 level1 lfo1;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">• </span></span><i><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">La mecánica cuántica </span></span></i><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">describe el movimiento de objetos a escala atómica y subatómica. Algo fundamental de la mecánica cuántica es la dualidad de sus fenómenos -objetos como los electrones y protones se comportan como partículas o como ondas, dependiendo del contexto experimental. Similarmente, la radiación, tal como la luz, exhibe comportamiento de onda y de partícula. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;text-indent:0cm;line-height:normal; mso-list:l0 level1 lfo1;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">• </span></span><i><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">La teoría cuántica de campos </span></span></i><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">es la descripción cuántica de sistemas con un número infinito de grados de libertad. Con frecuencia es conveniente representar sistemas consistentes en números grandes de objetos -tales como los iones y electrones en un metal o los nucleones en núcleos grandes -en el formalismo de campos cuánticos. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;text-indent:0cm;line-height:normal; mso-list:l0 level1 lfo1;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">• </span></span><i><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">La teoría relativista de campos cuánticos </span></span></i><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">combina la teoría de campos (por ejemplo, la teoría del campo electromagnético), la mecánica cuántica y la teoría de la relatividad especial en una sola estructura matemática. Es una de las principales herramientas de los fisicomatemáticos. Continúa la búsqueda de una adecuada teoría cuántica de la gravedad que exprese con éxito la relatividad general como una teoría de campos cuánticos. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;text-indent:0cm;line-height:normal; mso-list:l0 level1 lfo1;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">• </span></span><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">La </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">cosmología cuántica </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">aplica la teoría cuántica de campos a la pregunta sobre el origen del universo y su desarrollo temprano, pero para tener una cosmología cuántica adecuada se requiere tener una teoría de la gravedad cuántica completa. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;text-indent:0cm;line-height:normal; mso-list:l0 level1 lfo1;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">• </span></span><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Una de las principales características de los fenómenos cuánticos es su 'antilocalidad' o 'antilocalización'. Cada vez que un objeto o sistema cuántico interactúa con otro objeto o sistema cuántico, la existencia de ambos se "enreda" de tal forma que lo que le sucede a uno de ellos afecta simultáneamente al otro independientemente de la distancia que los separe. Debido a que los efectos locales obedecen a las restricciones de la relatividad especial y se propagan a velocidades menores o iguales que la de la luz, se dice que esas correlaciones instantáneas son no locales, y que los sistemas cuánticos que las manifiestanexhiben antilocalización . Un teorema resultante de las fisicomatemáticas llamado teorema de Bell - en honor del físico irlandés que lo demostró- muestra que no se pueden agregar variables ocultas (empíricamente indetectables) a la descripción de los sistemas cuánticos que exhiban comportamiento no local para tratar de explicar estas correlaciones instantáneas con base en consideraciones locales. </span></span></p></div><div class="Section2"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Cuando se introducen variables locales de ese tipo, las predicciones de la teoría modificada difieren de las de la mecánica cuántica. Una serie de experimentos, empezando por los realizados por Alain Aspect en la Universidad de París en la década de 1980, ha demostrado de manera bastante concluyente que la teoría cuántica, y no alguna teoría modificada por parámetros locales ocultos, genera las predicciones correctas. Por lo tanto, el mundo físico es fundamentalmente antilocal y está impregnado de conexiones y correlaciones instantáneas. La antilocalizabilidad es un fenómeno de la mecánica cuántica relativista y la teoría de campos cuánticos que describe la imposibilidad de aislar un objeto cuántico inobservado, digamos un electrón, en una región limitada de espacio. Como veremos, la antilocalización y la antilocalizabilidad presentan problemas que el materialismo no puede tratar. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Se han asentado las bases para construir un argumento que demuestre que la teoría cuántica no sólo no sustenta al materialismo sino que es incompatible con él. El argumento puede formularse en términos de las siguientes premisas y conclusión: </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">P1. El materialismo es la visión de que la suma y sustancia de todo lo que existe está constituido exclusivamente por objetos y procesos físicos y cualquier cosa que ocurra causalmente sobre ellos. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">P2. Por lo tanto, los recursos explicativos del materialismo están restringidos a objetos, causas, sucesos y procesos materiales. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">P3. Ni las correlaciones cuánticas no locales ni (a la luz de la antilocalizabilidad) la identidad de los constituyentes fundamentales de la realidad física pueden explicarse o describirse si se conservan las restricciones del materialismo. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">P4. Estos fenómenos cuánticos requieren una explicación. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-top: 5pt; margin-right: 0cm; margin-bottom: 5pt; margin-left: 0cm; line-height: normal; "><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">------------------------------------------- </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">C. Por lo tanto, el materialismo (naturalismo o fisicalismo) es irremediablemente deficiente como perspectiva del mundo y, en consecuencia, debe rechazarse por ser falso e inadecuado. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Las primeras dos premisas de este argumento no causan controversia: la primera es solamente una definición y la segunda es una consecuencia de esa definición. Por lo tanto, las premisas clave del argumento son la tercera y la cuarta; una vez establecidas, se llega directamente a la conclusión. Por lo tanto, concentremos nuestra atención en la justificación de las premisas tres y cuatro. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Para que una partícula sea considerada un objeto físico individual, debe poseer una o más propiedades bien definidas que la identifiquen. El principal ejemplo de ese tipo de propiedades es la ubicación espaciotemporal. Para que algo exista como objeto físico individual, debe ocupar cierto volumen de espacio en cierto momento. Si no es así, entonces puede ser lo que sea -suponiendo que sea algo- menos un objeto material. El problema para los materialistas es que las partículas de la mecánica cuántica relativista no se pueden localizar de esa manera.</span></span></p></div><div class="Section3"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Dicho en pocas palabras, Gerhard Hegerfeldt y David Malament han demostrado que si uno asume (con bastante razón) que una partícula individual no puede servir como fuente infinita de energía ni estar en dos lugares a la vez, entonces tiene cero probabilidades de ser encontrada en una región espacial limitada, ¡sin importar cuan grande sea! En resumen, la "partícula" no existe en ningún lugar del espacio y, entonces, para ser honesto, realmente no existe. Hans Halvorson y Robert Clifton han expandido estos resultados y han llenado algunas lagunas al mostrar que la prueba Hegerfeldt-Malament sigue funcionando bajo condiciones incluso más generales. En particular, han demostrado que una vez que se toma en cuenta la relatividad, no puede haber una noción inteligible de los objetos físicos microscópicos. Las ideas sobre las partículas tienen utilidad pragmática en relación con las apariciones macroscópicas, pero no sirven de base a la realidad microfísica (y este es el cimiento de la realidad según los materialistas). </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El problema subyacente es: en la naturaleza hay correlaciones que requieren una explicación causal pero para las cuales ninguna explicación física es posible en principio . Además, la antilocalizabilidad de los cuantos en un campo implica que estas entidades (lo que sean) no se ajustan al criterio de individualidad física . Así que, paradójica e irónicamente, los constituyentes y relaciones fundamentales del mundo físico no pueden entenderse, en principio, desde el punto de vista físico. Como debe haber alguna explicación, la correcta tendría que ser una explicación no física - y esto es totalmente incompatible con cualquiera y con todas las variedades de materialismo. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Una posible estrategia de defensa materialista sería asegurar que los fenómenos no locales no requieren explicación porque, aunque sean algo misteriosos desde el punto de vista epistemológico, no son, en última instancia, problemáticos desde el punto de vista metafísico. Esta idea de que ninguna de las regularidades de la naturaleza necesitan una base causal fue capturada en un concepto que David Lewis llama "superveniencia humeana". La superveniencia humeana intenta explicar cómo determina la naturaleza lo que es verdad acerca de las leyes y probabilidades de manera bastante independiente de lo que los humanos creemos acerca del mundo -en otras palabras, debe considerarse todavía como una teoría ontológica, no epistemológica. Esta teoría considera como espaciotemporales las relaciones fundamentales del mundo en forma congruente con la relatividad especial, y tiene una ontología de puntos -u ocupantes de puntos del tamaño de un punto- junto con cualidades locales que son sus propiedades intrínsecas. Todo lo demás sobreviene en esta configuración espaciotemporal de cualidades locales. En esta forma de ver las cosas, las regularidades naturales observadas son leyes sólo si son teoremas verdaderos de un sistema deductivo axiomático que descubra un balance óptimo entre simplicidad e informatividad. Lewis postula que existe precisamente el mejor de estos sistemas. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Pero esto raya en la incoherencia. La superveniencia humeana requeriría que los resultados cuánticos, aunque presenten correlaciones no locales, pudieran entenderse como propiedades locales. Bajo tales condiciones, se vuelve necesario postular dispositivos al azar y en armonía con una separación de tipo espacial y sin ninguna explicación ontológica más profunda . Tal vez yo pueda causar la sensación de perplejidad requerida diciendo lo siguiente: aceptar la plausibilidad de la superveniencia humeana en este contexto sería equivalente a creer que aunque unas personas estén escribiendo textos idénticos en máquinas de escribir en lugares opuestos del mundo, no tienen comunicación, ni la han tenido jamás. La descripción cuántica del mundo es por lo menos así de improbable aplicando la superveniencia humeana, además de que ninguna causa común en la historia de la información de sistema o información transmitida localmente puede explicar la correlación. Aquí, la incredulidad no es sólo natural, sino necesaria. Cuando se entienden las implicaciones del concepto, la superveniencia humeana sirve como reductio de sí misma. Así que repito: es necesaria una explicación más profunda de la antilocalidad cuántica y no hay explicación física posible.</span></span></p></div><div class="Section4"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Times New Roman","serif";mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Por lo tanto, el reto de darle sentido metafísico a la teoría cuántica, es dar una explicación sobre cómo es el mundo cuando tiene una estructura objetiva que no sobreviene a los objetos físicos. Con esta constricción, la respuesta más bien asombrosa que empieza a parecer plausible es que para preservar y explicar la estructura objetiva de las apariciones es necesario revivir un tipo de fenomenalismo en el cual nuestra percepción del universo físico está constituida por datos sensoriales que se ajustan a ciertas restricciones estructurales, pero que están ausentes en la realidad física que les da origen. Por lo tanto, lo que queda es una ontología de mentes que experimentan y generan sucesos y procesos mentales que, cuando son de carácter sensorial, tienen una estructura formal caracterizada por las simetrías y restricciones fundamentales representadas en la teoría física. El hecho de que estas percepciones sensoriales en su mayoría no sean fabricadas por nosotros mismos, señala la falsedad de cualquier inclinación solipsística, pero también engendra algo de asombro metafísico y epistemológico. Sin embargo, hay una forma bastante razonable de aterrizar esta ontología y obviar el asombro: la objetividad metafísica y la intersubjetividad epistemológica se preservan en una metafísica teísta que se parece mucho al inmaterialismo propuesto por George Berkeley y Jonathan Edwards. </span><br />---<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">RESUMEN BIOGRÁFICO</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">:<br />Bruce Gordon recibió su doctorado en historia de la filosofía de la física en Northwestern University. Sus principales intereses de investigación son las áreas de la filosofía de la ciencia, la filosofía de la física, la metafísica analítica, la teología filosófica y las preguntas que surgen del cruce de estas disciplinas. Ha estado en la Universidad Baylor desde 1999 como administrador y profesor adjunto de filosofía. Actualmente es académico residente del Instituto Baylor para la Fe y el Aprendizaje.<br />---<br />Fuente:<br /></span></span><a href="http://www.ciencia-alternativa.org"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ciencia Alternativa</span></span></a></span></p></div>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-70067692191747217262009-11-21T12:57:00.000-08:002009-11-21T13:48:24.585-08:00Supervivencia de los Más Falsos<div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color:#0000EE;"><span class="Apple-style-span" style="text-decoration: underline;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEJeZfeNz2QHWa-z5HO438XPh39ces1zKGar5gKW7VDSSGy4vzSDJc05sAawr1ROfwZABSmhRMhf0xRrEx1owuEJmZMnTfCAOikK2xtnh5j8fjFNjaSjxmGxcRpk4f-513LCmUrAja9R8/s200/darwinismo-social.jpg" style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 187px; height: 200px;" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406664778533710722" /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><i><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-size:medium;">La ciencia sabe ahora que muchos de los pilares de la teoría darwinista son o bien falsos o engañosos</span></span></span></i><i><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">. S</span></span></span></i><i><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">in embargo</span></span></span></i><i><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">, </span></span></span></i><i><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">hay textos de biología que siguen presentándolos como una evidencia tangible de la evolución</span></span></span></i><i><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">. ¿Q</span></span></span></i><i><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ué implica esto acerca de su criterio científico</span></span></span></i><i><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">?— <span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;">Por: <b>J</b></span></span></span></span></i><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b>onathan</b></span></span></span><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b> W</b></span></span></span><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b>ells</b></span></span></span></div> <div class="Section2"><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Si durante mis años de estudio de ciencia en Berkeley alguien me hubiera preguntado si creía lo que leía en mis libros de texto científicos, hubiera respondido de una forma muy similar a cualquiera de mis compañeros de estudios; me hubiera sentido perplejo de que siquiera se me hiciese una pregunta así. Naturalmente, uno podría encontrar pequeños errores, erratas y cosas así. Y la ciencia está siempre descubriendo cosas nuevas. Pero yo creía —lo tenía como un supuesto— que mis libros de texto científicos contenían el mejor conocimiento científico disponible en aquel tiempo.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Solo fue cuando acababa mi doctorado en biología celular y del desarrollo que me di cuenta de lo que al principio consideré como una extraña anomalía. El libro de texto que yo usaba presentaba de forma destacada unos dibujos de embriones de vertebrados — peces, gallinas, seres humanos, etc.— cuyas semejanzas se presentaban como evidencia de descendencia desde un antecesor común. Desde luego, los dibujos parecían muy semejantes. Pero yo había estado estudiando embriones durante algún tiempo, examinándolos al microscopio. Y me di cuenta de que los dibujos estaban sencillamente equivocados.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Volví a comprobar todos mis otros libros de texto. Todos ellos presentaban dibujos similares, y todos ellos estaban evidentemente equivocados. No solo distorsionaban los embriones que representaban, sino que omitían etapas tempranas en las que los embriones aparecen muy diferentes entre sí. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Lo mismo que en el caso de la mayoría de los demás estudiantes de ciencia, y como la mayoría de los científicos mismos, lo dejé pasar. No afectaba a mi trabajo de manera directa, y di por supuesto que aunque los textos estaban equivocados en esta cuestión por la </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">razón que fuese, se trataba de una excepción a la regla. Pero en 1997 mi interés en los dibujos de los embriones se reavivó cuando el embriólogo británico Michael Richardson y sus colegas publicaron el resultado de su estudio en el que comparaban los dibujos de los libros de texto con embriones reales. Tal como se citó al mismo Richardson en la prestigiosa revista Science: «</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">parece que está resultando ser uno de los más famosos fraudes de la biología</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">». </span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"></p><span class="Apple-style-span" style="font-family:'BernhardMod BT', serif;"><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Peor todavía, no se trataba de un fraude reciente. Ni tampoco era un descubrimiento reciente. Los dibujos de embriones que aparecen en casi cada libro de texto de bachillerato y de universidad son o bien reproducciones, o se basan en una famosa serie de dibujos realizados por el biólogo alemán del siglo 19 y ferviente darwinista, Ernst Haeckel, y los eruditos acerca de Darwin y de la teoría evolucionista han sabido que se trataba de falsificaciones durante más de cien años. Pero por lo que parece, ninguno de ellos consideró oportuno corregir esta falsa información presente en casi todas partes. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Todavía creyendo que se trataba de una circunstancia excepcional, sentí curiosidad por ver si podía encontrar otros errores en los textos normativos de biología que trataban de la evolución. Pero mi investigación reveló algo sorprendente: Bien lejos de ser excepciones, estas descaradas tergiversaciones son más frecuentemente la regla. En mi reciente libro las designo como «Iconos de la Evolución», porque muchas de ellas están representadas por las clásicas y constantemente repetidas ilustraciones que, como los dibujos de Haeckel, han servido demasiado bien para su propósito pedagógico, el de fijar una falsa información fundamental acerca de la teoría evolucionista en la mente del público.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Todos los recordamos de la clase de biología: el experimento que creó «los ladrillos de la vida» en un tubo; el «árbol» de la evolución, arraigado en el lodo primordial y ramificándose a una vida animal y vegetal. Luego había las estructuras óseas semejantes de, digamos, el ala de un ave y la mano de un hombre, las polillas del abedul y los pinzones de Darwin. Y, naturalmente, los embriones de Haeckel.<br /></span></span></span></p><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Lo que sucede es que todos estos ejemplos, así como muchos otros que se presentan como evidencia de evolución, resultan incorrectos. No solo ligeramente desviados. No solo ligeramente erróneos. Por lo que respecta a la cuestión de la evolución darwinista, los textos contenían distorsiones desmesuradas e incluso alguna evidencia inventada. Y no estamos hablando solo de textos de bachillerato que algunos pudieran excusar (aunque no se debiera) por adherirse a un estándar más bajo. También resultan culpables algunos de los libros de texto universitarios más prestigiosos y de más circulación, como Evolutionary Biology de Douglas Futuyma, y la última edición del libro de texto a nivel graduado Molecular Biology of the Cell, que tiene como coautor al presidente de la Academia Nacional de las Ciencias, Bruce Alberts. De hecho, cuando se eliminan las falsas «evidencias», el alegato en favor de la evolución darwinista, al menos en los libros de texto, queda tan debilitado que se hace casi invisible. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b>LA VIDA EN UNA BOTELLA </b><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Georgia, serif;font-size:16px;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhw05FV_szZy7tpS0-UqfT0aVlq7nuP6qDm8DzR5Qe2pHU0L-UoEOsIdvb366HEx89_zWucKVRcXdDlYSuSugkf2BHuKk5NjkRYtSWk_VOMRkn1vOYyOkWz8er_CmMQjnXGTuth5yRqdyQ/s1600/tdi-c.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhw05FV_szZy7tpS0-UqfT0aVlq7nuP6qDm8DzR5Qe2pHU0L-UoEOsIdvb366HEx89_zWucKVRcXdDlYSuSugkf2BHuKk5NjkRYtSWk_VOMRkn1vOYyOkWz8er_CmMQjnXGTuth5yRqdyQ/s400/tdi-c.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406672471142691074" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 207px; height: 400px; " /></a></span></span></span></p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-size:medium;">Cualquiera que en 1953 fuese lo suficientemente mayor para comprender la relevancia de la noticia recuerda lo impresionante, y, para muchos, lo inspiradora que fue. Los científicos Stanley Miller y Harold Urey habían tenido éxito en la creación de «los ladrillos» de la vida en una redoma. Imitando lo que creían que habían sido las condiciones naturales de la atmósfera de la tierra primitiva, y entonces haciendo pasar una chispa eléctrica por ella, Miller y Urey habían conseguido unos aminoácidos simples. Como los aminoácidos son los «ladrillos» de la vida, se creía que era solo cuestión de tiempo hasta que los mismos científicos pudieran crear organismos vivos. En aquel tiempo pareció ser una espectacular confirmación de la teoría evolucionista. La vida no era un «milagro». No había necesidad de ninguna actividad exterior o de inteligencia divina. Sólo era necesario juntar los gases necesarios, añadir electricidad, y la vida tenía que aparecer. Es un acontecimiento común. De esta manera, Carl Sagan podía así predecir confiadamente en la radio nacional que los planetas en órbita alrededor de aquellos «milesssss y milesssss de millonessss» de estrellas en el espacio tenían que estar abarrotados de vida.</span></div></span><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Pero aparecieron problemas. Los científicos nunca pudieron ir más allá de los más simples aminoácidos en su simulado ambiente primordial, y la creación de las proteínas comenzó a resultar no un pequeño paso, ni un par de pasos, sino una gran sima, quizá imposible de salvar. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Pero el golpe de gracia al experimento de Miller-Urey llegó en la década de 1970, cuando los científicos comenzaron a llegar a la conclusión de que la atmósfera primitiva de la tierra no se parecía en nada a la mezcla de gases empleada por Miller y Urey. En lugar de ser lo que los científicos designan como «reductora», un medio rico en hidrógeno, la atmósfera primitiva de la tierra estaba probablemente compuesta por gases liberados por volcanes. Acerca de esta cuestión hay un consenso casi general entre los geoquímicos. Pero pongamos estos gases volcánicos en el aparato de Miller y Urey, y el experimento no funciona —en otras palabras, no aparecen «ladrillos» de la vida.<br /></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">¿Qué dicen los libros de texto acerca de este hecho tan incómodo? De modo general, lo silencian y siguen usando el experimento de Miller y Urey para convencer a los estudiantes de que los científicos han demostrado un importante primer paso en el origen de la vida. Entre estos libros de texto se encuentran el ya mencionado Molecular Biology of the Cell, del que uno de los coautores es el presidente de la Academia Nacional de las Ciencias, Bruce Alberts. La mayoría de los libros de texto dicen además a los estudiantes que los investigadores acerca del origen de la vida han hallado abundantes evidencias adicionales para explicar cómo la vida se originó espontáneamente —en lugar de decir a los estudiantes que los investigadores mismos reconocen en la actualidad que la explicación les sigue escapando.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"></p><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b>EMBRIONES FALSEADOS </b><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Georgia, serif;font-size:16px;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6Q6TuHsiZi3q1aaJywvHEFtQo44QMhqRojMDf1unsrYyuYiuiJv6qwJIme31oT5sPjfFgNBmRAUKu-hn2-QY0rV6PrZBXcA0H6uPk0jKqare0M-K2WlVt8Xv58FmpcA66e8zxvdWc7aA/s1600/tdi-c-1.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6Q6TuHsiZi3q1aaJywvHEFtQo44QMhqRojMDf1unsrYyuYiuiJv6qwJIme31oT5sPjfFgNBmRAUKu-hn2-QY0rV6PrZBXcA0H6uPk0jKqare0M-K2WlVt8Xv58FmpcA66e8zxvdWc7aA/s400/tdi-c-1.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406672476968549394" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 315px; height: 391px; " /></a></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Darwin pensaba que «de lejos la clase singular de pruebas más enérgicas en favor de» su teoría procedían de la embriología. Pero Darwin no era embriólogo, de modo que se apoyó en el trabajo del biólogo alemán Ernest Haeckel, que realizó unos dibujos de embriones de diversas clases de vertebrados para exponer que son virtualmente idénticos en sus etapas más tempranas, y que se diferencian de forma ostensible solo al desarrollarse. Fue este patrón el que Darwin encontró tan convincente. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Esta puede que sea la más insigne de las distorsiones, porque los biólogos han sabido durante más de un siglo que los embriones vertebrados nunca se parecen tanto como Haeckel los dibujó. En algunos casos, Haeckel usó el mismo grabado de madera para imprimir embriones que se suponía que pertenecían a clases diferentes. En otros, retocó sus dibujos para hacer que los embriones se pareciesen más que en la realidad. Los coetáneos de Haeckel lo criticaron en repetidas ocasiones por estas tergiversaciones, y fue objeto de numerosas acusaciones de fraude a lo largo de su vida. En 1997, el embriólogo británico Michael Richardson y un equipo internacional de expertos compararon los dibujos de Haeckel con fotografías de embriones reales de vertebrados, y demostraron de manera concluyente que los dibujos tergiversan la realidad.</span></span></span></p></div><span lang="ES"><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Los dibujos son engañosos de otra manera. Darwin fundamentó sus inferencias de descendencia común sobre la creencia de que las etapas más tempranas en el desarrollo de los embriones son las más similares. Pero los dibujos de Haeckel omiten por entero las etapas más tempranas, que son muy diferentes, y arrancan a partir de un punto medio de mayor semejanza. El embriólogo William Ballard escribió en 1976 que es «solo mediante trucos semánticos y selección subjetiva de la evidencia», y «torciendo los hechos de la naturaleza» que alguien puede argumentar que las etapas tempranas de los vertebrados «son más semejantes que sus formas adultas». Pero se puede encontrar alguna versión de los dibujos de Haeckel en la mayor parte de los libros de texto de biología. Stephen Jay Gould, uno de los proponentes más visibles de la teoría evolucionista, escribió recientemente que deberíamos estar «asombrados y avergonzados por todo el siglo de reciclado irreflexivo que ha llevado a la persistencia de estos dibujos en una gran cantidad, por no decir que en una mayoría, de los libros de texto modernos». (Más adelante volveré a la cuestión de por qué es solo ahora que el Sr. Gould, que ha conocido estas falsedades durante décadas, ha decidido desenmascararlas ante el gran público.)<br /></span></span></span></p><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b>EL ÁRBOL DE LA VIDA SEGÚN DARWIN </b><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Georgia, serif;font-size:16px;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2NHmVirCgtueVGuKk9VMVsS2VLIoFpm9eHr2l2qcTHq3OlJGuZApBsT26JBl3CyvusHztdYAPj_Th7pFhnubwnThOJQr-4yvBBFRIjrc6fqVXXeYWoFXYzDvlmiiSIsIJKSDW6dD4Dzk/s1600/tdi-c-2.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2NHmVirCgtueVGuKk9VMVsS2VLIoFpm9eHr2l2qcTHq3OlJGuZApBsT26JBl3CyvusHztdYAPj_Th7pFhnubwnThOJQr-4yvBBFRIjrc6fqVXXeYWoFXYzDvlmiiSIsIJKSDW6dD4Dzk/s400/tdi-c-2.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406672478537746738" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 309px; height: 333px; " /></a></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Darwin escribió en El Origen de las Especies: «Considero a todos los seres no como creaciones especiales, sino como los descendientes lineales de algunos pocos seres» que vivieron en el distante pasado. Él creía que las diferencias entre las especies modernas surgieron primariamente por selección natural, o por supervivencia de los más aptos, y describió todo el proceso como «descendencia con modificación». </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Naturalmente, nadie pone en duda que tiene lugar una cierta cantidad de descendencia con modificación dentro de las especies. Pero la teoría de Darwin pretende explicar el origen de nuevas especies —de hecho, de todas las especies, por cuanto las primeras células emergieron del légamo primordial. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Esta teoría tiene la virtud de hacer una predicción: Si todos los seres vivos son descendientes por modificación gradual procedentes de una o de unas pocas formas originales, entonces la historia de la vida tendría que asemejarse a un árbol que se va ramificando. Desafortunadamente, y a pesar de declaraciones oficiales, esta predicción ha resultado ser falsa en algunos aspectos importantes. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El registro fósil muestra la aparición de los grupos más generales de animales plenamente formados alrededor del mismo tiempo en una «explosión del Cámbrico», en lugar de una divergencia a partir de un antecesor común. Esto Darwin lo sabía, y lo consideraba como una grave objeción a su teoría. Pero él lo atribuía a la imperfección del registro fósil, y creía que una investigación futura proporcionaría los antecesores que faltaban. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Pero el transcurso de un siglo y medio de una recolección continuada de fósiles solo ha servido para agravar el problema. En lugar de la aparición de ligeras diferencias al principio y luego el posterior surgimiento de diferencias mayores, las mayores diferencias surgen ya al mismo principio. Algunos expertos en fósiles describen esto como «evolución cabeza abajo», y observan que contradice el patrón de «cabeza arriba» predicho por la teoría de Darwin. Sin embargo, la mayoría de los libros de texto de biología actuales ni siquiera hacen mención de la explosión del Cámbrico, y mucho menos señalan al reto que significa para el evolucionismo darwinista.<br /><br /></span></span></span></p></div><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-size:medium;">Luego vino la evidencia procedente de la biología molecular. En la década de 1970 los biólogos comenzaron a contrastar el patrón del árbol ramificado de Darwin comparando moléculas en diversas especies. Cuanto más semejantes sean las moléculas en dos especies diferentes, tanto más estrechamente relacionadas se las supone. Al principio este método parecía confirmar el árbol de la vida de Darwin. Pero al realizar los científicos más y más moléculas, descubrieron que diferentes moléculas daban resultados en conflicto. El patrón de ramificación del árbol que se infiere mediante una molécula contradice con frecuencia el patrón que se obtiene con otra.</span></div></span></span><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> El biólogo molecular canadiense W. Ford Doolittle no cree que el problema vaya a desaparecer. Quizá los científicos «no han alcanzado a encontrar el “verdadero árbol”», escribió en 1999, «no debido a que sus métodos sean inadecuados o porque hayan escogido los genes incorrectos, sino porque la historia de la vida no se pueda representar de forma adecuada como un árbol». Sin embargo, los libros de texto de biología siguen asegurando a los estudiantes que el Árbol de la Vida de Darwin es un hecho científico abrumadoramente confirmado por la evidencia. Pero a juzgar por la verdadera evidencia fósil y molecular, es una hipótesis no acreditada disfrazada de hecho.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b>TODOS SE PARECEN: LA HOMOLOGÍA EN LOS MIEMBROS DE LOS VERTEBRADOS</b><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Georgia, serif;font-size:16px;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP0vnp0lj_LkJKoU5NaR_uyW3jwy34F8YyNSJ_gz4lMhC3-xRjZeX-fhue8fbSmzPVjXSnJiCozk28sSFY0lM8t7_GYZeA5kqLop6FNvA5jGkTnn8WME5NgiLnfg1oUItEHxykXSf95yU/s1600/tdi-c-3.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP0vnp0lj_LkJKoU5NaR_uyW3jwy34F8YyNSJ_gz4lMhC3-xRjZeX-fhue8fbSmzPVjXSnJiCozk28sSFY0lM8t7_GYZeA5kqLop6FNvA5jGkTnn8WME5NgiLnfg1oUItEHxykXSf95yU/s400/tdi-c-3.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406672478630158418" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 277px; height: 400px; " /></a></span></span></span></p><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La mayoría de los libros de texto de biología muestran dibujos de extremidades de vertebrados que exhiben semejanzas en sus estructuras óseas. Los biólogos anteriores a Darwin habían observado este tipo de semejanza y la habían llamado «homología», y la atribuían a una construcción sobre un arquetipo o diseño común. Pero en El Origen de las Especies Darwin argumentó que la mejor explicación para la homología es la descendencia con modificación, y la consideró como evidencia en favor de su teoría. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La estructura ramificada del «árbol de la vida» de Darwin ha quedado seriamente cuestionada por los datos del registro fósily de la moderna biología molecular. (Ilustración de Biology, de Miller y Levine, publicado por Prentice-Hall) </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Los seguidores de Darwin se apoyan en las homologías para ordenar a los fósiles en árboles ramificados que supuestamente exhiben relaciones de antecesores y descendientes. En su libro de 1990, Evolution and the Myth of Creationism [La evolución y el mito del creacionismo], el biólogo Tim Berra comparó el registro fósil con una serie de modelos de automóvil Corvette: «Si uno compara un Corvette modelo 1953 y un Corvette modelo 1954, poniéndolos juntos, y luego un modelo 1954 y un modelo 1955, y se sigue así, la evidencia de la descendencia con modificación resulta abrumadora» </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Pero Berra se olvidó de un punto crucial, y evidente: Los Corvettes, que se sepa, no dan a luz a pequeños Corvettes. Lo mismo que todos los demás automóviles, están diseñados por personas que trabajan para las compañías automovilísticas. En otras palabras, hay una inteligencia exterior. Así, aunque Berra creía que estaba prestando apoyo a la evolución darwinista en lugar de a la explicación predarwinista, puso en evidencia, involuntariamente, que la evidencia de los fósiles es compatible con ambas cosas. El catedrático de derecho (y crítico del darwinismo) Phillip E. Johnson lo designó como «La Bobada de Berra». </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La lección que debemos aprender de la Bobada de Berra es que es preciso especificar un mecanismo natural antes de poder excluir científicamente la construcción por designio como la causa de la homología. Los biólogos darwinistas han propuesto dos mecanismos: vías de desarrollo y programas genéticos. Según el primero, las características homólogas surgen de células y procesos semejantes en el embrión; según el segundo, las características homólogas están programadas por genes semejantes.<br /></span></span></span></p><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Pero los biólogos han sabido durante cien años que las estructuras homólogas no las producen vías semejantes de desarrollo. Y han sabido desde hace treinta años que a menudo tampoco las producen genes semejantes. De modo que no hay ningún mecanismo demostrado empíricamente para establecer que las homologías se deban a una descendencia común en lugar de a un designio común. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En ausencia de mecanismo, los darwinistas modernos han pasado a definir la homología simplemente como semejanza debido a una descendencia común. Según Ernst Mayr, uno de los principales arquitectos del moderno neodarwinismo: «A partir de 1859 solo ha habido una definición de homólogo que tiene sentido en biología: Los atributos de dos organismos son homólogos cuando derivan de una característica equivalente del antecesor común». </span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En esto tenemos un caso clásico de razonamiento en círculos. Darwin consideraba la evolución como una teoría, y la homología como evidencia en favor de la misma. Los seguidores de Darwin dan por supuesta la evolución como si estuviese establecida de forma independiente, y consideran la homología como su resultado. Pero entonces uno no puede usar la homología como prueba en favor de la evolución excepto razonando en círculos: La semejanza debida a la descendencia común demuestra la descendencia común. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Los filósofos de la biología han estado criticando este modo de hacer durante décadas. Como escribió Ronald Brady en 1985: «Al introducir nuestra explicación en la definición de la condición a explicar, no expresamos una hipótesis científica sino una creencia. Estamos tan convencidos de que nuestra explicación es verdadera que ya no vemos ninguna necesidad de distinguirla de la situación que estábamos intentando explicar. Las empresas dogmáticas de esta clase han de dejar finalmente el ámbito de la ciencia». </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">De nuevo, ¿cómo afrontan los libros de texto esta controversia? Una vez más, la pasan por alto. De hecho, dan a los estudiantes la impresión de que tiene sentido definir la homología en términos de descendencia común y luego darle la vuelta y usarla como evidencia en favor de la descendencia común. Y a esto le llaman «ciencia». </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b>No hay nada que no se pueda pegar con un poco de cola.</b><br /></span></span></span></p><b><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b>LAS POLILLAS MOTEADAS DEL ABEDUL</b><br /></span></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Georgia, serif;font-size:16px;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNzELpfOOP-LZaSgoriptOPNcaO-YLKdKXcX26VxoXLzAGUErkmrp3skyBUgvNA7pb8QXbCyfE_U3_SLZY7qyHhW5jKW9_oucRjTIXKCXcpBqaRwYYr_GcL9DSe_t84P0xQ3KLLOTlWnY/s1600/tdi-c-4.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNzELpfOOP-LZaSgoriptOPNcaO-YLKdKXcX26VxoXLzAGUErkmrp3skyBUgvNA7pb8QXbCyfE_U3_SLZY7qyHhW5jKW9_oucRjTIXKCXcpBqaRwYYr_GcL9DSe_t84P0xQ3KLLOTlWnY/s400/tdi-c-4.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406672487335396658" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 304px; height: 340px; " /></a></span></span></span></span><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Darwin estaba convencido de que en el curso de la evolución, «la Selección Natural ha sido el medio más importante, pero no exclusivo, de modificación», pero no tenía evidencia directa de esto. Lo mejor que pudo hacer en El Origen de las Especies fue dar «una o dos ilustraciones imaginarias».</span></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Pero en la década de 1950, el médico británico Bernard Kettlewell proporcionó lo que parecía constituir una prueba concluyente de la selección natural. Durante el siglo precedente, las polillas moteadas del abedul habían cambiado de ser de un color predominante claro a ser de color oscuro de manera predominante. Se pensó que el cambio había tenido lugar debido a que las polillas oscuras se camuflan mejor sobre troncos de árbol oscurecidos por la contaminación, y que son por ello menos susceptibles a ser devoradas por las aves predadoras. </span></span></span></span><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Para poner a prueba esta hipótesis de forma experimental, Kettlewell liberó polillas claras y oscuras en troncos de árboles cercanos en bosques contaminados y no contaminados, y luego observó mientras los pájaros devoraban las polillas más visibles. Como era de esperar, los pájaros comieron más polillas claras en el bosque contaminado, y más polillas oscuras en el bosque incontaminado. En un artículo escrito para Scientific American, Kettlewell designó esto como «la evidencia que le faltaba a Darwin». Las polillas moteadas pronto se convirtieron en el clásico ejemplo de la selección natural en acción, y la historia sigue apareciendo en la mayor parte de los libros de introducción a la biología, acompañada de fotografías de las polillas sobre los troncos de los árboles.</span></span></span></span></span></p></div><div class="Section2"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Pero en la década de 1980 unos investigadores encontraron evidencia de que la historia oficial era defectuosa —incluyendo el hecho significativo de que las polillas moteadas no se posan normalmente sobre los troncos de los árboles. Más bien, vuelan de noche y aparentemente se ocultan bajo las ramas superiores durante el día. Al liberar polillas sobre troncos de árboles cercanos a la luz del día, Kettlewell creó una situación artificial que no existe en la naturaleza. En la actualidad, muchos biólogos consideran nulos sus resultados, e incluso algunos incluso ponen en duda si la selección natural fue la responsable de los cambios observados. </span></span></span></span><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Así, ¿de dónde salieron todas aquellas fotografías que aparecen en los libros de texto de polillas moteadas sobre troncos? Se trata de un montaje. Para facilitar las cosas, algunos fotógrafos incluso pegaron polillas muertas a los árboles. Naturalmente, aquellos que realizaron este montaje antes de la década de 1980 creían que estaban representando la verdadera situación de forma precisa, pero ahora sabemos que estaban en un error. Sin embargo, una examen de pasada a casi cualquier libro de texto de biología actual revela que se siguen empleando todavía como evidencia de selección natural. </span></span></span></span><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">En 1999, un escritor canadiense de libros de texto justificaba esta práctica: «Es preciso considerar la audiencia. ¿Cuán complicado lo quieres hacer para el principiante?», en palabras de Bob Ritter, citado en la publicación Alberta Report Newsmagazine de abril de 1999. Los estudiantes de instituto «tienen todavía una mentalidad muy concreta en la forma que aprenden», proseguía Ritter. «Queremos comunicar la idea de la adaptación selectiva. Más tarde pueden considerar el trabajo de forma crítica.» </span></span></span></span><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Por lo que parece, esto de «más tarde» puede llegar a ser mucho más tarde. Cuando el Profesor Jerry Coyne de la Universidad de Chicago se enteró de la verdad en 1998, estaba bien adentrado en su carrera como biólogo evolucionista. Su experiencia ilustra cuán insidiosos son realmente los iconos de la evolución, por cuanto extravían tanto a los expertos como a los principiantes.</span></span></span></span></span></p></div><span lang="ES"><span class="Apple-style-span"><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b>PICOS Y PÁJAROS: LOS PINZONES DE DARWIN </b><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style=" font-weight: normal;font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Georgia, serif;font-size:16px;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizDCLZJ-bkDMRm-RKWHa4cP62E93SlA24vx6MUnTBqgLWC0JeUlSbW2ZmV4qGoy6RqBD4OD9g84aNadv6XMx62LrbLntSpTMgUTF0pKNnz0ISTvHqRccnD5OKVK5qXOWQLsN-C5sRIcDM/s1600/tdi-c-5.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizDCLZJ-bkDMRm-RKWHa4cP62E93SlA24vx6MUnTBqgLWC0JeUlSbW2ZmV4qGoy6RqBD4OD9g84aNadv6XMx62LrbLntSpTMgUTF0pKNnz0ISTvHqRccnD5OKVK5qXOWQLsN-C5sRIcDM/s400/tdi-c-5.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406673067736312514" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 307px; height: 318px; " /></a></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Un cuarto de siglo antes que Darwin publicase El Origen de las Especies, estaba formulando sus ideas como naturalista a bordo del barco británico de exploración H.M.S. Beagle. Cuando el Beagle visitó las Islas Galápagos en 1835, Darwin recogió especímenes de la fauna y flora autóctona, incluyendo algunos pinzones. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Aunque los pinzones tuvieron en realidad poco que ver con el desarrollo de la teoría evolucionista de Darwin, han atraído una considerable atención de parte de los modernos biólogos evolucionistas como evidencia adicional de la selección natural. En la década de 1970, Peter y Rosemary Grant y sus colegas observaron un aumento de un 5 por ciento en el tamaño de los picos después de una intensa sequía, debido a que los pinzones se quedaron solo con semillas difíciles de partir. El cambio, aunque significativo, era pequeño; sin embargo, algunos darwinistas pretenden que explica incluso el origen primero de la especie de los pinzones. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Un opúsculo publicado en 1999 por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos describe los pinzones de Darwin como «un ejemplo particularmente convincente» del origen de las especies. El opúsculo cita el trabajo de Gran y explica cómo «un solo año de sequía en las islas puede llevar a cambios evolutivos en los pinzones». Dicho opúsculo calcula también que «si se dan sequías alrededor de cada 10 años en las islas, podría surgir una nueva especie de pinzón en unos meros 200 años». </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Pero este opúsculo silencia que los picos de los pinzones revirtieron a la normalidad después que volvieron las lluvias. No hubo una evolución neta. De hecho, hay diversas especies de pinzones que actualmente parecen estar mezclándose mediante hibridación, en lugar de divergiendo por selección natural tal como lo demanda la teoría de Darwin. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">La supresión de la evidencia para dar la impresión de que los pinzones de Darwin confirman la teoría evolucionista bordea la mala práctica científica. Según el biólogo de Harvard Louis Guenin (escribiendo en Nature en 1999), las leyes sobre títulos garantizados de los Estados Unidos nos proporcionan «nuestra fuente más rica de directrices experimentales» para definir qué constituye mala práctica científica. Pero un corredor de bolsa que diga a sus clientes que se puede esperar de unas acciones determinadas que doblen de valor en veinte años porque subieron un 5 por ciento en 1998, a la vez que oculta el hecho de que las mismas acciones descendieron en un 5 por ciento en 1999, podría ser acusado de fraude con toda razón. Como escribió el catedrático de derecho de Berkeley Phillip E. Johnson en The Wall Street Journal en 1999: «Cuando nuestros científicos líderes tienen que recurrir a la especie de distorsión que llevaría a un corredor de bolsa a la cárcel, es que están en un verdadero aprieto.» </span></span></span></span></p></div></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"> </span></span></span></span><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"> </span></span></span></span><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"></p><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:georgia;font-size:medium;">DE LOS SIMIOS A LOS HUMANOS<br /><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvvKmk9WJ4KAuHQujRfQ2fDQF1F9k07uOHAW4iEUsq0eomJrtWMxak8noNQwIfS7YCHs6L5GXxoofFLbyqvEi33OmJGmakozWRq0SUgMoxf1JH7YLrjIpgSxz9DoWFEFeUzEOgWW93WeE/s1600/racismo.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvvKmk9WJ4KAuHQujRfQ2fDQF1F9k07uOHAW4iEUsq0eomJrtWMxak8noNQwIfS7YCHs6L5GXxoofFLbyqvEi33OmJGmakozWRq0SUgMoxf1JH7YLrjIpgSxz9DoWFEFeUzEOgWW93WeE/s400/racismo.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406675071861153490" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 350px; height: 400px; " /></a></span></span></div><span lang="ES"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" font-weight: normal; font-family:georgia;font-size:medium;">La teoría darwinista se manifiesta realmente de forma abierta cuando se aplica a los orígenes de la humanidad. Aunque apenas si mencionó este tema en El Origen de las Especies, posteriormente Darwin escribió con profusión acerca de esto en El Linaje del Hombre. «Mi propósito», explicaba él, «es demostrar que no existe ninguna diferencia fundamental entre el hombre y los animales superiores respecto a sus facultades mentales» — incluso en lo tocante a la moralidad y a la religión. Según Darwin, la tendencia de un perro a imaginar una agencia oculta en cosas movidas por el viento «se transmitiría fácilmente a la creencia en la existencia de uno o más dioses».</span></div></span><p></p><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Naturalmente, ya mucho antes de Darwin existía el conocimiento de que el cuerpo humano forma parte de la naturaleza. Pero Darwin iba mucho más lejos. Lo mismo que los filósofos materialistas desde la antigua Grecia, Darwin creía que los seres humanos no son nada más que animales. </span></span></span></span><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Pero Darwin necesitaba evidencia para confirmar su conjetura. Aunque los Neanderthales ya habían sido descubiertos, no se consideraban entonces como ancestros humanos, de modo que Darwin no tenía evidencia fósil a favor de su punto de vista. No fue sino hasta 1912 que el paleontólogo amateur Charles Dawson anunció que había hallado aquello que los darwinistas estaban buscando, en una cantera de grava en Piltdown, Inglaterra. </span></span></span></span><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Dawson había encontrado parte de un cráneo humano y parte de un maxilar inferior de forma simiesca con dos dientes. No fue sino hasta cuarenta años más tarde que un equipo de científicos demostró que el cráneo de Piltdown, aunque quizá de miles de años de antigüedad, pertenecía a un ser humano moderno, mientras que el fragmento de la mandíbula era más reciente y pertenecía a un orangután moderno. La mandíbula había sufrido un tratamiento químico para hacerla parecer fósil, y sus dientes habían sido limados de forma deliberada para hacerlos parecer humanos. El hombre de Piltdown era un fraude. </span></span></span></span><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">La mayoría de los textos modernos de biología ni tan siquiera mencionan Piltdown. Cuando los críticos del darwinismo suscitan el tema, se les dice generalmente que este incidente sencillamente demuestra la capacidad de autocorrección de la ciencia. Y así lo fue en este caso —aunque la corrección se tomó más de cuarenta años. Pero la lección más interesante que se puede aprender de Piltdown es que los científicos, lo mismo que cualquier otra persona, pueden ser engañados a ver lo que quieren ver. </span></span></span></span><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">La misma subjetividad que preparó el camino para Piltdown sigue infestando las investigaciones acerca de los orígenes humanos. Según la paleoantropóloga Misia Landau, las teorías de los orígenes humanos «exceden con mucho a lo que se puede inferir del estudio de los fósiles solos y de hecho imponen una pesada carga de interpretación sobre el registro fósil —carga que queda aliviada al colocar los fósiles en estructuras narrativas preexistentes». En 1996, el conservador del Museo Americano de Historia Natural, Ian Tattersall, reconoció que «en paleoantropología, las pautas que percibimos son probablemente tanto el resultado de nuestras actitudes inconscientes como de la evidencia misma». El antropólogo Geoffrey Clark, de la Universidad Estatal de Arizona, se hizo eco de esta postura cuando escribió: «Seleccionamos entre conjuntos alternativos de conclusiones de las investigaciones siguiendo nuestros prejuicios y conceptos previamente asumidos». Clark sugería que «la paleoantropología tiene la forma pero no el fondo de la ciencia».</span></span></span></span></span></p></div> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Los estudiantes de biología y el público en general son raras veces informados de la profunda incertidumbre acerca de los orígenes humanos que aparece reflejada en estas declaraciones de expertos científicos. En lugar de esto, se les alimenta con las últimas especulaciones como si fuesen realidades. Y la especulación va generalmente ilustrada con fantasiosos dibujos de hombres de las cavernas, o con fotografías de actores humanos muy maquillados. </span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span"></span></span></span></span></p><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b>¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ? </b><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style=" font-weight: normal;font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Georgia, serif;font-size:16px;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQTHHh98q860VBm5ytH0jGpZtr80N_8oLYTeXhcCalZejE0yyhxWoyGQ1jSBXw2BXVKzChWjV9ORYr9TcMbvlXslwFbxgxcCeod68Vd6XVRffxZADTP8nhkSHVxcyLsyzd-ebi4DrA9r0/s1600/fosiles.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQTHHh98q860VBm5ytH0jGpZtr80N_8oLYTeXhcCalZejE0yyhxWoyGQ1jSBXw2BXVKzChWjV9ORYr9TcMbvlXslwFbxgxcCeod68Vd6XVRffxZADTP8nhkSHVxcyLsyzd-ebi4DrA9r0/s400/fosiles.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406673070191592002" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 288px; height: 220px; " /></a></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">La mayoría de nosotros supone que lo que oímos de parte de científicos es relativamente digno de confianza. Los políticos podrían distorsionar o empujar la verdad para respaldar un plan preconcebido, pero los científicos, se nos dice, tratan acerca de hechos. Sí, pueden equivocarse en ocasiones, pero la belleza de la ciencia es que se puede someter a prueba empírica. Si una teoría está equivocada, esto lo descubrirán otros científicos que realicen experimentos independientes bien para reproducir o para refutar sus resultados. De esta manera se examinan constantemente los datos y las hipótesis se transforman en teorías ampliamente aceptadas. De modo que, ¿cómo explicamos una distorsión tan extendida y duradera de los datos específicos que se emplean para respaldar la teoría evolucionista? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Quizá el evolucionismo darwinista ha adoptado una significación en nuestra cultura que tiene poco que ver con su mérito científico, sea éste cual sea. Una indicación de ello se observó en la reacción casi universal y hostil contra la resolución de la Junta Escolar de Kansas de dar lugar a la disidencia en la enseñanza estándar de la evolución (mucha de la cual, como acabamos de ver, es sencillamente errónea). </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Según los medios de comunicación, solo los fundamentalistas religiosos ponen en duda el evolucionismo darwinista. Los que critican a Darwin, según se nos dice, quieren retrotraer a bombazos la ciencia hasta la Edad de Piedra y sustituirla con la Biblia. El creciente cuerpo de evidencia que contradice a las pretensiones darwinistas es ignorado olímpicamente. Cuando el bioquímico Michael Behe observó en el diario The New York Times el año pasado que la «evidencia» embriológica en favor de la evolución era un fraude, el darwinista de Harvard Stephen Jay Gould admitió que había conocido esto durante décadas (como se ha observado con anterioridad en el presente artículo), pero acusó a Behe de ser un «creacionista» por manifestarlo públicamente. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"> </span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"> </span></span></span><div class="Section2"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"> </span></span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Ahora bien, aunque Behe respalda la idea de que algunas características de los seres vivos se explican mejor mediante un designio inteligente, no es un «creacionista» en el sentido en que se emplea normalmente este término. Behe es un biólogo molecular cuyo trabajo científico le ha convencido de que la teoría darwinista no se ajusta a la evidencia observacional y experimental. ¿Por qué Gould, que sabe que los dibujos de Haeckel son una falsificación, descarta a Behe como creacionista por criticar dichos dibujos? </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Sospecho que existe un interés activo aquí aparte del de la ciencia pura. Mi evidencia es el mensaje materialista más o menos explícito entretejido en muchos de los libros de texto. El libro de Futuyma Evolutionary Biology es típico de esto mismo, al informar a los estudiantes que «fue la teoría de la evolución de Darwin», junto con la teoría de Marx acerca de la historia y la teoría de Freud acerca de la naturaleza humana «lo que proporcionó un trampolín crucial para la plataforma del mecanismo y del materialismo» que ha sido desde entonces «el escenario de la mayor parte del pensamiento occidental». Un libro de texto cita a Gould, que declara abiertamente que los seres humanos no han sido creados, sino que son meramente las ramitas fortuitas en un árbol de la vida «contingente» (esto es, accidental). El darwinista Richard Dawkins, de Oxford, aunque no en libro de texto, lo escribió de forma más contundente: «Darwin hizo posible el ser un ateo intelectualmente satisfecho». </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Estos son puntos de vista evidentemente filosóficos más que científicos. Futuyma, Gould y Dawkins tienen derecho a expresar su filosofía. Pero no tienen derecho a enseñarla como si fuese ciencia. En ciencia todas las teorías —incluyendo el evolucionismo darwinista— han de contrastarse mediante la evidencia. Por cuanto Gould sabe que la verdadera evidencia embriológica contradice los dibujos falseados en los libros de texto de biología, ¿por qué no adopta un papel más activo en limpiar la educación científica? Las tergiversaciones y omisiones que he reseñado aquí son solo una pequeña muestra. Hay muchas más. Durante demasiado tiempo el debate acerca de la evolución ha dado como supuestos unos «hechos» que no son ciertos. Es hora de eliminar las mentiras que obstruyen la discusión de la evolución a nivel popular, y de insistir en que las teorías se ajusten a la evidencia. En otras palabras, es hora de hacer ciencia de la forma en que se supone que se debe hacer.<br />--</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Título:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> La supervivencia de los más falsos Título original: Survival of the Fakest</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Autor</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">: Jonathan Wells, Ph.D. Fuente: Survival of the Fakest, artículo aparecido originalmente en The American Spectator -Diciembre de 2000 / Enero de 2001 - con permiso del Instituto Discovery - Discovery Institute, www.discovery.org, Discovery Institute · 1511 Third Ave Suite 808 · Seattle, WA 98101 · EE.UU. de Norteamérica. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Traducción del inglés:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Santiago Escuain © Copyright 2005, SEDIN - Servicio Evangélico Apartado 126 Cassà de la Selva (Girona) España. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Se puede reproducir en todo o en parte para usos no comerciales, a condición de que se cite la procedencia reproduciendo íntegramente lo anterior y esta nota. </span></span></i></span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small; font-weight: normal;"><i>--<br /><b><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;">Fuente:</span></b><br /><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><a href="http://www.ciencia-alternativa.org">Ciencia Alternativa</a></span></i></span></span></p> </div> <span lang="ES" style="font-family:"BernhardMod BT","serif"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ES; mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SAfont-family:";font-size:12.0pt;"> </span><p></p></b><o:p></o:p><p></p><p></p></div><o:p></o:p><p></p><p></p><p></p></div><p></p></span><p></p></div>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-76390879013403188522009-11-21T12:44:00.000-08:002009-11-21T12:55:14.647-08:00La Situación De Las Inferencias De Diseño En La Ciencia<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijtoqEKRVpCuZ45urBTVXZWf3-JNT36VaxpiOZCnHJvP-mK9jdONbdIZlkByryq4L9NE-ysTsjEJ0CC0ubSej88nxQ10wmFeTh51DmvFFW6AynDa7IyfE3KhWRDQq0QPY2iUcvnpnI22U/s1600/tdi-b-9.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 198px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijtoqEKRVpCuZ45urBTVXZWf3-JNT36VaxpiOZCnHJvP-mK9jdONbdIZlkByryq4L9NE-ysTsjEJ0CC0ubSej88nxQ10wmFeTh51DmvFFW6AynDa7IyfE3KhWRDQq0QPY2iUcvnpnI22U/s200/tdi-b-9.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406662183020554002" /></a><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"></p><div style="text-align: justify;"><i><span lang="ES" style="font-size: 12pt; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Por: </span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Dr. Bruce L. Gordon</span></b></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> (</span></span></i><span lang="ES" style="font-size: 12pt; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Historia y Filosofía de la Física Universidad Baylor)</span></span></div><span lang="ES" style="font-size: 12pt; color: black; "><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span><p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">E</span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">n la práctica científica se asume que el universo, tanto en su origen como en su función, es un sistema cerrado de procesos físicos no dirigidos. Aunque muchos científicos rechazan que esta suposición sea la verdad última, siguen creyendo que es esencial para que la </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">ciencia </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">funcione como </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">si </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">fuera verdad. Esto significa que han aceptado el </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">naturalismo metodológico </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">como una restricción necesaria en su práctica científica. El naturalismo metodológico es la doctrina de que para que sea </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">científica</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">, una explicación debe ser </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">naturalista</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">, es decir, que no sólo debe apelar a entidades, causas, eventos y procesos contenidos dentro de el universo material. Aunque aceptemos que la estrategia de restringir las explicaciones permitidas ha sido fructífera para la ciencia, debemos preguntarnos si es un requisito metodológico para la ciencia. Puede ser desacertado rechazar arbitrariamente el naturalismo metodológico como estrategia explicativa dentro de la ciencia. Pero quizá haya un </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">método </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">perfectamente riguroso para verificar cuando </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">no puedan </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">aplicarse tales restricciones si se quiere explicar algo correctamente. Una explicación basada en esos principios, sujeta a una metodología objetiva y estricta, ¿no se conforma también a los cánones de la explicación científica? </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Muchos filósofos de la ciencia han tratado de definir qué significa dar una explicación científica a un fenómeno. Consideraremos brevemente tres de esas definiciones: </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">el modelo deductivo-nomológico</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">, </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">el modelo causal-estadístico </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(relevancia estadística), y </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">el modelo pragmático</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">El </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">modelo deductivo-nomológico </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(D-N) fue el primer modelo de explicación científica y ha tenido mucha influencia. Postula cuatro criterios para las explicaciones científicas: </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-top: 5pt; margin-right: 0cm; margin-bottom: 5pt; margin-left: 0cm; line-height: normal; "><span lang="ES" style="font-size: 12pt; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">1. La explicación debe poder ponerse en forma de argumento deductivo válido, teniendo como conclusión la cosa a ser explicada. 2. La explicación debe contener por lo menos una ley general necesaria para llegar a esta conclusión. 3. La explicación debe tener contenido empírico que pueda ser sometido a prueba. 4. Las premisas del argumento que constituya la explicación deben ser verdaderas. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Más tarde quedó claro que el modelo D-N tenía deficiencias que caían en dos categorías: a) hay argumentos que cumplen todos los criterios del modelo D-N pero no son explicaciones científicas genuinas; y b) hay explicaciones científicas genuinas que no cumplen los criterios del modelo D-N. en resumen, estos cuatro criterios no son suficientes ni necesarios para garantizar que una explicación sea científica. Para ilustrar esto, ofrezco dos ejemplos inversos: el hombre y la píldora, y la explicación de paresis. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">insuficiencia </span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">del modelo D-N para definir qué es una explicación científica puede ilustrarse con este divertido ejemplo. Un hombre explica los intentos fallidos que ha hecho durante todo el año para quedar embarazado, a pesar de una relación amorosa con su esposa, diciendo que ha tomado regularmente píldoras anticonceptivas. Apela a la generalización, parecida a una ley, de que todo hombre que tome anticonceptivos no quedará embarazado. Este ejemplo se apega al patrón de explicación del modelo deductivo-nomológico. El problema es que es irrelevante que utilice píldoras anticonceptivas porque los hombres no se embarazan. Así que es posible construir argumentos válidos con premisas verdaderas en los que algún hecho afirmado por las premisas sea irrelevante a la explicación real del fenómeno en cuestión.</span></span></p></div><div class="Section2"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Para comprobar que este modelo no proporciona las condiciones necesarias para lograr una explicación científica adecuada, veamos la explicación del desarrollo de la paresis (una forma de sífilis terciaria caracterizada por una parálisis física progresiva y la pérdida de las funciones mentales). Para contraer paresis, es necesario tener sífilis en estado latente y sin tratamiento, pero sólo un porcentaje aproximado del 25% de la gente que se encuentra en esta situación la desarrolla alguna vez. Así que tenemos una condición necesaria para el desarrollo de la enfermedad, pero no podemos utilizarla para sacar la conclusión de que la paresis se desarrollará en un caso particular. De hecho, no sería mejor si predijéramos que no se desarrollará, ya que no lo hace en el 75% de los casos. Aun así, la explicación científica adecuada de la paresis es que resulta de una sífilis latente no tratada. Este es sólo un ejemplo de explicación científica genuina que no entra en el modelo D-N. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Para remediar los defectos del modelo D-N de explicación científica, se propuso el modelo causal-estadístico o de relevancia estadística . Los partidarios de este modelo subrayan el papel de los componentes causales en las explicaciones científicas y generalmente niegan que para explicar algo científicamente son necesarios rigurosos argumentos deductivos o inductivos. Como reconocen que hay explicaciones racionales para sucesos inesperados (como el surgimiento de la paresis después de una sífilis latente no tratada), rechazan la idea de que leyes universales o estadísticas y hechos empíricos deben producir las condiciones adecuadas para lograr una explicación científica de la ocurrencia de los sucesos. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La idea positiva detrás del modelo causal-estadístico es que una explicación científica presenta dos cosas: (1) el conjunto de factores estadísticamente relevante a la ocurrencia del suceso; y (2) el marco o vínculo causal que conecta dichos factores con el suceso a explicar. La relevancia estadística puede definirse de la siguiente manera: el factor B es estadísticamente relevante al factor A si, y sólo si, la probabilidad de A, dado que B ya ha ocurrido, es diferente de que A ocurra por sí sola, es decir, P(A|B) ? P(A). La red o vínculo causal que conecta a los factores con un suceso es sencillamente una explicación de los procesos e interacciones causales subyacentes que lo producen. Un proceso causal es un proceso espacio-temporal continuo; una interacción causal es un suceso relativamente breve en el que se cruzan dos o más procesos causales. La teoría causal-estadística surgió de la convicción de que las explicaciones científicas legítimas tienen que explicar sucesos en términos de las cosas que realmente los hagan suceder. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Aunque el modelo causal-estadístico parezca bastante sólido, tiene una falla en la mecánica cuántica - la teoría que describe el comportamiento de las partículas atómicas y subatómicas. Los detalles de la falla de este modelo en la mecánica cuántica son complicados. A grandes rasgos, el modelo causal-estadístico apela a procesos deterministas y continuos en el espacio-tiempo, aunque en general se acepta que la mecánica cuántica no es congruente con esta visión del mundo. Debido a que la mecánica cuántica se considera como uno de los triunfos de la ciencia del siglo XX, tenemos una razón para pensar que este modelo de explicación es demasiado estrecho . Por supuesto, también tenemos la opción de decir que la mecánica cuántica nos proporciona una descripción matemática de los fenómenos cuánticos que nos permite hacer predicciones sorprendentemente precisas, pero no explica estos fenómenos en absoluto -una explicación completa nos llevaría hasta la causa fundamental de los resultados experimentales, no sólo a predecirlos.</span></span></p></div><div class="Section3"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Las deficiencias de los modelos deductivo-nomológico y causal-estadístico condujeron a una tercera propuesta de explicación científica, el modelo pragmático. Este enfoque no sólo niega que las explicaciones científicas tengan una forma característica (como en el modelo D-N), sino también niega que dichas explicaciones proporcionen información característica (como en el modelo causal-estadístico) externa a la proporcionada por las teorías, hechos y procedimientos de la ciencia misma. Decir que una explicación es "científica" no es más que decir que se extrae de lo que se reconoce como ciencia, y la comunidad científica misma es quien determina si se cumple este criterio. Más allá de esto, la teoría pragmática es muy contextual. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Bas van Fraassen, el creador de la teoría pragmática, asegura que una explicación científica es una respuesta convincente a una pregunta con "por qué" identificable por sus temas de preocupación , clases de contraste , y condiciones de relevancia explicativa . Una explicación es una respuesta convincente simplemente si favorece la ocurrencia de un estado de cosas a explicar. La clase de contraste es el conjunto de posibilidades alternas del cual el tema de preocupación es miembro, y para el cual podría pedirse una explicación en un contexto particular. Las condiciones de relevancia explicativa son los aspectos en los cuales podría darse una respuesta. Por ejemplo, para usando una de las ilustraciones de van Fraassen, nuestro tema de preocupación podría se por qué está deformado un conductor eléctrico. En este caso, la clase de contraste podría consistir en otros conductores cercanos que no estén deformados -que el conductor se deforme en contraste a que retenga su forma original. Las condiciones de relevancia explicativa podrían ser la presencia de un campo magnético particularmente fuerte, la presencia de humedad en el conductor, y así sucesivamente. Todas estas cosas dependen en gran medida del contexto. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La teoría pragmática es relativamente sencilla y directa en comparación con los otros dos modelos. También es capaz de acomodar los aspectos especiales de las otras dos teorías de la explicación, y tiene un campo de aplicación muy amplio. Los críticos del modelo pragmático se han preguntado si cada pregunta del tipo "por qué" hecha por un científico requiere una clase de contraste, si las preguntas científicas pueden implicar algunas veces explicaciones del tipo "cómo" además de "por qué" (por ejemplo, la pregunta de cómo se reproducen los genes), si una respuesta convincente siempre debe favorecer al tema de preocupación, y si la teoría es demasiado amplia y legitimizaría las explicaciones que la comunidad científica podría desear excluir (aunque en este caso la aceptación real por parte de la comunidad científica parezca estar incluida en los criterios de legitimidad). </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Note que ninguna de las teorías anteriores de explicación científica hace mención al naturalismo metodológico como restricción (aunque tal vez esté implícito en la definición de proceso causal utilizada en el enfoque causal-estadístico). Algunos filósofos de la ciencia dirían que esta ausencia señala su condición de suposición básica para cualquier teoría de la explicación científica; otros asegurarían que tal ausencia muestra que no es una parte esencial de la explicación científica y que su relevancia como condición depende del contexto. Un breve análisis del papel que pueden jugar en la ciencia las inferencias de una rigurosa teoría del diseño revela que la última actitud es la más razonable.</span></span></p></div><div class="Section4"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Como William Dembski señala, sacar inferencias de diseño ya es una parte esencial y poco controvertida de varias actividades científicas que van desde la detección de datos experimentales fabricados, hasta la ciencia forense, la criptografía e incluso la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI). Él señala dos criterios como necesarios y suficientes para inferir inteligencia o diseño: complejidad y especificación. La complejidad quiere decir que el suceso en cuestión no es tan sencillo que pueda explicarse recurriendo a la casualidad. Es un concepto de probabilidad. La especificación quiere decir que el suceso en cuestión exhibe las marcas de la inteligencia. La noción de especificación se explica así: si, independientemente de la baja probabilidad del suceso en cuestión, podemos circunscribirlo y definirlo de alguna manera hasta el punto de poder rastrear su reconstrucción, entonces estamos justificados para eliminar la casualidad como explicación adecuada del suceso. Dembski llama a los sucesos de ese tipo sucesos de baja probabilidad especificada . </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Si un suceso de baja probabilidad no satisface los criterios de especificación, todavía se puede atribuir a la casualidad, como sucede por ejemplo con cualquier secuencia de aguilas y sellos producida al lanzar mil veces al aire una moneda. Pero si un suceso es genuinamente de baja probabilidad especificada , entonces la conclusión adecuada es que la causa de tal suceso es un agente inteligente. Un breve ejemplo bastará para aclarar la cuestión. Suponga que el candado de una bóveda bancaria tiene mil billones de combinaciones posibles. Cada una de las mil billones de combinaciones es igualmente improbable; sin embargo, una de ellas de hecho abre el candado. La combinación real que abre la bóveda es un suceso de baja probabilidad especificada. Si una persona a la que se le diera una oportunidad de abrir la bóveda tuviera éxito, la conclusión adecuada sería que la abrió por diseño, es decir que tenía conocimiento previo de la combinación correcta. Una de las contribuciones importantes de Dembski ha sido la de producir la noción de especificación matemáticamente rigurosa en una forma que coloca a las inferencias de diseño en una sólida base. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">El análisis matemático utilizado para determinar si un suceso es de baja probabilidad especificada se basa en observaciones empíricas en el contexto de los modelos teóricos utilizados para estudiar el dominio (cuántum-teórico, molecular biológico, de desarrollo biológico, cosmológico, etc.) que se está investigando, pero la inferencia de diseño misma puede formularse como argumento deductivo válido. Una de sus premisas es un resultado matemático que Dembski llama ley de la baja probabilidad . El que la inferencia de diseño se preste a esta precisión de la expresión es muy significativo porque nos permite ver que un enfoque riguroso de las inferencias de diseño se ajusta incluso a la teoría más restrictiva de explicación científica: el modelo D-N. De hecho, aunque las definiciones de explicación científica que hemos visto son inadecuadas como teorías universales, las tres hicieron importantes observaciones intuitivas. Además, no cuesta demasiado trabajo ver que las rigurosas inferencias de diseño satisfacen las condiciones impuestas por todas ellas. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Las inferencias de diseño se ajustan a los requerimientos de una explicación deductiva-nomológica porque satisfacen los cuatro criterios de ese modelo explicativo.</span></span></p></div><div class="Section5"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">1) La explicación que ofrece puede ponerse en forma de argumento deductivo. 2) Contiene por lo menos una ley general (la ley de la baja probabilidad), y esta ley es necesaria para deducir la cosa que se está explicando (en este caso la naturaleza de la causa del suceso en cuestión). 3) Tiene contenido empírico porque depende de la observación del suceso y de los hechos empíricos relevantes a la determinación de la probabilidad objetiva de su ocurrencia. 4) Las oraciones que constituyen la explicación son verdaderas hasta donde sabemos, porque toman en cuenta todos los factores relevantes disponibles antes del suceso que queremos explicar. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Las inferencias de diseño también satisfacen los requerimientos del modelo causal-estadístico de explicación al aislar los factores estadísticamente relevantes a la explicación del suceso investigado. Esto se logra determinando que el suceso en cuestión es de baja probabilidad y asegurando que se cumple el criterio de especificidad, eliminando así la ley natural y la casualidad de entre las posibles explicaciones. También pone de manifiesto la red causal que refuerza esta regularidad estadística, ya que conecta causalmente el factor explicativo relevante (agencia inteligente) con la ocurrencia del suceso (aunque no necesariamente por medio un mecanismo). </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Finalmente, las inferencias de diseño satisfacen el modelo pragmático de explicación porque proporcionan respuestas convincentes a preguntas del tipo "por qué", donde dichas preguntas son identificables por sus temas de preocupación, sus clases de contraste y sus condiciones de relevancia explicativa. El tema de preocupación en una inferencia de diseño es la ocurrencia observada de un suceso improbable que a primera vista porta pruebas de especificación. La clase de contraste está constituida por el grupo de alternativas de las cuales el tema de preocupación es miembro. Por ejemplo, la clase de contraste podría incluir la ocurrencia de otros sucesos más probables en el contexto causal que se está considerando, o sucesos igualmente improbables en ese contexto que no porten evidencia de especificación, etc. Las condiciones de relevancia explicativa podrían ser la presencia de condiciones iniciales muy particulares en el sistema físico, indicios de contraflujo termodinámico, la presencia de contenido informativo aparentemente inteligente, y así sucesivamente. Todas estas cosas dependen del contexto, pero lo que se busca es un relato correcto de la causa del suceso en cuestión. Por lo tanto, la respuesta proporcionada por la inferencia de diseño es convincente según las normas del modelo pragmático, porque cuando ocurre un suceso de baja probabilidad especificada demostrable, este estado de cosas es favorecido por las explicaciones teóricas del diseño. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Georgia","serif";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language: ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Debido a que las inferencias de diseño satisfacen estos tres modelos de explicación científica, parece haber pocas razones para negar su legitimidad como formas de explicación científica. De hecho, al generar conclusiones científicas en la criptografía o la ciencia forense, la inferencia de diseño no causa controversia. El centro del problema sigue siendo el tema del naturalismo metodológico. ¿Qué pasa si un análisis realizado a ciertos fenómenos naturales mediante la teoría del diseño produce la conclusión de que dichos fenómenos son el resultado de un diseño inteligente? ¿Y qué pasa si este estado de cosas implica que hay una causa inteligente que trasciende nuestro universo? Nada más que la operación no admitida de una cuestionable norma doble evitaría el uso de herramientas teóricas del diseño en este contexto en casos en que su empleo no sería tema de controversia si no estuvieran a la vista tales implicaciones. Entonces, ¿pueden las inferencias de diseño aplicadas a la naturaleza ser una forma de explicación científica? Haciendo los prejuicios a un lado, esta pregunta requiere una contestación afirmativa.</span><br /><br />--<br /><br /><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><b>Fuente:</b><br /></span></span><a href="http://www.ciencia-alternativa.org"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ciencia Alternativa</span></span></a></span></p></div>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-27198670593038917222009-11-21T12:08:00.000-08:002009-11-21T12:13:55.874-08:00La Estructura Retórica Del Origen De Las Especies De Darwin<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHAIMhEebmd0b3p6iQneZwAEPJhjL882a7JCytOHiezeei3QlYBWdQWYfKHDtxHgiSpSMj6Q2RLeH5gWF-SSNeGotic4c2eq4n3VSwVmnYLlErJ3mKYKclz-LZS9K7Z0NjATdluaa9_FY/s1600/tdi-b-6.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 131px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHAIMhEebmd0b3p6iQneZwAEPJhjL882a7JCytOHiezeei3QlYBWdQWYfKHDtxHgiSpSMj6Q2RLeH5gWF-SSNeGotic4c2eq4n3VSwVmnYLlErJ3mKYKclz-LZS9K7Z0NjATdluaa9_FY/s200/tdi-b-6.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406652114663282290" /></a><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><i><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;mso-bidi-font-size:11.0pt;font-family:"Times New Roman","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;">P</span></span><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;">or</span>:<b><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"> John Angus Campbell <span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">-</span> </span></b></span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Universidad de Memphis </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Darwin enfrentó un gran reto de persuasión en su obra maestra </span></span></span><i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El Origen de las Especies</span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">. Como muestran ampliamente sus cuadernos de notas (1837-1839), desde las etapas más tempranas de su teoría Darwin pensaba mucho en el problema de la persuasión. El Origen de las Especies puede seccionarse en cinco partes: 1) la introducción explica como se le ocurrió a Darwin su teoría y bosqueja estructura de ésta; 2) los primeros cuatro capítulos explican los elementos de la teoría: selección, variación, competencia y la resultante adaptación diferencial; 3) el quinto capítulo explica la herencia; 4) los capítulos 6 al 13 comprenden la sustancia del libro, a la vez que refutan las objeciones a la teoría y confirman el caso de Darwin; y 5) el capítulo catorce resume el argumento de Darwin. Con un poco de libertad en el capítulo cinco, el </span></span></span><i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Origen de las Especies </span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">sigue a grandes rasgos el patrón de cinco partes de los discursos clásicos compuestos por </span></span></span><i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">un exordiama</span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">, que coloca al juez en un estado mental favorable, una narración, que proporciona el fondo necesario para el argumento, </span></span></span><i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">una confirmación y una refutación</span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">, diseñadas para apoyar la tesis propia y refutar las de los oponentes respectivamente (el orden de estos elementos es variable y pueden mezclarse según las circunstancias) y una peroración, que resume el argumento. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">M.J.S. Hodge ha argumentado que, aunque el patrón es más claro en el </span></span></span><i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Bosquejo </span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">de 1842 y en el </span></span></span><i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ensayo </span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">de 1844 (los primeros bosquejos de lo que más tarde se convertiría en el </span></span></span><i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Origen de las Especies</span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">), la obra maestra de Darwin sigue la lógica de </span></span></span><i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">vera causa </span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">(de aquí en adelante VC) establecida por Newton y ratificada por John Herschel en su </span></span></span><i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Discurso Preliminar </span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">(1830). Según el principio VC, para establecer una "causa verdadera" -y esto es lo que Darwin deseaba hacer con la selección natural- uno debe mostrar tres cosas: 1) que la causa existe independientemente del fenómeno en cuestión; 2) que la causa tiene la capacidad de producir el efecto; 3) que la causa es responsable del efecto. Aunque los elementos no están muy bien definidos, uno puede ver el patrón VC en los capítulos del </span></span></span><i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Origen de las Especies</span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">. El primer capítulo "Variación bajo domesticación" establece la existencia de la selección independientemente de la naturaleza en las prácticas del criador doméstico. El segundo y tercer capítulos establecen la variación y la lucha por la existencia como principio activo en la naturaleza. Apoyándose en el material sobre la herencia presentado en el quinto capítulo, el cuarto capítulo argumenta que la causa es capaz de producir descendientes diferentes a sus padres. El resto del libro asegura que es más plausible aceptar la selección natural como causa verdadera de la variación, diversidad y divergencia de las especies que la teoría recibida que no ofrece ninguna explicación física adecuada. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Como incluso este breve bosquejo indica, la tarea de Darwin no es sólo convencer a sus lectores de lo que llamamos "evolución". El concepto que Darwin llamó "descendiente con modificación" se había conocido desde la antigüedad, fue defendido por su abuelo Erasmo (</span></span></span><i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Zoonomia</span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">, 1794-96) y por el científico francés Lamarck (</span></span></span><i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Philosophie Zoologic</span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">, 1809) y conocido por el público parcialmente a través de la refutación que Charles Lyell hizo de él en el segundo volumen de sus </span></span></span><i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Principios de Geología </span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">(1831-33). La mayoría de los victorianos letrados (incluyendo a Florence Nightingale y Abraham Lincoln) conocieron la evolución no a través de estas fuentes técnicas, sino de los </span></span></span><i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Vestigios de la Historia Natural de la Creación</span></span></span></i><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">, un libro sensacionalista de éxito repentino publicado anónimamente en 1844 por el publicista escocés Robert Chambers. Sin embargo, Darwin no sólo argumentó que las especies cambiaron a través del tiempo, sino que la selección natural -con una dosis variable de otros factores como la herencia de características adquiridas- explicaba científicamente ese cambio.</span></span></span></p></div><div class="Section2"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">En relación con nuestras expectativas ordinarias de exposición científica, es evidente que el </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Origen de las Especies</span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> , aun en sus secciones más exigentes (por ejemplo, la parte media del capítulo cuatro), es retórico en un sentido más popular que profesional. El libro está escrito en lenguaje coloquial para que lo entiendan los principiantes. Sólo en algunas secciones es abstracto y con frecuencia es muy metafórico y difícilmente está libre de juicios de valor. Piense en el título: Sobre el </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Origen de las Especies mediante la Selección Natural</span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> , o la </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Preservación de las Razas Favorecidas en la Lucha por la Existencia</span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> . El mismo término "selección" implica que la conciencia es una personificación; "razas favorecidas" suena incómodamente cercano al racismo a los oídos postmodernos; y "lucha por la existencia" suena como a guerra, a un deporte de competencia, o a ambos. Uno debe tener en cuenta que había pocos científicos "profesionales" en la época de Darwin, y que según las normas actuales incluso Darwin fue un aficionado. La palabra "científico" fue acuñada en 1840 por el mentor de Darwin en Cambridge, William Whewell (</span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Filosofía de las Ciencias Inductivas</span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> , Vol. 1, p. 113). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">No exageramos al decir que el fondo del </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Origen de las Especies </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> es la teología naturalista -la creencia de que el universo manifiesta el tipo y orden que uno esperaría de la mente más que de la autosuficiencia material. La primera vez que el </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Origen de las Especies </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> invoca esta tradición es en su solapa con una cita de William Whewell (</span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Tratado Bridgewater</span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> , 1833). Una segunda cita es de </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Avance del Aprendizaje</span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> , de Francis Bacon (1605), la cual insta a los lectores a ser igualmente versados en filosofía que en Biblia. Una tercera cita de la </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Analogía de la Religión </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> de Butler (1736) distingue ley natural de milagro con base en la velocidad y regularidad de ocurrencia. Esta última cita fue agregada a la tercera edición del </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Origen de las Especies </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> por haber sido mencionada en el panfleto de Asa Gray, siguiendo la tabla de contenido, y la cual Darwin suscribió financieramente, reconciliando la selección natural con la teología natural. En estos primeros ejemplos, así como en todo el libro, Darwin se esfuerza mucho por decir que la explicación mediante causas "secundarias" no es más impía en la biología que en la física, la geología o la química. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Pero, ¿cómo va Darwin a hacer buena su declaración de que la ley natural puede producir las "peripecias" que relacionamos con el diseño inteligente? San Agustín, sin ser un alevoso retórico, observó que nadie cree algo sin considerar primero que es creíble. Los primeros cuatro capítulos del Origen de las Especies proporcionan un ejemplo excelente de este principio: 1) "Variación bajo domesticación"; 2) "Variación bajo naturaleza"; 3) "Lucha por la existencia"; y 4) "Selección natural". Juntos, estos capítulos son una escalera que conduce de lo conocido a lo desconocido -de lo incuestionable a lo rebatible. La clave psicológica del persuasivo esfuerzo de Darwin es que antes de empezar las partes verdaderamente técnicas de su argumento capacita a sus lectores para aceptar la posibilidad de sus creencias mediante una serie de premisas conocidas y poco controversiales. Aunque Darwin podría haber ilustrado su primer capítulo con plantas y animales exóticos, lo que hace es llevar al lector a una granja británica. Mezclando la celebración patriótica de las habilidades de los criadores de animales y trabajadores de viveros con ejemplos detallados de su trabajo, Darwin muestra que las plantas y animales domésticos están muy alejados de sus equivalentes salvajes o que hay pocos de estos. Enfatiza que la diferencia se debe a la habilidad de los criadores, practicada metódicamente durante generaciones. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Con su observación de que lo que sus compatriotas y otros europeos han elevado a arte de altos vuelos fue practicado inconscientemente desde tiempos inmemoriales por "salvajes" que favorecían a sus mejores animales y plantas sin pensarlo demasiado, Darwin se ha colocado a sí mismo en la posición de poder explicar cómo procesos no discernidos pueden producir efectos que parecen diseñados.</span></span></p></div><div class="Section3"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">En el capítulo dos se argumenta que aunque la cruza doméstica se apoya en la variación natural, la variación es omnipresente en la naturaleza. Darwin advierte que la variación es tan persistente en la naturaleza que los taxonomistas distinguidos con frecuencia no se ponen de acuerdo dónde termina una variedad y empieza una especie. Utilizando una analogía industrial, Darwin asegura que debido a que los géneros más grandes tienen más especies, un género grande puede considerarse como una "fábrica" (p. 56) de especies. También cambia el significado de los términos "variedad" y "especie" redefiniendo una "especie" como una "variedad más o menos permanente" y una variedad como "una especie incipiente" (p. 51-54). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El capítulo tres "Lucha por la existencia", presenta la exposición que Darwin hace de Malthus, y es una de las apuestas más fuertes del libro. Dependiendo del éxito que Darwin tenga en ubicar su tesis en el repertorio de vivencias del lector, cabrá la posibilidad de que éste haga la transición entre considerar a los organismos como producto de la atención o como resultado de procesos materiales no guiados. Después de una hueste de interesantes ejemplos provenientes de la naturaleza y la domesticación, Darwin termina el capítulo pidiendo al lector que imagine qué tipo de variación se necesitaría para llevar a una planta más allá de sus límites conocidos. Habiendo ensayado muchas sugerencias del capítulo, Darwin concluye que el resultado se este experimento mental debiera enseñarnos cuán poco sabemos sobre variación y herencia. La confesión de ignorancia de Darwin podría leerse igualmente como un resumen de su tesis. Dada la cantidad de los ejemplos de Darwin, sin mencionar el encanto de su exposición, un lector que haya empezado el capítulo sin ninguna idea de cómo podría haberse originado la novedad biológica, termina con abundantes pistas. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">En el capítulo cuatro "Selección natural", a la que Darwin llamó "la piedra angular de mi arco", se desarrolla la máxima de que la naturaleza puede mejorar lo que el hombre puede hacer. El pasaje principal, uno de los más coloridos y celebrados del </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Origen de las Especies</span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> , es la personificación más famosa de Darwin: "la selección natural escudriña cada día y cada hora, en todo el mundo, cada variación, incluso la más pequeña, rechazando lo malo, preservando todo lo bueno y agregando aún más..." (p. 84). En esta descripción, la selección natural puede leerse en dos formas. Si uno lee su personificación como puramente figurativa podemos ver que Darwin está describiendo un proceso no dirigido basado parcialmente en la variación natural, en condiciones ambientales cambiantes, en las leyes de población de Malthus y en los alcances hereditarios e inimaginables del tiempo. Leída de otra forma la figura de Darwin sugiere, como algunos lectores infieren erróneamente, una fuerza (¿o mano divina?) que guía el proceso mediante una sabiduría más grande que la humana. Como se lea, la figura compleja junta lo que el lector ha aprendido de los criadores que trabajan en operaciones domésticas y lo que se conoce de las propias operaciones de la naturaleza. En varios pasajes, Darwin trata de cambiar para su propio provecho la relación tradicional de la ciencia y la teología natural. En el capítulo cinco Darwin dice que la creación especial hace "las obras de Dios una mera burla y decepción" (p. 167). En el capítulo final afirma: "hay grandeza en esta perspectiva de la vida en que sus varios poderes han sido soplados originalmente sobre unas cuantas formas o una..." (p. 490). En la tercera edición agregó: "soplados por el Creador". Aunque Darwin admite haberse "arrastrado" a un "lenguaje pentatéutico" en esta sección final, aparte de una risa burlona acerca de un pasaje ocasional, el argumento del diseño se ha desvanecido del mundo de Darwin.</span></span></span></p></div><div class="Section4"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Aunque las limitaciones de espacio no permiten hacer una presentación más elaborada de los principales elementos del persuasivo atractivo de Darwin, estos ya están asentados hacia el final de las primeras páginas del cuarto capítulo. En el cuerpo de la obra, cuando el avance se vuelve más difícil -y para el crédito eterno de Darwin, él incluyó en su obra todas las objeciones que se le ocurrieron- por lo general Darwin apela al ejemplo de los criadores para convencer al lector de que el trabajo que necesitan de la selección natural es concebible, posible o probable. Dados los tremendos logros de los criadores domésticos (en sólo unos cuantos cientos de años) y considerando el alcance omnipotente de la naturaleza y la enorme cantidad de tiempo de que ésta dispone, Darwin insta repetidamente a sus lectores a considerar ¿qué no podría la naturaleza haber logrado por sí misma? Mucho antes del final del Origen de las Especies, si no para todos los lectores por lo menos para la minoría que comunicaría el legado de Darwin, la cuestión ya no era retórica. </span></span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman","serif"; mso-ansi-language:ES">_____________ <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-top: 5pt; margin-right: 0cm; margin-bottom: 5pt; margin-left: 0cm; line-height: normal; "><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><b>RESUMEN BIOGRÁFICO </b></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">John Angus Campbell es profesor asociado de la Universidad de Memphis. Hasta su reciente retiro fue profesor y director del programa de maestría del Departamento de Comunicación. Fue presidente, y hoy es el segundo vicepresidente de la Asociación Norteamericana para la Retórica de la Ciencia y la Tecnología y uno de los fundadores de la retórica de la ciencia como subdisciplina académica. Junto con Stephen C. Meyer es co-editor y autor de </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Darwin, Design and American Public Education </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> [Darwin, Diseño y Educación Pública Norteamericana], publicado por Michigan State University Press. Ha escrito muchos ensayos y capítulos de libros acerca de la estrategia y estructura del </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Origen de las Especies </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> de Darwin.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">---<br /><b>Fuente:</b><br /><a href="http://www.ciencia-alternativa.org">Ciencia Alternativa</a></span></span></p></div>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-50783758641604613792009-11-21T11:33:00.000-08:002009-11-21T12:07:02.393-08:00El Traje Nuevo de Darwin<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi24tUMoPmUU6stdWu3IdvO4UmuV-0S1Vd7yzFXYPPkDy8dmhz3h-ZI4xEUZWGIiCSzs11NQfI3NN8PaP9MkDluGUHNj_WjCi4JhkUpAgK-pcY39eEQSuqIAN-9W89ALjhFrmh3anOgq1U/s1600/HD-18.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 189px; height: 195px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi24tUMoPmUU6stdWu3IdvO4UmuV-0S1Vd7yzFXYPPkDy8dmhz3h-ZI4xEUZWGIiCSzs11NQfI3NN8PaP9MkDluGUHNj_WjCi4JhkUpAgK-pcY39eEQSuqIAN-9W89ALjhFrmh3anOgq1U/s200/HD-18.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406643670925465010" /></a><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'Times New Roman', serif;"></span></span></span></p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'Times New Roman', serif;"><p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Georgia, serif;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES">Titulo<b>:</b></span></span><span class="apple-converted-space"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black; mso-ansi-language:ES"> </span></b></span><span class="apple-style-span"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black; mso-ansi-language:ES">El Traje Nuevo de Darwin: Una opinión personal y otros puntos de vista sobre la Teoría de Evolución por Selección Natural</span></b></span><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black; mso-ansi-language:ES"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic"><i>Fuente original: Digital CSIC Palabras clave:</i></span></span><span class="apple-converted-space"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic"><i> </i></span></span><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic"><i>Biología, especie, evolución, Método Científico, teoría</i></span></span><span class="apple-converted-space"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic"><i> </i></span></span><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic"><i>Emilio Cervantes IRNASA-CSIC. Apartado 257. Salamanca.</i></span></span><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES"><o:p></o:p></span></p> <u1:p></u1:p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span class="apple-style-span"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language:ES">Contenido:<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Resumen<br />1. Un cuento chino.<br />2. El Método Científico.<br />3. Comentaristas críticos de Darwin.<br />4. Conclusión.<br />5. Referencias.</span></span></b></span></p> <u1:p></u1:p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span class="apple-style-span"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES">Resumen</span></b></span><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES">: A mediados del siglo XIX, Charles Darwin propuso la Teoría de Evolución por Selección Natural. Desde su formulación, la teoría contó con críticas rigurosas incluyendo las opiniones de muchos científicos y también de filósofos contemporáneos de Darwin y posteriores. La extensión y divulgación de su teoría se debió a circunstancias complejas que incluyen una defensa general de la evolución, y no de la teoría de Darwin en particular, por muchos intelectuales y científicos frente a la hostilidad que el debate acerca de dicha idea produjo en sectores conservadores y clericales y otros factores sociales. Muchos de los defensores de la evolución eran, sin embargo, muy críticos con la descripción darwiniana de la Selección Natural, como el principal agente del cambio evolutivo. Desde la perspectiva actual, en un mundo en el que la biología es una ciencia de gran alcance en la que predomina la rigurosa aplicación del método científico, la Teoría de Evolución por Selección Natural no puede ser considerada una teoría científica sino una tautología o una interpretación dogmática de la naturaleza.</span></span><span lang="ES" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style: italic"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span class="apple-style-span"><b><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: EN-US">Abstract:</span></b></span><span class="apple-converted-space"><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black; mso-ansi-language:EN-US"> </span></span><span class="apple-style-span"><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black; mso-ansi-language:EN-US">By the middle of the XIX century, Charles Darwin proposed the Theory of Evolution by Natural Selection. From its initial formulation, the theory was the object of rigorous criticism in the expressed opinions of many scientists as well as philosophers, both from Darwin’s time as well as from successive generations. The extension and divulgation of the theory was due to complex circumstances including the arguments in favour of evolution, in general and not Darwin’s theory, presented by scientists and intellectuals, facing together the animosity that the idea of evolution raised in conservative and clerical sectors. Nevertheless, many of the scientists actively involved in favour of evolution were in disagreement with the darwinian description of Natural Selection as the causative agent of change in evolution. From the actual perspective, in a world in which biology is a science with an important projection, whose activity is mainly the result of the rigorous application of the Scientific Method, the Theory of Evolution by Natural Selection cannot be considered as a Scientific Theory but as a Tautology or a dogmatic interpretation of nature.</span></span><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black; mso-ansi-language:EN-US;mso-bidi-font-style:italic"><o:p></o:p></span></p> <u1:p></u1:p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span class="apple-style-span"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic">"Son vanas y están plagadas de errores las ciencias que no han nacido del experimento, madre de toda certidumbre"</span></b></span><span class="apple-converted-space"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic"> </span></span><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic">(</span></span><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black; mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic">Leonardo Da Vinci).<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic">"El principio de la ciencia, casi la definición, es el siguiente: La prueba de todo conocimiento es el experimento. El experimento es el único juez de la "verdad" científica".</span></b><span class="apple-converted-space"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic"> </span></span><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black; mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic">(Richard P. Feynman)<o:p></o:p></span></p> <u1:p></u1:p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span class="apple-style-span"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic">1. Un cuento chino</span></b></span><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black; mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic"><br /></span></b><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style: italic">Hay un viejo cuento chino titulado en inglés “The emperor’s new clothes” y en español, “El traje nuevo del emperador”, que aun siendo bien conocido, no por ello deja de suscitar en quien lo escucha una sensación como de familiaridad o de “déjà vu”. Encontramos en el cuento algo que nos trae a la puerta de la memoria una situación familiar, pero a veces resulta difícil dar el último paso, definir cuál es esa situación y describirla; cerrar el círculo completamente y establecer la correspondencia exacta entre elementos de la ficción y sus correspondientes en la realidad. Para quien no recuerde el cuento, comenzaré por hacer un breve resumen. El emperador parte del palacio a un desfile con su séquito. Va desnudo, pero tanto entre su séquito como en la población de su imperio, se ha hecho correr la voz de que va vestido con un maravilloso traje nuevo. La voz ha corrido por las calles de tal manera que, aún viendo al emperador desnudo al paso de la comitiva, todo el mundo comenta cuán maravilloso es su nuevo traje. El desfile va transcurriendo con el emperador desnudo entre las multitudes que lo aclaman, admiradas, hasta que un niño rompe el encanto al exclamar: “El emperador está desnudo”. Entonces, todo el pueblo ve la realidad y reconoce que había sido víctima de un engaño.</span></span><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black; mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic"><o:p></o:p></span></p> <u1:p></u1:p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic">El relato nos conmueve. Todos hemos sido víctimas, alguna que otra vez, de engaños, ora directos y malintencionadamente premeditados, ora más leves, parecidos a espejismos. Todos encontraríamos algún ejemplo. Pero, pienso yo, que la historia del emperador nos conmueve más que por el hecho de reconocernos víctimas de algún engaño en el pasado, por sugerir que el engaño es continuo; que, en cualquier momento, el niño que hay dentro de cada uno de nosotros puede saltar y advertirnos de “otro nuevo caso”, porque nuestra educación y, de alguna manera, nuestra civilización y cultura, podría consistir en alguna medida en respetar y guardar silencio ante, algunas de estas situaciones “engañosas”, sostenidas por consenso, por tradición, pero difícilmente defendibles.</span></span><span lang="ES" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style: italic"><br /><br />A mi entender, la extensión, difusión y reafirmación de la Teoría de Evolución por Selección Natural constituye un magnífico ejemplo que ilustra este punto de vista. Se nos ha dicho: “He ahí una gran teoría científica”, “He ahí una genial idea que cambió la historia”,…..”. Lo admitimos y nadie se toma la molestia de analizar estas afirmaciones. Pero, tal vez, la hora llegada permite otro análisis,……..<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic">He mencionado dos conceptos, ambos importantes, pero diferentes: “Gran teoría científica”, “Genial idea”. Para empezar, existen diferencias enormes entre ambos.<o:p></o:p></span></p> <u1:p></u1:p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic">¿A cuál de ellos se aproxima más la teoría darwinista de Evolución por Selección Natural?. ¿Es, en realidad, una genial idea?. ¿Constituye una Teoría Científica?. No me preocupa saber si es genial o no. En esto cada uno será libre de opinar, pero en cuestiones de ciencia, no, aquí no se trata de opinar. Por eso, como científico sólo estoy interesado en responder adecuadamente a la segunda pregunta.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic">Como tantas palabras, Teoría tiene hoy dos acepciones, dos significados bien diferentes. La primera es general, la segunda se aplica exclusivamente al ámbito científico en las modernas ciencias experimentales. En su acepción general, Teoría es todo conjunto de conocimientos o de ideas. En este sentido, diremos que “La Teoría” se refiere al conocimiento en sentido amplio y no tiene, necesariamente, que poseer aspectos que sean experimentalmente demostrables. En su segunda acepción, “Una Teoría” es la explicación científica de un fenómeno natural. Por el hecho de ser científica, ésta teoría debe poder someterse a experimentación. Su veracidad podrá ser refutada, si la experimentación no confirma lo esperado (predicho). Si, por el contrario lo confirma, la teoría se mantendrá como la mejor explicación posible, pero en cualquier caso su veracidad no quedará nunca absolutamente demostrada y permanecerá como la mejor explicación posible en tanto en cuanto no surjan nuevas aproximaciones al problema, momento en el que llegará su refutación, destino final e inevitable de toda teoría (Popper, 1963). Sólo en este sentido hablaremos de Teoría Científica y lo haremos teniendo en cuenta el Método Científico tal y como se aplica hoy en las ciencias experimentales. Si la teoría no implica a elementos bien conocidos o mesurables, entonces su comprobación será imposible y por lo tanto no será una Teoría Científica en el sentido estricto del término. Si, por el contrario, nuestra teoría pone en juego relaciones entre elementos bien descritos y cuantificables, entonces podrá terminar en forma de una ley expresable por un enunciado matemático en el que intervendrán las representaciones de dichos elementos. Por todo ello, antes de responder taxativamente a las preguntas arriba planteadas, conviene entrar en detalles acerca del Método Científico.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic">2. El Método Científico<br /></span></b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic">Aproximadamente desde Galileo, se propone un método nuevo para conocer los mecanismos que operan en la naturaleza y las leyes que los rigen. Como todo el conocimiento precedente, el Método Científico se basa en la observación de los fenómenos. Conociendo algo acerca de cómo ocurren las cosas, se identifican y aíslan elementos variables que operan en los hechos. Se tiende a identificar y definir nuevas relaciones entre dichos elementos que, a partir de ahora, puedan ser comprobadas mediante la experimentación. A diferencia de la Teología, que marcó en buena medida la pauta del conocimiento medieval, en Ciencia no se parte de verdades establecidas, sino de elementos, cuya existencia está demostrada por los sentidos y perfectamente consensuada (el sol, la tierra, el tiempo, la distancia). De la cuidadosa y repetida observación del comportamiento de dichos elementos se pueden deducir nuevas relaciones, surgiendo teorías que contradicen lo establecido. Las teorías serán aceptables si su contenido se confirma mediante la experimentación. En este caso, Galileo, propone no entrar en el terreno teológico. En definitiva, indica Galileo que lo que muestra la experiencia es cierto, y las escrituras pueden bien tener motivos para expresar las cosas de otro modo. Se crea así un cisma, una división entre lo “Científico” y lo que no lo es (Teología, fe, adivinación, especulación…..).<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic">La ciencia, viene a proponer así, el método para ir más allá de los nombres e investigar en las relaciones comprobables entre las cosas. Galileo muestra su disconformidad, por ejemplo con que la gravedad sea la causa de la caída de los cuerpos:<br /><br />“Te equivocas, Simplicio; debías decir que todos saben que se llama gravedad. Pero yo no te pregunto por el nombre, sino por la esencia de la cosa. De ésta tu no conoces ni un ápice más de lo que conoces sobre la esencia del motor de los astros que giran. Excluyo el nombre que se le ha atribuido y que se ha hecho familiar y corriente por las malas experiencias que tenemos de él mil veces al día. Realmente no comprendo cuál poder o qué principio sea el que mueve una piedra hacia abajo, ni comprendemos lo que la mueve hacia arriba una vez que ha dejado al proyector o lo que hace girar a la luna….”<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic">La gravedad es un nombre. Pero, ¿En qué consiste?. Se tardó muchos años en llegar hasta el punto en que hoy nos encontramos en esta cuestión, ciertamente más avanzado que en tiempos de Galileo; pero, en el cual, la cuestión no ha quedado ni mucho menos zanjada, agotada. La ciencia no agota cuestiones, sino que aporta nuevas interpretaciones cada vez más acordes con la actualidad en una realidad cambiante. Los avances se basan en dos puntos: 1) Una correcta definición de los elementos que intervienen y 2) El establecimiento de las relaciones entre ellos, verificables mediante la observación y la experimentación. Finalmente, en el caso de la gravedad, las matemáticas han contribuido a dar una formulación adecuada. ¿Estimamos la cuestión resuelta hoy? No del todo. Para recorrer el camino fue necesario, en primer lugar, distinguir lo que es un nombre de lo que es una nueva relación entre elementos conocidos y definidos. A continuación, fue necesaria buscar esa relación, que se encontraría con Newton y la fórmula de la ley de atracción gravitatoria, pero hoy el camino sigue y pueden surgir nuevas interpretaciones. Vemos así, en éste y podríamos ver en otros ejemplos, cómo el Método Científico se fue aplicando a partir de Galileo a lo largo de los siglos XVII, XVIII, XIX y XX. Sus éxitos fueron notables en física y química y, sobre todo a partir del siglo XX, también en biología.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;margin-bottom:12.0pt; text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style: italic">No existen muchos ejemplos de la aplicación del Método Científico en las Ciencias Naturales durante los siglo XVIII y XIX: Joseph Priestley, Claude Bernard, Gregor Mendel, y, muy a finales de siglo, Buchner. Existen más ejemplos, incluyendo tal vez algunos experimentos de Charles Darwin en relación con los movimientos de las plantas, pero ninguno de ellos en relación con el estudio de la evolución de las especies.<br />La Teoría de Evolución por Selección Natural no responde a los criterios básicos del método Científico. Varias razones sostienen esta afirmación:<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic">1. Los elementos que intervienen en ella no están bien definidos. En particular, las especies. La biología moderna muestra lo difícil que es la definición de especie.<o:p></o:p></span></p> <u1:p></u1:p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic">2. Es imposible someter a experimentación la evolución. Cualesquiera que sean los resultados de laboratorio no son extrapolables a los tiempos geológicos.<br />Por lo tanto, comparando el término Selección Natural con gravedad, decimos, con Galileo que la Selección Natural es una palabra, un nombre y que la teoría darwinista de Evolución por Selección Natural no aporta ninguna explicación, nada nuevo. Se trata de una tautología, una verdad de Perogrullo, una manera de ver las cosas, más próxima a una explicación de la naturaleza propia de la era pre-Científica que del Método Científico.<br /><br />La idea de transformación en la naturaleza aparece en distintas formas muchos años antes de Darwin (Diderot, D’Alembert, Maupertuis, Goethe, Cuvier……) que no habían sido muy difundidas, probablemente por ser contrarias con el dogma religioso del relato bíblico de la creación. Quizás Darwin estuvo en el lugar apropiado y en el momento apropiado para que su visión de la naturaleza, de gran relevancia en la creciente concepción materialista del mundo, fuese ampliamente difundida. En este caso lo que triunfó no fue la teoría científica, de la cual Darwin hubiese sido responsable, sino la difusión de una teoría metafísica de la que Herbert Spencer, el filósofo de Darwin, fue también responsable (Hodge, 1874). Así, el nombre de evolución, cuyo uso fue promovido por Herbert Spencer, autor contemporáneo de Darwin y responsable del “darwinismo social y metafísico”, se asocia con progreso y también con descendencia lineal, de unas especies a partir de otras, como en una genealogía continua, conceptos ambos asociados en una interpretación muy limitada y de difícil comprobación experimental.<br /><i><br />El paleontólogo alemán Karl von Zittel expresó :</i><span class="apple-converted-space"><i> </i></span><i>“La ciencia aspira ante todo a la verdad. Cuánto más convencidos estemos de la fragilidad de nuestro conocimiento teórico, más deberemos consolidarlo mediante hechos y observaciones nuevas.”</i><span class="apple-converted-space"> </span>Y, en su obra,<span class="apple-converted-space"> </span><i>“Les transformations du monde animal “</i><span class="apple-converted-space"> </span>, Charles Déperet comenta así esta frase :<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic"><i><br />«Sages conseils que feraient bien de méditer et de suivre les paleontologistes a l’esprit aventureux, enclins a construire, avec une hâte febrile, des arbres genealogiques sans nombre, donc les troncs pourris, suivant l’expression imaginée de Ruteimeyer, aussitôt demolis que dressés, jonchent le sol de la fôret et en rendent l’accés plus difficile pour les progrés de l’avenir »</i><o:p></o:p></span></p> <u1:p></u1:p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;margin-bottom:12.0pt; text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style: italic">Por circunstancias históricas y sociales, la teoría darwinista tuvo un importante éxito que fue potenciado todavía más en el siglo XX y hoy constituye la base del paradigma neo-darwinista en biología. Una teoría con una base dogmática más propia de la filosofía medieval que de la ciencia moderna, rige hoy, en buena medida, los experimentos que conciernen la sanidad, la herencia, la agricultura y la alimentación y en los que intervienen elementos genéticos que pueden ser transferidos entre especies diferentes. Curiosa, pero no excepcionalmente, la teoría tuvo críticas mucho más severas en el pasado que en la actualidad.<span class="apple-converted-space"> </span>Veamos algunas.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black; mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic">3. Comentaristas críticos de Darwin<br /></span></b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic">Es de destacar que, entre los contemporáneos de Darwin, muchos de los críticos con su teoría lo fueron desde un ámbito religioso, lo cual dio pie a numerosas defensas que, en realidad, no defendían la Teoría de Evolución por Selección Natural que es la aportación original de Darwin, sino la evolución considerada en general, la transformación de los seres vivos con el tiempo o aspectos puntuales como la edad de la tierra. Muchos de los argumentos de Huxley en defensa de Darwin, en realidad defienden la evolución frente a argumentos dogmáticos y religiosos y no defienden la Selección Natural. Su réplica va dirigida frente a argumentaciones en contra de Darwin procedentes de puntos de vista teológicos y por eso Huxley cita a San Agustín, Santo<span class="apple-converted-space"> </span>Tomás o Suárez. Nada tiene que ver esto con la teoría propuesta por Darwin. Huxley, llamado el bulldog de Darwin, nunca se definió a si mismo ni se manifestó como defensor de la Teoría de Evolución por Selección Natural.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic">Uno de los críticos más divertidos y menos citados de Darwin es Karl Marx. En una carta a Lasalle del 16 de Enero de 1861 hace un comentario que hemos reproducido del texto de Manuel Cruz citado abajo y que no es anecdótico:</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic"><i>“Naturalmente, hay que dejar a un lado la tosca manera inglesa de exposición”</i><span class="apple-converted-space"> </span>(citado en Cruz, 1989, p.160)<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic">En una carta a Engels:<o:p></o:p></span></p> <u1:p></u1:p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic"><i>“me divierto con Darwin, al que he echado una nueva ojeada, cuando afirma aplicar la teoría de Malthus tambien a las plantas y a los animales, como si el jugo del señor Malthus no estuviera precisamente en el hecho de que esa teoría no se aplica a las plantas y a los animales, sino -con geométrica progresión- sólo a los hombres, en contraste con las plantas y animales. Es notable el hecho de que en las bestias y en las plantas, Darwin reconoce a su sociedad inglesa, con su división del trabajo, la competición, la apertura de nuevos mercados, los inventos y la maltusiana lucha por la existencia. Es el bellum omnium contra omnes de Hobbes y hace pensar en la Fenomenología de Hegel cuando se configura la sociedad burguesa como “reino animal ideal”, mientras que en Darwin el reino animal se configura como sociedad burguesa.”</i><br />(citado en Cruz, 1989, p 162)<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic">En su introducción a la dialéctica de la naturaleza, Engels tampoco se quedó corto con una frase que invita a la reflexión:<br /><br /><i> “Darwin no sabía que áspera sátira de la humanidad y especialmente de sus conciudadanos escribía al demostrar que la competencia libre, la lucha por la vida, celebrada por los economistas como la conquista más alta de la historia, es el estado moral del reino animal.”</i><br />(Tomado de “La comedie inhumaine” de André Wurmser)</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic">Nietzsche fue también crítico con Darwin. En su libro "El crepúsculo de los ídolos", en el capítulo titulado “Incursiones de un intempestivo” (pp 122-123), Nietzsche opinaba así acerca del darwinismo:<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic"><i>“Anti-Darwin. En lo que respecta a la famosa "lucha por la vida", me parece que de momento está más afirmada que demostrada. Se da, pero como excepción; el aspecto global de la vida no es el del estado de necesidad, el de la hambruna, sino más bien el de la riqueza, el de la exuberancia, incluso el del absurdo derroche: donde se lucha, se lucha por poder... no se debe confundir a Malthus con la naturaleza. Ahora bien, suponiendo que exista- y en verdad, se da- esa lucha transcurre, por desgracia, de modo inverso al deseado por la escuela de Darwin, al que quizá sería lícito desear con dicha escuela: a saber, en contra de los fuertes, de los privilegiados, de las excepciones felices. Las especies no crecen en perfección: Los débiles se enseñorean siempre de los fuertes, y esto es porque son el mayor número y también porque son más listos....Darwin se ha olvidado del espíritu (qué inglés es esto!), los débiles tienen másespíritu..... Hay que necesitar espíritu para obtener espíritu, y se pierde cuando ya no se necesita. Quien tiene la fuerza se desprende del espíritu........”</i><br /><br /></span><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES">Otros críticos de Darwin fueron reputados profesionales de la Ciencia, entre ellos naturalistas, como Karl Ernst von Baer y Louis Agassiz; paleontólogos com Richard Owen; geólogos como Charles Lyell y Adam Sedgwick.<br />Von Baer (1792-1876) pasó sus últimos años dedicado a la crítica del darwinismo. Su crítica de Darwin está basada en principios morales, filosóficos y científicos. Entre estos últimos, destacó la complejidad de los procesos evolutivos. Louis Agassiz (1807-1873), un reputado naturalista y paleontólogo nunca admitió la evolución, sino que más bien fue creacionista.<span class="apple-converted-space"> </span></span><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: EN-US">Escribió:<br /><br /><i>The combination in time and space of all these thoughtful conceptions exhibits not only thought, it shows also premeditation, power, wisdom, greatness, prescience, omniscience, providence. In one word, all these facts in their natural connection proclaim aloud the One God, whom man may know, adore, and love; and Natural History must in good time become the analysis of the thoughts of the Creator of the Universe. . .</i><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic"><u1:p></u1:p>Richard Owen (1804-1892), fue favorable al evolucionismo, pero se opuso firmemente a la teoría de la Selección Natural. Charles Lyell (1797-1875) era evolucionista, pero nunca aceptó la teoría de Evolución por Selección Natural.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic">Adam Sedgwick (1785-1873), fue profesor y mentor de Darwin. Nunca apoyó la Teoría de Evolución por Selección Natural y escribió a Darwin en una carta el 24 de Noviembre de 1859:</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black; mso-ansi-language:EN-US;mso-bidi-font-style:italic"><i>If I did not think you a good tempered & truth loving man I should not tell you that. . . I have read your book with more pain than pleasure. Parts of it I admired greatly; parts I laughed at till my sides were almost sore; other parts I read with absolute sorrow; because I think them utterly false & grievously mischievous-- You have deserted-- after a start in that tram-road of all solid physical truth-- the true method of induction. . .</i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic">No sorprende entonces, que, un año después de la publicación de su obra en una carta al respetado profesor Lyell, Darwin dijese:</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black; mso-ansi-language:EN-US;mso-bidi-font-style:italic"><i>“I have heard by round about channel that Herschel says my book is the law of higgledy-pigglety.”<br /><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; ">(Tomado de Peter Dear, 2006)</span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic">Finalmente, una opinión rotunda. El filósofo de la ciencia, Karl Popper, en su libro titulado <i>“Conjectures and Refutations: The Growth of Scientific Knowledge”</i> dice:<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif"; color:black;mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic"><i>“No existe ninguna ley de la evolución, sino sólo el hecho histórico de que las plantas y los animales cambian, o, más precisamente, que han cambiado. La idea de una ley que determine la dirección y el carácter de la evolución es un típico error del siglo XIX que surge de la tendencia general a atribuir a la “Ley Natural” las funciones tradicionalmente atribuidas a Dios.</i>”<span class="apple-converted-space"> </span>(p. 408)</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><b><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black; mso-ansi-language:ES;mso-bidi-font-style:italic">4. Conclusión<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Si se mira desde un punto de vista estrictamente científico, experimental, entonces la Teoría de Evolución por Selección Natural de Darwin no es una teoría científica, porque no es demostrable mediante experimentación y no es refutable (Popper, 1963). No pone de manifiesto nuevas relaciones entre elementos bien descritos de la naturaleza, sino que, por el contrario, en ella intervienen elementos que la biología actual ha demostrado que son muy complejos y difíciles de describir (las especies). La Evolución de las especies no es fácilmente reducible al método experimental. Sus mecanismos implican elementos que la bioquímica, la genética y la biología molecular intentan ahora describir. La definición de virus, transposones, multitud de ARN catalíticos, y la posible participación de éstos elementos en procesos de epigenética, poliploidización, reorganizaciones del genoma, silenciamiento génico, etc. son algunas de las tareas en que se ocupa la biología actual. Cualquier teoría evolutiva deberá contar con la participación de estos elementos, porque la frase de Dobzhansky: “En biología nada tiene sentido si no se considera bajo el prisma de la evolución” debe hoy ser justamente convertida en: “En evolución nada tiene sentido si no se considera bajo el prisma de la biología”. La biología es la ciencia experimental poderosa y predominante en nuestro tiempo. Por lo tanto, la biología no puede someterse a las teorías especulativas de la evolución, sino al contrario.</span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black;mso-ansi-language: ES;mso-bidi-font-style:italic">--<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><b><span lang="EN-US" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">5. Referencias</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span></span></b><span lang="EN-US" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><br />Cruz, M. 1989. Por un naturalismo dialéctico. Anthropos, Barcelona. Dear, P. 2006. The Intelligibility of Nature: How Science Makes Sense of the World. The University of Chicago Press. Depéret, Ch. 1929. Les transformations du monde animal. Eds Flammarion, Paris. Hodge. 1874. What is Darwinism?. Scribner, Amstrong and co. New York.</span></span></span><span lang="EN-US" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><u1:p></u1:p> </span></span><p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span lang="EN-US" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Huxley, TH. Collected essays. http://aleph0.clarku.edu/huxley/guide4.html Nietzsche. 2002.El crepúsculo de los ídolos. Biblioteca EDAF. Madrid. Popper, K. 1963.Conjectures and Refutations: The Growth of Scientific Knowledge.</span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Wurmser, A. 1965. La comedie inhumaine. Gallimard. Paris.<br />-<br />Fuente:<br /></span></span> <a href="http://ciencia-alternativa.org/"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ciencia Alternativa</span></span></a></span><span lang="EN-US" style="font-size:12.0pt;font-family:"Georgia","serif";color:black; mso-ansi-language:EN-US;mso-bidi-font-style:italic"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height:normal"><span style="font-size:12.0pt; font-family:"Georgia","serif""><o:p> </o:p></span></p></span></span><p></p><span class="Apple-style-span" style="font-family:'Times New Roman', serif;"><i><div class="Section1"><p></p><p></p><p></p><p></p> </div> <span lang="EN-US" style="font-family:"Times New Roman","serif"; mso-fareast-mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-ansi-language: EN-US;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SAfont-family:Calibri;font-size:12.0pt;"> </span><p></p></i></span><p></p>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-82622811403380832932009-11-21T11:26:00.000-08:002009-11-21T11:32:32.569-08:00El Papel De Los Agentes En La Ciencia<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0uHh4YrH1rEJMx92YRMGN2x5R0p1thRzfXb9yvjjJwXctLR0Aha2ve5mAj5mq4VHGCeF1ehRF4TkjQ6hzvJO9aMvCiWRDDMbI_zrJjJKnRubUrHZZVvv4FzY-y5pES8iQL-GgAAtVozk/s1600/tdi-b-5.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 131px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0uHh4YrH1rEJMx92YRMGN2x5R0p1thRzfXb9yvjjJwXctLR0Aha2ve5mAj5mq4VHGCeF1ehRF4TkjQ6hzvJO9aMvCiWRDDMbI_zrJjJKnRubUrHZZVvv4FzY-y5pES8iQL-GgAAtVozk/s200/tdi-b-5.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406641004344164514" /></a><p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Por: Angus Menuge</span></span></p><p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: left;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"></span></span></p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"></p><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">1. Agentes.</span></div><b><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Los seres humanos habitualmente se ven a sí mismos como agentes. Un agente es un individuo con motivaciones que justifican su comportamiento. Los agentes tienen objetivos (cosas que desean) y tienen una conducta dirigida a lograr tales objetivos. Por esta razón, Hans, un originario de Wisconsin, coloca su escalera bajo el techo porque piensa que sus canalones están obstruidos y desea prevenir cualquier daño en ellos debido al hielo. Todo esto es parte de la auto-comprensión intuitiva llamada psicología común.</span></div></b><p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><b><span lang="ES" style="color: black; ">2. Materialismo científico.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">La idea misma de los agentes es problemática para el materialismo científico. De acuerdo con el materialismo científico, todo puede ser explicado por el comportamiento no dirigido de la materia. Un evento puede ocurrir como resultado de una regularidad legal, o debido al azar, o debido a la combinación de una ley y el azar, pero si la materia es lo único que hay, y la materia no tiene objetivos, entonces la apariencia de un comportamiento dirigido por un objetivo es difícil de explicar para el materialismo científico. Algunos materialistas, como Paul y Patricia Churchland creen que los agentes son incompatibles con el materialismo, y deben ser eliminados en favor de las categorías materialistas de la neurofisiología. Esta estrategia es el materialismo eliminativo. Otros materialistas, como Daniel Dennett, Fred Dretske, y Jerry Fodor, ven a los agentes como cruciales para nuestra auto comprensión como seres racionales, pero esperan demostrar que pueden surgir naturalmente a partir de categorías materialistas. A esta estrategia se le llama el naturalismo de lo mental.</span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><b><span lang="ES" style="color: black; ">3. Materialismo eliminativo.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">De acuerdo con los Churchland, la psicología común, con su discurso sobre los objetivos y propósitos, creencias y deseos, es simplemente el último vestigio de un punto de vista pre-científico ya desplazado por los avances del materialismo científico. Las leyes de la física no mencionan los "objetivos" de los cuerpos celestiales. Darwin, se dice, eliminó la necesidad de hablar de un diseñador de organismos vivos inteligentes. La última frontera a conquistar es la mente humana.</span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; ">Para los Churchland, no hay tal cosa como creencias y deseos. Las creencias y deseos deben desaparecer porque poseen intencionalidad. A diferencia de las entidades materiales, las creencias y los deseos incluyen pensamientos sobre algo con un contenido proposicional, tal como la creencia de que los precios del combustible han subido o el deseo de que los precios del combustible se reduzcan. Los pensamientos pueden ser verdaderos o falsos, pueden carecer de un objeto real (como la creencia en los duendes) y pueden juntamente proveer un motivo para la acción, como comprar un automóvil híbrido. En contraste, los eventos materiales ocurren o no ocurren (pero no pueden ser ciertos o falsos); sólo pueden permanecer en relaciones causales con otros eventos materiales (de modo que no apuntan a objetos no existentes), y aunque pueden producir un comportamiento, no le dan a ningún agente una razón para hacerlo. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; ">Los Churchland sostienen que el camino a transitar está indicado por los avances en las ciencias del cerebro. Aquí, el conocimiento se reduce a las transformaciones de los patrones de actividad neuronal. Estos patrones no se parecen en nada a contenidos proposicionales, ni existe nada análogo a los motivos de un agente para actuar. Desde su perspectiva, la psicología común parece redundante. Sin embargo, existen un número de razones importantes para rechazar el materialismo eliminativo.</span></p></div><div class="Section2"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES">Primero, existe el problema de abstracción. Los patrones de activación neuronal pueden explicar movimientos corporales específicos, pero no capturan la especificación abstracta de las acciones humanas. Consideremos la acción de saludar. Uno puede saludar a alguien con palabras habladas, una sonrisa, agitar una mano, estrechar la mano, abrazar y/o besar, una tarjeta, un mensaje electrónico, un cartel aéreo, etc. Debido a que cada método requiere diferentes conductas, cada uno requiere un conjunto de patrones de activación neuronal para explicarlo. Pero esto omite identificar lo que todos los comportamientos tienen en común, el hecho de que todas son acciones de saludar. En contraste, la psicología común puede aludir a un deseo común o a una intención por saludar. Las categorías de la psicología común están en el nivel correcto para evaluar las acciones, y no meramente los movimientos específicos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES">Segundo, existe el problema de subjetividad. Las transiciones de activación neuronal son completamente impersonales y no involucran en ninguna manera el punto de vista. Pero no hay duda que existen sujetos, individuos con distintos puntos de vista. Esto siempre ha sido reconocido por la psicología común, ya que intenta dar razones personales que justifiquen las acciones de los agentes. Jack no abre (en el último de los casos) el refrigerador por que Jill piense que contiene una cerveza. Nótese que no ayuda al eliminativista aludir que los puntos de vista son ilusorios, ya que sólo algo con un punto de vista puede estar sujeto a una ilusión. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES">Tercero, existe el problema de robustez. El eliminativista argumenta que la psicología común guarda silencio acerca de la psicología anormal, de modo que probablemente sea una teoría falsa, lista a ser desplazada. Pero cuando la psicología común se extinga, así lo hará su ontología de creencias y deseos. Sin embargo, como toda disciplina normativa, la psicología común ya no es más refutada por la psicología anormal que lo que la lógica clásica es refutada por el razonamiento falaz. Y, aun si se demostrara la falsedad de la psicología común, eso no desacreditaría su ontología de creencias y deseos. En una ocasión, los físicos comunes supusieron que los pesos eran intrínsecos, propiedades constantes de los cuerpos. El descubrimiento de que el peso es una relación que varía con la gravedad muestra que la concepción común del peso necesitaba una reforma. Sin embargo, nadie concluyó que el peso no existía. Dado el intrincado estado de los conceptos de creencia y deseo en nuestro auto comprensión como seres racionales, parece mucho más viable que las fallas empíricas de la psicología común provocaran una concepción reformada, en lugar de la eliminación, de su ontología. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES">Finalmente, existe el problema de la coherencia. Paul Churchland nunca proporcionó una explicación coherente de lo que significaría abandonar la psicología común. Él no puede describirlo como rechazar la psicología común y aceptar el reemplazo neural, debido a que la idea total del rechazo racional y la aceptación son parte de la psicología común. Más fundamentalmente, el eliminativismo merma la racionalidad de la ciencia por que elimina cualquier elemento que pudiera ser considerado como la justificación para las acciones del científico. Si no hay estados intencionales, entonces el científico no diseña literalmente sus experimentos, analiza sus datos, infiere conclusiones y considera teorías alternativas. Pero no hay razón para decir que la práctica científica sea racional. Aunque el materialismo científico proclama que la ciencia provee la justificación para ser materialista, el materialismo mengua la idea misma de tener un motivo para hacer cualquier cosa. Cualquier punto de vista capaz de defender la racionalidad de la ciencia debe permitir también que los científicos tengan razones identificables. Ya que permite causas inteligentes y dirigidas hacia un objetivo como parte de su naturaleza, el Diseño Inteligente está en la posición adecuada para hacer esto.</span></p></div><div class="Section3"> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span lang="ES"><b>4. El Naturalismo de lo Mental.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Aún entre los materialistas, el eliminativismo es impopular. La mayoría de los materialistas creen en el naturalismo de lo mental: La intencionalidad y otras categorías de la problemática mental son reales, pero pueden ser expuestas como compatibles con el materialismo. Hay dos problemas principales con este proyecto: (1) Hay buenas razones para pensar que los agentes no pueden ser comprendidos en términos puramente materialistas; (2) Si los agentes humanos son declarados parte de la naturaleza, entonces el naturalismo ha abandonado el materialismo al permitir la existencia de la causa dirigida, y en ese caso, ya no puede excluir la posibilidad de que exista un agente no humano (y posiblemente divino) activo en la naturaleza.</span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span lang="ES"><b>4.1. La falla del naturalismo.<br /></b>Anteriormente, los naturalistas se opusieron a la Teoría de La Identidad, de acuerdo con los tipos de estados mentales que pueden ser identificados con tipos de estados cerebrales. Por lo tanto, tal vez todos los estados de dolor son disparos de las fibras-C. La teoría no se sustentó, debido a que un estudio empírico del cerebro reveló diferencias estructurales importantes entre los cerebros de las criaturas que sienten dolor. No existe una similitud neural interesante entre todas y sólo las criaturas que sienten dolor. Sin embargo, existen causas físicas características del dolor y respuestas características al dolor, entre las diversas criaturas. De modo que el funcionalismo sugiere que el dolor, y todos los demás estados mentales, son estados con el papel funcional de mediar causas y efectos característicos. Ya que el mismo papel causal puede ser físicamente generado de diferentes maneras (como una ratonera puede ser construida de diferentes formas), la objeción a la teoría de la identidad fue evadida.</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES">Pero el funcionalismo tiene numerosos problemas en sí mismo. Es más fundamental el problema de dar una explicación materialista ilustrativa de las funciones. Las funciones pueden ser entendidas de manera no teleológica, como mapas formales entre elementos, o teleológicamente, como contribuyentes a los objetivos de un sistema. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES">En el caso no teleológico, no se explican características cruciales de lo mental. Los mapas impersonales no explican la experiencia subjetiva de estar en un estado mental tal como el dolor. La teoría funcionalista puede permanecer íntegra para algunas criaturas que desarrollan la conducta adecuada pero que no experimentaron dolor. El funcionalismo puede quedar satisfecho sólo en un mundo de zombis. Más aún, los mapas entre elementos físicos no exhiben intencionalidad (no son acerca de nada). Por ejemplo, una computadora puede realizar un mapa de preguntas sobre el béisbol y conectarlas con las respuestas correctas usando una base de datos adecuada. Entonces cumpliría el requisito funcionalista de "entender" el béisbol, aunque la computadora no tenga conceptos del béisbol y el resultado de las preguntas sea sólo una forma de correspondencia entre elementos no interpretados. Y finalmente, los mapas impersonales no explican los motivos personales de un agente para accionar. </span></p></div><div class="Section4"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES">Por otro lado, si las funciones fueran analizadas teleológicamente, el naturalismo podría ocuparse de la mente, pero sólo concediendo que la causa dirigida sea parte de la naturaleza. Aunque esto contradice directamente al materialismo. Por ello, o este funcionalismo es incapaz de naturalizar características importantes de lo mental, o lo hace abandonando el materialismo. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES">Como una alternativa ingeniosa, Dennett propone que esto puede ser explicado completamente por la "Madre Naturaleza" o la selección natural. Dennett piensa que la Madre Naturaleza tiene una "intencionalidad" de bajo nivel, en la que toma "decisiones" que mejor sirven a los organismos. Pero no hay buenas razones para aceptar esto. La selección natural no tiene razones para estas "decisiones" y no tiene objetivos, sólo seleccionar en base al desempeño pasado. Como lo he argumentado en detalle en <u>otro lugar</u> , Dennett fluctúa entre una Madre Naturaleza auténticamente materialista, que no ofrece explicación para la intencionalidad y una Madre Naturaleza mitológica, que posee características inteligentes incompatibles con el materialismo. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span lang="ES"><b>4.2. La legitimidad del DI como ciencia.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">El segundo problema del naturalismo es que si hay tan sólo un caso (el humano) en el que la evidencia muestre que los agentes sean una característica irreducible de la realidad, entonces el naturalismo es falso y los agentes son una categoría causal legitima de la explicación científica. Pero entonces la cuestión de que si los agentes son evidentes en cualquier otro lugar de la naturaleza, sólo puede ser aclarada empíricamente. Concedida la realidad de irreductibilidad de los agentes y la existencia de un criterio riguroso para detectar sus efectos, sólo los datos empíricos pueden decidir si el diseño es manifiesto en la biología, cosmología o en cualquier otra parte. Por tanto, el Diseño Inteligente es manifiestamente un programa legítimo de investigación científica.</span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span lang="ES"><b>Conclusión.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">La existencia de los agentes es el tendón de Aquiles del materialismo científico. Si el materialista elimina a los agentes, merma la racionalidad de la ciencia. Pero los agentes no pueden ser definidos a categorías materialistas. Así, si buscamos preservar la racionalidad de la ciencia y seguir la evidencia a donde quiera que ésta nos lleve, debemos concluir que los agentes son una categoría causal irreducible. Y ése es precisamente el argumento del Diseño Inteligente.</span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none">--<br /><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Nota:<br /></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Biosketch: Angus J. L. Menuge es Profesor de Filosofía en la Universidad Concordia Wisconsin y Director Asociado del </span></span><u><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Instituto Cranach</span></span></u><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> . Su grado de licenciatura es de la Universidad de Warwick y su Doctorado de la Universidad de Wisconsin-Madison. </span></span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Menuge ha escrito artículos acerca del Diseño Inteligente, Filosofía de la Mente y apologética, es autor de Agents Under Fire: Materialism and the Rationality of Science (Rowman y Littlefield, 2004), y editor de C. S. Lewis: Lightbearer in the Shadowlands (Crossway, 1997), Christ and Culture in Dialogue (Concordia Academic Press, 1999) y Reading God's World: The Vocation of Scientist (Concordia Publishing House, 2004).</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">--<br />Fuente:<br /><a href="http://www.ciencia alternativa.org">Ciencia Alternativa</a></span></span></p></div></span><p></p>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-79871230111112436062009-11-21T11:13:00.000-08:002009-11-21T11:25:40.200-08:00EL ARGUMENTO POSITIVO DE DISEÑO<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj59wENq0L-8p-OLLsuaIlHvGuhSNhIWz28er-jahhdeG0aCd6H0Oc9sYYAioegPqcj4KV8fHuORhK3xk0Kd6_A1Cf7hQxL7eQYfR9Mr-XY9UBK3lEfdM_2kVz2-qxZ9CVzVe2j5ovlFdA/s1600/tdi-b4.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 176px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj59wENq0L-8p-OLLsuaIlHvGuhSNhIWz28er-jahhdeG0aCd6H0Oc9sYYAioegPqcj4KV8fHuORhK3xk0Kd6_A1Cf7hQxL7eQYfR9Mr-XY9UBK3lEfdM_2kVz2-qxZ9CVzVe2j5ovlFdA/s200/tdi-b4.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406638198250270498" /></a><div class="Section1"><p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: left;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Por:<b> Casey Luskin</b></span></span></p><p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: left;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><b><br /></b></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Muchos críticos del diseño inteligente han argumentado que el diseño es solamente un argumento negativo contra la evolución. Esto no podría estar más alejado de la realidad. El líder teórico del diseño William Dembski ha hecho la observación de que “la característica principal de la acción inteligente es la </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">contingencia dirigida</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">, o lo que llamamos </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">opción</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">.”</span></span></span><sup><span lang="ES" style="top: -3pt; color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">1 </span></span></span></sup><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Al observar los tipos de opciones que los agentes inteligentes hacen comúnmente cuando diseñan sistemas, se puede construir fácilmente un argumento a favor del diseño inteligente al esclarecer indicadores confiables y predecibles del diseño. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">El diseño puede ser inferido utilizando el método científico de la observación, hipótesis, experimentación y conclusión. Los teóricos del diseño comienzan con observaciones sobre cómo actúan los agentes inteligentes cuando diseñan, para ayudarlos a reconocer y detectar el diseño en el mundo natural:</span></span></span></p> <div style="text-align: justify;"><br /></div><table class="MsoNormalTable" border="1" cellspacing="0" cellpadding="0" style="text-align: justify;border-collapse: collapse; border-top-style: none; border-right-style: none; border-bottom-style: none; border-left-style: none; border-width: initial; border-color: initial; "> <tbody><tr style="mso-yfti-irow:0;mso-yfti-firstrow:yes;height:11.3pt"> <td valign="top" style="border:solid black 1.5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; height:11.3pt"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br />Tabla 1. </span><u><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Formas en que los diseñadores actúan cuando diseñan </span></u><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(Observaciones):<br /><br /></span></span></p> </td> </tr> <tr style="mso-yfti-irow:1;height:170.4pt"> <td valign="top" style="border:solid black 1.5pt;border-top:none;mso-border-top-alt: solid black 1.5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height:170.4pt"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br />(1) Los agentes inteligentes piensan con un “objetivo fin” en mente, permitiéndoles resolver complejos problemas al tomar muchas partes y ordenándolas en patrones complicados que desempeñan una función específica (ej., información compleja y específicada): </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">“Los agentes pueden ordenar la materia con objetivos distantes en mente. Con su uso del lenguaje, ‘encuentran’ rutinariamente secuencias funcionales altamente aisladas e improbables entre vastos espacios de posibilidades combinatorias.”</span></span><sup><span lang="ES" style="top: -3pt; color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">2 </span></span></span></sup><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">“Hemos repetido la experiencia de agentes racionales y conscientes –en particular nosotros mismos- generando o causando incrementos en información compleja especificada, tanto en la forma de líneas con secuencias específicas de</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> código y en la forma de sistemas jerárquicos compuestos de un arreglo de partes… Nuestro conocimiento basado en la experiencia sobre el flujo de información confirma que los sistemas con grandes cantidades de complejidad especificada (especialmente los códigos y lenguajes) invariablemente se originan de una fuente inteligente de la mente de un agente personal.”</span><sup><span style="position:relative;top:-3.0pt; mso-text-raise:3.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">3<br /><br /></span></span></span></sup></span></p> </td> </tr> <tr style="mso-yfti-irow:2;height:124.9pt"> <td valign="top" style="border:solid black 1.5pt;border-top:none;mso-border-top-alt: solid black 1.5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height:124.9pt"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia; "><br />(2) Los agentes inteligentes pueden infundir rápidamente grandes cantidades de información a los sistemas:</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">“El diseño inteligente provee una explicación causal suficiente sobre el origen de las grandes cantidades de información, dado que tenemos una experiencia considerable de agentes inteligentes generando configuraciones informacionales de la materia.” </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">“Sabemos por experiencia que los agentes inteligentes comúnmente conciben planes antes de la creación de los sistemas que se conforman a los planes–-esto es, el diseño inteligente de un plano comúnmente precede al ensamblaje de partes de acuerdo con el plano o el plan preconcebido de diseño.”</span></span><sup><span lang="ES" style="top: -3pt; color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">4</span></span></span></sup><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"></p></td></tr><tr style="mso-yfti-irow:3;mso-yfti-lastrow:yes;height:22.65pt"><td valign="top" style="border:solid black 1.5pt;border-top:none;mso-border-top-alt: solid black 1.5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height:22.65pt"><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia; "><br />(3) Los agentes inteligentes ‘re-usan’ componentes funcionales que operan una y otra vez en diferentes sistemas (ej., las ruedas en automóviles y aviones):</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></p> </td> </tr> </tbody></table> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"></p><div style="text-align: justify;"><sup><span lang="EN-US" style="top: -3pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">1 </span></span></span></sup><span lang="EN-US" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">William A. Dembski, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The Design Inference </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(Cambridge University Press, 1988), p. 62.</span></span></span></div><span lang="EN-US" style="color:black;"><div style="text-align: justify;"><sup><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">2 </span></span></span></sup><span lang="EN-US" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Stephen C. Meyer, “The Cambrian Information Explosion” in </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Debating Design</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, p. 388 (William A. Dembski and Michael W. Ruse eds., Cambridge University Press, 2004), p. 388.</span></span></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; "><sup><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">3 </span></span></span></sup><span lang="EN-US" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Stephen C. Meyer, “The origin of the biological information and the higher taxonomic categories” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Proceedings of the Biological Society of Washington</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, 117 (2): 213-239 (2004).</span></span></span></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; "><sup><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">4 </span></span></span></sup><span lang="EN-US" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Stephen C. Meyer, et. al., “The Cambrian Explosion: Biology’s Big Bang” in </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Darwinism</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Design and Public Education </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(John A. Campbell and Stephen C. Meyer eds., Michigan State University Press. </span></span></span><span style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">2003). Pg. 386.</span></span></span></span></div></span></span></span><p></p> </div> <span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span><div class="Section2"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></o:p></span></p> <table class="MsoNormalTable" border="1" cellspacing="0" cellpadding="0" style="text-align: justify;border-collapse: collapse; border-top-style: none; border-right-style: none; border-bottom-style: none; border-left-style: none; border-width: initial; border-color: initial; "> <tbody><tr style="mso-yfti-irow:0;mso-yfti-firstrow:yes;height:45.4pt"> <td valign="top" style="border:solid black 1.5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; height:45.4pt"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br />“Una causa inteligente puede reutilizar o redesplegar el mismo módulo en diferentes sistemas, sin que haya necesariamente ninguna conexión física o material entre esos sistemas. Incluso más simplemente, las causas inteligentes pueden generar patrones idénticos de forma independiente.”</span></span><sup><span lang="ES" style="top: -3pt; color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">5<br /><br /></span></span></span></sup></p> </td> </tr> <tr style="mso-yfti-irow:1;mso-yfti-lastrow:yes;height:79.5pt"> <td valign="top" style="border:solid black 1.5pt;border-top:none;mso-border-top-alt: solid black 1.5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height:79.5pt"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia; "><br />(4) Los agentes inteligentes típicamente crean cosas funcionales (aunque algunas veces podríamos pensar que algo no tiene función, sin darnos cuenta de su función verdadera):</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">“Dado que las regiones que no codifican no producen proteínas, los biólogos Darwinistas las han desechado por décadas como ruido aleatorio evolutivo o ‘ADN-basura’. Desde el punto de vista del DI, sin embargo, es extremadamente improbable que un organismo gastara sus recursos en preservar y transmitir tanta ‘basura’”.</span></span><sup><span lang="ES" style="top: -3pt; color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">6<br /><br /></span></span></span></sup></p> </td> </tr> </tbody></table> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Estas observaciones pueden luego ser convertidas en predicciones sobre lo que deberíamos encontrar si un objeto fue diseñado. Esto hace del diseño inteligente una teoría científica capaz de generar predicciones que puedan ser sujetas a experimentación:<br /><br /></span></span></span></p> <table class="MsoNormalTable" border="1" cellspacing="0" cellpadding="0" style="text-align: justify;border-collapse: collapse; border-top-style: none; border-right-style: none; border-bottom-style: none; border-left-style: none; border-width: initial; border-color: initial; "> <tbody><tr style="mso-yfti-irow:0;mso-yfti-firstrow:yes;height:11.3pt"> <td valign="top" style="border:solid black 1.5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; height:11.3pt"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br />Tabla 2. Predicciones de Diseño (Hipótesis)</span></span><sup><span lang="ES" style="top: -3pt; color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">7</span></span></span></sup><span lang="ES" style="color:black;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">:<br /><br /></span></span></p> </td> </tr> <tr style="mso-yfti-irow:1;mso-yfti-lastrow:yes;height:90.8pt"> <td valign="top" style="border:solid black 1.5pt;border-top:none;mso-border-top-alt: solid black 1.5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height:90.8pt"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-indent:0cm; line-height:normal;mso-list:l0 level1 lfo1;mso-layout-grid-align:none; text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br />(1) Se encontrarán estructuras naturales que contengan muchas partes ordenadas en patrones complicados que desempeñen una función específica (ej., información compleja y especificada). </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-indent:0cm; line-height:normal;mso-list:l0 level1 lfo1;mso-layout-grid-align:none; text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(2) Formas que contengan grandes cantidades de información nueva aparecerán en el record fósil repentinamente y sin precursores similares. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-indent:0cm; line-height:normal;mso-list:l0 level1 lfo1;mso-layout-grid-align:none; text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(3) La convergencia ocurrirá de forma rutinaria. Esto es, genes y otras partes funcionales serán reutilizadas en organismos diferentes no relacionados. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-indent:0cm; line-height:normal;mso-list:l0 level1 lfo1;mso-layout-grid-align:none; text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(4) Se encontrará que mucho del llamado “ADN basura” desempeña funciones valuables. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></o:p></span></p> </td> </tr> </tbody></table> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Estas predicciones pueden ser entonces puestas a prueba al observar información científica, y llegar a conclusiones:<br /><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <table class="MsoNormalTable" border="1" cellspacing="0" cellpadding="0" style="text-align: justify;border-collapse: collapse; border-top-style: none; border-right-style: none; border-bottom-style: none; border-left-style: none; border-width: initial; border-color: initial; "> <tbody><tr style="mso-yfti-irow:0;mso-yfti-firstrow:yes;height:11.3pt"> <td colspan="3" valign="top" style="border:solid black 1.5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; height:11.3pt"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br />Tabla 2. </span></span><u><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Examinando la Evidencia </span></span></u><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(Experimentación y Conclusión):<br /><br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> </tr> <tr style="mso-yfti-irow:1;height:34.05pt"> <td style="border-top:none;border-left:solid black 1.5pt;border-bottom:solid black 1.5pt; border-right:solid black 1.0pt;mso-border-top-alt:solid black 1.5pt; mso-border-alt:solid black 1.5pt;mso-border-right-alt:solid black .5pt; padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height:34.05pt"> <p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Línea de Evidencia </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> <td style="border-top:none;border-left:none;border-bottom:solid black 1.5pt; border-right:solid black 1.0pt;mso-border-top-alt:solid black 1.5pt; mso-border-left-alt:solid black .5pt;mso-border-top-alt:1.5pt;mso-border-left-alt: .5pt;mso-border-bottom-alt:1.5pt;mso-border-right-alt:.5pt;mso-border-color-alt: black;mso-border-style-alt:solid;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height:34.05pt"> <p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Datos (Experimentos) </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> <td style="border-top:none;border-left:none;border-bottom:solid black 1.5pt; border-right:solid black 1.5pt;mso-border-top-alt:solid black 1.5pt; mso-border-left-alt:solid black .5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height:34.05pt"> <p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br />¿Predicción confirmada? (Conclusión)<br /><br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> </tr> <tr style="mso-yfti-irow:2;mso-yfti-lastrow:yes;height:90.8pt"> <td style="border-top:none;border-left:solid black 1.5pt;border-bottom:solid black 1.5pt; border-right:solid black 1.0pt;mso-border-top-alt:solid black 1.5pt; mso-border-alt:solid black 1.5pt;mso-border-right-alt:solid black .5pt; padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height:90.8pt"> <p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(1) Bioquímica </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> <td valign="top" style="border-top:none;border-left:none;border-bottom:solid black 1.5pt; border-right:solid black 1.0pt;mso-border-top-alt:solid black 1.5pt; mso-border-left-alt:solid black .5pt;mso-border-top-alt:1.5pt;mso-border-left-alt: .5pt;mso-border-bottom-alt:1.5pt;mso-border-right-alt:.5pt;mso-border-color-alt: black;mso-border-style-alt:solid;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height:90.8pt"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br />Se han encontrado estructuras naturales que contienen muchas partes ordenadas en patrones complicados que desempeñan una función específica (ej., información compleja y específica), tales como máquinas irreduciblemente complejas en la célula. El flagelo bacterial es un ejemplo importante. La complejidad específica de <span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">los enlaces de <span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia; "><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">proteínas, o de la célula autorreproducible más simple son otros ejemplos.</span></span><sup><span lang="ES" style="top: -3pt; color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">8 </span></span></span></sup></span></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> <td valign="top" style="border-top:none;border-left:none;border-bottom:solid black 1.5pt; border-right:solid black 1.5pt;mso-border-top-alt:solid black 1.5pt; mso-border-left-alt:solid black .5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height:90.8pt"> <p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Sí </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> </tr> </tbody></table> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"></p><div style="text-align: justify;"><sup><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">5 </span></span></span></sup><span lang="EN-US" style="color:black;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Paul Nelson and Jonathan Wells. “Homology in Biology” in Darwinism, Design and Public Education, pg. 316.</span></span></span></div><span lang="EN-US" style="color:black;"><div style="text-align: justify;"><sup><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">6 </span></span></span></sup><span lang="EN-US" style="color:black;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Jonathan Wells, “Using Intelligent Design Theory to Guide Scientific Research” Progress in Complexity, Information and Design, Vol 3.1, Nov. 2004.,</span></span></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; "><sup><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">7 </span></span></span></sup><span lang="ES" style="color:black;"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Las predicciones “retrospectivas” son comunes en las nuevas teorías científicas. Por ejemplo, el trabajo de Einstein sobre relatividad intentó explicar la ya entendida falta de habilidad de las leyes de movimiento de Newton para predecir de forma precisa la mecánica física a velocidades muy altas. Incluso Thomas Kuhn observó que las nuevas teorías científicas tienen éxito cuando explican mejor la información ya existente. </span></span></span><span lang="EN-US" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(Ver Kuhn, T., The Structure of Scientific Revolutions, (University of Chicago, Press, 1972), pgs., 79-80.) </span></span></span><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Pero aún así, la teoría del diseño también busca hacia el futuro, prediciendo que se encontrarán nuevas funciones para el “DNA-basura” y la complejidad específica en biología.</span></span></span></span></div></span></span><p></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span><div class="Section3"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></o:p></span></p> <div style="text-align: justify;"><br /></div><table class="MsoNormalTable" border="1" cellspacing="0" cellpadding="0" style="text-align: justify;border-collapse: collapse; border-top-style: none; border-right-style: none; border-bottom-style: none; border-left-style: none; border-width: initial; border-color: initial; "><tbody> <tr style="mso-yfti-irow:1;height:45.4pt"> <td style="border:solid black 1.5pt;border-top:none;mso-border-top-alt:solid black 1.5pt; padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height:45.4pt"> <p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(2) Paleontología </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> <td valign="top" style="border-top:none;border-left:none;border-bottom:solid black 1.5pt; border-right:solid black 1.5pt;mso-border-top-alt:solid black 1.5pt; mso-border-left-alt:solid black 1.5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height: 45.4pt"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Las novedades biológicas aparecen en el registro fósil repentinamente y sin precursores similares. </span></span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La explosión cámbrica es el ejemplo más importante.</span></span><sup><span style="top: -3pt; color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">9<br /><br /></span></span></span></sup><span style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> <td valign="top" style="border-top:none;border-left:none;border-bottom:solid black 1.5pt; border-right:solid black 1.5pt;mso-border-top-alt:solid black 1.5pt; mso-border-left-alt:solid black 1.5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height: 45.4pt"> <p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Sí </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> </tr> <tr style="mso-yfti-irow:2;height:113.6pt"> <td style="border:solid black 1.5pt;border-top:none;mso-border-top-alt:solid black 1.5pt; padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height:113.6pt"> <p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(3) Sistemática </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> <td valign="top" style="border-top:none;border-left:none;border-bottom:solid black 1.5pt; border-right:solid black 1.5pt;mso-border-top-alt:solid black 1.5pt; mso-border-left-alt:solid black 1.5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height: 113.6pt"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br />Se han encontrado partes similares en organismos que incluso los Darwinistas ven como separados por otras formas más relacionadas entre sí que no contienen las partes similares en cuestión. Ejemplos claros incluyen los genes que controlan el crecimiento de los ojos u otros miembros en diferentes organismos cuyos alegados antecesores comunes no se piensa que hayan tenido tales formas de ojos o miembros.</span></span><sup><span lang="ES" style="top: -3pt; color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">10 </span></span></span></sup><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> <td valign="top" style="border-top:none;border-left:none;border-bottom:solid black 1.5pt; border-right:solid black 1.5pt;mso-border-top-alt:solid black 1.5pt; mso-border-left-alt:solid black 1.5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height: 113.6pt"> <p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Sí </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> </tr> <tr style="mso-yfti-irow:3;mso-yfti-lastrow:yes;height:102.2pt"> <td style="border:solid black 1.5pt;border-top:none;mso-border-top-alt:solid black 1.5pt; padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height:102.2pt"> <p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(4) Genética </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> <td valign="top" style="border-top:none;border-left:none;border-bottom:solid black 1.5pt; border-right:solid black 1.5pt;mso-border-top-alt:solid black 1.5pt; mso-border-left-alt:solid black 1.5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height: 102.2pt"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br />La investigación genética continúa descubriendo funciones del “ADN-basura”, incluyendo funcionalidad de pseudogenes, intrones, LINEA y elementos ALU. Ejemplos de funciones desconocidas del ADN persisten, pero el diseño alienta a los investigadores a buscar funciones, mientras que el Darwinismo ha causado que algunos científicos asuman que el ADN que no codifica es basura.</span></span><sup><span lang="ES" style="top: -3pt; color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">11<br /><br /></span></span></span></sup><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> <td valign="top" style="border-top:none;border-left:none;border-bottom:solid black 1.5pt; border-right:solid black 1.5pt;mso-border-top-alt:solid black 1.5pt; mso-border-left-alt:solid black 1.5pt;padding:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;height: 102.2pt"> <p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /><br /><br /><br />Sí </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </td> </tr> </tbody></table> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Reconocimientos:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Jonathan Witt aplicó su excelente habilidad de editor a este documento. También agradezco a los proponentes del diseño que han hecho investigación y estudios para corroborar predicciones de diseño.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; "><sup><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">8 </span></span></span></sup><span lang="EN-US"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">William A. Dembski. No Free Lunch., Chapter 5 (Rowman and Littlefield, 2002); Michael J. Behe, Darwin’s Black Box, Chapter 3 (Free Press 1996); Behe, M. and Snoke, D.W., “Simulating evolution by gene duplication of protein features that require multiple amino acid residues,” Protein Science, 13 (2004); Scott N. Peterson and Claire M. Fraser, “The complexity of simplicity,” Genome Biology 2 (2001):1-7.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; "><sup><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">9 </span></span></span></sup><span lang="EN-US"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Mayr, E., One Long Argument: Charles Darwin and the Genesis of Modern Evolutionary Thought Harvard University Press, 1991), p. 138; Valentine, J.W., Jablonski, D., Erwin, D. H., “Fossils, molecules and embryos: new perspectives on the Cambrian Explosion,” Development 126:851-859 (1999).<br /><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; "><sup><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">10 </span></span></span></sup><span lang="EN-US"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Quiring, R., et al. “Homology of the eyeless gene of drosophila to the small eye in mice and aniridia in humans,” Science 265:78 (1994); See also infra, Ref. #5.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; "><sup><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">11 </span></span></span></sup><span lang="EN-US"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Hirotsune S. et al., “An expressed pseudogene regulates the messenger-RNA stability of its homologous coding gene,” Nature 423:91-96 (2003); “The Unseen Genome: Gems among the Junk” by Wayt T. Gibbs, Scientific American (November, 2003); Hakimi, M.S. et. al., "A chromatin remodelling complex that loads cohesin onto human chromosomes," Nature, 418:994-998 (2002); Morrish, T. A., et al., "DNA repair ediated by endonuclease-independent LINE-1 retrotransposition," Nature Genetics, 31(2):159-165 (June, 2002).</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p> </div> <span lang="EN-US" style="font-family:"Georgia","serif"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:EN-US; mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SAfont-family:";font-size:12.0pt;"> </span> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:EN-USfont-family:";font-size:12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language:EN-US"><o:p> </o:p></span></p>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-11127550769713809722009-11-21T11:06:00.000-08:002009-11-21T11:11:57.169-08:00Diseñada Para Favorecer Los Descubrimientos<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjufbLt4axf46nNb_c6cX6LnxiWeEwxxS5JzXQN6aSFBSPdvwywL3gOtgeCHZKLGeQ0EtZwStBTOrVvBvokxUXTVr2qVxVBh0rdar0Or10v7pSpaZuw5-YGwPFNqHHU_8P2LtQeS2I3_Ok/s1600/tdi-b3.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 196px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjufbLt4axf46nNb_c6cX6LnxiWeEwxxS5JzXQN6aSFBSPdvwywL3gOtgeCHZKLGeQ0EtZwStBTOrVvBvokxUXTVr2qVxVBh0rdar0Or10v7pSpaZuw5-YGwPFNqHHU_8P2LtQeS2I3_Ok/s200/tdi-b3.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406636190536739490" /></a><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Por:<b> Guillermo Gonzalez </b>y<b> Jay W. Richards </b></span></span></span><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">L</span></span></span><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">ea cualquier libro sobre la historia de los descubrimientos científicos y encontrará magníficas historias sobre la ingenuidad, persistencia y reveses del ser humano. Pero probablemente, no verá ninguna discusión de las condiciones necesarias para lograr tales proezas. Para que haya un descubrimiento, una persona tiene que observar algo y luego reproducir una serie de circunstancias que lo hagan posible. Sin ambas cosas, no se descubre nada. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Aunque los científicos no suelen hablar del tema, es sorprendente el grado en que podemos "medir" el universo -y no sólo nuestros alrededores inmediatos- desde nuestro hogar terrestre. Pocos han considerado lo que habría sido la ciencia en, digamos, un ambiente planetario diferente. Aún menos se han dado cuenta de que tratar de contestar esa pregunta conduce sistemáticamente a pruebas del diseño inteligente que no se habían imaginado en un principio. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Piense en las siguientes características de la Tierra: atmósfera transparente en la región visual del espectro, placas encostradas cambiantes, una luna grande, y nuestra ubicación particular en la Vía Láctea. Sin alguna de estas ventajas, nos sería terriblemente difícil conocer más acerca del universo. No sería especulación ociosa preguntar cómo se habría visto impedida nuestra visión del universo si, por ejemplo, nuestro mundo estuviera cubierto perpetuamente de nubes espesas. Después de todo, nuestro sistema solar contiene varios ejemplos. Tan sólo piense en Venus, Júpiter, Saturno y Titán, la luna de Saturno. Estos serían sitios pésimos para la práctica de la astronomía. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Podemos hacer comparaciones similares a nivel galáctico. Si estuviéramos más cerca del centro de nuestra galaxia o de alguno de sus brazos espirales más polvorientos, el polvo impediría la visión del universo distante. De hecho, probablemente nos habríamos perdido uno de los mayores descubrimientos de la historia de la astronomía: la débil radiación cósmica de fondo. Este descubrimiento fue el centro de la elección de una de las dos teorías cosmológicas del siglo XX. Subyacente en este dilema estaba una de las preguntas más fundamentales que podemos hacernos acerca del universo: ¿Es eterno o tuvo un principio? </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">La teoría del estado estacionario postulaba un universo eterno, mientras que la teoría de la gran explosión implicaba un principio. Durante algunas décadas no hubo pruebas directas para decidir entre las dos. Pero la teoría de la gran explosión predijo una radiación remanente resultante del anterior período de la historia cósmica, más denso y más caliente. La teoría del estado estacionario no hacía tal predicción. Como resultado, el descubrimiento de la radiación cósmica de fondo, en 1965, significó el toque de difuntos para la teoría del estado estacionario. Pero ese descubrimiento no podría haberse hecho en cualquier lado. Nuestra ubicación estratégica en la Vía Láctea nos permitió elegir entre estas dos visiones tan diferentes acerca de los orígenes del universo. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">En </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">The Priviledged Planet: How our place in the cosmos is designed for discovery </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">[El Planeta Privilegiado: Cómo nuestra ubicación en el cosmos está diseñada para fomentar los descubrimientos] analizamos estas y muchas otras muestras de que habitamos en un planeta privilegiado para la observación y los descubrimientos científicos. Pero aún hay más. La Tierra no sólo es un lugar privilegiado para los descubrimientos, sino también para la vida. Pensamos que la conexión entre vida y descubrimiento sugiere propósito y no mera casualidad.</span></span></span></p></div><div class="Section2"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Hace algunas décadas, los físicos y los cosmólogos empezaron a darse cuenta de que los valores de las constantes de la física -características del universo que son iguales en todos lados- deben ser muy cercanas a sus valores reales para que la vida sea posible. Como resultado, empezaron a decir que el universo está "afinado" para la vida. Algunos incluso han empezado a sugerir que la afinación implica un afinador. Mucho más recientemente, los astrobiólogos empezaron a descubrir que incluso en nuestro universo afinado, muchas otras cosas "locales" deben funcionar perfectamente para tener un ambiente planetario habitable. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Si usted fuera un chef, su receta para cocinar un planeta habitable tendría muchos ingredientes. Necesitaría un planeta rocoso lo suficientemente grande para retener una atmósfera sustancial, océanos de agua para retener el calor interno durante miles de millones de años, una atmósfera adecuada, una luna grande para estabilizar la inclinación del eje de rotación del planeta, una órbita casi circular alrededor de una estrella principal similar a nuestro sol, el tipo correcto de vecinos en el sistema estelar y la distancia adecuada desde el planeta hasta el centro, las orillas y los brazos espirales de una galaxia como la Vía Láctea. Tendría que cocinarlo en un marco temporal muy estrecho de la historia del universo. Y así sucesivamente; esta es una lista parcial, pero nos da la idea. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Estas pruebas están empezando a ser bien conocidas entre los científicos interesados en la cuestión de la vida en el universo. Por ejemplo, los investigadores involucrados en la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI), están muy interesados en conocer qué se necesita para la vida. Ese conocimiento les permitiría determinar las probabilidades de encontrar otra civilización. Desafortunadamente para los investigadores del programa SETI, las probabilidades no están siendo muy prometedoras. Las pruebas recientes favorecen a la así llamada Hipótesis de la Tierra Rara (nombrada a partir de un libro escrito por Donald Brownlee y Peter Ward en el año 2000). Esta teoría postula que los planetas que albergan vida simple pueden ser muy comunes, pero los planetas con vida compleja son muy raros. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Aún no sabemos si estamos solos en el universo, un lugar inmenso con vastos recursos. La investigación astrobiólogica aún no ha madurado lo suficiente para poder asignar probabilidades precisas a todos los factores necesarios para hacer habitable un planeta. Todavía no podemos establecer con certeza si se conocen todos los recursos disponibles. Tal vez el universo sea suficientemente grande para permitir el surgimiento casual de por lo menos otro planeta habitado. O tal vez no. Por lo pronto, es difícil defender el caso del diseño inteligente basándonos meramente en la conclusión de que los planetas habitables son raros. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Dicho esto, pensamos que sí hay pruebas de diseño en el vecindario. Porque, como argumentamos en El Planeta Privilegiado, existe un sospechoso patrón entre las necesidades de la vida y las necesidades de la ciencia. Las mismas condiciones exigentes que hacen habitable un planeta para formas de vida compleja, también lo convierten en el mejor lugar para hacer una amplia gama de descubrimientos científicos. En otras palabras, si comparamos nuestro ambiente local con otros menos hospitalarios, descubriremos algo impresionante: los observadores se encuentran en los mejores lugares para la observación, y viven gracias a ello. Por ejemplo, la atmósfera necesaria para las formas complejas de vida es transparente a la "luz" más útil para la ciencia. La geología y el sistema planetario necesarios para la vida también son los mejores para permitir la reconstrucción de los sucesos del pasado. Además, la región más habitable de la galaxia y el tiempo más habitable de la historia cósmica, también son el mejor tiempo y lugar de todos para practicar la astronomía y la cosmología. Si el universo fuera solamente una ciega concatenación de átomos que chocan entre sí, no esperaríamos este patrón. Por el contrario, lo esperaríamos si el universo estuviera diseñado para fomentar los descubrimientos.<br />--<br /><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Notas:</span></span></b></span></span></span></p></div><div class="Section3"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Guillermo González es profesor adjunto de astronomía en la Universidad de Iowa. Recibió su doctorado en astronomía en la Universidad de Washington (1993), y ha realizado estudios postdoctorales en la Universidad de Texas en Austin y la Universidad de Washington. Es autor de más de 60 documentos científicos revisados por colegas. En 2004 fue coautor, con Jay W. Richards, de The Priviledged Planet: How our place in the cosmos is designed for discovery [El Planeta Privilegiado: Cómo nuestra ubicación en el cosmos está diseñada para favorecer los descubrimientos] (Washington D.C.: Regnery Publishers). Su libro más reciente, en coautoría con D. Scott Birney y David Oesper, es la segunda edición del libro de texto para el nivel licenciatura Observational Astronomy [Astronomía Observacional] (Cambridge: Cambridge University Press). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Jay W. Richards es investigador y Director de Relaciones Institucionales del Instituto Acton en Grand Rapids, Michigan. Tiene un doctorado en filosofía y teología del Seminario Teológico de Princeton, donde fuera profesor adjunto. Es autor de muchos artículos académicos y populares, así como de varios libros. Sus obras más recientes son The Untamed God: A philosophical exploration of divine perfection, immutability and simplicity [El Dios Indómito: Una exploración filosófica de la perfección, inmutabilidad y sencillez divinas] (InterVarsity Press, 2003) y The Priviledged Planet: How our place in the cosmos is designed for discovery [El Planeta Privilegiado: Cómo nuestra ubicación en el cosmos está diseñada para favorecer los descubrimientos], en coautoría con Guillermo González (Washington D.C.: Regnery Publishers, 2004).<br /><br />---<br /><b>Fuente:</b><br /><a href="http://www.ciencia-alternativa.org">Ciencia Alternativa</a></span></span></span></p></div>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-28612758657726128872009-11-21T10:36:00.000-08:002009-11-21T10:52:05.214-08:00El Diseño Inteligente (DI) tiene mérito científico<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhddZZdqAetiIELtXGk1uOILmbs3f5BQlDrLj0LjHX3a-V6yd8XE-Y_zd4OjBpKPar70msroIX1mRR9goEpzG71HW7f179je5qAwFJDeYEMlnEv5HH-AVI_Wx1WaXpmLoUJFg7RoHuhi3k/s1600/tdi-b-1.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 142px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhddZZdqAetiIELtXGk1uOILmbs3f5BQlDrLj0LjHX3a-V6yd8XE-Y_zd4OjBpKPar70msroIX1mRR9goEpzG71HW7f179je5qAwFJDeYEMlnEv5HH-AVI_Wx1WaXpmLoUJFg7RoHuhi3k/s200/tdi-b-1.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406631420379461570" /></a><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El Diseño Inteligente (DI) tiene mérito científico porque utiliza el método científico para realizar sus afirmaciones y deduce el diseño mediante la comprobación de sus predicciones positivas</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Por:</span></span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> Casey Luskin</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><i><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">“En todo sistema irreduciblemente complejo en el que la causa del sistema se conoce </span></span><span class="Apple-style-span" style=" font-style: normal; "><i><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">través de la experiencia y la observación, juegan un papel la ingeniería o el diseño inteligente” - </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Stephen C. Meyer (Ph.D. en Filosofía de la Ciencia, Universidad de Cambridge) y Scott Minnich (Profesor de Microbiología, Universidad de Idaho).</span></span></span></span></i></span></span></i></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El diseño inteligente (DI) tiene mérito científico porque utiliza métodos científicos usualmente empleados en otras ciencias históricas, para concluir que ciertas características del universo y de los seres vivos se explican mejor mediante una causa inteligente y no mediante un proceso no dirigido como la selección natural [2]. Los teóricos del DI aducen que el diseño puede inferirse mediante el estudio de las propiedades de la información de los objetos naturales, para determinar si son portadores del tipo de información que según nuestra experiencia se desprende de una causa inteligente.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Los defensores del neo-darwinismo sostienen que la información de la vida surge por una vía sin propósito, ciega y no guiada [3]. Los defensores del DI dicen que la información en la vida surge por la vía de procesos que tienen un propósito y que están inteligentemente guiados. Ambas afirmaciones son científicamente comprobables utilizando los procedimientos científicos empleados en ciencias históricas estándar. Así, el DI se basa en la afirmación de que hay “características reveladoras de los sistemas vivos y del universo que se explica mejor a través de una causa inteligente” [4].</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Los científicos del DI comparan las observaciones realizadas acerca del modo de actuación de los agentes inteligentes que diseñan cosas con la observación de fenómenos de origen desconocido. La inteligencia humana proporciona un gran conjunto de datos empíricos para estudiar el producto de la acción de agentes inteligentes. El filósofo y matemático William Dembski observa que “la característica principal de la inteligencia agente es la contingencia dirigida o lo que llamamos posibilidad” [5]. Cuando un agente inteligente actúa, elige de entre un abanico de posibilidades en competencia “crear un suceso complejo y específico [6]. Dembski considera al DI como “una teoría de la información” en la que “la información es un indicador fiable del diseño, del mismo modo que un objeto apropiado de investigación científica” [7]. Así, el DI busca encontrar la naturaleza de los tipos de información que se sabe que son producidos por agentes inteligentes y que de manera fiable indican la </span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">actuación </span></span></span><i><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">a priori </span></span></span></i><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">de la inteligencia.”</span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El tipo de información que indica diseño de modo fiable es generalmente denominado “complejidad específica” o “información compleja y específica” [8]. Dembski sugiere que el diseño puede detectarse cuando uno encuentra un suceso altamente improbable (que lo hace complejo) y que se ajusta a un patrón derivado de modo independiente (que lo hace específico).</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Por cierto, el término “complejidad específica” no tiene su origen en los defensores del diseño inteligente. En 1973, el destacado teórico del origen de la vida Leslie Orgel (que se opone al DI) explicó que “los organismos vivos se distinguen por su complejidad específica”.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">“Los organismos vivos se distinguen por su complejidad específica. Los cristales se consideran normalmente prototipos de estructuras simples, bien específicas, porque consisten en un número muy grande de moléculas idénticas empaquetadas juntas de manera uniforme. Los bloques de granito o las mezclas aleatorias de polímeros son ejemplos de estructuras complejas pero no específicas. El cristal no posee la característica de la vida porque carece de complejidad; las mezclas de polímeros tampoco porque carecen de especificidad” [9].</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">A la hora de aplicar el DI a la biología, los biólogos defensores del DI utilizan el término “irreduciblemente complejo” [10], un término popularizado y elaborado por mi </span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">colega en “Opposing Views” Michael Behe. </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">La complejidad irreducible es una forma de complejidad específica [11], que existe en sistemas compuestos de “varias partes interactuantes que contribuyen al funcionamiento básico, y donde la retirada de cualquiera de ellas hace que el sistema deje efectivamente de funcionar” [12]. Debido a que la selección natural solo preserva estructuras que confieren una ventaja funcional a un organismo, se aduce que tales sistemas son poco probables que evolucionen a través de un proceso darviniano porque no hay una vía evolutiva a través de las que sean funcionales a lo largo de cada pequeño paso evolutivo [13]. De acuerdo con los teóricos del DI, la complejidad irreducible es un patrón informativo que puede considerarse un indicador fiable de DI porque “en todos los sistemas irreduciblemente complejos en los que la causa del sistema resulta conocida por experiencia u observación, el diseño inteligente o la ingeniería jugaron un papel en el origen del sistema” [14].</span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El DI es una ciencia histórica, lo cual significa que emplea el principio de uniformidad, que sostiene que el presente es la llave del pasado. La investigación con DI comienza por tanto con observaciones acerca de cómo operan los agentes inteligentes y luego procede a consentir esas observaciones en predicciones positivas de los que los científicos deben encontrar en la naturaleza si es que el diseño inteligente está implicado en el origen de un objeto natural dado.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Por ejemplo, Stephen C. Meyer observa que “los agentes pueden hacer las cosas teniendo en mente objetivos muy divergentes. En el empleo del lenguaje, ‘encuentran’ de manera rutinaria secuencias funcionales altamente aisladas e improbables en medio de vastos espacios combinatorios de posibilidades” [15]. Además, Meyer observa que “tenemos experiencias repetidas de agentes conscientes y racionales –nosotros especialmente- que generan o provocan incrementos en la información compleja especificada, tanto en forma de líneas de código de secuencia específica como en forma de sistemas de partes jerárquicamente organizadas… Nuestra experiencia basada en el conocimiento del flujo de información confirma que los sistemas con grandes cantidades de complejidad específica (especialmente los códigos y los lenguajes) se originan invariablemente de una fuente inteligente a partir de una mente o agente personal” [16].</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Utilizando estas observaciones, los teóricos del DI construyen predicciones comprobables acerca del tipo de propiedades informacionales que esperaríamos encontrar en la naturaleza si un agente inteligente trabajara en el diseño de un objeto natural. Específicamente, la teoría predice que encontraremos grandes cantidades de complejidad específica en los objetos naturales. Entonces, la teoría busca en el registro histórico y realiza investigaciones experimentales para comprobar esas predicciones y determinar si esas mismas propiedades informacionales existen en la naturaleza, a fin de garantizar la explicación a través del diseño.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Los proponentes del DI emplean así el razonamiento uniforme estándar en las ciencias históricas para aplicar al registro histórico científico una relación causa-efecto, empíricamente derivada, entre la inteligencia y ciertos tipos de patrones informativos, todo ello a fin de explicar el origen de los distintos fenómenos naturales [17]. Tal y como observa Meyer, “al invocar el diseño como explicación del origen de la información biológica nueva, los teóricos contemporáneos del diseño no están proponiendo un elemento explicativo arbitrario, sin consideración hacia las evidencias.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Más bien, está proponiendo una entidad que posee precisamente los atributos y los poderes causales que el fenómeno en cuestión requiere como condición de su explicación y de su producción” [18].</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">A este respecto, el DI emplea el método científico para realizar sus afirmaciones. El método científico se describe comúnmente como un proceso de cuatro fases que implica observaciones, hipótesis, experimentos y conclusión [19]. Como se ha apuntado, el DI comienza con la observación de que los agentes inteligentes producen información compleja y específica (ICS). Los teóricos del diseño proponen la hipótesis de que si un objeto natural fue diseñado, contendrá altos niveles de ICS. Los científicos realizan pruebas experimentales con objetos naturales para determinar si contienen información compleja y específica [20]. Una manera fácilmente comprobable de ICS es la complejidad irreducible, que puede demostrarse y descubrirse mediante ingeniería reversa experimental de estructuras biológicas, a través de experimentos de “knockout” genético para determinar si éstas requieren todas sus partes para funcionar [21]. Cuando el trabajo experimental revela en la biología la complejidad irreducible, concluyen que semejante estructura fue diseñada.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Mis colegas en “Opposing Views” Michael Behe y Jay Richards han expuesto algunos de los ejemplos de complejidad específica e irreducible que encontramos en la biología y en el cosmos.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Puede discreparse respecto de las conclusiones del DI, pero no puede afirmarse de manera razonable que es un argumento basado en la religión, la fe o en la Revelación Divina. Nada de lo que los críticos han dicho – tanto si se trata de condenas del DI políticamente motivadas, realizadas por autoridades científicas pro-darwinistas como si se trata de machacar sobre las creencias religiosas de los defensores del DI – cambiará el hecho de que el diseño inteligente no es un argumento “basado en la fe”. El diseño inteligente tiene un mérito científico porque es un argumento de base empírica que utiliza métodos científicos bien establecidos pertenecientes a las ciencias históricas, a fin de detector en la naturaleza los tipos de complejidad que, a partir de las observaciones actuales, entendemos que se deriva de causas inteligentes.<br />--<br /></span></span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Notas</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">:</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[1.] Scott A. Minnich & Stephen C. Meyer, "Genetic Analysis of Coordinate Flagellar and Type III Regulatory Circuits in Pathogenic Bacteria," in Proceedings of the Second International Conference on Design & Nature, Rhodes Greece, pg. 8.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[2.] Esta afirmación se ha extraido en parte de David K. DeWolf, John West, Casey Luskin, "Intelligent Design will Survive Kitzmiller v. Dover," 68 Montana Law Review 7 (Winter, 2007).</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[3.] Véase, por ejemplo, Douglas J. Futuyma, Evolutionary Biology, pg. 5 (3rd ed., Sinauer Associates Inc., 1998); The Elie Wiesel Foundation for Humanity: Nobel Laureates Initiative (September 9, 2005); Biology by Neil A. Campbell, Jane B. Reese. & Lawrence G. Mitchell (5th ed., Addison Wesley Longman, 1999), pgs. 412-413; Edward O. Wilson, "Intelligent Evolution: The consequences of Charles Darwin's 'one long argument'," Harvard Magazine (November-December, 2005); Francisco J. Ayala,"Darwin’s greatest discovery: Design without designer," Proceedings of the National Academy of Sciences USA, Vol. 104:8567-8573 (May 15, 2007).</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[4.] Stephen C. Meyer, Not by Chance: From Bacterial Propulsion Systems to Human DNA, Evidence of Intelligent Design Is Everywhere, Natl. Post A22 (Dec. 1, 2005).</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[5.] William A. Dembski, The Design Inference: Eliminating Chance through Small Probabilities, pg. 62 (Cambridge University Press 1998).</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[6.] Ibid.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[7.] William A. Dembski, "Intelligent Design as a Theory of Information," in Intelligent Design Creationism and Its Critics: Philosophical, Theological, and Scientific Perspectives, pg. 553 (Robert T. Pennock ed., MIT Press 2001).</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[8.] William A. Dembski, No Free Lunch: Why Specified Complexity Cannot Be Purchased without Intelligence, pg. xiv (Rowman & Littlefield Publishers 2002) ("La característica fefinitoria de las causas inteligentes es su capacidad de crear información nueva y, en particular, complejidad específica").</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[9.] Leslie E. Orgel, The Origins of Life: Molecules and Natural Selection, pg. 189 (Chapman & Hall, 1973).</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[10.] Michael J. Behe, Darwin’s Black Box: The Biochemical Challenge to Evolution, pg. 39 (Free Press 1996).</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[11.] Dembski, No Free Lunch, pg. 115.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[12.] Michael J. Behe, "Molecular Machines: Experimental Support for the Design Inference," in Intelligent Design Creationism and Its Critics: Philosophical, Theological, and Scientific Perspectives, pg. 247 (Robert T. Pennock ed., MIT Press 2001).</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[13.] Behe, Darwin’s Black Box, pg. 39 (citando a Darwin: "Si puderia demostrarse que existió algún órgano complejo que no pudiera surgir por medio de pequeñas modificaciones , numerosas y sucesivas, mi teoría se derumbaría de manera absoluta").</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[14.] Scott A. Minnich & Stephen C. Meyer, "Genetic Analysis of Coordinate Flagellar and Type III Regulatory Circuits in Pathogenic Bacteria," in Proceedings of the Second International Conference on Design & Nature, Rhodes Greece, pg. 8.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[15.] Stephen C. Meyer, "The Cambrian Information Explosion," in Debating Design: From Darwin to DNA, pg. 388 (William A. Dembski and Michael W. Ruse eds., Cambridge University Press, 2004).</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[16.] Stephen C. Meyer, "The origin of biological information and the higher taxonomic categories," Proceedings of the Biological Society of Washington, Vol. 117(2):213-239 (2004).</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[17.] Stephen C. Meyer, "The Scientific Status of Intelligent Design: The Methodological Equivalence of Naturalistic and Non-Naturalistic Origins Theories," in The Proceedings of the Wethersfield Institute: Science and Evidence for Design in the Universe, Vol. 9, pg. 182-92 (Ignatius Press 1999).</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[18.] Stephen C. Meyer, "The origin of biological information and the higher taxonomic categories," Proceedings of the Biological Society of Washington, Vol. 117(2):213-239 (2004).</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[19.] Muchos libros de texto de biología definen la ciencia como “la manera de saber”, </span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">donde esa “manera” es el método científico. </span></span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Véase Biological Sciences Curriculum </span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Study, Biology A Molecular Approach, 8th ed. </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(Learning Corporation, 2001), pgs. 14-18 (aquí la ciencia es definida como una “manera de saber” que emplea observaciones, experimentos repetitivos, verificables y tentativos); George B. Johnson, Biology Visualizing Life (Holt, 1998), pgs. 11-13 (en éste caso la ciencia se define como una “búsqueda del conocimiento” que utiliza las observaciones, las hipótesis, las predicciones y las pruebas para crear teorías); George Johnson and Peter Raven, Biology (Holt, 2004), pgs. 14-19 (para ellos la ciencia es un proceso que emplea observaciones, preguntas, forma hipótesis, hace predicciones, experimentos y extrae conclusiones); William D. Schraer and Herbert J. Stoltze, Biology: The Study of Life (Prentice Hall, 1999), pgs. 14-16 (aquí la ciencia es “un intento de comprender el mundo en que vivimos”, en el que el método científico hace preguntas, investiga, formula hipótesis, realiza experimentos y analiza datos).<br /><br />[20.] Este tipo de comprobación fue descrito por el biólogo molecular defensor del DI Doug Axe en Douglas D. Axe, "Extreme Functional Sensitivity to Conservative Amino Acid Changes on Enzyme Exteriors," Journal of Molecular Biology, Vol 301:585-595 (2000); Douglas D. Axe, "Estimating the Prevalence of Protein Sequences Adopting Functional Enzyme Folds," Journal of Molecular Biology, 1-21 (2004).</span></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[21.] Véanse, por ejemplo, los experimentos de “knockout” genético de Scott Minnich realizados sobre el flagelo bacteriano, sobre los que se testifica en el juicio Kitzmiller v. Dover y aparecidos en Transcript of Proceedings. Afternoon Session, pgs 99-108 (Nov. 3, 2005), Kitzmiller v. Dover, 400 F. Supp. 2d 707.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">--<br /></span></span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fuente:<br /></span></span><a href="http://ciencia-alternativa.org/"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ciencia Alternativa</span></span></span></a></b></p>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-76261084508278006332009-11-21T10:21:00.000-08:002009-11-21T10:35:18.980-08:00EL DISEÑO INTELIGENTE COMO TEORÍA DE LA INFORMACIÓN<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgtQD_PGq3c5hTbARzsQYUZh5CB-jLpMDeOWw5H3qzX-Mfc0egCjMLKxFXyZaOh_gtCn5BpbC0xiepZqEVc91oUU4rDZXm2zjQjw0tsTnHiDJqdEPgh5pLS-AclYGV8KvqFKvPrXhRTL8/s1600/tdi-b.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 192px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgtQD_PGq3c5hTbARzsQYUZh5CB-jLpMDeOWw5H3qzX-Mfc0egCjMLKxFXyZaOh_gtCn5BpbC0xiepZqEVc91oUU4rDZXm2zjQjw0tsTnHiDJqdEPgh5pLS-AclYGV8KvqFKvPrXhRTL8/s200/tdi-b.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406626095534384818" /></a><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:georgia;">Por: <b>William A. Dembski</b></span></div><p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:'Times New Roman', serif;"><b><span lang="ES" style=" ;color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Resumen: </span></span></span></b><span lang="ES" style=" ;color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Para la comunidad científica el diseño inteligente representa el último intento del creacionismo para acceder a la legitimidad científica. De acuerdo con esto, el diseño inteligente es erróneamente contemplado como otro intento creacionista para amoldar a la ciencia dentro de la ideología religiosa. Pero de hecho, el diseño inteligente puede ser formulado como una teoría científica que tiene consecuencias empíricas y está libre de compromisos religiosos. El diseño inteligente puede ser presentado como una teoría de la información. En esta teoría, la información se transforma en un indicador fiable del diseño y también en un verdadero objeto de investigación científica. En mi trabajo (1) demuestro como la información puede ser detectada y medida de manera fiable y (2) formulo una ley de conservación que gobierna el origen y el flujo de la información. Mi conclusión inequívoca es que la información no es reducible a causas naturales y que el origen de la información debe ser buscado en causas inteligentes. De este modo, el diseño inteligente se convierte en una teoría para detectar y medir la información, que explica su origen y rastrea su flujo.</span></span></span></span></p><p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: left;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:'Times New Roman', serif;"></span></p><span class="Apple-style-span" style="font-family:'Times New Roman', serif;"><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><b><span lang="ES" style=" ;color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Biosketch: </span></span></span></b><span lang="ES" style=" ;color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Bill Dembski tiene un doctorado en matemáticas por la Universidad de Chicago, un doctorado en filosofía por la Universidad de Illinois en Chicago y un M. Div. del Seminario Teológico de Princeton. Bill ha realizado trabajos posdoctorales en el MIT, y en las universidades de Chicago, Northwestern, Princeton, Cambridge y Notre Dame. Ha sido becario doctoral y posdoctoral de la Fundación Nacional para la Ciencia. Sus publicaciones tratan de temas que van desde las matemáticas y la filosofía hasta la teología. Su monografía </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">The design inference </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">apareció en la </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Cambrige University Press </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">en 1998. En ella describe la lógica por la cual los agentes racionales infieren causas inteligentes. Se encuentra trabajando con Stephen C. Meyer y Paul Nelson en un libro titulado </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Uncommon descent</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">, que busca reestablecer la legitimidad y fecundidad del diseño en la biología.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="Times New Roman","serif"; mso-ansi-language:ESfont-family:";font-size:12.0pt;color:black;"></span></p><div class="Section1"><p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">1. INFORMACIÓN<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style=" font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Steps towards life </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Manfred Eigen (1992, p. 12) identifica lo que considera el problema central al que se enfrenta la investigación sobre el origen de la vida: “Nuestra tarea consiste en encontrar un algoritmo, una ley natural que nos conduzca hasta el origen de la información”. Eigen solo tiene la mitad de la razón. Para determinar como empezó la vida, ciertamente es necesario comprender el origen de la información. Pero incluso entonces, ni el algoritmo ni las leyes naturales son capaces de producir la información. El gran mito de la biología evolutiva moderna es que la información puede conseguirse por nada, sin recurso a la inteligencia. Es este mito el que busco refutar, pero para hacerlo tendré que dar una explicación de la información. Nadie disputa que existe algo llamado información. Como subraya Keith Devlin (1991, p. 1): “nuestras mismas vidas dependen de ella, dependen de su disposición, almacenamiento, manipulación, transmisión, seguridad y cosas parecidas. Grandes cantidades de dinero cambian de manos por la información. La gente habla de ella todo el tiempo. Se pierden vidas por causa suya. Vastos imperios comerciales se crean para comerciar con equipos que la gestionan”. Pero ¿qué es exactamente la información? El propósito de este trabajo es responder a esta pregunta, presentando una explicación de la información que sea relevante para la biología.</span></span></span></span></o:p></span></p> </div> <div class="Section2"><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Entonces ¿qué es la información? La intuición fundamental que subyace a la información no es, como a veces se piensa, la transmisión de señales a través de un canal de comunicación, sino más bien, la actualización de una posibilidad para excluir otras. Como dice Fred Dretske (1981, p. 4): “la teoría de la información identifica la cantidad de información asociada con, o generada por, la ocurrencia de un suceso (o la realización de un estado de sucesos) con la reducción de la incertidumbre, la eliminación de posibilidades, representadas por ese evento o estado de sucesos”. Sin duda, cuando las señales se transmiten a través de una canal de comunicación, se actualiza una posibilidad para excluir otras, es decir, la señal que fue transmitida para excluir aquellas que no lo fueron. Pero esto es sólo un caso especial. La información, en primer lugar, presupone no un medio de comunicación sino de contingencia. Robert Stalnaker (1984, p. 85) ha dejado claro este punto: “el contenido requiere contingencia. Aprender algo, adquirir información, es descartar posibilidades. Comprender la información transmitida en una comunicación es saber qué posibilidades serían excluidas por su verdad”. Para que haya información, debe haber una multiplicidad de posibilidades distintas, cualquiera de las cuales podría suceder. Cuando una de estas posibilidades acontece y las otras son descartadas, la información se actualiza. Ciertamente, la información en su sentido más general puede definirse como la actualización de una posibilidad y la exclusión de las otras (obsérvese que esta definición comprende tanto la información sintáctica como la semántica).</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Esta manera de definir la información puede ser contraria a la intuición ya que a menudo hablamos de la información inherente en posibilidades que nunca son actualizadas. Así podemos hablar de la información inherente a obtener cien caras de una vez con una moneda no trucada, incluso cuando este suceso nunca sucede. No hay problema con esto. En situaciones contrafácticas la definición de información necesita ser aplicada de manera contrafáctica. Así, al considerar la información inherente a obtener cien caras de una vez con una moneda no trucada, tratamos este suceso o posibilidad como si hubiera sido actualizada. La información necesita ser referenciada no sólo al mundo real sino, de manera cruzada, a todos los mundos posibles. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"></p><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" font-weight: bold; font-family:georgia;">2. INFORMACIÓN COMPLEJA</span></div><span lang="ES"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:georgia;">¿Cómo se aplica nuestra definición de la información a la biología o, de manera más general, a la ciencia? Para hacer de la información un concepto útil para la ciencia necesitamos hacer dos cosas: primero, enseñar a medir la información; segundo, introducir una distinción crucial, entre información específica (especified) y no específica (unspecified). Primero vamos a mostrar cómo se mide la información. Para medir la información no es bastante contar el número de posibilidades que fueron excluidas, y presentar este número como una medida relevante de la información. El problema es que una simple enumeración de posibilidades excluidas no nos dice nada acerca de cómo se formaron estas posibilidades en primer lugar. Considérese, por ejemplo, los siguientes tipos de manos de póker.</span></div></span><p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">(1) Escalera real. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">(2) El resto. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Saber que se ha sacado algo distinto a una escalera real (es decir, la posibilidad 2) es claramente adquirir menos información que saber que se ha sacado una escalera real (posibilidad 1). Sin embargo, si nuestra medida de la información es simplemente una enumeración de posibilidades excluidas, debe asignarse el mismo valor numérico a los dos casos porque en ambos se excluyó una sola posibilidad.</span></span></span></p></div><div class="Section3"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por tanto, de aquí se sigue que la manera en que medimos la información tiene que ser independiente de cualquier procedimiento para caracterizar las posibilidades a considerar. Y la manera en que hacemos esto no es simplemente contando posibilidades, sino asignando probabilidades a estas posibilidades. Para un mazo de cartas convenientemente barajado, la probabilidad de obtener una escalera real (posibilidad 1) es aproximadamente 0.000002, en tanto que la probabilidad de obtener cualquier otra cosa (posibilidad 2) es aproximadamente 0.999998. Las probabilidades por sí mismas, sin embargo, no son medidas de información. No obstante, aunque las probabilidades distinguen correctamente las posibilidades acorde con la información que contienen, estas probabilidades siguen siendo una manera inconveniente de medir la información. Hay dos razones para esto. Primero, la escala y direccionalidad de los números asignados a las probabilidades deben ser recalibradas. De manera clara, estamos obteniendo más información cuando sabemos que alguien ha obtenido una escalera real que cuando sabemos que alguien ha obtenido otra cosa. Y sin embargo la probabilidad de obtener una escalera real (i.e. 0.000002) es minúscula en comparación con la probabilidad de obtener otra cosa (i.e. 0.999998). Las probabilidades más pequeñas significan más información, no menos. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La segunda razón por la que las probabilidades no son convenientes para medir la información es que son multiplicativas y no aditivas. Si me entero que Alice sacó una escalera real jugando al póker en el Caesar’s Palace y que Bob sacó una escalera real jugando al póker en el Mirage, la probabilidad de que Alice y Bob sacaran dos escaleras reales es el producto de las probabilidades individuales. Sin embargo, conviene que la información sea medida de manera aditiva, de modo que la probabilidad de que Alice y Bob saquen dos escaleras reales a la vez, equivale a la cantidad de información asignada para que Alice saque una escalera real más la cantidad de información asignada para que Bob saque otra escalera real. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Hay una manera obvia de transformar probabilidades que evita dos dificultades y es aplicar a las probabilidades logaritmos negativos. Aplicar logaritmos negativos asigna más información a menos probabilidad y, como el logaritmo de un producto es la suma de los logaritmos, transforma las medidas de probabilidad multiplicativas en medidas de información aditivas. Incluso, en consideración a los teóricos de la información, se acostumbra a usar logaritmos en base 2. La razón para elegir esta base logarítmica es como sigue. Para los teóricos de la información, la manera más conveniente de medir información es en bits. Cualquier mensaje enviado a través de un canal de comunicación puede transformarse en una ristra de ceros y unos. Por ejemplo, el código ASCII emplea cadenas de ocho ceros y unos para representar los caracteres de una máquina de escribir, de modo que las palabras y frases son cadenas de cadenas de tales caracteres. De igual manera, todas las comunicaciones pueden ser reducidas a transmisiones de secuencias de ceros y unos. Dada esta reducción, la manera obvia en que los teóricos de la comunicación miden la información es en el número de bits transmitidos por el canal de comunicación. Y ya que el logaritmo negativo de la base 2 de una probabilidad corresponde al número medio de bits necesarios para identificar un evento de esa probabilidad, el logaritmo en base 2 es el logaritmo canónico de los teóricos de la comunicación. Por tanto, definimos la medida de la información en un suceso de </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">probabilidad p como –log</span></span><sub><span style="position:relative; top:5.0pt;mso-text-raise:-5.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">2</span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">p (véase Shannon y Weaver, 1949, p. 32; Hamming, 1986 o cualquier introducción matemática a la teoría de la información).</span></span></span></p></div><div class="Section4"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">¿Y qué pasa con la aditividad de esta medida de la información? Recordemos el ejemplo de Alice sacando una escalera real en el Caesar’s Palace y Bob sacando una escalera real en el Mirage. Llamemos A al primer suceso y B al segundo. Ya que los resultados de una mano de póker son probabilísticamente independientes, la probabilidad de que se den A y B conjuntamente es igual al producto de las probabilidades de A y B tomadas individualmente. De manera simbólica, P(A&B)=P(A) x P(B). Dada nuestra definición logarítmica de la información, podemos afirmar que P(A&B)=P(A) x P(B) si y sólo si I(A&B)=I(A) x I(B). Ya que en el ejemplo de Alice y Bob P(A)=P(B)=0.000002, I(A)=I(B)=19, y I(A&B)=I(A)+I(B)=19+19=38. Así, la cantidad de información inherente a que Alice y Bob obtengan escaleras reales es de 38 bits. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Ya que muchos sucesos son probabilísticamente independientes, las medidas de información muestran mucha aditividad. Pero ya que muchos sucesos también están correlacionados, las medidas de información muestran así mismo falta de aditividad. En el caso de Alice y Bob, que Alice saque una escalera real es probabilísticamente independiente de que lo saque Bob, y por eso la cantidad de información de que Alice y Bob saquen los dos una escalera real equivale a la suma de las cantidades individuales de información. Pero vamos a considerar un ejemplo diferente. Alice y Bob lanzan una moneda al aire simultáneamente cinco veces. Alice observa los cuatro primeros lanzamientos pero, como está distraída, se pierde el quinto. Por otra parte, Bob se pierde el primer lanzamiento pero observa los últimos cuatro. Supongamos que las secuencia de lanzamientos es 11001 (1 = cara; 0 = cruz). Así, Alice observa 1100* y Bob observa *1001. Sea A la primera observación y B la segunda. De aquí se sigue que la cantidad de información de A&B es la cantidad de información en la secuencia completa 11001, es decir, 5 bits. Por otra parte, la cantidad de información sólo en A es la cantidad de información en la secuencia incompleta 1100*, es decir, 4 bits. De manera similar, la cantidad de información sólo en B es la cantidad de información en la secuencia incompleta *1001, también 4 bits. Esta vez la información no puede sumarse: 5=I(A&B); I(A)+I(B)=4+4=8. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Aquí A y B están correlacionados. Alice sabe todo excepto el último bit de información en la secuencia completa de 11001. Así cuando Bob le da su secuencia incompleta *1001, todo lo que Alice realmente sabe es el último bit de esta secuencia. De manera similar, Bob sabe todo excepto el primer bit de la secuencia completa 11001. Cuando Alice le da la secuencia incompleta 1100*, todo lo que Bob sabe realmente es el primer bit en esta secuencia. Lo que parece ser cuatro bits de información realmente acaba siendo un bit de información una vez que Alice y Bob consideran la información a priori que ellos poseen sobre la secuencia completa 11001. Si introducimos la idea de la información condicional, es como decir que 5=I(A&B)=I(A)+I(B)=4+1. I(B/A), la información condicional de B dado A, es la cantidad de información en la observación de Bob una vez que la observación de Alice es tomada en cuenta. Y esta, como acabamos de decir, es 1 bit. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">I(B/A), como I(A&B), I(A) y I(B) puede ser representado como el logaritmo negativo en base dos de una probabilidad, sólo en esta ocasión la probabilidad bajo el logaritmo es un condicional opuesto a una probabilidad incondicional. Por definición I(B/A)=def –log</span></span><sub><span style="position:relative;top:5.0pt;mso-text-raise:-5.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">2</span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">P(B/A), donde P(B/A) es la probabilidad condicional de B dado A. Pero ya que </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">P(A&B) + logP(A), que es precisamente I(B/A) = I(A&B) - I(A). </span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Esta última ecuación equivale a: P(B/A)=def P(A&B)/P(A), y ya que el logaritmo de un cociente es la diferencia de los logaritmos, log</span></span><sub><span style="position:relative;top:5.0pt;mso-text-raise:-5.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">2</span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">P(B/A) = log</span></span><sub><span style="position:relative;top:5.0pt;mso-text-raise:-5.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">2</span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">P(A&B) - log</span></span><sub><span style="position:relative;top:5.0pt;mso-text-raise:-5.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">2</span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">P(A), y así –log</span></span><sub><span style="position:relative;top:5.0pt;mso-text-raise:-5.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">2</span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">P(B/A) = -log</span></span><sub><span style="position:relative;top:5.0pt;mso-text-raise:-5.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">22</span></span></span></sub></span></span></p></div><div class="Section5"> <p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">I(A&B) = I(A) + I(B/A) (*) </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La fórmula (*) es de carácter general, reduciendo a I(A&B) = I(A) + I(B) cuando A y B son probabilísticamente independientes (en cuyo caso P(B/A) = P(B) y entonces I(B/A) = I(B)). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La fórmula (*) afirma que la información en A y B conjuntamente es la información en A más la información en B que no está en A. Por lo tanto, la cuestión es determinar cuanta información adicional de B contribuye a A. Como tal, esta fórmula restringe fuertemente la generación de nueva información. Por ejemplo, ¿genera nueva información un programa de computador llamado A al producir nuevos datos denominados B? Los programas de ordenador son totalmente determinísticos, de manera que B es totalmente determinado por A. Se sigue que P(B/A) = 1, y así I(B/A) = 0 (el logaritmo de 1 es siempre 0). De la fórmula (*) se sigue por tanto que I(A&B) = I(A), y por consiguiente la cantidad de información en A y B conjuntamente no es más que la cantidad de información en A por sí misma. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por ejemplo, dentro del mismo espíritu, consideremos que no hay más información en dos copias del Hamlet de Shakespeare que en una sola copia. Lógicamente, esto resulta obvio, y cualquier recuento de información llegaría al mismo acuerdo. Para ver que nuestro recuento de información llegaría realmente al mismo acuerdo, llamemos A a la primera copia del Hamlet, y B a la impresión de la segunda copia. Una vez dada A, B resulta totalmente determinada. Ciertamente, la correlación entre A y B es perfecta. Probabilísticamente esto se expresa al decir que la probabilidad condicional de B dado A es 1, es decir, P(B/A) = 1. En términos de teoría de la información diríamos que I(B/A) = 0. Como resultado I(B/A) prescinde de la fórmula (*) y así I(A&B) = I(A). Nuestro formalismo de teoría de la información por lo tanto concuerda con nuestra intuición de que dos copias de Hamlet no contienen más información que una sola copia. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La información es una noción complejo-teórica. Verdaderamente, como objeto puramente formal, la medida de la información aquí descrita es una medida de complejidad (cf. Dembski, 1998, ch. 4). La medida de la complejidad se produce siempre que asignamos nuevos números a los grados de complicación. Un conjunto de posibilidades admitirá a menudo varios grados de complicación, desde lo extremadamente simple hasta lo extremadamente complicado. Las medidas complejas asignan números no negativos a estas posibilidades de manera que 0 corresponde a la más simple y X a la más complicada. Por ejemplo, la complejidad computacional está siempre medida en términos de tiempo (i.e. número de pasos computacionales) o de espacio (i.e. cantidad de memoria, usualmente medida en bits o en bytes) o alguna combinación de los dos. Cuanto más complejo de resolver es un problema computacional, más tiempo y espacio requiere para ejecutar el algoritmo que resuelve el problema. Para la medida de información, el grado de complicación se mide en bits. Dado un suceso A de probabilidad P(A), I(A) = -log2P(A) mide el número de bits asociados a la probabilidad P(A). Por lo tanto hablamos de “complejidad de la información” y decimos que la complejidad de la información aumento a medida que </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">I(A) aumenta (o, análogamente, a medida que P(A) decrece). </span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">También hablamos de información “simple” y “compleja” según I(A) significa pocos o muchos bits de información. Esta noción de complejidad es importante para la biología ya que no sólo está en cuestión el origen de la información sino también el origen de la información compleja.</span></span></span></span></p></div><div class="Section6"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"></p><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" font-weight: bold; font-family:georgia;">3. INFORMACIÓN COMPLEJA ESPECIFICADA</span></div><span lang="ES"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:georgia;">Dada una manera de medir la información y de determinar su complejidad, vayamos ahora a la distinción hecha entre información especificada y no especificada. Este es un tema muy vasto, cuya discusión completa va más allá de las pretensiones de este trabajo (los detalles pueden encontrarse en mi monografía The design inference). Sin embargo, en lo que sigue intentaré hacer esta distinción inteligible así como la manera de hacerla rigurosa. Como modo intuitivo de la diferencia entre información especificada y no especificada, consideremos el siguiente ejemplo. Supongamos que un arquero está a 50 metros de un gran muro blanco con el arco y la flecha en la mano. Supongamos que el muro es suficientemente grande para que el arquero no pueda evitar dar en él. Consideremos ahora dos posibles situaciones alternativas. En la primera, el arquero sencillamente dispara a la pared. En la segunda, el arquero pinta primero un blanco en la pared y luego dispara sobre ella, haciendo blanco en el centro de la diana. Supongamos que en ambas situaciones el lugar donde la flecha ha impactado es idéntico. En ambos escenarios la flecha podría haber impactado en cualquier lugar de la pared. Y lo que es más: cualquier lugar donde pudiera impactar es altamente improbable. Se sigue que en los dos escenarios una información altamente compleja resulta actualizada. Sin embargo las conclusiones que extraemos de las dos situaciones son muy diferentes. En la primera, no concluimos absolutamente nada acerca de la capacidad del arquero, en tanto que en la segunda tenemos una evidencia de las habilidades del arquero.</span></div></span><p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La diferencia obvia entre las dos situaciones es que lógicamente en la primera la información no sigue patrón alguno en tanto que en la segunda sí. En consecuencia, la información que suele interesarnos en calidad de investigadores , y como científicos en particular, es generalmente no la actualización de posibilidades arbitrarias que no corresponden a patrón alguno sino más bien la actualización de posibilidades determinadas que efectivamente se corresponden con patrones. Pero hay más. La información de acuerdo con un patrón, a pesar de encontrarse un paso más en la dirección correcta, no nos proporciona aún suficiente información específica. El problema es que el patrón puede ser concebido después del hecho de manera que en vez de ayudar a dilucidar información, los patrones son meras lecturas de información ya actualizada. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Para percatarse de esto, consideremos una tercera situación en la cual el arquero dispara contra la pared. Al igual que antes, supongamos que el arquero está a 50 metros de una gran pared blanca y con un arco y una flecha en la mano, la pared es tan grande que el arquero no puede evitar dar en la pared. Como en la primera situación, el arquero dispara contra la pared que es todavía blanca. Pero esta vez supongamos que tras haber disparado la flecha y habiendo descubierto el impacto en la pared, el arquero pinta el blanco en el lugar del impacto, de manera que la flecha aparezca justo en el centro de la diana. Supongamos además que el lugar donde impacta la flecha en este caso es el mismo en el que impacta en los otros dos casos. Dado que todos los sitios donde la flecha puede impactar son altamente improbables, tanto en este como en los otros ha sido actualizada una información altamente compleja. Y lo que es más: ya que la información corresponde a un patrón, podemos decir que en este tercer caso se ha actualizado una información con patrón altamente complejo. Sin embargo, sería erróneo decir que ha sido actualizada información altamente compleja. De las tres situaciones, sólo la información del segundo caso es especificada. En ese escenario, al pintar primero el blanco y luego disparar la flecha, se proporciona el patrón independientemente de la información. Por otra parte, en el tercer caso, al disparar la flecha y luego pintar el blanco, el patrón es una mera lectura de la información.</span></span></span></p></div><div class="Section7"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La información especificada es siempre información de acuerdo con un patrón, pero esto no siempre es información especificada. En la información especificada no vale cualquier patrón. Por lo tanto distinguimos entre los patrones “buenos”y los “malos”. De aquí en delante llamaremos especificaciones a los “buenos” patrones. Las especificaciones son patrones independientes dados, que no son meras lecturas de información. Por contraste, llamaremos fabricaciones a los “malos” patrones. Las fabricaciones son patrones post hoc que son simples lecturas de información existente. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">A diferencia de las especificaciones, las fabricaciones no son en absoluto esclarecedoras. No estamos mejor con una fabricación que sin ella. Esto aparece claro al comparar la primera situación con la tercera. Si la flecha impacta en una pared blanca y la pared permanece blanca (como en la primera situación), o la flecha impacta en la pared blanca y se pinta después el objetivo alrededor de la flecha (como en el tercer caso), las conclusiones que extraigamos respecto a la trayectoria de la flecha son las mismas. En cualquier caso, el azar es una explicación tan buena como cualquiera respecto al vuelo de la flecha. El hecho de que el blanco del tercer caso constituye un patrón no constituye diferencia alguna, ya que el patrón ha sido construido enteramente de acuerdo con el trayecto de la flecha. Sólo cuando el patrón viene dado independientemente del trayecto de la flecha, hay sitio para otra hipótesis distinta del azar. Así, sólo en el segundo escenario tiene sentido preguntarse si estamos en presencia de un arquero habilidoso. Sólo en el segundo escenario el patrón constituye una especificación. En el tercer caso, el patrón es sólo una mera fabricación. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La distinción entre información especificada y no especificada puede definirse ahora como sigue: la actualización de una posibilidad (i.e. información) es especificada si, independientemente de la posibilidad de actualización, la posibilidad es identificable por medio de un patrón. Si no lo es, entonces la información es no especificada. Nótese que esta definición implica asimetría respecto de la información especificada y no especificada: la información especificada no pude transformarse en información no especificada, aunque la información no especificada puede transformarse en información especificada. La información no especificada no necesita seguir siendo no especificada sino que puede transformarse en especificada a medida que nuestro conocimiento aumenta. Por ejemplo, una transmisión criptográfica cuyo criptosistema no haya sido aún descubierto constituye información no especificada. Sin embargo, tan pronto como descifremos el código, la transmisión criptográfica se convierte en información especificada. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">¿Cuál es la posibilidad de ser identificado por medio de un patrón independiente dado? </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La explicación completa de la especificación requiere una respuesta detallada de esta cuestión. Por desgracia, esta exposición está más allá de las pretensiones de este trabajo. Aquí, la dificultad conceptual clave es caracterizar la condición de independencia entre los patrones y la información. Esta condición de independencia se divide en dos condiciones subsidiarias: (1) una condición de independencia condicional estocástica entre la información en cuestión y cierto conocimiento relevante; y (2) una condición de flexibilidad por la cual el patrón en cuestión pueda ser construido a partir del mencionado conocimiento. Aunque estas condiciones tienen sentido de manera intuitiva, no son fácilmente formalizables. Para una explicación en detalle véase mi monografía The design inference.</span></span></span></p></div><div class="Section8"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Si la formalización de lo que significa que un patrón sea independiente de una posibilidad es difícil, resulta mucho más fácil en la práctica determinar si un patrón viene dado independientemente de una posibilidad. Si el patrón viene dado con anterioridad a la posibilidad que está siendo actualizada –tal y como sucede en el caso 2 anterior, en el que el objetivo fue pintado antes de que la flecha fuera disparada- entonces el patrón es automáticamente independiente de la posibilidad y entonces nos hallamos ante información especificada. Los patrones dados antes de la actualización de la posibilidad coinciden con la región de rechazo de los estadísticos. Hay una teoría estadística bien establecida que describe tales patrones y su empleo en el razonamiento probabilístico. Se trata claramente de especificaciones ya que, habiendo sido dadas previamente a la actualización de alguna posibilidad, ya han sido identificadas y por tanto son identificables independientemente de la posibilidad que se está actualizando (cf. Hacking, 1965). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Sin embargo, muchos casos interesantes de información especificada son aquellos en los cuales el patrón viene dado después de que una posibilidad haya sido actualizada. Ciertamente este es el caso del origen de la vida: la vida se origina primero y sólo con posterioridad entra en escena el patrón formador de agentes racionales (como nosotros mismos). Sin embargo, sigue siendo cierto que un patrón correspondiente a una posibilidad, aunque haya sido formulado después de que una posibilidad haya sido actualizada, puede constituir una especificación. Ciertamente este no es el caso de la tercera situación mencionada más arriba en la que el blanco fue pintado alrededor de la flecha justo después de que esta impactara en el muro. Pero considere el lector el siguiente ejemplo. Alice y Bob están celebrando su décimo quinto aniversario de matrimonio. Sus seis hijos se presentan con regalos. Cada regalo es parte de un juego de porcelana. No hay regalos duplicados y, en conjunto, los regalos forman un juego completo de porcelana. Supongamos que Alice y Bob estaban satisfechos con su viejo juego de porcelana y no tenían ninguna sospecha antes de abrir los regalos de adquirir un nuevo juego de porcelana. Por tanto, Alice y Bob carecen de un patrón relevante al que referir sus regalos antes de recibir los regalos de sus hijos. Sin embargo, el patrón que formulan de manera explícita sólo después de recibir los regalos, puede ciertamente formarse antes de recibir dichos regalos, ya que todos nosotros conocemos los juegos de porcelana y cómo distinguirlos de conjuntos que no forman un juego. Por tanto este patrón constituye una especificación: los hijos de Alice y Bob estaban en connivencia y no hicieron sus regalos como actos aleatorios fruto del infantilismo. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Pero ¿qué pasa con el origen de la vida? ¿Es la vida una especificación? Y si es así ¿a qué patrones corresponde y cómo se dan estos patrones independientemente del origen de la vida? Obviamente, los agentes racionales formadores de patrones no entran en escena hasta después que la vida hubiera sido originada. Sin embargo, existen patrones funcionales que corresponden a la vida y que vienen dados independientemente de los verdaderos sistemas vivos. Un organismo es un sistema funcional que comprende muchos subsistemas funcionales. La funcionalidad de los organismos puede simplificarse de varias maneras. Arno Wouters (1995) los simplifica de manera global </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><div class="Section9"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">en términos de la viabilidad de los organismos completos. Michael Behe (1996) los simplifica en términos de la complejidad irreducible y de la función mínima de los sistemas bioquímicos. Incluso el incondicional darwinista Richard Dawkins admitirá que la vida es funcionalmente especificada, explicando la vida en términos de la funcionalidad de los genes. Así, Dawkins (1987, p. 9) escribe: “las cosas complicadas tienen una cualidad, especificada de antemano, que es altamente improbable que haya sido adquirida por azar o por casualidad solamente. En el caso de los organismos vivos, la cualidad que es especificada de antemano es… la capacidad de propagar genes mediante la reproducción”. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La información puede ser especificada. La información puede ser compleja. La información puede ser tanto compleja como especificada. A la información que es tanto compleja como especificada yo la denomino “información compleja especificada” o ICE para abreviar. ICE es lo que ha centrado la atención acerca de la información durante los últimos años, y no sólo en la biología, sino en la ciencia en general. Es ICE lo que Manfred Eigen considera el gran misterio de la biología y lo que él espera finalmente desentrañar en términos de algoritmos y leyes naturales. Es ICE lo que subyace para los cosmólogos en el fino ajuste del universo y lo que los distintos principios antrópicos intentan comprender (cf. Barrow y Tipler, 1986). Es ICE lo que el potencial cuántico de David Bohm obtiene cuando rastrean el universo en busca de lo que Bohm llama “información activa” (cf. Bohm, 1993, pp. 35-38). Es ICE lo que permite al demonio de Maxwell engañar a un sistema termodinámico que tiende al equilibrio térmico (cf. Landauer, 1991, p. 26). Es ICE en lo que David Chalmers espera basar una teoría comprensiva de la conciencia humana (cf. Chalmers, 1996, ch. 8). Es ICE lo que dentro de la teoría de la información algorítmica de Kolmogorov-Chaitin, adopta la forma de cadenas de dígitos comprensibles y no aleatorizadas (cf. Kolmogorov, 1965; Chaitin, 1966). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La ICE no está restringida a la ciencia. La ICE es indispensable en nuestra vida cotidiana. Los 16 dígitos de nuestro número de VISA son un ejemplo de ICE. La complejidad de este número asegura que un potencial ladrón no pueda escoger un número que resulte ser un número válido de tarjeta VISA. Y lo que es más: la especificación de este número asegura que sea su número y no el ningún otro. Incluso su número telefónico constituye ICE. Lo mismo que en el número de la VISA, la complejidad asegura que este número no sea marcado aleatoriamente (por lo menos no muy a menudo) y la especificación asegura que este número es suyo y no de nadie más. Todos los números en nuestros billetes, nuestros resguardos de crédito y órdenes de compra representan ICE. ICE hace que el mundo funcione. De aquí se deduce que ICE es un campo abonado para la delincuencia. ICE es lo que motiva al codicioso personaje de Michael Douglas en la película Wall Street a mentir, estafar y robar. La ICE total y el control absoluto era el objetivo de personaje monomaníaco de Ben Kingsley en la película Sneakers. ICE es el artefacto de interés en la mayoría de los tecno-thrillers. Nuestra época es una época de información y la información que nos cautiva es ICE.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"></p><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><b>4. DISEÑO INTELIGENTE</b></span></div><span lang="ES"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:georgia;">¿Dónde está el origen de la información compleja especificada? En esta sección expondré que la causa inteligente, o el diseño, explica el origen de la información compleja especificada. Mi argumento se centra en la naturaleza de la causa inteligente y, de manera específica, en lo que hace que las causas inteligentes sean detectables. Para ver lo que hace que la ICE sea un fiable indicador de diseño, necesitamos examinar la naturaleza de la causa inteligente. La principal característica de la causa inteligente es la contingencia dirigida, o lo que llamamos elección. Donde actúa una causa inteligente, elige entre un rango de posibilidades concurrentes. Esto es cierto no sólo en el caso de los humanos sino también en el caso de las inteligencias animales y extraterrestres. Una rata en un laberinto debe elegir si va a la izquierda o a la derecha en varios puntos del mismo. Cuando los investigadores de SETI (Search for Extra-Terrestrial Intelligence) intentan descubrir inteligencia en las emisiones de radio extraterrestres que monitorizan, suponen que una inteligencia extraterrestre puede haber elegido cualquiera de las transmisiones de radio posibles y luego intentan hacer coincidir las transmisiones que observan con ciertos patrones que se contraponen (patrones que supuestamente son signos de inteligencia). Siempre que un ser humano balbucea un idioma con significado, elige dentro de un rango de posibles combinaciones de sonido que pueden ser pronunciadas. La causa inteligente siempre implica discriminación, elección entre unas cosas y exclusión de otras.</span></div></span><p></p></div><div class="Section10"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Una vez sentada la caracterización de las causas inteligentes, la cuestión crucial es cómo reconocer el modo en el que operan. Las causas inteligentes actúan a través de la elección. Entonces, ¿Cómo reconoceremos que una causa inteligente ha efectuado una elección? Un tintero se ha derramado accidentalmente sobre una hoja de papel; alguien toma una pluma y escribe un mensaje en una hoja de papel. En los dos ejemplos una posibilidad entre casi un conjunto infinito resulta actualizada. En ambos ejemplo se actualiza una contingencia y otras resultan descartadas. Sin embargo, en un ejemplo deducimos diseño y en otro deducimos azar. ¿Cuál es la diferencia relevante? No sólo hace falta observar que la contingencia ha sido actualizada, sino que nosotros mismos tenemos también que poder especificar la contingencia. La contingencia debe conformarse respecto a un patrón independiente dado, y debemos poder formular independientemente ese patrón. Una mancha aleatoria de tinta no es especificable; un mensaje escrito con tinta sobre el papel es especificable. Wittgenstein (1980, p. 1e) hizo la misma observación tal y como sigue: “tenemos la tendencia a considerar el idioma chino como una jerga ininteligible. Alguien que comprenda el chino reconocerá un idioma en lo que está escuchando. De manera similar, yo no puedo discernir la humanidad del hombre”. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Al escuchar una palabra china, alguien que entienda el chino no sólo reconocerá que una de entre todas las posibles palabras ha sido actualizada, sino que también será capaz de especificar la palabra como perteneciente al idioma chino. Contrástese con alguien que no entienda el chino. Al escuchar una palabra china, alguien que no entienda el chino también reconoce que se ha actualizado una palabra de entre todo el rango posible, pero esta vez, debido a su carencia de comprensión del chino, es incapaz de especificar la palabra como perteneciente al idioma chino. Para alguien que no comprende el chino, la palabra parecerá un galimatías. El galimatías –la pronunciación de sílabas sin sentido ininterpretables dentro de cualquier idioma conocido- siempre actualiza una palabra de entre un posible rango de palabras. Sin embargo, el galimatías, por no corresponderse con nada comprensible en idioma alguno, tampoco puede ser especificado. Como resultado, el galimatías no puede considerarse como comunicación inteligente, sino como lo que Wittgenstein denomina “balbuceo inarticulado”. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La actualización de una entre varias posibilidades en competencia, la exclusión del resto y la especificación de la posibilidad que fue actualizada resume cómo reconocemos las causas inteligentes o, de manera equivalente, como detectamos el diseño. La tríada actualización – exclusión – especificación constituye el criterio general para detectar inteligencia, sea esta animal, humana o extraterrestre. La actualización establece que la posibilidad en cuestión es una que realmente ocurrió. La exclusión establece que hubo realmente contingencia (i.e. que había otras posibilidades disponibles y que fueron excluidas). La especificación establece que la posibilidad actualizada es conforme a un patrón dado independientemente de su actualización.</span></span></span></p></div><div class="Section11"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Entonces, ¿Dónde queda la elección, que hemos citado como característica principal de la causalidad inteligente, dentro de este criterio? El problema es que nunca somos testigos directos de la elección, En vez de eso, somos testigos de las actualizaciones de la contingencia que podrían ser el resultado de la elección (i.e. contingencia dirigida), pero que también podrían ser el resultado del azar (i.e. contingencia ciega). Por consiguiente sólo hay una manera de explicar la diferencia: la especificación. La especificación es el único medio disponible para que nosotros distingamos la elección, del azar, la contingencia dirigida, de la contingencia ciega. La actualización y la exclusión conjuntas garantizan que estamos ante una contingencia. La especificación garantiza que estamos tratando con una contingencia dirigida. La tríada actualización – exclusión – especificación es, por lo tanto, lo que necesitamos para identificar la elección y, con ella, la causa inteligente. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Los psicólogos que estudian el aprendizaje y el comportamiento animales conocen la tríada actualización – exclusión – especificación desde siempre aunque de manera implícita. Para estos psicólogos –conocidos como teóricos del aprendizaje- aprender es discriminar (cf. Mazur, 1990; Schwartz, 1984). Para aprender una tarea, el animal debe adquirir la capacidad de actualizar comportamientos adecuados para esa tarea, del mismo modo que la capacidad de excluir comportamientos no adecuados para la misma. Además, para que un psicólogo reconozca que un animal ha aprendido una tarea, es necesario no sólo que observe que el animal se haya comportado de manera adecuada, sino que también haya especificado ese comportamiento. Por tanto, para admitir que una rata ha aprendido con éxito cómo atravesar el laberinto, un psicólogo debe especificar primero la secuencia de giros a izquierda y derecha que conducen a la rata a la salida del laberinto. Sin duda, una rata que camina al azar a través de dicho laberinto discrimina una secuencia de giros a izquierda y derecha. Pero al caminar de manera aleatoria, la rata no da señal de que pueda discriminar la secuencia apropiada de giros a izquierda y derecha como para salir del laberinto. En consecuencia, el psicólogo que estudia la rata no tendrá razones para pensar que la rata ha aprendido a cruzar el laberinto. Sólo si la rata ejecuta la secuencia de giros a izquierda y derecha especificada por el psicólogo, entonces el psicólogo reconocerá que la rata ha aprendido a atravesar el laberinto. Por consiguiente, son precisamente los comportamientos aprendidos lo que consideramos inteligencia animal. De aquí que no resulte sorprendente que la misma estrategia empleada para reconocer el aprendizaje animal se utilice para reconocer las causas inteligentes en general, por ejemplo, actualización, exclusión y especificación. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por lo tanto, esta estrategia general para reconocer las causas inteligentes coincide de manera precisa con cómo reconocemos la información compleja especificada: primero, la precondición básica para que exista información es la contingencia. Así, se debe establecer que podría obtenerse cualquiera de una multiplicidad de posibilidades distintas. Luego, debe establecerse que la posibilidad actualizada después que las otras fueran excluidas, era también específica. Hasta el momento, la coincidencia entre la estrategia general para reconocer causas inteligentes y el modo en que reconocemos la información compleja especificada es exacta. Sólo queda un cabo suelto: la complejidad. Aunque la complejidad es esencial para la ICE (que corresponde a las primeras letras del acrónimo), su papel en esta estrategia general para reconocer la cusa inteligente no es evidente de manera inmediata. En esta estrategia, se actualiza una posibilidad entre varias en concurrencia, las restantes son excluidas, y la posibilidad que fue actualizada es especificada. ¿Dónde aparece en esta estrategia la complejidad?</span></span></span></p></div><div class="Section12"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La respuesta es que está allí implícita. Para percatarse de ello, considérese de nuevo a la rata atravesando el laberinto pero ahora tómese un laberinto muy simple en el que dos giros a la derecha conducen a la rata a la salida. ¿Cómo determinará un psicólogo que estudie la rata si ésta ha aprendido a salir del laberinto? Poner a la rata en el laberinto no será suficiente. Dado que el laberinto es muy simple, puede que la rata efectúe dos giros a la derecha por azar y salga del mismo. Por lo tanto el psicólogo no estará seguro de si la rata ha aprendido realmente a salir del laberinto o es que simplemente ha tenido suerte. Pero vamos a contrastar esta situación con otro laberinto más complicado en que la rata deba seguir la secuencia precisa de giros a derecha e izquierda para salir del laberinto. Supóngase que la rata debe efectuar cien giros correctos a izquierda y derecha y que cualquier error impide a la rata salir del laberinto. Un psicólogo que vea una rata que no efectúa un solo giro erróneo y en breve salga del laberinto quedará convencido de que la rata ha aprendido realmente a salir del laberinto y no de que ha tenido una suerte loca. En el laberinto simple existe una probabilidad sustancial de que la rata salga por azar; en el laberinto complejo esto es extraordinariamente improbable. El papel de la complejidad a la hora de detectar diseño aparece ahora claro, ya que la improbabilidad es precisamente lo que queremos decir cuando hablamos de complejidad (cf. Sección 2). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Este argumento para mostrar que el ICE es un indicador fiable del diseño puede resumirse como sigue: ICE es un indicador fiable de diseño porque su admisión coincide con cómo reconocemos las causas inteligentes en general. Por lo general, para reconocer una causa inteligente debemos establecer que una posibilidad de entre un rango de posibilidades en concurrencia ha sido actualizada. Y lo que es más: las posibilidades que compiten y que han sido excluidas deben ser posibilidades disponibles suficientemente numerosas, de manera que al especificar la posibilidad que fue actualizada no pueda ser atribuible al azar. En términos de complejidad, esto significa que la posibilidad que ha sido especificada es altamente compleja. Todos los elementos de la estrategia general para reconocer la causalidad inteligente (i.e. actualización, exclusión y especificación) encuentran su contrapartida en la información compleja especificada: ICE. La ICE señala lo que necesitamos ver para detectar diseño. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">A manera de epílogo, Quiero llamar la atención del lector acera de la etimología de la palabra “inteligente”. La palabra “inteligente” deriva de dos palabras latinas, la preposición inter, que quiere decir “entre”, y el verbo lego, que quiere decir elegir o seleccionar. Así, de acuerdo con esta etimología, la inteligencia consiste en elegir entre. De aquí se sigue que la etimología de la palabra “inteligente” es paralela al análisis formal de la causalidad inteligente que acabamos de dar. “Diseño inteligente” es por lo tanto una expresión perfectamente apropiada, que significa que el diseño es deducido precisamente porque una causa inteligente ha hecho lo que sólo una causa inteligente puede hacer: efectuar una elección. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><div class="Section13"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"></p><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" font-weight: bold; font-family:georgia;">5. LA LEY DE LA CONSERVACIÓN DE LA INFORMACIÓN</span></div><span lang="ES"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:georgia;">La biología evolutiva se ha resistido con firmeza a atribuir la ICE a la causalidad inteligente. Aunque Manfred Eigen reconoce que el problema central de la biología evolutiva es el origen de la ICE, no tiene intención de atribuir la ICE a la causalidad inteligente. De acuerdo con Eigen, las causas naturales son adecuadas para explicar la ICE. Para Eigen, la única cuestión es cuál de las causas naturales explica el origen de la ICE. Queda así ignorada la pregunta, lógicamente anterior, de si las causas naturales son en principio capaces de explicar el origen de la ICE. Y sin embargo, es la pregunta que destruye por entero el proyecto de Eigen. Las causas naturales son en principio incapaces de explicar el origen de la ICE. Con toda seguridad, las causas naturales pueden explicar el flujo de ICE, siendo idealmente adecuadas para transmitir la ICE ya existentes. Sin embargo, lo que las causas naturales no pueden hacer es originar la ICE. Esta afirmación poderosamente restrictiva, por la cual las causas naturales sólo pueden transmitir ICE pero no originarla, es lo que yo llamo la Ley de Conservación de la Información. Es esta ley la que confiere un contenido científico definido a la afirmación de que la ICE está inteligentemente causada. El objetivo de esta sección es bosquejar brevemente la Ley de Conservación de la Información (un tratamiento en detalle aparecerá en Uncommon Descent, un libro que estoy escribiendo conjuntamente con Stephen C. Meyer y Paul Nelson).</span></div></span><p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Resulta sencillo percatarse de que las causas naturales no pueden explicar la ICE. Las causas naturales comprenden azar y necesidad (cf. El libro de Jacques Monod del mismo título). Debido a que la información presupone contingencia, la necesidad es por definición incapaz de producir información y mucho menos información compleja especificada. Para que haya información debe haber una multiplicidad de posibilidades disponibles una de las cuales es actualizada y las restantes excluidas. Esto es contingencia. Pero si un resultado B es necesario dado la condición antecedente A, entonces la probabilidad de B supuesto A es uno, y la información en B, dado A, es cero. Si B es necesario supuesto A, la fórmula (*) reduce I(A&B) a I(A), lo que es como decir que B no contribuye con nueva información a A. De aquí se sigue que la necesidad es incapaz de generar nueva información. Obsérvese que lo que Eigen denomina “algoritmo” y “leyes naturales” caen dentro del ámbito de la necesidad. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Ya que la información presupone contingencia, vamos a examinar más de cerca la contingencia. La contingencia puede asumir sólo dos formas. O se trata de contingencia ciega –contingencia sin propósito alguno- que es azar, o se trata de contingencia guiada, contingencia con propósito – que es causalidad inteligente. Dado que ya sabemos que la causalidad inteligente es capaz de generar ICE (cf. Sección 4), vamos a considerar ahora si el azar pudiera también ser capaz de generar ICE. Primero hay que subrayar que el puro azar, sin ayuda alguna y abandonado sólo a sus propias fuerzas, es incapaz de generar ICE. El azar puede generar información compleja no especificada e información especificada no compleja. Lo que el azar no puede hacer es generar información que es conjuntamente especificada y compleja. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por lo general, los biólogos no discuten esta afirmación. La mayoría están de acuerdo en que el puro azar –lo que Hume llamaba la hipótesis epicúrea- no explica adecuadamente la ICE. Jacques Monod (1972) es una de las pocas excepciones, y aduce que el origen de la vida, aunque enormemente improbable, puede atribuirse sin embargo al azar mediante un efecto de selección. Del mismo modo que el ganador de la lotería muestra su sorpresa al ganar, nosotros mostramos nuestra sorpresa al haber evolucionado. Pero una lotería está destinada a tener un ganador y de este modo también algo está destinado a evolucionar. Algo enormemente improbable está destinado a suceder y por lo tanto el hecho que nos ha sucedido (i.e. que hemos sido seleccionados – de aquí el nombre de efecto selectivo) no excluye el azar. Este es el argumento de Monod que es una falacia. Falla completamente a la hora de comprender la especificación. Además, confunde una condición necesaria para la existencia de la vida con su explicación. El argumento de Monod ha sido refutado por los filósofos John Leslie (1989), John Earman (1987) y Richard Swinburne (1979). También ha sido refutado por el biólogo Francis Crack (1981, cap. 7), Bernd-Olaf Küppers (1990, ch. 6) y Hubert Jockey (1992, ch. 9). Los efectos selectivos no hacen del azar una explicación adecuada de la ICE.</span></span></span></p></div><div class="Section14"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por tanto, la mayoría de los biólogos rechazan el puro azar como explicación adecuada de la ICE. El problema aquí no es una simple falta de razonamiento estadístico. El puro azar es también científicamente insatisfactorio como explicación de la ICE. Explicar la ICE en términos de puro azar no es más instructivo que declararse ignorante o que proclamar que la ICE es un misterio. Una cosa es explicar por azar el resultado de una cara en un único lanzamiento de una moneda. Otra muy distinta es, como señala Küppers (1990, p. 59), seguir a Monod y asumir la opinión de que “la secuencia específica de nucleótidos en el ADN del primer organismo surgió por un mero proceso aleatorio en la historia primigenia de la tierra”. La ICE clama por una explicación y el puro azar no la explica. Tal y como señala correctamente Richard Dawkins (1987, p. 139), “podemos aceptar una cierta cantidad de suerte en nuestras explicaciones (científicas), pero no demasiado”. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Si el azar y la necesidad abandonados a sí mismos no pueden generar la ICE, ¿es posible que el azar y la necesidad conjuntamente puedan generarla? La respuesta es no. Siempre que el azar y la necesidad trabajan juntos, las contribuciones respectivas del azar y de la necesidad pueden ser ordenadas de manera secuencial. Pero al ordenar las contribuciones respectivas del azar y de la necesidad de modo secuencial, queda claro que no se genera en ningún momento ICE. Considérese el caso del ensayo y error (el ensayo corresponde a la necesidad y el error al azar). Contemplado en cierta ocasión como un método grosero de resolver problemas, el ensayo y error ha despertado la estima de los científicos que lo consideran como el último recurso de sabiduría y creatividad en la naturaleza. Los algoritmos probabilísticos de la ciencia computacional (e.g. algoritmos genéticos, véase Forrest, 1993) dependen en su totalidad del ensayo y error. Del mismo modo, el mecanismo darviniano de mutación y selección natural es una combinación de ensayos y errores en la que la mutación aporta el error y la selección el ensayo. Se comete un error después del cual se hace un ensayo. Pero en ningún momento se genera ICE. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por tanto, las causas naturales son incapaces de generar ICE. Denomino a esta conclusión amplia Ley de Conservación de la Información, o LCI para abreviar. La LCI tiene profundas implicaciones para la ciencia. Entre sus corolarios están los siguientes: (1) La ICE, en un sistema de causas naturales, permanece constante o decrece, (2) La ICE no puede ser generada de manera espontánea, originarse endógenamente, u organizarse a sí misma (en la terminología empleada en las investigaciones acerca del origen de la vida, (3) La ICE es un sistema cerrado de causas naturales o bien ha estado desde siempre o fue adicionada en algún momento de manera exógena (implicando que el sistema, aunque ahora aparece cerrado, no siempre lo estuvo), y (4) en particular, cualquier sistema cerrado de causas naturales de duración finita recibió toda la cantidad de ICE que contiene antes de convertirse en un sistema cerrado.</span></span></span></p></div><div class="Section15"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Este último corolario es especialmente pertinente para la naturaleza de la ciencia pues muestra que la explicación científica no es coextensiva con la explicación reduccionista. Richard Dawkins, Daniel Dennett y otros científicos están convencidos de que las verdaderas explicaciones científicas deben ser reduccionistas, yendo desde lo más complejo a lo más simple. Así, Dawkins (1987, p. 316) escribe: “Lo que hace de la evolución una teoría tan clara es que explica cómo la complejidad organizada puede surgir de la simplicidad primigenia”. Así, Dennett (1995, p. 153) contempla toda explicación científica que va de lo más simple hasta lo más complejo como “petición de principio”. Dawkins (1987, p. 13) hará equivaler de manera explícita la explicación científica propiamente dicha con lo que él llama “reduccionismo jerárquico”, según el cual “una entidad compleja a cualquier nivel de la organización jerárquica” debe ser correctamente explicada “en términos de entidades sólo un nivel por debajo en la jerarquía”. Mientras que nadie negará que la explicación reduccionista resulta extremadamente efectiva dentro de la ciencia, es difícil que sea el único tipo de explicación del que la ciencia dispone. La estrategia de análisis de “divide y vencerás” que subyace tras la explicación reduccionista tiene una aplicación estrictamente limitada dentro de la ciencia. En particular, este tipo de análisis es totalmente incapaz de hacer progresos con la ICE. La ICE demanda una causa inteligente. Las causas naturales no. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <div class="Section16"><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">-----</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span lang="EN-US"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">6. BIBLIOGRAFÍA </span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Barrow, John D. and Frank J. Tipler. 1986. The Anthropic Cosmological Principle. Oxford: Oxford University Press. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Behe, Michael. 1996. Darwin's Black Box: The Biochemical Challenge to Evolution. New York: The Free Press. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Bohm, David. 1993. The Undivided Universe: An Ontological Interpretation of Quantum Theory. London: Routledge. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Chaitin, Gregory J. 1966. On the Length of Programs for Computing Finite Binary Sequences. Journal of the ACM, 13:547-569.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Chalmers, David J. 1996. The Conscious Mind: In Search of a Fundamental Theory. New York : Oxford University Press. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Crick, Francis. 1981. Life Itself: Its Origin and Nature. New York: Simon and Schuster. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Dawkins, Richard. 1987. The Blind Watchmaker. New York: Norton. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Dembski, William A. 1998. The Design Inference: Eliminating Chance through Small Probabilities. Forthcoming, Cambridge University Press. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Dennett, Daniel C. 1995. Darwin's Dangerous Idea: Evolution and the Meanings of Life. New York: Simon & Schuster. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Devlin, Keith J. 1991. Logic and Information. New York: Cambridge University Press. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Dretske, Fred I. 1981. Knowledge and the Flow of Information. Cambridge, Mass.: MIT Press. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Earman, John. 1987. The Sap Also Rises: A Critical Examination of the Anthropic Principle. American Philosophical Quarterly, 24(4): 307317. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Eigen, Manfred. 1992. Steps Towards Life: A Perspective on Evolution, translated by Paul Woolley. Oxford: Oxford University Press. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Forrest, Stephanie. 1993. Genetic Algorithms: Principles of Natural Selection Applied to Computation. Science, 261:872-878. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Hacking, Ian. 1965. Logic of Statistical Inference. Cambridge: Cambridge University Press. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Hamming, R. W. 1986. Coding and Information Theory, 2nd edition. Englewood Cliffs, N. J.: Prentice- Hall. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Kolmogorov, Andrei N. 1965. Three Approaches to the Quantitative Definition of Information. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Problemy </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Peredachi Informatsii (in translation), 1(1): 3-11. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Küppers, Bernd-Olaf. 1990. Information and the Origin of Life. Cambridge, Mass.: MIT Press. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Landauer, Rolf. 1991. Information is Physical. Physics Today, May: 2329. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Leslie, John. 1989. Universes. London: Routledge. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Mazur, James. E. 1990. Learning and Behavior, 2nd edition. Englewood Cliffs, N.J.: Prentice Hall. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Monod, Jacques. 1972. Chance and Necessity. New York: Vintage. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Schwartz, Barry. 1984. Psychology of Learning and Behavior, 2nd edition. New York: Norton. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <div class="Section17"><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Shannon, Claude E. and W. Weaver. 1949. The Mathematical Theory of Communication. Urbana, Ill.: University of Illinois Press.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Stalnaker, Robert. 1984. Inquiry. Cambridge, Mass.: MIT Press. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Swinburne, Richard. 1979. The Existence of God. Oxford: Oxford University Press. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Wittgenstein, Ludwig. 1980. Culture and Value, edited by G. H. von Wright, translated by P. Winch. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Chicago: University of Chicago Press. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Wouters, Arno. 1995. Viability Explanation. Biology and Philosophy, 10:435-457. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Yockey, Hubert P. 1992. Information Theory and Molecular Biology. Cambridge: Cambridge University Press. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Copyright © William A. Dembski. All Rights Reserved. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Original article may be found at Access Research Network </span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">---</span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><b>FUENTE:</b><br /></span></span><a href="http://ciencia-alternativa.org/"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Ciencia Alternativa</span></span></a></p></div><o:p></o:p><p></p></span><p></p>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-4355746040384935932009-11-21T08:02:00.000-08:002009-11-21T10:19:48.513-08:00Computación Evolutiva: ¿Una Máquina de Movimiento Perpetuo para Información sobre Diseño?<div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color:#0000EE;"><span class="Apple-style-span" style=""><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPswUjYzzD4hadILRdwvqBEZnSrUTotuufgI_9Bz6sAHbRjIfUkwMZQZgHyZ16iXlwkSvwdVnEhHx1bg48CO4vF-iPsbpb_aUtokCTteX7hrCF8uHlVAQg2s3xOqCSyDPhOW_tQzqKbrc/s200/tdi-a.jpg" style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 197px; height: 156px;" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406589744603843106" /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'Times New Roman', serif;"><p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: justify;margin-top: 5pt; margin-right: 0cm; margin-bottom: 5pt; margin-left: 0cm; line-height: normal; "><span lang="ES" style="font-size: 12pt; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Por:</span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> Robert J. Marks II</span></b></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">En la década de 1960, los pioneros de la computación evolutiva propusieron que la emulación computarizada de la evolución vencía la dificultad de demostrar la evolución darviniana en el laboratorio de biología. La comprobación de la evolución darviniana "se ha visto desfavorecida desde el principio por el hecho de que no se ha encontrado ningún experimento adecuado para decidir si tal evolución fue posible y cómo se desarrollaría bajo condiciones controladas". (N.A. BARRICELLI, ACTA BIOTHEORETICA, 1962). "En general, casi siempre es imposible o impráctico probar hipótesis sobre la evolución de una especie en particular mediante la preparación deliberada de experimentos controlados con organismos vivos de esa especie. Podemos intentar rodear parcialmente esta dificultad mediante la construcción de modelos que representen el sistema evolutivo que deseamos estudiar, y usarlos para probar por lo menos la validez teórica de nuestras ideas". (J.L. CROSBY, "COMPUTERS IN THE STUDY OF EVOLUTION" [LAS COMPUTADORAS EN EL ESTUDIO DE LA EVOLUCIÓN], SCI. PROG. OXF., 1967). </span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'Times New Roman', serif;"><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><b><span lang="ES" style="font-size: 12pt; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">DISEÑO DE INGENIERÍA</span></span></b><span lang="ES" style="font-size: 12pt; color: black; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Times New Roman","serif";color:black;mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La computación evolutiva se utiliza hoy ampliamente en el diseño de ingeniería y la solución de problemas. El diseño empieza con el establecimiento de una meta u objetivo del diseño. A partir de una lista favorita de paradigmas, se elige un modelo viable. La actividad de diseño consiste en identificar valores de parámetros dentro del modelo elegido. El diseño se ha definido como "la manipulación sensata de valores de rango medio" dentro de los confines de un modelo (RANDALL JEAN, 2005). Los algoritmos de búsqueda hacen esto con la ayuda de una computadora.<br /><br />Tomemos como ejemplo sencillo el diseño de una receta para hervir un huevo. Entre nuestras preguntas se encuentran las siguientes:<br /><br />1 - ¿Colocamos los huevos en agua fría y hacemos que hiervan o los colocamos en agua hirviente? (dos opciones)</span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">2 - ¿Por cuánto tiempo hervimos los huevos?<br />3 - ¿Sacamos la cacerola del fuego y dejamos que el agua se enfríe? ¿Colocamos los huevos en un plato para que se enfríen? o ¿Metemos los huevos inmediatamente en agua fría? (tres opciones)</span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"></p><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">En el paso uno hay dos opciones; en el paso tres, tres. Con respecto a cuánto tiempo debemos hervir en el paso dos, vamos a asumir que hay opciones a intervalos de quince segundos desde 30 segundos hasta tres minutos: 0:30, 0:45, 1:00, ....., 3:00. Son once opciones. Entonces, el número total de recetas posibles es 2 x 11 x 3 = 66. Hemos definido un espacio de búsqueda , pero aún no hemos definido nuestro criterio de diseño, a saber, ¿cuál es la receta óptima? Supongamos que pruebo el huevo y lo califico del uno al cien en cuanto al sabor. Esta medida, asignada a cada una de las 66 recetas, es la idoneidad de la receta. Cualquier calificación por encima de 90 cumplirá el criterio de diseño. La meta del diseño es la identificación de una receta que cumpla el criterio de diseño. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Asuma que nunca ha cocido un huevo y no tiene ni idea de cual receta es la mejor. Aplicamos el principio de razón insuficiente de Bernoulli que dice que en la ausencia de conocimiento previo, debemos asumir que todas las recetas tienen iguales probabilidades de ser la mejor. Debemos asumir que una receta es tan buena como las otras. Para encontrar la receta óptima, debemos probar todas las sesenta y seis. Un método para encontrar una receta decente es el de prueba y error. Si se pudiera hacer en computadora, podríamos terminar rápidamente. Suponga que podemos emular en computadora el hervor del huevo y la idoneidad de los resultados. Entonces podríamos determinar rápidamente la receta óptima mediante la evaluación de las sesenta y seis recetas. A la consideración de todas las soluciones posibles se le llama búsqueda exhaustiva. Desafortunadamente eso no es posible incluso con problemas de tamaño razonable, porque los problemas de búsqueda son difíciles de graduar. Si tuviéramos cien, en lugar de tres variables, y cada variable tuviera diez resultados posibles, el número de elementos contenidos por el espacio de búsqueda llegaría a ser 10^100 (es decir, 10 multiplicado por sí mismo 100 veces), un número mayor que la cantidad de átomos existentes en el universo. En esos casos no es posible realizar una búsqueda exhaustiva.<br /><br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La única forma de eliminar el principio de razón insuficiente de Bernoulli del problema de búsqueda es introducir información al proceso. La información puede ser explícita. En el caso de los huevos, los conocimientos de química nos dicen que colocarlos en agua fría inmediatamente después de hervirlos retarda la reacción química, lo que finalmente hará que huelan a azufre. Asumiendo que el olor a azufre va contra la idoneidad, podemos eliminar una de las variables de búsqueda y reducir las recetas a cuarenta y cuatro. Por otro lado, la información puede ser implícita. Por ejemplo, tal vez sepa que de diez cocineros famosos, dos colocan los huevos crudos en agua fría y ocho en agua hirviendo. Esta información puede guiar la búsqueda desde un principio hacia las recetas con mayor probabilidad de satisfacer el criterio de diseño. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> </div> <span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"></p><p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><b><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">NECESIDAD DE INFORMACIÓN IMPLÍCITA<br /></span> </span></b><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La teoría nos sugiere que, dada una computadora suficientemente rápida y el tiempo necesario, se puede buscar con éxito la solución óptima. Pero esto es como el mito de los "monos frente a la máquina de escribir". La historia, teóricamente creíble, dice que si una cantidad suficiente de monos bate letras al azar durante el tiempo suficiente, terminarán por producir todos los grandes textos de la historia. Es decir que si una cantidad suficiente de monos escriben letras al azar durante suficiente tiempo, obtendremos como resultado todos los grandes textos, como Moby Dick (1,170,200 caracteres), Los Cuentos de los Hermanos Grim (1,435,800 caracteres) y la Biblia del Rey Jacobo (3,556,480 caracteres sin incluir espacios). Sin embargo, el carácter finito del universo cerrado no permite esto.<br /><br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">A la búsqueda de una sola solución en un gran espacio de búsqueda no estructurado se le conoce como problema de búsqueda de una "aguja en un pajar". En casos moderadamente grandes, es sencillamente imposible. Eligiendo al azar letras del alfabeto inglés consistente de veintiséis letras, la probabilidad de llegar a escribir la Biblia del Rey Jacobo es de 26^3,556,480 = 3.8 * 10^5,032,323. Esta cifra es tan grande que nombrarla es un desafío. Si toda la materia del universo (10^58 kg) fuera convertida en energía (E = mc^2) diez mil millones de veces por segundo desde el Big Bang (20 mil millones de años), y toda esta energía fuera utilizada para generar texto al mínimo nivel irreversible de bits (es decir, ln(2) kT = 2.9 * 10^-21 joules por bit), entonces podrían generarse aproximadamente 10^88 mensajes tan largos como la Biblia del Rey Jacobo. Si multiplicamos esa cifra por el número de átomos que forman el universo (10^78), obtenemos 10^166 mensajes, una cantidad aún empequeñecida por los 3.8*10^5,032,323 requeridos.</span></span></p><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Tratemos con un problema más modesto: la primera frase en inglés de la Biblia del Rey Jacobo<br /><br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><span lang="EN-US" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">IN_THE_BEGINNING_GOD_CREATED (EN EL PRINCIPIO CREÓ DIOS)<br /><br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(Podríamos completar la frase con "the heaven and the earth" (los cielos y la tierra), pero las cifras crecerían mucho). Hay 27 caracteres posibles (26 letras y un espacio) y una cadena de 28 caracteres. Las posibilidades de que los monos la escriban son de 27^28 = 1.20*10^40 a una. Esta cifra no es tan grande que no podamos abarcarla con nuestra mente. Las probabilidades de que un mono escriba 28 letras y estas palabras específicas son las mismas que las de elegir un sólo átomo entre más de un billón de toneladas cortas de hierro. [Usando el número de Avogadro, calculamos 2728 átomos (1 mole por cada 6.022*10^23 átomos) (55.845 gramos por mole) (1 tonelada corta por cada 907,185 gramos) = 1.22*10^12 toneladas cortas].<br /><br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Las computadoras cuánticas ayudarían reduciendo el tamaño de búsqueda equivalente mediante una raíz cuadrada (HO et al., IEEE TRANS. AUT. CONT., Mayo 2003, p.783), pero el problema sigue estando más allá de los recursos del universo cerrado. Debe introducirse información al proceso de búsqueda.<br /><br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Buscar en un espacio no estructurado sin imponer una estructura es computacionalmente imposible aún con problemas pequeños. Entre los primeros requerimientos de estructura se encontraban la disponibilidad gradiente, la dependencia de la solución óptima con respecto al segundo subproducto de la idoneidad, convexidad y funciones de idoneidad unimodal. (BREMMERMAN et al. "GLOBAL PROPERTIES OF EVOLUTION PROCESS" [PROPIEDADES GLOBALES DEL PROCESO EVOLUTIVO], 1966; NASH, "SUMT (REVISITED)", OPERATIONS RESEARCH, 1998). Recientemente, los teoremas llamados "no hay comida gratis" han recalcado la necesidad de información implícita impuesta por la heurística del diseño (WOLPERT, ET AL., IEEE TRANS. EVOLUTIONARY COMPUTATION [COMPUTACIÓN EVOLUTIVA], 1997). Estos teoremas han demostrado que "a menos que usted pueda hacer suposiciones preliminares acerca de los ... [problemas] en que esté trabajando, no puede esperar que ninguna estrategia de búsqueda, sin importar cuán sofisticada sea, pueda funcionar mejor que otra" (HO op. cit.). Los teoremas no hay comida gratis "indican la importancia de incorporar conocimientos específicos del problema al comportamiento del algoritmo [de optimización o búsqueda]" (WOLPERT, op. cit.).</span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Times New Roman","serif";mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><b><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">FUENTES DE INFORMACIÓN<br /></span> </span></b><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Una estructura común en la búsqueda evolutiva es la función de idoneidad impuesta, donde se le asigna un número al mérito de un diseño para cada grupo de parámetros. Entre mayor sea la idoneidad, mejor. El problema de optimización consiste en maximizar la función de idoneidad. Las funciones de penalización son similares, pero deben minimizarse. En los albores de la computación, un ingeniero colega mío describió su puesto en la conducción de búsquedas como artista de la función de penalización . Se sentía orgulloso de usar su área de erudición para crear funciones de penalización. El modelo de búsqueda estructurada desarrollado por el ingeniero en diseño debe ser, en cierto sentido, un buen modelo. La exploración de los parámetros de un mal modelo, sin importar cuán exhaustiva sea, no dará por resultado un diseño viable. Por el contrario, un modelo concebido ingeniosamente puede producir mejores soluciones en menos tiempo.<br /><br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Este es un ejemplo sencillo de estructura en una búsqueda: en lugar de elegir cada letra al azar, seleccionemos con mayor frecuencia las letras más utilizadas. Si seleccionamos caracteres ingleses al azar, entonces la probabilidad de elegir cada carácter es de 1/27 = 3.7 por ciento. En inglés, la letra "e" se utiliza aproximadamente el 10 por ciento de las veces. Los espacios ocurren el 20 por ciento de las veces. Si elegimos letras según su frecuencia de ocurrencia, entonces las probabilidades de elegir IN_THE_BEGINNING_GOD_CREATED caen en picada hasta cinco millonésimas (0.0005%) de su tamaño original -de 1.2*10^40 a 5.35*10^34. Sigue siendo un número muy grande: el billón de toneladas de hierro se ha reducido a 5 y media toneladas. Si utilizamos la frecuencia de los dígrafos, podemos reducirlo aún más. (Los dígrafos son pares de caracteres que ocurren con frecuencia; por ejemplo, el dígrafo "e_", donde "_" es un espacio, es el par de caracteres más común en inglés). La frecuencia de los trígrafos reducirá todavía más las probabilidades.<br /><br /></span></span></p><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace: none"><b><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">LA AFINACIÓN DEL ESPACIO DE BÚSQUEDA<br /></span> </span></b><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Conforme más implícita sea la estructura impuesta al espacio de búsqueda, más fácil será ésta. Lo más interesante es que, en el caso de mensajes moderadamente largos, si el mensaje meta no concuerda con la estructura del espacio de búsqueda, será imposible encontrarlo. (PAPOULIS, PROBABILITY, RANDOM VARIABLES AND STOCHASTIC PROCESSES [PROBABILIDAD, VARIABLES ALEATORIAS Y PROCESOS ESTOCÁSTICOS], 1991).<br /><br /></span></span></p></div><div class="Section2"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Teorema de la afinación del espacio de búsqueda. Supongamos que un espacio de búsqueda está estructurado de forma que genere un tipo de mensaje. Si un objetivo no concuerda con esta predisposición, las probabilidades de encontrarlo serán de cero.<br /><br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Este teorema, conocido desde hace mucho en teoría de la información en otro contexto, es una consecuencia directa de la ley de los grandes números . Por ejemplo, si estructuramos el espacio de búsqueda para que produzca una "e" 10 por ciento del tiempo, entonces el número de "e's" en un mensaje de longitud 10,000 será muy cercano a 1000. Las probabilidades de encontrar el poco común libro Gadsby , que no contiene "e's", serían casi de cero.<br /><br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La estructuración del espacio de búsqueda también reduce su tamaño efectivo. El espacio de búsqueda consiste en todas las secuencias posibles. En el caso de un espacio estructurado, llamemos subconjunto al conjunto de todas las secuencias probables predispuestas a la estructura del espacio de búsqueda. Para una estructuración dictada por la frecuencia de ocurrencia del alfabeto, todas las grandes novelas que buscamos, excepto la de Gadsby , caen dentro o cerca de este subconjunto.<br /><br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Entre más estructura se agregue al espacio de búsqueda, se agrega también más información. Los trígrafos, por ejemplo, agregan más información que los dígrafos. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Teorema del subconjunto que se reduce. Conforme aumenten la longitud de una secuencia y la información de estructuración agregada, el porcentaje de elementos del subconjunto de búsqueda tiende a cero.<br /><br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Por lo tanto, la estructuración de un espacio de búsqueda no sólo confina las soluciones a la estructura del espacio; conforme aumenta la longitud del mensaje, el número de soluciones se convierte en un porcentaje cada vez menor del espacio de búsqueda. (IBID).<br /><br /><b>CONSIDERACIONES FINALES</b></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Es necesario estructurar los espacios de búsqueda para que los algoritmos de búsqueda sean viables. Esto se aplica a la búsqueda evolutiva de una meta de diseño. También es necesario infundir implícitamente al espacio de búsqueda la información de estructuración que guíe el proceso hacia un resultado deseado. La meta puede ser específica, como una frase identificada con precisión, o general, como las frases que van a pasar, digamos, una revisión de ortografía y gramática. En cualquier caso, aún no existe ninguna máquina de movimiento perpetuo que diseñe la información surgida de la computación evolutiva.<br />--- </span></span></p></div><div class="Section3"> <p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><b>RESUMEN BIOGRÁFICO:<br /></b>Robert J. Marks II es Profesor Distinguido de Ingeniería y Director del Departamento de Ingeniería en el área de maestría de la Universidad de Baylor. Es miembro de IEEE y la Sociedad Óptica de Norteamérica. El profesor Marks ha recibido la Medalla Centenaria de IEEE. Ha servido como Conferencista Distinguido para la Sociedad de Redes Neuronales de IEEE y la Sociedad de Inteligencia Computarizada de IEEE. El Dr. Marks fue el primer Presidente del Consejo de Redes Neuronales de IEEE (hoy sociedad). Tiene más de 300 publicaciones, algunas de ellas son muy buenas. Ocho de los documentos del Dr. Marks han sido reproducidos en colecciones de documentos destacados. Tiene tres patentes norteamericanas en el campo de las redes neuronales artificiales y procesamiento de señales.</span></span></p></div><p class="MsoNormal" style="margin-top:5.0pt;margin-right:0cm;margin-bottom:5.0pt; margin-left:0cm;text-align:justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align: none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt;font-family: "Times New Roman","serif";mso-ansi-language:ES">----<br /><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fuente:</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><br /></span></span><a href="http://ciencia-alternativa.org"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ciencia Alternativa</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span><o:p></o:p></span></p><o:p></o:p><p></p></div><p></p><p></p></div></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><b><span lang="ES" style="Times New Roman","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";font-size:11.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style=" font-weight: normal;font-size:small;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:'Times New Roman', serif;font-size:130%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:15px;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Georgia, serif;font-size:130%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:130%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:130%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:130%;"><span class="Apple-style-span" style=" font-style: normal;font-size:16px;"><div class="Section1"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-size:16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;"><span lang="ES" style="font-family:"Georgia","serif";mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;"></span> <o:p></o:p></span></p></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"></span><p></p></div></span></span><p></p><p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;"> <o:p></o:p></span></p></span><p></p><p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;"> <o:p></o:p></span></p><p></p><p></p></span><p></p><p class="Default" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; "><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></p></span><p></p></span><p></p></span></i></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"></span><p></p><p></p></i></span></div></span></span></span></b></span></span></span></span>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-2548399072475953332009-11-21T06:28:00.000-08:002009-11-21T07:59:52.899-08:00Aleatoriedad por Diseño<div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color:#0000EE;"><span class="Apple-style-span" style="text-decoration: underline;"><br /></span></span></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp3_U_rhDYJXZCS3cwboaj7yqvyQg4og0XOFFzw4-0UvcB7oKQVDL0HuRZQijJleYvKEIhFp1PL85Mbt597-8HzrXFscDFHV-9Luo-CJx9uHHpIYxeI2dgzHOSDZkLL9PCDOeliokh2Ms/s1600/tdi-11.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp3_U_rhDYJXZCS3cwboaj7yqvyQg4og0XOFFzw4-0UvcB7oKQVDL0HuRZQijJleYvKEIhFp1PL85Mbt597-8HzrXFscDFHV-9Luo-CJx9uHHpIYxeI2dgzHOSDZkLL9PCDOeliokh2Ms/s200/tdi-11.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406567665886410658" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por: </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">William A. Dembski, Ph.D.</span></span></span><p class="Default" align="center" style="text-align: justify;"><b><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style=" font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El matemático y filósofo William A. Dembski es profesor asociado de investigación de los fundamentos conceptuales de la ciencia en la Universidad de Baylor y miembro distinguido del Centro del Instituto Discovery para la Renovación de la Ciencia y la Cultura en Seattle. El Dr. Dembski fue previamente catedrático de la Northwestern University, la Universidad de Notre Dame y la Universidad de Dallas. Ha realizado trabajo post-doctoral en matemáticas en el MIT, en física en la Universidad de Chicago, y en ciencia computacional en la Universidad Princeton. Es graduado de la Universidad de Illinois en Chicago, donde obtuvo el grado de Licenciatura en Psicología, el grado de Maestría en Ciencias en Estadística y el Ph.D. en Filosofía, también recibió un doctorado en matemáticas de la Universidad de Chicago en 1988 y un grado de maestro en divinidad del Seminario Teológico de Princeton en 1996. Ha sostenido confraternidad de posgrado y post-doctorado de la Fundación Nacional de Ciencia. El Dr. Dembski ha publicado artículos en </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">journals </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">de matemáticas, filosofía y teología y es autor/editor de 7 libros. En </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La Inferencia de Diseño: Eliminando al Azar a Través de Probabilidades Pequeñas </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">(Cambridge University Press, 1998), examina el argumento de diseño en un contexto post-Darwiniano y analiza las conexiones que enlazan el azar, la probabilidad y la causalidad inteligente. La secuela de </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La Inferencia de Diseño </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">saldrá el próximo diciembre del 2001 con Rowman’s and Littlefield’s y critica la postura Darviniana y otras posturas también evolucionistas. Se titula </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">No hay Comida Gratis: Porqué no puede Conseguirse una Complejidad Específica sin Inteligencia.</span></span></i></span></span></b><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p><div style="text-align: justify;"><div class="Section1"> <p class="Default"><b><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">INTRODUCCIÓN<br /><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">“Cualquiera que considere métodos aritméticos para producir dígitos aleatorios está, por supuesto, en estado de pecado”.</span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">1 </span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La famosa frase de John von Neumann lanza un dedo acusador a todos aquellos que dedican sus mentes ordenadas a engendrar desorden. Así como en tiempos pasados ladrones, alcahuetes y actores llevaban a cabo su profesión con un cargo de conciencia, así en estos tiempos los científicos que diseñan generadores de números aleatorios sufren ataques de culpa. George Masaglia, quizás el más preeminente trabajador en el campo, bromea cuando pregunta a sus colegas. “¿Quién de entre nosotros no ha pecado?” El trabajo de Marsaglia en el Instituto de Investigación en Supercomputadoras es bastante conocido. Por mucho que el trabajo de diseño y prueba de generadores de números aleatorios depende de la computación, y por mucho que la computación es fundamentalmente aritmética, Marsaglia es de acuerdo a la perspectiva personal de von Neumann un grosero pecador. Y trabajando de la forma en que lo hace en computación, Marsaglia de hecho es un gran pecador. El lo admite libremente. Escribiendo acerca de los mejores generadores de números aleatorios que conoce, Marsaglia dice, “son el resultado de métodos aritméticos y todos aquellos que los usan deben, como todos los pecadores, enfrentar el día de Redención [sic]. Pero quizás con un mejor entendimiento podemos posponerlo”. </span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise: 4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">2</span></span></span></sup></span></span></b></p></div><div class="Section2"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">A pesar del peligro de ser marcado como hereje, quiero argumentar que la aleatoriedad no exige ninguna deficiencia moral. Incluso abogaré por que los generadores de números aleatorios sean construidos con un abandono imprudente, aunque un abandono imprudente bien pensado. La aleatoriedad, para ser propiamente aleatoriedad, no debe dejar nada al azar. Debe parece como azar, como hija del caos primitivo. Pero por debajo, una aguzada inteligencia debe de manipular y calcular, tomando ventaja de este y aquel hecho conveniente de forma sistemática para causar confusión. Recuerdo a los foto-periodistas en Vietnam que reacomodaron escenas de carnicería simplemente para incrementar el sentimiento de violencia indiscriminada. Aquí, por supuesto, hubo una falta moral, pero no con aleatoriedad intrínseca. Vale decir, la aleatoriedad, para ser aleatoriedad, debe ser diseñada. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En su ahora clásico, aunque un poco anticuado estudio acerca de los números aleatorios Donald Knuth (1981, pp. 4-6) describe su ingenuo intento para construir un generador de números aleatorios a prueba de tontos. Su generador de números “super-aleatorio” (las vibrantes comillas son suyas) era una enredada red de subrutinas que construyan complicación sobre complicación. Su razonamiento era un algoritmo increíblemente complicado que nadie podía seguir, que producía una increíblemente complicada secuencia de números que otra vez, nadie podía seguir, es decir, por medio de la cual no se podía encontrar ningún patrón sistemático. El no poder encontrar dichos patrones era visto como una señal de aleatoriedad. Inescrutabilidad tanto de entrada como de salida era el razonamiento de Knuth. Su razonamiento probó ser mortalmente incorrecto. En lugar de encontrar desorden y caos, Knust descubrió la peor forma de no-aleatoriedad: su algoritmo tomó una semilla particular (es decir, una entrada inicial que inicia el generador de números aleatorios) y sólo siguió repitiéndola. La semilla era 6065038420. El generador de números aleatorios de Knuth repitió 6065038420 una y otra vez: </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">6065038420 6065038420 6065038420 6065038420 6065038420 </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">6065038420 6065038420 6065038420 6065038420 …. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Lo que sea que se entienda por aleatoriedad, no es esto ciertamente. Knuth (1981, p. 5) rápidamente concluyó lo siguiente: “La moraleja de esta historia es que los números aleatorios no deben ser generados con un método elegido al azar. Debe usarse alguna teoría” (las itálicas son suyas). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Knuth y yo estamos de acuerdo en que generar aleatoriedad involucra pensamiento y diseño. Knuth, sin embargo, todavía sufre de remordimientos de conciencia, los cuales yo no tengo. Los generadores de números aleatorios deben ser cuidadosamente diseñados. Sobre este punto no hay controversia. La aleatoriedad es fundamentalmente una cuestión de diseño. Este punto es más ambicioso y abierto a controversia. La aleatoriedad recae en un diseño, no la probabilidad. Aquí radica una partida sin precedentes. La forma típica de entender la aleatoriedad es la siguiente: un objeto que se supone que exhibe aleatoriedad es propuesto (ej., una secuencia de números). Luego uno examina al objeto contra una colección de patrones (ej., pruebas estadísticas). Si el objeto se ajusta a cualquier patrón de la colección, no es aleatorio. Si viola todos los patrones de la colección de datos, entonces es aleatorio. Yo propongo lo contrario a esto. Consideremos primero una colección fija de patrones. Cualquier </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><div class="Section3"> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">objeto que viole todos los patrones de esa colección es aleatorio. Aquellos que satisfacen un patrón en la colección son no-aleatorios. De esta forma, la aleatoriedad se convierte en una noción relativa, es decir, con respecto a una colección de patrones. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En la práctica el primer enfoque sobre la aleatoriedad es fundamentalmente probabilística: secuencias de dígitos constituyen los objetos aleatorios, y pruebas estadísticas constituyen los patrones. Cuando el patrón inducido por una prueba estadística es violado, decimos que la secuencia pasa la prueba.</span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">3 </span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Cuando la cadena pasa suficientes pruebas, se dice que es aleatoria. Las pruebas, sin embargo, están formuladas de tal forma que la mayoría de las secuencias generadas de acuerdo a una distribución de probabilidad dada pasen exitosamente. Esto propone un problema. Para una secuencia cualquiera hay una prueba estadística que la cadena no puede pasar. Por tanto, siempre podemos preparar pruebas que produzcan una cadena supuestamente aleatoria que en realidad no lo sea.</span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise: 4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">4 </span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Es dentro de este contexto que von Neumann formuló su sentencia. Secuencias verdaderamente aleatorias se supone que son generadas de acuerdo a alguna distribución de probabilidad y por esta única razón pasan las pruebas estadísticas. Los generadores de números aleatorios, por otra parte, son puramente determinísticos y sólo pueden imitar el pasar pruebas estadísticas. De acuerdo a von Neumann, secuencias generadas por algoritmos computacionales pueden a lo más pretender ser aleatorias pero son impostoras. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Pero cuando la probabilidad es repudiada, la aleatoriedad no es más una cuestión de imitar al azar. Cuando la aleatoriedad recae en el diseño, los patrones se convierten en el objeto fundamental de estudio. Un objeto aleatorio es entonces un objeto que sistemáticamente viola una colección fija de patrones. En contraste con el enfoque probabilístico convencional, este enfoque alternativo no tiene engaño. Con aleatoriedad premeditada uno no trata de imitar al azar como se hace con aleatoriedad probabilística. En lugar de eso, uno conduce una búsqueda metódica por un objeto que satisface ciertas restricciones. Estas restricciones comprenden todos los patrones que deben ser violados. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Para clarificar estos pensamientos necesito revisar un poco de teoría de probabilidad lo mismo que algunos pensamientos del pasado acerca de la aleatoriedad. Al analizar casos concretos de aleatoriedad, deberé limitarme a secuencias de 0’s y 1’s. Esta limitación no involucra una pérdida real de generalidad. Aleatoriedad—lo que he llamado probabilidad aleatoria—no es. En una conferencia interdisciplinaria sobre aleatoriedad, atendida entre otros, por los estadísticos George Marsaglia y Persi Diaconis como por los filósofos Brian Skyrms y Richard Jeffrey, la conclusión general fue la siguiente: Sabemos lo que la aleatoriedad no es, no lo que es. Yo atribuyo esta conclusión poco atractiva al matrimonio de la aleatoriedad con la probabilidad. Las dos experimentan diferencias irreconciliables. La aleatoriedad probabilística ha soportado consistentemente una formulación teórica precisa. Por otro lado, la aleatoriedad premeditada que esbozaré no se presta a una formulación teórica. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="margin-left:18.0pt;text-align:justify;text-indent:-18.0pt; mso-list:l1 level1 lfo1"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">UN POCO DE HISTORIA Y MOTIVACIÓN</span></span></span></p><p class="Default" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La idea de probabilidad para la imaginación popular siempre a residido en la ley de los grandes números. Desde que los mecanógrafos simiescos de Thomas Huxley le dieron al mundo un juego completo de Shakespeare, la gente ha contemplado esta ley con admiración. Su postulado básico es que si un evento tiene una probabilidad positiva de ocurrir, no importa que tan pequeña esta sea, y si uno repite las circunstancias bajo las cuales dicho evento puede ocurrir con una frecuencia suficiente, entonces ese evento definitivamente ocurrirá.</span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt; mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">5 </span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por supuesto, si el evento tiene una probabilidad “cero” de ocurrir, entonces nunca ocurrirá.</span></span></p></div><div class="Section4"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por ejemplo, suponga estar confinado en una prisión y que se le da una moneda justa. Se le informa que si hace girar la moneda en el aire y obtiene 100 “caras” seguidas, será liberado. Dado que cada experimento es independiente, las probabilidades se multiplican. De esta forma, usted espera “caras” con una probabilidad de ½, dos caras seguidas con una probabilidad de ,… y 100 “caras” seguidas con probabilidad [100 veces] = , lo cual es aproximadamente 1 en . Esta probabilidad es tan pequeña que lo deja con poca esperanza de salir pronto de prisión. Si pudiera, por ejemplo, hacer 10 billones de intentos cada año para obtener 100 caras seguidas, entonces tendría usted una probabilidad razonable de salir de prisión en años. Pero, no se desespere, la fuerte ley de los grandes números garantiza que eventualmente usted saldrá libre.</span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise: 4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">6 </span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Suponga ahora que se le da un mazo estándar de cartas. Esta vez para salir de prisión usted tiene que conseguir flor imperial de espadas, cada vez barajando completamente el juego. Este evento tiene una probabilidad del orden de 1 en un millón. De esa forma, en cerca de un millón de oportunidades, usted saldrá de la cárcel. Su carcelero, sin embargo, gusta de su compañía y quiere mantenerlo cerca. Consecuentemente, decide eliminar el as de espadas del juego. Este movimiento deshace sus esperanzas de libertad. Con el mazo alterado su probabilidad de conseguir la flor imperial adecuada es precisamente cero. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En cualquier interpretación probabilística, el tiempo juega un papel. El girar una moneda es realmente el ejemplo básico en teoría de probabilidad; hay un sentido en el que si uno entiende el giro de la moneda en todas sus ramificaciones, se entiende la teoría de probabilidad.</span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">7 </span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Digamos que se le da una moneda justa. Usted está a punto de girar la moneda. No está seguro del resultado. Hay una probabilidad igual de que salga cara o cruz. Ahora usted gira la moneda. Sale cara. De pronto toda la incertidumbre queda fuera. La incertidumbre y la probabilidad aplican sólo para el futuro, para eventos que aún no suceden. Una vez que el evento ha ocurrido y ha sido presenciado, toda la incertidumbre desaparece. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Los eventos raros son causa de sorpresa sólo si el tiempo es el adecuado. Imagine, por ejemplo, que ante usted se encuentra un gran campo lleno de pasto. Tiene 100 piedras y 100 banderas, cada una de ellas marcadas del 1 al 100. Usted vuela sobre el campo con un helicóptero, liberando las piedras indiscriminadamente. Después de haber soltado la última piedra, aterriza el helicóptero en un lugar seguro y alejado del campo, deja el helicóptero y examina donde han aterrizado las piedras y coloca una bandera enseguida de cada piedra con su número correspondiente. Hay un número excesivamente grande de maneras en como pudieron haber aterrizado las piedras. Ellas tuvieron que haber aterrizado de alguna forma. Usted la está viendo y no está sorprendido o impresionado. Usted no lo ve como un milagro por el hecho de estar presenciando la ocurrencia de una probabilidad excesivamente pequeña. Algún evento improbable tenía que ocurrir. El colocar las banderas enseguida de las piedras después de que las piedras han caído no cambia las conclusiones. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Ahora modifique la situación. Como antes, usted tiene un c</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ampo, piedras y un helicóptero. Como antes, usted toma el helicóptero y piedras, y vuela sobre el campo, dejando caer las piedras indiscriminadamente. Pero antes de despegar, usted camina primero sobre su campo y coloca las banderas en el campo a su voluntad. Después de lanzar las piedras, aterriza el helicóptero y examina el campo. Repentinamente, usted se da cuenta de que todas las piedras están enseguida de sus banderas respectivas. ¿Tiene usted el derecho de estar sorprendido? Absolutamente. Cuando un caso extremadamente improbable se ajusta a un patrón preestablecido, hay causa de sorpresa. De hecho, cuando tal evento es demasiado improbable, uno busca factores no probabilísticos para explicarlo.</span></span></span></p></div><div class="Section5"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Para reforzar este punto, permítame ofrecer otro ejemplo. Suponga que alguien está de pie a 50 metros de una gran pared con un arco y flecha en su mano. La pared es lo suficientemente grande, de manera que no puede evitar el golpearla con la flecha. Cada vez que dispara una flecha hacia la pared, pinta una diana alrededor de la flecha de manera que la flecha está justamente en el blanco. ¿Qué se puede concluir? Absolutamente nada acerca de la habilidad del arquero como tal. Pero suponga ahora que el pinta una diana fija en la pared y luego dispara hacia ella. ¡Atención!, 100 veces seguidas consigue dar perfectamente en el blanco. Nadie que esté cuerdo atribuiría este desempeño a suerte de principiante. De hecho, uno está obligado a concluir que este es un arquero de clase mundial. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La sucesión temporal produce cualquier interpretación probabilística. Cuando las banderas se colocan después de que las rocas han caído, y el arquero pinta la diana después de que la flecha ha sido disparada, no hay sorpresas. Pero cuando las banderas y las dianas fueron preestablecidas, y el resultado se ajusta al patrón presente, es vano apelar a la ley de los grandes números. Sólo nos dice que eventualmente veremos un evento increíblemente raro, no que lo presenciaremos como el siguiente evento. Si lo presenciamos inmediatamente, deberíamos estar tan impresionados que deberíamos buscar en algo más que el azar para explicar estas grotescas anomalías. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Los ejemplos que acabo de describir se ajustan estrechamente con el marco conceptual fundacional de Kolmogorov para la teoría de probabilidad que desarrolló en la década de 1930 (Kolmogorov, 1950). A mediados de los 60’s, sin embargo, Kolmogorov estaba preocupado con el siguiente problema, por el cual su trabajo previo en probabilidad no tuvo impacto (Kolmogorov, 1965b): el hacer girar en el aire una moneda justa 100 veces y registrar las ocurrencias de “águilas” y “soles” en orden. Acordemos denotar “águilas” por el número 1 y “soles” por el número 0. De esta forma una secuencia de 100 giros podría ser representada como sigue: </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">11000011010110001101111111010001100011011001110111 (R) </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">00011001000010111101110110011111010010100101011110 </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Esta es de hecho una secuencia que acabo de construir a hacer girar una moneda 100 veces. Ahora comparemos con la siguiente secuencia: </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">11111111111111111111111111111111111111111111111111 (N) </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">11111111111111111111111111111111111111111111111111 </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <div class="Section6"><p class="Default"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Esta secuencia corresponde a obtener 100 caras seguidas. Ahora, el problema que Kolmogorov enfrentó con su marco conceptual probabilístico, el que construyó en los 30’s, fue su imposibilidad de decir algo acerca de cual de las dos secuencias era más aleatoria. La secuencia (R) y la secuencia (N) han sido etiquetadas sugestivamente, R por Aleatoria (Random, en inglés) y N por no aleatoria (Non-random). Kolmogorov quiso decir que (R) era más aleatoria que (N). Pero su teoría de probabilidad de los 30’s sólo le dijo que cada una de estas secuencias tiene la misma probabilidad de ocurrir, es decir , o aproximadamente 1 en . Analizamos esta probabilidad para la secuencia (N), pero el análisis es cierto para cada secuencia de 100 giros de moneda. Cada secuencia de 100 giros de moneda tiene la misma probabilidad pequeña.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Para sortear esta dificultad Kolmogorov introdujo algunos conceptos de teoría de repeticiones, un subcampo de la lógica matemática relacionado con computación y generalmente considerado como lejano de la teoría de probabilidad. Lo que el dijo es que una secuencia de 0’s y 1’s es más y más aleatoria conforme el programa más pequeño de computadora que produce la secuencia se hace más y más largo (Kolmogorov, 1965b). Un programa de computadora puede ser concebido como una colección de instrucciones simples que deben ser ejecutadas secuencialmente. Para nuestros propósitos podemos pensar en un programa de computadora como una descripción abreviada. Por lo tanto la secuencia (N) no es muy aleatoria porque tiene una descripción muy corta, dígase, repetir ‘1’ 100 veces.</span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Nótese que estamos interesados en las descripciones más cortas. Cualquier secuencia puede ser descrita en términos de sí misma. Por lo tanto (N) tiene la descripción larga </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">copiar ‘11111111111111111111111111111111111111111111111111 </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">11111111111111111111111111111111111111111111111111'. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Pero esto no nos interesa dado que hay una mucho más corta. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La secuencia </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">11111111111111111111111111111111111111111111111111 (H) </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">00000000000000000000000000000000000000000000000000 </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">es ligeramente más aleatoria dado que requiere una descripción más larga, por ejemplo, </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">repetir ‘1’ 50 veces, luego repetir ‘0’ 50 veces. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">De esta forma también la secuencia </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">10101010101010101010101010101010101010101010101010 (A) </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">10101010101010101010101010101010101010101010101010</span></span></span></p></div><div class="Section7"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">tiene una descripción corta, </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">repetir ‘10’ 50 veces. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La secuencia (R) no tiene una descripción corta y sencilla. Por esta razón Kolmogorov la consideraría más aleatoria que las secuencias (N), (H) y (A). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Como notamos, uno puede siempre describir una secuencia en términos de sí misma. Mientras (R) tiene la descripción </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">copiar '11000011010110001101111111010001100011011001110111 </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">00011001000010111101110110011111010010100101011110'. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Dado que la secuencia (R) fue construida por los giros de la moneda, es muy probable que esta sea la descripción más corta de (R). Es un hecho que la vasta mayoría de secuencias de 0’s y 1’s tienen que su descripción más corta es la secuencia misma, es decir, la mayoría de las secuencias son aleatorias en el sentido computacional de Kolmogorov. En el lenguaje de mecánica estadística, hay una gran cantidad de secuencias de alta entropía, y aquellas cuyas descripciones computaciones son muy pequeñas, constituyen eventos raros, y la observancia de cualquier secuencia tal como resultado del azar es causa de sorpresa. No solo eso, sino que es causa para buscar explicaciones diferentes al azar. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Consideremos ahora una aplicación práctica de las ideas de Kolomogorov. Considere a una persona que se le acerca en la calle y le informa que ha hecho girar una moneda en el aire 100 veces. Si él le proporciona una secuencia (R), usted la examina y trata de salir con una descripción corta (el hacer esto es análogo a hacerle pruebas estadísticas). Después de eventos repetidos usted encuentra que no puede describir la secuencia de ninguna forma mejor de que la secuencia se describe a sí misma. Por tanto usted concluye que esta es una secuencia genuinamente aleatoria, es decir, un tipo de secuencia que esta persona pudo haber obtenido al hacer girar una moneda justa. Usted no está particularmente sorprendido o impresionado. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Suponga ahora que esta persona le proporciona una secuencia (R) en un pedazo de papel y luego desaparece. Una semana después reaparece y dice: “¿Adivine qué? Recuerde la secuencia que le pasé la semana pasada. Bueno, anoche estaba haciendo girar esta moneda y aunque usted no lo crea, obtuve la misma secuencia que le pasé en un pedazo de papel”. Usted examina la moneda y está convencido de que es genuina. Además, esta persona insiste en que cada vez que hizo girar la moneda, ella dio giros bastante amplios (es decir, no alterados). ¿Qué concluye usted ahora? Como antes, usted no podrá encontrar ninguna secuencia más corta que la secuencia misma y la considera una secuencia aleatoria. A menos de que crea en los milagros, sin embargo, usted actuaría tontamente si concluye que esta persona está diciendo la verdad. La sincronización está al revés. Cuando le pasó la secuencia, hace una semana, el preestableció la secuencia. De esta forma, el orden está ya establecido. Cuando el regresa y le dice que subsecuentemente reprodujo la secuencia que le había pasado a usted, se engaña a sí mismo. Porque lo que realmente está diciendo es que sabía cual secuencia conseguiría la semana próxima. Esto es profecía. Si alguien no cree que la profecía es algo milagroso (léase sobrenatural, estrictamente fuera del reino material), sólo necesita ir a Wall Street o Las Vegas donde todos los profetas genuinos son millonarios.</span></span></span></p></div><div class="Section8"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Suponga finalmente que esta persona llega con usted y dice: “¿Puede creerlo? Acabo de hacer girar la moneda 100 veces, y cada vez me dio como resultado cara”. Como antes, la moneda que le muestra es genuina y el es enfático en que los giros no fueron alterados. Esta vez el no fijó el patrón. Más bien, tal patrón es dado intrínsecamente. La secuencia (N) tiene la mínima entropía posible. Hay muy pocas secuencias con descripciones tan pequeñas como “repetir ‘1’ 100 veces”. Otra vez, a no ser de que ocurriera un milagro, usted actuaría ingenuamente al creer que esta persona dice la verdad. Las mentes razonables explican tales eventos considerando eventos diferentes al azar. El problema no es que tales secuencias constituyan eventos extremadamente raros. El problema es que hay muchos otros eventos que violan los pocos patrones preestablecidos que los humanos pueden retener en sus mentes. Lo básico aquí es la noción de un orden intrínseco. En el sentido del ejemplo de nuestras banderas y piedras, nuestra cognición preestablece las banderas de una manera muy limitada de formas diferentes. Cuando las piedras caen y se acomodan enseguida de las banderas preestablecidas, tenemos el derecho de sorprendernos y buscar explicaciones diferentes al azar. Los argumentos probabilísticos de este tipo son circunstanciales. Nuestro amigo “gira-monedas” que dice haber obtenido cara 100 veces seguidas (con una moneda justa, sin alterar los giros) sería acusado de mentir en una sociedad educada, así como un gerente de la lotería cuyos parientes ganan todos el sorteo sería acusado de fraude.</span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">8</span></span></span></sup></span></p> <p class="Default"><span style="color:windowtext;"><o:p><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">COMPLEJIDAD Y ALEATORIEDAD</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></span></p><p class="Default"><span style="color:windowtext;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La teoría de la complejidad computacional es quizás el tema de actualidad más candente en la ciencia computacional teórica. La complejidad computacional se enfoca en los recursos computacionales requeridos para que un algoritmo complete su tarea. La gran pregunta en complejidad computacional es si los algoritmos de tipo tiempo-polinomio coinciden con los algoritmos no-determinísticos tiempo-polinomio—si P es igual a NP (ver Garey and Jonson, 1979). Esta es una cuestión de tiempo-complejidad. El recurso es el tiempo y la cuestión es si los problemas en el NP se pueden resolver en tiempo-polinomio. Pero el tiempo no es el único recurso computacional. El espacio, o la memoria equivalente, también entra. ¿Cuánta memoria se necesita para resolver un problema dado? Esto también se convierte en una consideración importante. En la construcción de algoritmos eficientes, las interacciones tiempo-memoria siempre deben ser tenidas en cuenta. Por esto, un algoritmo tiempo-polinomio puede requerir demasiada memoria como para ser práctico, mientras que un programa que requiera poca memoria puede correr interminablemente.</span></span></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Ahora, ¿qué tiene todo esto que ver con la aleatoriedad? Si recordamos el enfoque de Kolmogorov sobre la aleatoriedad, entendemos que dentro de este marco, una cadena de números es aleatoria al grado en que el programa que la genere sea máximo. Pero, ¿máximo en que sentido? Máximo en el sentido de la longitud del programa. Los generadores de aleatorios de Kolmogorov son programas que satisfacen dos condiciones: (1) no debe existir un programa de longitud estrictamente corta que genere la secuencia aleatoria propuesta, esto es, el programa no puede ser abreviado y aún generar la secuencia. Llamemos a estos programas “concisos”. Este requerimiento es esencial debido a que para cualquier programa es posible agregar algunas iteraciones vacuas que incrementan la longitud del programa, pero dejan el trabajo efectivo sin cambio, es decir, dejan las entradas-salidas de la misma forma.</span></span></span></p></div><div class="Section9"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">(2) Dentro de todos los programas tersos, los generadores de aleatorios son los de longitud máxima. Los generadores de aleatorios de Kolmogorov son realmente soluciones a un problema mínimax: dentro de los programas tersos (aquellos que satisfacen la condición de minimalidad) eligen aquellos de longitud máxima. La noción de Kolmogorov de aleatoriedad se apega en la complejidad del espacio—el parámetro clave es la longitud del programa. Para generar secuencias aleatorias, estos programas deben estar almacenados en la memoria de un dispositivo computacional. Aquellos que consuman la mayor cantidad de memoria, pero que no puedan ser abreviados sin afectar las entradas-salidas, son los generadores de aleatorios de Kolmogorov. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Más recientemente, la relación tiempo-complejidad ha sido usada para definir aleatoriedad. En este caso un busca secuencias de dígitos cuyos algoritmos tiempo-polinomio no pueden distinguirse de cadenas aleatorias genuinas (es decir, aquellas cuyos dígitos son derivados al muestrear aleatoriamente de una distribución de probabilidad fija). Uno habla de cadenas que son P-indistinguibles respecto a cadenas genuinamente aleatorias. La idea básica aquí es que los únicos algoritmos humanos que se pueden manejar legítimamente son algoritmos tiempo-polinomio; algoritmos que no son tiempo-polinomial están afuera de nuestro rango de acción. Por tanto, si todos nuestros algoritmos tiempo-polinomio no pueden distinguir una supuesta cadena aleatoria de una genuina, entonces de hecho no existe ninguna distinción. La indentidad de Leibniz de lo indiscernible es implícita aquí—distinciones que aparecen a través de algoritmos no polinomiales son indiscernibles. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Los matemáticos han encontrado estos enfoques de complejidad tiempo-espacio sobre la aleatoriedad altamente estimulantes, por lo menos inicialmente. Sin duda las ideas son lindas. Además, hay algo genuinamente profundo sucediendo aquí. Martin-Löf (1966ª), un estudiante de Kolmogorov, derivó una buena cantidad de teoría clásica de probablidad a partir del enfoque espacio-complejidad sobre la aleatoriedad (es decir, la ley de los grandes números y la ley del logaritmo iterado). Andrew Yao (1982) y Silvio Micali (Goldreich, Goldwasser y Micali, 1986) han usado el enfoque tiempo-complejidad sobre la aleatoriedad con algún éxito en criptografía (ej., las funciones de un solo sentido y “trampilla” en la criptografía moderna). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Aún, hay problemas. Después de que el entusiasmo inicial y éxitos se han desgastado, uno encuentra que los enfoques de complejidad sobre aleatoriedad no cumplen sus promesas. Esto es especialmente cierto en el enfoque de Kolmogorov vía espacio-complejidad. Tiempo-complejidad, siendo un enfoque mucho más reciente sobre la aleatoriedad, tiene aún que enfrentar desaprobación. Sin embargo, los dos enfoques enfrentan dificultades similares. Ciertamente las complejidades con respecto al tiempo y al espacio proveen de intuiciones maravillosas para la aleatoriedad, y sin ellas es improbable que este artículo pudiera haber sido escrito. Pero no ambas fallan al entregar una teoría de aleatoriedad en el sentido de que uno puede apuntar una secuencia concreta de ceros y unos y llamarla aleatoria.</span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt; mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">9 </span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Hay dos razones para este fracaso práctico. La primera tiene que ver con la elección del lenguaje de programación. No me refiero con este término a BASIC, Lisp o Fortran, sino a la forma en que el dispositivo computacional interpreta una secuencia de 0’s y 1’s como programa y luego usa tal cadena para generar las secuencias (salida) aleatorias que estamos buscando. Alternativamente, podemos preguntar, ¿qué máquina universal Turing vamos a usar? Ni los enfoques de complejidad de espacio ni de tiempo sobre la aleatoriedad responden esta pregunta. Los resultados técnicos que se derivan de estos enfoques son fundamentalmente asintóticos, dependiendo de secuencias de salida siempre crecientes. Como resultado, la elección del lenguaje de programación se convierte en inmaterial: uno puede decir que características generales de las cadenas siempre crecientes de 0’s y 1’s deben ser aleatorias, pero uno no puede especificar las secuencias aleatorias de una longitud dada.</span></span></span></p></div><div class="Section10"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Para clarificar esta crítica reconsideremos un ejemplo de la sección anterior. Ahí examinamos dos cadenas, </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">11000011010110001101111111010001100011011001110111 (R) </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">00011001000010111101110110011111010010100101011110 </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">y </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">11111111111111111111111111111111111111111111111111 (N) </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">11111111111111111111111111111111111111111111111111. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">(R) fue construida al hacer girar una moneda 100 veces, mientras que (N) fue construida sin recurrir a ningún mecanismo aleatorio. Yo aseguré que (R) era más aleatoria que (N) porque el programa más corto para generar a (R) era más largo que el programa más pequeño para generar a (N): </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">copiar '11000011010110001101111111010001100011011001110111 </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">00011001000010111101110110011111010010100101011110' </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">contra </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">repetir '1' 100 veces. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Pero al hacer esta demanda me metí en una imprecisión desvergonzada. Esto no es para decir que engañé al lector. En lugar de eso, para golpear la intuición del usuario tuve que dispensar el rigor matemático. Hagamos ahora las cosas bien. Nuestra elección de lenguaje de programación es la de frases imperativas en inglés: do this, then do that, then go back to do this, do such-and-such ten times, etc. Este es un lenguaje de programación perfectamente válido mientras que los comandos sean intuitivamente computables.</span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">10 </span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por tanto debemos excluir comandos que nos permitan resolver el problema de determinar cuando un programa se detiene cuando se le da una instrucción determinada (halting problem) o bien que se detenga si las conjeturas de Fermat fueran ciertas. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Llamemos a este lenguaje de programación “Glish”. Si restringimos la atención a los programas concisos de Glish, podemos estar seguros de que (R) requerirá un programa más largo que (N). Pero ahora consideremos una variante de Glish, el lenguaje de programación llamado Glish*. Glish* es idéntico a Glish, a reserva de la siguiente modificación: para programas mayores a 100! (=100 x 99 x 98 x … x 2 x 1) Glish* es sólo Glish; para programas más pequeños que 100! aquellos en los que Glish produce (N) producen ® en Glish*, y aquellos en los que Glish produce (R), producen (N) en Glish*; para programas más pequeños que 100! que no producen ni (N) ni (R), Glish y Glish* son idénticos. Por tanto Glish y Glish* tienen salidas idénticas para todos los programas que sobrepasan una cierta longitud y salidas intercambiables (N) y (R) para programas de longitud más corta. Note que Glish y Glish* son ambos computadoras universales. También observe que dado que estos lenguajes coinciden una vez que los programas han alcanzado una cierta longitud (100!), Glish y Glish* tienen propiedades asintóticas idénticas. Por tanto, cualquier enfoque computacional para la aleatoriedad que sea independiente de la máquina producirá la misma noción de aleatoriedad para Glish y Glish*.</span></span></span></p></div><div class="Section11"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Glish y Glish* sin embargo, rinden cuentas que entran en conflicto sobre la aleatoriedad de secuencias de (N) y (R). En Glish* el simple programa </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">repetir ‘1’ 100 veces. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">genera lo que para nuestra intuición es la más aleatoria </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">11000011010110001101111111010001100011011001110111 (R) </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">00011001000010111101110110011111010010100101011110, </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">mientras que el programa complicado </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">copiar '11000011010110001101111111010001100011011001110111 </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">00011001000010111101110110011111010010100101011110' </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ahora genera la intuitivamente simple </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">11111111111111111111111111111111111111111111111111 (N) </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">11111111111111111111111111111111111111111111111111. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por supuesto que el cambiar de Glish a Glish* es un truco barato, pero es un truco completamente aprobado por la teoría de repeticiones. Dado que el lenguaje de programación siempre puede ser pervertido de esta forma, la teoría de complejidad no puede decirnos nada sobre la aleatoriedad de una cadena fija finita. Sólo conforme permitimos que las secuencias se hagan arbitrariamente largas es que los enfoques de complejidad dan resultados firmes sobre aleatoriedad. El enfoque de Kolmogorov sobre la aleatoriedad ofrece una intuición de porqué (R) es más aleatoria que (N), una intuición confirmada por lenguajes concretos de programación como Glish. Pero los teoremas de la ciencia computacional teórica tienen peso sólo si son independientes de la máquina, es decir, sólo si se sostienen a través de todos los lenguajes de programación. Por tanto, los enfoques de complejidad computacional sobre la aleatoriedad, cuando mucho, producen resultados asintóticos limitantes. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La cuestión de los lenguajes de programación no es la única responsable de la falla de la teoría de complejidad para dar una respuesta práctica sobre la aleatoriedad. Igualmente responsable es el papel aún sin resolver de la probabilidad. Las secuencias aleatorias son, después de todo, supuestamente semejantes a secuencias derivadas de procesos aleatorios. Por ello es que cualquier secuencia generada por una computadora demanda validación probabilística. Y esto, como hemos visto, nos aterriza en un pantano probabilístico, puesto que debemos sujetar una secuencia aleatoria propuesta a pruebas estadísticas. Ahora, una prueba estadística es entre otras cosas un procedimiento de decisión; debe decidir entre diferentes salidas cuales pasan la prueba y cuales no. Ninguna de estas categorías debe estar vacía, de otra forma la prueba estadística es vacua. Por tanto, cualquier prueba tal debe pasar algunas pruebas y reprobar otras. ¿Pero cómo deben las pruebas elegirse a sí mismas? ¿Cuáles pruebas son suficientes para garantizar aleatoriedad?</span></span></span></p></div><div class="Section12"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La confusión aquí ha conducido a manadas de generadores abismales de números aleatorios, los cuales, dado su amplio uso en investigación experimental han llenado la literatura científica con errores tipo I. Este es un hecho muy reconocido. Frecuentemente ha sido echado en cara a programadores que, siendo competentes con la computadora, dejan mucho que desear como estadísticos. Sin embargo, el problema de los malos generadores de números aleatorios persiste incluso entre altamente competentes trabajadores en el campo. Por eso Donald Knuth promociona un generador aditivo de números que luego George Marsaglia desacredita. ¿Cómo logra esto Marsaglia? Inventa una prueba estadística en la cual las secuencias producidas por el generador aditivo pasan si son derivadas de un proceso aleatorio, pero que de hecho no pueden pasar.</span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">11 </span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La escena es que un programador y un estadístico luchan sobre un cuadrilátero. El programador quiere un programa eficiente que genere números aleatorios. El estadístico quiere una prueba estadística simple que desacredite los números generados. El programador propone, el estadístico dispone. Mientras que el estadístico no tenga una prueba estadística para desacreditar las secuencias aleatorias generadas por el programa, el programador gana; en cuanto una prueba estadística se “cocine”, el estadístico gana. El juego es sin duda divertido, y responsable de incontables artículos de investigación. Pero nunca puede ofrecer una teoría concluyente de aleatoriedad—el juego no tiene resolución. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="margin-left:18.0pt;text-align:justify;text-indent:-18.0pt; mso-list:l6 level1 lfo3"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> LA ALEARIRIEDAD COMO TEOÍRIA</span></span></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">A lo largo de este ensayo he distinguido deliberadamente entre aleatoriedad, probabilidad y azar. El azar lo dejo a lanzar monedas y a eventos cuánticos. Si el azar es reducible a determinismo o si es fundamentalmente indeterminístico o simplemente ilusorio es un debate al que no me aventuraré aquí. La probabilidad, la medida probabilidad teórica de Kolmogorov de los 30’s es una teoría matemática bien definida inspirada por procesos aleatorios y diseñada para modelar al azar. La aleatoriedad, hasta la fecha, ha sido el intento de los científicos de imitar al azar utilizando métodos determinísticos.</span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">12 </span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Ahora repudiemos todas las pretensiones del azar y la probabilidad y requiramos sólo una cosa de la aleatoriedad: la violación sistemática de un juego fijo de patrones. ¿Cómo se vería tal teoría? Primero necesitamos delimitar una colección de objetos potencialmente aleatorios. Llamemos a tal colección un espacio candidato y denotémoslo por Ω. Los elementos de Ω son candidatos participando para la candidatura—el honor de ser llamados aleatorios. Enseguida necesitamos delimitar una colección de patrones. Los patrones son, si Ud., quiere, obstáculos </span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">que los candidatos deben brincar para recibir la distinción de ser llamados aleatorios. Más precisamente, un candidato </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> en Ω es aleatorio si viola todos los patrones de una colección dada de patrones. Llamemos a tal colección de patrones un espacio patrón y denotarlo por P. Observe que esta es una noción relativa de aleatoriedad—w es aleatorio relativo a P.</span></span></span></span></p></div><div class="Section13"> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Para cada patrón p en P, un candidato w violará o se ajustará al patrón. Por tanto, un patrón no es más que una separación del espacio Ω entre dos subconjuntos no vacíos, desunidos y exhaustivos, donde la inclusión dentro de uno de estos subconjuntos significa ajustarse a p, y la inclusión en el otro, el violar a p. Ahora esto puede ser para algunas matemáticas excesivamente bobas, si no somos cuidadosos. Porque, iniciando con el espacio del candidato Ω, podemos reducir patrones a nada más que una colección de subconjuntos de Ω, digamos, A</span></span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">1</span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">, A</span></span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">2</span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">, …, An. Luego para algún objeto w violar todos estos patrones es simplemente caer fuera de A</span></span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">1</span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">, A</span></span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">2</span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">, …, y An. Por tanto, w es aleatorio si cae en el complemento de A</span></span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">1 </span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">A</span></span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">2 </span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">… An. Además, si este complemento es nulo, entonces no tiene elementos aleatorios con respecto al espacio de patrones {A</span></span><sub><span style="position:relative; top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">1</span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">, A</span></span><sub><span style="position: relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">2</span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">, …, An}. Al nivel más alto de generalidad esto es todo lo que estamos haciendo cuando construimos o encontramos un objeto aleatorio. Por tanto, si el marco que estoy proponiendo para la aleatoriedad ofrece alguna posibilidad interesante, debe hacerlo a un nivel menor de generalidad, donde algunos análisis razonados justifican la elección de patrones relativo a los cuales los candidatos sean juzgados como aleatorios (es decir, consideraciones de complejidad). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Sin embargo, incluso a un nivel puramente teórico se pueden obtener algunos razonamientos útiles. Estamos buscando objetos aleatorios en el espacio candidato Ω con respecto al espacio patrón P. Tomamos los patrones en P como subconjuntos de tal forma que ajustarse a un patrón p en P coincide con el hecho de ser parte de p. Denotemos los objetos aleatorios de Ω relativos a P por:</span></span></span></p><p class="Default"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis4shd5QqrYDZJhhRZLXT87ziTbVAwWkuLihmXO7PPAIEbY4hU32rGfidKJfUse8o4Xb0eBdfHvDkeQLLXBn-KgPqQHcLq0bZpE1HLVxwyf9mwprC2vSwAO-OfCW04q1_LAaM4nrGfbDQ/s1600/tdi-12.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis4shd5QqrYDZJhhRZLXT87ziTbVAwWkuLihmXO7PPAIEbY4hU32rGfidKJfUse8o4Xb0eBdfHvDkeQLLXBn-KgPqQHcLq0bZpE1HLVxwyf9mwprC2vSwAO-OfCW04q1_LAaM4nrGfbDQ/s400/tdi-12.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406572210378922946" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 31px; " /></a><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Considere ahora dos espacios patrón P y P’. Si P’ incluye a P, entonces el </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">/P’ no puede contener más elementos aleatorios que Ω/P. Esto va de acuerdo con la intuición, pues entre más patrones debe violar un elemento potencialmente aleatorio, lo menos probable es que consiga ganar esa distinción. Los patrones ponen obstáculos que los candidatos deben brincar para calificar como aleatorios. Dado que P’ contiene más obstáculos que P, los candidatos tienen más problemas para calificar en relación a P’ que a P.</span></span></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">También es claro a partir de esta formulación general que puede haber muchos patrones, o que los patrones pueden ser elegidos de tal forma que Ω/P esté vacío. Por tanto podemos poner demasiados obstáculos, de tal forma que ningún candidato califique como aleatorio. Este era precisamente el problema con los colectivos de von Mises (1936). Su idea era delinear las secuencias aleatorias infinitas de 0’s y 1’s modeladas sobre la secuencia interminable de giros de una moneda justa. El espacio candidato Ω era por tanto {0,1} y una secuencia aleatoria propuesta debería tener 0’s y 1’s distribuidos aleatoriamente (es decir, la misma proporción de 0’s y 1’s). Von Mises quería forzar esta noción de distribución uniforme lo más lejos que pudiera. Por tanto quería requerir una distribución uniforme de 0’s y 1’s através de todas las subsecuencias de una secuencia potencialmente aleatoria. Esto provó ser un requerimiento muy riguroso.</span></span></span></p></div><div class="Section14"> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Más formalmente, von Mises consideraba la siguiente esperanza: sus candidatos w comprendían todas las funciones desde los números naturales N = {0,1,2,…} hasta el set binario {0.1}, es decir, las secuencias infinitas de 0’s y 1’s. Sus patrones fueron inducidos por subconjuntos infinitos de N como S = {s</span></span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">0 </span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><></span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">1 </span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><></span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">2 </span></span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">< …}. Como von Mises lo vio, para que </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> fuera aleatorio debería estar uniformemente distribuido en cualquier S tal –la aleatoriedad después de todo era el imitar el giro de una moneda justa. Por tanto, un aleatorio </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> debería satisfacer<br /></span></span></span></span></span></p><p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYJdOrDisU_SKS14Ejo5JwE8w4FXTlwBhDHHuSss68lKWnpaGurbiz_l9Bs5Kvhs1oyXfp6hGcBTYrb_r2ES1qAM_aYhlLkh0Yb-ZdjLsRtDhnyBv2jT5d6VM5Is163GFGPg4dAVJ5ms8/s1600/tdi-13.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYJdOrDisU_SKS14Ejo5JwE8w4FXTlwBhDHHuSss68lKWnpaGurbiz_l9Bs5Kvhs1oyXfp6hGcBTYrb_r2ES1qAM_aYhlLkh0Yb-ZdjLsRtDhnyBv2jT5d6VM5Is163GFGPg4dAVJ5ms8/s400/tdi-13.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406573494599481410" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 361px; height: 63px; " /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">para todos los subconjuntos infinitos S de N.</span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Pero esto presenta un problema. Hay simplemente demasiados subconjuntos S para que cualquier candidato </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> pueda satisfacer (4.2) para toda S. Esto puede verse fácilmente. Un aleatorio </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> debe ciertamente estar uniformemente distribuido a lo largo de N y debe por tanto satisfacer</span></span></span></p><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVfxu6V7lmqlAWWbdxcLV-HcV0UJqZjsanBeILUDk7A9ms714SF00OhATEZrcw61hFqM_5cII9WYbVeESkS2_vLmUVwtWZ3Q4tSqkYL-U6xC3wLEj2w-BEmLlL86CX33gvut2EGf9sQDo/s1600/tdi-14.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVfxu6V7lmqlAWWbdxcLV-HcV0UJqZjsanBeILUDk7A9ms714SF00OhATEZrcw61hFqM_5cII9WYbVeESkS2_vLmUVwtWZ3Q4tSqkYL-U6xC3wLEj2w-BEmLlL86CX33gvut2EGf9sQDo/s400/tdi-14.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406573492252657586" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 368px; height: 58px; " /></a><p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Ahora, si escogemos S como tal subconjunto (infinito) de N en el cual w es idénticamente 1, entonces en S</span></span></span></p><p class="Default" style="text-align:justify"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ0BTIW8-Ghfjeb42Ly8bIK5W7x8g9hkrQ_LRWkHz08MNX28dPot7l15NHAklx6P56rZ1n3erht2HkI-NYz0M8NW_NaH1v2dCrCA1srKoM-RsYl6w9bNRhsaRF5rTZi4ZXGBFrVssBjo8/s1600/tdi-15.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ0BTIW8-Ghfjeb42Ly8bIK5W7x8g9hkrQ_LRWkHz08MNX28dPot7l15NHAklx6P56rZ1n3erht2HkI-NYz0M8NW_NaH1v2dCrCA1srKoM-RsYl6w9bNRhsaRF5rTZi4ZXGBFrVssBjo8/s400/tdi-15.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406573498867785954" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 350px; height: 57px; " /></a></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">w ciertamente no puede estar uniformemente distribuido en esta S. De ahí que para cualquier w presumiblemente aleatorio siempre podemos encontrar un subconjunto de N en el cual w parece todo menos aleatorio. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Al permitir demasiados patrones, en efecto cometemos el ahora familiar error de la aleatoriedad, es decir, inventamos patrones para probar la aleatoriedad de un objeto después de que el objeto ha sido presentado. En el ejemplo, precedente, para obtener el límite en la ecuación (4.4) necesitábamos construir S con la base del objeto presumiblemente aleatorio mismo -</span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">. Esto, como hemos observado, es análogo al viejo error estadístico de seleccionar hipótesis estadísticas después de que hubo terminado el experimento y que sus resultados se han examinado. Tal metodología es siempre incorrecta. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Debido a que la idea original de von Mises no pudo ponerse a trabajar, se hicieron intentos de salvarla. El movimiento obvio sería restringir los subconjuntos S que </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> debería satisfacer (4.2). Por tanto se sugirió que (4.2) fuera requerida sólo para los subconjuntos infinitos de N </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="Default"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">que fueran recursivamente numerables (r.e., por sus siglas en inglés) (ver Church, 1940). Dado que sólo contablemente hay muchos programas que generan estos juegos, la colección de juegos r.e., es susceptible de contarse. Además, la medición de consideraciones teóricas implica que casi cada candidato w satisface (4.2) para todos los Ss en tal colección.</span></span><sup><span style="position:relative; top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">13 </span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por tanto los patrones inducidos por los juegos r.e., infinitos dejan muchas secuencias infinitas que son aleatorias con respecto este espacio contable de patrones.</span></span></p></div><div class="Section15"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Mientras que este ejemplo ilustra la teoría de aleatoriedad que persigo, no es el mejor anuncio para mi teoría. El problema con secuencias aleatorias infinitas es que permanecen siendo aleatorias independientemente de los segmentos iniciales finitos. Por tanto para una secuencia infinita de 0’s y 1’s, uno puede cambiar las primeras entradas a 0 sin afectar la aleatoriedad de la secuencia. La aleatoriedad de una secuencia infinita sólo puede ser comprobada al tomar en cuenta el comportamiento limitante completo de la cadena. Estas son malas noticias para cualquiera interesado en las aplicaciones prácticas de la aleatoriedad. Por tanto a continuación me concentraré en la aleatoriedad en contextos infinitos. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Entonces, ¿cómo se vería una teoría sobre aleatoriedad? Ciertamente uno debe iniciar con una colección de objetos potencialmente aleatorios, el espacio candidato Ω. Enseguida debemos encontrar un espacio de patrones P con respecto al cual los objetos en Ω Pueden ser aleatorios. P es directo y problemático al mismo tiempo. P es directo porque sus patrones nos permiten decidir rápidamente si un objeto presumiblemente aleatorio se ajusta al patrón o no (de esta forma los patrones reducen las particiones binarias de Ω). P es problemático porque sus patrones deben ser seleccionados de acuerdo a un razonamiento que justifique el llamar a los elementos de Ω/P objetos aleatorios. Las consideraciones teóricas fijadas entran aquí: P debe ser lo suficientemente grande y lo suficientemente pequeño. Debe ser lo suficientemente pequeño para evitar que Ω/P esté vacío—P siempre puede ser aumentado para que Ω/P esté vacío. Por otra parte, si P’ incluye a P, y si P’ no está vacío, entonces P’ es el P preferible. Por tanto P debe contener todos los patrones que los objetos aleatorios no pueden legítimamente fracasar en romper. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="margin-left:18.0pt;text-align:justify;text-indent:-18.0pt; mso-list:l4 level1 lfo4"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">LA ALEATORIEDAD EN LA PRÁTICA</span></span></span></p><p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La aleatoriedad como el rompimiento sistemático de patrones fijos ha estado implícita en la investigación pasada. Justo antes de introducir su enfoque de complejidad computacional sobre aleatoriedad, Kolmogorov (1965a) escribió un artículo titulado “Sobre Tablas de Números Aleatorios”, cuyo contenido matemático eran sólo combinaciones. En este documento, Kolmogorov se enfocó al problema de construir secuencias numéricas aleatorias de una longitud fija finita. Habiendo decidido la longitud n (algún número natural positivo), entonces procedió sistemáticamente a eliminar secuencias que no pudieran ser aleatorias de acuerdo a cierto criterio frecuentista sobre aleatoriedad. Estas exclusiones sistemáticas constituyeron los patrones que las secuencias no aleatorias no pudieron violar. En esta sección incorporaré el trabajo de Kolmogorov sobre secuencias aleatorias finitas en el marco que estoy desarrollando. Mi tratamiento introducirá suposiciones simplificadoras que no involucran una pérdida de generalidad, sino que también extenderán ciertas ideas implícitas en el trabajo original de Kolmogorov. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><div class="Section16"> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Nuestro espacio candidato es la colección de 2n secuencias de 0’s y 1’s de longitud n. Un candidato </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> es por lo tanto una función de {1, 2, …, n} a {0, 1}. Como con los colectivos de von Mises, nuestra motivación por la aleatoriedad es una distribución uniforme: la proporción de 0’s y 1’s para candidatos aleatorios </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> debe ser aproximadamente la misma. Por tanto, hasta ahora las frecuencias han fallado al no estar uniformemente distribuidas, se han ajustado a patrones y se ha evidenciado una falta de aleatoriedad. La totalidad de los patrones que nos pueden interesar es inducida por la colección </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Σ</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> que comprende todos los subconjuntos no vacíos del juego indicante para Ω, es decir, los subconjuntos no vacíos de {1, 2, …, n}. Para cualquier S en </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Σ</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> la extensión a la cual un candidato w es aleatorio corresponde a que tan cerca<br /><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p><p class="Default" style="text-align:justify"><b><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9rWSlyFxfwtLYXug2q8R_zNDxrRSOr6ll_bmNurMgbcc_D7wm3KCqg6wX3xnVjjXHQ2iGWeWYKhgwVIbCMBlnEucRIZDcRz8Mc63rcL1H_RJUOtCHRROk7IkOkx5t3L1vE3OrHC7GRsk/s1600/tdi-16.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9rWSlyFxfwtLYXug2q8R_zNDxrRSOr6ll_bmNurMgbcc_D7wm3KCqg6wX3xnVjjXHQ2iGWeWYKhgwVIbCMBlnEucRIZDcRz8Mc63rcL1H_RJUOtCHRROk7IkOkx5t3L1vE3OrHC7GRsk/s400/tdi-16.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406575089959650418" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 390px; height: 66px; " /></a><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">está a ½. En la expresión (5.1) |S| denota la cardinalidad de S (la cual es mayor que cero por la forma en que definimos </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Σ</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">). La expresión (5.1) es la proporción de 1’s que </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> tiene en el juego S.</span></span></span></span></b></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Ahora, requerir que esa expresión (5.1) sea igual a ½, es una condición muy restrictiva. Si por ejemplo la cardinalidad de S es un número primo diferente a 2, entonces ningún candidato w puede ser aleatorio con respecto a S—la expresión (5.1) nunca podría tomar el valor de ½. Por tanto queremos a (5.1) cerca de ½ mientras al mismo tiempo nos permitimos algo de holgura. Por tanto fijamos una e positiva y estipulamos que un candidato </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> rompe el patrón prescrito por S si<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p><p class="Default" style="text-align:justify"><b><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQFgHxilUFL0PjtGZjXGECOK0Dd6Bhw6sVq0W-CAQzifklLErD2h1sTCR8LpLOJjBSk6bwMUHYY-MQcrTcXK5L_g1OyYNWbufB5l1771fhu8kJ1JmoQEYOav8DQBg8RFMZDVrSYiotBoA/s1600/tdi-17.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQFgHxilUFL0PjtGZjXGECOK0Dd6Bhw6sVq0W-CAQzifklLErD2h1sTCR8LpLOJjBSk6bwMUHYY-MQcrTcXK5L_g1OyYNWbufB5l1771fhu8kJ1JmoQEYOav8DQBg8RFMZDVrSYiotBoA/s400/tdi-17.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406575091291457042" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 71px; " /></a></span></b></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Estas observaciones son la raíz de las secuencias binarias (n,e)-aleatorias de Kolmogorov.<br /><br /></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">U</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">na cuestión natural aparece ahora: Dados n y </span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">∈</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">, ¿para cuáles subcolecciones de S y candidatos</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> de Ω es satisfecha la desigualdad (5.2)? Realmente dos cuestiones están involucradas aquí: (1) Dada una colección de Ss, ¿podemos encontrar un candidato w que satisfaga (5.2) para cada una de estas Ss? Dado </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">, ¿para cuál Ss es satisfecha (5.2)? La primera cuestión se refiere a si podemos encontrar un objeto aleatorio con respecto a una colección preestablecida de patrones. La segunda se refiere a los patrones que producen un candidato aleatorio </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">. La segunda cuestión es nueva y no aparece en el trabajo de Kolmogorov ni en el de sus sucesores. Kolmogorov se enfoca en la primera pregunta, aunque desde una perspectiva limitada. Examinemos estas cuestiones en turno.</span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Para una colección fija de Ss, ¿existe algún candidato </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> que viole todos los patrones inducidos y por tanto sea aleatorio? Un número de restricciones están luchando una con la otra. Si e es mayor que ½, (5.2) siempre es satisfecha y todo es aleatorio. Por tanto queremos que e sea menor a ½. Una vez que se ha fijado a </span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">∈</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">, es generalmente cierto que el número de </span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">juegos S con respecto al cual el candidato </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> es aleatorio (es decir, rompe al patrón indicado en (5.2) se incrementará con respecto a la longitud n de la secuencia. Pero si </span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">∈</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> e es muy pequeño, entonces cometemos la culpa de requerir que (5.1) sea igual a ½ (un e muy cercano a cero en la desigualdad (5.2) es equivalente a que la expresión (5.1) iguale a ½ exactamente).</span></span></span></span></p></div><div class="Section17"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Otras restricciones son menos obvias. Por ejemplo, los juegos S cuya cardinalidad es muy pequeña con respecto a n, generalmente no serán adecuados para revisar la aleatoriedad de un candidato. Por tomar un ejemplo extremo, si S es un singulete (es decir, un conjunto que contiene un solo elemento), entonces la expresión (5.1) será ya sea 0 o 1 implicando que para cualquier e razonable, la desigualdad (5.2) será violada. Por tanto, con respecto a Ss que son singuletes ningún candidato puede ser aleatorio. Dentro de nuestro marco, cualquier patrón P que incluye por lo menos un singulete no tiene elementos aleatorios; en este caso </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Ω</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">/P estará vacío. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Para un ejemplo más complicado, considere juegos S conteniendo dos elementos. Para simplificar los cálculos asumamos que n es par (n=2k) y restrinjamos nuestra atención a los candidatos </span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ω</span></span></span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> que tienen el mismo número de 0s y 1s (ej., k). (Estas condiciones pueden ser eliminadas sin afectar las conclusiones generales.)<br />Encontramos que</span></span><br /><br /></span></p><p class="Default" style="text-align:justify"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiA5RVgJmS08bsQWGKQlYjSKRq_OwKEVDbuKa8q4yjAbtnyb9UxBJ0cM1cW6tYn99LqsVbxW9WwFnzujHHoBE5PBWMjJ-tL2VTZN2BlZEAejfiN4okjc4dEspD1CMT38lnrR-kpQAskWA/s1600/tdi-18.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiA5RVgJmS08bsQWGKQlYjSKRq_OwKEVDbuKa8q4yjAbtnyb9UxBJ0cM1cW6tYn99LqsVbxW9WwFnzujHHoBE5PBWMjJ-tL2VTZN2BlZEAejfiN4okjc4dEspD1CMT38lnrR-kpQAskWA/s400/tdi-18.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406577989611896994" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 313px; " /></a></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align: justify;">Por tanto para cerca de la mitad de los juegos S con dos elementos las frecuencias son exactamente correctas (cuando (5.6) se obtiene), mientras que para la otra mitad las frecuencias son exactamente incorrectas (cuando (5.5) se obtiene). Además, por un argumento trivial de inclusión-exclusión uno puede elegir k cuyos juegos S (es decir, {1,2},</p> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">{1,3}, …, {1,k} y {1, k+1} para los cuales por lo menos uno de estos juegos satisfará (5.5) sin importar el candidato. En otras palab</span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">ras, uno puede encontrar k patrones inducidos por juegos S de cardinalidad 2 los cuales todos producen candidatos no aleatorios. Si relajamos nuestras suposiciones iniciales, observamos que para una n arbitraria y </span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">∈</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> < ½, podemos encontrar aproximadamente n/2 juegos con 2 elementos para los cuales ningún candidato puede ser aleatorio (ningún candidato puede violar todos los patrones inducidos). Dentro de nuestro marco, para un espacio de patrones P tal, </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Ω</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">/P está vacío.</span></span></p></div><div class="Section18"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Los juegos S en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> que realmente interesaron a Kolmogorov fueron aquellos que, a diferencia de los dos ejemplos precedentes, incluyeron una porción sustancial del juego indicante {1, 2, …, n}. Tales juegos S fueron generados algorítmicamente, y tendieron a inducir patrones que a uno le gustaría ver a secuencias “genuinamente aleatorias” romper. Por tanto el primer S que fue considerado fue el ser indicante entero {1, 2, …, n} –cualquier objeto </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font: minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;"> debería estar uniformemente distribuido dentro de e en este juego. Enseguida, uno debería considerar juegos S conteniendo términos alternativos del juego indicante: {1, 3, 5, …, 2[(n+1)/2] 1} y {2, 4, 6, …, 2[n/2]} (los corchetes indican la mayor función entera). Kolmogorov encontró que al generar juegos de esta forma podría obtener</span></p><p class="Default" style="text-align:justify"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQJus425aGNwdolnmHxEKD02zaHGVXg0LnOuDdvnfXY30OIYhg4-4pvWV9b2TF5-oYkPnrqX6au4mhMKzACikOQboTk95NwXqG9mzHyxDKwS9Hl8aP-cUzoJfZjYBowEJ5HrtuaLR3h64/s1600/tdi-19.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQJus425aGNwdolnmHxEKD02zaHGVXg0LnOuDdvnfXY30OIYhg4-4pvWV9b2TF5-oYkPnrqX6au4mhMKzACikOQboTk95NwXqG9mzHyxDKwS9Hl8aP-cUzoJfZjYBowEJ5HrtuaLR3h64/s400/tdi-19.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406579242954355602" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 381px; height: 49px; " /></a></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">juegos en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> para los cuales por lo menos un candidato </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> fuera aleatorio.<sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt">15 </span></sup>Por tanto el número de patrones para los cuales un objeto aleatorio existe es exponencial en la longitud n de la secuencia.<sup><span style="position:relative; top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt">16 </span></sup><o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Con (5.8) Kolmogorov determinó un límite superior en el número de patrones con los que podría salir y aún obtener un candidato aleatorio. Su algoritmo fijó los patrones, (5.8) limitó el número de patrones, y con esta información Kolmogorov procedió a buscar un candidato aleatorio. Nuestra segunda pregunta revierte todo esto: dado un candidato fijo w, ¿para cuáles patrones (Ss) es </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> aleatorio? ¿Cuáles espacios P de patrones interpretan a w como aleatorio? Kolmogorov fracasó al dirigirse a esta pregunta. Sin embargo, ella ofrece nuevas introspecciones acerca de la aleatoriedad y marca el papel distinguido que las permutaciones (y más generalmente las acciones de grupo) juegan en cualquier teoría sobre aleatoriedad basada en patrones. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Para indicar porqué es esta segunda pregunta importante consideremos el siguiente ejemplo. Suponga que la secuencia <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> = 0011100101 (5.9)<o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">es una secuencia (n,</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">∈</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">)-aleatoria para n = 10 y </span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">∈</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> > 1/10. Encontramos que en S</span><sub><span style="position:relative; top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">0 </span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">= {1, 2, …, 10}. </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">ω</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> está uniformemente distribuida. En S</span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt; mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">1 </span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">= {1, 3, 5, 7, 9}, S</span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">2 </span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">= {2, 4, 6, 8, 10}, S</span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise: -4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">3 </span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">= {1, 2, 3, 4, 5}, y S</span><sub><span style="position:relative; top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">4 </span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">= {6, 7, 8, 9, 10} w está dentro de 1/10 de estar unifor</span></span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">memente distribuida. Considere ahora las siguientes permutaciones del set indicante S<sub><span style="position:relative; top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">0 </span></sub>= {1, 2, …, 10} <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> = (1 8)(2 10) (5.10)<o:p></o:p></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default"><br /></p> </div> <span lang="ES" style="font-family:"Garamond","serif"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ES; mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SAfont-family:";font-size:12.0pt;"> </span> <div class="Section19"> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> = (2 3)(5 6) (5.11)<o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, por ejemplo, permuta {1, 2, …, 10} al intercambiar 1 y 8, lo mismo que 2 y 10. Si nosotros ahora modificamos w aplicando s y t, encontramos que la secuencia resultante de 0’s y 1’s es cualquier cosa menos aleatoria: <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> o </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> = 1111100000 (5.12)<o:p></o:p></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> o </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> = 0101010101 (5.13)<o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">En S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">3 </span></sub>y S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">4 </span></sub>los </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font: minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;"> o </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font: minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;"> fallan lo más posible en estar uniformemente distribuidos; en S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">1 </span></sub>y S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">2 </span></sub>pasa lo mismo para </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> o </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. Pero las permutaciones que alteraron a </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font: minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;"> también alteran los juegos (patrones) de S<sub><span style="position:relative; top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">1 </span></sub>a S<sub><span style="position: relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">4</span></sub>. Por lo tanto </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> transforma a S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">3 </span></sub>y a S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">4 </span></sub>y a S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">4 </span></sub>en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font: minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">3 </span></sub>= {3, 4, 5, 8, 10} y en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">S<sub><span style="position:relative; top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">4 </span></sub>{1, 2, 6, 7, 9} en los cuales </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> o </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> está uniformemente distribuido dentro de 1/10, mientras que </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> transforma a S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise: -4.0pt">1 </span></sub>y S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt; mso-text-raise:-4.0pt">2 </span></sub>en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">S<sub><span style="position:relative; top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">1 </span></sub>= {1, 2, 6, 7, 9} y </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">2 </span></sub>= {3, 4, 5, 8, 10} en los cuales </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> o </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> está uniformemente distribuido dentro de 1/10. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Hay una lección que aprender. Dentro de 0-1 secuencias de longitud 10 que tienen el mismo número de 0’s y 1’s, wo</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> es tan no-aleatorio como es posible. Y aún con respecto a algunas Ss </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> o </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> es justo tan aleatorio como </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. De hecho, cuando sea que w es aleatorio con respecto a S, </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> o </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> es aleatorio con respecto a </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">S, y </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> o </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> es aleatorio con respecto a </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">S. La aleatoriedad realmente depende de cómo vemos las cosas. Los patrones S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">0</span></sub>, S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">1</span></sub>, S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">2</span></sub>, S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">3</span></sub>, S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">4 </span></sub>son los tipos de patrones con los que los humanos se sienten cómodos, son con los cuales nuestros aparatos visuales y preceptúales razonan. Nosotros esperamos que las secuencias aleatorias se encuentren distribuidas aleatoriamente a lo largo de tales patrones agradables. Si por otro lado, nuestros aparatos perceptivos estuvieran config</span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">urados de tal forma que alguna permutación de estos patrones apareciera como más natural (es decir, </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">σ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">S</span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">0</span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">, </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">σ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">S</span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">1</span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">, </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">σ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">S</span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">2, </span></span></sub></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">σ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">S</span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">3</span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">, </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">σ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">S</span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">4</span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">), entonces nuestro sentido de aleatoriedad estaría alterado. </span></span><sup><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">17 </span></span></sup><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;"><o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="margin-left:18.0pt;text-align:justify;text-indent:-18.0pt; mso-list:l5 level1 lfo5"><b>EL PAPEL DE LAS ACCIONES DE GRUPO</b></p><p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Resumamos ahora nuestro trabajo sobre aleatoriedad desde un punto de vista abstracto. Nos ha sido dada una colección de objetos, el espacio candidato </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, donde queremos encontrar objetos aleatorios. La aleatoriedad es entendida como el violar patrones. Generalmente habrá una colección que comprende todos los patrones concebibles que pudieran interesarnos (ver S en la sección anterior). Refirámonos a tal colección como un espacio patrón completo y denotémoslo por F. Mientras que un espacio patrón completo contendrá todos los patrones que pudieran concebiblemente interesarnos, usualmente este será tan amplio como para dejar espacio para aleatoriedad –es seguro que cada candidato dentro de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> se ajustará a algún patrón en F, de tal forma que ningún candidato puede ser aleatorio con respecto a F completo. Por tanto </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">/F típicamente está vacío (si no, especifique </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">/F y sus problemas se acaban). <o:p></o:p></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Por esta razón normalmente consideraremos espacios patrón P que son subconjuntos propios de F. Si tenemos confianza en que el espacio patrón P captura adecuadamente lo que nosotros queremos de aleatoriedad en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, y si es cierto que </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">/P no está vacío, entonces nuestra tarea se reduce a especificar </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">/P, es decir, a encontrar a aquellos candidatos </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> que violan todos los patrones en P. En la última sección el algoritmo de Kolmogorov para generar patrones proporcionó justo el espacio patrón P que Kolmogorov consideró relevante para la aleatoriedad de secuencias finitas 0-1. El límite dado en la expresión (5.8) reflejó que tan grande podría ser tomado </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">/P manteniendo a </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">/P no vacío.</span></p></div><div class="Section20"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Aunque es seguro que el espacio patrón F completo contendría todos los patrones de interés, generalmente no está claro si un espacio patrón P dado proporcionará la noción “correcta” de aleatoriedad para el propósito de un juego, mucho menos una noción universalmente correcta de aleatoriedad. Los espacios patrón no están grabados en piedra. No vienen con un orden de rango natural que nos permita decidir que patrón ofrece “mejor” aleatoriedad que otro. No vienen con banderas que los marquen como los verdaderos portadores de aleatoriedad. Si por alguna razón P estuviera grabado en piedra, entonces la única tarea por hacer sería el delinear los miembros de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">/P. Pero dado que generalmente ese no es el caso, es conveniente revertir la fotografía. Por tanto podemos iniciar con un candidato </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> que es aleatorio para F(</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">). Llamemos a este el espacio patrón en F inducido por </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">viola todos los patrones en F(</span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">) y es un miembro (posiblemente el único) de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">/F(</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">). <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">El problema obvio ahora es relacionar los espacios patrón inducidos F(</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">) para varios candidatos </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">. Esto creo yo que es logrado mejor por medio de acciones de grupo. Consideramos la acción de un grupo </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Γ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> en el espacio candidato. Representemos el grupo </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Γ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> multiplicativamente, denotando al elemento identidad por </span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">∈</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">. Al decir que </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Γ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> actúa en </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Ω</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">, queremos decir que cada elemento del grupo induce una función para sí mismo tal que </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="Default" style="margin-left:36.0pt;text-align:justify;text-indent:-18.0pt; mso-list:l7 level1 lfo6"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">1) </span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">∈</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> es la identidad de la transformación en </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Ω</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">. </span><o:p></o:p></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" style="margin-left:36.0pt;text-align:justify;text-indent:-18.0pt; mso-list:l2 level1 lfo7"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">2) Para cada g y h en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> g(h</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">) = (gh)</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, es decir, composición de las funciones inducidas por </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> espejos en la multiplicación de grupo. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Se deduce de (1) y (2) que las funciones inducidas son de hecho permutaciones (bisecciones) en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">.<sup><span style="position:relative; top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt">18 </span></sup><o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Desde nuestra perspectiva, la acción de grupo de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> se hace interesante cuando el elemento en turno induce una acción de grupo en la espacio patrón completo F. Para ver que una acción de grupo en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> inducirá una acción de grupo en patrones y espacios patrón, es suficiente notar que un patrón individual p es ultimadamente sólo un subconjunto de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. Por lo tanto, para un elemento g del grupo </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> es natural considerar el patrón gp={g</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">|</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">p}. Los espacios patrón P y el espacio patrón completo F están por supuesto compuestos de tales patrones p. Por tanto para g en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> y un espacio patrón P tiene sentido considerar gP={gp|pP}. Dado que la característica distintiva de F como espacio patrón es que contiene todo –debe contener todos los patrones concebiblemente relevantes para la aleatoriedad- no hay problema en elegir que F sea tan grande de forma que esté cerrado bajo la operación de <o:p></o:p></span></p> </div> <span lang="ES" style="font-family:"Garamond","serif"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ES; mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SAfont-family:";font-size:12.0pt;"> </span> <div class="Section21"> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">grupo. Por tanto podemos asumir que para todo g en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, y todo p en F, gp está también en F. Con esta propiedad de encierro, </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> de hecho induce una acción de grupo en el espacio patrón completo F, y manda a los espacios patrón P a los espacios patrón gP. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Con un grupo </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> actuando en ambos </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> y F, se hace posible comparar la aleatoriedad de los candidatos </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> y </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">’ con respecto a los patrones inducidos F(</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">) y F(</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">). Si por ejemplo w¢ está en la órbita de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font: minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;"> (es decir, si hay algún elemento g para el cual g</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> = </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">’), entonces podemos preguntar como F(</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">), gF(</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">) y F(</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">’) pueden compararse. Si </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> es transitivo en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, entonces todos los candidatos pueden ser comparados de esta forma. Una pregunta interesante es si gF(</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">) iguala a F(g</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font: minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">). Si es así, entonces la aleatoriedad de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> y la de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">’ = g</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> son enteramente simétricas –los patrones que rompe </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> para ser aleatorio y los que rompe </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">’ son imágenes en un espejo bajo la acción de grupo. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Notemos que esta explicación abstracta de las acciones de grupo estaba implícita en el ejemplo de Kolmogorov de las secuencias aleatorias finitas descritas en la sección anterior. Existía la colección de secuencias aleatorias finitas de 0-1 con longitud finita n. El grupo actuando era el grupo simétrico en n caracteres, Sn, lo cual sirve como nuestro G. Un elemento g en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> (=S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">n</span></sub>) es por supuesto sólo una biyección en {1,2, …,n}. Por tanto, el que g induzca una función en él debe ser interpretado como sigue: g(</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">) = </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> o g. En efecto, g toma cualquier secuencia </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> de 0’s y 1’s y rearregla estos 0’s y 1’s en un orden diferente. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> también induce una acción de grupo en el espacio patrón completo S, el cual comprende los subconjuntos vacíos S de {1, 2, …, n}. Bajo la acción de un elemento g, S es enviado a su imagen natural bajo el grupo simétrico, a saber gS. Note que S en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> no es en sí mismo un subconjunto del espacio candidato </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. Pero cuando tal S es usado para seleccionar candidatos </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> vía la desigualdad (5.2), S especifica un patrón (es decir, un subconjunto) en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, el cual podemos denotar por p(S). Encontramos una consistencia perfecta en la forma en que la acción de grupo transforma los elementos S de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Σ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, y la forma en que la acción transforma los patrones inducidos por tales Ss: gp(S) = p(gS) para todo g en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, es decir, el patrón inducido por gS es sólo el patrón inducido por S y traducido por g. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Esto concluye nuestro resumen sobre aleatoriedad. He descrito desde un punto de vista abstracto nuestra teoría sobre aleatoriedad en el estado en que se encuentra actualmente. Mi objetivo es el de hacer explícitas las intuiciones calladas que motivan los ejemplos en las secciones 4 y 5. Con esta exposición abstracta en la mano, quiero ahora enfocarme en las acciones de grupo y argumentar que pueden ser usadas para extender nuestra noción sobre aleatoriedad. Una intuición primaria sobre aleatoriedad es la idea de mezclar. Un set de cartas, por ejemplo, no es “aleatorio” hasta que ha sido barajado completamente, es decir, hasta que las cartas han sido adecuadamente mezcladas.<sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt">19 </span></sup>En teoría ergódica uno considera transformaciones de mezclado que toman distintos eventos y los unen de forma que sean probabilísticamente independientes.<sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt">20 </span></sup>En ambos ejemplos, aparecen consideraciones probabilísticas, haciendo imposible el hablar de un objeto fijo dado como objeto aleatorio de la forma en que estoy proponiendo. Pero las intuiciones aquí son fuertes, y vale la pena considerar como esas intuiciones pueden trabajar para nosotros. <o:p></o:p></span></p> </div> <span lang="ES" style="font-family:"Garamond","serif"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ES; mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SAfont-family:";font-size:12.0pt;"> </span> <div class="Section22"> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Por el momento pensemos en un grupo </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> como una bolsa de artefactos para mezclar cosas. Para se concretos, uno puede imaginar una colección de mezcladoras. Algunas de las mezcladoras no funcionan bien, de modo que no logran un mezclado efectivo. Algunas sólo pueden cortar y pulverizar. Otras pueden licuar. Pero las mezcladoras que son mejores al mezclar son las que tienen fuerza industrial que operan a 20,000 rpm. De forma similar, los elementos de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> variarán en que tan bien se mezclan bajo una acción de grupo. Por ejemplo, la identidad </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> será completamente inútil para mezclar cosas. A lo largo de estas contemplaciones no tomo en cuenta los objetos que </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> está mezclando. Al final querremos que </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> mezcle al espacio candidato </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. Pero por ahora estoy interesado en establecer criterios objetivos sobre que tan bien los elementos de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> se mezclan, independientemente de cual espacio </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> esté actuando. Suponga que este es el caso –suponga que podemos enlistar a los elementos de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> de acuerdo a lo bien que se mezclen. Además, asumamos que sea lo que sea que queramos decir por mezclar en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, esta noción está bien definida y es intuitivamente plausible. En particular, nuestras intuiciones para mezclar y la aleatoriedad deben corresponder. ¿Cómo entonces podemos explotar las propiedades de mezclado inherentes en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> para extender nuestra teoría sobre aleatoriedad? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Para ser concretos, imagine</span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">mos una función limitada </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">μ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> del grupo </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Γ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> en los reales no negativos [0,∞) la cual toma valores más altos conforme los elementos del grupo se mezclen mejor. Por tanto para los elementos g y h, si </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">μ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(g)<</span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">μ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(h), entonces h es mejor en mezclarse que g. Dado que </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">μ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> modela la intuición, </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">μ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> obtiene su valor menor en </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">μ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">∈</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">), y es simétrica con respecto a la inversión de grupo, es decir, </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">μ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(g)=</span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">μ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(g</span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">-1</span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">) para g en </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Γ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">. Llamemos a </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">μ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> una medición de mezclado en </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Γ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">.</span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">21 </span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Dado que nuestras intuiciones acerca del mezclado y la aleatoriedad corresponden, queremos especificar esos elementos h que son los mejores al mezclarse, es decir, aquellos h para los que m(h) es igual o está muy cerca de</span></span></p><p class="Default" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Georgia, serif;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsqME6093plAb6S7lestgiXDbho1zfIzfew_3IY3BtT76b3UIpIVJ0goap7Qqn9zjb8FgZdRJimDOJzQAll9b82rWWHWjG53apLgWKqgxWIcloZ0HGRb-yFQ20hBsRKaHknknYwPRoxao/s1600/tdi-20.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsqME6093plAb6S7lestgiXDbho1zfIzfew_3IY3BtT76b3UIpIVJ0goap7Qqn9zjb8FgZdRJimDOJzQAll9b82rWWHWjG53apLgWKqgxWIcloZ0HGRb-yFQ20hBsRKaHknknYwPRoxao/s400/tdi-20.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406581229018173362" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 357px; height: 59px; " /></a></span></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Observar que este máximo existe mientras que se asuma que </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">μ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> está limitado. Con una medición de mezclado como </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">μ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, el problema de encontrar a las mejores mezcladoras en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, si usted quiere, se convierte en un problema directo de optimización.<sup><span style="position:relative;top:-4.0pt; mso-text-raise:4.0pt">22 </span></sup><o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Suponga ahora que hemos resuelto el problema de optimización y encontrado un elemento de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> mezclado óptimamente, llamémoslo h. Suponga además que </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> está actuando en el espacio candidato </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. Nuestra tarea es encontrar un elemento aleatorio en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> (tomado aleatoriamente en su sentido intuitivo sin una referencia explícita hacia patrones aún). ¿Cómo lo haremos? Un primer intento algo ingenuo puede ser el de tomar un candidato aleatorio </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, aplicarle h y llamar al resultado h</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> aleatorio. Pero esto presenta un problema: si </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> es (intuitivamente) no aleatorio y </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">’ es igual a (</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font: minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">), entonces h</span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">’ es sólo el no aleatorio </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. Por este truco, cualquier elemento h óptimamente mezclado tiene imágenes bajo la acción de grupo que son no aleatorias. Aún de forma sorprendente, este truco indica una forma de usar h para obtener elementos aleatorios de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. Si podemos encontrar un candidato w que es intuitivamente lo más no aleatorio posible, y si aplicamos un elemento mezclado <span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">óptimamente (por simetría ambos h y </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> lo harán) a </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, entonces obtenemos un candidato </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">’ que yo proclamo como aleatorio.</span></span></p></div><div class="Section23"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Ciertamente el aplicar h a un candidato arbitrario puede producir no-aleatoriedad, pero ¿por qué debería producir el aplicar el elemento h óptimamente mezclado a un candidato definitivamente no aleatorio </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> un h</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> aleatorio? Aplicar un h óptimamente mezclado a un candidato arbitrario puede en efecto deshacer cualquier aleatoriedad (aún hablando intuitivamente) que estuviera presente en el candidato. Pero un h óptimamente mezclado aplicado a un candidato definitivamente no aleatorio </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> debe resultar en un candidato aleatorio h</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font: minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;"> porque h no puede deshacer nada de la aleatoriedad de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. En efecto, el mezclar tomará algo aleatorio y lo regresará confuso, pero podemos tomar algo confuso y regresarlo inteligible. Vale la pena recordar la conclusión de esa conferencia interdisciplinaria sobre aleatoriedad: Sabemos lo que la aleatoriedad no es, no lo que es. Si sabemos lo que la aleatoriedad no es, entonces tenemos algún caso definido prototípico de no-aleatoriedad (personificado en el candidato </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">). Para tan caso su mezcla con una transformación de mezclado óptimo debe ser aleatoria. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Formulemos estas ideas dentro de nuestro marco: se nos da el espacio candidato </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font: minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">, el espacio patrón F completo, y una acción de grupo de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> en el cual se extiende a F. Nuestra tarea es encontrar un objeto aleatorio en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. Encontramos un candidato prototípicamente no aleatorio </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> -comúnmente esto es sencillo. Enseguida encontramos un elemento h óptimamente mezclado en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> es intuitivamente no aleatorio, pero formalmente aleatorio con respecto al patrón inducido (F</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">). Por otra parte, h</span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, como resultado de un mezclado óptimo de un objeto no aleatorio es intuitivamente aleatorio, y al mismo tiempo formalmente aleatorio con respecto al espacio de patrones traducido hF(</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">) (el cual bajo condiciones adecuadas de simetría de la acción de grupo sobre F puede ser sólo F(h</span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">)). <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Falta aún hacer explícito lo que queremos decir por un elemento de grupo óptimamente mezclado h en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. Un ejemplo ayudará. Dejemos que el espacio candidato sea el de todas las secuencias 0-1 que tengan una longitud de 100 y el mismo número de 1’s y 0’s (50 de cada uno). Tomemos el patrón espacio F como todos los subconjuntos no vacíos de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. Tomemos </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> como el grupo simétrico en 100 caracteres, S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">100</span></sub>. Para g en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> y </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, g</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> es la composición </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> o g, la cual es sólo </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> con sus índices reacomodados. De hecho, dado que cada candidato tiene el mismo número de 0’s y 1’s, para dos candidatos cualquiera </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> y </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">’ hay un elemento de grupo g en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> el cual transforma a </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">’. Por tanto </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> es transitivo en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Enseguida debemos encontrar un elemento prototípicamente no aleatorio de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. Sugiero una secuencia que hemos visto antes (ver sección 2, secuencia (H)): <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">11111111111111111111111111111111111111111111111111 <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">00000000000000000000000000000000000000000000000000. <o:p></o:p></span></p> </div> <span lang="ES" style="font-family:"Garamond","serif"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ES; mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SAfont-family:";font-size:12.0pt;"> </span> <div class="Section24"> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Llamemos a esta secuencia de 50 1’s seguida de 50 0’s, </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. Sea lo que sea que queramos decir con elementos aleatorios de </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> debe ciertamente cae en el otro extremo del espectro. Si </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> es la secuencia menos aleatoria en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, o si algún otro candidato es menos aleatorio, depende del criterio para juzgar la no aleatoriedad el cual será específico de acuerdo a la situación. Yo no tomo esto como un problema en tanto que los casos extremos de no aleatoriedad son obvios. En el ejemplo presente un ejemplo de complejidad a la Kolmogorov ofrecerá una forma de ser que </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> es simple y por tanto no aleatorio. Dado que sabemos que la aleatoriedad no es simple, yo tomo el encontrar elementos prototípicamente no aleatorios como el menor de nuestros problemas. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Esto nos deja con el tener que encontrar un elemento óptimamente mezclado h en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font: minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">. ¿Cómo se verá tal elemento y cómo vamos a encontrarlo? Dejo una teoría general sobre elementos de grupo óptimamente mezclados para otra ocasión, pero permítame ofrecer algo de heurística para el caso presente. </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> (=S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">100</span></sub>) es por definición el juego de todas las permutaciones en {1, 2, 3,, 100}. Por tanto el pensar en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> como una operación de mezclado es preguntar cómo sus elementos mezclan este juego. Dado que {1, 2, 3,, 100} es el juego indicante para las secuencias en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, es plausible conectar la aleatoriedad con el mezclado de {1, 2, 3,, 100} por </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Ahora, hay muchas formas de entender las permutaciones como mezclar a {1, 2, 3,, 100}. Dado que las permutaciones pueden ser descritas como el producto de transposiciones, uno puede preguntar cuál es el número mínimo de transposiciones para representar una permutación aleatoria g. Llamemos a este número mínim</span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">o </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">τ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(g). La función inducida t está limitada por 99 (=n</span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">1</span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">) en </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Γ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">,</span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">23 </span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">toma valores en l</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">os números naturales, asume su valor mínimo de 0 en la identidad (</span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">τ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">∈</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">)=0), y es simétrica con respecto a los inversos (</span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">τ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(g)=g</span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">-1</span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">). Para permutaciones diferentes a la identidad, </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">τ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> es estrictamente positiva. Por ta</span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">nto, uno mide lo bien que h se mezcla viendo que tan cerca </span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">τ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(h) está de</span></span></p><p class="Default" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Georgia, serif;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUfqY6DAJihJPa8Lx_pBX5_PPaTvyM6HVChg6U7LVU6RsV7RHd-wXJjD-QjHHPO0pY9G4sa_K2ys9fjDrKQxo-36g3oxjyK5tWaABvkc_lXoiMykjcFuJNx6TfqwCixLeZ6TR0np-QN60/s1600/tdi-21.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUfqY6DAJihJPa8Lx_pBX5_PPaTvyM6HVChg6U7LVU6RsV7RHd-wXJjD-QjHHPO0pY9G4sa_K2ys9fjDrKQxo-36g3oxjyK5tWaABvkc_lXoiMykjcFuJNx6TfqwCixLeZ6TR0np-QN60/s400/tdi-21.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406584168479937138" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 339px; height: 56px; " /></a></span></span></p><p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Georgia, serif;"><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">τ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> es una medición de mezclado, pero no r</span></span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">ealmente efectiva. Esencialmente, </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> se asegura de que sus elementos óptimamente mezclados muevan a todos los elementos de {1, 2, 3,, 100} a puntos diferentes de los que ocupan actualmente. Por tanto para la permutación h que manda a i a i+1 mod 100 (es decir, la cual cambia todos los números menores que 100 un espacio arriba y lleva a 100 a 0), </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">(h) asumirá el valor supremo en (6.2).<sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt">24 </span></sup>Bajo esta h la secuencia transformada h</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> es casi tan no-aleatoria como el original </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font: minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">. h</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font: minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;"> es solamente</span></span></span></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">11111111111111111111111111111111111111111111111110 <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">00000000000000000000000000000000000000000000000001. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Un enfoque más prometedor al mezclado es a través de una medición de mezclado que yo llamo medida explosiva. Si un grupo actúa en un juego estructurado (como {1, 2, 3,, 100} el cual es ordenado, tiene una medición natural, etc.)., es natural el pensar en mezclado como el<span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;"> la explosión de esta estructura.<sup><span style="position: relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt">25 </span></sup>Por ejemplo, {1, 2, 3,, 100} posee una estructura métrica d dada por el valor absoluto de la diferencia: d(m,n) = |mn|. Uno se puede imaginar una permutación g en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> explotando la estructura métrica d si acerca a m y n (resp. lejos) y los manda a números lejanos (resp. cerca), es decir, si d(m,n) es pequeña (resp. grande), entonces d(gm,gn) es grande (resp. pequeño). Esta propiedad explosiva puede ser capturada por la siguiente medición de mezclado</span></span></p></div><div class="Section25"><p class="Default" style="text-align:justify"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLaPiLMD-wgwHg9iY5CVYxDybB5gkLyuezJj1-1pWezSkkPAPBewCMJRtGuZIWG5PMCG-CyoYPPGqNc-D2PnMKrZ5R2R9D1ojK47uOMP6A53QEjXLN_6WbdOd-mITx5MY4kju5PWpXHXc/s1600/tdi-22.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLaPiLMD-wgwHg9iY5CVYxDybB5gkLyuezJj1-1pWezSkkPAPBewCMJRtGuZIWG5PMCG-CyoYPPGqNc-D2PnMKrZ5R2R9D1ojK47uOMP6A53QEjXLN_6WbdOd-mITx5MY4kju5PWpXHXc/s400/tdi-22.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406584831415858530" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 119px; " /></a></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Aún pueden proponerse otras mediciones de mezclado. En {1,2,3,,100} considere la métrica d¢(m,n) = min(|mn|,100|mn|). Esta medida alternativa en {1,2,3,,100} trata a los números naturales entre 1 y 100 como puntos uniformemente distribuidos alrededor de un círculo. Con esta medición 1 y 100 son adyacentes. En la ecuación (6.3), si sustituimos d’ por d obtenemos una medición de mezclado alternativa, la que podemos denotar como </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ζ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. Pueden introducirse otras modificaciones también. El grupo </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> puede incluir un subconjunto </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Δ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> que a nosotros nos gustaría definitivamente excluir de consideración como elementos de mezclado. Por tanto en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font: minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">(=S<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">100</span></sub>) quisiéramos excluir permutaciones con ciertas estructuras cíclicas. En este caso encontrar elementos de grupo óptimamente mezclados en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> exige encontrar valores supremos para </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ξ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> y </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ζ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> sobre el juego reducido </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ΓΔ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Es evidente que cualquier promedio ajustado (combinación lineal convexa) de mediciones de mezclado en un grupo dado es otra vez una medida de mezclado. Por tanto podemos combinar las mediciones de mezclado </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ξ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> y </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ζ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> en una super-medición w<sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise: -4.0pt">1</span></sub></span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">+w<sub><span style="position:relative; top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">2</span></sub></span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ξ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">+w<sub><span style="position:relative; top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt">3</span></sub></span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ζ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, donde las proporciones son números reales positivos que suman 1. La forma en que las proporciones deben elegirse dependerá de la importancia relativa de las mediciones </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ξ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> y </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ζ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> con respecto al mezclado, de la misma forma que los tamaños relativos de las mediciones de mezclado (</span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ξ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> es siempre por lo menos n<sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt">2 </span></sup>- n mientras que </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">τ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> nunca es más que n). Habiendo escogido las mediciones de mezclado, las proporciones, y el juego </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Δ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> con cuidado, ahora buscamos un h en </span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> que satisfaga</span></p><p class="Default" style="text-align:justify"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUonY2NeqmodVXosClGLQwrrMQr8XxGOk3LRqi_P4luKudp2r9rspmJjq1VWjlrIywJAESLRbvxb6XDF8KNg4uQBnvnHHYU5Up-9WDUTOle5ElAvO0_ED0DwBavRX-O5gIC_s-gWU60Ak/s1600/tdi-23.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUonY2NeqmodVXosClGLQwrrMQr8XxGOk3LRqi_P4luKudp2r9rspmJjq1VWjlrIywJAESLRbvxb6XDF8KNg4uQBnvnHHYU5Up-9WDUTOle5ElAvO0_ED0DwBavRX-O5gIC_s-gWU60Ak/s400/tdi-23.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406585479382378466" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 37px; " /></a></p><p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> <span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">y por tanto transforme un número intuitivamente aleatorio </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> en uno intuitivamente no aleatorio h</span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. Por supuesto, </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"> será formalmente aleatorio con respecto a F(</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">), mientras que hw será formalmente aleatorio con respecto a F(h</span><span style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">) = hF(</span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;font-family:";color:windowtext;">ω</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">). Esto concluye el ejemplo.</span></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Al cerrar esta sección quiero decir una palabra respecto a la construcción de mediciones de mezclado, y más generalmente acerca de los criterios para los elementos de grupo óptimamente mezclados. Mi enfoque en el ejemplo pasado fue estrictamente ad hoc -imaginé propiedades que pensé que elementos de grupo óptimamente mezclados debían poseer para el grupo dado </span><span style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi; font-family:";color:windowtext;">Γ</span><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">, y luego construí mediciones de mezclado para modelar dichas propiedades. Tales mediciones de mezclado establecen los criterios para un mezclado óptimo. Qué tan buenos son esos criterios, qué tan bien hechos pueden ser, y cómo implementar esos criterios computacionalmente son preguntas que dejo para otra ocasión. En el ejemplo precedente ni siquiera he computado un h óptimamente “explosivo” en línea con (6.3). La solución a estos problemas no es directa y requiere un análisis más profundo que lo que es posible en este artículo expositivo. Aún así, espero haber convencido al lector no sólo de que los grupos pueden poseer propiedades intrínsecas de mezclado relevantes a la aleatoriedad, sino también de que estas propiedades de mezclado pueden ser efectivamente especificadas.</span></p></div><div class="Section26"> <p class="Default" style="margin-left:18.0pt;text-align:justify;text-indent:-18.0pt; mso-list:l3 level1 lfo8"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">POSTADA FILOSÓFICO</span></p><p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">¿Qué ha pasado con la alegación de von Neumann sobre el pecado? Francamente ha perdido su sazón. La redefinición es siempre una forma efectiva de alterar estructuras morales, y el caso presente no es la excepción. La consciencia de culpabilidad de von Neumann se derivó de una paradoja: sistemas determinísticos modelaban sistemas aleatorios, y por tanto, los sistemas aleatorios en la medida en que fueran modelados por sistemas determinísticos por definición no podrían ser aleatorios. En esta paradoja von Neumann combinó la aleatoriedad con el azar. Con esta identificación la paradoja es de hecho no tiene solución. Pero cuando la aleatoriedad es redefinida en términos de romper patrones, la paradoja desaparece. Cuestiones de determinismo, azar y probabilidad no tienen cabida. El problema ahora es si un objeto existe y si puede encontrarse que rompe los patrones. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Algo parecido a la revolución copérnica de Kant está pasando aquí. Ciertamente no intento colocar este ensayo en compañía de la primera Crítica de Kant. Pero hay un paralelo en la forma en que la revolución de Kant cambió la relación entre el objeto y el conocimiento, y la forma en que mi redefinición cambió la relación entre objeto aleatorio y patrón. Antes a Kant el conocimiento se había conformado al objeto con el objeto casualmente influenciando el conocimiento. Pero con Kant (1927, p. 22) los objetos deben en adelante adecuarse al conocimiento. Como Allison (1983, p. 30) observa, <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="margin-top:0cm;margin-right:36.0pt;margin-bottom:0cm; margin-left:36.0pt;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify"><span lang="ES" style="font-family:";color:windowtext;"><i>El punto a ser enfatizado es si este “punto de vista cambiado” trae con el una concepción radicalmente nueva de un objeto. Un objeto debe ahora ser entendido como lo que sea que se adecue a nuestro conocimiento, y esto… significa cualquier cosa que se adecue a las condiciones de la mente (ambas sensible e intelectual) para la representación de ella como un objeto. Consecuentemente, un objeto es por su misma naturaleza algo representado… </i><o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">Similarmente, los objetos aleatorios de los que hablo representan un punto de vista cambiado. En tiempos pasados, los objetos aleatorios eran aleatorios porque imitaban al azar. Eran falsificaciones. Mientras que la falsificación pareciera plausible, uno podría decir <o:p></o:p></span></p> </div> <span lang="ES" style="font-family:"Garamond","serif"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ES; mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SAfont-family:";font-size:12.0pt;"> </span> <div class="Section27"> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language: ESfont-family:";color:windowtext;">que eran el producto del azar. Pero la tecnología para descubrir estas falsificaciones fue siempre mejorando. La prueba estadística más reciente siempre era una amenaza para descubrir al “bien establecido” objeto aleatorio. Sin embargo, dentro de este nuevo marco conceptual, las “condiciones para la posibilidad” de tales objetos, para usar una frase kantiana, de ahora en delante descansan con los patrones que juzgan a estos objetos como aleatorios, y no con los objetos mismos. Los patrones se convierten estrictamente en anteriores a los objetos aleatorios. Sin patrones, los objetos son sólo objetos, no objetos aleatorios. <o:p></o:p></span></p> </div> <span lang="ES" style="font-family:"Garamond","serif"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ES; mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SAfont-family:";font-size:12.0pt;"> </span> <div class="Section28"> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify">---</p> </div> <span lang="ES" style="font-family:"Garamond","serif"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ES; mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SAfont-family:";font-size:12.0pt;"> </span> <div class="Section29"> <p class="Default"><span lang="ES" style="mso-bidi-Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><b>NOTAS:</b></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">1 Citado en Knuth (1981, p.1). Es sorprendente como esta casi ligera observación ha sido elevada al nivel de dogma. Además de su estado canónico, esta observación funciona como una de las bromas locales del archivo de los científicos computacionales. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">2 Estos comentarios se derivan de la Conferencia Interdisciplinaria sobre la Aleatoriedad en la Ohio State University, 11-16 de Abril de 1988. Este evento fue significativo por reunir a filósofos, matemáticos, psicólogos, científicos computacionales, físicos y estadísticos a compartir sus pensamientos sobre la aleatoriedad. En referencia a este evento usaré las iniciales ICR. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">3 La fraseología aquí puede parecer al lector como antinatural, porque violar un patrón es igualado a pasar una prueba estadística. Las dos nociones de hecho corresponden: el pasar una prueba estadística es la salida normal esperada; sólo cuando sucede algo inusual esperamos que falle una prueba estadística. El que un evento aleatorio se ajuste a un patrón es inusual; cualquier patrón se piensa que es suficientemente restrictivo de tal forma que romper el patrón se convierte en la salida normal, esperada. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">4 Precisamente dado que las pruebas estadísticas abundan y pueden descalificar a cualquier secuencia supuestamente aleatoria, la noción no calificada de von Mises de los colectivos fundó –ninguna secuencia infinita mantiene las frecuencias correctas sobre todas las subsecuencias. Ver von Mises (1936). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">5 Para la ley fuerte sobre los grandes números ver Bauer (1981, p. 172); para una mirada poco convencional sobre los simios de Huxley ver Wilder-Smith (1975, p.63). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">6 Este ejemplo inspira una revisión masiva del sistema de justicia criminal: con el requerimiento de que todos los giros de la moneda sean justos y se hayan registrado debidamente, sentenciar a un criminal convicto a servir tiempo en prisión hasta que obtenga n giros seguidos, donde n es seleccionado de acuerdo a la severidad de la ofensa. Por tanto, para una sentencia de 10 años en prisión, si asumimos que el prisionero puede hacer girar una moneda una vez cada cinco segundos (esto parece razonable), ocho horas al día, seis días a la semana, y dado que el intento promedio para obtener una secuencia de n soles antes de águilas es 2 (=S1i i2-i), entonces él en promedio intentará obtener una cadena de n soles una vez cada 10 segundos, o 6 intentos por minuto, o 360 intentos por hora, o 2880 intentos en un día de ocho horas de trabajo, o 901440 intentos en un año (asumiendo una semana de trabajo de seis días), o aproximadamente 9 millones de intentos en 10 años. 9 millones es aproximadamente 223. Por tanto si requiriéramos que un prisionero obtuviera 23 soles seguidos antes de ser liberado, podríamos esperar verlo libre en aproximadamente 10 años. Por supuesto que los casos específicos variarían y algunos prisioneros saldrían libres sólo después de una pequeña estancia, y ¡algunos otros nunca obtendrían los elusivos 23 soles! </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">7 Hay algunos teoremas profundos de isomorfismo sobre espacios pulidos, en los cuales el espacio que modela el girar de la moneda es un ejemplo clave. La mayor parte de la teoría de probabilidad moderna puede ser ajustada al marco conceptual abstracto provisto por espacios pulidos. La razón por la que el girar monedas es fundamental es porque todos los </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><div class="Section30"> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">espacios pulidos son (Borel) isomórficos uno con respecto al otro, y por tanto también con respecto al espacio que modela el giro de una moneda. Ver Parthasarathy (1967, pp. 7-15). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">8 Dado que las reglas de la evidencia en la corte requieren una historia causal para condenar a un individuo y no en meras improbabilidades, es concebible que un abogado defendería al administrador de la lotería apelando a la probabilidad infinitamente pequeña de “las cosas simplemente sucedieron así” – después de todo, cualquier cosa es posible. Pero con improbabilidades severas del tipo descrito las historias causales generalmente generalmente están inmediatamente disponibles. Por ejemplo, una investigación del mecanismo de azar de la lotería puede bien indicar un ajuste por parte del administrador de la lotería. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">9 Esto no es para negar que el trabajo de Kolmogorov y Martin-Löf en los 60s ha dejado de inspirar a los matemáticos. Tanto en lógica (ver van Lambalgen, 1989 y Chaitin, 1987) y en propiedades de aleatoriedad (ver Kolmogorov y Uspensky, 1988 y van Lambalgen, 1990) sus ideas continúan dando fruto. Pero en la raíz de ambos enfoques tanto de complejidad tiempo-espacio sobre aleatoriedad es un marco de trabajo teórico de repetición donde la aleatoriedad existe sólo como límite, permitiendo cadenas arbitrariamente largas, programas arbitrariamente largos y tiempos de corrida arbitrariamente largos. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">10 Esto es realmente una apelación a la tesis de Church, es decir, la afirmación de que la computabilidad matemática e intuitiva coinciden. Ver Weihrauch (1987, p. 87). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">11 Ver Knuth (1981, p. 27) para sus observaciones generalmente brillantes sobre el generador aditivo de números. El desafecto de Marsaglia con este generador fue publicado en ICR. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">12 Por métodos determinísticos quiero decir métodos que son obviamente determinísticos, como el correr un programa computacional. El girar una moneda es determinístico en el sentido de que la mecánica newtoniana ofrece predicciones precisas y exactas. Sin embargo, yo tomo el girar monedas como el paradigma del azar e ignoro cualquier determinismo subyacente. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">13 Estoy asumiendo el modelo probabilístico estándar para el girar de una moneda: el espacio producto infinito de {0,1} junto con la medición uniforme del producto. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">14 Puede parecer contraintuitivo el hablar de w como el romper el patrón inducido por S si esta desigualdad es satisfecha. Sin embargo, la intuición subyacente deriva de la probabilidad de girar una moneda la cual dicta que w debería estar distribuida uniformemenete si es aleatoria. Dado que hemos definido la aleatoriedad como el romper patrones, para que w satisfaga la desigualdad (5.2) debe por tanto estar identificada con el rompimiento de un patrón. Este punto es estrictamente una cuestión de terminología. Ver también la nota 3. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">15 El número en (5.8) es esencialmente el recíproco de la probabilidad limitada en la ley de Bernstein de los grandes números, una aguda desigualdad combinatoria que sale de la distribución binomial –ver Kranakis (1986, p. 94). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">16 Compare esto con el enfoque tiempo-complejidad a la aleatoriedad para el cual las funciones tiempo-polinomial son insuficientes para distinguir la pseudo-aleatoriedad de </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><div class="Section31"> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">aleatoriedad genuina. En el presente ejemplo una secuencia potencialmente aleatoria de longitud n debe ser confrontada contra una colección de patrones cuya cardinalidad es exponencial en n, no meramente polinomial en n. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">17 Debería enfatizar que después de todo que estoy tras una teoría matemática sobre aleatoriedad, no una perceptual. Aún así, estas son paralelas –ver Diaconis (1981). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">18 Ver Hungerford (1974, pp. 88-92) para más detalles. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">19 El estadístico Persi Diaconis, un organizador clave de ICR, ha hecho un trabajo significativo en el área de acciones de grupo y aleatoriedad. Al mismo tiempo un mago y un estadístico profesional, ha obtenido resultados en las matemáticas del barajado de cartas (lo cual no es nada más que una acción de grupo disfrazada) lo cual ha traído recientemente a el y a su colega Dave Bayer al ojo público (ver Time Magazine, 22 Enero 1990, p. 62). Sus hallazgos generales eran que 7 barajadas eran necesarias para llevar un mazo de cartas de un estado no aleatorio a uno aleatorio. Ver Diaconis (1988) para su enfoque general sobre aleatoriedad via grupos. Permítame enfatizar que su enfoque es fundamentalmente probabilístico. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">20 Ver Mackey y Lasota (1985, pp. 63-65) para algunas fotografías impactantes generadas por computadora que refuerzan las intuiciones abstractas que motivan la teoría ergódica. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">21 Las mediciones de mezclado no son mediciones en el sentido de funciones aditivas contables de juego. En lugar de eso, son funciones en un grupo cuyos extremos proveen elementos de grupo óptimamente mezclados. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">22 Por lo menos conceptualmente tales problemas de optimizaci</span></span></span><span style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">ٌ</span></span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">ón son directos. En la práctica pueden ser difíciles. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">23 Esto surge directamente de la descomposición de la estructura cíclica de las permutaciones. Ver Hungerford (1974, pp. 46-51). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">24 La permutación (1 2 3 100) puede ser expresada más brevemente como el producto de 99 transposiciones: (1 2)(1 3)(1 4)(1 100). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">25 Esto es claramente evocador del rompimiento de patrones en la aleatoriedad, pero hay algunas diferencias. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">26 Esta sumatoria tiene una formulación como integral para espacios métricos compactos usando probabilidades (semi-) uniformes. Ver Dembski (1990) para el uso apropiado de mediciones en la integración. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><div class="Section32"> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Limitaciones de Reproducción/Copyright </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">A menos de que sea precedido por otro copyright en el texto del artículo previo, este documento es propiedad solamente de Leadership U. No puede ser alterado o editado de ninguna forma. Puede ser reproducido solamente de forma completa para su circulación como “programa de libre acceso”, sin cargo alguno. Todas las reproducciones de este archivo y/o documento deben contener el aviso de Copyright (es decir, Copyright © 1995-2002 Leadership U) y este aviso de limitación de copyright/reproducción. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Este archivo/documento no puede ser usado sin el permiso de Leadership U., para reventa o el mejoramiento de algún otro producto vendido. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">El contenido de algunos archivos también está protegido bajo copyrights adicionales. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> </div> <span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span><p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span></o:p></span></p></div><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhj-iD0RCKqEWHnayYd_5wRKehDLoEWV0rEHWSoG2QoJBcSbxjrGVBt_NQYITvEnrDQEjoev9qdOJwTTqYE0K6LQbRVlF8avMVGBU2PjXiuXeMSzXQBRvfqcHdCTYRDxaobvdeoe10197g/s1600/tdi-10.jpg"></a></span></span><div>---</div><div><br /></div><div><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhj-iD0RCKqEWHnayYd_5wRKehDLoEWV0rEHWSoG2QoJBcSbxjrGVBt_NQYITvEnrDQEjoev9qdOJwTTqYE0K6LQbRVlF8avMVGBU2PjXiuXeMSzXQBRvfqcHdCTYRDxaobvdeoe10197g/s400/tdi-10.jpg" style="text-align: left;display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; cursor: pointer; width: 179px; height: 400px; " border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406566154698277874" /></div><div><br /></div>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-60958081434142589622009-11-20T15:25:00.000-08:002009-11-20T16:26:50.661-08:00Ciencia Alternativa<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0STdxVcZmYLbjVB61EtpLnJkTs2TYNPzMChnk-ZFfPDGu4-OmrmzMfSjDp3aypvbnzx-qSnzJQjP0I1E4uj2XkdP5hygZB8UIySPFuZ93XqUhKcxJPplL9AQ71Hx6owBxo1pr0BCnDHY/s1600/tdi-8.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 148px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0STdxVcZmYLbjVB61EtpLnJkTs2TYNPzMChnk-ZFfPDGu4-OmrmzMfSjDp3aypvbnzx-qSnzJQjP0I1E4uj2XkdP5hygZB8UIySPFuZ93XqUhKcxJPplL9AQ71Hx6owBxo1pr0BCnDHY/s200/tdi-8.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406339416038878242" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-family:Times-Bold;font-size:6;"><b><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><i></i></span></span></p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><i><p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span class="apple-style-span"><i><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Una Entrevista con el Dr. Guillermo González</span></span></span></i></span><i><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span></i><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Por:</span></span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Eduardo Arroyo Pardo y Mario A. López</span></span></span></span></span><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Guillermo González es profesor ayudante de astronomía en la universidad estatal de Iowa. Se doctoró en astronomía en 1993 en la universidad de Washington. Ha realizado trabajos posdoctorales en la Universidad de Texas, en Austin, y en ha recibido cargos docentes, premios y becas de la universidad de Washington, de la Fundación Templeton, de Sigma XI (una sociedad de investigación científica) y de la Fundación Nacional para la Ciencia.</span></span></span></span></span><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">González tiene amplia experiencia en el análisis de datos de observatorios en tierra, incluyendo el Observatorio McDonald, el Observatorio Apache Point y el Observatorio Interamericano de Cerro Tololo. Es un experto mundial acerca de los requerimientos astrofísicos para la habitabilidad y las zonas habitables y es co-fundador del concepto</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">de “Zona Galáctica Habitable”, que ocupó en octubre de 2001 la portada de</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Scientific</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">American</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">(en España, Investigación y Ciencia). Astrobiólogos y astrónomos de todo el mundo hacen investigaciones basadas en sus trabajos sobre las estrellas huésped exo planetarias, la Zona Galáctica Habitable y las gigantes rojas.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">González ha publicado también cerca de 70 artículos en revistas referenciadas de astronomía y astrofísica como</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">The Astrophysical Journal, The Astronomical Journal, Astronomy and Astrophysics, Icarus</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">y</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. Es también coautor de la segunda edición de</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Observational Astronomy, un libro de texto avanzado dedicado a la astronomía.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">En 2004 fue coautor de</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">The Privileged Planet: How Our Place in the Cosmos is Designed for Discovery</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">(El planeta privilegiado: cómo nuestro lugar en el Cosmos está pensado para ser descubierto) junto con Jay Richards.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="mso-margin-top-alt:auto;text-align:justify; line-height:normal"><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">La entrevista que presentamos fue realizada por Eduardo Arroyo, colaborador de elmanifiesto.com</span></span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">y por Mario A. López, presidente de</span></span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ciencia Alternativa</span></span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">(</span></span></span><a href="http://www.ciencia-alternativa.org/"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">www.ciencia-alternativa.org</span></span></span></a><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">).</span></span></span></span></span><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ciencia Alternativa:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Dr. González, ¿podría usted explicarnos, de la manera más sencilla posible, cuál es su especialidad dentro de la astronomía y la física? En su opinión, ¿cuál de estas materias es la más controvertida?</span></span></span></span></span><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Guillermo González:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Soy experto en dos campos generales dentro de la astronomía: espectroscopía estelar cuantitativa y astrobiología. La primera implica el empleo de los espectros de alta resolución para determinar propiedades de las estrellas, como temperatura y composición química. La segunda es un programa de investigación multidisciplinar que intenta determinar las condiciones necesarias para la habitabilidad.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Además de estos dos campos convencionales de investigación, también investigo el Diseño Inteligente (ID) en las ciencias físicas. Este es, con mucho, la investigación más controvertida que hago. Pero la investigación en astrobiología es también controvertida.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">En mi opinión son controvertidas por que a ciertas personas no les gustan las implicaciones de los resultados de la investigación.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ciencia Alternativa:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">¿Ha evolucionado usted desde una “manera estándar” de hacer ciencia? En otras palabras, ¿cómo llegó hasta sus actuales posiciones?</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Guillermo González:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Mientras que aquellos que rechazan el ID por no ser una ciencia legitima dirían que me he desviado desde el modo estándar o aceptado de hacer ciencia, yo diría que la investigación en ID es efectivamente ciencia. Si la ciencia es un método sistemático para descubrir las verdades del universo por medio de la observación, entonces el ID es realmente ciencia. Si, por el contrario, la ciencia queda definida por los edictos de los cuerpos de gobierno de la organizaciones científicas, entonces el ID no es ciencia. Entonces, yo diría que simplemente sigo la evidencia hasta donde me lleva. Y si la evidencia me lleva a concluir que el universo está diseñado solo puedo ser honesto y aceptarlo.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Llegué a apoyar el ID primero por la evidencia del fino ajuste (“fine-tuning”) en la física y la cosmología y más tarde a partir de la evidencia que presentamos en “El planeta privilegiado”.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ciencia Alternativa:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Qué le influyó más a la hora de aceptar ETI (Inteligencia Extraterrestre)? ¿Qué le influyó más para cambiar de opinión?</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Guillermo González:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El gigantesco número de estrellas de nuestro vasto universo fue el factor decisivo para mi apoyo original a ETI. Cambié de opinión acerca de ETI mientras me estaba graduando, cuando comencé a examinar muchos factores relevantes para la habitabilidad del planeta. Aprendí que muchas cosas deben ir bien para que un planeta sea habitable.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Para determinar la probabilidad de ETI, no es suficiente con comprender que existen vastas cantidades de estrellas y planetas. También es necesario tener en cuenta los numerosos “factores de habitabilidad”. En el curso de los años, la lista de factores de habitabilidad ha continuado creciendo, de manera que las probabilidades de ETI continúan cayendo.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ciencia Alternativa:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">¿Puede explicarnos el concepto de “Zona Galáctica Habitable”? ¿Por qué piensa usted que este concepto es relevante?</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Guillermo González:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El concepto de “Zona Galáctica Habitable” (ZGH) describe cómo la habitabilidad varía con el lugar y el tiempo en la Vía Láctea. Sus fronteras quedan definidas por dos clases amplias de procesos: las amenazas para la vida y los bloques de construcción planetarios. Las regiones interiores de la Vía Láctea son más peligrosas mientras que las regiones exteriores contienen menos bloques de construcción planetarios. Como resultado de estas tendencias la región de mayor habitabilidad toma la forma de un anillo en el disco de la Vía láctea. </span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">El concepto de ZGH es relevante tanto para la astrobiología como para el ID. La ZGH es otro factor que debe quedar incluido en cualquier cálculo de probabilidades de ETI en la galaxia de la Vía Láctea.</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Como mostramos en “El planeta privilegiado”, la ZGH no es solo la localización más habitable de la Vía Láctea, también es el mejor sitio para hacer investigación astronómica. Esto es parte de un patrón de evidencia de diseño más amplio que discutimos en “El planeta privilegiado”.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ciencia Alternativa: </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Muchos otros dentro de su campo han admitido que parece como si un superintelecto hubiera “jugado con la física”. ¿Por qué sus ideas son tan controvertidas? ¿No extraen conclusiones parecidas?</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Guillermo González:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Si, yo saco conclusiones similares a esas que cosmólogos y físicos han estado llegando desde los años 50. Por esta razón esperaba que los científicos de las ciencias físicas fueran más receptivos a mi investigación en ID. Ciertamente, varios científicos han respaldado o reseñado positivamente “el planeta privilegiado”. Creo que mi trabajo en ID ha sido controvertido a causa de la controversia general que rodea al debate sobre evolución, creacionismo y anti-darwinismo. Las mismas personas y organizaciones que se opusieron enérgicamente al creacionismo y al criticismo del darwinismo se oponen ahora al ID. Y a menudo mezclan el creacionismo y el ID y no aciertan a distinguir entre la investigación en ID dentro de la biología y la investigación en ID dentro de las ciencias físicas.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">La pasión vertida en la reciente oposición al ID proviene claramente de ateos militantes.Ellos ven las conclusiones de la investigación en ID como un desafío a sus creencias materialistas fuertemente arraigadas, las cuales hacen equivaler a la ciencia en sí misma.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ciencia Alternativa:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Usted ha pagado muy cara su implicación en el movimiento del ID, ¿ha merecido la pena?</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Guillermo González:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ha sido difícil pero lo volvería a hacer. He hecho un cierto número de descubrimientos importantes en astronomía pero ninguno puede compararse en importancia a mi trabajo en ID. Así que sí, ha merecido la pena.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ciencia Alternativa:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> ¿Puede usted explicar al público de habla hispana cómo ha sido su conflicto con la Iowa State University (ISU)? ¿Cree que existe algún tipo de persecución académica dentro del sistema educativo americano?</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Guillermo González:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Fui públicamente acusado y la condena comenzó unos meses más tarde. “El planeta privilegiado” se publicó en marzo de 2004. Un pequeño grupo de ruidosos profesores ateos de la ISU comenzaron a criticarme públicamente en los periódicos locales y en los foros públicos del campus. No me importa que me critiquen. De hecho, lo espero. Las críticas alcanzaron otro nivel en junio de 2005, cuando un documental basado en el libro fue proyectado en la</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Smithsonian Institution</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">en Washington D.C. James Randy, un “esceptico” prominente, orquestó una campaña nacional para conseguir que la Smithsonian</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">cancelase la proyección.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Dos meses más tarde, unos 100 profesores de la ISU, liderados por el profesor ateo de estudios religiosos Héctor Ávalos, firmaron una declaración condenando el ID. Aunque mi nombre no fue mencionado en la declaración, yo era claramente el blanco, pues Ávalos había estado criticándome desde el otoño de 2004. </span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">En el otoño de 2006 me presenté a una plaza. Los profesores de física y astronomía votaron en contra de mi solicitud en noviembre, y el presidente de la ISU hizo pública su decisión final negativa la primavera siguiente. Desde entonces, he apelado la decisión primero ante el presidente y luego ante el consejo de dirección. A fecha de hoy, mi apelación está siendo aún considerada por el consejo de dirección. Las declaraciones realizadas por el presidente y parte del profesorado del departamento de física y astronomía dejan claro que mis investigaciones en ID (el libro de “El planeta privilegiado” y mi trabajo que fue aprobado por la ISU cuando llegué en 2001) fue el factor determinante para negarme la plaza. Esto es claramente una infracción de mi libertad académica. El profesorado dejó que sus prejuicios contra el ID influenciaran sus votos en mi solicitud.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Llegados a este punto, creo que no es posible para un defensor público del ID ser contratado por un departamento de ciencias de las principales universidad americanas. Existe una abierta discriminación de los puntos de vista en las universidades americanas.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ciencia Alternativa</span></b><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">:</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Su conflicto con la ISU, ¿será incluido en la próxima película de Ben Stein Expelled: No Intelligence Allowed</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">(Expulsado: No se permite la inteligencia)?</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Guillermo González:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Si, fui entrevistado para la película. Entiendo que mi historia será incluida en la película cuando se estrene en primavera.</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ciencia Alternativa:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">¿Puede explicarnos, en una breve sinopsis, su trabajo en “El Planeta Privilegiado”?</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Guillermo González:</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">En “El Planeta Privilegiado:</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Cómo nuestro lugar en el Cosmos está pensado paraser descubierto”, Jay Richards y yo aportamos pruebas de diseño empleando datos de las ciencias físicas. Específicamente, mostramos que las mismas condiciones en la mayoría de los lugares habitables también producen las mejores condiciones posibles para el hallazgo científico. Llegamos a esta conclusión después de examinar las pruebas provenientes de las ciencias atmosféricas, geológicas y astronómicas. La correlación entre las condiciones para la vida y las condiciones para el descubrimiento científico es improbable y no es necesaria. La correlación es la que uno esperaría si el universohubiera sido diseñado para que fuera descubierto, y no de otra manera.<br /><br /></span><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ciencia Alternativa:</span></b><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br />Peter Ward, co-autor de “Rare Earth” (Tierra extraña) calificó su trabajo en “El planeta privilegiado” como “una idiotez”. Considerando que usted fue “clave a la hora de atar cabos en el argumento de Rare Earth”, ¿qué tal le sentaron los comentarios del señor Ward? ¿Ha cambiado su relación con él desde su implicación en ID? ¿Por qué?<br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Guillermo González:<br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Peter Ward es una persona muy pasional y a menudo reacciona emocionalmente a las ideas que desafían a las suyas. Dejó de colaborar conmigo en 2001, justo después de que supiera que yo era un defensor del ID. Por entonces me dejó muy claro su intenso rechazo al ID. Esto sucedió mucho antes de que mi libro fuera publicado, de modo que él ya tenía prejuicios contra el ID antes de leerlo.<br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ciencia Alternativa:<br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">¿Cual es su postura acerca de la hipótesis de los multi-versos? ¿Tiene esto implicaciones para las denominadas coincidencias antrópicas?<br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Guillermo González:<br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Me considero un escéptico de la hipótesis de los multiversos. No se como se pueden detectar, de modo conclusivo y observacional, otros universos u otros dominios de nuestro universo. Sin embargo estoy abierto a la posible existencia de universos no observables. Si (y este es un “si” grande) un gran número de universos alternativos existiera realmente, entonces estos podrían explicar las coincidencias antrópicas observadas. Que pudieran explicar los ejemplos más impresionantes del fino-ajuste (“fine-tuning”) dependería del número de universos. En principio, este “prejuicio autoselectivo” solo explica las condiciones necesarias para la vida. Lógicamente, no sabemossi tales universos existen, de manera que esto sigue siendo una explicación especulativa de las coincidencias antrópicas.<br /><br />Pero la evidencia que presento en “El planeta privilegiado” va más allá del fino-ajuste de las condiciones necesarias para la vida. La evidencia del fino ajuste de las condicionesdel hallazgo científico no puede explicarse apelando a la auto selección a partir de los multi-versos. Esto no significa que otros universos no existan, sino solamente que no pueden explicar las propiedades particulares de nuestro universo. En otras palabras, vivimos en un universo extravagante, en uno que tiene algunas propiedades más de las que son necesarias para nuestra existencia.<br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ciencia Alternativa:<br /></span><span class="Apple-style-span" style=" font-style: italic; "><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Aparte de todos los ataques</span></span></span></span><span class="apple-converted-space"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"> </span></span></span></span><span class="apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">ad hominem, ¿ha encontrado algún desafío tremendo contra su trabajo en “El planeta privilegiado”?<br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Guillermo González:<br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">En el capítulo 16, “el alegato escéptico”, aportamos lo que consideramos las críticas más importantes contra nuestras tesis (incluyendo algunas no tan importantes). Estas son críticas que bien las hemos pensado nosotros mismos o bien las hemos encontrado en científicos y filósofos mientras que escribíamos el libro e impartíamos conferencias. No hemos oído ninguna crítica que no esté en el libre. Posiblemente, la crítica más frecuente sea la relacionada con la hipótesis de los multi-versos.<br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ciencia Alternativa:<br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">¿Ha hecho usted planes para escribir otro libro relacionado con el ID?<br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Guillermo González:<br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">De momento no tengo planes para otro libro sobre el ID. Puede que escriba una nueva versión de “El planeta privilegiado” con un nuevo capítulo de actualización, algo parecido a lo que ha hecho Michael Behe con “La caja negra de Darwin”.<br /><br />---<br /></span><span class="Apple-style-span" style=" font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Fuente:<br /></span><span class="Apple-style-span" style=" color: rgb(0, 0, 255); "><a href="http://www.ciencia-alternativa.org/"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Ciencia Alternativa</span></span></a></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; line-height: normal; "><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Times-Bold;"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p></i></span><p></p> <p class="MsoNormal"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></span></p></b></span><p></p>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-87846543273975612712009-11-20T15:08:00.000-08:002009-11-20T15:24:56.722-08:00Utilizando la Teoría del Diseño Inteligente para guiar la Investigación Científica<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigzqGFSEbBQFsp2ZEamtOLLPt7ZNKm6MkpdM2V0scFxsAC9ed0zPuWTJT1Bi9_6dPTHm_eJF0KWYADcBu5HfnqR2p9oAmfVyuSNxhLv0l2XsONu6PKcEvyOsAgqpXfVab69ybjpO5YvTA/s1600/tdi-7.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 138px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigzqGFSEbBQFsp2ZEamtOLLPt7ZNKm6MkpdM2V0scFxsAC9ed0zPuWTJT1Bi9_6dPTHm_eJF0KWYADcBu5HfnqR2p9oAmfVyuSNxhLv0l2XsONu6PKcEvyOsAgqpXfVab69ybjpO5YvTA/s200/tdi-7.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406327932664927794" /></a><div class="Section1"><p class="Default" align="center" style="text-align:center"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 19px; "></span></p><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Por: </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><b>J</b></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><b>onathan Wells</b>, Ph.D.<br />Senior Fellow, Discovery Institute<br />Mayo 10, 2004</span></span></div><p></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES">La Teoría del Diseño Inteligente (ID, por sus siglas en inglés) puede contribuir a la ciencia por lo menos en dos niveles. En un nivel, el ID trata de inferir a partir de evidencia, si una cierta característica del mundo fue diseñada. Este es el nivel donde operan el filtro explicativo de William Dembski y el concepto de Michael Behe de complejidad irreductible. También es el nivel que ha recibido la mayoría de la atención en los años recientes, porque la existencia de incluso una sola característica diseñada en los seres vivos (por lo menos en los anteriores a los humanos) le daría la vuelta a la teoría Darwiniana de la evolución, la cual actualmente domina la biología occidental. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES">En otro nivel, el ID puede funcionar como una “metateoría”, dando lugar a un marco conceptual para la investigación científica. Al sugerir hipótesis susceptibles de experimentación acerca de las características del mundo que han sido sistemáticamente ignoradas por otras metateorías (como la de Darwin), y conduciendo al descubrimiento de nuevas teorías, el ID podría demostrar indirectamente su productividad científica. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES">En noviembre del 2002, Bill Dembski, Paul Nelson y yo visitamos las oficinas principales de Ideation, Inc. Ideation es un negocio próspero basado en TRIZ, un acrónimo de la frase rusa que significa “Teoría de Soluciones Inventivas de Problemas”. Basado en un análisis de patentes exitosas, TRIZ provee guías para encontrar soluciones para problemas específicos de ingeniería o manufactura. Cuando el presidente de Ideation nos llevó a comer, nos dijo que antes de que el ID pudiera ser tomado seriamente tendría que resolver problemas reales. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><b><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES">TOPS<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">Me inspiré en esto para bosquejar algo que llamé la Teoría de Solución de Problemas de Organismos (TOPS). Hablando estrictamente, supongo que el equivalente biológico de TRIZ analizaría experimentos exitosos para buscar guías para resolver problemas de investigación presentados por hipótesis existentes. Sin embargo, elegí intentar un enfoque distinto: tal y como lo formulé, TOPS sugiere como el ID podría conducir a nuevas hipótesis y descubrimientos científicos.</span></span></b></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES">TOPS inicia con la observación de que la evidencia es suficiente para garantizar al menos la aceptación provisional de dos proposiciones: (1) La evolución Darwiniana (la teoría que propone que las características nuevas de los seres vivos se originan a través de selección natural actuando en variaciones aleatorias) es falsa, y (2) el ID (la teoría de que muchas características de los seres vivos sólo pudieron haberse originado por medio de un agente inteligente) es cierta.<br /><br />TOPS entonces rechaza explícitamente varias implicaciones de la evolución Darwiniana. Estas incluyen: (1a) La implicación de que los seres vivos son mejor entendidos del fondo hacia arriba, en términos de constituyentes moleculares. (1b) Las implicaciones de que las mutaciones del DNA son la materia prima de la evolución, que el desarrollo embrionario está controlado por un programa genético, que el cáncer es una enfermedad genética, etc. (1c) La implicación de que muchas características de los seres vivos son vestigios inútiles de procesos aleatorios, así que es una pérdida de tiempo inquirir en sus funciones.</span></p></div><div class="Section2"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Finalmente, TOPS asume como hipótesis de trabajo que varias implicaciones del ID son verdaderas. Estas incluyen: (2a) La implicación de que los seres vivos son mejor comprendidos de arriba hacia abajo, como seres orgánicos irreduciblemente complejos. (2b) Las implicaciones de que las mutaciones del DNA no conducen a la macroevolución, que el programa de desarrollo de un embrión no se reduce a su DNA, que el cáncer se origina en características estructurales superiores a la célula en lugar de en su DNA, etc. (2c) La implicación de que debe presumirse que todas las características vivientes tienen una función hasta que se pruebe lo contrario, y que la ingeniería de reversa es la mejor forma de entenderlas. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Es importante notar que “implicación” no es lo mismo que “deducción lógica”. La evolución Darwiniana no excluye de forma lógica las implicaciones del ID aquí listadas, ni el ID excluye de forma lógica todas las implicaciones de la evolución Darwiniana. Un darwinista puede aceptar la idea de que otras características en el embrión además de su DNA influencian su desarrollo, y los darwinistas pueden (y de hecho lo hacen) usar ingeniería de reversa para entender las funciones de las características de los seres vivos. Además, un punto de vista del ID no descarta de forma lógica programas genéticos o la idea de que algunas características de los seres vivos pudieran ser vestigios inútiles de la evolución. Las diferencias entre la evolución Darwiniana y el ID que forman el punto de partida de TOPS no son exigencias lógicas mutuamente excluyentes, sino diferencias de énfasis. El objetivo de TOPS no es mostrar que la evolución Darwiniana conduce por pasos lógicos a conclusiones falsas, sino explorar qué pasa cuando se utiliza ID en lugar de una teoría evolucionista como marco de trabajo para hacerse preguntas de investigación. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Tomemos, por ejemplo, la investigación hecha en vastas regiones de genomas de vertebrados que no codifican proteínas. Desde una perspectiva neo-darwinista, las mutaciones del DNA son la materia prima de la evolución porque el DNA codifica proteínas que determinan las características esenciales de organismos. Dado que regiones que no codifican, no producen proteínas, los biólogos darwinistas los han desechado por décadas como ruido evolucionista aleatorio o “DNA basura”. Desde el punto de vista del ID, sin embargo, es extremadamente improbable que un organismo gaste sus recursos en preservar y transmitir tanta “basura”. Es mucho más probable que las regiones “no codificadoras” tengan funciones que simplemente aún no hemos descubierto. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Investigaciones recientes muestran que el “DNA basura” tiene, de hecho, funciones antes insospechadas. Aunque la investigación fue hecha en un marco darwinista, sus resultados llegaron como una completa sorpresa para la gente que trata de formular preguntas de investigación dentro del marco darwinista. El hecho del que el “DNA basura” no sea basura ha emergido no gracias a la teoría de la evolución, sino a pesar de ella. Por otra parte, la gente que formula preguntas de investigación en un marco de ID presumiblemente hubiera buscado las funciones de las regiones no codificadoras del DNA, y ahora podríamos saber considerablemente más de ellas.</span></p></div><div class="Section3"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><b>TOPS y el cáncer<br /></b>En noviembre del 2002, decidí aplicar TOPS a un problema biomédico específico. No siendo una persona tímida, decidí atacar al cáncer.</span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Aprendí rápidamente al revisar la literatura científica que el cáncer no está correlacionado con anormalidades a nivel cromosómico –un fenómeno llamado “inestabilidad cromosómica” (Lengauer et al., 1998). La inestabilidad cromosómica, en turno, está correlacionada con anormalidades del centrosoma –particularmente la presencia de centrosomas extras o alargados. Un número creciente de investigadores tratan al cáncer no como una enfermedad del DNA, sino como una “enfermedad centrosomal” (Brinkley and Goepfert, 1998; Pihan et al., 1998; Lingle and Salisbury, 2000). En 1985, publiqué una hipótesis sobre como los centrosomas podrían producir una fuerza para dividir las células que empuja a los cromosomas fuera de los polos del huso (Wells, 1985). Los biólogos celulares hace ya tiempo que conocen esta “fuerza polar de eyección” o “viento polar” (Rieder et al., 1986; Rieder and Salmon, 1994), pero el mecanismo sigue siendo desconocido. La fuerza ha sido atribuida a elongación microtubular y/o a proteínas motoras asociadas a microtubos, pero ninguna de estas explicaciones se ajusta a todos los hechos (Wells, 2004). <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">En la hipótesis que propuse en 1985, interacciones magnéticas en el centrosoma causarían que los microtubos del huso se “bambolearan” como un vórtice de laboratorio, aunque a una frecuencia mucho mayor y una amplitud mucho menor, produciendo una fuerza centrífuga dirigida hacia fuera de los polos. Luego me di cuenta (con la ayuda del físico David Snoke) que las interacciones magnéticas que había propuesto en 1985 no funcionarían. En el 2002 se me ocurrió, sin embargo, que el concepto aún viable del vórtice podría ayudar a explicar el lazo entre los centrosomas y el cáncer: centrosomas muy numerosos o muy grandes producirían una fuerza polar de eyección muy fuerte, dañando a los cromosomas y conduciendo a la inestabilidad cromosomal. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Si la fuerza polar de eyección fuera realmente el lazo entre los centrosomas y el cáncer, de cualquier forma, y la fuerza polar de eyección ocurriera debido a un movimiento de tipo vórtice de los microtubos del huso, ¿cuál podría ser el mecanismo que produce este movimiento? Mi atención inmediatamente giró hacia los centríolos. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Los centrosomas en células animales contienen centríolos, pequeños organelos de longitudes menores a una millonésima de metro. Excepto por su papel en nuclear cilios y flagelos eucarióticos, sus funciones precisas permanecen siendo un misterio (Pueble et al., 2000). Nunca han sido un objeto favorito de estudio dentro del marco de la teoría Darwiniana, porque aunque se replican cada vez que una célula se divide, no contienen DNA (Marshall and Rosenbaum, 2000), y no tienen intermedios evolutivos de los cuales reconstruir filogenias (Fulton, 1971).</span></p></div><div class="Section4"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Las células de plantas superiores no contienen centríolos (Luykx, 1970; Pickett-Heaps, 1971); ni producen una fuerza polar de eyección como la que se observa en las células animales (Khodjakov et al., 1996). Se me ocurrió que esta correlación puede no ser accidental. Los centríolos pueden ser la fuente de la fuerza polar de eyección, y también la clave para entender el cáncer. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Utilizando microscopía electrónica, los centríolos se ven como pequeñas turbinas. Usando TOPS como mi guía, concluí que si los centríolos se ven como turbinas pueden de hecho ser turbinas. Utilicé ingeniería de reversa para formular una hipótesis cuantitativa, que pueda ser sujeta a experimentación, ligando a los centríolos, la fuerza polar de eyección y al cáncer. Esa hipótesis esta resumida a continuación, y la versión técnica detallada (Wells, 2004) ha sido enviada para su publicación a un journal de biología. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><b>Los centríolos como pequeñas turbinas<br /></b><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Los centríolos son de forma casi cilíndrica, y cuando maduran tienen típicamente un diámetro de cerca de 0.2 </span><span style="color:windowtext">μ</span><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">m y una longitud de cerca de 0.4 </span><span style="color:windowtext">μ</span><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">m. Al extremo del centríolo más cercano al centro de la célula se le llama “próximo”, y al otro “distal”. El organelo está compuesto de nueve grupos de microtubos. Estos están organizados en terminales triples a cerca de la mitad de distancia del extremo distal, el cual consiste de microtubos dobles (Stubblefield and Brinkley, 1967; De Harven, 1968; Wheatley, 1982; Bornens, et al., 1987).</span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Los microtubos triples que componen la mitad cercana del centríolo forman navajas con una inclinación de aproximadamente 45 grados con respecto a la circunferencia. Varios autores han notado que los microtubos triples tienen una disposición del tipo de una turbina. Si el centríolo fuera de hecho una pequeña turbina, el fluido que sale a través de las navajas causaría que el organelo rotara de acuerdo a las manecillas del reloj si se le ve desde el extremo próximo. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Para que la turbina centriolar gire, debe haber un mecanismo para bombear fluido a través de las navajas. Se han observado estructuras helicoidales en los lúmenes de los centríolos (Stubblefield and Brinkley, 1967; Paintrand et al, 1992). Las estructuras helicoidales también han sido observadas en asociación con el aparato de par central que rota dentro de un ciliar o axonema flagelar (Goodenough and Heuser, 1985; Mitchell, 2003), y los axonemas son nucleados por cuerpos basales que son interconvertibles con los centríolos (Pueble et al., 2000). Si la hélice dentro de un centríolo rota como el aparato central de un axonema, podría funcionar como un “tornillo de Arquímedes”, un destapacorchos que drenaría fluido hacia dentro a través del extremo próximo y lo forzaría a salir por las navajas de la turbina del triplete de microtubos. </span></p></div><div class="Section5"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">La bomba helicoidal podría ser provista de energía por dineína. La dineína produce movimientos mediados por microtubos en los axonemas de cilios y flagelos, aunque su modo de acción en los centríolos tendría que ser diferente del anterior. Los cilios y flagelos se mueven por un deslizamiento basado en dineína entre los microtubos dobles (Brokaw, 1994; Porter and Sale, 2000). En los centríolos, sin embargo, las únicas estructuras parecidas a la dineína parecen estar asociadas con columnas internas en el lumen. (Paintrand et al., 1992) Las moléculas de dineína en esas columnas podrían operar una bomba de tornillo de Arquímedes interna al interactuar con sus navajas helicoidales. Por analogía con el aparato de par central en los axonemas, la hélice dentro de un centríolo rotaría presumiblemente a cerca de 100 Hz. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><b>La dinámica de un par de centríolos<br /></b><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">La mayoría de los centrosomas contienen un par de centríolos conectados cerca de sus extremos próximos y orientados a ángulos rectos uno respecto al otro (Bornens, et al., 1997; Paintrand et al., 1992; Bornens, 2002). El miembro más viejo (“madre”) de un par de centríolos se distingue del menor (“hija”) por varias estructuras, incluyendo “accesorios del distal” que se proyectan a un cierto ángulo de los filos cercanos al distal de los microtubos dobles, y “accesorios subdistales” que forman un collar grueso alrededor de la mayor parte de la mitad entre el distal y el centríolo madre y sirven como ancla para los microtubos que se extienden hacia el huso (Paintrand et al., 1992; Piel et al., 2000). Cuando los centríolos están aislados bajo condiciones bajas en calcio, los apéndices subdistales se disocian de la pared del centríolo madre mientras que los apéndices dístales permanecen conectados a él (Paintrand et al., 1992). Estas características son consistentes con un modelo en el cual los accesorios subdistales forman un cojinete conectado al citoesqueleto de la célula, y los apéndices dístales forman un reborde que mantiene al centríolo madre en su cojinete. </span><span style="color:windowtext">(Figura 1).<br /></span></span></p><p class="Default" style="text-align:justify"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPh9OnTVX_CMhPvXN20IhhS80lmn5_L1SV9AmRJ6vQv9tml_UcABGJQlyBj-DKzuYNnbIPHbYPjjF7kTvxDB9Gt6J4p5zlCcBrlBVPjr-vSrDexra7tp1N73myeJpohOcnkAajHI2dfGs/s1600/tdi-6.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPh9OnTVX_CMhPvXN20IhhS80lmn5_L1SV9AmRJ6vQv9tml_UcABGJQlyBj-DKzuYNnbIPHbYPjjF7kTvxDB9Gt6J4p5zlCcBrlBVPjr-vSrDexra7tp1N73myeJpohOcnkAajHI2dfGs/s320/tdi-6.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406326625623175218" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 308px; height: 320px; " /></a></p></div><div class="Section6"> <p class="Default" style="margin-top:0cm;margin-right:36.0pt;margin-bottom:0cm; margin-left:36.0pt;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Figura 1. Sección transversal del un par de centríolos. (M) Centríolo madre. (D) Centríolo hija. Note las hélices internas en cada uno de ellos. (a) Accesorios subdistales. (b) Microtubos del huso (los cuales están anclados a los accesorios subdistales). (c) Accesorios dístales. En la hipótesis presentada aquí, los accesorios subdistales funcionan como un cojinete y los accesorios dístales como un reborde. La elipse es la cápsula centromatriz que comprende al par de centríolos. </span><o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify;text-indent:36.0pt">El centríolo hija, restringido por su conexión próxima a la madre, no rotará en su propio eje; en cambio, oscilará completo a lo largo del eje largo del centríolo madre. Sin embargo, la hija aún funcionará como turbina, produciendo un torque que presionaría al centríolo madre lateralmente contra la pared interna de su cojinete. El torque de la hija causará por tanto que el par de centríolos gire excéntricamente, produciendo un “bamboleo” parecido al movimiento de un vórtice de laboratorio.</p><p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">El par de centríolos está rodeado por una red estructural de filamentos de 12-15 nm de diámetro llamados la “centromatriz” (Schnackenberg et al., 1998). El fluido dentro de la cápsula de centromatriz no permanece estacionario, sino que es agitado en forma circular por el giro del centríolo hija. Podría parecer que la fricción contra la pared interna de la centromatriz podría ofrecer una enorme resistencia a tal movimiento; sin embargo, sorpresivamente, la resistencia podría ser baja debido a “nanoburbujas” (Tyrrell and Attard, 2001; Steitz et al., 2003; Ball, 2003). Nanoburbujas de 200 nm de diámetro y 20 nm de espesor pueden producir una superficie compuesta de filamentos hidrofóbicos de 12-15 nm de fricción casi nula. Si se mantiene el suministro de poder de forma continua por parte de la bomba helicoidal dentro del centríolo madre, los cálculos muestran que el par de centríolos podría alcanzar una velocidad angular de más de 10 kHz a la mitad del camino, por medio de división celular (ver el Apéndice Matemático). <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><b>Los centríolos y la fuerza polar de eyección<br /></b>Los accesorios subdistales que forman el cojinete para el par de centríolos que giran también ancla a los microtubos que se extienden dentro del huso (Paintrand et al., 1992; Piel et al., 2000). Otros microtubos están anclados en el material pericentriolar que rodea la centromatriz. Justo como un vórtice imparte su bamboleo a un tubo de ensaye colocado en él, así hace el centrosoma con los microtubos que de él emanan. Presumiblemente los microtubos del huso no transmitirán este movimiento de forma tan uniforme como las paredes rígidas de vidrio de un tubo de ensayo, pero pueden ser lo suficientemente rígidas para inducir a los objetos dentro del huso a soportar movimientos no diferentes a los que contiene un tubo de ensayo en un vórtice. Vale la pena notar a este respecto que los microtubos en arreglos ordenados exhiben más tiesura que la que se esperaría para cilindros rígidos que no interactúan entre sí (Sato et al., 1998). Los objetos dentro del huso entonces soportan cierta frecuencia, movimientos circulares de pequeña amplitud perpendiculares a los microtubos polares, como fue propuesto originalmente por Wells (1985). Los objetos en la mitad de un huso bipolar por tanto experimentarían una fuerza centrífuga lateral hacia fuera del eje largo del huso. Los cálculos (ver Apéndice Matemático) muestran que esta fuerza podría ser mayor a cinco veces la fuerza de gravedad. El arreglo cónico de los microtubos convertiría parte de ella en una componente paralela al eje del huso, produciendo una fuerza más pequeña tendiente a mover los objetos de forma radial, alejándolos del polo. El bamboleo producido por un par de centríolos en giro podría por lo tanto generar una fuerza polar de eyección.</span></p></div><div class="Section7"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><b>Implicaciones para el cáncer<br /></b>Si los centríolos generan una fuerza polar de eyección, la presencia de demasiados pares de centríolos en cualquiera de los polos puede resultar en una excesiva fuerza polar de eyección que sujeta a los cromosomas a un estrés inusual que causa rompimientos y traslocaciones. Incluso más seria que la presencia de centríolos extra sería una falla de los mecanismos de control que normalmente cierran las turbinas centriolares al comienzo de una anafase, porque los pares de centríolos entonces se continuarían acelerando y generando fuerzas polares de eyección mayores a las normales.</span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Una fuerza polar de eyección debida a centríolos podría ser en parte generada por niveles intracelulares de calcio. En células animales que se dividen, el inicio de una anafase está normalmente acompañado de un aumento transitorio en la concentración de Ca<sup><span style="position:relative; top:-5.0pt;mso-text-raise:5.0pt">+ </span></sup>intracelular (Poenie et al., 1986). Concentraciones elevadas de Ca<sup><span style="position:relative; top:-5.0pt;mso-text-raise:5.0pt">2+ </span></sup>pueden conducir a una flexión asimétrica o a la quietud en los axonemas de los flagelos del esperma del erizo de mar (Brokaw, 1987). Esto puede ser debido a un cambio inducido por Ca<sup><span style="position:relative;top:-5.0pt;mso-text-raise:5.0pt">2+ </span></sup>en la dirección del movimiento de la energía de los brazos de dineína (Ishijima et al., 1996), o a un efecto en el aparato del par central (Bannai, et al., 2000). Si la bomba helicoidal que está dentro de un centríolo está conducida por dineína, entonces, un aumento en la concentración de calcio intracelular podría disminuirla. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Vale la pena notar a este respecto que un buen número de estudios recientes han reportado un lazo entre el calcio y la deficiencia de vitamina D con varios tipos de cáncer. Suplementos dietarios de calcio pueden reducir modestamente el riesgo de cáncer colorectal (McCullough et al., 2003), y parece haber una correlación inversa entre los niveles de vitamina D y el cáncer de próstata (Konety et al., 1999). Análogos y metabolitos de vitamina D inhiben el crecimiento de células cancerosas de próstata in vitro (Krishnan et al., 2003) y en vivo (Vegesna et al., 2003), y además tienen un efecto similar en células de cáncer de mama (Flanagan et al., 2003). Si los centríolos generan una fuerza polar de eyección, la correlación entre los niveles de calcio y vitamina D con el cáncer podría ser una consecuencia –por lo menos en parte- del papel del calcio en apagar las turbinas centriolares al inicio de una anafase. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><b>Discusión<br /></b>Stubblefield y Brinkley (1967) propusieron que movimientos secuenciales de los microtubos triples del centríolo hacen girar una hélice interna, la cual ellos creyeron ser DNA, con el fin de facilitar el ensamble del microtubo. Desde entonces está claro, sin embargo, que los centríolos no contienen DNA (Marshall and Rosenbaum, 2000). En la hipótesis aquí propuesta, el centríolo es una pequeña turbina compuesta de navajas de microtubos triples accionada por una bomba helicoidal interna. Esto es lo contrario a la idea de Stubblefield y Brinkley de que los microtubos triples accionan la hélice interna.</span></p></div><div class="Section8"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Bornens (1979) sugirió que los centríolos que giran rápidamente, accionados por un ATPasa en estructuras voltereta en sus extremos proximales, funcionan como giroscopios para proveer un sistema inercial de referencia para la célula y generar oscilaciones eléctricas que coordinan los procesos celulares. En la hipótesis propuesta aquí, los centríolos que giran rápidamente producirían oscilaciones altas de baja amplitud en los microtubos del husillo, que son mecánicos, no eléctricos como Bornens propuso. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Hay varias formas de probar esta hipótesis. </span><span style="color:windowtext">Dos de ellas son: <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="margin-top:0cm;margin-right:36.0pt;margin-bottom:0cm; margin-left:36.0pt;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;mso-ansi-language:ES">Debería ser posible detectar oscilaciones en los microtubos del huso temprano en prometafase por microscopía de inmunofluorescencia y tecnología de cámaras de alta velocidad. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="margin-top:0cm;margin-right:36.0pt;margin-bottom:0cm; margin-left:36.0pt;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext;mso-ansi-language:ES">Debería ser posible regular la fuerza polar de eyección al aumentar la concentración de calcio intracelular durante la prometafase o bloquear su aumento al inicio de la anafase.</span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES">Si la hipótesis presentada aquí soporta esta y otras pruebas experimentales, entonces puede contribuir a entender mejor no sólo la división celular, sino también el cáncer. </span></p></div><div class="Section9"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><b>Reconocimientos<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">El autor reconoce con agradecimiento las útiles sugerencias de David W. Snoke, Keith Pennock y Lucy P. Wells. El autor también agradece a Joel Shoop por producir la ilustración y a Meter L. Maricich por asistirnos con el análisis matemático.,</span></b></span></p><p class="Default" style="text-align:justify">----<br /><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Referencias</span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ball, P., 2003. How to keep dry in water. Nature 423, 25-26. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Bannai, H., Yoshimura, M., Takahashi, K., Shingyoji, C., 2000. </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Calcium regulation of microtubule sliding in reactivated sea urchin sperm flagella. J. Cell Sci. 113, 831-839.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Bornens, M., 1979. The centriole as a gyroscopic oscillator: implications for cell organization and some other consequences. Biol. Cell. 35, 115-132.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Bornens, M., 2002. Centrosome composition and microtubule anchoring mechanisms. Curr. Opin. Cell Biol. 14, 25-34.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Bornens, M., Paintrand, M., Berges, J., Marty, M-C., Karsenti, E., 1987. Structural and chemical characterization of isolated centrosomes. Cell Motil. Cytoskeleton 8, 238-249.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Brinkley, B.R., Goepfert, T.M., 1998. Supernumerary centrosomes and cancer: <span class="Apple-style-span" style="font-size: 16px; "><span lang="EN-US" style="color:windowtext; mso-ansi-language:EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Boveri's hypothesis resurrected. </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Cell Motil. Cytoskeleton 41, 281-288. Brokaw, C.J., 1987. Regulation of sperm flagellar motility by calcium and cAMPdependent phosphorylation. J. Cell. Biochem. 35, 175-184.</span></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Brokaw, C.J., 1994. Control of flagellar bending: a new agenda based on dynein diversity. Cell Motil. Cytoskeleton 28, 199-204.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">De Harven, E., 1968. The centriole and the mitotic spindle, in: Dalton, A.J., Haguenau, F. (Eds.), Ultrastructure in Biological Systems, v. 3: The Nucleus, Academic Press, New York, pp. 197-227.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Flanagan, L., Packman, K., Juba, B., O'Neill, S., Tenniswood, M., Welsh, J., 2003. Efficacy of vitamin D compounds to modulate estrogen receptor negative breast cancer growth and invasion. J. Steroid Biochem. Mol. Biol. 84, 181-192.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fulton, C., 1971. Centrioles, in: Reinert, A.J., Ursprung, H., (Eds.), Origin and Continuity of Cell Organelles, Springer-Verlag, New York, pp. 170-221.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Goodenough, U.W., Heuser, J.E., 1985. Substructure of inner dynein arms, radial spokes, and the central pair/projection complex of cilia and flagella. J.Cell Biol. 100, 2008-2018.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ishijima, S., Kubo-Irie, M., Mohri, H., Hamaguchi, Y., 1996. Calcium-dependent bidirectional power stroke of the dynein arms in sea urchin sperm axonemes. J. Cell Sci. 109, 2833-2842.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Khodjakov, A., Cole, R.W., Bajer, A.S., Rieder, C.L., 1996. The force for poleward chromosome motion in Haemanthus cells acts along the length of the chromosome during metaphase but only at the kinetochore during anaphase. J. Cell Biol. 132, 1093-1104.</span></span></p></div><div class="Section10"> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Konety, B.R., Johnson, C.S., Trump, D.L., Getzenberg, R.H., 1999. </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Vitamin D in the prevention and treatment of prostate cancer. Semin. Urol. Oncol. 17, 77-84.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Krishnan, A.V., Peehl, D.M., Feldman, D., 2003. Inhibition of prostate cancer growth by vitamin D: regulation of target gene expression. J. Cell. Biochem. 88, 363-371.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Lengauer, C., Kinzler, K.W., Vogelstein, B., 1998. Genetic instabilities in human cancers. Nature 396, 643-649.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Lingle, W.L., Salisbury, J.L., 2000. The role of the centrosome in the development of malignant tumors. Curr. Top. Dev. Biol. 49, 313-329.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Luykx, P., 1970. Cellular mechanisms of chromosome distribution. Int. Rev. Cytol. Suppl. 2, 1-173.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Marshall, W.F., Rosenbaum, J.L., 2000. Are there nucleic acids in the centrosome? Curr. Top. Dev. Biol. 49, 187-205.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">McCullough, M.L., Robertson, A.S., Rodriquez, C., Jacobs, E.J., Chao, A., Jonas, C., Calle, E.E., Willett, W.C., Thun, M.J., 2003. Calcium, vitamin D, dairy products, and risk of colorectal cancer in the cancer prevention study II nutrition cohort (United States). Cancer Causes Control 14, 1-12.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Mitchell, D.R., 2003. Reconstruction of the projection periodicity and surface architecture of the flagellar central pair complex. Cell Motil. Cytoskeleton 55, 188-199.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Paintrand, M., Moudjou, M., Delacroix, H., Bornens, M., 1992. </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Centrosome organization and centriole architecture: their sensitivity to divalent cations. J. Struct. Biol. 108, 107-128.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Pickett-Heaps, J., 1971. The autonomy of the centriole: fact or fallacy? Cytobios 3, 205-214.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Piel, M., Meyer, P., Khodjakov, A., Rieder, C.L., Bornens, M., 2000. The respective contributions of the mother and daughter centrioles to centrosome activity and behavior in vertebrate cells. J. Cell Biol. 149, 317-329.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Pihan, G.A., Purohit, A., Wallace, J., Knecht, H., Woda, B., Quesenberry, P., Doxsey, S.J., 1998. Centrosome defects and genetic instability in malignant tumors. Cancer Res. 58, 3974-3985.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Poenie, M., Alderton, J., Steinhardt, R., Tsien, R., 1986. Calcium rises abruptly <span class="Apple-style-span" style="font-size: 16px; "><span lang="EN-US" style="color:windowtext; mso-ansi-language:EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">and briefly throughout the cell at the onset of anaphase. </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Science 233, 886-889.</span></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Porter, M.E., Sale, W.S., 2000. The 9 + 2 axoneme anchors multiple inner arm dyneins and a network of kinases and phosphatases that control motility. J. Cell Biol. 151, F37-F42.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Preble, A.M., Giddings, T.M. Jr., Dutcher, S.K., 2000. Basal bodies and centrioles: <span class="Apple-style-span" style="font-size: 16px; "><span lang="EN-US" style="color:windowtext; mso-ansi-language:EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">their function and structure. </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Curr. Top. Dev. Biol. 49, 207-233.</span></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Rieder, C.L., Davison, A.E., Jensen, L.C.W., Cassimeris, L., Salmon, E.D., 1986. Oscillatory movements of monooriented chromosomes and their position relative to the spindle pole result from the ejection properties of the aster and half-spindle. J. Cell Biol. 103, 581-591.</span></span></p></div><div class="Section11"> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Rieder, C.L., Salmon, E.D., 1994. Motile kinetochores and polar ejection forces dictate chromosome position on the vertebrate mitotic spindle. J. Cell Biol. 124, 223-233.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Sato, M., Schwartz, W.H., Selden, S.C., Pollard, T.D., 1988. Mechanical properties of brain tubulin and microtubules. J. Cell Biol. 106, 1205-1211.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Schnackenberg, B.J., Khodjakov, A., Rieder, C.L., Palazzo, R.E., 1998. The disassembly and reassembly of functional centrosomes in vitro. Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 95, 9295-9300. Steitz, R., Gutberlet, T., Hauss, T., Klösgen, B., Krastev, R., Schemmel, S., Simonsen, A.C., Findenegg, G.H., 2003. Nanobubbles and their precursor layer at the interface of water against a hydrophobic substrate. Langmuir 19, 2409-2418.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Stubblefield, E., Brinkley, B.R., 1967. Architecture and function of the mammalian centriole, in: Warren, K.B. (Ed.), Formation and Fate of Cell Organelles, Academic Press, New York, pp. 175-218.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Tyrrell, J.W.G., Attard, P., 2001. Images of nanobubbles on hydrophobic surfaces and their interactions. Phys. Rev. Lett. 87, 176104/1-176104/4.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Vegesna, V., O'Kelly, J., Said, J., Uskokovic, M., Binderup, L., Koeffle, H.P., 2003.<br /><br />Ability of potent vitamin D3 analogs to inhibit growth of prostate cancer cells in vivo. Anticancer Res. 23, 283-290.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Wheatley, D.N., 1982. The Centriole: A Central Enigma of Cell Biology, Elsevier, Amsterdam.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Wells, J., 1985. Inertial force as a possible factor in mitosis. BioSystems 17, 301-315.</span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color:windowtext;mso-ansi-language: EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Wells, J., 2004. A hypothesis linking centrioles, polar ejection forces, and cancer. Submitted for publication.</span></span></p> </div> <span style="font-family: 'Times New Roman', serif; "><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; font-size: small; ">Apéndice Matemático Esto es sólo un resumen, para detalles ver Wells (2004).</span></div></span><div class="Section12"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Una bomba rotatoria helicoidal causaría que un fluido U fluyera hacia el extremo proximal del centríolo de esta forma: <span class="Apple-style-span" style="font-size: 16px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">U = 4πφR</span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise: -4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">o</span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">θtanθ(R</span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt; mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">o</span></span></sub><sup><span style="position:relative; top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">2</span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">-R</span><sub><span style="position: relative;top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">i</span></span></sub><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">2</span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">) <span class="Apple-style-span" style="font-size: 16px; "><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">donde </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">φ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> y </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">θ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> son la velocidad angular y tono de la hélice, respectivamente; R</span><sub><span style="position:relative;top:4.0pt;mso-text-raise: -4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">o </span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">es el radio del lumen centriolar (y por ende el radio externo de las navajas de la hélice); y R</span><sub><span style="position:relative; top:4.0pt;mso-text-raise:-4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">i </span></span></sub><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">es el radio de la columna central que las navajas hacen girar. Ignorando el espesor de las navajas, y usando valores derivados de micrografías electrónicas de los centríolos y medidas de rotaciones del par central en cilios, se ha calculado que el flujo U está en el orden de U ≈ 10</span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt; mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">-19 </span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">m</span><sup><span style="position:relative; top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">3 </span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">s</span><sup><span style="position: relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">-1</span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">.</span></span></span></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">El torque </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">τ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> producido por la turbina centriolar sería la componente tangencial del producto de la velocidad y la masa del fluido moviéndose a través de los huecos por segundo, multiplicada por la distancia de las navajas de la turbina respecto al eje de rotación (aproximadamente el radio exterior del centríolo). La velocidad y el flujo de masa pueden ser calculados a partir de U, el área aproximada de los huecos entre las navajas de la turbina y la densidad del fluido que está siendo bombeado a través de ellos. Dado que el radio exterior del un centríolo es aproximadamente 0.1 </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">μ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">m, el torque resultante sería del orden de </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">τ</span></span><span style="color:windowtext;mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">≈ 10</span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">-28 </span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">kg m</span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">2 </span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">s</span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">-2</span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">En la equivalente rotacional de la ley de Newton de la fuerza, la aceleración angular sería α = τ/I <span class="Apple-style-span" style="font-size: 16px; "><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">en la cual I es el momento de inercia efectivo del par de centríolos en giro. Este sería del orden de 10</span><sup><span style="position:relative; top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">-29 </span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">kg m</span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">2 </span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(para la derivación ver Wells, 2004), así que la aceleración angular producida por el torque del centríolo madre sería del orden de </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">α</span></span><span style="color:windowtext;mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">≈ 10 s</span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">-2</span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">. Asumiendo una fricción despreciable (debido a las nanoburbujas), este torque causaría que la velocidad angular del par de centríolos se incrementara cerca de 10 Hz cada segundo. Un minuto después de iniciar, el par de centríolos estaría girando a cerca de 600 Hz; después de 20 minutos (es decir, cerca de la mitad de la división celular), el par estaría girando a cerca de 12,000 Hz.</span></span></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Los centríolos orientados ortogonalmente impartirían un bamboleo a los microtubos del huso y producirían una aceleración centrífuga </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">β</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> dada por <span class="Apple-style-span" style="font-size: 16px; "><span style="color: windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">β</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;mso-ansi-language: ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> = (</span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">α</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">t)</span><sup><span style="position: relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">2</span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">dtan</span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">ε</span></span></span></span></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">en la cual t es el número de segundos que han transcurrido desde que las turbinas iniciaron, d es la distancia de un objeto respecto al centrosoma, y </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">ε</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> es la excentricidad del bamboleo. Si la excentricidad del bamboleo es 1º, entonces veinte minutos después del inicio, se esperaría que un objeto a 20 </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">μ</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">m del polo del huso fuera sujeto a una aceleración centrífuga </span></span><span style="color:windowtext"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">β</span></span><span lang="ES" style="color:windowtext;mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> de aproximadamente 50 m s</span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">-2</span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, cerca de cinco veces mayor que la aceleración de la gravedad. </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="color:windowtext;mso-ansi-language:ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> (A1)</span></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span style="color:windowtext"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> (A2)</span></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align: justify;"><span style="color:windowtext"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> (A3)</span></o:p></span></p></div>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-27887319486355777412009-11-20T13:51:00.000-08:002009-11-20T14:53:39.721-08:00Los Significados de Evolución<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvbqvSpIS6t5mPiu26gJ7P6D1vi8HOrAfreWh3MwCCDVzQbsuPW8KpS4Qfz5FOiszsFXrv__dcLev8J0QXnQ4uxRGDlOTuhWDc66ozGUOZS4DcPu4IeJgxllSbRro3zlPw4OVJLybZVus/s1600/tdi-5.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 156px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvbqvSpIS6t5mPiu26gJ7P6D1vi8HOrAfreWh3MwCCDVzQbsuPW8KpS4Qfz5FOiszsFXrv__dcLev8J0QXnQ4uxRGDlOTuhWDc66ozGUOZS4DcPu4IeJgxllSbRro3zlPw4OVJLybZVus/s200/tdi-5.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406320260178407282" /></a><div class="Section1"><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por:</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Stephen C. Meyer y Michael Newton Keas<br /></span></span></b></p><b><div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La evolución y las teorías de la evolución son cosas fundamentalmente diferentes,” testificó el zoólogo Maynard M. Metcalf, el primer testigo experto de la defensa en el juicio de Scopes de 1925. La observación de Metcalf en el “juicio del siglo” marcó oficialmente el inicio de la discusión pública sobre los diferentes significados de </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">evolución </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">para los propósitos de la educación científica. “El hecho de la evolución es una cosa que es perfecta y absolutamente clara,” explicaba Metcalf, “pero hay muchos puntos –puntos teóricos sobre los métodos por los cuales la evolución ha salido a flote- para los cuales no poseemos aún conocimiento científico para tener una respuesta. (1)<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br />La afirmación de Metcalf sugirió, como muchos biólogos modernos lo han notado, que el término </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">evolución </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">puede significar cosas distintas. Su comentario también sugirió que no todas las acepciones de evolución tienen el mismo significado epistemológico. Podemos afirmar confiadamente que la evolución “ha ocurrido”, explicó Metcalf, pero podemos tener más incertidumbre sobre cómo ocurrió.</span></span></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Metcalf hizo esta distinción para mostrar a la corte que la crítica a la evolución en un sentido no necesariamente contaba como crítica a la evolución en otros sentidos. El asumir lo contrario sería cometer una equivocación. El temía que la confusión entre el hecho de la evolución y la teoría de la evolución justificara el excluir toda la enseñanza sobre la evolución simplemente porque algunos aspectos de teoría de la evolución no tenían el mismo grado de confirmación que otros (2).<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br />Por supuesto, los profesores de ciencia también deben evitar la equivocación, aún sólo porque no deseen confundir a sus estudiantes. Aún para profesores de biología, esto puede ser difícil –dados los muchos significados separados que el término </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">evolución </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">ha llegado a poseer. Como ha mostrado el biólogo Keith Stewart Thomson, el término </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">evolución </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">puede tener más de sólo dos significados (3).</span></span></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Un uso equivocado del término propone una dificultad práctica para los profesores de ciencia. Los buenos profesores de ciencia deben definir los términos cuidadosamente y usarlos consistentemente para evitar el mezclar ideas diferentes. Los buenos profesores de biología deben separar las distintas ideas asociadas con la evolución para ayudar a los estudiantes a evaluar cada idea de forma separada y distinguir la evidencia y observaciones, por una parte, de las inferencias y teorías, por la otra. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES" style="color:black;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Thomson identificó por lo menos tres significados distintos asociados con la evolución en la biología contemporánea: el cambio con respecto al tiempo, ascendencia común, y los mecanismos naturales que producen cambio en los organismos. (4)</span></span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Este ensayo refinará más profundamente estas distinciones y presentará seis significados distintos. Al hacer eso, queremos ayudar a los educadores de la ciencia a distinguir sentidos bien establecidos de aquellos menos bien establecidos sobre el término </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">evolución</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">. También </span></span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">queremos ayudar a los profesores a evitar falsas controversias sobre sentidos del término que disfrutan de amplia confirmación y apoyo científico y ayudarlos a explicar las controversias verdaderas que permanecen sobre proposiciones más teóricamente discutibles. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Las siguientes definiciones desarrollan y distinguen aquellos significados múltiples, los cuales proponemos como guías para una instrucción clara sobre biología. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"></p><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia; ">LOS PRINCIPALES SIGNIFICADOS DE EVOLUCIÓN EN LOS LIBROS DE TEXTO DE BIOLOGÍA </span></div><span lang="ES"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br /></span></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">1 - Cambio con respecto al tiempo; historia de la naturaleza; cualquier secuencia de eventos en la naturaleza.</span></div></span></span><span lang="ES"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia; font-weight: normal; ">2 - Cambio en las frecuencias de alelos en el banco genético de una población.</span></div><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: georgia; ">3 - Descendencia común limitada: la idea de que grupos particulares de organismos han descendido de un ancestro común.</span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><div style="text-align: justify;">4 - Los mecanismos responsables del cambio requerido para producir descendencia limitada con modificación, selección natural actuando principalmente sobre variaciones o mutaciones aleatorias.</div><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><div style="text-align: justify;">5 - Descendencia universal común: la idea de que todos los organismos han descendido de un ancestro común único.</div><div style="text-align: justify;">6. La tesis del “relojero ciego”: la idea de que todos los organismos han descendido de ancestros comunes solamente por medio de procesos materiales no guiados, desprovistos de inteligencia, sin propósito, como selección natural actuando sobre variaciones o mutaciones aleatorias; que los mecanismos de la selección natural, mutación y variación aleatoria, y quizás otros mecanismos similarmente naturalistas, son completamente suficientes para explicar la apariencia de diseño en los organismos vivos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Observemos estas seis definiciones de evolución.</div></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br /></span></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">1 - Evolución como cambio con respecto al tiempo. La naturaleza tiene una historia; no es estática. Las ciencias naturales tratan con la evolución en su primera acepción –cambio con respecto al tiempo en el mundo natural- cuando buscan el reconstruir series de eventos pasados para contar el relato de la historia de la naturaleza (5).</span></span></span><sup><span style="position:relative; top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Los astrónomos estudian los ciclos de vida de las estrellas; los geólogos ponderan los cambios en la superficie de la tierra; los paleontólogos notan cambios en los tipos de vida que han existido a través del tiempo, como se representan en el registro de roca sedimentara (sucesión fósil); los biólogos denotan la sucesión ecológica dentro de los registros de la historia humana, los cuales pueden, por ejemplo, haber transformado una isla estéril en una madura y boscosa comunidad isleña. Aunque el último ejemplo no tiene mucho que ver con la teoría evolucionista neo-darwiniana, aún cabe dentro del primer sentido general de evolución como progresión histórica natural o secuencia de eventos.</span></span></span></span></div></span></span></span></span><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br />2 - Evolución como Cambio en la Frecuencia de Genes: Los genetistas de poblaciones estudian los cambios en las frecuencias de alelos en bancos genéticos. Este sentido muy particular de la evolución, aunque no tiene importancia teórica, está cercanamente relacionado con una gran colección de observaciones precisas. Los estudios de melanismo de las polillas moteada, aunque actualmente en disputa, están dentro de los más celebrados ejemplos de estudios de su tipo en microevolución (6)</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Para el genetista, el cambio en la frecuencia de los genes es “evolución en acción.”<br /><br />3 - La evolución como Descendencia Común Limitada. Virtualmente todos los científicos (incluso muchos creacionistas) estarían de acuerdo en que la docena de Darwin o los más conocidos como las especies de pinzones de las Islas Galápagos probablemente descienden de una única especie sudamericana de pinzón. Aunque tal “evolución” no ocurrió durante la breve escala de tiempo de la vida de los científicos a partir de Darwin (como en el caso de la polilla moteada), el patrón de distribución biogeográfica de estas aves sugiere fuertemente para la mayoría de los científicos que todas estas aves comparten un ancestro común. La evolución definida como “descendencia común limitada” designa la científicamente no controvertida idea de que muchas variedades distintas de organismos similares dentro de las diferentes especies, géneros o incluso familias están relacionadas por ascendencia común. Note que es posible para algunos científicos aceptar la evolución cuando se define en este sentido sin necesariamente aceptar la evolución como una descendencia universal común –esto es, la idea de que todos los organismos están relacionados por una ascendencia común.<br /><br />4 - La evolución como un Mecanismo que Produce Cambio Limitado o Descendencia con Modificación. El término evolución también se refiere al mecanismo que produce el cambio morfológico implicado por la descendencia común limitada o descendencia con modificaciones a través de generaciones sucesivas. La evolución en este sentido se refiere principalmente al mecanismo de selección natural actuando en variaciones genéticas o mutaciones aleatorias. Este sentido del término se refiere a la idea de que el mecanismo de variación/selección puede generar por lo menos un cambio biológico o morfológico limitado dentro de una población. Casi todos los biólogos aceptan la eficacia de la selección natural (y fenómenos asociados, como el efecto fundador y la deriva genética) como mecanismo de especiación. Aún así, muchos científicos ahora cuestionan si tales mecanismos pueden producir la cantidad de cambio requerida para explicar a los órganos completamente nuevos o planes corporales que emergen del registro fósil. Por esto, casi todos los biólogos aceptarían que el mecanismo de variación/selección puede explicar variaciones relativamente pequeñas dentro de grupos de organismos (significado de evolución #4), incluso aunque algunos de esos biólogos cuestionen la suficiencia del mecanismo (significado de evolución #6) como una explicación del origen de las grandes innovaciones morfológicas en la historia de la vida.<br /><br />5. La evolución como una Descendencia Universal Común. Muchos biólogos usan comúnmente el término evolución para referirse a la idea de que todos los organismos están relacionados por una ascendencia común a partir de un único organismo viviente. Darwin representó la teoría de la descendencia universal común o descendencia universal “con modificación” con un “árbol de ramificaciones”, el cual mostraba que todas las formas presentes de vida habían emergido gradualmente con el paso del tiempo de uno o muy pocos ancestros comunes. La teoría de Darwin sobre la historia biológica es generalmente referida conocida como una visión monofilética porque muestra a todos los organismos como relacionados ultimadamente a una sola familia.<br /><br />En el Origen de las Especies, Charles Darwin argumentó para su teoría de descendencia universal común en las bases de que era la mejor explicación para una número de evidencias biológicas, incluyendo la sucesión fósil, la distribución biogeográfica de especies (como los pinzones de las Galápagos), la existencia de órganos aparentemente sub-óptimos o inútiles, y la existencia de estructuras homólogas y similaridades embriológicas en organismos que de otra forma serían disimilares.<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br />La presumible fuerza de la argumentación de la descendencia universal común ha conducido a muchos científicos a tratar a esta teoría como si fuera un hecho. Maynard M. Metcalf y más recientemente Stephen Jay Gould y Michael Ruse han estado entre los abogados prominentes de la idea de que la evolución definida como “ascendencia universal común” califica como hecho. Cada uno de estos abogados articuló esta visión al servir como testigo experto en un juicio creación-evolución. Aún así, como uno de nosotros (Meyer) ha argumentado en respuesta a Michael Ruse, la descendencia común universal no es, hablando estrictamente, un hecho (7).</span></span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Como Meyer notó:<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Hablando estrictamente, la descendencia común es una inferencia abductiva o histórica, como el Profesor Ruse mismo reconoce cuando habla más exactamente de “inferir filogenias históricas.” Como fue definido por C.S. Pierce, las inferencias abductivas intentan establecer causas pasadas al observar efectos presentes. (Como tal, es más preciso referirse a la descendencia común como una teoría acerca de hechos, es decir, una teoría sobre lo que de hecho sucedió en el pasado.) Desafortunadamente, tales teorías, y las inferencias utilizadas para construirlas, pueden ser notoriamente indeterminadas. Como apunta Elliot Sober, muchos pasados posibles comúnmente corresponden a un estado presente dado. Establecer el pasado con certidumbre, o incluso, por encima de una duda razonable, puede por lo tanto ser muy difícil</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> (8).</span></span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise: 4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup></span></span></span></span></span></p></div><div class="Section2"><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Aunque la visión monofilética de Darwin sobre la historia de la vida ha reinado como la teoría dominante durante la mayoría del siglo veinte, un buen número de biólogos ahora cuestionan esa visión con bases en la evidencia. Estos científicos ahora ver a la diversidad presente y la disparidad de organismos como originada de muchas formas ancestrales y muchas líneas de descendencia. Aquellos que favorecen una visión llamada polifilética o de orígenes múltiples separados sobre la historia de la vida ahora citan evidencia de la paleontología, embriología, bioquímica y biología molecular en apoyo a su teoría (9).</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La evolución en su quinta acepción no sólo especifica que toda la vida comparte una ascendencia común, sino que implica que virtualmente no existen límites a la cantidad de cambio morfológico que puede ocurrir en los organismos. Asume que organismos relativamente simples pueden, dado el tiempo adecuado, cambiar para ser organismos mucho muy complejos, o diferentes, y que estos organismos pueden a su vez ser alterados por el proceso evolutivo para convertirse aún en nuevos organismos. Por tanto, la evolución en este sentido exige la idea de un cambio biológico irrestricto. Esa visión ahora es confrontada por los biólogos que ven el cambio biológico como limitado y que favorecen una visión polifilética de la historia de la vida, en la cual, muchos linajes distintos de animales o plantas se desarrollan separadamente (sin conexiones genealógicas) durante la historia de la vida. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Dado que la interpretación monofilética de Darwin sobre la historia de la vida es una inferencia de la evidencia biológica, los instructores deben alentar a los estudiantes a entender y examinar los argumentos darvinistas clásicos para esa interpretación en lugar de simplemente presentar tal interpretación como un hecho bruto. Además, dado que varias líneas de evidencia y muchos científicos calificados ahora retan esta teoría de la historia de la vida, la evidencia para teorías polifiléticas alternativas sobre la historia de la vida también deberían ser discutidas y evaluadas críticamente. El permitir a los estudiantes ver como los científicos interpretan la misma evidencia biológica ayudará a motivar las habilidades de evaluación y pensamiento crítico. También permitirá a los estudiantes entender el método de múltiples hipótesis contendientes que los científicos comúnmente utilizan para evaluar su información.</span></span></span></span></p></div><div class="Section3"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Regresaremos a este quinto significado de evolución en las últimas secciones de este ensayo cuando critiquemos las afirmaciones públicas sobre como la teoría evolucionista debería ser enseñada en las escuelas públicas. En el presente, muchas políticas públicas (y otro tipo de declaraciones también) sobre como enseñar evolución caen en describir a la evolución de una forma no crítica (esto es, a la descendencia universal común), tratándola como un hecho. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Además de las cinco definiciones de la evolución descritas hasta el momento, una definición adicional vive en el centro de lo que la biología evolutiva significa para la mayoría de los científicos de la actualidad. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">6. Evolución como la tesis del “relojero ciego”. La tesis del “relojero ciego”, apropiándonos del inteligente término de Richard Dawkins, apoya la idea darwinista de que todas las formas vivientes aparecieron como producto de mecanismos materiales no guiados, sin propósito, principalmente por selección natural actuando sobre variaciones o mutaciones aleatorias (10). La evolución en este sentido implica que el mecanismo darwinista de selección natural actuando sobre variaciones aleatorias (y otros procesos igualmente naturalistas) es suficiente para explicar el origen de formas biológicas nuevas y la apariencia de diseño en organismos complejos. Aunque los darwinistas y neo-darwinistas admiten que los organismos vivos parecen estar diseñados para un propósito, insisten en que tal “diseño” es sólo aparente, no real, precisamente porque ellos también afirman la completa suficiencia de los mecanismos naturales desprovistos de inteligencia (que pueden hacer copia de la inteligencia diseñadora) de la morfogénesis. En el darwinismo, el mecanismo de variación/selección funciona como una especia de “substituto de diseñador.” Como resume Dawkins la tesis del relojero ciego: “La selección natural, el ciego, inconsciente y automático proceso que Darwin descubrió y el cual sabemos ahora que es la explicación para la existencia y la aparentemente hecha con un propósito forma de toda la vida, no tiene ningún propósito en mente. No tiene mente y no tiene habilidades mentales (11).”<br />Además de la teoría de la ascendencia universal común, el darwinismo clásico afirmó este sexto significado de evolución. Como el biólogo evolucionista de Harvard, Ernst Mayr explicó: “El centro real del darwinismo, sin embargo, es la teoría de la selección natural. Esta teoría es tan importante para el darvinista porque permite la explicación de adaptación, del diseño del teólogo naturalista; por medios naturales, en lugar de la intervención divina (12).”<br />O como Mayr lo puso más recientemente:<br /><br /></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> Primero, el darwinismo rechaza todos los fenómenos y causas supernaturales. La teoría de la evolución por selección natural explica la adaptación y diversidad del mundo de una forma solamente material. No requiere más a Dios como creador o diseñador (aunque uno es ciertamente libre de creer en Dios incluso al aceptar la evolución). Darwin apuntó que la creación, como está descrita en la Biblia y los relatos de los orígenes de otras culturas, fue contradicha por casi cualquier aspecto del mundo natural. Cada aspecto del “diseño maravilloso” tan admirado por los teólogos naturalistas podía ser explicado por la selección natural </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">(13).</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Además, no sólo el darwinismo clásico, sino el neo-darwinismo contemporáneo también ha afirmado este sexto significado de la evolución. Desde la década de los 40s, la tesis del relojero ciego ha sido apoyada por la síntesis neo-darwiniana –la cual combinó la genética de Mendel con la teoría de Darwin sobre la descendencia con modificaciones. Los neo-darwinistas propusieron varios tipos de mutaciones aleatorias como los motores creativos que le dan a la selección natural la materia prima genética sobre la cual trabajar. Muchos biólogos antes de los 40s habían cuestionado la conformidad del mecanismo de Darwin precisamente porque les preocupaba que la selección natural no tuviera una fuente adecuada de variación sobre la cual operar. Los neo-darwinistas argumentaron que el fenómeno de las mutaciones solucionó ese problema al proveer a la selección natural una fuente ilimitada de cambio genético. Por tanto, ellos, como los darwinistas clásicos anteriores a ellos, afirmaron otra vez la completa suficiencia del (nuevo) mecanismo neo-darwinista como explicación para las nuevas formas sobre la tierra (y la apariencia de diseño que manifiestan). Como George Gaylord Simpson afirmaría en su libro clásico de 1967, El Significado de la Evolución: “El hombre es el resultado de procesos naturales sin propósito que no lo tenían a él en mente. El no fue planeado (14).” Como resultado de la síntesis neo-darwinista, los biólogos de nuevo asumieron que un mecanismo completamente natural –selección natural actuando sobre mutaciones aleatorias –podría producir no sólo cambio morfológico limitado (y por ende, patrones de descendencia común limitada-evolución #3), sino también cambio morfológico ilimitado (y por ende al patrón de la descendencia común universal-evolución #5). Los neo-darwinistas también asumieron que el nuevo mecanismo de mutación/selección podría explicar completamente la apariencia de diseño en los sistemas biológicos. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Esta visión está reflejada en muchos textos de biología de preparatoria. Como lo afirmaron ampliamente Kenneth Millar y Joseph Levine en su popular libro, “evolución sin plan o propósito (15).”</span></span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">O como Purvis, Orinas y Heller decían a sus estudiantes, “ el mundo viviente está evolucionando constantemente sin ningún fin… el cambio evolutivo no está dirigido (16).” De forma similar, Douglas Futuyma, en su ampliamente utilizado libro de texto universitario, Biología Evolutiva, escribe: “Al unir la variación no dirigida, sin propósito al ciego y descuidado proceso de la selección natural, Darwin hizo que las explicaciones teológicas o espirituales sobre los procesos de la vida fueran superfluas (17).”</span></span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Francisco J. Ayala, presidente de la Asociación Norteamericana para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés) y presidente del comité directivo de la Academia Nacional de Ciencias (NAS) para su edición de 1999 de Ciencia y Creacionismo (ver análisis abajo), habla de forma similar sobre el Darwinismo como haber “excluido a Dios como la explicación para el obvio diseño de los organismos (18).”</span></span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La tesis del relojero ciego sugiere que el mecanismo neo-darwinista (y otros relacionados) funciona como un diseñador substituto, juega el papel de creador en la explicación científica de los orígenes biológicos. Por tanto, claramente, este sexto significado de la evolución tiene mayores implicaciones metafísicas o visionarias. Muchos filósofos naturalistas o materialistas encuentran apoyo para su visión del mundo en la teoría neo-darwinista por lo que parece a ellos, buenas razones. Si el neo-darwinismo es cierto, la actividad creativa de Dios (ya sea expresada discreta o gradualmente) no sería más necesaria para explicar el origen de nuevas formas vivientes, dado que un mecanismo estrictamente naturalista sería suficiente. Por ende, una visión estrictamente naturalista parecería proveer una explicación más simple de la realidad, o por lo menos de la realidad biológica, que una teísta. Además, si el neo-darwinismo es cierto, entonces el mundo natural no presenta evidencia de diseño, divino o cualquiera que sea –como afirma la mayoría de los teístas religiosos. Por ambas razones, ni el neo-darwinismo ni las otras teorías materialistas sobre los orígenes enseñadas en las escuelas públicas (como la teoría de la evolución química sobre el origen de la primer forma de vida) son religiosa o metafísicamente neutras. Todas las teorías estrictamente materialistas sobre los orígenes, si son ciertas, tienen implicaciones que parecerían hacer a una visión materialista del mundo más plausible que una teísta y también contradirían a algunas fuertemente enraizadas creencias religiosas.<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br />A pesar de la confianza que muchos biólogos y textos de biología despliegan al afirmar la tesis del relojero ciego –la evolución en su sexta acepción-, muchos científicos, incluyendo a muchos biólogos, han cuestionado cada vez más la conformidad del mecanismo neo-darwninista (19).</span></span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Recientemente, una buena cantidad de científicos ha llegado a cuestionar si la selección natural actuando sobre variaciones aleatorias puede crear los órganos complejos, máquinas moleculares y planes corporales nuevos que aparecen durante la historia de la vida –por ejemplo, la relativamente repentina aparición de la mayoría de los filos existentes y extintos durante la explosión cámbrica hace 530 millones de años- parecen especialmente difíciles de explicar por medio del mecanismo neo-darwinista. Como Gilbert, Opitz y Ralf han evaluado la situación: “La Síntesis Moderna es un logro destacable. Sin embargo, comenzando en la década de los 70s, muchos biólogos empezaron a cuestionar su conformidad al explicar la evolución. La genética puede ser adecuada para explicar la microevolución, pero cambios microevolutivos en frecuencias de genes no fueron vistos como capaces de convertir a un reptil en un mamífero o en convertir un pez en un anfibio. La microevolución busca adaptaciones que tienen que ver sólo con la sobrevivencia del más apto, no con la aparición del más apto (20).”<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br />Desde los 70s, muchos científicos han buscado mecanismos naturalistas adicionales (o así llamados, auto-organizacionales) para mostrar como podría aparecer una innovación morfológica extensa –sin, como es aún el caso, alcanzar mucho consenso o un éxito obvio (21).</span></span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Algunos científicos han cuestionado la suficiencia del mecanismo de mutación/selección sin proponer alternativas. Aún, otros científicos, como Michael Behe, han propuesto una explicación alternativa no naturalista para el origen de las principales innovaciones en la historia de la vida, propiamente dicho, la teoría del diseño inteligente. Los teóricos de diseño en general cuestionan la adecuación del mecanismo neo-darwinista y ven evidencia de diseño real (esto es, inteligente), no sólo de diseño aparente, en la biología.</span></span></span></span></span></span></span></span></p></div><div class="Section4"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por supuesto, muchos defensores del mecanismo neo-darwinista permanecen, especialmente en campos tales como genética de poblaciones, zoología, anatomía comparativa y biología molecular. Sin embargo, dada la diversidad de opinión dentro de la comunidad científica, la integridad científica podría parecer requerir el enseñar a los estudiantes acerca de la controversia que ha emergido dentro de los científicos acerca de la tesis del relojero ciego. Además, dadas las grandes implicaciones metafísicas o sobre la visión del mundo que tiene esa tesis, la neutralidad religiosa también parecería requerir (a) evitar el asunto del diseño o el propósito en conjunto, en cuyo caso ni el darwinismo clásico ni el neo-darwinismo podrían ser enseñados (dado que ambos hacen afirmaciones explícitas sobre el origen de la apariencia de diseño), o (b) enseñar la controversi acerca del origen de esta característica central de los sistemas biológicos. </span></span></span></span></p></div><div class="Section5"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">1 - Políticas educacionales y el tratamiento de la palabra con “E”</span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br />Nosotros promovemos el exponer a los estudiantes a las controversias científicas. Los maestros necesitan no encubrir los aspectos metafísicos o ideológicos que aparecen en la discusión de teorías científicas. Al permitir a los estudiantes discutir y evaluar visiones competidoras a pesar de sus diversas implicaciones metafísicas, los maestros pueden darse cuenta de que los estudiantes demuestran un mayor entusiasmo por la ciencia misma. Al abstenerse de presentaciones dogmáticas donde la evidencia no admite visiones competidoras, los profesores promueven un currículo científica e ideológicamente competente. Así pueden también promover un compromiso creativo de los estudiantes que les de un interés personal en el resultado de las discusiones científicas de actualidad. Tal compromiso podría ayudar a revertir la histórica disminución del interés de los estudiantes en la ciencia y en el número de estudiantes de ciencia, especialmente de biología, los cuales abandonan las carreras de ciencia antes de terminar sus grados de licenciatura(22).</span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La gente científicamente culta sabe que la naturaleza tiene una historia, que las frecuencias de los genes cambian, que por lo menos una descendencia común limitada entre los organismos ha ocurrido, y que la selección natural ha jugado un papel importante en la especiación y en la modificación de las especies. Estos primeros cuatro significados de evolución pueden aptamente vestir la etiqueta de “mera evolución.” No es sorprendente que pocos objeten el que se enseñe mera evolución. La controversia se desarrolla, sin embargo, cuando los científicos, profesores o estudiantes quieren evaluar la evolución de forma crítica en la quinta o sexta acepción del término. Los portavoces del neo-darwinismo, el cual abraza la evolución en sus acepciones quinta y sexta, comúnmente sugieren que el tener una opinión contraria a la evolución en cualquier sentido que sea es ya sea desinformación o perversidad. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Sin embargo, esos intentos de excluir la disensión científica comúnmente emplean definiciones ambiguas o cambiantes del término evolución. Muchos defensores de la evolución #5 y/o #6 ofrecerán evidencia y argumentación para la evolución en las primeras cuatro acepciones del término y luego tratarán a la evolución en los dos últimos sentidos como algo igualmente bien establecido. En la siguiente sección, mostraremos como las políticas educacionales y los abogados de la evolución comúnmente se equivocan en su discusión sobre evolución para el detrimento del entendimiento público de los temas que enfrentan los biólogos y los profesores de biología.</span></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> 2 - “El hecho de la evolución”: Combinando los Significados #1-3 con el Significado #5<br /></span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Un panfleto reciente, Ciencia y creacionismo: Una visión de la Academia Nacional de Ciencias (1999), defiende la enseñanza del tema de los orígenes biológicos desde una perspectiva exclusivamente evolucionista (23).</span></span></span><sup><span style="position:relative; top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">De acuerdo a Ciencia y Creacionismo, no sólo las teorías alternativas (como el diseño inteligente) no califican como ciencia, sino que la evolución se ha establecido por encima de cualquier duda razonable. La introducción del panfleto argumenta que la “teoría de la evolución” es una explicación científica “tan extensamente probada y confirmada” que es “sostenida con gran confianza” y “es una de las teorías científicas más fuertes y más útiles que tenemos.” Incluso afirma que la evolución está tan bien establecida que puede ser descrita legítimamente como un hecho. Como el panfleto explica, “los científicos muy comúnmente utilizan la palabra “hecho” para describir una observación. Pero los científicos también pueden utilizar hecho para referirse a algo que ha sido probado u observado tantas veces que no hay ya ninguna razón forzosa para seguir experimentando o buscando ejemplos. La ocurrencia de la evolución en este sentido es un hecho. Los científicos ya no cuestionan si la descendencia con modificaciones ocurrió porque la evidencia que soporta a la idea es muy fuerte (24).</span></span></span></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> Esas afirmaciones ilustran perfectamente la ambigüedad asociada con el término evolución y la confusión que su uso incompetente ocasiona. ¿Precisamente cuál sentido de evolución ha sido “tan extensamente probado y confirmado” que es “sostenido con gran confianza” y que incluso puede ser tomado como un “hecho”? ¿La mera evolución o la evolución #5 y #6? La afirmación de la NAS nunca especifica, así que presumiblemente significa el afirmar la teoría de la descendencia común universal, evolución #5. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">De hecho, el panfleto comúnmente emplea definiciones ambiguas (o cambiantes) de un enunciado al otro. La penúltima oración en la cita afirma que “la ocurrencia de la evolución” es un hecho. Y, por supuesto, esto bien puede ser cierto, dependiendo de que acepción de evolución sea de la que se esté hablando. La frase, “la ocurrencia de la evolución”, parece implicar a la evolución en el sentido de cambio a través del tiempo (evolución #1) o quizás cambio en la frecuencia expresión de alelos (evolución #2). Ciertamente, la evolución en estos sentidos ha ocurrido. La misma oración afirma que la “descendencia con modificación” está tan bien establecida como para ser un hecho incuestionable. A través del panfleto, “la descendencia con modificación” es igualada con la teoría de la descendencia común universal (evolución #5), aunque técnicamente podría referirse a la descendencia común ya sea limitada o universal (evolución #3 y #5). En cualquier caso, dadas las convenciones del panfleto, la última oración de la cita parece afirmar un significado más fuerte de la palabra evolución (evolución #5) que la afirmada en la oración previa (evolución #1, #2, o posiblemente #3). Aún, el panfleto no provee justificación adicional para afirmar este significado más fuerte. Como tal, el pasaje comete una equivocación. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Los escritores del panfleto de la NAS parecen por supuesto ser conscientes de que el término evolución se puede referir a diferentes conceptos. En particular, hacen una distinción entre si la evolución ocurrió (esto es, el hecho de la evolución) y cómo (esto es, el mecanismo por el que ocurrió). Aún así su intento de clarificar cuestiones de definiciones en tales bases sólo confunde más el asunto, como lo ilustra el siguiente pasaje:<br />El consenso científico acerca de la evolución es abrumador. Aquellos que se oponen a la enseñanza de la evolución en ocasiones utilizan citas de científicos prominentes que afirman que los científicos no apoyan la evolución. Sin embargo, un examen de las citas revela que los científicos están actualmente disputando algún aspecto de cómo ocurrió la evolución, no de si ocurrió la evolución. Por ejemplo, el biólogo Stephen Jay Gould una vez escribió que “la extrema rareza de las formas transicionales en el registro fósil persiste como el secreto comercial de la paleontología”. Pero Gould, un paleontólogo realizado y educador acerca de la evolución, estaba argumentando cómo la evolución tuvo lugar. El estaba discutiendo si la velocidad de cambio de las especies es lenta o gradual o si sucede en explosiones después de largos periodos cuando cambios pequeños aparecen –una idea conocida como equilibrio puntuado (25).</span></span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Este pasaje trae confusión en varias formas. Primero, los científicos pueden afirmar que la evolución (en sus diferentes acepciones, #1-4 ha ocurrido sin necesariamente afirmar la teoría de la descendencia común universal. El decir que la evolución ha ocurrido no necesariamente implica el afirmar la teoría de la descendencia común universal. El decir que la evolución ha ocurrido no necesariamente implica que ha ocurrido suficiente cambio morfológico para asegurar que todos los organismos estén conectados por una ascendencia común. Por tanto, un científico podría afirmar que la evolución (#1-4) ha ocurrido y aún dudar de la tesis de la ascendencia común universal. De hecho, como se hizo notar arriba, ahora muchos científicos toman precisamente esa posición. La simple distinción entre “el” hecho y el mecanismo de evolución en el panfleto de la NAS obscurece esta posibilidad. Hay muchos “hechos” discutidos sobre la evolución, y el panfleto no distingue entre ellos.</span></span></span></span></p></div><div class="Section6"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En segundo lugar, la “extrema rareza de las formas transicionales” de hecho habla negativamente de la evolución en su quinta acepción –esto es, parece proveer evidencia contra la descendencia común universal. Es cierto, Stephen Gould no cuestiona a la descedencia común universal, pero tiene razones diferentes al registro fósil (evidencia molecular, por ejemplo) para aceptar la teoría. La evidencia fósil tomada por su valor comercial, sin embargo, sugiere que, por ejemplo, las principales categorías taxonómicas de animales aparecieron separadamente dentro de una ventana muy pequeña de historia geológica. La ausencia de precursores transicionales entre los representantes de los nuevos filos de animales apoya fuertemente esa impresión (ver los ensayos de Stephen C. Meyer, Marcus Ross, Paul Nelson y Paul Chien en este volumen). Por tanto, la discusión de Gould sobre la “extrema rareza de las formas transicionales” sí se refiere a la cuestión de la verdad de la descendencia común universal (evolución #5) y las críticas sobre la evolución en este sentido legítimamente lo citan sobre este punto. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Tercero, en el pasaje citado, Gould de hecho no está discutiendo “si la velocidad de cambio de las especies es lenta o gradual”; el está discutiendo “la extrema rareza de las formas transicionales en el registro fósil.” Dado que Gould acepta la descendencia común universal y porque el quiere (tanto como sea posible) el tomar la evidencia fósil a su valor comercial, el asume que un mecanismo de cambio morfológico existe y que puede producir cambio rápidamente. La creencia de Gould de que el cambio morfológico debe ocurrir muy rápidamente constituye parte de su interpretación de porque la evidencia fósil de ve como se ve. Otros, por supuesto, pueden elegir interpretar la misma evidencia de forma diferente. Ellos pueden ver grupos morfológicamente separados de animales (tales como los representantes de los nuevos grupos animales que aparecen en el cámbrico) como habiéndose originado de forma separada –esto es, si haber descendido de un ancestro común. Aún así, el panfleto de la NAS trata a los críticos de la evolución (presumiblemente en la quinta acepción) como ignorantes o confundidos por no poder reconocer “la” distinción entre el hecho y el mecanismo de la evolución. De hecho, es el panfleto de la NAS el que no puede hacer importantes distinciones en cuestión de definiciones (entre la evolución #1-3 y #5 –esto es, entre las diferentes acepciones del término evolución que pueden o no constituir hechos, o entre los diferentes sentidos de evolución que pueden o no haber ocurrido). </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Es interesante que Gould (uno de los 15 miembros del comité directivo de la NAS para su edición de 1999 de Ciencia y Creacionismo) también cayó en esta misma imprecisión retórica al tratar a la distinción entre el hecho y la teoría de la evolución como si constituyeran una distinción unitaria. Por ejemplo, en “El darwinismo definido: La diferencia entre Hecho y Teoría,” Gould escribió: </span></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> El hecho de la evolución está tan bien establecido como cualquier cosa en la ciencia (tan seguro como la revolución de la tierra alrededor del sol), aunque la certeza absoluta no tiene lugar en nuestro léxico. Las teorías, o las afirmaciones sobre las causas del cambio evolutivo documentado, están ahora en un periodo de intenso debate –una buena marca de la ciencia en su estado saludable. Los hechos no desaparecen cuando los científicos debaten teorías. Como escribí en un artículo previo en esta revista (Mayo de 1981), “La teoría de la gravitación de Einstein reemplazó a la de Newton, pero las manzanas no se suspendieron en el aire mientras se producía el resultado</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> (26).”</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Aquí Gould argumenta que la ocurrencia de la evolución es un hecho y que los científicos sólo teorizan sólo cómo sucedió. Aún así, claramente la acepción de evolución que Gould quiere defender aquí, a saber, la teoría de la descendencia común universal, no tiene el mismo estatus epistemológico que las observaciones de manzanas cayendo al suelo. Ningún científico puede observar directamente a la “evolución” (en este sentido) ocurriendo. Nadie puede observar la historia de la vida, o el patrón de un árbol con ramificaciones emergiendo, o las transiciones entre cada uno de los principales grupos de organismos. En otros lugares Gould mismo especula que la evolución sucedió muy rápido para que incluso el registro fósil preservara la mayoría de las formas transicionales requeridas por la teoría de la descendencia común universal (27).</span></span></span><sup><span style="position:relative; top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En lugar de eso, como fue remarcado arriba, la teoría de la descendencia común universal fue (y es) inferida (abductivamente) a partir de muchas clases de fenómenos observables en la actualidad: distribución biogeográfica, sucesión fósil, homología y cosas parecidas. Estos fenómenos posteriores son discutiblemente hechos relacionados con la caída de manzanas, pero la teoría de teorías inferida a partir de ellas no lo es. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El liderazgo de la Asociación Nacional de Profesores de Biología (NABT, por sus siglas en inglés) también ha adoptado recientemente esta misma forma de definir el tema en una política de cómo debe ser enseñada la evolución. La NABT publicó sus “dogmas de la ciencia, evolución y educación biológica” con las siguientes observaciones introductorias:<br /><br />Los biólogos modernos constantemente estudian, ponderan y deliberan los patrones, mecanismos y el paso de la evolución, pero no debaten la ocurrencia de la evolución. El registro fósil y la diversidad de organismos existentes, combinados con las técnicas modernas de la biología molecular, taxonomía y geología, proveen ejemplos exhaustivos y evidencia poderosa para la variación genética, selección natural, especiación, extinción y otros bien establecidos componentes de la teoría evolucionista actual. Las deliberaciones científicas y las modificaciones de estos componentes claramente demuestran la vitalidad e integridad científica de la evolución de la teoría que la explica (28).</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><sup><span style="position:relative; top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La última frase. “la evolución y la teoría que la explica,” y la frase anterior, “los biólogos… no debaten la ocurrencia de la evolución,” emplean ambas la palabra evolución en un modo discutible de “hecho”. ¿Pero precisamente cuál sentido de evolución se dice que es factual más que teórico? Como Gould, la afirmación de la NABT excluye el mecanismo (evolución #4 y #6) de la categoría de hecho, pero coloca a la mayoría de las otras acepciones del término en un solo molde. Por esto, como Gould y la afirmación de la NAS, la afirmación de la NABT combina a la evolución #1-3 con la evolución #5. Sí, la evolución en el sentido de cambio ha ocurrido, pero ¿ha ocurrido suficiente cambio morfológico para asegurar que todos los organismos están relacionados por una ascendencia común? Esa pregunta nunca es atendida de forma seria, ni puede serlo, dadas las definiciones equívocas que están en juego. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> </div> <div class="Section7"><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> 3 - La evolución como un Proceso “No Supervisado” e “Impersonal”: La Tesis del Relojero Ciego y la Asociación Nacional de Profesores de Biología<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La declaración de la NABT se equivoca también de otras formas, quizás más significativas. Por ejemplo, en 1995 la NABT publicó la siguiente afirmación: “La diversidad de la vida en la tierra es el producto de la evolución: un proceso natural no supervisado, impersonal e impredecible de descendencia temporal con modificación genética que es afectado por la selección natural, el azar, contingencias históricas y ambientes cambiantes (29).”Dos años más tarde la NABT borró las palabras “no supervisado” e “impersonal” después de que dos distinguidos colegiados, Alvin Plantinga y Huston Smith, escribieron a la NABT acerca de lo inapropiado de dichas palabras: “La ciencia presumiblemente no atiende tales preguntas teológicas, y no está equipada para tratar con ellas. ¿Cómo podría una investigación empírica mostrar posiblemente que Dios no estaba guiando y dirigiendo la evolución?” (30)</span></span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La Junta Directiva de la NABT tomó cartas en el asunto el 8 de octubre de 1997, votando unánimemente el conservar el objetable fraseo. Wayne Carley, hablando por el comité, dijo que el sentía “muy fuertemente” que debía mantenerse la declaración sin alteraciones. “Lo creemos. La evolución es real,” afirmó.</span></span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">31 </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Carley no dijo cuál significado del término evolución “es real,” ni se dio cuenta de que Plantinga y Huston aceptaban la evolución en la mayoría de las otras acepciones (#1-4 y/o #5) pero estaban disputando la sexta tesis del relojero ciego como había sido propuesta por la NABT. El último día de la junta anual de la NABT, el comité se reunió de nuevo y votaron el eliminar las dos palabras objetables, “no supervisado” e “impersonal” mientras mantuvieron que: “la eliminación de esas palabras no afecta la caracterización precisa de evolución, y la afirmación de la importancia de la evolución en la educación.” (32)</span></span></span><sup><span style="position:relative; top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Aquí otra vez, las definiciones implícitas cambian de frase a frase. Muchos científicos, y de hecho Plantinga y Huston, aceptarían “la importancia de la evolución para la ciencia” pero no aceptarían que la evidencia científica ha establecido que un mecanismo “no supervisado” e “impersonal” (las dos palabras borradas) es suficiente para explicar el origen de cada sistema viviente en la tierra. Pero la afirmación de la NABT trata estas dos proposiciones distintas como equivalentes. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Si la historia de la NABT terminara aquí, algunos podrían pensar que las declaraciones que afirman la evolución en la sexta acepción van de salida. Pero los biólogos evolucionistas más prominentes no ven a la tesis del relojero ciego (como fue definida arriba) como una adición ideológica óptima para la teoría evolucionista neo-darwinista. En lugar de eso, la ven como una parte central del contenido propositivo de la teoría neo-darwinista, como de hecho, Darwin mismo lo vio. Por ende, el liderazgo de la NABT no repudió realmente su compromiso con la evolución en la sexta acepción del término. Ellos simplemente estaba respondiendo que lo que Eugenie Scott perceptivamente llamó “un problema de comunicación” (una crisis de relaciones públicas). (33)</span></span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise: 4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La campaña de relaciones públicas de la NABT fue pronto retada por el estado de Tennessee. Máximo Pigliuci, profesor asistente de ecología y evolución de la Universidad de Tennessee, Knoxville, bosquejó “Definiendo a la evolución: Una Carta Abierta”. Su carta fue publicada en la página de Internet Darwin Day como parte de una discusión moderada que incluyó contribuciones del profesor de leyes de Berkeley (ahora emérito) Phillip Jonson y Eugenie Scott del Centro Nacional de Educación Científica (NSCE). Pigliucci enlistó las firmas de una arreglo impresionante de científicos, incluyendo a Richard Lewontin de Harvard, apoyando su rechazo a la NABT por su dilución de la “evolución.” La carta urge a la NABT a reconsiderar su cambio a la definición para el salón de clases de evolución en nombre de “principios educativos y científicos.” Argumenta que la alteración de dos palabras que hizo la NABT a la definición de evolución “traiciona” el “centro” de “altos ideales” como el “racionalismo y la investigación libre.” ¿Cuál es este alegado centro? La carta dice:<br /><br /></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> La ciencia está basada en una premisa fundamental: la de que el mundo puede explicarse al referirse sólo a fuerzas naturales, mecánicas. [Philip] Jonson tiene razón al afirmar que esta es una posición filosófica. Está equivocado cuando sugiere que ésta es irrazonable y que no ha sido comprobada. De hecho, cada experimento conducido por cualquier laboratorio en cualquier lugar de la Tierra representa una prueba diaria de una premisa. En día en el que los científicos no puedan explicar fenómenos naturales sin referirse a intervención divina u otras fuerzas sobrenaturales, enfrentaremos un cambio grande de paradigma –de proporciones cataclísmicas.</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> (34)</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><sup><span style="position:relative;top:-4.0pt;mso-text-raise:4.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La carta afirma que “todo lo que sabemos hasta la fecha sobre los procesos evolutivos nos dice que no hay supervisión excepto por la acción de la selección natural.” La selección natural, para la mayoría de los biólogos evolucionistas, es la expresión primaria del “relojero ciego.” Sin previsión moldea las estructuras biológicas existentes y las convierte en otras nuevas. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Steve Fuller, prominente sociólogo de la ciencia, escribió en un correo electrónico publicado en Internet, “Porqué no firmaré la Carta Abierta,” el 10 de febrero de 1998: “Encontré a la Carta Abierta de los acorralados profesores de biología muy embarazosa. Estoy seguro de que en Knoxville están sucediendo cosas repugnantes, pero una petición de ese tipo circulando aquí no es la forma de manejar las cosas.” Fuller explicó porqué se sintió de tal modo con estas palabras: “El describir a la evolución como ‘impersonal’ y ‘no supervisada’ es de hecho ideológico, especialmente cuando la gente detrás de esas posiciones afirma que la evolución no puede probar o desaprobar la existencia de Dios. Es agnosticismo por el frente pero ateísmo por la puerta de atrás.” </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El comentario de Fuller identifica la razón subyacente del problema de relaciones públicas que enfrenta el establecimiento de la educación científica. Por una parte, por ambas razones, constitucionales y de relaciones públicas, los profesores de ciencia de escuelas públicas y sociedades profesionales relevantes deben mantener neutralidad ideológica y religiosa. Por otra parte, ellos tienen la responsabilidad de enseñar una teoría científica que la mayoría de los evolucionistas prominentes mismos entienden que tiene decididamente implicaciones metafísicas (de hecho, ateístas). </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Atrapados en los cuernos de este dilema, ¿qué puede hacer un profesor de ciencia con principios? Bien, ¿porqué no reconocer el dilema y enseñar las controversias científicas y filosóficas que surgen del tema de los orígenes? Por un lado, los profesores deberían explicar que a lo que estamos llamando “mera evolución” (evolución #1-4) es una de las teorías más fuertes y útiles que tenemos,” por usar el lenguaje de la NAS. Mera evolución abarca un vasto número de teorías cosmológicas, geológicas y biológicas específicas que “incorporan un largo compendio de hechos científicos, leyes, hipótesis probadas e inferencias lógicas.” Por otro lado, los profesores deberían ayudar a los estudiantes a entender que una minoría significativa de científicos no están de acuerdo sobre las bases evidenciables de la teoría de la descendencia común universal (evolución #5), y que un grupo aún mayor no está de acuerdo con la hipótesis del relojero ciego (evolución #6) (36). El uso equívoco del término evolución concede este desacuerdo e impide una discusión abierta en el salón de clases sobre una controversia científica legítima y sus bases evidenciables asociadas.</span></span></span></span></p></div><div class="Section8"> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Además, los profesores de ciencia deben no ignorar los grandes asuntos filosóficos o de visión mundial que surgen de las discusiones, por ejemplo, de la tesis del relojero ciego. La amenaza del adoctrinamiento no viene de permitir a los estudiantes ponderar las cuestiones filosóficas traídas a flote por el asunto de los orígenes. En lugar de eso, aparece de alimentar a fuerza a los estudiantes con una sola perspectiva. La mejor forma de prevenir el adoctrinamiento es enseñar acerca de las controversias científicas que rodean a las acepciones ideológicamente cargadas del término evolución. Pero esto puede ser logrado sólo si los profesores primero definen a la palabra con “E” de forma precisa, distinguiendo sus muchos significados distintos (ambos controvertidos y no controvertidos) y permitiendo opiniones diferentes sobre los significados ulteriores el tener voz en el salón de clases. Dado el interés que un enfoque tal seguramente generaría dentro de los estudiantes, uno podría preguntarse porque los profesores de biología informados harían algo distinto.<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br />---------<br /></span></span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Notas<br /></span></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><br />1. Maynard M. Metcalf, citado en The World’s Most Famous Court Trial: Tennessee Evolution Case (Dayton, Tenn.: Bryan College, 1990), 139. </span></span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Un reporte estenográfico complete del juicio; una reimpresión de la primera edición publicada en Cincinnati por la National Book Company en 1925. </span></span></span></span></span></span></span></p></div><div class="Section9"><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">2. E. J. Larson, Summer for the Gods: The Scopes Trial and America’s Continuing Debate Over Science and Religion (New York: Basic Books, 1997), 173–75.<br /><br />3. K. S. Thomson, “The Meanings of Evolution,” American Scientist 70 (1982): 529–31.<br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><br />4. Ibid.<br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">5. P. J. Bowler, “The Changing Meaning of ‘Evolution,’” Journal of the History of Ideas 36 (1975): 99. </span></span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">El Oxford English Dictionary compensó a Bowler por el hecho de que “desde el siglo diecisiete, los autores no científicos han comenzado a utilizar el término ‘evolución’ en una forma figurativa, refiriéndose a casi cualquier serie de eventos conectados.” No es sorprendente, por lo tanto, que la palabra evolución es ahora usada en todas las disciplinas científicas y en la literatura no científica como “cambio a través del tiempo”.<br /><br />6. Para una introducción accessible a este debate, compare estas dos fuentes (lecturas suplementarias adecuadas para cursos de biología): J. Coyne, “Not Black and White,” revisión de Melanism: Evolution in Action por Michael Majerus, Nature 396 (1998): 35–36; J. Wells, “Second Thoughts About Peppered Moths,” Scientist 13 (1999): 13. Dado que existe un debate sobre si se debe aplicar el término microevolución (en contraste a macroevolución) para nuestro significado de volución #3, hemos usado los términos micro/macro para la palabra con “E” escasamente. Algunos prefieren reservar el término microevolución para estrictctamente “evolución a nivel menor o dentro de una especie” Ver, por ejemplo, D. J. Futuyma, Evolutionary Biology (Sunderland, Mass.: Sinauer Associates, 1998), 447. Otros encuentran útil usar el término para divergencia morfológica que genera diferencias (diversidad) distinguiendo no sólo variedades, sino también especies, géneros, y familias—quizás incluso órdenes, pero ciertamente no la disparidad taxonómica más alta (diferencias grandes entre planes corporales) de clases, filos, o reinos. De cualquier forma, la microevolución es por lo menos un término apropiado para cambios en la frecuencia de genes dentro de una especie.<br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">7. S. C. Meyer, “Of Clues and Causes: A Methodological Interpretation of Origin of Life Studies” (Ph.D. diss., Cambridge University, 1991); S. J. Gould, “Evolution and the Triumph of Homology, or Why History Matters,” American Scientist 74 (1986): 60–69; W. M. Ho, “Methodological Issues in Evolutionary Theory” (Ph.D. diss., Oxford University, 1965); C. S. Peirce, Collected Papers, vols. 1–6, ed. C. Hartshorne and P. Weiss (Cambridge: Cambridge University Press, 1931); C. S. Peirce, “Abduction and Induction,” in The Philosophy of Peirce, ed. J. Buchler (London: Routledge, 1956), 150–56; E. Sober, Reconstructing the Past (Cambridge: MIT Press, 1988).<br /><br />8. S. C. Meyer, “Laws, Causes, and Facts: Response to Michael Ruse,” in Darwinism: Science or Philosophy? ed. J. Buell and V. Hearn (Richardson, Tex.: Foundation for Thought and Ethics, 1994), 36.<br /><br />9. C. Schwabe and G. W. Warr, “A Polyphyletic View of Evolution: The Genetic Potential Hypothesis,” Perspectives in Biology and Medicine 27 (1984): 465–85; C. Schwabe, “On the Basis of the Studies of the Origins of Life,” Origins of Life 15 (1985): 213–16; W. G. Inglis, “Evolutionary Waves: Patterns in the Origins of Animal Phyla,” Australian Journal of Zoology 33 (1985): 153–78; P. Senapathy, Independent Birth of Organisms (Madison, Wisc.: Genome Press, 1994); M. S. Gordon, “The Concept of Monophyly: A Speculative Essay,” Biology and Philosophy 14 (1999): 331–48; W. F. Doolittle, “Phylogenetic Classification and the Universal Tree,” Science 284 (1999): 2124–28; W. F. Doolittle, “The Nature of the Universal Ancestor and the Evolution of the Proteome,” Current Opinion in Structural Biology 10 (2000): 355–58; D. W. Thompson, On Growth and Form (Reprint; New York: Dover, 1992); P. A. Nelson, On Common Descent (Chicago: Evolutionary Monographs, 2004); D. T. Anderson, “Origins and Relationships among the Animal Phyla,” Proceedings of the Linnean Society of New South Wales 106 (1982): 151–66; J. R. Nursall, “On the Origins of the Major Groups of Animals,” Evolution 16 (1962): 118–23; G. Webster and B. C. Goodwin,“The Origin of Species: A Structuralist Approach,” Journal of Social and Biological Structures 5 (1982): 15–47.<br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">10. El propósito principal del análisis de definiciones es hace explícito el cómo es usado un en contextos semánticos particulares. </span></span></span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">En nuestro análisis de la </span></span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">palabra con “E”, estamos preocupados sobre cómo los biólogos y conferencistas prominentes de la ciencia utilizan el término en publicaciones científicas. De esta forma, el objetivo para la evolución #6 es cpturar uno de los significados más persuasivos de la palabra como es usado en las principales publicaciones científicas, incluyendo los libros de texto de biología. Si nuestro objetivo hubiera sido el presenter los resultados de una encuesta hecha a biólogos prácticos, el panorama de significados múltiples de la evolución más allá de la evolución #5 hubiera sido más matizada que nuestra evolución #6. Por ejemplo, una minoría de biólogos está convencida de que la providencia divina, aunque por encima de la detección científica, le da a todo un magnífico propósito en la vida, incluso a las mutaciones y a la selección natural. Una encuesta reciente muestra que sóo unos pocos biólogos que son miembrtos de la National Academy of Sciences (una indicación de prominencia) tienen tales tesis teístas (5.5 por ciento de los biólogos de la NAS encuestados profesaron creer en un “Dios personal”). </span></span></span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ver Edward J. Larson y Larry Witham, “Leading Scientists Still Reject God,” Nature 394 (1998): 313.<br /><br />11. R. Dawkins, The Blind Watchmaker: Why the Evidence of Evolution Reveals a Universe without Design (New York: W. W. Norton, 1986), 5.<br /><br />12. M. Ruse, Darwinism Defended: A Guide to the Evolution Controversy, con un prólogo de Ernst Mayr (Reading, Mass.: Addison-Wesley, 1982), xi–xii.<br /><br />13. E. Mayr, “Darwin’s Influence on Modern Thought,” Scientific American 283 (2000): 81.<br /><br />14. G. G. Simpson, The Meaning of Evolution (New Haven, Conn.: Yale University Press, 1967), 345.<br /><br />15. K. Miller and J. Levine, Biology, 5th ed. (Upper Saddle River, N.J.: Prentice Hall, 2000), 658. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Este mismo libro de texto también contiene estas afirmaciones parecidas: “es importante mantener este concepto en mente: La evolución es aleatoria y no dirigida” (658, énfasis en el original), y “Es importante recordar que la variación genética no es controlada o dirigida a un objetivo” (299). Miller y Levine han eliminado la afirmación de que “la evolución trabaja sin un plan o propósito” en la edición del 2002 de su libro.<br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">16. W. K. Purvis, G. H. Orians, and H. C. Heller, Life: The Science of Biology, 4th ed. (Sunderland, Mass.: Sinauer Associates, 1995), 14.<br /><br />17. D. J. Futuyma, Evolutionary Biology (Sunderland, Mass.: Sinauer Associates, 1998), 5.<br /><br />18. F. J. Ayala, “Darwin’s Revolution,” in Creative Evolution?! ed. J. H. Campbell and J. W. Schopf (Boston: Jones and Barlett, 1994), 5.<br /><br />19. R. H. Brady, “Dogma and Doubt,” Biological Journal of the Linnean Society 17 (1982): 79–96; D. Collingridge and M. Earthy, “Science Under Stress—Crisis in Neo-Darwinism,” History and Philosophy of the Life Sciences 12 (1990): 3–26; G. de Beer, Homology: An Unsolved Problem (London: Oxford University Press, 1971); M. Denton, Evolution: A Theory in Crisis (Bethesda, Md.: Adler and Adler, 1986); N. Eldredge, Time Frames: The Evolution of Punctuated Equilibria (Princeton, N.J.: Princeton University Press, 1985); P. P. Grasse, Evolution of Living Organisms (New York: Academic Press, 1977); S. J. Gould, “Is a New and General Theory of Evolution Emerging?” Paleobiology 6 (1980): 119–30; M. W. Ho and P. T. Saunders, eds., Beyond Neo-Darwinism (London: Academic Press, 1984), ix; Ho, “Methodological Issues”; F. Hoyle and S. Wickramasinghe, Evolution from Space (London: J. M. Dent, 1981); S. Kauffman, “New Questions in Genetics and Evolution,” Cladistics 1 (1985): 1247–65; S. Kauffman, The Origins of Order: Self-Organization and Selection in Evolution (Oxford: Oxford University Press, 1993); B. John and G. Miklos, The Eukaryote Genome in Development (London: Allen and Unwin, 1988); S. Løvtrup, Darwinism: The Refutation of Myth (London: Croom Helm, 1987); R. Lewin, Bones of Contention (New York: Simon and Schuster, 1987); P. S. Moorhead and M. M. Chaplain, Mathematical Challenges to the Neo-Darwinian Interpretation of Evolution (Philadelphia: Wistar Institute Press, 1967)—see especially the papers and comments from M. Eden, M. Schützenberger, S. M. Ulam, and P. Gavaudan; R. A. Raff and E. C. Raff, eds., Development as an Evolutionary Process (New York: Alan R. Liss, 1987), 84; A. Tetry, A General History of the Sciences, vol. 4 (London: Thames and Hudson, 1966)—see section on evolution, esp. 446; K. S. Thomson, Morphogenesis and Evolution (Oxford: Oxford University Press, 1988); D. B. Wake and G. Roth, eds., Complex Organismal Functions (New York: John Wiley, 1989); G. Webster, “The Relations of Natural Forms,” in Ho and Saunders, Beyond Neo-Darwinism, 193–217; http://www.reviewevolution.com/pressRelease_100Scientists.php.<br /><br />20. S. Gilbert, J. Opitz, and R. Raff, “Resynthesizing Evolutionary and Developmental Biology,” Developmental Biology 173 (1996): 361.<br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">21. Kauffman, Origins of Order.<br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">22. F. Hoke, “Study Sees Alarming Science Undergrad Dropout Rate,” Scientist 12, no. 5 (1993): 1<br /><br />23. National Academy of Sciences, Science and Creationism: A View from the National Academy of Sciences (Washington, D.C.: National Academy Press, 1999). The booklet is also available at http://www.nap.edu.<br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">24. Ibid., 28.<br /><br />25. Ibid.<br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">26. S. J. Gould, “Darwinism Defined: The Difference between Fact and Theory,” Discover (Jan. 1987): 64.<br /><br />27. S. J. Gould, “Is a New and General Theory of Evolution Emerging?” </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Paleobiology6 (1980): 127. Gould afirma: “quizás, en muchos casos, los niveles intermedios nunca existieron. . . . yo considero un origen saltacional potencial para las características esenciales de elementos clave. ¿Porqué no podemos imaginar que los arcos de los huesos de la papada de un agnathan ancestral se adelantaron en un paso a rodear la boca y formar proto-mandíbulas? Un cambio así apenas establecería el Baupläne de los gnathostomes. Mucho más que eso debe ser alterado en la recostrucción del diseño de un agnathan —la construcción de un hombro verdadero faja con hueso, apéndices en par, por mencionar lo mínimo. Pero el origen discontinuo de una proto-mandíbula puede establecer nuevos regímenes de desarrollo y selección que rápidamente conducirían a otras modificaciones coordinadas. Aún Darwin, combinando el gradualismo con la selección natural, como hizo tan seguido, proclamó equivocadamente que cualquier discontinuidad tal, incluso para órganos (mucho menos para grupos) destruiría su teoría.”<br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">28. “NABT Unveils New Statement on Teaching Evolution,” American Biology Teacher 58 (Jan. 1996): 61–62. The current NABT statement is at http://www.nabt.org/Evolution.html.<br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">29. Ibid.<br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">30. Quoted in Eugenie C. Scott, “NABT Statement on Evolution Evolves.” Reporte especial del National Center for Science Education, en http://www.natcenscied.org/nabtart.htm.<br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">31. Zondervan News Service (13 Oct. 1997). Noticias por correo electrónico de la Zondervan Publishing House, http://www.zondervan.com, citando un artículo de Religion News Service, http://www.religionnews.com.<br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">32. Scott, “NABT Statement.”<br /><br />33. Ibid.<br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">34. http://fp.bio.utk.edu/darwin; http://fp.bio.utk.edu/darwin/Open%20 1etter/letterhome.html.<br /><br />35. http://vest.gu.se/vest_mail/0605.html.<br /><br />36. http://www.reviewevolution.com/press/pressRelease_100Scientists php; New York Review of Books, 1 Nov. 2001, 23.</span></span></span></span></p></div><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span><p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 18px; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">---<br />Fuente:<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><a href="http://www.ciencialternativa.org/"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ciencia Alternativa</span></span></a></span></span></p></b><p></p></div>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-61289164703862424052009-11-20T12:59:00.000-08:002009-11-20T13:50:43.444-08:00EN DEFENSA DEL DISEÑO INTELIGENTE<div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color:#0000EE;"><span class="Apple-style-span" style="text-decoration: underline;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmXD2pPQJwO_tzkfg1CToBd58TgllwponTszAfKUVPsYqJuFUxYG670rJ2vv9d0pOllnK1_9XjNDYbFazX0MFUywVOlM15W-9VE1iNigGIeVgU9BJbuWaepeZZoowPwEy7KbIumBOIqL8/s200/tdi-4.jpg" style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 156px; height: 200px;" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406303069620904690" /></span></span></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style=" font-style: italic; font-family:'Times New Roman', serif;">TRADUCCIÓN<br /><br /></span></div><span lang="ES" style="Times New Roman","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";">Por: <b>William A. Dembski</b></span><p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><o:p> <span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Center for Science and Theology - Southern Baptist Theological Seminary Louisville<br /><br /></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Traducción: </span></span></span><b><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Carlos Esteban Cuervo</span></span></span></b><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">† (</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Estudiante de la Maestría en Filosofía del Departamento de Filosofía, Universidad del Valle)</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style=" font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style=" font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /><br /><br /><br /></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">CONSIDERACIONES PRELIMINARES<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style=" font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Alguien nuevo en el debate acerca del diseño inteligente encuentra muchas afirmaciones contradictorias sobre su carácter de ciencia, en un reportajede primera plana del Washington Post (Slevin 2005) afirma que el diseñointeligente “no es ciencia [sino] política”, en es mismo reportaje, Barry Lynn, el director de Americans United for Separation of Church and State, afirma</span></span><span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">que el diseño inteligente es solamente “una cubierta sobre un cierto mensaje teológico”, identificando así el diseño inteligente con la religión y no con la ciencia. En el mismo sentido el filósofo de la Universidad de Copenhague Jakob Wolf (2004), sostiene que el diseño inteligente no es ciencia pero filosofía (aunque una filosofía útil para entender la ciencia). Y finalmente, los defensores del diseño inteligente defienden que de hecho es ciencia (por ejemplo, Dembski 2002a, cap. 6). ¿Quién esta en lo correcto? Para determinar como contestar esta pregunta necesitan ser tenidos en cuenta, tres puntos:</span></span></span></span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">1 - La ciencia no se decide por el voto de la mayoría. ¿Pueden la mayoría de los científicos estar equivocados sobre asuntos científicos? Sí, pueden estarlo, el historiador y filósofo de la ciencia</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Thomas Kuhn (1970), en su Estructura de las Revoluciones Científicas, documento numerosas transformaciones en la ciencia, dónde visiones sostenidas confiadamente por la comunidad científica terminaron siendo desechadas y reemplazadas. Por ejemplo, hasta que la teoría de tectónica de placas no se propuso, los geólogos creían que los continentes eran inmóviles (compare Kearey y Vid 1996 con Clark y Stearn 1960). El diseño Inteligente es en la actualidad una posición minoritaria dentro de la ciencia, pero ese hecho por si mismo no es suficiente para impugnar su validez.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">2 - Sólo porque una idea tiene implicaciones religiosas, filosóficas, o políticas eso no la hace acientífica. Según el evolucionista Stephen Jay Gould (1977a, 267), “La biología se llevó nuestro estado como parangones creados a la imagen de Dios…. Antes de Darwin,nosotros pensábamos que un Dios benévolo nos había creado”. El</span></span><span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">biólogo de la Universidad de Oxford Richard Dawkins (1986, 6) Afirma, “Darwin hizo posible ser un ateo intelectualmente integro”. En su libro </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Una Izquierda Darwiniana: Política, Evolución, y Cooperación</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">, el bioético de Princeton Peter Singer (2000, 6) recalca que debemos “enfrentar el hecho de que somos animales producto de la evolución y que llevamos la evidencia de nuestra herencia, no sólo en nuestra anatomía y nuestro ADN, pero en nuestra conducta también”. Gould, Dawkins, y Singer están planteando respectivamente implicaciones religiosas, filosóficas, y políticas de la teoría evolutiva ¿hace esto acientífica a la teoría evolutiva? No, de la misma manera, las implicaciones del diseño inteligente no lo hacen acientífico.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">3 - </span></span><span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Llamar alguna área de investigación “no ciencia” o “acientífica”o etiquetarla “religión” o “mito” es dentro de la cultura occidental contemporánea una maniobra común para desacreditar una idea. El Físico David Lindley (1993), por ejemplo, para desacreditar las teorías cosmológicas que dejan atrás los datos experimentales o la comprobación, llama a tales teorías “mitos”. El escritor y médico Michael Crichton (2003), en su Caltech Michelin Conferencia, critica la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI) como sigue: “SETI no es ninguna ciencia. SETI es indiscutiblemente una religión. Se define la fe como la creencia firme en algo para lo que no hay ninguna prueba…. La creencia de que hay otra forma de vida en el universo es una cuestión de fe. No hay una sola evidencia para cualquier otra forma de vida, y en cuarenta años de investigación, nada se ha descubierto. No hay absolutamente ninguna razón evidente para mantener esta creencia, SETI es una religión”. La crítica de Crichton, sin embargo, parece extrema, en el pasado, la NASA ha patrocinada la investigación SETI. Y aun cuando la búsqueda real de inteligencia extraterrestre ha demostrado hasta ahora ser infructuosa, los métodos de búsqueda de SETI y la posibilidad de que estos métodos den pruebas exitosas, validan a SETI como una empresa científica legítima.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><b><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">¿QUÉ ES EL DISEÑO INTELIGENTE?<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style=" font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">El diseño inteligente es el campo de estudio que investiga </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">señales de inteligencia, </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">identifica aquéllos rasgos de los objetos que confiablemente señalan la acción de una causa inteligente, para ver de lo que estamos hablando, consideremos el Monte Rushmore, la evidencia para el diseño del monte Rushmore es directa, testigos oculares vieron al escultor Gutzon Borglum gastar buena parte de su vida diseñando y formando esta estructura. ¿Pero y si no hubiera ninguna evidencia directa para el diseño del monte Rushmore? Supongamos que los humanos se extinguieron y extraterrestres al visitar la Tierra, descubren el monte Rushmore substancialmente en lamisma condición de ahora.</span></span></span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">En ese caso, ¿que sobre esta formación de piedra proporcionaría evidencia circunstancial convincente de que fue producto de un diseñador inteligente y no simplemente del viento y la erosión?. Los objetos diseñados como el monte Rushmore exhiben rasgos característicos o patrones que apuntan a una inteligencia, tales rasgos o patrones constituyen señales de inteligencia. Los defensores del diseño inteligente, conocidos como teóricos del diseño, pretenden estudiar tales signos de manera formal, rigurosa, y científica, en particular, ellos sostienen que un tipo de información, conocida como complejidad especificada, es una señal clave de inteligencia. Una formulación exacta de complejidad especificada apareció primero en mi libro </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">The Design </span></span><span class="Apple-style-span" style=" font-style: normal; "><i><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Inference </span></span></span></i><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(1998) y fue desarrollada mejor en </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">No Free Lunch </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(2002a).</span></span></span></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">¿Qué es la complejidad especificada? Recordemos la novela Contacto por Carl Sagan (1985). En esa novela, radioastrónomos descubren una sucesión larga de números primos del espacio exterior. Porque la sucesión es larga, es compleja, es más, porque la sucesión es matemáticamente significativa, puede caracterizarse independientemente de los procesos físicos que la produjeron, como consecuencia, también es especificada. Así, cuando los radioastrónomos en Contacto observan complejidad especificada en esta sucesión de números, ellos tienen evidencia convincente de inteligencia extraterrestre. Aceptémoslos, Los investigadores de carne y hueso de SETI hasta ahora no han descubierto señales diseñadas del espacio exterior, sin embargo, El punto para destacar, es que Sagan basó los métodos de los investigadores de SETI para detectar diseño, en una práctica científica real. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Emplear la complejidad especificada para detectar diseño es entrar en un razonamiento de causa-efecto. Como parte de la racionalidad humana básica, nosotros razonamos de las causas a los efectos así como de los efectos de regreso a las causas. La experimentación científica, por ejemplo, requiere observación y el control de las variables, y así típicamente usa el razonamiento de causa-a-efecto: El experimentador, al preparar ciertos procesos causales en un experimento, restringe el resultado de esos procesos (el efecto), pero, en muchos casos, nosotros no tenemos control de los procesos de relevancia causal. Más bien, nosotros somos confrontados con un efecto y debemos reconstruir su causa, así, un extraterrestre visitando la tierra y confrontado con el Monte Rushmore necesitaría averiguar si el viento y la erosión pudieron producirlo o si algunos factores adicionales podrían requerirse.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Surge una preocupación y es si el razonamiento de efecto-a-causa llevaría a muchas hipótesis absurdas de diseño. Considere la “hipótesis de Zeus “en que los relámpagos se atribuyen a la intervención divina del dios Zeus (estoy en deuda con Robert Pennock por este ejemplo). Tal hipótesis, aunque un ejemplo de razonamiento efecto-a-causa, no sería la conclusión de una inferencia de diseño basada en la complejidad especificada. Los relámpagos individuales se explican fácilmente en términos de las leyes físicas, sin la necesidad de invocar a un diseñador. Los únicos relámpagos que podrían requerir una hipótesis de DI es si en conjunto, ellos exhiben algún patrón particularmente sobresaliente. Consideremos, por ejemplo, la posibilidad que en un día dado todos, y cada una, de las personas en Estados Unidos que habían proferido comentarios desobligantes sobre Zeus fueran alcanzados por los relámpagos y murieran, en ese caso, el patrón conjunto de los relámpagos exhibiría complejidad especificada y la hipótesis de Zeus ya no recería totalmente absurda.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Para resumir, muchas ciencias especiales ya utilizan la complejidad especificada como una señal de inteligencia - notablemente ciencia forense, criptografía, generación aleatoria de números, arqueología y la búsqueda de inteligencia extraterrestre inteligente (Dembski 1998 cap. 1 y 2). Los teóricos del diseño toman estos métodos y los aplican a sistemas de ocurrencia natural (vea Dembski y Rose 2004 pt IV). Cuando lo hacen, estos mismos métodos para identificar inteligencia indican que el delicado balance de las constantes cosmológicas (conocido como la afinación precisa cosmológica), y las cualidades de tipo máquina de ciertos sistemas bioquímicos altamente integrados (conocidos como máquinas moleculares irreduciblemente complejas), son el resultado de la inteligencia y muy improbablemente pueden haber aparecido mediante sólo fuerzas materiales (como el mecanismo darwiniano de selección natural y variación aleatoria). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Para tales argumentos teoréticos - diseño al nivel cosmológico vea González y Richards (2004); para tales argumentos teoréticos - diseño al nivel biológico, vea Behe (1996), en cualquier caso, es altamente plausible que el diseño en la cosmología y la biología sea científicamente detectable, poniendo así al diseño inteligente claramente dentro del reino de la ciencia.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><b><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">LA ACUSACIÓN DE CREACIONISMO<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">A pesar de la unión clara del diseño inteligente, metodológicamente y en contenido con ciencias existentes que ciernen los efectos de la inteligencia de las fuerzas naturales sin dirección, los críticos del diseño inteligente lo etiquetan como una forma de creacionismo. Ésta etiqueta no es sólo engañosa, sino que además en los círculos académicos y científicos se ha vuelto un término abusado para censurar ideas antes de que puedan ser adecuadamente discutidas.</span></span></span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Para ver que la etiqueta del creacionista es engañosa, consideremos que uno puede defender el diseño inteligente sin defender el creacionismo, tal creacionismo típicamente denota una interpretación literal de los primeros capítulos del génesis, así como un intento de armonizar la ciencia con esta interpretación (Morris 1975). También puede denotar la visión común a los teístas, de que un dios personal trascendente creó el mundo, una visión enseñada por el Judaísmo, Cristianismo e Islam (Johnson 2004), en cualquier caso sin embargo, el creacionismo presupone que el mundo llegó existir a través de un poder creativo separado del mundo. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">En contraste, el diseño inteligente, no coloca tal requerimiento en cualquier inteligencia diseñadora responsable de la afinación precisa cosmológica o de la complejidad biológica, simplemente sostiene que ciertos objetos materiales finitos exhiben patrones que convincentemente apuntan a una causa inteligente. Pero la naturaleza de esa causa -bien sea una o muchas, bien sea parte o separada del mundo, y aun si es buena o mala- simplemente no cae dentro del articulado del diseño inteligente - Tomás Aquino, en su Summa Contra Gentiles (III. 38) lo puso de esta manera (citado en Pegis 1948, 454-455): </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Mediante su razón natural el hombre está en capacidad de alcanzar un poco de conocimiento de Dios, al observar que las cosas naturales siguen un curso de acuerdo a un orden preestablecido, y como no puede haber orden sin una causa de ese orden, los hombres en su mayoría, perciben que hay uno que ordena las cosas que vemos, pero quien o de qué tipo es esta causa del orden, o si puede ser uno, no puede ser recogido de esta consideración general. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Consistente con esta declaración, Aristóteles, que sostuvo un mundo eterno no creado y a una teología construida dentro del mundo, sostendría el diseño inteligente pero no el creacionismo (vea su física así como su metafísica en McKeon 1941). Lo mismo es verdad para Antony Flew, que hasta hace poco era el ateo más prominente del mundo de habla inglesa. Él ahora repudia el ateísmo porque ve al diseño inteligente como necesario para explicar el origen de la vida (Associated Press 2004), Pero, al abrazar una inteligencia detrás de la complejidad biológica él no se adhiere al creacionismo (Habermas 2004). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">A pesar de su repetición constante, la acusación de que el diseño inteligente es una forma de creacionismo es falsa. Robert Pennock (1999, 2001) y Barbara Forrest (2004), por ejemplo, en todos sus escritos que critican el diseño inteligente repiten esta acusación aun, como filósofos entrenados, ellos saben que el diseño inteligente es consistente con posiciones filosóficas que no sostienen la teoría de la creación. Entonces ¿Por qué insisten que el diseño inteligente es creacionismo? La razón es que el creacionismo ha sido desacreditado en los tribunales por la elite académica y científica, así, si la etiqueta se puede “colocar”, el diseño inteligente sería derrotado sin la necesidad de investigar sus afirmaciones reales. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Para ver que el “creacionismo” es una etiqueta “circular” inventada para detener el curso de la investigación antes de que empiece, consideremos que uno de los críticos más prominentes del diseño inteligente ha sido el mismo llamado “creacionista”. El crítico es Kenneth Miller, en su libro “Finding Darwin God”, Miller critica el diseño inteligente en biología, no obstante, en ese libro el defiende una inteligencia o teleología que esta detrás de las leyes físicas (leyes que son necesarias para que el universo permitiera la vida vea Miller 1999, 226 - 232). La recompensa para Miller por proponer diseño inteligente al nivel de la física y la cosmología es ser llamado un creacionista por el profesor Frederick Crews de la universidad de California - al comentar el libro de Miller, Crews (2001) escribe:</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Cuando Miller entonces trata de arrastrar a Dios y a Darwin a la mesa de las discusiones [Al encontrar diseño o propósito detrás de las leyes físicas], su sentido de proporción y probabilidad lo abandonan, y el mismo prueba ser simplemente otro “Dios de los huecos” creacionista. Es decir se une a Philip Jhonson, William Dembski y compañía, otorgándole a lo todavía - sin - explicar como el lugar de la acción intencional de la deidad Cristiana. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">A pesar de criticas como esta por Crews y otros, la física predominante esta bastante cómoda en este momento con el diseño en la cosmología. Tome el siguiente comentario por Arno Penzias, Premio Nobel y codescubridor de la radiación cósmica de fondo (citado en Margenau y Vargnese 1992, 83) “La astronomía nos lleva a un único evento, un universo que se creó de la nada, uno con un muy delicado balance necesario para proveer exactamente las condiciones requeridas para permitir la vida y uno que tiene un plan subyacente (alguien diría sobrenatural)”. O considere el siguiente comentario por el muy conocido astrofísico y escritor científico Paul Davies (1988, 203) “Hay para mi evidencia poderosa de que algo esta pasando detrás de todo… parece como si alguien ha ajustado finalmente los números de la naturaleza para hacer el universo… la impresión de diseño es avasallante”, en otra parte Davies (1984, 243) agrega: “Las leyes (de la física) parecen ser el producto de un diseño sumamente ingenioso… el universo debe tener un propósito”. Comentarios como estos por prominentes físicos y cosmólogos se encuentran hoy ampliamente extendidos.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">¿Por qué inferir diseño desde la evidencia de la cosmología debería ser científicamente respetable pero inferir diseño desde la evidencia de la biología esta científicamente desacreditado, emitiéndose la acusación de creacionismo? Claramente aquí hay en juego un criterio doble. Los teóricos del diseño defienden que la evidencia biológica confirma una inferencia de diseño, pero aun cuando esa evidencia fuera eventualmente refutada por nueva evidencia, tal fracaso constituiría un fracaso del diseño inteligente como teoría científica, y no, un fracaso del diseño inteligente para calificar como teoría científica, mucho menos lo haría merecer la etiqueta de “creacionismo”. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><b><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">PROBLEMAS CON LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La mayoría de las teorías científicas son imperfectas, en el sentido en que lo que exigen del mundo natural y lo que el mundo natural en realidad despliega no corresponde perfectamente. La teoría de Newton, por ejemplo, predice cierto tipo de órbitas planetarias, no obstante, el perihelio de mercurio viola esta predicción no por mucho, pero lo suficiente para cuestionar la teoría de Newton. Finalmente Einstein resolvió esta anomalía reemplazando la teoría de Newton con su propia teoría de la relatividad.</span></span></span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">El problema de teorías que no corresponden con los hechos ha sido conocido desde el tiempo de los antiguos griegos, quienes describieron este problema en términos de “salvando los hechos”; en otras palabras la tarea de la ciencia (conocida en esa época como “filosofía natural”) era hacer corresponder las teorías científicas con los fenómenos (o apariencias) de la naturaleza. El físico Pierre Duhem (1969) incluso escribió un libro sobre el tema, también escribió otro libro (Duhem 1954) para describir lo que los científicos hacen, cuando sus teorías no corresponden con los hechos, en ese caso, de acuerdo a Duhem, ellos tienen dos opciones: una es simplemente abandonar la teoría; la otra, y por mucho la opción más común, es añadir hipótesis auxiliares para apuntalar la teoría. En términos simples, la segunda opción es poner parches sobre aquellos aspectos de la teoría que no corresponden con los hechos. </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">¿Cuál es la opción preferible? Esto es una cuestión de criterio. ¿Es la desigualdad tan evidente y el parche tan artificial que la teoría no pueda ser salvada? En esos casos los científicos prefieren la primera opción. ¿Ha sido la teoría probada como útil en el pasado y la desigualdad tan leve y el parche tan poco obstructivo que la teoría se mantiene en gran medida intacta?, en ese caso los científicos prefieren la segunda opción. El problema como lo mostró Thomas Khun (1970, cap. 10) en su inmensamente influyente </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">The structure of scientific revolutions </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">es, que no hay una forma fácil de trazar la línea entre estas dos opciones. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Los científicos continúan divididos acerca de lo que se debe hacer sobre las no-correspondencias entre la teoría evolutiva contemporánea y los hechos de la biología. No obstante, las no-correspondencias están allí a plena vista, así como los parches puestos sobre la teoría evolutiva para mitigar las nocorrespondencias. La no-correspondencia mejor conocida, es el fracaso aplastante del registro fósil para corresponderse con la expectativa de Darwin de que las formas de vida caen dentro de un gigante árbol gradual ramificado de la vida. En la sexta edición de “El origen de las especies” de Darwin, hay exactamente un diagrama, a saber, uno que pinta la evolución de los organismos como un árbol gradual ramificado de la vida. (Darwin 1872, 90 - 91). Aun así, de hecho, el registro fósil esta lleno de huecos que no muestran ninguna señal de haber sido cerrados por los mecanismos de la teoría evolutiva. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Para observar esto, uno no necesita mirar al trabajo de los teóricos del diseño, los mismos evolucionistas han reconocido el problema sobre el camino; por ejemplo Stephen Jay Gould (1977b) quien hasta su muerte fue el teórico de la evolución más prominente en el lado americano del Atlántico mostró: “La extrema rareza de formas transicionales en el registro fósil permaneces como el oficio secreto de la paleontología. Los árboles evolutivos que adornan nuestros textos tienen datos solo en las puntas y en los nodos de sus ramas; el resto es inferencia, si bien razonable pero no la evidencia de los fósiles”.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La solución de Gould a este problema fue proponer su idea del equilibrio puntuado, en la cual la evolución sucede en poblaciones aisladas que improbablemente serán fosilizadas, con los resultados de que el registro fósil exhibe un patrón de cambios súbitos seguidos por la estasis (vea Eldrege y Gould, 1973). Pero este parche tiene sus propios problema: Uno, no explica el mecanismo de cambio evolutivo, además, es altamente poco verificable por que toda evolución interesante ocurre donde es inaccesible a la observación científica.<br /><br />Hay muchos otros desajustes entre la teoría evolutiva contemporánea y los hechos biológicos. A pesar de los experimentos de simulación de la atmósfera primitiva, como el de Stanley Miller (1953), el problema del origen de la vida se mantiene completamente sin resolver en términos materialistas. De manera similar, el desafío de las máquinas moleculares irreduciblemente complejas levantado por Michael Behe (1996) ha resistido las explicaciones evolutivas. El bioquímico de la universidad de Colorado Franklin Harold (2001, 205) citando a Behe, escribe: “Debemos rechazar, por principio, la sustitución del diseño inteligente por el dialogo entre necesidad y azar (Behe, 1996); pero debemos conceder que no hay actualmente descripciones detalladas darwinianas de la evolución de ningún sistema bioquímico, solo una variedad de especulaciones optimistas”. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">O tome el problema del ADN basura, de acuerdo a la teoría neodarwiniana, los genomas del organismo son formados durante un largo proceso evolutivo a través de ensayo y error de la selección natural que cierne los efectos de los errores genéticos aleatorios. Como consecuencia el neodarwinismo espera encontrar una gran cantidad de ADN basura, es decir, ADN que no tiene un propósito útil pero que es simplemente llevado a lo largo del paseo, porque es más fácil para las células mantenerse copiando ADN que los errores genéticos dejan como inútil, que identificar y eliminar tal ADN o genoma. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La teoría del diseño inteligente, por otro lado, al aproximarse a los organismos como sistemas diseñados - esta menos inclinada a descartar ADN aparentemente inútil como basura -. En cambio, anima a los biólogos a investigar si sistemas que al principio aparecen sin función podrían de hecho tener una función, Y tal como esta sucediendo ahora, ADN “basura” aparentemente inútil, se ha encontrado cada vez más que sirve para funciones biológicas útiles. Por ejemplo, James Shapiro y Richard Sternberg (2005) han provisto recientemente una apreciación global de las funciones del ADN repetitivo, un tipo clásico de ADN basura, similarmente, Roy Fritten (2004) ha delineado recientemente las funciones de elementos genéticos móviles - otra clase de secuencias de las que se pensó por mucho tiempo que eran simplemente basura parasítica. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Tales no-correspondencias entre la teoría evolutiva y los hechos de la biología son significativas para el entendimiento público de la biología. Incluso sin conocimiento biológico especializado, es posible para la persona común ver que la teoría evolutiva, como la enseñada en los textos de bachillerato y universidad, necesita desesperadamente un tratamiento más completo y una discusión más adecuada de sus alternativas. En este momento, los libros básicos de biología, de los cuales la mayoría de personas en el mundo angloparlante recibe su primera exposición seria a la teoría evolutiva. Explican el origen de las formas biológicas en términos de los mecanismos neodarwinianos de la selección natural y errores genéticos aleatorios de este; sin embargo este mecanismo, es visto ahora como cada vez más inadecuado para explicar la diversidad de formas biológicas, y no solamente por teóricos del diseño. Por ejemplo, Lynn Margulis (2002, 103), una bióloga miembro de la Academia Nacional de Ciencias, critica la teoría darwiniana de la siguiente manera: “Como un dulce que temporalmente satisface nuestro apetito pero nos priva de comidas más nutritivas, el neodarwinismo sacia la curiosidad intelectual con abstracciones carentes de detalles - reales - bien sea metabólico, bioquímico, ecológico o de historia natural”. Robert Laughlin (2005, 168-169) un Premio Nobel de física preocupado con las propiedades de la materia que hacen la vida posible, ofrece aun una crítica más fuerte:</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Una clave del pensamiento ideológico es la explicación que no tiene implicaciones y que no puede ser verificada. Yo llamo a tales caminos lógicos cerrados, antiteorías, porque tienen exactamente el efecto opuesto de las teorías reales: detienen el pensamiento en vez de estimularlo. La evolución natural, por ejemplo, la cual Charles Darwin concibió originalmente como una gran teoría, ha venido últimamente a funcionar más como una antiteoría, llamada para cubrir los resultados experimentales embarazosos y legitimar descubrimientos que en su mejor estado son cuestionables y en su peor estado ni siquiera equivocados. ¿Su proteína desafía las leyes de la acción de masas? ¡La evolución lo hizo! ¿Su desorden complejo de reacciones bioquímicas se convirtió en un pollo? ¡La evolución! ¿El cerebro trabaja bajo principios lógicos que ningún computador puede igualar? ¡La causa es la evolución!</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Notemos que ni Margulis ni Laughlin defienden el Diseño Inteligente.<br />Esta crítica llega al centro mismo de la teoría evolutiva contemporánea y son directamente pertinentes a cómo debe enseñarse la evolución. De acuerdo a Simon Conway Morris (2000, 1). “Cuando se discute la evolución orgánica el único punto de acuerdo parece ser: ‘esta sucedió‘. Así, hay poco consenso, lo que a primera vista puede parecer bastante extraño”. Extraño de hecho, ahora mismo, textos básicos de biología reflejan un “acuerdo de consenso”, dando la ilusión que hay unanimidad entre biólogos acerca de cómo ocurrió la evolución cuando en realidad no hay tal unanimidad. Este acuerdo de consenso necesita ser roto, con alternativas científicas a la teoría evolutiva convencional recibidas en el currículo de la biología, una de esas alternativas es el Diseño Inteligente.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><b><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">MATERIALISMO METODOLÓGICO<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">No obstante, los críticos del Diseño Inteligente sostienen que no es una teoría científica. Lo hacen, no confrontando la evidencia lógica por medio de la cual los teóricos del Diseño Inteligente defienden sus conclusiones, sino que lo hacen mediante un prejuicio de definición. Esencialmente, se comprometen en un ir y venir conceptual, cuidadosamente definiendo ciencia para que la teoría evolutiva contemporánea caiga dentro de la ciencia y el Diseño Inteligente caiga fuera. El mecanismo mediante el cual mantienen al Diseño Inteligente a la orilla es un principio normativo para la ciencia, conocido como naturalismo metodológico o materialismo metodológico. El rechazo del Diseño Inteligente a este principio dice mostrar que el Diseño Inteligente esta comprometido con una forma de sobrenaturalísimo. Se supone que esto a su vez hace al Diseño Inteligente una forma de creencia religiosa, Barba Forrest (2004) y Eugenie Scott (2005) hacen al materialismo metodológico la pieza central de su crítica contra el Diseño Inteligente.</span></span></span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La impresión que dan es que mientras la teoría evolutiva contemporánea esta involucrada en el trabajo “duro” de la ciencia real, el Diseño Inteligente apela a lo sobrenatural y así se rinde y olvida la ciencia, sustituye las “explicaciones naturales” por la magia por, pero ¿Qué son las “explicaciones naturales”? De hecho, que constituye la naturaleza sigue siendo una pregunta abierta. Si uno revisa la literatura del Diseño Inteligente, uno encuentra que al principio hubo más bien pocas referencias a “lo sobrenatural”. Pero para el 2000 (especialmente con la conferencia “La naturaleza de la naturaleza”, organizada por el centro Baylor de Michel Pulanyi - vea Dembski y Gordon, 2000), las referencias a lo sobrenatural desaparecieron en gran medida. La razón para eso es que el mismo término sobrenatural, precisamente concede el punto en disputa, a saber, como es la naturaleza y cuales son los poderes causales mediante los cuales la naturaleza opera. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Los críticos del Diseño Inteligente que sostienen el materialismo metodológico, dicen que la naturaleza opera solo mediante causas naturales y es explicada científicamente a través de explicaciones naturales. Pero ¿Qué significan mediante naturaleza? Eugene Scott (1998), director del grupo vigilante de la evolución, el Natural Center for Science Education (NCSE),explica como el materialismo metodológico construye la naturaleza: </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La mayoría de los científicos hoy requieren que la ciencia sea llevada delante de acuerdo a la regla del materialismo metodológico: para explicar el mundo natural científicamente, los científicos deben restringirse ellos mismos solamente a causas materiales (a la materia, energía y sus interacciones). Hay una razón práctica para esta restricción: funciona. Al continuar buscando explicaciones naturales de cómo funciona el mundo, hemos sido capaces de encontrarlas. Si se permiten explicaciones sobrenaturales, ellas desanimaran - o al menos retrasarán - el descubrimiento de explicaciones naturales, y entenderemos menos acerca del universo. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Así para Scott, la naturaleza es “materia, energía y su interacción”. De acuerdo con esto, por explicaciones naturales, Scott quiere decir explicaciones que solo acuden a tales causas materiales. Sin embargo, ese es precisamente el punto en cuestión, a saber, si la naturaleza opera exclusivamente mediante tales causas.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Si la naturaleza contiene un juego más rico de causas que las causas meramente materiales, entonces el Diseño inteligente es una posibilidad viva y el materialismo metodológico leerá mal la realidad física. Notemos, también, que al contrastar las explicaciones naturales con las explicaciones sobrenaturales se oscurece aun más este punto crucial. Las explicaciones sobrenaturales típicamente denotan explicaciones que invocan los milagros y no pueden ser entendidas científicamente, pero explicaciones que acuden a las causas inteligentes no requieren ningún milagro y no dan ninguna evidencia de ser reducibles al trío de Scott de “materia, energía, y su interacción”. De hecho, los teóricos del diseño defienden que esa causalidad inteligente es absolutamente natural con tal de que la naturaleza sea propiamente entendida. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La caracterización de Scott del materialismo metodológico encuentra dos dificultades: Primera, si como ella sugiere, el materialismo metodológico es meramente una hipótesis de trabajo que los científicos usan porque “funciona”, entonces los científicos son libres de desecharla cuando ellos juzgan que no esta funcionando mas. Teóricos del diseño defienden que para explicar adecuadamente la complejidad biológica, el materialismo metodológico falla y justamente necesita ser desechado. Segundo, y más significativamente, definiendo la ciencia como la búsqueda de explicaciones naturales, Scott presupone precisamente lo que debe demostrarse, si, por explicaciones naturales, Scott simplemente significa explicaciones que explican lo que está pasando en la naturaleza, no habría ningún problema, y el diseño inteligente constituiría una explicación natural completamente adecuada de la complejidad biológica, pero, claramente, eso no es lo que ella quiere decir.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Ya que tanta parte del debate acerca del estatus científico del diseño inteligente depende del papel del materialismo metodológico restringiendo la naturaleza de la naturaleza, permitámonos examinar la naturaleza de naturaleza más estrechamente. La naturaleza, como es concebida por Scott y la mayoría de los críticos de diseño inteligente, consiste de entidades materiales gobernadas por leyes de interacción fijas, a menudo llamadas “leyes naturales”. Éstas leyes pueden ser determinísticas o no-determinísticas que es la razón por la qué algunos científicos se refieren a la naturaleza como gobernada por “azar y necesidad” (como Jacques Monod 1972). Obviamente, estas leyes de interacción dejan fuera cualquier forma de agencia inteligente actuando en tiempo-real dentro de la naturaleza, ellas operan autónomamente y automáticamente: Dadas ciertas entidades materiales con ciertas propiedades enérgicas en ciertas relaciones espaciotemporales,estas entidades se comportarán de ciertas maneras prescritas. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Una pregunta ineludible se levanta ahora: ¿Cómo sabemos que la naturaleza es de hecho un juego de entidades materiales gobernadas por leyes de interacción fijas? Equivalentemente, ¿cómo sabemos que todo lo que pasa en la naturaleza puede explicarse en términos de condiciones materiales antecedentes y causas materiales que actúan en ellas? Una vez la pregunta se propone de esta manera, se vuelve una pregunta abierta, ¿comprende la naturaleza un juego de entidades materiales gobernadas por leyes de interacción fijas?, de hecho, se vuelve una posibilidad viva que la naturaleza, así concebida, este sumamente incompleta. No Free Lunch (Dembski 2002a, XIII-XIV) resume lo que está en juego como sigue: </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Al Defender que las explicaciones naturalistas [materialistas] están incompletas o, equivalentemente, que las causas naturales [materiales] no pueden responder por todos los rasgos del mundo natural, yo estoy poniendo las causas naturales en contra-distinción a las causas inteligentes. La comunidad científica ha trazado esta distinción en su uso de estas categorías gemelas de causalidad, así, en la cita anterior de Francisco Ayala, “el más grande logro de Darwin [fue] mostrar que la organización dirigida de los seres vivos puede explicarse como el resultado de un proceso natural, selección natural, sin necesidad alguna de acudir a un creador u otro agente externo”. Las causas naturales, como la comunidad científica las entiende, son causas que operan según leyes determinísticas y no-determinísticas y eso puede caracterizarse en términos de azar, necesidad, o su combinación (cf. Jacques Monod Azar y Necesidad). Para estar seguro, si uno es mas liberal acerca de lo quiere decir por causas naturales e incluye entre las causas naturales procesos télicos que no son reducibles a azar y necesidad (como los Estoicos antiguo hicieron dotando la naturaleza de teleología inmanente), entonces mi afirmación de que las causas naturales están incompletas se disuelve pero así no es cómo entiende principalmente la comunidad científica las causas naturales. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">De acuerdo a esto, definir la ciencia (en línea con el materialismo metodológico) como la búsqueda de explicaciones naturales a fenómenos naturales es afirmar que tales explicaciones existen para todo fenómeno natural. ¿Pero cómo esta afirmación puede ser justificada?, en lugar de justificarla, el materialismo metodológico, razona en circulo. Para ver esto, consideremos la analogía siguiente del juego de ajedrez, en el ajedrez, inicialmente hay treinta y dos piezas colocadas en un tablero de ajedrez de ocho-por-ocho como sigue:</span><br /></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; "><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYxRvW3hxLv7kQohdiaQPSyrYUPeSBW2nV3lQVthe6FKF_Jt_pMWfKzm1wQCKYp8QYdgXvtgqW_KOv6_cA34x-pUIGhDzzR2QkfEMGq9WLRasHcjob89V2CQNfWyL4gy9pCLcUKDI84CU/s1600/xadrex-1.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYxRvW3hxLv7kQohdiaQPSyrYUPeSBW2nV3lQVthe6FKF_Jt_pMWfKzm1wQCKYp8QYdgXvtgqW_KOv6_cA34x-pUIGhDzzR2QkfEMGq9WLRasHcjob89V2CQNfWyL4gy9pCLcUKDI84CU/s320/xadrex-1.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406304747976254994" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 190px; height: 188px; " /></a></span></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Es más, el ajedrez opera mediante ciertas reglas fijas. Por ejemplo, los alfiles mueven diagonalmente, los peones sólo avanzan hacia adelante y solo comen diagonalmente, etc. En esta analogía, las piezas del ajedrez en su configuración inicial corresponden a las entidades materiales que dentro del materialismo metodológico constituyen la naturaleza y las reglas del ajedrez corresponden a las leyes de interacción que para el materialismo metodológico gobiernan la naturaleza. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Dada la posición inicial de las piezas del ajedrez y las reglas del juego, podemos preguntar si la siguiente posición es posible: </span><br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, serif; "><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimI_obK6STJ7F4gRw5GW134h7mM27_YOBBYPy4hB6RO3YhyphenhyphenjYXuPgGPPMeefwbBjcOp-D87zU7R_1hxm62obf8_5L8NSQshfKGoOvUabDxC_Zq_lqy7NxeEp5vw9tEaRHESFjsiqnQ6n0/s1600/xadrex-2.gif"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimI_obK6STJ7F4gRw5GW134h7mM27_YOBBYPy4hB6RO3YhyphenhyphenjYXuPgGPPMeefwbBjcOp-D87zU7R_1hxm62obf8_5L8NSQshfKGoOvUabDxC_Zq_lqy7NxeEp5vw9tEaRHESFjsiqnQ6n0/s320/xadrex-2.gif" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406304749664609442" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 178px; height: 171px; " /></a></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Resulta que no lo es. No hay ninguna manera de pasar de la primera posición a la segunda mediante las reglas del ajedrez. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Así también, el diseño inteligentes pretende mostrar que existen configuraciones de entidades materiales en la biología (por ejemplo, flagelo bacteriano, mecanismos de síntesis de proteína, y los sistemas del órgano complejos) que no pueden explicarse adecuadamente en términos de condiciones materiales antecedentes junto con los procesos gobernados por ley (es decir, procesos evolutivos mecánicos) que actúan en ellas. Aceptémoslo, el ajedrez constituye un ejemplo insignificante mientras que los ejemplos biológicos que los teórico del DI investigan son mucho más complicados, es más, mientras que el ajedrez opera según reglas matemáticas precisas, las leyes de interacción asociadas con las entidades materiales son probabilísticas, así que los obstáculos para producir configuraciones biológicas complejas de entidades materiales no son imposibilidades lógicas sino improbabilidades empíricas. Pero el punto de la analogía todavía se sostiene. Siempre que uno tenga una teoría sobre un proceso - cómo un estado se supone, mediante algún proceso, se transforme en otro - es perfectamente legítimo preguntar si el proceso en cuestión es capaz de responder por el estado final en términos del estado inicial. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Se desprende que la acusación de sobrenaturalismo contra el diseño inteligente no puede sostenerse. De hecho, para decir que rechazar el naturalismo trae consigo aceptar el sobrenaturalismo sólo se sostiene, si la naturaleza es definida como un sistema cerrado de entidades materiales gobernadas por leyes inquebrantables de interacción material. Pero esta definición de naturaleza es circular. La naturaleza es lo qué la naturaleza es y no lo que nosotros definimos que es. Para ver esto, considere el enigma siguiente: ¿Cuántas patas tiene un perro tiene si uno llama una cola pata? La respuesta correcta es cuatro, llamar una cosa otra cosa no le hace algo diferente. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Igualmente, definir la naturaleza como un sistema cerrado de entidades materiales que operan por leyes fijas de interacción no la hace así, la naturaleza es lo qué la naturaleza es, y prescribir el materialismo metodológico como un principio normativo para la ciencia no hace nada para cambiar eso. Los teórico del DI defienden que el materialismo metodológico tuerce fundamentalmente nuestra comprensión de la naturaleza. Para evaluar la validez del DI, la cuestión crucial no es si ellos tienen razón pero si ellos podrían tener razón, dado que ellos podrían tener razón, el materialismo metodológico no puede ser tomado como un rasgo definitorio de la ciencia, mucho menos debe ser sostenido dogmáticamente. Hacer al materialismo metodológico un rasgo definitorio de la ciencia comete el pecado premoderno de forzar la naturaleza en categorías a priori en lugar de permitir la naturaleza hablar por sí misma. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Recapitulando, el materialismo metodológico nos presenta un dilema falso: O bien la ciencia debe ser limitada a “explicaciones naturales” (tomado en un sentido muy tendencioso) o debe abrazar “explicaciones sobrenaturales” significando magia. Pero hay una tercera posibilidad: ni materialismo ni magia pero mente. Los teórico de DI no están deseosos de conceder la demanda materialista que una inteligencia diseñadora (la mente) interactuando con la materia es “sobrenatural”. De hecho, investigaciones por teóricos del DI están empezando a demostrar que esta interacción es absolutamente natural - que no puede entenderse apropiadamente la naturaleza aparte de la actividadde una inteligencia diseñadora (cf. Schwartz y Begley 2002).</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><b><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">LA CONTROVERSIA QUE RODEA EL DISEÑO INTELIGENTE<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; ">La controversia que rodea el diseño inteligente ocurre a muchos niveles, pero es finalmente una controversia científica dentro de la comunidad científica, para estar seguro, hay aspectos educativos, políticos, religiosos, y filosóficos a esta controversia, pero si no hubiera ninguna controversia científica aquí, estos otros aspectos nunca habrían empezado a despegar.</span></span></span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Hay varias maneras de ver que ésta es de verdad una controversia científica. Un indicador es que teóricos del diseño están publicando cada vez más en publicaciones especializadas de literatura científica investigaciones que apoyan el diseño inteligente, sobre todo en la literatura biológica (vea Meyer 2004; Behe y Snoke 2004; y Denton et al. 2002), un indicador relacionado es que su trabajo es sometido cada vez más a la crítica dentro de la corriente principal de la literatura científica (vea Thornhill y Ussery 2000; Schneider 2000; y Lenski et al. 2003), y, el más significativo, es que teóricos del diseño tienen un programa genuino de investigación científica que ellos están siguiendo ahora con vigor creciente (vea “research themes” in Dembski 2002b). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Decir que el programa de investigación del diseño inteligente está en desigualdad con el teórico evolutivo convencional es una verdad de Perogrullo. Menos obvio, quizás, es que esta controversia entre teorías en competencia es saludable para la ciencia, ya que convierte al diseño inteligente y a la teoría evolutiva en científicamente verificables. Desafortunadamente, como están las cosas ahora, dada la exclusión artificial del diseño inteligente de la discusión científica (mediante el dispositivo del materialismo metodológico), la teoría evolutiva se ha vuelto inmune a la desconfirmación científica, en otros términos, se ha vuelto el científicamente in-verificable. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Eshel Ben Jacob, un físico que se especializa en los sistemas complejos, esta preocupado por el estado de esta situación. Él escribe, “Darwin, un libre pensador que se atrevió a hacer conclusiones de largo alcance basado en las observaciones, se habría desanimado al ver la doctrina petrificante que su hijo-cerebral se ha vuelto. ¿Debemos admitir que todos los organismos son nada más que máquinas de Turing acuosas evolucionadas meramente por una sucesión de accidentes favorecidos por la naturaleza? ¿O tenemos la libertad intelectual para volver a pensar este problema fundamental?” (Citado en Dembski 2004, contraportada.)</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La teoría de Darwin del descenso con modificación por medio de selección natural que actúa en las variaciones presenta una alternativa noteleológica al diseño inteligente. De hecho, el </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Origen </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">de Darwin puede ser visto como una contestación premeditada al argumento del diseño. La teoría evolutiva contemporánea sigue en este tren, de hecho Richard Dawkins (1986) da a su libro El Relojero Ciego el subtítulo, Por qué la Evidencia de la Evolución Revela un Universo sin Diseño. El estudio de los orígenes biológicos está fundamentalmente incompleto mientras que el diseño inteligente este eliminado de la discusión científica. Otra cosa es cierta: la teoría evolutiva no puede entenderse adecuadamente, separadamente del diseño inteligente como su propio contexto y contraparte.</span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La integridad de la teorización evolutiva actual depende de dar sitio para el diseño inteligente. El propio Darwin habría estado de acuerdo, en su Origen de las Especies, Darwin (1859, 2) escribió: “Un resultado justo sólo puede obtenerse presentando totalmente y equilibradamente los hechos y argumentos en ambos lados de cada pregunta”. Cuando llegamos a los orígenes biológicos, el diseño inteligente presenta los hechos y los argumentos para un lado de esta pregunta, pretender que no hay controversia científica rodeando el diseño inteligente es por lo tanto en si mismo acientífico.<br /><br />---------------<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br /></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Bibliografía<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Associated Press, “Famous Atheist Now Believes in God” (December 9, 2004): http://abcnews.go.com/US/wireStory?id=315976 (last accessed March 25, 2005).</span></span></span></span></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Behe, Michael, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Darwin’s Black Box: The Biochemical Challenge to Evolution </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New York: Free Press, 1996).</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Behe, Michael and David W. Snoke, “Simulating Evolution by Gene Duplication of Protein Features That Require Multiple Amino Acid Residues,” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">ProteinScience</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, 13 (2004):2651-2664. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Britten, Roy J., “Coding Sequences of Functioning Human Genes Derived Entirelyfrom Mobile Element Sequences,” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Proceedings of the National Academy of Sciences </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">101(48) (November 30, 2004): 16825-16830.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Clark, Thomas H. and Colin W. Stearn, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The Geological Evolution of North America </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New York: Ronald Press, 1960). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Conway Morris, Simon, “Evolution: Bringing Molecules into the Fold,” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Cell </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">100(January 7, 2000): 1-11. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Crews, Frederick C., “Saving Us from Darwin, Part II,” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The New York Review of Books </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(October 18, 2001): publicado en línea en http://www.nybooks.com/articles/articlepreview? article_id=14622 (last accessed March 25, 2005). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Crichton, Michael, “Aliens Cause Global Warming,” Caltech Michelin Lecture (January 17,2003): publicado en línea en http://www.crichtonofficial.com/ speeches/speeches_quote04.html (revisado por ultima vez Marzo 15, 2005). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Darwin, Charles, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">On the Origin of Species</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, facsimile 1st ed. (1859; reprinted Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1964). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Darwin, Charles, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The Origin of Species</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, 6th ed. (London: John Murray, 1872). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Davies, Paul, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Superforce: The Search for a Grand Unified Theory of Nature </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New York: Simon and Schuster, 1984). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Davies, Paul, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The Cosmic Blueprint: New Discoveries in Nature’s Creative Ability to Order the Universe </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New York: Simon and Schuster, 1988). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Dawkins, Richard, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The Blind Watchmaker: Why the Evidence of Evolution Reveals a Universe without Design </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New York: Norton, 1986). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Dembski, William A., </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The Design Inference: Eliminating Chance through Small Probabilities </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(Cambridge: Cambridge University Press, 1998). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Dembski, William A., </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">No Free Lunch: Why Specified Complexity Cannot Be Purchased without Intelligence </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(Lanham, Md.: Rowman and Littlefield, 2002a). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Dembski, William A., “Becoming a Disciplined Science: Prospects, Pitfalls, and Reality Check for ID,” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Progress in Complexity, Information, and Design </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">1(4) (2002b): publicado en línea en http://www.iscid.org/papers/Dembski_DisciplinedScience_102802.pdf (revisado por ultima vez Junio 29, 2005). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Dembski, William A., ed., </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Uncommon Dissent: Intellectuals Who Find Darwinism Unconvincing </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(Wilmington, Del.: ISI Books, 2004). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Dembski, William A. and Bruce L. Gordon, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The Nature of Nature: An Interdisciplinary Conference on the Role of Naturalism in Science</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, presentada en Baylor University’s Michael Polanyi Center, April 12-15, 2000, programa de la conferencia disponible en línea en http://www.designinference.com/documents/2000.04.nature_of_nature.htm (last accessed June 29, 2005. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Dembski, William A. and Michael Ruse, eds., </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Debating Design: From Darwin to DNA </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(Cambridge: Cambridge University Press, 2004). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Denton, M. J., J. C. Marshall, and M. Legge, “The Protein Folds as Platonic Forms: New Support for the pre-Darwinian Conception of Evolution by Natural Law,” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Journal of Theoretical Biology </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">219 (2002): 325-342. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Duhem, Pierre, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The Aim and Structure of Physical Theory</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, P. P. Wiener, trans. (Princeton: Princeton University Press, 1954). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Duhem, Pierre, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">To Save the Phenomena: An Essay on the Idea of Physical Theory from Plato to Galileo</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, E. Dolan and C. Maschler, trans. (Chicago: University of Chicago Press, 1969). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Eldredge, Niles and Stephen Jay Gould, “Punctuated Equilibria: An Alternative to Phyletic Gradualism,” 82-115 in </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Models in Paleobiology</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, ed. T. J. M. Schopf (San Francisco: Freeman, 1973). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Forrest, Barbara, and Paul Gross, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Creationism’s Trojan Horse: The Wedge of Intelligent Design </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(Oxford: Oxford University Press, 2004). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">González, Guillermo and Jay Wesley Richards, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The Privileged Planet: How Our Place in the Cosmos Is Designed for Discovery </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(Washington, D.C.: Regnery, 2004). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Gould, Stephen Jay, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ever Since Darwin: Reflections in Natural History </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New York: W. W. Norton 1977a).</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Gould, Stephen Jay, “Evolution’s Erratic Pace,” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Natural History </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">86(5) (1977b): 12-16. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Habermas, Gary, “Atheist Becomes Theist: An Exclusive Interview with Former Atheist Antony Flew,” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Philosophia Christi </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(Winter 2004): publicado en línea en http://www.biola.edu/antonyflew (last accessed June 29, 2005). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Johnson, Phillip, “Evolution as Dogma: The Establishment of Naturalism,” in W. A. Dembski, ed., </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Uncommon Dissent: Intellectuals Who Find Darwinism Unconvincing</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, 23-40 (Wilmington, Del.: ISI Books, 2004). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Kearey, Philip and Frederick J. Vine, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Global Tectonics </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(Oxford: Blackwell Sciences, 1996).<br /><br />Koestler, Arthur and J. R. Smithies, eds., </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Beyond Reductionism: New Perspectives in the Life Sciences, Proceedings of the 1968 Alpbach Symposium </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(London: Hutchinson, 1969). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Kuhn, Thomas, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The Structure of Scientific Revolutions</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, 2nd ed. (Chicago: University of Chicago Press, 1970).</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Laughlin, Robert B., </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">A Different Universe: Reinventing Physics from the Bottom Down </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New York: Basic Books, 2005). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Richard E. Lenski, Charles Ofria, Robert T. Pennock, and Christoph Adami, “The Evolutionary Origin of Complex Features,” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Nature </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">423 (May 8, 2003): 139-144. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Lindley, David, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The End of Physics: The Myth of a Unified Theory </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New York: Basic Books, 1993).<br /><br />Margulis, Lynn and Dorion Sagan, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Acquiring Genomes: A Theory of the Origins of Species </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New York: Basic Books, 2002), McKeon, Richard, ed., </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The Basic Works of Aristotle </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New York: Random House, 1941). Margenau, Henry and Roy Varghese, eds., </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Cosmos, Bios, and Theos </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(LaSalle, Ill.: Open Court, 1992). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Meyer, Stephen C., “The Origin of Biological Information and the Higher Taxonomic Categories,” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Proceedings of the Biological Society of Washington</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, 117(2) (2004): 213-239. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Miller, Kenneth R., </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Finding Darwin’s God: A Scientist’s Search for Common Ground between God and Evolution </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New York: Harper Collins, 1999). Miller, Stanley, “A Production of Amino Acids under Possible Primitive Earth Conditions”, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Science </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">117 (1953): 528-529. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Monod, Jacques, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Chance and Necessity </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New York: Vintage, 1972). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Morris, Henry, ed., </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Scientific Creationism </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(San Diego: Creation-Life Publishers, 1975). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Pegis, Anton C., ed., </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Introduction to St. Thomas Aquinas </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New York: Modern Library, 1948). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Pennock, Robert, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Tower of Babel </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(Cambridge, Mass.: MIT Press, 1999). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Pennock, Robert, ed., </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Intelligent Design Creationism and its Critics </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(Cambridge, Mass: MIT Press, 2001). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Sagan, Carl, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Contact </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New York: Simon Schuster, 1985). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Schneider, Thomas D., “Evolution of Biological Information,” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Nucleic Acids Research </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">28(14) (2000): 2794-2799. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Schwartz, Jeffrey and Sharon Begley, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The Mind and the Brain: Neuroplasticity and the Power of Mental Force </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New York: Harper Collins, 2002). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Scott, Eugenie C., “‘Science and Religion’, ‘Christian Scholarship’, and ‘Theistic Science’: Some Comparisons,” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Reports of the National Center for Science Education </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">18(2) (1998): 30-32. Published online at http://www.ncseweb.org/resources/articles/6149_science_and_religion_chris_3_1_1998.asp (last accessed March 29, 2005). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Scott, Eugenie C., Evolution vs. Creationism: An Introduction (Berkeley, Calif.: University of California Press, 2005). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Shapiro, James A. and Richard von Sternberg, “Why Repetitive DNA Is Essential to Genome Function,” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Biological Reviews </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">80 (2005): 1-24. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Singer, Peter, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">A Darwinian Left: Politics, Evolution, and Cooperation </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(New Haven, Conn.: Yale University Press, 2000). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Slevin, Peter, “Battle on Teaching Evolution Sharpens,” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Washington Post </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(March 14, 2005): A1. Thornhill, R. H. and D. W. Ussery, “A Classification of Possible Routes of Darwinian Evolution,” </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Journal of Theoretical Biology </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">203 (2000):111-116. </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Wolf, Jakob, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Rosens Råb: Intelligent Design I Naturen, Opgør Med Darwinismen </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">[</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">The Cry of the Rose: Intelligent Design in Nature and the Critique of Darwinism</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">] (Copenhagen: ANIS Publishers, 2004). </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">---<br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; line-height: normal; "><span lang="ES"><o:p><span lang="ES"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">∗</span></span></span><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Se publica con la gentil autorización del autor.<br /></span></span><span class="Apple-style-span" style=" font-style: italic; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Praxis Filosófica - </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Nueva serie, No. 24, Enero-Junio 2007: 147-166 ISSN: 0120-4688<br /><br />---<br /><b>Fuente</b>:<br /></span></span><a href="http://www.ciencia-alternativa.org/"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ciencia Alternativa</span></span></a></span></span></span></span></o:p></span></p><p></p>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-13093170842590591312009-11-20T12:42:00.000-08:002009-11-20T12:58:47.091-08:00Diseño por Eliminación Versus Diseño por Comparación<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioPuUgvSAJdz0pQBWogGKvsSh6AnVb-JLzF8pVyrE8Ba8vLjtAabFewOAykdylY07fFxD2WwEX98hnFXMe1Qe5xpBLyneB-I5hv2mvqeHA5QIKgF1BMU0tP2I9W4Y1nPEE69OnXt2O-EM/s1600/tdi-3.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 186px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioPuUgvSAJdz0pQBWogGKvsSh6AnVb-JLzF8pVyrE8Ba8vLjtAabFewOAykdylY07fFxD2WwEX98hnFXMe1Qe5xpBLyneB-I5hv2mvqeHA5QIKgF1BMU0tP2I9W4Y1nPEE69OnXt2O-EM/s200/tdi-3.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406289678895083970" /></a><p class="Default" align="center" style="text-align: left;"><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">(Capítulo 33 de </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">The Design Revolution</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">) </span></span></span><span lang="EN-US"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <b><span lang="EN-US" style="font-size:11.0pt;line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif"; mso-ascii-theme-font:minor-latin;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-fareast-theme-font: minor-latin;mso-hansi-theme-font:minor-latin;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:EN-US;mso-fareast-language: EN-US;mso-bidi-language:AR-SA"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">Por: </span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">William A. Dembski </span></span></span></span></b><div><b><span lang="EN-US" style="font-size:11.0pt;line-height:115%;font-family:"Calibri","sans-serif"; mso-ascii-theme-font:minor-latin;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-fareast-theme-font: minor-latin;mso-hansi-theme-font:minor-latin;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:EN-US;mso-fareast-language: EN-US;mso-bidi-language:AR-SA"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br /><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><i>¿Cómo se infieren propiamente las hipótesis de diseño? ¿Simplemente eliminando hipótesis de azar o comparando la verosimilitud del azar y las hipótesis de diseño</i></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">?</span> <span class="Apple-style-span" style="font-weight: 800;"><b><br /></b></span><div class="Section1"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="color:windowtext; mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">DETRÁS DE ESTA PREGUNTA HAY DOS APROXIMACIONES fundamentalmente diferentes acerca de cómo razonar con las hipótesis de azar, una amigable con el diseño inteligente y la otra no tanto. La aproximación amigable, debida a Ronald Fisher, rechaza una hipótesis de azar dado que los datos muestrales aparezcan en una región de rechazo pre-especificada. La aproximación poco amigable, debida a Thomas Bayes, rechaza una hipótesis de azar dado que una hipótesis alternativa confiere una mayor probabilidad a los datos en cuestión cuando comparada con la hipótesis original. En la aproximación fisheriana, las hipótesis de azar se rechazan de manera aislada cuando bajo esas hipótesis los datos son muy improbables. En la aproximación bayesiana las hipótesis de azar se eliminan dado que otras hipótesis hacen más probable al conjunto de datos. Mientras que en la aproximación fisheriana el énfasis está en la eliminación, en la aproximación bayesiana el énfasis está puesto en la comparación. Estas dos aproximaciones son incompatibles y la misma comunidad estadística está sumida en una discusión sobre cuál de estas aproximaciones adoptar como canon correcto de racionalidad estadística. La diferencia refleja una divergencia profunda en las intuiciones fundamentales sobre la naturaleza de la racionalidad estadística y, en particular, sobre lo que cuenta como evidencia estadística.<br /><br />La crítica más influyente de la complejidad especificada la acusa con situarse en el lado errado de esta división. Específicamente, los críticos acusan que usar la complejidad especificada para inferir diseño presupone la aproximación fisheriana, eliminativa, para razonar con las hipótesis de azar mientras que la aproximación correcta para inferir diseño debe abrazar la aproximación bayesiana, comparativa. El más prominente académico que hace esta crítica es Elliot Sober. Otros académicos han erigido esta crítica también, y muchos más incluso la han citado como decisiva para refutar que la complejidad especificada sea una señal de inteligencia.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-style: italic; font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"><br />En respuesta a esta crítica permítaseme iniciar con un examen de la realidad. A menudo cuando la literatura bayesiana intenta justificar sus métodos contra los métodos de Fisher, los autores aceptan rápidamente que los métodos fisherianos dominan el mundo científico. Por ejemplo, Richard Royall (quien, estrictamente hablando es un teórico de verosimilitud en vez de un bayesiano, aunque la discusión no es central para esta discusión) escribe, “las pruebas de hipótesis estadísticas, como son más comúnmente usadas al analizar y reportar resultados de estudios científicos, no proceden... con el hacer una escogencia entre dos [o más] hipótesis especificadas... [sino que siguen] un procedimiento más común” (</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Statistical Evidence: A Likelihood Paradigm </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">[</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Evidencia Estadística: Un paradigma de Verosimilitud</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">], Chapman & Hall, 1997). Seguido de esto, Royall pasa a esbozar ese procedimiento común, el cual requiere especificar una única hipótesis de azar, usar una estadística de prueba para identificar una región de rechazo, chequear si la probabilidad de esa región de rechazo bajo la hipótesis de azar cae debajo de un nivel de significancia dado, determinar si una muestra (los datos) cae dentro de esa región de rechazo y, si es así, rechazar la hipótesis de azar. En otras palabras, las ciencias miran a Fisher y no a Bayes para su metodología estadística. Colin Howson y Peter Urbach, en Scientific Reasoning: The Bayesian Approach [Razonamiento Científico: La Aproximación Bayesiana], admiten de manera semejante la abrumadora falta de popularidad de los métodos bayesianos entre los científicos cuando están trabajando.<br /><br />¿Entonces está siendo la mayoría de los científicos simplemente estúpida o perezosa al adoptar la aproximación fisheriana para el razonamiento estadístico? Para responder esta pregunta vamos a mirar dos ejemplos prototípicos en los cuales se emplean los métodos fisheriano y bayesiano. Una vez tengamos estos ejemplos a la mano, podemos utilizarlos para ver lo que puede salir mal con ambos métodos. Empecemos con un ejemplo del razonamiento fisheriano. El razonamiento fisheriano elimina las hipótesis de azar de manera aislada, así que sólo necesitamos considerar una única hipótesis de azar a eliminar. Tomemos una particularmente simple, a saber, la hipótesis de azar que caracteriza el lanzamiento de una moneda honesta. Para ver si la moneda está sesgada a favor de las caras (luego no es honesta), se puede determinar una región de rechazo de diez caras en serie y luego lanzar la moneda diez veces. En la aproximación de Fisher si la moneda cae cara las diez veces, entonces está justificado el rechazar la hipótesis de azar. La improbabilidad de obtener diez caras en serie, asumiendo que la moneda es honesta, es aproximadamente una en mil (es decir, 0.001).<br /><br />A continuación, para ilustrar la aproximación bayesiana, considere el siguiente esquema probabilístico. Imagine dos monedas, una honesta y la otra sesgada. Suponga que la moneda sesgada tiene probabilidad de caer cara el 90% de las veces. Adicionalmente, imagine una urna gigante con un millón de bolas de igual tamaño, donde todas son blancas excepto una que es negra. Ahora imagine que una única muestra aleatoria se tomará de la urna y si una bola blanca es seleccionada (lo cual es abrumadoramente probable) entonces la moneda honesta se lanzará diez veces; pero si se selecciona la bola negra (lo cual es abrumadoramente improbable), entonces la moneda sesgada se lanzará diez veces. Ahora imagine que todo lo que usted ve es que la moneda se lanzó diez veces y todas las veces cayó cara. La probabilidad de que los lanzamientos resultaran en diez caras en serie, dado que la moneda es honesta, es aproximadamente .001 (una en mil). Pero la probabilidad de que caigan diez caras en serie, dado que la moneda sesgada se lanzó, es aproximadamente .35 (un poco mejor que una en tres). Dentro de la literatura bayesiana estas probabilidades se conocen como verosimilitudes.<br /><br />Entonces ¿cuál moneda se lanzó, la honesta o la sesgada?. Si se miran solamente las verosimilitudes, parecería que la moneda sesgada fue la lanzada; en realidad, es mucho más verosímil que aparezcan diez caras en serie si se usa la moneda sesgada en vez de la moneda honesta. Pero esa respuesta no serviría. El problema es que cuál moneda es lanzada tiene lo que en la literatura bayesiana se conoce como probabilidad a priori. La probabilidad a priori hace mucho más probable que la moneda honesta fuera lanzada y no que lo fuera la moneda sesgada. La moneda honesta tiene probabilidad a priori .999999 de ser lanzada (porque una bola blanca tiene esa probabilidad de ser seleccionada en la urna), mientras que la moneda sesgada tiene probabilidad a priori .000001 de ser lanzada (porque la única bola negra tiene esa probabilidad de ser seleccionada en la urna).<br /><br />Para decidir cuál de las monedas fue lanzada, estas probabilidades a priori deben descomponerse en factores dentro de las verosimilitudes calculadas anteriormente. Para hacer esto, se calcula lo que en la literatura bayesiana se conoce como probabilidad a posteriori (la cual se obtiene utilizando el teorema de Bayes). La probabilidad a posteriori de que la moneda honesta se haya lanzado dado que se observaron diez caras en serie es .9996, mientras que la probabilidad a posteriori de que la moneda sesgada haya sido lanzada dado que se observaron diez caras en serie es .0004. Por lo tanto, dado el esquema probabilístico de las dos monedas y la urna como se describió anteriormente, es mucho más probable que la moneda honesta hubiera sido lanzada y no la moneda sesgada. Y este es el caso aun cuando el resultado observado de las diez caras en serie sea en sí mismo más consistente con la moneda sesgada que con la moneda honesta.<br /><br />Dadas estas ilustraciones particularmente nítidas y claras de las aproximaciones fisheriana y bayesiana, se podría preguntar cuál es el problema con cada una. Ambas aproximaciones, como ilustradas en estos ejemplos, parecen eminentemente razonables dadas las preguntas que están llamadas a contestar. No obstante, de ambas aproximaciones surgen serios problemas conceptuales cuando se escudriñan más a fondo. Quiero, en lo que queda de este capítulo, describir los problemas conceptuales que surgen de la aproximación fisheriana e indicar cómo mi trabajo en complejidad especificada ayuda a resolverlos. Lo siguiente que quiero hacer es describir los problemas conceptuales que surgen de la aproximación bayesiana e indicar porqué son inadecuados como modelo general para el razonamiento estadístico. En particular, mostraré que la aproximación fisheriana puede hacerse lógicamente coherente y porqué la aproximación bayesiana, cuando funciona (lo cual no sucede muy a menudo), debe presuponer, en efecto, la aproximación fisheriana.<br /><br />Entonces ¿cuáles son los problemas con la aproximación fisheriana y cómo ayuda a resolverlos mi trabajo en complejidad especificada? Esquemáticamente la aproximación fisheriana luce así: una hipótesis de azar definida con respecto a una clase de referencia de posibilidades es dada. También es dada una región de rechazo en esa clase de referencia. Con la hipótesis de azar y la región de rechazo a la mano, se procede a muestrear un evento de la clase de referencia de posibilidades. Si ese evento (la muestra o los datos) cae dentro de una región de rechazo, y si la probabilidad de esa región de rechazo con respecto a la hipótesis de azar es suficientemente pequeña, entonces se rechaza la hipótesis de azar. Intuitivamente, piense en el lanzamiento de flecha a un muro grande que tiene un blanco fijo. El muro corresponde a la clase de referencia de posibilidades (todos los lugares a los cuales la flecha puede llegar) y el blanco corresponde a la región de rechazo. Si que la flecha aterrice en el blanco (es decir, la muestra cae en la región de rechazo) tiene probabilidad lo suficientemente pequeña, entonces se rechaza la hipótesis de azar. En nuestro ejemplo anterior de los lanzamiento de moneda, la clase de referencia era todas las posibles sucesiones de caras y sellos, la región de rechazo era todas las sucesiones con diez caras en serie, la muestra era la sucesión de diez caras en serie y la hipótesis de azar presuponía que la moneda era honesta.<br /><br />¿Hay algo errado con este cuadro? Aunque el cuadro ha probado ser exitoso en la práctica, cuando Fisher formuló los apuntalamientos teóricos dejó de lado una cosa deseable. Hay tres preocupaciones principales: primero ¿cómo hacer preciso lo que significa para una región de rechazo tener probabilidad “suficientemente pequeña” con respecto a la hipótesis de azar? Segundo ¿cómo se caracterizan las regiones de rechazo de manera que una hipótesis de azar no se rechace automáticamente en caso de que esa hipótesis en realidad esté operando? Y tercero ¿por qué una muestra que cae en una región de rechazo cuenta como evidencia contra una hipótesis de azar?<br /><br />El primer punto se plantea usualmente en términos de establecer un “nivel de significancia”. Un nivel de significancia prescribe el grado de improbabilidad por debajo del cual una región de rechazo elimina una hipótesis de azar una vez que la muestra ha caído dentro de esa región. Los niveles de significancia en la literatura de ciencias sociales, por ejemplo, usualmente se toman en los valores 0.05 y 0.01. Pero ¿de dónde vienen estos números? A la verdad, son completamente arbitrarios. Esta arbitrariedad ha perseguido la aproximación fisheriana desde su inicio. No obstante, hay una forma de salirle al paso.<br /><br />Considere de nuevo nuestro ejemplo de lanzar una moneda diez veces y obtener en ese intento diez caras en serie. La región de rechazo que se ajusta a esta sucesión de lanzamientos de moneda establece, por lo tanto, un nivel de significancia de 0.001. Si obtenemos diez caras en serie podemos considerar esto, por lo tanto, como evidencia en contra de que la moneda es honesta. ¿Pero qué sucede si no lanzamos la moneda diez veces no sólo en una ocasión sino que la lanzamos diez veces en repetidas ocasiones? Si el comportamiento de la moneda fuera enteramente lo esperado de una moneda honesta la mayoría de veces que la lanzamos, entonces en las pocas ocasiones en las cuales observemos diez caras en serie, no tendríamos razón para sospechar que la moneda estaba sesgada puesto que las monedas honestas, cuando son lanzadas lo suficientemente a menudo, producirán una sucesión cualquiera de lanzamientos de moneda, incluyendo diez caras en serie. La fuerza de la evidencia contra una hipótesis de azar cuando una muestra cae dentro de la región de rechazo por lo tanto depende de cuántas muestras son tomadas o pueden haber sido tomadas. Estas muestras constituyen lo que llamo recursos replicacionales. Entre más muestras de este estilo, mayores los recursos replicacionales.<br /><br />Los niveles de significancia por lo tanto necesitan tener en cuenta los recursos replicacionales si es que las muestras que alcanzan estos niveles van a tenerse en cuenta como evidencia contra una hipótesis de azar. Pero eso no es suficiente. Además de tener en cuenta los recursos replicacionales, los niveles de significancia también necesitan tener en cuenta lo que llamo recursos especificacionales. La región de rechazo en la cual nos hemos estado enfocando especificó diez caras en serie. Pero con certeza si las muestras que caen dentro de esta región de rechazo podrían contar como evidencia en contra de que la moneda es honesta, entonces las muestras que caen dentro de otras regiones de rechazo, de manera semejante, deben contar como evidencia en contra de que la moneda es honesta. Por ejemplo, considere la región de rechazo que especifica diez sellos en serie. Por simetría, las muestras que caen dentro de esta región de rechazo deben contar como evidencia en contra de que la moneda es honesta, tanto como las muestras que caen dentro de la región de rechazo que especifica diez caras en serie.<br /><br />Pero si este es el caso ¿qué prevendría, entonces, al rango entero de posibles lanzamientos de moneda de ser absorbido por regiones de rechazo de manera que sin importar cuál sucesión de monedas se observó, siempre termine esta cayendo en alguna región de rechazo y contando por lo tanto como evidencia en contra de que la moneda sea legal? Más generalmente ¿qué previene que una clase de referencia de posibilidades cualquiera sea particionada en una colección mutuamente exclusiva y exhaustiva de regiones de rechazo de manera tal que una muestra cualquiera siempre caiga en una de estas regiones de rechazo y por lo tanto cuente como evidencia en contra de una hipótesis de azar cualquiera?<br /><br />La forma de salirle al paso a este punto es limitar las regiones de rechazo a aquellas que pueden caracterizarse por patrones de baja complejidad (de hecho tal limitación ha estado implícita cuando se aplican en la práctica los métodos fisherianos). Las regiones de rechazo, y las especificaciones más generalmente, corresponden a eventos y por lo tanto tienen asociada una probabilidad o complejidad probabilística. Pero las regiones de rechazo también son patrones, y como tales tienen una complejidad asociada que mide el grado de complicación de los patrones, o lo que yo llamo complejidad especificacional. Usualmente esta forma de complejidad corresponde a la medida de compresibilidad de Kolmogorov o la longitud de descripción mínima (entre más corta sea la descripción, más baja es la complejidad especificacional. Vea <www.mdl-research.org>). Ya resumí estos dos tipos de complejidad en el capítulo 10. Note que la complejidad especificacional surge muy naturalmente: no es una construcción ad hoc o artificial diseñada simplemente para salvar la aproximación de Fisher. Más bien, ha estado implícita desde hace tiempo, permitiéndole a la aproximación de Fisher florecer a pesar de los apuntalamientos teóricos inadecuados con los cuales Fisher la dotó.<br /><br />Los recursos replicacionales y especificacionales juntos constituyen lo que llamo recursos probabilísticos. Los recursos probabilísticos resuelven las primeras dos preocupaciones (mencionadas anteriormente) concernientes a la aproximación de Fisher para el razonamiento estadístico. Específicamente, los recursos probabilísticos nos permiten establecer niveles de significancia racionalmente justificados y restringen el número de especificaciones, previniendo con esto que las hipótesis de azar se eliminen de buenas a primeras. Los recursos probabilísticos proveen por lo tanto un fundamento racional para la aproximación fisheriana de razonamiento estadístico. Lo que es más, al estimar los recursos probabilísticos disponibles en el universo físico conocido, podemos establecer un nivel de significancia que está justificado sin importar los recursos probabilísticos en cualquier circunstancia dada. Tal nivel de significancia, independiente del contexto, es de este modo aplicable universalmente y responde definitivamente a qué significa que un nivel de significancia sea “lo suficientemente pequeño” sin importar la circunstancia. Para una estimación conservadora de este nivel de significancia, conocida como una cota de probabilidad universal, vea el capítulo diez. Para los detalles acerca de cómo colocar la aproximación fisheriana de razonamiento estadístico sobre un fundamento racional firme, vea el capítulo dos de mi libro No Free Lunch.<br /><br />Eso deja la tercera preocupación concerniente a la aproximación fisheriana de razonamiento estadístico: ¿por qué una muestra que cae en una región de rechazo (o, más generalmente, un resultado que se ajusta a una especificación) debe contar como evidencia en contra de una hipótesis de azar? Una vez se admite que la aproximación fisheriana es lógicamente coherente y que se pueden eliminar las hipótesis de azar individualmente solo con chequear si las muestras caen dentro de regiones de rechazo adecuadas (o, más generalmente, si un resultado se ajusta a especificaciones adecuadas), es asunto sencillo extender este razonamiento a familias enteras de hipótesis de azar, llevar a cabo una inducción eliminativa (ver el capítulo treinta y uno) y eliminar con ello todas las hipótesis de azar relevantes que puedan explicar una muestra. Y de ahí no hay sino un pequeño paso para inferir diseño.<br /><br />Vamos a quedarnos en el último punto por un momento: ¿cómo se pasa de eliminar el azar para inferir diseño? De hecho ¿qué justifica este paso de eliminación del azar a inferencia de diseño? Estamos suponiendo, por el momento, que la aproximación fisheriana puede eliminar legítimamente hipótesis de azar individuales y de este modo, por eliminación sucesiva, eliminar familias completas de hipótesis de azar. Para eliminar una hipótesis de azar, la aproximación fisheriana determina si un resultado se ajusta a una especificación y si la especificación misma describe un evento de probabilidad pequeña (el evento aquí comprende todos los resultados que se ajustan a la especificación). Dado que hayamos caracterizado con éxito todas las hipótesis de azar que excluyen diseño y que hayamos podido eliminarlas por medio de tal especificación (el resultado exhibe por lo tanto complejidad especificada) ¿por qué deberíamos pensar que el resultado es diseñado?<br /><br />En este caso la especificación misma actúa como un puente lógico entre la eliminación del azar y la inferencia de diseño. Aquí esta el raciocinio: si podemos señalar un patrón dado de manera independiente (es decir, una especificación) en algún resultado observado, y si los posibles resultados que se ajustan a ese patrón son, tomados conjuntamente, altamente improbables (en otras palabras, si el resultado observado exhibe complejidad especificada), entonces es más plausible que algún agente o proceso que se dirigiera a un fin produjera el resultado al conformarlo intencionalmente al patrón, en lugar de que el resultado terminara ajustándose al patrón simplemente por azar. De acuerdo con esto, aun cuando la complejidad especificada establece diseño por medio de un argumento eliminativo, no es justo decir que esta establece diseño puramente por medio de un argumento eliminativo. El patrón dado de manera independiente, o la especificación, contribuye positivamente a nuestro entendimiento del diseño inherente en las cosas que exhiben complejidad especificada.<br /><br />Para evitar esta resbalosa pendiente al diseño, los teóricos bayesianos niegan que la aproximación fisheriana pueda eliminar legítimamente aunque sea una hipótesis de azar (mucho menos barrer con todas las hipótesis de azar relevantes, como se requiere para una exitosa inferencia de diseño). El problema, como ellos lo ven, es que las muestras que caen en las regiones de rechazo (o, más generalmente, los resultados que se ajustan a una especificación) no pueden servir como evidencia en contra de las hipótesis de azar. Más bien, la única forma de que haya evidencia contra una hipótesis de azar es que haya mejor evidencia a favor de otras hipótesis.<br /><br />Voy a analizar la aproximación bayesiana para la evidencia estadística momentáneamente, pero primero necesito decir algo acerca de la evidencia en general. En World Without Design [El Mundo sin Diseño], Michael Rea anota, “la verdadera indagación es un proceso en el cual intentamos revisar nuestras creencias sobre la base de lo que consideramos evidencia”. Continúa él:<br /><br /><i>Pero esto significa que, para indagar sobre algo, debemos ya estar dispuestos a tomar algunas cosas como evidencia. Incluso para poder empezar a indagar, debemos tener ya varias disposiciones para confiar al menos en algunas de nuestras facultades cognitivas como fuentes de evidencia y tomar ciertas clases de experiencias y argumentos como evidencia. Tales disposiciones (vamos a llamarlas disposiciones metodológicas) pueden ser adquiridas reflexiva y deliberadamente. </i><br /><br />De acuerdo con esto, lo que cuenta como evidencia (y eso incluye la evidencia estadística) se decide no sobre la base de la evidencia sino sobre la base de las disposiciones tales que ellas mismas no son gobernadas por la evidencia. ¿Por qué, por ejemplo, la mayoría de los matemáticos encuentran que las pruebas por contradicción (esto es, reductio ad absurdum) son evidencia que cuenta para la verdad de una proposición matemática pero otros (los intuicionistas) encuentran que tales pruebas son inadecuadas y requieren en su lugar pruebas constructivas? O de nuevo, ¿por qué las aproximaciones de Fisher y Bayes a la evidencia estadística se mantienen en disputa? En tales casos el debate no es solamente acerca de cómo pesar cierta evidencia sino sobre lo que en principio cuenta como evidencia. El asunto de lo que cuenta como evidencia corta a través de todo el debate sobre diseño inteligente. ¿Puede si quiera existir tal cosa como evidencia a favor de una inteligencia no evolucionada que diseñe la complejidad biológica? Muchos científicos y filósofos naturalistas niegan que pueda existir. Pero para negarlo coherentemente se necesita un marco evidencial. El marco preeminente en este asunto es el bayesiano. Quiero por lo tanto examinar ese marco a continuación y, específicamente, mostrar porqué es tan inadecuado para sacar inferencias de diseño como para excluirlas.<br /><br />Cuando la aproximación bayesiana intenta juzgar entre las hipótesis de azar y diseño, esta trata a las dos hipótesis como si tuvieran probabilidades a priori y confiriendo probabilidades a los resultados y eventos. De este modo, dada la hipótesis de azar H, la hipótesis de diseño D y el resultado E, el teórico bayesiano intenta comparar las probabilidades a posteriori de H y D con respecto a E (esto es, P(H | E) contra P(D | E)). Si la probabilidad a posteriori de D sobre E es mayor que la de H sobre E, entonces E sirve de evidencia a favor de D y la fuerza de la evidencia es proporcional a cuán grande es P(D | E) con respecto a P(H | E). Desafortunadamente, calcular las probabilidades a posteriori requiere conocer las probabilidades a priori (es decir, P(H) y P(D)), y a menudo esas no están disponibles. En ese caso, se pueden calcular solamente la verosimilitud de E con respecto a H y D (es decir, P(E | H) contra P(E | D)).<br /><br />Existe una versión minimal de la aproximación bayesiana conocida como la aproximación de verosimilitud que esencialmente ignora las probabilidades a priori y nada más mira la razón de verosimilitud (esto es, P(E | H)/P(E | D)) para determinar la fuerza de la evidencia a favor de una hipótesis. Sin embargo, esto va en pro de un entendimiento idiosincrático de la evidencia. La evidencia, como se entiende usualmente, se refiere a lo que nos causa revisar nuestras creencias. Pero las razones de verosimilitud no están en posición de hacer eso sin la ayuda de las probabilidades a priori. Por ejemplo, si yo oigo en mi ático el repiqueteo de pequeños pies y el sonido de pines de bolos cayendo, la verosimilitud de la hipótesis de diseño de que gremlins estén jugando bolos en mi ático puede ser mayor que la verosimilitud de cualquier hipótesis de azar que pretenda explicar esos sonidos. Con todo, mi incredulidad en la hipótesis de los gremlins permanecería tan absoluta y completa como antes por causa de mi creencia previa de que los gremlins no existen (en términos bayesianos, la probabilidad a priori P(D), donde D es la hipótesis del gremlin, para mi completamente cero).<br /><br />Acabo de describir la aproximación bayesiana que establece la evidencia a favor de las hipótesis de diseño en comparación con las hipótesis de azar. De acuerdo con esto, hacer una inferencia de diseño es determinar que la evidencia, construida en términos bayesianos o de verosimilitud, favorece al diseño sobre el azar. ¿Qué hay de malo con esta aproximación para inferir diseño?. Una cantidad de cosas. Resumiré brevemente lo que está mal punto por punto (para más detalles, refiérase al capítulo dos de No Free Lunch).<br /><br /><b>NECESIDAD DE PROBABILIDADES A PRIORI<br /></b>Como ya hemos visto, para que la aproximación bayesiana funcione se requieren probabilidades a priori. Sin embargo, las probabilidades a priori a menudo son imposibles de justificar. A diferencia del ejemplo de la urna y las dos monedas discutidas anteriormente (en el cual extraer una bola de una urna determina netamente las probabilidades a priori de cuál moneda fue lanzada), para la mayoría de las inferencias de diseño, especialmente aquellas que son más interesantes como la existencia de diseño en sistemas biológicos, o no tenemos cómo manipular las probabilidades a priori de una hipótesis de diseño o esa probabilidad a priori es ferozmente discutida (los teístas, por ejemplo, pueden considerar alta esa probabilidad a priori mientras que los ateos la considerarían baja).<br /><br /><b>HIPÓTESIS DE DISEÑO QUE CONFIEREN PROBABILIDADES<br /></b>La aproximación bayesiana requiere que las hipótesis de diseño, como las hipótesis de azar, asignen probabilidades a los eventos. En la notación anterior, para que la aproximación bayesiana funcione, las verosimilitudes P(E | D) y P(E | H) deben estar bien definidas. Suponga que E denota el evento responsable de cierto gen, donde este gen a su vez codifica una cierta enzima. Dados los varios procesos naturales a los cuales los genes están sujetos (mutación, supresión, duplicación, cruzamiento, etc), P(E | H) está bien definida. Pero ¿qué pasa con P(E | D)? Asumiendo que la enzima en cuestión constituye una innovación biológica sin precedente ¿cómo asignamos la probabilidad de que un diseñador la diseñe?<br /><br />Aquí la dificultad no está reducida a las hipótesis de diseño en biología. De hecho, aplica a todos los casos de diseño novedoso. Para estar seguros, hay hipótesis de diseño que confieren probabilidades confiables. Por ejemplo, que yo esté digitando este libro le confiere una probabilidad de cerca del 13% a la letra e (ese es el valor de qué tan a menudo un escritor en inglés utiliza la letra e). Pero ¿cuál es la probabilidad de que yo escriba este libro?. ¿Cuál es la probabilidad de que Rachmaninoff componga sus variaciones a un tema de Paganini?. ¿Cuál es la probabilidad de que Shakespeare escriba uno de sus sonetos?. Cuando el asunto es sobre creaciones novedosas, el mismo hecho de expresar P(E | D) se torna altamente problemático y prejuiciado. Eso ubica a la creación novedosa de un diseñador en el mismo lugar que las leyes naturales, requiriendo del diseño una predictibilidad que es circunscribible en términos de probabilidades. Pero los diseñadores son inventores de novedades sin precedentes, y tal creación innovativa trasciende todas las probabilidades.<br /><br /><b>LA ILUSIÓN DE RIGOR MATEMÁTICO<br /></b>Como hice notar en el punto anterior, si E denota la ocurrencia de cierta codificación genética para una cierta enzima novedosa, entonces se puede considerar que P(E | H) es una probabilidad bien definida. Si el problema de asignar esta probabilidad no es técnicamente muy difícil, puede ser que logremos evaluarla con precisión, o al menos estimar una cota superior para ella. Pero ¿qué pasa con P(E | D)?. ¿Qué pasa con probabilidades como esta, más en general, donde una hipótesis de diseño confiere una probabilidad a una creación novedosa? No sólo no hay razón para pensar que dichas probabilidades tengan sentido (vea el punto anterior), sino que cuando los bayesianos razonan con ellas, lo hacen sin asignarles números precisos. La probabilidad P(E | D) funciona como una representación de la ignorancia, dando un aire de rigor matemático a lo que en realidad es simplemente una asignación subjetiva de qué tan plausible parece una hipótesis de diseño a la persona que ofrece el análisis bayesiano.<br /><br /><b>ELIMINACIÓN DEL AZAR SIN COMPARACIÓN<br /></b>Dentro de la aproximación bayesiana, la evidencia estadística es inherentemente comparativa: no hay evidencia a favor o en contra de una hipótesis como tal sino sólo mejor o peor evidencia a favor de una hipótesis en relación con otra. Pero que todo razonamiento estadístico debe ser comparativo de esta forma no puede ser correcto. Existen casos donde una y sólo una hipótesis estadística es relevante y debe ser determinada. Considere, por ejemplo, una moneda honesta (es decir, un disco rígido perfectamente simétrico con lados distinguibles) que usted mismo está lanzando. Si usted observa mil caras en serie (un evento abrumadoramente improbable), usted estará inclinado a rechazar la única hipótesis de azar relevante, a saber, que los lanzamientos de moneda son independientes e idénticamente distribuidos con probabilidad uniforme.<br /><br />¿Importa para que rechace esta hipótesis de azar si usted ha formulado una hipótesis alternativa?. Yo digo que no. Para ver esto, pregúntese a usted mismo ¿cuándo empiezo a mirar hipótesis alternativas en tales escenarios?. La respuesta es, precisamente, cuando un evento altamente improbable como mil caras en serie ocurre. Así, no es que usted haya empezado comparando dos hipótesis sino que empezó con una única hipótesis a la cual, cuando se hizo problemática para dar cuenta de una improbabilidad tan alta (sugiriendo ella misma que las pruebas de significancia fisherianas acechan desde el fondo), usted rechazó tácitamente al inventar una hipótesis alternativa. La hipótesis alternativa en tales escenarios es completamente ex post facto. Es inventada únicamente para mantener viva la ficción bayesiana de que todo el razonamiento estadístico debe ser comparativo.<br /><br /><b>RETROCESO DE LAS A PRIORI<br /></b>Como variación del último punto, retornemos al ejemplo anterior de una urna con un millón de bolas, una negra y el resto blancas. Como antes, imagine que una moneda legal se lanza si una bola blanca es seleccionada aleatoriamente de la urna, pero una moneda sesgada con probabilidad 0.9 de caer cara es lanzada en caso contrario. Esta vez, sin embargo, imagine que la moneda se lanza no 10 veces sino diez mil veces y que todas las veces el resultado es cara. La probabilidad de <span class="Apple-style-span" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-style: italic; font-weight: bold; "><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">obtener diez mil caras en serie con la moneda legal es aproximadamente 1 en 10</span></span></span><sup><span style="position:relative;top:-5.0pt;mso-text-raise:5.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">3010</span></span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">; con la moneda sesgada e aproximadamente 1 en 10</span></span></span><sup><span style="position:relative; top:-5.0pt;mso-text-raise:5.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">458 </span></span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">(con diez mil lanzamientos, es extremadamente probable que resulten sellos con cualquiera de las dos monedas). Un análisis bayesiano muestra entonces que la probabilidad de que se haya seleccionado una bola blanca es aproximadamente 1 en 10</span></span></span><sup><span style="position:relative;top:-5.0pt;mso-text-raise:5.0pt"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">2546</span></span></span></span></span></sup><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">, y la probabilidad de que la única bola negra sea seleccionada es uno menos esa probabilidad minúscula.<br /><br />¿Debiéramos por lo tanto, como buenos bayesianos, concluir que la bola negra fue en efecto seleccionada y que la moneda sesgada en efecto fue lanzada? (la selección de la bola negra es grandemente más probable, dadas diez mil caras en serie que la selección de una bola blanca). Esto es claramente absurdo. La probabilidad de obtener diez mil caras en serie con cualquier moneda es grandemente improbable y no importa cuál bola fue seleccionada. La única conclusión sensible es que ninguna de las dos monedas fue lanzada aleatoriamente diez mil veces. Un bayesiano puede por lo tanto querer cambiar la probabilidad a priori para introducir duda acerca de si la urna, y subsecuentemente una de las dos monedas, fue aleatoriamente muestreada. Pero, como en el punto anterior, debemos preguntarnos qué nos induce a cambiar o revaluar nuestras probabilidades a priori. La respuesta es que no son estrictamente consideraciones bayesianas sino más bien consideraciones de pequeñas probabilidades basadas en hipótesis de azar que, como ya se dejó claro anteriormente, no admiten alternativa alguna. Las alternativas necesitan, entonces, introducirse subsecuentemente porque consideraciones fisherianas, no bayesianas, las impulsan.<br /><br /><b>EVIDENCIA EMPÍRICA INDEPENDIENTE A FAVOR DE DISEÑO<br /></b>Los teóricos bayesianos están casados a menudo con un marco inductivo como el de Hume, en el cual las hipótesis de diseño requieren evidencia empírica e independiente de un diseñador que efectivamente esté trabajando (es decir, que la cámara esté grabando y el diseñador sea –o al menos en principio pudiera ser- captado en la videocámara) antes de poder atribuir diseño legítimamente. En el capítulo anterior vimos que esta restricción no es sólo artificial sino de hecho incoherente porque la inducción no puede ser la base para identificar diseño, pues no hay forma de obtener y practicar esa inducción. No obstante, para los bayesianos casados con Hume, es conveniente bloquear un análisis bayesiano que pueda implicar incluso empezar a pensar en diseño al negar que ciertas hipótesis de diseño –como una hipótesis de diseño que apele a una inteligencia no evolucionada para explicar la complejidad biológica- podrían aun en principio admitir evidencia empírica independiente.<br /><br />De este modo, en lugar de enfrentar el problema de asignar probabilidades a priori en tales casos, los bayesianos casados con Hume meramente imponen una restricción adicional en el marco bayesiano al estipular, en efecto, que el marco bayesiano no puede usarse a favor de hipótesis de diseño sin evidencia empírica de un diseñador. Estrictamente hablando, esta restricción no tiene lugar dentro de un aparto probabilístico bayesiano (el teorema de Bayes funciona independiente de donde vengan las probabilidades asociadas con una hipótesis de diseño. Solo inserte los números). Pero dicha restricción se está invocando crecientemente en contra del diseño inteligente. Por ejemplo, mientras Sober permitía considerable libertad a las inferencias bayesianas de diseño en biología en su edición de 1993 de Philosophy of Biology [Filosofía de la Biología] (y así antes de que el diseño inteligente tuviera corriente intelectual), en la edición de 2000 del mismo libro cerró la posibilidad de cualquier inferencia de diseño a un diseñador que carezca de evidencia empírica independiente (después de que el diseño inteligente había creado considerables olas). De este modo, mientras la edición de 1993 le dio cabida al diseño inteligente, la edición del 2000 se la quitó.<br /><br />El requerimiento de evidencia empírica independiente levanta un curioso dilema para el darwinismo. Imagine que se presentan viajeros del espacio cargados con tecnología increíblemente avanzada. Ellos nos dicen (en español) que han tenido esa tecnología por cientos de millones de años y nos dan evidencia sólida de ello (tal vez señalándonos algún aglomerado de estrellas cuyo arreglo significa un mensaje que confirma la afirmación de los extraterrestres). Más aún, nos demuestran que con esa tecnología pueden ensamblar átomo por átomo y molécula por molécula los organismos más complejos. Suponga que tenemos buenas razones para pensar que estos extraterrestres estuvieron aquí en la Tierra en los momentos claves de la historia (por ejemplo, el origen de la vida, el origen de las eucariotas, el origen de los metazoos y el origen del filos animal en el cámbrico). Suponga, aún más, que al formar la vida de la nada los extraterrestres no dejaron ningún rastro (su tecnología es tan avanzada que limpiaron perfectamente todo tras ellos, nada de basura u otras señales de actividad que dejaran tras de sí). Suponga, finalmente, que ninguno de los hechos biológicos es diferente de lo que es ahora. ¿Deberíamos pensar que en momentos claves de la historia la vida fue diseñada?<br /><br />Ahora tenemos toda la evidencia empírica independiente que podríamos querer para la existencia de diseñadores físicamente corpóreos capaces de producir la complejidad de la vida en la Tierra. Si, adicionalmente, nuestro mejor análisis probabilístico de los sistemas biológicos en cuestión nos dice que los procesos naturales no guiados no pudieron haber producido dichos sistemas con algo semejante a una probabilidad razonable ¿Se garantiza ahora una inferencia de diseño bayesiana? ¿Podría volverse en ese caso el diseño de la vida más probable que una explicación darwinista (siendo aquí interpretadas las probabilidades en un sentido bayesiano o de verosimilitud) simplemente porque la evidencia empírica independiente confirma a diseñadores con la capacidad e producir sistemas biológicos?<br /><br />Este prospecto, sin embargo, debe preocupar a los darwinistas. Los hechos de la biología, después de todo, no han cambiado. Con todo, el diseño sería una mejor explicación si se pudieran confirmar diseñadores capaces de producir, digamos, el filos animal cámbrico a través de evidencia empírica independiente. Note que aquí no hay ninguna forma de arma caliente (no tenemos evidencia directa alguna de participación extraterrestre en el registro fósil, por ejemplo). Todo lo que por observación sabemos es que existen seres con el poder de generar la vida y que pudieron haber actuado. ¿Nos ayudaría esto a saber que a los extraterrestres en realidad les gusta construir vida basada en el carbono? ¿Pero cómo sabríamos eso? ¿Simplemente creeríamos en su palabra para ello? Los datos de la biología y de la historia natural, suponemos, permanecen como están ahora.<br /><br />Pero si el diseño es una mejor explicación simplemente por la evidencia empírica independiente de seres extraterrestres tecnológicamente avanzados ¿por qué no debería ser una mejor explicación en la ausencia de tal evidencia? Si el darwinismo es una explicación tan pobre que podría colapsar en el instante que se pudieran verificar independientemente seres extraterrestres capaces de generar formas de vida en toda su complejidad ¿entonces por qué debe dejar de ser una explicación pobre en la ausencia de tales extraterrestres?. Una vez más, los hechos mismos de la biología no han cambiado.<br /><br />¿Hay alguna forma de salvar el requerimiento de evidencia empírica independiente? Claramente no sería legítimo modificar este requerimiento al descartar la evidencia circunstancial enteramente y permitir sólo evidencia directa de un ”testigo ocular” de un diseñador que en realidad manipule el objeto diseñado en cuestión. Incluso Elliot Sober no seguiría el camino de esta propuesta (vea su Reconstructing the Past [Reconstruyendo el Pasado]. Para reconstruir el pasado necesitamos evidencia circunstancial). Para Sober, en principio la evidencia circunstancial podría soportar la hipótesis de diseño biológico. Lo importante para Sober es que haya evidencia empírica independiente a favor de la existencia de un diseñador. Pero no se requiere un arma caliente. De hecho, requerir un arma caliente en el sentido de un “testigo ocular” directo sería tan malo para el darwinismo como para el diseño inteligente. La evidencia es simplemente tan circunstancial tanto para el uno como para el otro.<br /><br />Pero una vez la evidencia empírica independiente a favor de diseño pueda ser circunstancial, estableciendo meramente la existencia de un diseñador con el poder causal y la oportunidad para producir el efecto en cuestión (como en el caso del experimento planteado de los extraterrestres), para poder dar una explicación tenemos exactamente el mismo conjunto de datos biológicos que teníamos antes de que adquiriéramos esa evidencia. Por lo tanto el requerimiento de evidencia empírica independiente es vacío (si esta puede ser circunstancial) o prejuiciado (si se requiere que sea directa). Y en cada caso obstruye la indagación de cualquier forma real de diseño que pueda estar presente. Si requerimos evidencia empírica independiente de diseño pero no la tenemos, no veremos diseño incluso si tal diseño existe.<br /><br /><b>USO IMPLÍCITO DE ESPECIFICACIONES<br /></b>Y finalmente llegamos al problema más dañino que pueda enfrentar la aproximación bayesiana, a saber, que presupone la misma clase de especificaciones y regiones de rechazo que pretendía excluir. Los teóricos bayesianos ven en las especificaciones una característica dispensable e incongruente de las inferencias de diseño. Por ejemplo, Timothy y Lydia McGrew consideran que las especificaciones no tienen “relevancia epistémica” alguna (Symposium on Design Reasoning [Simposio sobre Razonamiento de Diseño], Calvin College, mayo de 2001). En el mismo simposio Robin Collins, tambien bayesiano, subrayó que “podríamos, a grandes rasgos, definir una especificación como cualquier tipo de patrón para el cual tenemos algunas razones para esperar que un agente inteligente lo produzca”. De este modo el uso bayesiano de la especificación puede verse como sigue: dado algún evento E y una hipótesis de diseño D, una especificación ayudaría a inferir diseño en E si la probabilidad de E condicionada a D crece al notar que E se ajusta a la especificación (la cual, á la Collins, es un “patrón para el cual tenemos algunas razones para esperar que un agente inteligente lo produzca”).<br /><br />Pero hay aquí una dificultad crucial que los bayesianos invariablemente dejan de lado. Considere el caso del comisionado para las elecciones en New Jersey, Nicholas Caputo, quien fue acusado de aparejar las líneas en las papeletas de votación (este ejemplo aparece en varios de mis escritos y ha sido ampliamente discutido en Internet. Una línea en la papeleta de votación es el orden en el que los candidatos aparecen listados en la papeleta. Es ventajoso para un candidato estar primero en la lista en una línea de votación porque los votantes tienden a votar más fácilmente para tales candidatos). Llame las selecciones de las líneas de papeleta hechas por Caputo el evento E. E consiste de 41 selecciones de demócratas y republicanos en serie con los demócratas excediendo grandemente en número a los republicanos por 40 a 1. En definitiva, asumamos que las líneas de selección de Caputo en las papeletas se veían como sigue (las noticias que cubrían la historia nunca reportaron la serie real hasta donde yo se):<br /><br />DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDRDDDDDDDDDDDDDDDDDD<br /><br />De este modo, suponemos que las 22 veces iniciales Caputo escogió a los demócratas para encabezar las líneas de las papeletas de votación, luego en la oportunidad 23 escogió a los republicanos, después de lo cual escogió a los demócratas en las oportunidades restantes.<br /><br />Si los demócratas y los republicanos tuvieron igual probabilidad de encabezar las listas (como afirmó Caputo), este evento tiene probabilidad de 1 en 2 trillones aproximadamente. Esto es improbable, sí, pero en sí mismo no es suficiente para implicar que Caputo está haciendo trampa. Eventos altamente improbables ocurren por azar todo el tiempo después de todo. En realidad, una sucesión cualquiera de 41 demócratas y republicanos sería simplemente igual de inverosímil. ¿Qué necesitamos entonces para confirmar la trampa (y por lo tanto diseño)? Para implicar que Caputo está haciendo trampa, no es suficiente solamente notar la preponderancia de los demócratas sobre los republicanos en alguna sucesión de líneas de selección en las papeletas de votación. En su lugar, se debe notar también que una preponderancia tan extrema como esta es altamente inverosímil. En otras palabras, no era del evento E (las selecciones de la línea en la papeleta de votación como sucedieron) la improbabilidad que el bayesiano necesitaba calcular sino la del evento compuesto E*, el cual consiste de todas las posibles selecciones de línea en las papeletas de votación que exhiben al menos tantos demócratas como seleccionó Caputo. Este evento compuesto E* consiste de 42 posibles selecciones de línea en las papeletas de votación y tiene improbabilidad de 1 en 50 billones. Fue este evento y esta improbabilidad en la cual la Corte Suprema de New Jersey correctamente se enfocó cuando deliberaba si en efecto Caputo había hecho trampa. Más aún, es este el evento que deben identificar los bayesianos y cuya probabilidad deben calcular para hacer el análisis bayesiano.<br /><br />¿Pero cómo identifican este evento los bayesianos? Seamos claros en que la observación nunca nos da eventos compuestos como E* sino solo resultados elementales como E (es decir, la selección real de la línea en las papeletas de votación de Caputo y no el ensamble de selecciones tan extremas como la de Caputo) ¿Pero de dónde vino este evento compuesto? Dentro del marco fisheriano la respuesta es clara: E* es la región de rechazo (y por lo tanto la especificación) que cuenta el número de demócratas seleccionados en 41 intentos y totaliza al menos tantos demócratas como en la selección de las líneas en las papeletas de votación de Caputo. Eso fue lo que la corte usó y eso es lo que los bayesianos usan. Los bayesianos, sin embargo, no ofrecen ninguna explicación de cómo identificar los eventos a los cuales les asignan probabilidades. Si los únicos eventos que ellos alguna vez consideraran fueran resultados elementales, no habría ningún problema. Pero ese no es el caso. Los bayesianos de manera rutinaria consideran tales eventos compuestos. En el caso de las inferencias bayesianas de diseño (y definitivamente los bayesianos quieren hacer una inferencia de diseño al respecto de las selecciones de las líneas en las papeletas de votación de Caputo), esos eventos compuestos están dados por las especificaciones.<br /><br />Permítaseme pintar el cuadro más cabalmente. Considere un resultado elemental E. Suponga inicialmente que no vemos patrón alguno que nos de razón para esperar que un agente inteligente produjo el evento. Pero entonces, escudriñando a través de nuestro conocimiento de fondo, repentinamente vemos un patrón que significa el diseño de E. Bajo un análisis bayesiano, la probabilidad de E dada una hipótesis de diseño repentinamente se dispara. Eso, sin embargo, no es suficiente para permitirnos inferir diseño. Como es usual en el esquema bayesiano, necesitamos comparar una probabilidad condicionada a diseño con una condicionada al azar. ¿Pero para cuál evento calculamos estas probabilidades? Como resultan las cosas, no para el resultado elemental E sino para el evento compuesto E* el cual consiste en todos los resultados elementales que exhiben el patrón que significa diseño. En realidad, no hace bien argumentar que E es el resultado de diseño sobre la base de algún patrón a menos que la colección completa de eventos elementales que exhiben ese patrón sea improbable en sí misma bajo la hipótesis de azar. Por lo tanto, el bayesiano debe comparar la probabilidad de E* condicionada a la hipótesis de diseño con la probabilidad de E* condicionada a la hipótesis de azar.<br /><br />El pié de página es este: la aproximación bayesiana a la racionalidad estadística es parásita de la aproximación fisheriana y puede adjudicar apropiadamente sólo entre hipótesis que la aproximación fisheriana ha fallado en eliminar. En particular, la aproximación bayesiana no da cuenta alguna de cómo llega a los eventos a los cuales les realiza el análisis bayesiano. La selección de esos eventos es altamente intencional, y en el caso de las inferencias bayesianas de diseño debe presuponer una explicación de la especificación. Lejos de ser refutada por la aproximación bayesiana, la complejidad especificada está por lo tanto implícita a través de todas las inferencias bayesianas de diseño.</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p></div><div class="Section13"> <p class="Default"><span lang="ES" style="color:windowtext;mso-ansi-language:ES"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Para resumir, no hay ningún mérito en la acusación de que al mirar la complejidad especificada para inferir diseño, el diseño inteligente viola la racionalidad estadística. Todo lo contrario. Al desarrollar la complejidad especificada como herramienta analítica para inferir diseño, el diseño inteligente lleva adelante el estudio del razonamiento científico y vindica la aproximación fisheriana de racionalidad estadística.<br /><br />---<br /><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Fuente:<br /></span></b><a href="http://www.ciencia-alternativa.org"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ciencia Alternativa</span></b></a></span></span></span></span></p></div></i></span></div></span></span></span></span></b></div>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5116156711885111808.post-15737434552937798042009-11-20T12:27:00.000-08:002009-11-20T12:40:54.698-08:00WILLIAM A. DEMBSKI: UNA BREVE BIOGRAFÍA<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhG0XjuXfX1n2kJnDGt-73aelrZoaBSmAYJI8fIHZCB5OUTuqm02FncIxgE0LKlgR2VF9JiwajwbsSpKOuz7N_AnBOWxIY00IRMrMHDTu0ZeS8dzYps9BzRiONgHXJU6duzAiKPrSevUrg/s1600/dem-foto.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 170px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhG0XjuXfX1n2kJnDGt-73aelrZoaBSmAYJI8fIHZCB5OUTuqm02FncIxgE0LKlgR2VF9JiwajwbsSpKOuz7N_AnBOWxIY00IRMrMHDTu0ZeS8dzYps9BzRiONgHXJU6duzAiKPrSevUrg/s200/dem-foto.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5406286267124785010" /></a><div class="Section1"><p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="font-family:";"><i>Matemático y filósofo, William A. Dembski es profesor investigador en filosofía en el Southwestern Baptist Theological Seminary en Fort Worth. Es también profesor titular del Center for Science and Culture perteneciente al Discovery Institute (<a href="http://www.discovery.org">www.discovery.org</a>), en Seattle y también director ejecutivo de la International Society for Complexity, Information, and Design. Ha sido profesor “Carl F. H. Henry” de Ciencia y Teología en el Southern Baptist Theological Seminary de Louisville, donde fundó su Center for Science and Theology. Anteriormente fue profesor asociado de investigación de fundamentos conceptuales de la ciencia en la Baylor University, donde también dirige el principal peso pesado del Diseño Inteligente en una importante universidad: el Michael Polanyi Center.<br /><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; "><br />William A. Dembski ha enseñado en la <i>Northwestern University</i>, en la Universidad de <i>Notre Dame </i>y en la Universidad de Dallas. Ha realizado trabajos posdoctorales en el MIT, en física en la Universidad de Chicago y en informática en la Universidad de Princeton. Se graduó en la Universidad de Illinois en psicología, donde hizo su magíster en estadística y un doctorado en filosofía. EN 1988 se doctoró en matemáticas por la Universidad de Chicago y obtuvo su graduación en teología en el Seminario Teológico de Princeton en 1996. Ha obtenido su grado de la Fundación Nacional para la Ciencia así como diversas becas posdoctorales.</span></i></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";">Dembski ha publicado artículos en revistas de matemáticas, filosofía y teología y es autor y editor de más de 10 libros. En <i>The Design Inference: Eliminating Chance Through Small Probabilities </i>(Cambridge University Press, 1998), estudia el argumento del diseño en un contexto posdarwiniano y analiza las conexiones que ligan el azar, la probabilidad y la causa inteligente. La secuela de <i>The Design Inference </i>apareció en 2002, editada por Rowman & Littlefield, como crítica a las explicaciones darwinianas y naturalistas de la evolución, bajo el título <i>No Free Lunch: Why Specified Complexity Cannot Be Purchased without Intelligence</i>. Dembski ha editado varias antologías influyentes como <i>Uncommon Dissent: Intellectuals Who Find Darwinism Unconvincing </i>(ISI, 2004) y <i>Debating Design: From Darwin to DNA </i>(Cambridge University Press, 2004, coeditado con Michael Ruse). Su más reciente libro es un trabajo en honor a Phillip Johnson titulado <i>Darwin’s Nemesis: Phillip Johnson and the Intelligent Design Movement</i>. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";">Con el creciente interés por el Diseño Inteligente en todos los ámbitos de la cultura, el Dr. Dembski ha asumido el papel de intelectual público. Además de impartir conferencias a lo largo del mundo en colegios y universidades, concede con frecuencia entrevistas a la televisión. Sus trabajos han sido citados en numerosos periódicos y revistas, incluyendo tres primeras páginas en <i>The New York Times </i>y una portada de <i>Time Magazine </i>(15 de Agosto de 2005) dedicada al Diseño Inteligente. Ha aparecido en la BBC, en NPR (con Diane Rehm), en PBS (en el programa <i>Inside the Law </i>con Jack Ford y en el programa <i>Uncommon Knowledge </i>con Peter Robinson), en CSPAN2, CNN, Fox News, ABC Nightline y en el <i>show </i>de John Stewart. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="font-family:";"><i>La entrevista que presentamos fue realizada en junio pasado por Eduardo Arroyo, colaborador de elmanifiesto.com y por Mario A. López, presidente de <b>Ciencia Alternativa </b>(</i></span><span lang="ES" style="font-family:";"><a href="http://www.ciencia-alternativa.org"><i>www.ciencia-alternativa.org</i></a></span><span lang="ES" style="font-family:";"><i>). </i></span><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language: ESfont-family:";"><o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><b><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";">ENTREVISTA </span></b><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";"><o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><b><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";">Ciencia Alternativa:<br /></span></b><i><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";">La Inferencia de Diseño </span></i><span lang="ES" style="Georgia","serif"; mso-ansi-language:ESfont-family:";">(<i>The Design Inference</i>, Cambridge University Press, 1998) es uno de los trabajos más valiosos del movimiento por el diseño inteligente (DI), un círculo compuesto principalmente de biólogos, paleontólogos <o:p></o:p></span></p> </div> <span lang="ES" style="font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family: Calibri;mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-bidi-Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language: AR-SAfont-family:";font-size:12.0pt;color:black;"> </span> <div class="Section2"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">e historiadores de la ciencia. También es quizás el único editado en una editorial de renombre. Sorprendentemente, este trabajo seminal procede de un matemático. ¿Puedes explicarnos como llegó un matemático a convertirse en un teórico del diseño? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:</span><br />Mi especialización en matemáticas es la probabilidad y la estadística. Cuando terminé mis estudios de doctorado en la Universidad de Chicago, comenzó a interesarme el problema de la aleatoriedad – es decir, qué significa para una secuencia de números ser aleatorio. Mientras investigaba en la literatura acerca la aleatoriedad, me di cuenta de que ésta era siempre una noción provisional; algo era aleatorio solo cuando no se había descubierto un patrón con el que vencer la aleatoriedad. Cuando seguí investigando esta idea, vi que se empleaba comúnmente un tipo de razonamiento estadístico gracias al cual los patrones que tenían probabilidad pequeña eran empleados no solo para vencer el azar/aleatoriedad, sino para inferir diseño. Hasta hoy, considero las inferencias de diseño como una extensión natural de ciertas formas de inferencia estadística. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>Dr. Dembski, el DI ha recorrido un largo camino desde sus comienzos, y sus proponentes están alcanzando logros en un basto rango de disciplinas como la astronomía, la biología y la química. ¿De qué manera ha contribuido o influenciado tu propio trabajo (principalmente The design inference y No Free Lunch) en el desarrollo de nuevos modos de hacer ciencia? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>Es demasiado pronto para decir cual es el impacto de mis ideas en la ciencia. Con toda seguridad, se ha hablado mucho de mi trabajo y muchos científicos se muestran intrigados (aunque hay más que se muestran disgustados y quisieran destruirlos), pero hasta ahora solo unos pocos científicos se han percatado de cómo asumir mis ideas y aplicarlas. Hay una razón para tan lentos comienzos. Mi trabajo en La inferencia de diseño era en esencia un trabajo sobre los fundamentos filosóficos de la teoría de las probabilidades, que intentaba comprender cómo interpretar las probabilidades en ciertos contextos. Naturalmente, esto conduce a algunas ideas acerca de la información y del tipo de información utilizado para obtener inferencias de diseño. </span><span lang="EN-US" style="Georgia","serif";mso-ansi-language: EN-USfont-family:";color:windowtext;">Mi libro No free lunch (El título completo es No Free Lunch: Why Specified Complexity Cannot be Purchased Without Intelligence, Rowman and Littlefield Eds., 2002. </span><span lang="ES" style="Georgia","serif"; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">N. del T.) era una revisión semi divulgativa acerca de adonde pienso que se dirige el movimiento por el DI en el tema de la información. El duro trabajo de desarrollar estas ideas para convertirlas en riguroso formalismo de teoría de la información, adecuado para hacer ciencia, comenzó realmente en 2005 con algunos artículos no publicados acerca de los fundamentos matemáticos del DI, que aparecieron en mi página web (</span><span lang="ES" style="font-family:";color:windowtext;"><a href="http://www.designinference.com">www.designinference.com</a></span><span lang="ES" style="Georgia","serif"; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">). Con la creación del Laboratorio de Informática Evolutiva de la Universidad de Baylor este mismo mes y el trabajo llevado a cabo por mi y mi colega Robert Marks acerca de la conservación de la información (del cual algunos artículos están disponibles en </span><span lang="ES" style="font-family:";color:windowtext;"><a href="http://www.evolutionaryinformatics.org">www.evolutionaryinformatics.or</a></span><span lang="ES" style="font-family:";color:windowtext;"><a href="http://www.evolutionaryinformatics.org">g</a></span><span lang="ES" style="Georgia","serif"; mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">), creo que el DI está finalmente en posición de desafiar ciertos supuestos fundamentales de las ciencias naturales acerca de la naturaleza y del origen de la información. Creo que esto tendrá un gran impacto en la ciencia. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>En pocas palabras, ¿qué dirías si tuvieras que explicar lo que es la inferencia de diseño a alguien muy torpe? <o:p></o:p></span></p> </div> <span lang="ES" style="font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family: Calibri;mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-bidi-Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SAfont-family:";font-size:12.0pt;"> </span> <div class="Section3"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>La inferencia de diseño dice esencialmente que algunas coincidencias son demasiado poco probables como para atribuirlas al azar y por tanto deben atribuirse a una inteligencia diseñadora. Un ejemplo que empleo a menudo es el de la búsqueda de inteligencia extraterrestre. Si se detecta una señal de radio del espacio exterior que proporciona una lista de números primos (números divisibles tan solo por sí mismos y por la unidad), podría ser naturalmente atribuida al diseño. ¿Por qué? Por dos razones: es compleja y por tanto no es fácilmente reproducible por azar; y corresponde además a un patrón identificable e independiente (en este caso un patrón tomado de las matemáticas). La inferencia de diseño explota esta coincidencia entre patrones independientes identificables y un suceso altamente improbable de otras maneras. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>Eres un autor prolífico. ¿Consideras que tus libros son solo diferentes perspectivas de una misma idea o, por el contrario, crees que tus ideas iniciales han cambiado substancialmente? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">WD: Hay tanto continuidad como desarrollo. He descubierto que no he debido retractarme de ninguna de mis ideas sobre la inferencia de diseño. Pero he tenido que refinarlas y eso ha llevado a nuevos interrogantes. Actualmente, mi interés se centra en gran parte en la informática evolutiva, que investiga la necesidad que tiene la evolución de utilizar la información existente si quiere lograr algo de interés. Últimamente, considero que la fuente de esta información es la inteligencia, pero por razones de indagación científica, es posible investigar los requerimientos de información de los procesos evolutivos en sus propios términos. Este trabajo acaba de empezar y puede consultarse en </span><span lang="ES" style="font-family:";color:windowtext;"><a href="http://www.evolutionaryinformatics.org">www.evolutionaryinformatics.org</a></span><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">. En cualquier caso, me veo como una parte de una comunidad investigadora vibrante y dinámica que está alcanzando rápidamente perspectivas interesantes. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>Se supone que tu trabajo monográfico, todavía incompleto, Mathematical Foundations of Inteligent Design es una explicación más completa y rigurosa acerca de cómo inferir diseño. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>Por ahora, este trabajo será publicado como artículos separados en colaboración con Robert Marks. Espero que finalmente seamos coautores de una monografía sobre este tema, aunque no podemos darle ese título debido al clima de hostilidad contra el DI. El énfasis puesto en este trabajo pasa desde la detección o la inferencia de diseño hasta la búsqueda de la información. Ambos son problemas relacionados ya que la información que posibilita la búsqueda exitosa puede conducir a inferir diseño. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>Ya has hecho mucho trabajo dentro del DI. ¿Tienes algo más en camino? Quizás otro modelo teórico para la inferencia de diseño… <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>Creo que la informática evolutiva es el núcleo científico del DI y espero trabajar en este campo durante los próximos años. Además de este trabajo, en colaboración con la comunidad de matemáticos e ingenieros, conservo mi interés por la filosofía y la teología y tengo varios libros en marcha dentro de estas áreas. Mi primer doctorado fue en matemáticas y éstas me han dado un deseo de resolver problemas interesantes, cualesquiera que puedan ser y allá donde se encuentren. Una de las cosas que me da la convicción de que el DI va a alguna parte es que he descubierto que una investigación interesante conduce a otra y que hay más problemas de interés por resolver que años de los que dispongo para dedicarles. A pesar de toda la oposición con que me enfrento, especialmente el ostracismo de la ciencia oficial que puede resultar doloroso, no me cambiaría por ninguno.</span></p></div><div class="Section4"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>El movimiento por el DI ha sido duramente atacado por académicos y periodistas. ¿Crees que sus críticas te han ayudado a mejorar tus propios puntos de vista o piensas que estos ataques son solo puro fanatismo? ¿Hay alguna crítica constructiva realizada por algún enemigo del DI? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>Parte de esas críticas son mezquinas y muestran una enorme ignorancia del trabajo de la comunidad del DI. Pero otras críticas han mostrado su valor. En relación a mi propio trabajo, gente como Jeffrey Shallit, Wesley Elsberry y Ken Miller han argumentado que no puede inferirse diseño en los sistemas biológicos porque esos sistemas que mis colegas y yo atribuimos al diseño pueden ser en realidad explicados por procesos evolutivos darvinistas. Al plantear sus refutaciones, me han obligado a examinar más de cerca el poder de los procesos evolutivos, de ahí mi trabajo en la informática evolutiva. Al profundizar en sus afirmaciones, me encuentro con que los procesos evolutivos sin guía no tienen el poder creativo que mis críticos les confieren y que, de hecho, siempre requieren tanta información como proporcionan. No siempre me gusta el espíritu de mis críticos, que no solo consiste en refutar mis ideas sino en desacreditar mi legitimidad como especialista. Pero las críticas en sí han sido muy útiles para motivar, clarificar y extender mis ideas. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>Tus críticos (Wein, Perakh, Shallit, Elsberry, Wolpert y otros) no parecen satisfechos con su trabajo. Te acusan de ser en cierto modo esotérico y carente de rigor intelectual. ¿Qué tiene que decir de esta acusación? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>La mayoría de estos críticos responden a mi libro No free lunch. Como expliqué en el prefacio de este libro, el objeto es proporcionar suficientes detalles técnicos como para que los expertos queden satisfechos, pero también suficiente contenido como para que el lector general pueda comprender la esencia de mi proyecto. El libro parece haberlo conseguido con el lector general y con algunos expertos aunque principalmente con aquellos que tienen una buena disposición para con el DI. En cualquier caso, quedó claro tras la publicación del libro que necesitaba poner a punto algunos detalles matemáticos, cosa que he estado haciendo recientemente (véase mis artículos contenidos en Mathematical Foundations of Intelligent Design en www.designinference.com), y que han sido abordados en profundidad y en colaboración con mi amigo y colega Robert Marks en el Laboratorio de Informatica Evolutiva (</span><span lang="ES" style="font-family:";color:windowtext;"><a href="http://www.evolutionaryinformatics.org">www.evolutionaryinformatics.org</a></span><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">). <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>¿Evitas cuestiones difíciles? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>Claro que no. Pero lleva tiempo contestar a las cuestiones difíciles y he sido paciente para hacerlo. Encuentro interesante que ahora que he respondido a las cuestiones críticas con pleno rigor matemático (véase </span><span lang="ES" style="font-family:";color:windowtext;"><a href="http://web.ecs.baylor.edu/faculty/marks/eil/Publications.html">http://web.ecs.baylor.edu/faculty/marks/eil/Publications.html</a></span><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">) ellos guarden, extrañamente, silencio. Por ejemplo Jeff Shallit, cuando le informé acerca de mi trabajo sobre la conservación de la información, me dijo que se negaba a hacerlo porque yo no había respondido de manera adecuada sus anteriores objeciones, pese a que el trabajo sobre la conservación de la información del que le estaba informando era precisamente en respuesta a sus objeciones. Igualmente, he contactado con Wolpert. Pero una vez que empecé a completar los detalles matemáticos de mi trabajo, guardó silencio. Quizás el silencio más sorprendente sea el Thomas Schneider, cuyo artículo sobre la evolución de la información biológica en Nucleic Acids Research (2000) afirma refutar a mi colega Michael J. Behe. Cuando Robert Marks y yo demostramos recientemente que su programa evolutivo era equivalente a una red neuronal y que trabajaba peor que el puro azar, también guardó silencio aunque en el pasado había respondido dentro del mismo día en su propia página web a cualquiera de mis críticas. Me he encontrado con que los darwinistas tienen por costumbre permanecer inconmovibles ante los problemas de su teoría e ignorar el mejor criticismo que se le plantea.</span></p></div><div class="Section5"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>Creyentes de la “tierra nueva”, creacionistas, diseño inteligente… ¿Es todo esto lo mismo? ¿Por qué no? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>El creacionismo es una doctrina religiosa acerca de un Dios creador que crea el mundo de la nada. Normalmente es también una doctrina acerca de la relación entre la ciencia y la religión, que afirma que una ciencia correcta debe armonizarse con una lectura particular de los primeros capítulos del Génesis. El creacionismo, por lo tanto, tiende a poner en consonancia religión y ciencia. El DI, por el contrario, busca señales de diseño en el mundo natural y, como tal, no se preocupa de la naturaleza última de la inteligencia. Muestra que existe una inteligencia detrás del mundo, pero no intenta conectar esa inteligencia con una doctrina religiosa en particular. Por esta razón, mis ideas han sido calurosamente recibidas por cristianos, judíos, musulmanes, hindúes, budistas, etc. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>Ahora que tenemos métodos para inferir diseño (por ejemplo, el filtro explicativo y la complejidad irreducible de Behe), ¿se está haciendo algo acerca del modus operandi del diseñador, más allá del conjunto de teorías evolucionistas? Estoy pensando en algo en la línea de los términos de von Neumann, algo como los autómatas autoreplicativos o el incremento de la especificidad atómica al mismo tiempo. ¿Es esta una cuestión irrelevante? ¿Por qué? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>La implementación del diseño en los sistemas vivientes, especialmente en el origen de la vida, es una cuestión fascinante pero no estoy seguro de que la ciencia esté ahora en condiciones de responderla. Si la vida está ciertamente diseñada, representa una tecnología mucho más sofisticada que nada de lo concebido por los humanos. Puede llevar algún tiempo antes de que nuestra tecnología pueda determinar el modus operandi del diseñador. Sin embargo, la investigación en DI no necesita limitarse a esta cuestión. Gran parte de la expectación durante estos días está en los límites de la evolución, una vez dados ciertos tipos de fuentes de información. Esto es una cuestión interesante de por sí y no se puede prejuzgar qué teoría podrá salir triunfante, si el DI o el darwinismo. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>¿Por qué cree que el DI ha despertado esos ataques vitriólicos, principalmente por parte de académicos que se supone deberían ser más mesurados en sus opiniones? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>El diseño inteligente amenaza no solo una de sus más queridas teorías científicas (el darwinismo) sino toda su visión del mundo materialista, que considera la ciencia como una justificación de la comprensión atea del mundo. Además, al reintroducir la teleología en la ciencia, el diseño inteligente amenaza con deshacer la comprensión mecanicista y reduccionista de la naturaleza que muchos científicos creen que es la <o:p></o:p></span></p> </div> <span lang="ES" style="font-family:"Georgia","serif";mso-fareast-font-family: Calibri;mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-bidi-Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SAfont-family:";font-size:12.0pt;"> </span> <div class="Section6"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">única manera de hacer ciencia. Aunque la comprensión mecanicista de la ciencia pudo ser adecuada en los días de Newton, no lo es en la era de la información, en la cual la inteligencia es, en última instancia, la única fuente conocida de información. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>¿Cual es la relación, si es que existe, entre la religión y el DI? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>El DI no es una doctrina religiosa pero señala a una inteligencia detrás del mundo. De este modo, es propicio a la religión en un modo en el que no lo es la teoría evolutiva, que siempre ha descansado en la idea de que las fuerzas naturales sin dirección comprensible pueden llevar a cabo todo lo creado. El DI muestra que la naturaleza, cuando se comprende en términos materialistas (es decir, como materia y energía gobernada por leyes inquebrantables de interacción) es fundamentalmente incompleta. Considero que el diseño inteligente está haciendo por la ciencia lo que la prueba de incompletitud de Goedel hizo por las matemáticas, es decir, demostrar que ni la naturaleza ni la realidad matemática es completa en sus propios términos. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>¿Cree que estamos ante la aparición inminente de una teoría neo-saltacional en el marasmo de las ideas? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>No creo que la evidencia apoye un ancestro común universal, pero hay teóricos del diseño como Michael J. Behe que sí lo creen. Una teoría saltacionista de la diversificación de la vida es por consiguiente una opción basada en la teoría del diseño pero no es la única opción y no espero que dentro del movimiento del DI una posición cobre ventaja sobre otra. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>Una de las críticas más usuales al DI es que sus autores carecen del suficiente número de artículos revisados por pares en revistas científicas de nivel. Del mismo modo dicen sencillamente que “eso no es ciencia”. ¿Pueden refutarse estos dos prejuicios? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>El DI hace muchas afirmaciones comprobables y por tanto, científicas. Por ejemplo, afirma que ciertos tipos de cambios evolutivos están más allá del alcance de un mecanismo basado en el azar (como sucede con el mecanismo neodarwinista de selección natural que actúa sobre cambios genéticos aleatorios). Si alguien tiene que justificar que su teoría es científica es el darwinismo. Tomemos la explosión cámbrica, durante la cual se originaron los principales diseños corporales de los animales en un período de 5 a 10 millones de años hace 550 millones de años. No hay evidencia de que evolucionaran a partir de un ancestro común, y sin embargo los darwinistas persisten en decir que tienen uno. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">En cuanto al tema de los artículos, hay que tener en cuenta algunas cosas:<br />1 - Gran parte de los trabajos actuales de biología molecular son esencialmente ingeniería (es decir, genómica y proteómica) y por tanto deben ser concebidos con justicia como investigación en DI, pero a causa de la asfixiante influencia del darwinismo especulativo, este trabajo no puede situarse al abrigo del paraguas del DI.<br />2 - En consecuencia el problema queda para los investigadores del diseño inteligente, que tienen que investigar cosas que no solo son compatibles o esperables de una hipótesis de diseño inteligente sino que tan solo lo vindican. Esto es difícil. Es un trabajo incipiente y hay ya artículos revisados por pares que han sido publicados o que están siendo revisados (vease por ejemplo lo trabajos en </span><span lang="ES" style="font-family:";color:windowtext;"><a href="http://www.evolutionaryinformatics.org">www.evolutionaryinformatics.org</a></span><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">).<br />3 - Hay un esfuerzo deliberado de las revistas por excluir cualquier cosa que apoye abiertamente el DI. El caso de Richard von Sternberg, cuya carrera ha sido casi arruinada por publicar un artículo de Stephen C. Meyer favorable al DI en Proceedings of the Biological Society of Washington es un buen ejemplo y demasiado conocido para repetirlo aquí ahora.</span></p></div><div class="Section7"> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>Pese a ello, ¿existen importantes universidades que apoyen a los defensores del DI? Y si no ¿por qué? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>No diría que las universidades, como tal, apoyan el DI. Lo toleran si el personal facultativo que investiga sobre él tiene una plaza. Pero si no la tiene, la universidad se asegura de que no la consiga (la denegación de una plaza a Guillermo González en la Iowa State university es el último ejemplo). ¿Por qué esta oposición? Los darwinistas han tenido un éxito completo a la hora de demonizar a cualquiera que disienta de su visión materialista de la evolución. Esencialmente, han establecido un régimen estalinista sobre el academicismo occidental. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>Yo conozco el Instituto Biológico y el trabajo del Dr. Minnich. ¿Existen actualmente otros laboratorios trabajando en DI? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>El Laboratorio de Informática Evolutiva de Baylor (www.evolutionaryinformatics.org). Creo que se está organizando otro laboratorio sobre DI también en Baylor. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>En Europa Occidental, el último libro de Richard Dawkins – </span><span lang="ES" style="font-family:";color:windowtext;"><i>La decepción de Dios</i></span><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;">- ha sido ampliamente alabado por la crítica. Mucha gente aquí cree que este libro es la respuesta de la izquierda europea al “creacionismo” del “fundamentalismo cristiano” en los EEUU. ¿Conoces las principales ideas del libro y qué tiene que decir el movimiento por el DI acerca de ellas? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>Dawkins es un materialista científico que busca que la ciencia se adapte a su ateísmo materialista. Sin embargo, el hecho es que la presente evidencia científica señala de manera creciente a una inteligencia diseñadora tras el mundo. Esto puede verse en el trabajo más reciente de Dawkins, que carece de ciencia efectiva pero abunda en invocaciones rituales a la ciencia como denuncia de la religión. Si Dawkins no se viera amenazado por el DI, dudo que fuera tan agresivo en su promoción del ateísmo. <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">Ciencia Alternativa:<br /></span>En medio de todas estas críticas y de la animosidad, vertidas por escrito contra su trabajo, ¿qué es lo que te empuja a continuar este ambicioso programa de investigación? <o:p></o:p></span></p> <p class="Default" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="Georgia","serif";mso-ansi-language:ESfont-family:";color:windowtext;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">William Dembski:<br /></span>El trabajo en sí es inmensamente satisfactorio e intelectualmente estimulante. Además, considero que los que buscan acallarlo son dogmáticos intolerantes encapsulados dentro de una tiranía que desprecio. En consecuencia me considero tanto como un científico investigador como un combatiente por la libertad, una rara combinación.</span></p></div>Iba Mendeshttp://www.blogger.com/profile/11231414282478932573noreply@blogger.com0